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EN BUSCA De SOLUCIONES s de los clientes a estas ‘bas de que hay poca nec foblema para generar sol intes del BFTC esté el dis reccional a clegit le las respuestas que el proc lo trabajando en los campos de la toxicomanta rar que estos enfoques pueden s con las que se enfret ‘Como ya menei del libro In Search of Excellence al estudiar lo mejor de ,jor. Hemos extrapolado incorporado a nuestro trabajo los {eresantes y més orientados a las soluciones de los capftulo siguiente examinamos algunas de esas premisas y ofrecemos una base conceptual para la terapia orientada hacia las soluciones. C ~~ 2. DESAFIAR PRESUPUESTOS PREMISAS DE LA TERAPIA ORIENTADA ‘ALAS SOLUCIONES. fn bisca gelacons” Olio & daoss Para contrastar los dos tipos de enfoque, acién y la patologta, y el orientado a las soluciones, propor- ‘cionamos aquf un andlisis de las premisas de ambos. Debe tenerse en cuenta que para dejar mds clara nuestra posicién tal vez hayamos subrayado demasiado las diferencias y, por tanto, dado una imagen excesivamente simplificada de algunas terapias. PRESUPUESTOS COMUNES. ALA MAYORIA DE LAS TERAPIAS ACTUALES Causas profundas y subyacentes de los s{ntomas premisa comiin de muchos enfoques psicodinémicos y teraccionales es que lo que esté creando el problema mica subyacente que el ojo inexperto no percibe -nte, Los problemas son, porlo tanto, “sintomas" de alguna nda y subyacente, enorme como un iceberg. De hecho, implica que aquello de lo que se quejan las personas al iniciar Ia terapia no es el verdadero jempre la manifestaci6n de algiin problema més teorfa del “iceberg” parece proceder directamente 1a, donde los procesos sistémicos dan lugar a sintomas especificos, En medicina, tratar s6lo el sintoma puede | | on [EN AUSCA DE SOLUCIONTS Mejorar o eliminar los en el mejor de los casos, imiuil y superficial, ¥y daitino 0 peligroso en el peor de ellos rando el s{ntoma, sino que también temporal podrfa ocultar el para tratar las causas Los sintomas cumplen funciones La premisa de que los sfntomas cumplen funciones esté en Ia base de los enfoques terapéuticos (aparentemente) més dispares. DDESAFIAR PRESUPUESIOS » Jo en que los sintomas ividuales como en las indmica admite que presupone una funcién familiar 0 interaccional. ‘Aunque quizds a los tera i6n psicodindmica y de orientacién interaccional no les guste que se les meta en el mismo aco, al dar cursos en todo el mundo a terapeutas de los dos ., nos encontramos con que comparten esta conviccién se desprende de esta creencia es la premisa cl sintoma sin tener en cuenta de alguna funcién que cumple, se produciré inevitablemente una sus de s{ntomas. Segtin esta creencia, los s{ntomas pueden resurgir de diversas maneras: aparecerd algdn otro s{ntoma para ‘t cocupar ef lugar del anterior, o volver el s{ntoma viejo, 0 alguna otra persona del entorno interaccional desarrollaré un problema. *! Los clientes son ambivalentes respecto al cambio y muestran resistencia a la terapia ‘Al supervisar y ensefiar a muchos terapeutas de muy distintos enfoques hemos advertido la creencin fundamental de que los ‘cambiar 0 al menos. son valentes acerca de la posibilidad de cambio. Por tanto hay que darles cierto tiempo o evadir sus defensas. Esta posicién apoyaa veces un modelo de enfrentamiento, con las consiguientes metéforas militares (“atacar su: ‘ser derrotados por los clientes”, “estrategias para ia”, “asesinos de terapeutas”, etc.). Un autor Ile “resistentes” como “barracudas” (Bergman, 1985). Aunque ha habido muchas discusiones sobre este tema en los Gltimos afios Ja patologia estén profundamente itivas que estén es poco lo que ‘ervenciones y contactos breves, excepto, Incluso si el. sfntoma aparentando estar mejor, pero tapando, en realidad, el |. Los cambios que resultan de intervenciones breves I tiene