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CAPITULO 32 Cimentaciones superficiales en condiciones de carga sin drenaje lo 14 se introdujo el tema de las cimenta- ciones superficales, estudiando con detalle su comporta- riento sobre el suelo seco. En el eapstulo 25 se ampli el tema para incluir el caso en el que el terreno contione agua, En el capitulo 25 también se estudiaba la capacidad do carga y el desplazamiento vertical de las cimentaciones cat- gadas en condiciones de drenae. El presente capitulo am- pia ain ms lo tratado en los capitulos 14 y 25, estudiando cl caso habitual e importante de las cimentaciones cargadas en condiciones sin drenae, pero permitiondo éste posterior mente. La Fig. 28.14 muestra las trayectorias de esfuerzosefec tivos para un elemento de suelo sometido a dos condiciones extremas de drenaje; drenaje completo, AB, y drenaje nulo AJ seguido de drengje JB. Estas trayectoris pueden consi- derarse representativas de las condiciones medias en el tere- no bajo una zapata. El caso con érenaje AB, estudiado en cLeapitulo 25 suele proporcionar el asentamiento minimo y el factor de seguridad méximo respecto a la capacidad de carga finel, La carga sin drenaje AJ, seguida de consoids- cién, suele dar lugar al axentamiento maximo y al factor de seguridad minimo, es deci, es el easo mas ertic. Entre ambor casos limites, de drenaje nulo o completo, existe un niimero infinito de condiciones de drenaje par tial, como el que se muestra en la Fig, 28.14. Normal mente el ingeniero necesita considerar‘nicamente los dos 230s limites en lo referente a la estabilidad. Sin embargo, para calcular la deformacién debe tenerse en euente el css0 de carga que se produciré en Ia estructura real. Como puede dediicirse fdilmente, debo examinarse cada proble- ma para determinar con qué amplitud se producind el drenaje al apicar Ia carga. Los principios expuestos en el capitulo 27 permiten hacer una estimacion sobre el tiem- po necesario para la consolidacién completa Comparando el tiempo necesario para ta aplicacién completa de la carga con el tiempo requerido para Ia con solidacin total, el ingeniero puede situar su problema en una de las tres Categorias siguientes: 1. Carga con drenaje, cuando el tiempo de consolids ccién es muy inferior al tiempo de aplicacién de la carga. 2. Carga sin drenaje, cuando el tiempo de consolids- ida es mucho mayor que el tiempo de aplicacion de Ia carga. 3. Carga con drenaje parcial, cuando el tiempo de con- solidaci6n y el de aplicacién de la carga son del mis- ‘mo orden de magnitud. Generalmente 1a permeabilidad de Ia arena es tan gran- de que los problemas de deformacién en este suelo pue- den estudiarse como problemas de carga con drenaje. Por foro lado, Ia permeabilidad de la arcilla es tan baja que frecuentemente la situacidn real corresponde a una carga sin drenaje, La permeabilidad del limo, intermedia entre la de Ia arcillay la de la arena, es tal que no se pueden hacer indicaciones generales como en los casos de la arena o la arcilla; cada caso debe estudiarse en particular. 32.1 ESTABILIDAD DE UNA CIMENTACION El factor de seguridad frente a la flla general de una cimentacign superficial puede calcularse mediante fo prin cipios de equilbrio limite expuestos en el capitulo 31. La Fig. 32.1 ilusta este método. Una carga en faja de 10 tim? descansa sobre un depésito de arcilla cuya resisten- cia al corte varfa con a profundidad, segin se indica on la Fig. 32.1. Se ha dibujado una superficie de falla potencial, dividiéndola en dovelas de igual longitud de arco AL La resistencia al corte media sin drenaje para cada dovela se obtiene del diagrama resistencia profundidad. Dividiendo 1 momento resstente por el momento desestabilizador se dobtiene un factor de seguridad de 1.84. EI método expuesto en la Fig. 32.1 puede utlizase para aquellos casos en Jos que ef terreno no es uniform (Fig. 32.2) 0 para secciones transversal irepulares (Fig. 323), Cuando la carga de Ja zapata no se extiende en direc cién perpendicular al plano de la figura una distancia rela- tivamente grande respecto al ancho de Ia cares el eieulo de estabilidad se hace més dificil y se pierde’aproxima- cién, Este caso se plantea cuando la carga de la Fig, 32.3 se debe a un depdsito en lugar de a una carga en faja Una zesstencia importante frente a una falla rotacional viene suministrada por la resistencia al corte en planos del terreno paralelos al de la figura. La no consideracin de 509 510 Suelos con flujo de agua en régimen variable e | ont at +: — Ss [care co ap, =10t0ns/n2 titi “s ; IX =z [ 1 t @ — 3 br {| 9 3 |e t | | BEEN | 2 qos ris L j 4 Factor de seguridad = su Cons/m?) ‘momento resistente ‘momento motor ‘Momento resistente: Bayiil = FL Bt 152, Leas 3s, 22.0 42.7 +37 +43) = 202.7) = 254 Momento motor: Baga (15.2 m)(46 m)(25.4 tons/m®) _ 1776 =~ GE myo tonsa wm) ~ 96 ss medida para la | 127 7 superficie tanteada ~~g. ~ 32 tons’ sy at $2 = 3.0 tons/m® = 184 Capacidad de carga ‘Age para un FS de 1 = 18.4 tons/m* = ae (Bgdu = Note = (5103.0 tons/en?) = 15.4 tons/m* Fig. 32.1. Céleulo de la capscided de carga por tanteos. esta contribucién al momento resistente da lugar a un fector de seguridad inferior al real. 32.2. ECUACIONES DE CAPACIDAD DE CARGA La deduceién de Ia ecuacién de capacidad de cargt (Fig. 25.7) indicaba que, para una carga con drenaje, la carga aplicada a la zapata generaba una resistencia al corte en el terreno que ayudaba a oponerse a la falla. En carga sin drengje, la resistencia del terreno depende principal- a titi) ‘a ris Ghai Fig, 32.2. Zapata superficial sobre un tereno ne uniforme, mente del estado anterior a la aplicacién de la carga y por lo tanto la carga ejescida por la zapata no contribuye a la capacidad de carga. La ecuaci6n de la capacidad de carga, sin diengje, puede por tanto simplificarse en la forma Capacidad de carga donde Ag = Ns. 7d G21 = factor de capacidad de carga 5, = resistencia al corte sin drenaje ‘ye peso especifico total del suelo ‘d= profundidad de la base de la zapata PF