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Hoy he visto mis sueos escondidos en una luz de

fuego Bajo un halo de luz mgica, pero a la vez


tan natural, y mientras el delicado odo perciba
aquellas msicas exticas el vapor endulzaba
con aromas sugerentes mi capacidad de
percepcin. Y en mitad de todo ello, recostado
sobre aquel mrmol tibio, cual mismsimo Dorforo,
estaba l con el pelo hmedo, los ojos brillantes,
la curiosidad manifiesta por aquella posible taza
de t a la luz de las velas el mejor t que he
tomado en mi vida. Su dulce sabor no era nada
comparado con la gloriosa imagen que grababan
mis retinas. Entonces me pareci tener un dj
v y de repente senta la imperiosa necesidad
de creer que viva en aquella idolatrada poca, su
olor, su ambiente, su msica, me resultan tan
familiares pero la vida real te azota en
momentos de tanto disfrute y entonces he
r e c o r d a d o m i s i n fi n i t o s q u e h a c e r e s y
preocupaciones pero cuando mi mente ya
divagaba con cierta tristeza, aqul cuyos rasgos
se me antojan los del gran Febo me invitaba a
seguir tomando el bao. Y as volv a sumergirme
en aquella imagen etrea, baada con el sonido
de aguas cristalinas y aceites aromticos trados
para m de aquella soada poca.

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