681 oss -DoUrap OpEIs_ [2 U2 o1uatuNDOUODaL |= 10d apt ere " Soue Oz ap FOL! vrowvrsip ¥| epseq “enjodiod zed ej ap vuenuRy vapl wT 'S Soavisa $07 aa oNWaINT OLMAY 13 Na A TYHOTD THAIN V SONVHAH SOHDa¥aa SOT “TIT 2g one ~ wD 22191, 1 souoroearasqg cupfomusueg wun edout IN? 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Estos son los sfntomas més evidentes, al parecer, de la vita dad de un fenémeno mas o menos olvidado y no s6lo en las cien- cias sociales: «En el desmorona: imperial se forma el mundo de los Estados de nuevo sobre lineas fronterizas que remiten a un origen y cuyo discurrir se ex términos de la historiogr hoy pertenecer otra vez a las epotencias originales», entre las que Labbe cuenta «de un lado, la religisn, la confesién Constituida en iglesia y, de otro lado, la nacién». Otros autores hablan de ecino- nacionalismo» para subrayar la relacién con la procedencia sobre la que no podemos disponer, sea en el sentido fisico del linaje co- main o en el sentido amplio de una herencia cultural comun, Las terminologias son cualquier cosa menos inocentes; sugie- ren una determinada vision. La palabra recientemente creada set onacionalismo» salta por encima de la diferencia contenida en la Joga tradicional entre «ethnos» y edemoss.* La expresion ‘a la cercanta entre, por un lado, etnias, esto es, comunida-‘ptunyy enonpeen soy opesed un ua peztniua [puorseu pepnusp? eys2 o2og “aia Texivu epgrunsuo> oU|sap 4p PepIuNUOD euN ap 4gd91UOI" [> woo uaqio 4 endus] ap vpru}seut peprunutoo vy ap oauyitio uledyoure ‘souo}SeU semT0 exiU0D ua pjouazaytp 4 vrouaisixe S eluaye aisp ‘vonuywos uoreaIdsut ap ojqand 2p o1daau0s [2 ‘euared vj £ ojgand [a 40d sopia sns uvquasaqute amb soyjanbe ap p soj ap pepuepttos bj oxtijad ap osea ug “vised vj ap soBuIoua» soy wsI09 -owt uozany anb Seynpoar So] ap o1syuDWS [8 A BYON| By bl uo aquainyenseo eisagueu as Ou UOIDENBOIUT ap v ‘wuuLigy 189 “Opey 01 AP sozusfusoo eisey U9: -od uj upoi v avouege X aszapunyx opnd ou auspio00 ap s021S7[> feu Sopris So[ Ua osnjou! anb ozeyd o81m] & auduiats “> -yip osaooud un sa “esasoutp vf & afested 2 ‘wxiruey wf A ojqand [e a1 luayj ualio un uo sepezretus s2pe) soBioy") HP9A “ -220K09ar O19 eu o8je ise zon exo op! 110] U9 owtoo onwoxd wes onbaogyeameu ap a8u00 sorapava ns op aiid an osysMUoP fo bed upiquiey wu feuoqoeu o| ap eutvuidoun pepauteuodss e poo “unaioo 9p festonun euoy eum op teponued uspoeuron carey oe -huuiye onf# syuapusidos un (axyaypy 1) asop oP Sottei90mop oper 1p o nf uopso [8 voyjoodoo vous “3jo1 vpot Butog anbiod sazopetsoisty so, tod Cpeojdine o7da909 Ip Uoo eiouayaduios ua enua ugiovu ap oa1HojoUl ordaotod aisy | Teepipustys auou -wuaid ennonderad iso apsap ‘so ‘ote outo> sopiae | opsatuaitd 9p souya op venta aod euosiod wun 9p Pea ot te | “>puo apand an odnud someus [a spe) stun} papunseG soadsiad siyg wou ‘st 115 5 br aod onus JSouororu s ont ugiseiadns v] 8 Prouapuss 0 40d ‘opel un sod epeaouas vf & epertdure ugysnjaus ey anua sensed opow ap asanur 28 [eUO|IEH BIDKAEIUOD eT “UOTSMIOUT E] & “ip e[ 2901 worsuayyrpoo a[gop Bisy “SouLpepnD ap waiq SHULL O O]q -and un ap souqmoy ap UOIIeU BUN OUD tapuarTUD 98 SeULIOpOUE ‘s9u10}98[god upipaur gnb uo < opugno op e| wouydwa uonsano euN Jeuorsen ugisuardurosorne v 9p ¥zoqeam "ypu ani as OU O1S9 HOD O1D4 “«SdUOIIeU OUIOD SEND ¥ OIDad “spa sein UE;tUMep 28 ‘OaHEAsTUTMUPE Japod [2 < opeoiaut jo sod xd j9 uP owo> KOH snuiguoss up.oearad eapepos BAM ap oper|nsar OWIoD o (eu roy eratarod ap siuvis un ap wpipagd e] sod uo.oesuaduio owi0> durola god ‘sajqisuaaduo> sojopupioey ‘ugroeuaiye < worseaBos ap upjseoi|dxa uaiainbas anb souewi9ta) OUIOD Up!oUATe B| OAENE Sol{ anb sorstjuoo sojanbe xiquossp exombis tu opp ou Bk ouISTPEUO|IEUONIE [ap JOavs uD ox13 oDsKAG UN EP popileunrot ap oisondns ja opueng ‘seuorseaydxo spur azambar ow Jeto1vu of op outoias > 'S9EPDOs saesiantun ap a1UETAeA eUN SOUL :NUOD SO}USLA|A $0152 ap PISTA ¥[ Y “oUIOIUD Is ap (09 & peprunutio vustuE ef ap «sOxquia}ir our09 ugiuz09 Ua8I0 un Ua ISU99I9 vf LORIE -tioo anb seuosiod ep (esryna pepruapt vf o ax8tes ap oosaiuaied oueurseur, [2 ue epepuny xsonosou jap woUarouOD> EL ‘ores OOD SeaIL}9 OWE! 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En este sindrome se deshace la contraposicion concep- tual entre una pertenencia adscriptiva y sin alternativas a un pue- blo, que es una propiedad que no se puede perder, y la pertenencia libremente elegida, garantizada mediante derechos subjetivos, a una comunidad politica querida que mantiene abierta la opcién a la renuncia para sus ciudadanos. Este doble cédigo suscita hasta hoy interpretaciones distintas y diagnésticos politicos contradicto- La idea de nacién apunta al supuesto de que el demos de los ciudadanos tiene que estar enraizado en el ethnos de los miembros de un pueblo para poder estabilizarse como asociacién politica de miembros libres ¢ iguales de una comunidad juridica. Supuesta- mente, la fuerza vinculante de la comunidad republicana no resul- ta suficiente. La lealtad de los ciudadanos necesita un anclaje en la cconciencia de la pertenencia a un pueblo, natural ¢ histéricamente vista como un destino. El «patriotismo constitucionals, un «pali- do» producto de seminario de universidad, no puede sustituir una sana conciencia nacional»: «Dicho concepto (de patriotismo cons- titucional) flota en el aire. (..) Retomar la nacién, (..) a la con ciencia del nosotros con su capacidad de vinculacién emocional contenida en él, no se puede, por consiguiente, dejar a un lado».” Desde otra perspectiva se expone la simbiosis entre nacionalismo y repul mo més bien como una constelacién provisional. La conciencia nacional fue propagada por intelectuales y académicos y extendida lentamente por la burguesfa urbana ilustrada; crist 26 en torno ala ficcién de un linaje comin, la construccién de una historia compartida y una lengua escrita unificada; y convirti6 ciertamente a sbditos en ciudadanos politicamente conscientes que se identificaban con la constitucién de la reptiblica y sus metas, Mi Bockenforde, «Die Nations, FY bre de 1995, de 30 de INCLUSION: ZINCORPORACION O INTEGRACION? ut declaradas. Pero el nacionalismo, a pesar de este papel catalizador, no es ningin presupuesto necesario para un proceso democritico. La progresiva inclusién de la poblacién en el status de ciudadano abre para el Estado no sélo una nueva fuente secular de legitima- ‘genera a un tiempo el nuevo plano de una integracién social abstracta mediada por el derecho. ‘Ambas interpretaciones parten de que el Estado nacional ha 1 aceionado al problema de la desintegracién de una poblacién que se habla desprendido de los vinculos sociales estamentales de la sociedad del mundo moderno temprano. Pero un