Adi Fig. 92.3, Zapata en una ribera. Cimentaciones superficiales en condiciones de carga sin drenaje 2 sul Cie 0 cnt Byrm10 2 ap 10 ee eens Fig, 324. Foctores de capacidad do carga para zapatas en arcila (Sagi Skempton, 1951). Terzaghi y Peck (1967) han dado los siguientes valores de Ne: Ne = 5.14 para una zapata corrida 6.2 para zapatas circulares 0 cuadradas Ne (1+ 02 2) par una zpata rectangular dean cho B y longa ‘Skempton (1951) ha dado valores de No en funcién de ta ‘geometria de la cimentacin y del terreno, como se indica en la Fig. 32.4. Bjerrum y Overland (1957) han propuesto valores reducidos de Ne para una falla de borde 0 locali- zada. La Tabla 32.1 recoge los valores de Ne deducidos de ceatos reales en los que se produjo la falla. Como puede verse estos valores,varfan desde 5 hasta casi 9 El empleo de ia ecuaci6n 32.1 se muestra en Ia Fig. 32.1. Como la zapata es corrida, se toma Ne = 5.14. La resistencia al corte media sin drenaje para las superficies de falla potenciales es aproximadamente 1a resistencia @ Jos 2/3 de profundidad de ta superficie de falla (esta aproximacidn sélo es razonable cuando la variacién de la resistencia con la profundidad no es muy grande o imegu- lar), Como se indica en la Fig. 32.1 la capacidad de carga segiin la ecuacion 32.1 es de 15.4 ton/m? lo cual concuerda ‘Tabla 32.1 Valores de Ne deducidos de casos reales, Foon Seis casos descritos por Skempton (1951) Silos de Transcona~Peck y Bryant (1953) Depésitos de petréleo Brown y Patterson (1964) Depétito de petréleo-Bjerrum y Over- Jand (1957) razonablemente bien con las 18.4 tfm? deducidas del cdleulo de estabilidad, 323. ESTABILIDAD DE EXCAVACIONES La determinacién del factor de seguridad de una exca. vacién frente 2 la falla por corte puede estudiarse como un problema de carga de una cimentacién. En este caso la carga de la cimentacién acta hacia arriba y esté formada, por el peso del suelo excavado. La Fig. 32.5 ilustra este método y proporciona una ecuacién (ecuacién 32.2) para calcular el factor de seguridad de una excavaci6n, Para aclarar el cfleulo de factor de seguridad de una excavacin mediante la ecuacién de capacidad de carga, consideremos la excavacién real que aparece en la Fig. 32.6. La parte superior de esta figura presenta la planta Ge Ia excavacién realizada para el Centro de Estudios de Ingenieria Avanzada (CAES) del MALT. (Lambe, 1967a) yen la parte inferior aparece una seccién longitudinal a ‘uavés de la excavacién. En la Fig. 32.6 se han situado los diversos aparatos utilizados para medir las presiones inters- ticiales y los desplazamientos del terreno. La Fig. 32.7 presenta los eélculos para la determinacién del factor de seguridad de la excavacién del CAES. Puede no ser un procedimiento seguro basar el célculo de la estabitidad de una excavacién en la resistencia al corte sin drenaje. Consideremos, por ejemplo, las trayec- a pote Factor de seguridad F = Ney Ne se toma de la Fig. 32.4 Ye = Peso especifico total 454 = Resistencia al corte sin drenaje pets ta, 22) Fig. 225. Estabilidad de una exeavacién (Segin Bjerrum y Eide, 1956) 512 Suelos con flujo de agua en régimen variable 5120 BE | oss + RO. o BA sero ag promonens TERT Ta - rent t0 Acted, P10 0-180 Pt se, Nee Anca ha, F-16000 9-16.02 8 94-1050 ‘rita ad ra eta mene Reo=FETT Dept doc aw e-2040 Fig, 32.6, Excavecin reslizads torias de esfuerzos del piezbmetro P1 (en el centro del estrato de arcilla 1, como se indica en la Fig. 32.6) que se hhan representado en la Fig. 32.8. KL es la trayectoria de esfuerzos totales para la excavacion y BC es la trayectoria de esfuerzos efectivos. Inmediatamente después de la excavacidn, la presiGn intersticial en el piezdmetro Pl es CL, Ia cual es menor que la presiGn intersticial estitica KB y LD; ¢s decir, existe una sobrepresion intersticial en PI inmediatamente después de la excavacion. Adviértase que la sobrepresion intersticial ue, igual a BC, es nega- tiva, Aungue la excavacién del ‘CAES estuvo abierta solamente 24 digs, se produjo un aumento importante de la presién intersticial en PI. La presion intersticial medida varié de LC a LF, reflejando una reduccion en la sobrepresién interstical negativa de valor FC. Durante Ja disipaci6n de la sobrepresion intersticial negativa, 1a para ol CAES (Segin Lambo, 19673). Excavacién ~ 32.10 m X 33'm en planta (Ge considera un cuadrado de lado B = 32.40 m) Profundidad de excavacién = + 6.30 a —1.50 = 7.50 m Exfuerzos liberados en el fondo de la excavacién = Bye Aoy = 1.38 kglem* Resistencia al corte sin drenaje de la areilla = 0.38 kg/em? d_ 6 de a Fig, 32.4(par = 5- = 0.24) eee B 108 N.= 66 Fig. 92:7. Extabilded dele excavacion dol CAES. Gimentaciones superficiales en condiciones de carga sin drenaje $13 PB Gons/m®) =" (ons/n®) Fig, 92:8. Trayectoris de ostuerzos del punto Pl enol CAES, resistencia del suelo en Pl disminuy6. Asi pues, el factor de seguridad de una excavacion disminuye con el tiempo. Esta tendencia es opuesta a la que existe al car gar una cimentacién. En general, el instante critico de ‘una excavacién se produce al final del periodo de des- ‘carga, inmediatamente antes de reponer la carga en la excavacién, 32.4 MOVIMIENTOS PRODUCIDOS EN LA CARGA SIN DRENAJE SEGUIDA DE CONSOLIDACION Para estudiar Jos asentamientos durante y después de una carga sin drenaje, consideremos el problema de una carga en faja resistida por un estrato eldstico (ver Ia Fig. e Sabracarga = 10 ton? TT xA Font gg 5 8 2 6 fales wate) LLY Deanna) [TT 200 ten/m als” a30 a2 eee Desplromiento drat a conaidactn potrir Fig, 32.8. Desplazamiontos calculades pore un medio eléstico £0: mmetido a Una carga superficial en foe 2 32.9). El estrato descansa sobre una base rigida, por Jo {que no existe movimiento vertical ni horizontal en Ia base del estrato blando. Este es un problema de deformacion plana y, por tanto, no existen movimientos perpendicu- lares al plano, Los desplazamientos y esfuerzos al final de Ja construccién se calcularon mediante los valores E y 7 ‘que aparecen en la Fig. 32.9. Los desplszamientos y es fuerzos al final de la aplicacin de la carga sin drenaje se calcularon con £ =3 £/2 (1 +n) y w= O05 (ver la sec ci6n 28.5), Los vectores de la Fig. 32.9 muestran los desplazamien- tos en dos fases: en primer lugar el desplazamiento du- rate Ia aplicacién de la carga sin drenaje y, a continua- 5 | V7 ive 3 ls T a = ak | ee] = | iz - a ; Ty ol | 1 _L 1 | ° 2» oo 02 4 06 08 Bp Gonsn?) > o 0 Fig. 92.11. Asentamientos de un depésito metlico. la} Inrementos de sefuerzor on ol punto promedio, (b) Trayectorle de exfuerzos en ‘l punto promedio {e) Deformaciones en el punto promedio. 