ugar de la misma forma en que :g0 de un prolongado perfodo de tiempo. La mayorfa de los clientes y terapcutas parecen suscribir Ia idea, 4 menudo repetida pero nunca comprobada, de que “superar el 1a Hevaré tanto tiempo como Hevé desarrollarl ientadas a la relaci6n, en las que la relacién hablar de un supervisor que dijo a uno de sus supervisados que se necesitaban al menos 27 sesiones para hacer un buen diagnéstico, para conocer lo suficiente a una persona como para poder ayudarla, Aunque tal vez éste sea un costo extremo, la ‘mayorfa de las terapias estén orientadas hacia la evaluaci6n y el tratamiento a largo plazo. ‘A veces se dice que las terapias que son breves y trabajan bastindose en los objetivos propuestos por el cliente son super- problemas claramente relacionados con el que tenta i ‘ones tedricas acerca de si la terapia es profunda 0 superficial parecen superfluas. Hy Centrarse en idemificar y corregir patologtas y déficit dan gran importancia a la patologia En un seminario durante un congreso nacional de Michele presenté un video de terapia orientada ‘a las soluciones: una “cura de un solo golpe”. Tras proyectarse (eo, tun miembro de Ia audiencia coment6 que Ia madre era da” y pregunts si el terapeuta no habla advertido algo muy extraio en su comportamiento, Al que preguntaba le parecfa que estaba como “drogada”., Pensamos que a menudo los terapeutas buscan patologfa incluso debajo de las piedras. Si la buscas lo suficiente, seguro que la encuentras. Hace poco, Michele trabajé con un chico de 15 afios y su tfa, EI se habfa mudado temporalmente a casa de ella para dar un respiro a su padre enfermo, Este chico y su padre, que vivia en otro Estado, tenfan una relacién extremadamente violenta. Antes de que el chico fuera a vivir con su tfa, habfa estado hospitalizado durante varios meses para controlar sus tendencias desafiantes. Al final de su estancia hospitalaria, e! chico cooperaba mAs con el ‘equipo de! hospital, pero no se vio ninguna mejorfa en la relacién centre padre ¢ hijo. ” EN BUSCA DE SOLUCIONES ico, en general, cooperaba, -mpleo y participaba en arcara sus expectativas respecto a su sobrino. jos meses mis tarde Michele recibié una Hamada de la ra que habfa trabajado con el acerca de la en todo momento”, las reglas con lo calculadamen- 1e estas ideas no son simple- " Nosotros las consideramos muchas parecen incluso supersticiones con muy los terapeutas, creamos a veces 5 tal vez, cumplidoras"). Si creemos que existe un problema profundo subyacente, puede que fomentemos su creacién en el transcurso de la terapia. Si creemos que los clientes son enfermos € incapaces, tal vez empiecen a cumplir m4s y, mds nuestras expectativas. Discutiremos este tema con mds detalle en capftulos posteriores. Hace algunos afios J. R. Burnham (1966) experimento sobre los efectos de las expectativas del experimen- iz0 que varios experimentadores ‘A Ia mitad de las ratas se les habfa extrafdo arte del cerebro. La otra mitad habfa recibido siones, pero no se habfan tocado los tejidos cerebrales. A los observadores ingenuos las ratas les parecfan idénticas. Se dijo a estos experimentadores que el objetivo del experimento era estudiar los efectos de lis lesiones cerebrales sobre el aprendizaje. A algunos de los experimentadores se les dijo que tenfan ratas con lesiGn cerebral, cuando en realidad se les habfan dado ratas cerebral, A otros experimentadores se les dijo que tenfan ratas intactas, pero en realidad recibieron ratas con lesiones cerebrales. A otros se les dieron ratas con Ia calificacién correcta (Iesionadas 0 intactas). Los resultados fueron 1. Las ratas lesionadas no lo hicieron tan bien como las ratas que no estaban lesionadas. 