partido localiza, Ja solucién del problema en el plano de Ia cultura y el otro en el plano de los procedimientos e instituciones democraticos. Ernst- Wolfgang Béckenforde subraya la identidad colectiva: »En contra- partida se precisa (..) una relativa homogeneizacion en una cultu- ra comtin (..), a fin de que la sociedad atomizada se cohesione otra vez y —a despecho de su diversidad diferenciada— se religue en una unidad eapaz de aceién. En esta funcién encontramos, tras la la, Ia nacién y a la conciencia nacional propia meta no puede ser superar y sustituir juiera en favor de un universalismo de los derechos humanoss. La posicién contraria est4 convencida de que el proceso democratico mismo puede asumir la responsabil dad de impulsar la integracién social de una sociedad cada vez més diferenciada." Efectivamente, en sociedades pluralistas esta carga no puede set desplazada del plano de la formacién de la vo- luntad politica y de la comunicacién piblica al del substrato cultu- ral aparentemente natural de un pueblo presuntamente homoxé neo. Desde esta premisa Hans-Ulrich Webler es de la opinién de que las uniones de Estados federales con un sentimiento de leal tad que reposa primariamente en las prestaciones de un Estado constitucional y social encarnan una utopia mas atractiva que el retorno a la pretendida normalidad del Estado nacional aleman». No tengo competencia para terciar con argumentos histéricos en esta disputa, En lugar de ello me interesan las construcciones en el Estado de derecho de las relaciones entre naci6n, Estado de derecho y democracia con las que la disputa se resuelve en el plano ering, 1995, pigs. 174y sigs‘ojovtr Wa820 [Op uAMoDf [P aMUIDL 9s [eNBY OTe (ui SO] ap pupJauatouioy, ua vaEISOD wT “sa[ENAL [ our09 attatuesoid}3a1 ua20u0DA2 9s ab SouEpEPRD 419 juodns owes ap pepranalqnsia) -ay souopoqen se sepor ey an oroinasd un agmansuo u9>e| ifojoine op ouvjuheassnos oppo [ap fasatiaa(09 9 wis [rress uppowztuuiio e| 2p “oop 80 Lod ‘uo isond S2 orudsouos Ivf ase foosod exe openaapy OuCCE “typ tous soared upiseu | anbuod & wora9e 9p zede> oTaInso1DeAH v buses eouaid a8 ojgond op ousoigodoine fp oFalns[p anbrod tuotpra eioeisowap wun 3p ewWso] Ha viaeso0ursp Joquy apond bios coatnsew suo o sur oped an ap sepa gat sp polunjon et 9p souotoeysayuean ap vaupsuodso ersuepso rt ouo3 penton e[ op eapaiod Uor>rU0} Sp eouiguis wonstod upbdionred ny vuyfeu says Tenidoou09 cron ey so seauoisty setsuaprouton seisa an a1uersodut SSW ‘Gluanasod ap oodosno wapso [> opel sesqet seq 9p soperea Ter eayens sop andes —Uruoy 10d & wos tou suoUufendy sopnaed evox ou ue ue ng UFE 985 Inds) ueyor ap uprv(neaay Pune SUNS UND kc redevo amet bora tun opeisa wn «oper Un 9x -ypsia > souisies‘soupepn X pocdop as op sewondnsand so eaanain an ‘O9e20U9P OPE) seine voonsod sspod jap oa#90u9p oRIaIee [a wred BUTESaO—U celsipuos sun owes ieuorseu poploussowoy v] eie}paq “o(gand pe sop omni nd wo sr eesmrsp 9P Opeiea IP sopepeiny soidenveed sol soprun auoqU0i sip eestg buts vuproeu =| opurejduse UpNIASUIOD e| 2p #3 Sued o,f swoqppins owed oan uoiseredas wioynse van ho ang e89 ta "BUMIN|DS UOIORAESUOD W{ SP NIOaL» ay attuproonunos 01 uo efayor 3s srurmqy Ue OLA [PP UDI, \O1YUOAANI © NOISVYOLWOINI? :NOISNTONI eu ‘ahs 98 660) 9907 HL -0n9 taud voujoadso eprized ap upisemys visa “wjouizouap P| ap 02 asjod oprusiuca [2 & opeisa