40, Generalmente no existe confusion en el empleo del imbolo p tanto para asentamiento como para levanta miento: cuando esta confusién sea posible una flecha hnacia arriba (t) indicarélevantamiento, y una hacia abajo @ asentanienio, Generalments se denomina al asentamiento_inicial “listico” 0 “asentamiento de corte”, pero el empleo de estos términos es confuso. El empleo de la denominacion “listico” procede de que se ha utilizado frecuentemente la teorie listca para el céloulo del asentamiento inci. Sin embargo, en la seccién 32.6 se indicé que la teoria elistica puede utiizare para calcular todas las componen- tes del asentamiento. El empleo del término “de corte” se debe a que en un suelo saturado todo el asentamiento inicial procede de las distorsiones tangenciales del terreno. En Ia secoién 32.4 se seftalaba que también se producen distorsiones tangenciales en la consolidacién, 32.6 CALCULO DE ASENTAMIENTOS POR LA TEORIA ELASTICA Generalmente se utiliza la teoria eldstica en Ia fase 3 del método de la trayectoria de esfuerzos para estimar los incrementos de esfuerzo originados en la carga o descarga. También se puede utilizar la teorfa elistica en la fase 5, deduciendo el médulo a partir de las curvas esfuerzo-de- formacién medidas y entrando con estos valores del médulo en ecuaciones deducidas de la teoria elistica Condiciones en el punto promedio Fase Trayectoria de esfuerzos Varian de Au Tipo deformacién Deformacién vertical Desplazamiento vertical del centro del depésito 1 AV (arga sin drengo) de 0 a +4.4-tons/m* 2 Iconsotdacién bajo de +4.4-40 ‘arg constante 3 BK (descarga sin dro ded -2.9 aie) 4 KA (expansin bajo de -2.9 2 0 ‘erga constants) Tam x 0.002 = 0.144 m) Tam x 0.005 = 0.360 m) ‘Tem x 0.0007 = 0.050 mt Tim x 0.0023 = 0.166 mp Fig, 92.12, Desplazarientor vorticales de un depo 516. Suelos con flujo de agua en régimen variable Como aclaracién del empleo de la teoria elistica para Ja estimacién del asentamiento bajo una carga sin drengje seguida de consolidacién, apliquemos la ecuacién 14.14 al problema del depésito representado en la Fig. 32.11 R(Aq,) SC 1, 14.14 ra (4.14) El radio R es de 32 m y la presién de la cimentacién Age es de 13 t/m?. El médulo & y el coeficiente de influencia Ip, funcién del coeficiente de Poisson, deben elegirse de acuerdo con el tipo de carga. Para estimar el asentamiento inicial debemos utilizar un valor de E spropiado para carga sin drenaje. Este valor se deduce de la Fig. 32.1 1c para la parte de la curva esfuer- zo-deformacién comprendida entre A y J. Este valor! es E = 3.900 t/m?. Para la carga sin drenaje = 0.5 y por tanto el valor de Ip es 1.5 (Ver la Fig. 14.20). con estos valores en Ia ecuacion 14.14 s¢ 0! 0.16 m. Este resultado es semejapte al obtenido por el rétodo de la trayectoria de esfuerzos (0.14 1). ara estimar el asentamiento total debemos emplear el valor de £ correspondiente a la carga con drenaje. Un va- lor adecuado puede deducirse de la Fig. 32.11c, calou- lando la pendiente do la recta que une Ay B. Este valor es E = 1.120 ifm. Para una carga con drenaje éebemos utilizar el fi del esqueleto mineral. Un valor tipico es B=03 y por tanto, segin la Fig. 1420, obtenemos Jp = 18. Entrando con estos valores en Ia ectacién 14.14 resulta p¢=0.67 m. Esta estimacién puede compararse con el valor de 0.50 m obtenido por el método de la tra- yeetoria de esfuerzos. ‘Adviértase que la’ teoria elistiea puede utlizarse para estimar los asentamientos inicial y total. El asentamiento durante la consolidacién pe puede obtenerse restando el asentamiento inicial del total La teorfe eléstica, como se ha comentado en la seccién 14.8, puede utlizarse para obtener una estimacién adecus- da de los asentamientos, incluso aunque el suelo, de hecho, no sea un material elistco lineal. La clave radica cen aplicar un eriterio correcto para Ia eleccién de los va- lores de las constantes “elisticas” £ y wu. El médulo £ es «l parimetxo més critico y su valor debe seleccionarse tenjendo en cuenta tanto la magnitud del esfuerzo inicial como 80 variacién, Por supuesto, la teoria eléstica puede uiilizrse més directamente cuando en todas las fases de la carga existe un gran factor de seguridad respecto Ia fala general La teoria elistca no puede substituir al método de 1a trayectoria de esfuerzos. Por el contrario, las ecuaciones del tipo de la 14.14 sirven para realizar la fase 5 del método de la trayectoria de esfuerzos. Las fases | a 4 de teste método son esenciales para In selecciOn de valores adecuados del médulo a utilizar en tales ecuaciones. 