2, Las ratas intactas, pero que los experimentadores crefan das, no lo hicieron tan bien como las ratas que los jores crefan no lesionadas. interesan especialmente el segundo y el tercer resultado. A partir de éste y otros estudios (Rosenthal, 1966) queda claro que as del experimentador influyeron sobre el resultado del experimento, El estado real del cerebro dé Ia rata tenfa menos relacién con el resultado que el prejuicio del experimentador acerca del resultado probable. Uno puede imaginar las sutiles The Healing Heart, sculo cardiaco estaba importante, ba fallando. gente, sucedié algo que lo cambié todo. Escuché mi coraz6n; parecié contento por lo que encontré y anuncié a los que estaban en torno a mi cama que tenfa un ‘saludable ritmo de galope’. Después el caballero continué razonando que su coraz6n debfa DESAFIAR PRESUPUESIOS 6 1983, pags. 15-16). que esperas influye sobre lo que consigues, los trados en las soluciones mantienen aquellas presu- posiciones que aumentan la cooperacién cliente-terapeuta, forta- lecen a los clientes y hacen mds eficaz y agradable nuestro trabajo. Mantenemos premisas que se centran en los recursos y las jades; por fortuna, estas asunciones también ayudan a fecfas autocumplidoras. +s tienen recursos y fuerzas para resolver sus quejas El trabajo que Erickson hizo con “Ma (narrado en nuestra Ja idea de que todas las personas ya disponen de habilidades y recursos qué pueden usarse para resolver las quejas. Es tarea del terapeuta acceder a esas capacidades y lograr que sean utilizadas. A menudo, los clientes, abrumados por las dificultades de la vida, pierden de y recursos de resolucién de problemas. Tal vez, s6lo necesiten que se les recuerden las herramientas de que disponen para que desarrollen soluciones satisfactorias y duraderas. Otras veces, puede que tengan algunas aptitudes que pueden ser aumentadas © perfiladas para ayudarles a superar su situacién, Una maestra de primero fue a la consulta de Michele porque ‘ya no poda manejar la relacién frustrante que mantenfa con su hhija de 15 ais; estaba al limite, Explicé que las constantes coacciones y recordatorios, las charlas francas y las voces no consegutan que su hijd colaborara mds en casa. Segiin su madre, Ia chica era autocomplaciente, desafiante e irrespetuosa. Se hizo evidente que el tinico método que usaba esta mujer para manejar a su hija era verbalizar su desagrado. Aunque a de acuerdo, para que esta mujer,saliera de su trabajo con los alumnos. “Todos los ios tienen diferentes formas de Ella participé en la conversacién ofreciendo ‘erca de las formas de aprender prefe- 5 ‘odo de ensefianza debe ajustarse diante para que se produzca el aprendizaje” que ella habla 1 a su hija como una alumna auditiva tar la verdadera forma de aprender de la chica. 10 tenido acceso a sus abundantes habilidades, ficultad para volverse mds creativa y eficaz en sus respuestas a la hija. El cambio es constante admites que el cambio es constante, te comportards como ble, Por medios verbales y no vérbales resin de que serfa sorprendente que icra. Los fisicos nos ensefian que todo fluye; los stomos y las moléculas estén constantemente movigndose y recolocindose en el universo fisico. Los bidlogos nos dicen que nucstro organismo crea constantemente células nuevas, de modo que finalmente el conjunto de células de nuestro cuerpo esti totalmente nuevo. Consideramos el universo un universo cambiante. De hecho, pensamos que las situaciones de Jas personas estén siempre cambiando. Cuando informan que nada ba cambiad, s su forma de ver la situacién lo que ha quedado igual, SsURUESTOS ” inte, tratadas en el centro de rmaran de los resultados de la tarea recibido durante la primera sesién. La tarea habla sid da para reducir el nimero de peleas entre ellas, puesto que la madre se habla quejado previamente de que peleaban constantemente. La hija empezé describiendo con todo lujo de detalles una discusién que habla habido durante la semana. La madre aiadié sus impresiones acerca del