ap vuxi0) wt uoD oujoarap 9p Opes [> Uupuroye ofens ua Zan wrourtad Jod vqesdaruy Oded sje1eIse sapod [ap ‘osn (ew [9p souepepnio so] v Jafaiosd aqap and —[euo|anynstio> inbieuoU UI a Bs opeafdsap— oyaaiap ap opeasg uN ap Upl> =Ipen e| ap vlty any seu, ap eaqnday ey wstaporuysuo9 opour 2p opiqaou09 owssjeuoiaeuous o8uer apanuos rut APS [209 ‘BoLULEM ap UOFOMINISUOD | ap UoLDEIDIdKOIUT HS th (1) {BV INdOd VINVIEHOS ¥1 aa SaTYNOIDALLLESNOD SANOIDONNLSNOD “| ndod wyuniaqos vf 2p JeUoWeUOMe uprsuaidWiOD vf ap ugisenoapouy Bj garompe sewajqoud soso ap ofty TY (A) sa[euoee, Ja]Uy sauoFseZqUPaI0 Se] v BIULIaqOs ap SolDa.9p Soy 3p UO!DaNpes PLS (AD StHtermmeuMy souoouaatoru! sm] v Oy>ax—p | exe M109 se ‘(IID sejeanaqnonynur sopupaioos sey u> soysaiap op peprend! e] wrod € (1) [euojoen u!oeuuiai9poine wv oyDasap [> ened “$6 243 “te sopeivouos sayenioe seute[qord souna|e eied se1suano9suoD ses “~2OaIp UeALP as TYE 9g “(1) wISgI9 UO!>daDt09 ¥} OD EL A oyparop op opeisy “upioet arta souoraujas sey ap vaxe5e nttaY ag 9P WoHodaou09 | gresEduoD wn; soWLd UG -opedeisap jadvd nt BY FUIWUEDS BED ‘sys9} eIsa ap jeNIIaZ9 BLIOAsIK UUs jond un v opuay ) uarg spur “0 r0uiap dusted wejey os sauamb ered 9jquuodsipul -09 ou olj2 2p esod v & aquazuniaos a said oDtipasty sa PI eyDtq “wp 28 anb ‘urompsuo> ¥] ap pepnuspr ns euanqo ou ‘[euoromusuod sapod [ap o1a{ns ows apt yesDoUuap se Us anb (“) ‘aopgand» [a> !oitaures}uyAi0 opeljo.4iesap eq as anb o8fe oulos opesvd 2 vioasoud a8 oanrsod oyDorap fap [wayrue tapzo Ja anb ouMAIED Ie anb ojgand un auodnsaad aendod eyuesaqos vj jens vj undies XIX O[81S [> U9 uprains vy UOD ay,du0D ugIodesuaD wysq -wolLEADOUL -3P ugromnsuo9 eun ep 98 & [21 oUt109 aXmnsuoo 2s anb eieise oFq and [e sugioeu» eunel] as MAX of8Is [9p sapeUY op eOISEID uoIada9 “09 BI uhag “sa[PuoroMIMsUoD sejeuNqEN Sol 3p LoIS|oap ap seuHO} Sb] uo augur uapand osnjout ‘sexoperiois{y so] anb soan32y9 souaut ot o4ad soiunsip soipaur o> sowepepnta so ap worsuazdiuoa ap sosanoud soy B uapnoe sofe[prslod Soy & sv soy] oxneuiou EIWNODWN oavisa 13 OxnLas aNatL? a4 {TIENE FUTURO EL ESTADO NACIONAL? nal comin: «La igualdad democratica es una igualdad sustancial. Como todos los ciudadanos participan en esta sustancia, pueden ser tratados como iguales, tie sual derecho de eleccién y voto, etc.o." De esta sustancializacién del pueblo del Estado se sigue co- mo derivacién conceptual ulterior una concepcién existencialista del proceso de decisién democratico. Schmitt concibe la formacion voluntad politica como la autoafirmacién de un pueblo: «Lo ‘blo quiere es bueno precisamente porque el pucblo (lo) ‘La separacion de la democracia y el Estado de derecho muestra aguf su sentido wltimo: como le oluntad politica que ins seit ts bien on el conten expreivo de un esp del pueblo naturalizado, tampoco necesita proceder de la discusién publica. ‘Mas acd de razén y sinvaz6n, la autenticidad de la voluntad po- 1r se testimonia tnicamente en el cumplimiento plebiscitario manifestacién de la voluntad de una masa popular reunida en acto. El sefiorio sobre sf mismo del pueblo se manifiesta esponté- neamente en las tomas de postura con un sf 0 con un no frente a Jas alternativas dadas atin antes de que se solidifique en las com- petencias de los érganos del Estado: «Sdlo el reunido es pueblo (...) y puede hacer lo que pertenece especifica- mente a la actividad de dicho pueblo: puede aclamar, es decir, ex. presar su aprobacién 0 rechazo mediante un simple vitor».'