1 & se ba calelado por el cociente Avy/ey. Como Aon #0 esto no e¢ extetamente conecto aunque consiltaye una aproximacion ‘onable, El elculo dey supone que los inerementos de esfuerz0 ho sesllan afectados pola presencia de atena a partir dela cota 72 zm, La misma hipétes sha hecho en elellelo de Aop y Ae, que aparece ent Fig. 32.11 32.7 OTROS METODOS PARA LA PREVISION DE ASENTAMIENTOS Esta seccién describe otros métodos que se utilizan corrientemente para ef eélculo de asentamientos (0 levan- tamientos). En la Fig. 32.13 las trayectorias se comparan con la trayectoria de esfuerzos “correcta” (trayectoria AJB), deducida en la Fig. 32.11. Debe resaltarse que la precisin de cualquiera de los métodos usuales depende de Is exactitud con que el modelo en que se base el método coincida con el problema real estudiado (Lambe, 1967, presenta un ejemplo numérico en el que la presién inters- ticial_ y los asentamientos se deducen por los métodos aqut deseritos). Unidimensional, El método de deformacién unidimen. sional (@eserito en el capitulo 25) se utiliza ampliamente para todos los tipos de problemas de ssentamiento y levantamiento. En aquellos problemas reales que suponen principalmente deformacién unidimensional, este método es evidentemente comrecto. Para un problema como el depésito considerado, no puede esperarse que el célculo bbasado en la deformacién unidimensional constituya una ‘buena aproximacién del asentamiento real. (Advigrtanse las importantes deformaciones laterales en la cimentacién del depdsito, sefialadas en Ia Fig. 32.15). En el caso de asentamiento unidimensional viene implicada la trayec toria de esfuerzos efectivos AM (Fig. 32.13). Se obtiene la deformacién vertical resultante de la compresién unidi- ‘mensional de una muestra bajo el esfuerzo dea. a dom y se la mulliplica por el espesor del estrato de suelo en ete reno. Comparando esta trayevtoria de esfuerzos (4€M) con a real (AJB) se puede apreciar que son bastante di- forentes y, por tanto, también lo serdn las deformaciones segin ambas trayectorias. Inicial ++ unidimensional. Este método consiste en util zar un cileulo elistico para el asentamiento inicial y un andlisis unidimensional para el asentamiento de consolida ciGn, se utiliza la trayectoria de esfuerzos AJ més la AM, En la mayoria de los problemas esta combinacion dard lugar a una sobrestimacién considerable del asentamient. [No ¢s tedricamente correcto aproximar la trayectoria real ‘AJB mediante la combinacién AJ + AM, por lo cual no debe emplearse. Skempton-Bjerrum. El método de Skempton-Bjecrum (1957) consiste en utilizar el método eldstico para calcular el ssentamiento inicial (AJ), estimar las sobrepresiones| intersticiles desarvoladas (JB) mediante las expresiones del capitulo 26 y obtener el asentamiento de consolida- cin en deformacién unidimensional para un incremento de esfuerzos verticales igual a la sobrepresion intersticial, fe decir para la trayectoria de esfuerzos NM. En otras pelabras, el método de Skempton Bjerrum supone una trayectoria AJ + NM, trayectoria discontinua y por tanto incorrecta, Teéricamente es mejor que el método anterior y para un problema como el nuestro daria un asenta- rmiento més pequerio. Para un probleme importante de asentamientos deberia estimarse la trayectoria de esfuerzos efectivos real. Si un rétodo se basa en una trayectoria no demasiado diferente de la real, probablemente podré utilizase con bastante precision. Esta comparacién puede indicar la conveniencia de someter realmente un elemento de suelo a la trayec- Cimentaciones superficiales en condiciones de carga sin drenaje € t 210 TEP > | an - | : 4 U | | 19 2 Ey 7 3B consi) Fig, 82.13. Métodos de prevision de ssentamientos. toria de esfuerzos estimada en el terreno, es decir, la con- veniencia de utilizar el método de ia trayectoria de es- fuerzos. En él capitulo 14 se present6 un método empitico ampliamente utilizado para estimar asentamientos en are~ nas: el basado en los resultados de Ia prueba de penetra ‘cin estindar. También podemos utilizar los resultados de la prueba de penetracién en arcillas para tener una idea del asentamiento en carga sin drenaje, aunque la precision de este método es mediana. 32.8_ASENTAMIENTOS MEDIDOS EN ‘CIMENTACIONES Las Figs. 32.14, 32.15 y 32.16 muestran las presiones intersticales y los asentamientos medidos durante la cons truccién, Estos datos de casos reales ilustran algunos de los principios expuestos en las péginas anteriores, indi- ccando también algunas de las complicaciones que pueden presentarse. La Fig. 32.14 presenta los datos comtespon- dientes al emplazamiento de un almacén. El terreno es- tabs formado por una arvilla amarilla dura, recubierta ror tuna capa de 1,80 m de limo orginico el cual a su vez. tenia encima 3,30 m de arena firme y grava. Con el fin de precomprimir los 1.80 m de limo blando y elovar el nivel del terreno hasta la cota deseada, se colocé una altura de 4.10 m de grava arenosa sobre el tetreno, en una exten- sidn aproximada de 90 X 75 m. La extensi6n relativamen- te grande del edificio respecto al espesor y profundidad del suelo blando aseguraba que las deformaciones de éste serfan pricticamente verticales. Los datos de campo de la Fig. 32.14 muestran los six guientes puntos interesantes: 1 de las 3/4 partes del asentamiento total se deben a deformacién del terreno blando. 2. La maxima sobrepresién intersticial medida fue de sélo el 70% del esfuerzo aplicado por el terraplén, 3. Una gran parte del asentamiento total y de la disipa- cin de las sobrepresiones intersticales se produce durante el proceso de carga. 4, Después de eliminar la precarga, las presiones inters~ ticiales se vuelven negativas y la zona so levanta ligeramente, La Fig. 32.15 presenta ademds de los datos de asenta- miento y presiones intersticiales, los correspondientes a los desplazamientos laterales de un suelo blando bajo la carga de un depésito. El hecho mls significativo advertido fen estos datos es Ia aparicién de movimientos laterales muy grandes respecto a los asentamientos. Como puede verse, se produjo un desplazamiento horizontal de 19 cm cen la parte superior de la arcilla blanda, aunque el asenta~ rmiento del depésito fue inferior a 30 cm. La Fig. 32.16 presenta los datos de presiones intersti- ciales y desplazemientos medidos en Ia excavacién del CAES, segiin la Fig. 32.6 (este caso ha sido descrito con detalle por Lambe, 1967a). Observaciones interesantes a deducir de estos datos son: 1. La mayoria del levantamiento y asentamiento se pro- dujo en el suelo situado inmediatamente bajo la 2. La mayorfa del levantamiento se produjo mientras la carga de la cimentacién era constante. 3. Se produjo un aumento importante de presién in- tersticial antes de comenzar la aplicacién de la carga, 32.9 COMPLICACIONES EN EL CALCULO DE LOS DESPLAZAMIENTOS DE UNA CIMENTACION Las complicaciones det célculo de los desplazamientos de una cimentaci6n pueden ser tan numerosas ¢ importan- tes que el ingeniero debe considerar el cileulo de despla- zamientos como aproximado. 