altercado. A los 10 ‘minutos de esta charla, la terapeuta les interrumpié preguntando: “Por cierto, cqué tal fue el resto de la semana?” La ‘expresion de la madre cambié abruptamente. “Oh” dijo, “;Se porté como un verdadero dugel! Aparte de esa pelea éstuvo maravillosa” . Nuestra conjetura es que si la terapeuta hubiera permitido que esta pareja siguiera comentando su enfrentamiento, podrfan y lo habrfan hecho durante la mayor parte de la sesién. Es més, san dejado la sesién centrada en las dificul- ppese a que la mayor parte de la semana haba ido sumamente bien, Seguramente esto hubiera tenido efectos negativos para su relacién. Por fortuna para estos cl premisa de Ia terapeuta de que “el cambio es inevitable” la llev6 ‘a dedicar el resto de la sesién a explorar qué habfa contribuido aque tuvicran una semana relativamente pact De forma similar, jcudntas veces sucede que, pese a que un marido y una mujer hayan tenido una o dos semanas muy agradables, un desacuerdo durante el camino al despacho del terapeuta lleva a éste a creer que no ha habido ninguna mejorfa? EI terapeuta ve a dos individuos enfadados y hace juicios instanténeos, a veces inconscientes, acerca de su evolucién, con Jo que se desanima, Cuando los esposos se lanzan a explicar la naturaleza de su desacuerdo (pensando que es para eso para lo que estén en terapia), sienten el des4nimo creciente del terapeuta y los recuerdos de los buenos momentos de la semana se desvanecen. A la inversa, si aseguramos a los clientes que comentaremos ‘su pelea tras revisar la tarea (ofreciéndoles asf una oportunidad o EN BUSCA DE SOLUCIONES sesién en una direcciGn 8 y presupuestos. Puesto ado en las soluciones se 4 el tema de Greoony Bateson, 1972, pg. 487. ir de los ejemplos anteriores deberfa quedar claro que ‘como terapeutas ayudamos a crear una realidad determinada por ‘acemos y los temas en que elegimos los que elegimos ignorar. En el én que nos proporcionan nuestros tes, nos parece importante centramos en lo que parece estar ionando, por pequefio que sea, calificarlo como valioso, y trabajar para ampliarlo, Describiendo sus observaciones del trabajo de Erickson, Haley escribi6: “También es caracterfstico del trabajo con familias de Erickson buscar un pequefio cambio Habitualmente no es necesario saber mucho sobre la queja para resolverla ia las soluciones, istérica acerca de informacién para resolver la queja. Nos hemos encontrado con que a menudo los terapeutas quedan atascados por tener dema- siada informacién, més que por tener demasiado poca, 0 demasiada informacién acerca del problema.y demasiado poca acerca de la sol Hace varios afios Michele tuvo a una madre y a su hija de 15 aiios en terapia. Al inicio de la primera sesi6n hizo una pregunta acerca de los cambios positivos en su situacién que hablan advertido antes de la sesién. La madre dio durante 15 minutos valioso material positivo acerca de todos los cambios que habla observado entre la llamada para pedir hora y la consulta. Dijo: “Estoy mds relajada porque mi hija parece mds feliz y mds relajada... Me puedo concentrar mucho mejor en el trabajo... Me the dado cuenta de mi propia responsabilidad para que todo esto Siga adelante y he hecho algunos cambios... Su padre parece estar menos encima de ella, ast que yo me siento mucho mejor”. Luego la chica afadié su propio recuento de mejoras, que inclufan estar mAs relajada, levarse mejor con los amigos, ser capaz de concentrarse en la escuela, y sentirse aliviada porque su madre se encontraba mejor. A la mitad de estos informes de cambio (que eran parecidos 0 n1pusen ne SOLUCIONES DesArIAR PrESU a a nde un tratamiento ¢ficaz), No es necesario conocer la causa Mi abla nada sobre la queja. A co la funcién de una queja para resolverla que los umerando los cambios se taba qué hacer a ¢ én, puesto que Se sentla wero y la magnitud de