* La re- gla de la mayorfa operacionaliza tan sélo la coincidencia de las manifestaciones individuales de la voluntad —stodos quieren lo mismo»—. Esta convergencia trae a la luz el @ priori sustantivo de una forma de vida nacional comin. La precomprensién apridrica est garantizada por la homogensidad sustancial de somnite de miembros del pueblo que se eo entre ota oncepto politico que plantea una reer Giferencla, De ahf que la democracta politica no pueda repasar en ia asenca de diferencias ene todos tos hombre sine slo en a ertenencia a un determinado pueblo. (...) La igualdad, que perte- Move tla esencia de la democracia, se dirige, por tanto, solo hacia dentro, no hacia afueras." pig 228. pap. 229 pd. 227 pl. 227 INCLUSION: ZINCORPORACION © INTEGRACION? 115 De este modo Schmitt pone sobre la mesa un concepto de «pue- que polemiza con una chumanidad» concebida humanistica mente con la que sea asocia el concepto moral de respeto igual pa- ra todos: «El concepto central de la democracia es el pueblo, no la humanidad. Sila democracia ha de tener una forma politica, s6lo hay una democracia del pueblo y no una democracia de la huma- nidad»."" En la medida que la «idea de igualdad entre los hombres» —en el sentido de la igual consideracién de los intereses de to- dos— es relevante para la constitucién en general, logta expresion en los principios del derecho como derecho a iguales derechos sub- ietivos, asf como en la organizacién constitucional del poder del Estado. EI sentido inclusivo de los derechos humanos se agota en el goce privado de las libertades liberales iguales, en tanto que el ejercicio ciudadano de las libertades politicas debe obedecer una Iégica completamente distinta. El sentido de la autodetermina- -mocratica fundado en las homogeneidades es la indepen- dencia nacional —la autoafirmacién, la autoactividad y la auto- zacién de una nacion en su singularidad—. Esta «nacion» media entre el Estado de derecho y la democracia porque silo pueden participar en el poder democratico aquell que, de personas privadas, se han convertido en una nacién politi- camente consciente. (2) Con este desacoplamiento de los derechos guladores del trato privado en el seno de la societ de una «democracia popular izacla, Schmitt se pone en rasa contradiccién con el republicanismo inspirado en el derecho racional. En esta tradicién pueblo» y «nacién» son concep tercambiables para una comunidad civil cooriginaria con su co- munidad piblica democratica. El pueblo no vale como hecho pre Politico, sino como producto del contrato sogial. En tanto que los Participantes se deciden en comiin a hacer uso de su derecho ori- ginario ea vivir bajo leyes reguladoras de las libertades publicas» forman una asociacién de miembros libres e iguales de una comu- nidad de derecho. La decision de rertad politica es equi- valente a la iniciativa en favor de una praxis constitucional. Con ello, v a diferencia de lo que ocurre en Catl Schmitt, la soberania Popular y los derechos humanos, democracia y Estado de derecho rate als tnnweg der De 1994, pigs, 3055329,ALS tes po 0 sop 0p 21403" oA -raqneotumutos wpioe anb euosied ap oydasuos ja a eXode as won 1d ap (eiuaumnasu: ou oydsouos aisq “sopeiusurepuny sordioutad { sepriseduroa seapeiopa