317 518 Suelos con flujo de agua en régimen variable Condiciones de contorno El establecimiento de las condiciones de contomo en el desplazamiento de un terreno o en un problema de estabi- lidad puede ser muy dificil. Generalmente es mis fécil delimitar los contornos de los estratos blandos y débiles que determinar las condiciones de drenaje de Ja capa 0 capas consideradas, Bl edlculo det desplazamiento vertical del terreno que aparece en la Fig. 32-14 suponia que précticamente ningtin asentamiento se debia a la consoli- dacion del suelo situado bajo la capa blanda, Se hizo una comprobacién de esta hipétesis colocando y observando un medidor de asentamientos con su elemento sensible situado en el terreno bajo la capa blanda, Los datos de campo de la Fig. 32.14 muestran que la hipdtesis de no asentamiento bajo Ia capa blanda no estaba equivocada EI perfil del terreno que aparece en la Fig. 32.16 indi- ccaba_un_sedimento glacial bajo la arcilla blanda, Para calcular la velocidad de consolidacin de la arcilla, hubo que determinar la permeabilidad del “tll” glacial para ver si podia actuar como superficie drenante. La medida de presiones interstciales in situ en el till glacial indicé que Diciembre 1964) Enero oft 2 fs ‘Altura xia de proce en +835 em 19 Waa a |A-17 Matos de slo i lan. asi era. Un estudio de las velocidades de asentamionto y de disipacién de presiones intersticiales indicé que la ar- cilla tenia capas drenantes, ademas de las superficies supe- rior inferior. Propiedades del suelo La eleccién de los valores adecuados de las propiedades del suelo para el eflculo de los desplazamientos de una cimentacién sirve para calibrar el criterio del ingeniero experimentado. Las propiedades del suelo tienden a pre- sentar una ampli dispersién, la perturbacién de los suelos en Ia toma de muestras y la preparacién de laboratorio alteran sus propiedades y algunas de las pruebas esfuerzo- deformacion son dificiles de realizar. La dispersi6n de los suelos naturales se aprecia en los perfiles que aparecen en. el capitulo 7. Como se indico en el capitulo 29, la pertur- Dacidn de las muestras tiende a proporcionar valores r2- ducidos de la resistencia al corte sin drenaje, a aumentar la compresibilidad y # alterar las caracteristicas de presiGn intersticial de los suelos de grano fino. La trayectoria de esfuerzos a utilizar en las pruebas de latoratorio para un. 1965 aa mayo oni ato SHAC17 (Bae dt eta bint] ‘SR. B-19 (Bede arate Din 120 ist 200) 0 Tempo tracer (aie) Fig. 32.14, ‘Teraptén sobre un tereno biando. abit ano eto de Gimentaciones superficiales en condiciones de earga sin drenaje 519 Tinoo (nem) Qt 2 3 6 36 7 8 9 0 ee — == 5 er a eg | 7 t 2 oS | gh sn ries nor Be = i Pree teres obeds gel aime men eno 8 cp & 7 dewcia bonds |_| 0 elt esas fa capa de are onde +4 Panera on parte sera, 28 maa itor + Tnindmere Visage trea sect = races de teria re Fainais Z|! — Arca iad Paseo ‘ae Tec ene NO HO Ineindmeto (o) Tiempo (res) aero tiammis ben avasseneier irae 2a — a0 1840 w-| oo Asami: mines Son {tents tne = Ie = 4 i i 1460 meatus ~ = 58.50 m dimes 36 {4 w Fig, 32.18. Depésito metlico sobre un terrano blando, (a) instrumentacion para las pruebas de carga. Depésito T— 0) Azentamientos Observados y previstor de ia pared del depésito. (c) Prosiones intesticials observedas en la aria Bland. (cf) Pascagoul ‘Desplazomientoslaaralos do suelo, observados(Segin Danagh, 1964). problema dado podria suponer condiciones de esfuerzos {que no se pueden obtener facilmente con el equipo estén- dar de laboratorio. [Esfuerzos en el terreno Los esfuerzos verticales iniciales en el terreno pueden determinarse generalmente con buena precisién; los esfuer- 208 laterales slo se pueden estimar. La mayor impre- cisién en cuanto a los esfuerzos del terreno, se presenta, sin embargo, cuando se intentan calcular los incrementos de esfuerzo producidos en diversos puntos del interior del terreno. La magnitud y distribucion de los esfuerzos su- ° Despazmieco tae fem) os we 20 60] 40 00] a0] ana] (md) 10a] aod ‘SE lime Poin ii el tbo de osinieto {a mana (730 m de aie) 2a mes (30 m de 9 ees (1L00 me) Go mes (1200 de oa) 0 es (1280 m dean) 90 mes (1340 m de aa) ‘pio vc) Duende carp de agus on mes @ 100, Refineria de pperficiales raramente so puede obtener con cierto grado de DrecisiGn, Incluso, conociendo estos esfuerzos nos vemos obligados a utilizar una teoria de distribucién de esfuerzos {que supone hipstesis simplificadoras en cuanto a las pro- piedades del suelo. Los incrementos de esfuerzo inducidos fen el terreno tienden a variar durante el proceso de conso- lidacién, 32.10 PROBLEMAS DINAMICOS Los métodos descritos en Ia seccién 15.1 pueden utili zarse para el estudio de cimentaciones cargadas dindmica- mente situadas en suelos conteniendo agua. Evidentemen- 520 Suelos con flujo de agua en régimen variable a Winea del T Loe os : E+} teeta 4 | °) Sswviem ‘ | 5 Bop i i i : = | || ca et | | | | lee | om | it | plop | a. | 1 toto Pe | - Pr | | | Phe} Js! | LYN nee L | | | pet in 1, Mn i ol ie exe KA | 120 oe Soe - oe | am, | red | A, etd | ae i way 1966 [uni Tato T~aaoso—T Septamire 966 | Fig, 32.18. Comportamiento de une cimantacién ene centro de Ia zona (Segin Lambs, 19673). Gmentaciones superficiales en condiciones de carga sin drenaje 521 Fig. 32.17. Edificio de apartamentos en Niigata, Japén, despuds ol teremoto de 1964 (corea de H. Kishida. te, deben utilizarse valores apropiados del médulo de deformacién tangencial G y del coeficiente de Poisson 1, correspondientes a la carga sin drenaje. El célculo de G se comenté en la seccién 30.1. Para un suelo saturado vale 0.5. Whitman (1966) ha presentado evidencia real sobre la aplicabilidad de estos métodos para cimentaciones en suelo arilloso, Los mismos métodos pueden aplicarse para estudiar la influencia de la flexibilidad de la cimentaci6n en Ia res- puesta de los edificios en los terremotos (Parmalee, 1967). Un