los’ cambios. Se ien, qué tiene que suceder estos cambios?”, pero en aquel tentar resolver un problema del que se centran en las soluciones no aceptan la pistas acerca de cémo puede cambiar la gente. Simplemente de las personas se han vuelto estéticas yen de esa forma a la pregunta “jEn qué puedo do el impulso hacia adelante .dre como la hija respondieron de las dificultades que estaban ua, Michele les habla apartado ada sobre 1a queja, Io que los terapentas centrados en las soluciones ue tes da buenos resultados. Hay jinacién de sintomas tenga que llevar inevitablemente a una ruptura de la familia oa nuevos sintomas fue ése el caso en tas 300 fuere diferente en esos momentos, de aprender a repetir una y otra “no dejar espacio” al problema. Es de televisi6n que se llena con lo que conversacién terapéutica, sea lo ‘problema mds serio de la idea puede convertirse en una profecia 1, antiterapéutica (Coyne, 1985, pags. 60-61). vo autocump! fanto Ios terapeutas como los problemas y patologia. Si el centro de interés de scusién esté en las soluciones y las capacidades, son esas imgenes Ins que dominan 1a pantalla, De forma similar, si se consigue que tos clientes perciban o actdien sobre los recursos y “Tas soluciones fuera de la sesin, esa percepcién experiencia “Menard también Ta pantalla de sus vidas fuera de 1a terapia, Antes de empezar e! tratamiento, la mayorfa de los clientes han especulado (miles de veces) acerca de las causas y razones de sus hdbitos de Debido a experi cerapéuticas previns, a las imégenes que ibio pequetio; -apacidad de emprender la accién se deprimet etcétera. 11 puede actuar también en la diteccién opuesta, Una vez que se hace un pequefio cambio positive, Ia gemte se siente 0 mas de confianza para abordar nuevos cu persona A realiza un pequefio gesto que agrada persona B, la persona B corresponde, lo que a su vez estimula a Ia persona A a responder de igual manera, etc. (Tal vez podria denominarse esto una “espiral benevolente”.) son empleé la metéfora de una bola de nieve rodando por una montaia para describir la importancia de los cambios pequefios. La metifora de la bola de nieve dice que una vez. que a bola rucda, el terapeuta solamente necesita apartarse del camino, Esto se contrapone al modelo ‘S{sifo” de terapia DESAPIAN PRESUPUESTOS s lema produce cambio en otra parte de! ios mostramos a veces el video de una madre que se estén quejando de muchas cosas, entre ellas de a abuela (que no est presente en Ia sesién), porque interfiere en su conducta. El comentario que con mayot frecuencia hacen los ‘observadores tras ver la primera sesi6n es que el terapeuta debe it a la abuela en la segunda sesién para resolver sus ias. La segunda sesién empieza con que la madre informa i ledalaraz6n al ciento afiade que esta semana la abuela no se ha metido donde no la Haman, y que eso les agrada, Sin embargo, esto deja perplejos a los asistentes al seminario, ya que la terapeuta no dio ninguna tarea o mensaje referido a la abuela. {Qué puede justificar entonces el repentino cambio en su conducta molesta? Hemos observado repetidas veces que un cambio en una parte -va a cambios en otras partes de la fami forma, un cambio pequeio en una parte de la vida de un individuo crea a menudo un efecto de onda expansiva en otras reas, Imaginate el movimiento de un mévil. Poco después de que se ha movido una pequeiia pieza, todo el mévil esté girando, rotando y dando v Puesto que el cambio parece producir més cambio, los terapeutas centrados en las soluciones, en vez de preocuparse por la sustitucién de s{ntomas o la recafda bran un futuro aun més brillante que la wardn y que tal vez se expandirén y tendran efectos beneficiosos en otras éreas de la vida de la persona, jos en cl Research, s, y realizado en el McHenry County ), donde trabaja Michele, arrojé con un 67% de los a es ser ‘embargo, cuando preguntamos a los les creen que deberfan ser los La madre (que esté soltera) ire tiene que aprender @ no estar tan sual” y “Necesitan poco que ver con los objetivos 41 A veces, cuando hacemos este ejercici wuiera pueden recordar los objetivos formulados por la madre. Los terapeutas centrados en las soluciones no creemos que, haya una tinica forma “correcta” o“vélida” de vivir la propia vida. Heinos Ilcgado a la conclysi6n de que lo que en una familia.o para tuna persona es una conducta inaceptable, resulta deseable para ‘otra, Por lo tanto son los clientes, no los terapeutas, los que idemtifican los objetivos a conseguir en el tratamiento. (Esto es y terapeutas.) entrenados para ver patologfas, asf que tal anterior estén seguros de que es patol6gico para Ta abucla, Pensamos que lo mejor es en manos de las personas involucradas (abuela, A este respecto, Erickson ha dicho: “Cada persona es un {duo nico. Por tanto, la psicoterapia deberfa formularse para acer la unicidad de las necesidades del individuo, en vez de far a la persona para que quepa en el ‘lecho de Procusto’ de fa hipotética de Ia conducta humana” (Zeig, 1982, terapi terapéuticas anteriores habfan sido dece| - ;z6n: Contrariamente a lo que el identificaba como la conseguir, el terapeuta insistfa en que sabfa cual era el problema real, y por cudl debfa ser el objetivo del tratamiento, Con frecuencia, estos clientes dicen: “Llevamos a nuestro hijo para recibir jos sobre su problema de comportamiento, pero el terapeuta dijo que, en realidad, tenfamos problemas maritales y que en vez de eso deberfamos trabajar sobre nuestro mat jo. Nos enfadamos y decidimos no volver”. Puesto que no creemos que exista un “problema real” subyacente a la queja, ni creemos que los terapeutas estén mejor preparados para decidir c6mo sus clientes deberfan vivir sus vidas, pedimos a la gente que solicita nuestra ayuda que establezcan sus propios objetivos para el tratamiento. S6lo en circunstancias poco frecuentes hacemos sugerenci nuestros clientes. Una excepcién o objetivos ilegales, como el abuso de nifios. Otra excepcién es el 6 EN QUSCA DE SOL UCIONES bles 0 no reali ‘casos, los clientes marcan sus re trabajar que vamos pareja se Meve ‘mala conducta ijo. Hay su situacién necesita mejorar, gan To que sea necesario para 3 se informe de cambios significativos, y s sean duraderos. Para los terapeutas que irabajan de esta forma, la duracién media del tratai rior a las diez preocupaciones que los nes no son distintas de las de los clientes que acuden a otros tipos de tratamiento. Y, sin embargo, en otras jodalidades de tratamiento no se informa habitualmente de una répida resoluciéni de problemas 0 de “curas espontineas”. De s convencidos de que los terapeutas y clientes co- ccrean realidades. Tal vez el factor més importante que contribuye alas expectativas de cambio de los clientes sea lo que el terapeuta ‘erce que en tiltima instancia puede conseguirse. En Imagery in Healing (Achterberg, 1985, pags. 82-83) se describe otro ejemplo fascinante de curacién répida. A una investigadora médica especializada en cfincer le fue diagnosticado DESAFIAN PRESUPUESTOS 57 descubrié que, aunque era cra de 6 meses, el 38% de pensé: "Lo conseguiré”. A continuacién ar y actuar como una persona sana. A bla, mejoré su memoria y desaparecié rograma de terapia fisica volvié de nuevo Jos dos dias se aclaré ‘una tos persistente. Insistié en seguir un pr para fortalecer su mano y su brazo debilitados, y pidié que le redujeran las altas dosis de tranquilizantes y somnfferos. El neurdlogo que trabajaba en colaboracién con nosotros quedé aténito ante sus répidos progresos”. No hay una tinica forma “correcta” de ver las cosas; puntos de vista diferentes pueden ser igual de validos ¥y ajustarse igual de bien a los hechos En Ia pelfcula japonesa ya clésica, Rashomon, se