problema muy importante ‘en zonas sismicas es a posibilidad de que la arena pierda su capacidad de carga como resultado de la sacudida de un terremoto. La Fig. 32.17 muestra un edificio de apartamentos de Niigata, Japén, que suftié un vuelco importante durante el terremo- to de 1964 debido a la licuefacci6n de la arena de cimen: tacién. No se produjeron dafios estructurales en el edif cio. La licuefaccién, con la pérdida de capacidad de carga cortespondiente, y" el hundimiento se produjeron en rnumerosos lugares de Niigata durante este terremoto. Los principios de la Ticuefaccién ya se han expuesto en Ta sec ‘ién 29.3. La aplicacién de estos principios al céleulo de la licuefaccién producida en Niigata ha sido expuesta por Seed e Idriss (1967), 32.11 RESUMEN DE PUNTOS PRINCIPALES 1. En este capitulo se considera Ia estabilidad y el des plazamiento vertical de cimentaciones superficiales sometidas a carga sin drenaje. 2, El factor de seguridad respecto a la falla por corte fen carga 0 descarga puede determinarse, bien me- diante un célculo de estabilidad 0 por la ecuacién de Ia capacidad de carga. 3. Para la mayorfa de los suelos el estado critico al ccargar_una cimentacién se produce inmediatamente después de la aplicacién de ta carga, siendo correcta Ja utilizacion en el edlculo de la resistencia al corte sin drenaje del suelo antes de la carga. 4. En un proceso de descarga el estado critico se pro ‘duce al final del perfodo de descarga, (es decir, al comenzar Ia carga), y en el eéleulo debe utilizareé Ia resistencia al corte sin drenaje existente en el terre- no en ese instante, La resistencia al corte sin drenaje al comienzo de la carga suele ser menor que la exis- ‘ente antes de la construccién. 5, Una eimentacién sufte un asentamiento inicial bajo carga sin drenaje y un asentamiento de consolida- cién durante el periodo siguiente a la aplicacién completa de la carga. El asentamiento total es la suma de ambos. 6. Existen_ numerosos métodos para determinar ef azen- tamiento de una cimentacién. El ingenizro debe esti- mar la trayectoria de esfuerzos para el punto pro- medio en el caso real, empleando para el cdlculo un método basedo en trayectorias de esfuerzos que s¢ aproximen a la situacién real. 7, Los datos de casos reales sugieren que el estado usual durante la carga y descarga de una cimenta- ign es de “drenaje parcial”, en lugar de drenaje completo 0 nulo. 8, Existen muchas complicaciones en el efleulo de des- plazamientos (en especial en el de la velocidad de deformacién) de estructuras reales. Las dificultades sis importantes son: ¢. La determinacién de los inerementos de esfuerzo causados por la carga y descarga de la cimen- tacién, d. La eleccién de los parémetros del suelo. PROBLEMAS 32.1. Las ecuaciones de capacidad de carge (como la 32.1) para la arclla suelen tener en cuenta la resistencia al corte sin drenaje. Enumerar y comentar Jos casos en los que no seria légico el empleo de a resistencia dren. 32.2 Determinese el factor de seguridad respecto a la ceapacidad de carga final en el caso de la Fig. 32.1 si el suelo es una arcilla de Weald normalmente consolidada (ver los capstulos 28, 29 y 30 respecto a las propiedades de esta arcilla). 323. Para los siguientes valores del pardmetro de pre sin intersticial A, compérese el asentamiento de consoli- dacién calculado por el método de Skempton - Bjerrum ‘con el calculado por el método unidimensional A=0S A=100 A=15 32.4 ;Por qué existe un uso tan extendido det mé- todo unidimensional para calcular el asentamiento de edi ficios sobre arcilla? CAPITULO 33 Cimentaciones profundas En los capitulos 14, 25 y 32 se han expuesto los prin- cipios fundamentales de las cimentaciones superficiales: cimentaciones en las que Ia sustentacién por el terreno se ejerce cerca de la parte itil de la estructura, En el presente capitulo se consideran las cimentaciones profundas, aqué- Iias en las que Ia sustentaci6n tiene lugar a una cierta pro- fundidad bajo la estructura. En el capitulo 1 se sefialaron estos dos tipos diferentes de cimentaciones. EI caso basico de cimentacién profunda es cuando el terreno préximo a le superficie es blando, como se indica en la Fig. 33.1, Se utiliza una cimentacién profunda para trans- smitir las cargas de la estructura a través del terreno blando a Ja base més firme inferior. Incluso aunque la cimentacién profunda sea una solucidn evidente para problemas de suelos blandos, puede no ser Ia solucién mis satisfactoria 0 Ja més econémica. Una cimentacién por “flotaci6n” parcial © total, como la empleada para el Centro de Estudios Avan: zados de Ingenioria descrita en el capitulo 32 puede ser més, satisfactoria que la cimentacin profunds. Ademés, en cier- tos casos, la mejora del terreno blando por métodos como el de precarga (descrito en el capitulo 34) puede ser mas convenionte que la cimentacién profunda. ‘La cimentacién ideal para un caso dado depende de ‘uumerosos factores incluyendo: a) el tipo de suelo blando, 5) Ia extensin del terreno blando, c) el tipo de estruc- tura, d) el valor para el propietario del espacio de sétanos conseguido con una cimentacién flotante, e) el tiempo dis tiie ge ‘uso ot a Pil Fig. 22.1. Cimentaclén profunda. 523 ponible para la construccién y f) la capacidad del suelo ‘para soportar precargas. Se han elegido cimentaciones pro- fundas en la mayoria de los casos que requieren la construc cin de un edificio sobre terreno blando. Estas cimentacio- nes se han ulilizado mas veces de las que habrian estado justificadas, aparentemente debido a la opinion extendida ( erténea) de que las cimentaciones profundss no plantean problemas constructivos y no dan lugar a asentamientos. ‘Se han utilizado muchos tipos de cimentaciones pro- fundas, El més comiin es la cimentacién por pilotes. En ‘este capitulo consideraremos solamente cimentaciones por pilotes, aunque Ia mayoria de los principios aqui expues- ‘os son aplicables a otras cimentaciones profundas, como los eajones. Un pilote puede construirse: a) colocndolo fen un agujero previamente perforado: b) introduciéndolo en el terreno bajo una carga estética 0, mas habitualmente ¢) hincindolo en el terreno a golpes de martinete. Un piloie que recibe la mayoria del soporte por friccién © adherencia del suelo a lo largo de su fuste se denomina pilote de friecion 0 flotante. El pilote que recibe la mayor pparte del soporte del terreno situado bajo su punta en un pilote de punta o pilote-columna, Son corrientes los pilo- tes de madera, concreto, acero, tubos rellenos de con- creto, etc. La Fig, 32.2 da los valores de las longitudes tusuales méximas y las cargas de proyecto méximas para diversas tipos de pilotes. ‘Una eimentacién por pilotes, e incluso un pilote tinico, posee un elevado grado de indeterminacién estética. La posibilidad de un andlisis preciso de una cimentaci6n por pilotaje es, por tanto, mucho més remoto que en la ma~ Yyoria de los problemas de mecinica de suelos. Se requie- en conocimientos empiticos y los resultados de pruebas realizadas sobre la cimentaciGn real pam la resolucién adecuads de un determinado problema de cimentacién por pilotes. Este capitulo solo puede servir para identi- ficar los fenémenos fundamentales de mecinica de suelos jmplicados en las cimentaciones profundas y dirigir al lector hacia estudios més detallados de este tema tan importante y complejo. Existen numerosos tratados sobre las cimentaciones profundas, como el de Kérisel (1967), Vesic (19676), Chellis (1962) y especialmente Hom (1966). Las Memorias de los Congresos Internacionales de Mecdnica de Suelos y Cimentaciones contienen muchas comunicaciones dedicadas a las cimentaciones profundas. 524 Suelos con flujo de agua en régimen variable 33.1 CAPACIDAD DE CARGA DE UN PILOTE UNICO La carga aplicada a un pilote aislado es resistida con- juntamente por el suelo situado bajo la punta del pilote y por el terreno que rodea el fuste, siendo la maxima carga ‘que el pilote puede soportar 0 capacidad de carga del pilote (Fig. 33.3): 0= 0,40 @3) donde Q, = resistencia por la punts = Alba). = A(one EN, + 7dNe) 32) y Q, = resistencia por el fuste 2.= ANAND 633) En las ecuaciones 33.2 y 33.3 A, = sea de la punta del pilote (Aq) = capacidad de carga final, dada por la ecuacién 25.6 AL = incremento de la longitud det pilote. 2, = érea lateral dl pilote en Ta longitud AL en con- tacto con el suelo 5, = resistencia unitaria por el fuste Los pardmetros de resistencia ¢ y @ pueden expresarse en términos de esfuerzos electives 0 totales, segiin la naturaleza del problema, Anélogamente el peso especifico "y puede interpretarse en formas diferentes segin los pro- blemas, Resistencia por la punta Los principios de capacidad de carga expuestos en los capitulos 14, 25 y 32 para cimentaciones superficiales también son aplicables a las cimentaciones profundas. La pposiciin de la superficie de falla en una cimentacion pro- Funda se conoce menos que en el caso de las cimentacto- nes superficiles y, segiin la posicién de la superficie de {alla supuesta, 10s" investigadores han calculado diversos valores de los factores de capacidad de carga. Existe una opinién generalizada de que estos factores, especialmente Ng, son mayores y probablemente mucho mayores, para las ‘cimentaciones profundss que para las superficales. La Fig. 334 da los valores de Nq en funcién de ¢, tal como hhan sido propuestos por diversos investigadores. Le Fig. 33.5 muestra algunas de las formas de falla que se han ‘supuesto en los estudios tedricos. En suelos permeables las sobrepresiones intersticiles originadss por la carga de una cimentacién profunda se pueden disipar répidamente; por tanto existirin condicio nnes de drenaje, En suelos no permeables, las sobrepresio- hnes intersticiales creadas al cargar wna cimentacién pro- funda pueden disiparse 0 no, segtin los casos, especial- ‘mente segin el tipo de carga, Bajo una carga permanente Piote Pilote fin Pa ae on tun rhe es Lol ral enturbacion _pretebricndo _conereto. eo ns Poss " neon, 80 tons 20 tons ‘80 tons ee oe sons tn | | | S | | | | | 8 g e lone Fi 38:2. Longitudy eargs miximas habituales de dstints tipos de pilots (valores de rayecto}. También son uruses cause rmeyore.(Sepin Corson, 1965). e @ =Capacidad de carga del pilote 0, = Resistencia por la punta Resistencia por el fuste = 0,4 Resistencia por la punts: 2, = ALO) A, = Area de la punta BNy (qe = Ne Ye yang 05) Resistencia por ol fate Qs EAL) lemento de longitud del pilote a lateral del pilote en AL resistencia unitaria por el fuste AL Fig. 39.3. Capacidad de arge do un pilot. de larga duracién, como la producida por el peso de una fstructura, pueden disiparse de hecho Jas sobrepresiones {ntersticales. Bajo una carga de corta duracién, como la cjercida por la fuerza del viento sobre una estructura, las Sobrepresiones intersticiales no se disipan inmediatamente. Como las condiciones de no drenaje dan lugar a la capaci- dad de carga minima en suelos blandos cohesivos, el mé~ todo razonable para calcular la resistencia por la punta de tun pilote en arella es suponer la capacidad de carga sin Grenaje. Este método es evidentemente algo conservador. 'E] empleo de estos principios y el hecho de que la ccohesién de las arenas es nula, nos permite simplificar la ecuacién 33.2 en la forma siguiente: Para suelos permeables (arenas), ¢ Por tanto Oye=s, A(T + nix.) 6320) y como (yB/2)Ny es pequelio respecto a 7Ng, podemos simplificar la ecuacién 32.2a en la forma Q, = A,(vdN) Para este caso 41 5 Tuo. (83.26) Cimentaciones profundas $25 En suelos no permeables (arcillas), donde es aplicable el método ¢ = 0, Q, = Ay(CN, + vd) (83.20) En este caso ¢ es la resistencia sin drenaje media su y yd =o. Oy = ASeNe + 0) 63.24) Resistencia por el fuste Al caloular la resistencia por el fuste debemos consi derar no s6lo el tipo de suelo sino también el método de ejecucién del pilote, El método constructivo puede tener tun efecto importante sobre el grado de perturbacién del terreno, los esfuerzos laterales que actan sobre el pilote, el angulo de friccién e incluso la superficie de contacto. En