cuenta Ia historia de un asesinato a través de los ojos y los recuerdos de varios observadores diferentes. Lo que resulta tan intrigante de esta historia es que, a pesar de que los narradores describen el mismo suceso, sus descripciones difieren tremendamente. No hay cuél de los puntos de vista es el més 1 contrario, resulta evidente que cada punto de vista es solamente una pequeiia porcién de gen total y est coloreado por los prejuicios y las ideas previas de cada persona. Cuando trabajamos en terapia con parejas y familias se nos recuerda el “efecto Rashomon”. A veces, cuando dos personas describen un suceso, una discusi6n 0 incluso el argumento de una pelicula, es dificil creer que las dos observaron lo mismo, Cuando se describen los diferentes puntos de vista, en vez de pensar que las personas tienen acerca de yen la probabilidad de jad6 a la nueva escuela, hace seis mamente han estado bajo i¢ los novillos de Steve son s6lo un ejemplo de jomitica de su intolerancia te preocupa”,) Con frec ”. Los padres que tienen este se pide consulta para Ia conducta no deseada. Asimismo, si los padres estén jos de que la causa del comportamiento de su hijo es DDESAFIAN PRESUPUESTOS 2 ue las personas atribuyen a la co de alternativas que empleardn para Jos _métodos empleados no podsfan Hevar a un enfoque diferente y tal vez. mas efectivo. En lo, las personas suelen redoblar sus esfuerzos ineficices para resolver el problema, pensando que haciéndolo més, con mds sinceras, etc.) terminarén por resolverlo (el “mas de lo mismo” importante es un cambio en 1a percepcién de la situacién. Por ejemplo, una madre estaba terriblemente preocupada pot su hija adolescente. Informé que la chica parecfa deprimida porque pasaba mucho tiempo sola en su habitacién, y cuando estaba con Ia familia durante las comidas, con frecuencia estaba pareefa deseosa de volver a su cuarto al acabar de comer. Como suele suceder en estos casos, Ia madre habfa intentado ayudar a bien? {Qué te pasa? ,Estts deprimida?” Para evitar estas preguntas la chica se retiraba aun més, Preguntamos a madre cémo era capaz. de diferenciar entre un-momento sobre nuestra pregunta y dijo que no jad de que su hija estuviera 10. La siguiente vez que observ6 a su hija ncion su cuarto, no se preocupé por ello y se sents o EN BUSCA DE SOLUCIONTS, escaleras para ver abajo refora6 la estaba rate Jo que es imposible ¢ intratable ‘ies en terapia es el diagnéstico de .cho sondeos en nuestros \do a nadie que haya curado ver. sea é centrados en las soluciones y los terapeutas de otras largo plazo. A aquellos de nosotros soluciones nos gusta trabajar con ‘os bien definidos, que sean alcanzables en un perfodo de razonable (es decir, bastante menor que los 20 afios de ‘Alby Singer). Los terapcutas que trabajan a largo plazo se comprometen a menudo, dindose o no cuenta de ello, a intentar caracterfsticas relativamente fijas de las personas, 1s complejos. Curar una personalidad borderline esti mis al tos, pero ayudar 4 una persona a conseguir un trabajo o a hacer amigos 0 a tener DESATIAN PRIESUPUESTOS a persona que parecen mis suscep! qu cambios positivos y ayudar a la persona a conseguir pequeiios objetivos puede tener efectos inesperados y més amplios en otras Areas (quiz4s incluso en su “personalidad”). Evitamos los constructos psicolégicos que no son iitiles para el ‘cambio, Los constructos de personalidad pueden ayudarnos a entender la complejidad de las personas, pero se necesita todo un conjunto de nuevos constructos para ayudar a las personas & cambiar. Jay Haley (1976) ha expresado bien esta idea: made © fo ‘problemas con ello, aunque pueda pensar que Solamente est identificando los problemas que se le presentan. La manera en {que 2° etiqueta un dilema humano puede crstaizar un problema y hacerlo cx6nico.

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