arcillas rigidas existe, por ejemplo, la evidencia de que cl fuste de los pilotes pre-excavados no siempre esti en contacto completo con el terreno. Para pilotes perforados fen arcillas duras el valor de ay puede ser, por tanto, in- ferior a la superficie lateral del fuste del pilote. La dificul- tad real en ef eéloulo de los esfuerzos transmitidos por el fuste radica, sin embargo, en la eleccién del valor adecua do de la resistencia de fuste unitaria. En suelos permeables la resistencia unitaria por el fuste vale jy tan $ donde $ = $y para un contacto acero-suelo! Yu. F = Feo pera un contacto concreto-suelo o madera- suelo (ver la Tabla 11.1) y Gy = Ono = Kos En arena, generalmente, los pilotes se hacen penetrar a presién se hincan (ya que un taladro perforado no se Jrantendria sin soporte horizontal) y debido a la elevada resin necesaria para introducir un pilote en arena 10 formal es que casi todos los pilotes en este tipo de suelo '3¢ binquen. Las vibraciones producidas por la hinca de un pilote en arena tienen dos efectos: a) compactan la rena, como se expuso en el capitulo 15 yb) aumentan cl valor de K. [Las pruchas de penetracién, antes y después de la hinca de un pilote, im@ican una compactacién importante de la arena en un radio de accién que puede Megar hasta ‘ocho didmetros de pilote, El aumento de compacidad da ugar a.un aumento del dngulo de friccién. La hinea de un pilote desplaza el suelo lateralmente y, por tanto, aumen: {fa los esfuerzos horizontales sobre el mismo. Horn (1966) resume 10s resultados de estudios sobre los esfuerzos hori= Zontales que actian sobre pilotes en arena. Su resumen, Tabla 33.1, muestra una amplia divergencia de opinion en 1 Por definiién, gy es wn parimetro de esfuerzosefectivos 526 Suelos con flujo de agua en régimen variable toj000 1000 YY Fectr de cancided de car, Ng 100] ze Fig, 33.4 Angulo de ici, Tore. (Sagan Ves, 1967) ey co 6 Ed ‘actors de capacidad de carga pora clmentaciones profundatcircur ‘Tabla 33.1 Esfuerzos horizontales sobre pilotes hincados en arena Bass do a Referencia Relacién "elacion Brinch Hansen y (a) & = cos? $5, = 0433,siF = 30” (a) Teoria Lundgren (1960) (6) & = 0.8, {b) Procba de pilote Henry (1956) & = Ky" 3 = 33, Teoria Ireland (1957) ” a, = (1.75 @ 3) By Pruebas de extraccion Meyerhof (1951) &, = 0.5dq; Arena suelta Analisis de datos &, = 1.03,; Arena compacta de campo Mansur y B= Ki,; K-=0.3 (Compresion) —_—_Anlisis de datos Kaufman (1958) K = 0.6 (Tension) de campo ‘Segin Horn, 1966. i {2 Cimentaciones profiandas fe say @ Prat Reisner Caquot Suman Terzaght o Berezantsev Bishop, Hl y "Yeroehenko Nott Vesie Shemton, Yassin, Fig, 38:5. Formas defalla supuestas bajo cimentaciones profundes (Seqin Vesic, 1967). cuanto al valor del esfuerzo efectivo horizontal. Podria parecer Iégico que K fuera superior a 1, resultando razo- rable un valor de 2. arece logico que la resistencia unitaria (adherencia) de la arcilla sobre el fuste de un pilote de madera 0 concreto sea aproximadamente igual a la resistencia al corte del suelo, Debido a que un pilote metilico es mis liso, la adherencia de la arcilla puede ser, en este caso, ligeramen- te inferior a la resistencia al corte. Se considera como buena aproximacién el tomar la resistencia al corte de la arcilla como adherencia a Jo largo del fuste del pilot. En cuanto a la capacidad de carga, la maxima carga se aplicard sobre un, pilote on un perfodo de tiempo tan cor- ‘to que una arcilld no podré drenar totalmente y por tanto resulta razonable emplear la resistencia al corte sin drenaje ‘como valor aproximado de la adierencia de la arcilla al fuste del pilote. Sin embargo, deben considerarse varios factores en la eleccién del valor apropiado de la resisten- cia al corte. En su trabajo clisico, Casagrande (1932) llam6 la aten- cién sobre la posibilidad de un remoldeo por efecto de la hhinca de pilotes en arcla, Casagrande sefialé que Ia per- ‘turbacién de una arcilla natural por Ja hinea de un pilote ‘puede dar lugar a un gran aumento de compresibilidad y a tuna pérdida de resistencia, Cummings, Kerkhoff y Peck (1950) han expuesto los resultados de una investigacion, ten Ia que se midieron las variaciones de resistencia al cor {te producidas por la hinea de pilotes. Los resultados mos- traton que la resistencia al corte en las proximidades del pplote se tedujo por la hinca, pero un mes después de icha hinca la resistencia habia vuelto a su valor inicial y al cabo de once meses era considerablemente mayor que en el instante inicial. Esto parece l6gico en la mayoria de Jos 2808 en los que los pilotes se hinean en arcille. La hhinea de pilotes da lugar a una reduccién de resistencia por perturbacién y a un aumento de presién intersticial, ppero parte 0 toda Ia resistencia se recupera después de la disipacién de las sobrepresiones intersticiales y la consoli- dacién del terreno, Como los esfuerzos horizontales des- pués de la hinca son mayores que antes de’la misma y ‘como Ia consolidacién da lugar a una reduccién de la re~ lacién de vacios, la resistencia puede muy bien ser mayor después de la consolidaciOn que antes de hincar los pi- lotes. Seed y Reese (1957) han hecho medidas in siru demostrando la magnitud y disipacién de las sobrepre- siones intersticiales en las proximidades de un pilote, asf como la correspondiente recuperacién de resistencia. ‘Como los pilotes de una cimentacién no estin some- tidos a su carga total hasta la terminacién de fa estruc- tura, es légico utilizar la resistencia reconsolidada a efectos de proyecto. Peck (1961) ha comparado para un ‘gran mimero de pilotes Ia adherencia deducida de pruebas de carga con la resistencia al corte sin drenaje determina- da en pruebas de compresion simple en muestras inalte radas, Para arcillas normalmente consolidadas, Ja resisten- Suelo sin cohesi Suelo cohesivo: #5884 dyptan bs, para dy fuerzo efectivo horizontal al cargar el pilote Syytan gm dye tan & Fig, 3.6, Resistencia de un elemento da fste de un piote

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