souo}seiuot0 ‘sopez|qesauad sasaraiu ap ‘nj b| & souoIse|ndau Sel ap feuo!er pepytquideae ey v werunde anb soatiqnd sosinasip sol ap ofapout [2 unas ugiquer ous ‘sostusoad ‘uioo ap PULIOY Ua 9UDUIPIOS sPRNy ouan ow peruMfoa e| & uorUdo oy ap vonsfod ugtoeuzo; 7 “sepeanoUt ajuaurfeuoI9eA SouON 201 uvasep anb uglsrarinwos vl ua soruedionzed ap upIoeI9qI b{ ap vonogad ey sowouay ‘openiour (9 ua saiuedionsed a1jua oes 1103 ap ‘opeatsd oygosop |2 0d opeitdsur ‘ojapour jap zeHN| [> we jou PISO UDiRag "pEpIUT a1) oltistuvanqndaa [9 anb &] Woo oquaIWpedaad owos xejndod “eraqos &] ap Distatrelgnsiaiuy upisuasdios 2} ‘a\uersqo 1 ‘ore 10d vwsed yeameu oysazap [ep aiueitva viss © epeognsn! wong ey “ofa19 wynsar oassosod owssipenpiarpuy jp anb soy exvd soaryeust0u somo [\ ap auianis WI[aNbe 3p ayuUVIwH K ALO ou1od oBuyOWOY SOUL (© spul ogand jap UpWaa feana[n9 0 voIUID zOUApasoad v] seDUOTS a[qepuawioses eiynsas sounrsaqgoy saiup to2 opeor0j09 Opuoyse. 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ESTADO NACIONAL? mente, Tampoco las personas juridicas pued propietarios de si mismos. Es propio del cardcter social de las per- naturales que crezcan en el marco de formas de vida int subjetivamente compartidas y que estabilicen su identidad en rela- ciones de reconocimiento reciproco. Por tanto, también desde el ;punto de vista juridico la persona singular slo puede ser protegi- da junto con el contexto de sus procesos de formacién, esto es, con tun acceso asegurado a las relaciones interpersonales, a las redes lacion fe que maintenga es- to en perspec en cuenta junto a las preferencias da- das también los valores y las normas, Con ello se cu para la tarea de asumir la responsabilidad de cumplir tareas de integra- cién que fallan en otros lugares, iva de Kant y de un Rousseau —correctamen: —" la autodeterminacién democratica no tiene el sentido colectivista y al tiempo excluyente de la afirmacién de la independencia nacional y identidad nacional, ‘Mas bien tiene el legislacion que in: concebirse como y de deci a que dicho orden politico se mantiene abierto a la igualacién de los dis. criminados y a la incorporacién de los marginados sin incegrarlos en la uniformidad de una comunidad homogencizada, Para ello el =Principio de voluntariedad es significativo: la nacionalidad del en la aceptacién por su parte, al menos im- ta. La comprensi6n sustancialista de la soberanta popular re- laciona la «libertad» esencialmente con la independencia exterior dela existencia de un pueblo; la comprensién procedimentalista en cambio, con la autonomfa privada y pablica garantizada de 1 todos en ef seno de una asociacion de miembros de una comunidad juridica. Quiero mostrar, de la mano de algunos desafios con las que hoy nos confrontamos, que esta lectura del republicanismo realizada desde la teorfa de Ia co- es mas adecuada que la concepcidn etnonacional 0 o comunitarista de nacién, Estado de derecho y demo- cracia, 23, Vease sobre estoo I Maus, Zur Aufkldrune der Demokra 1992, JON: gINCORPORACION 0 INTEGRACION? 119 TI. ACERCA DEL SENTIDO Y EL SIN SENTIDO DE LA AUTODETERMINACION NACIONAL El principio de nacionalidad significa un derecho a la autode- terminacién nacional. Segtin él, toda nacién que quiera gobernar- sea si misma tiene derecho a una existencia estatal independiente. Con la comprensién etnonacional de la soberanfa popular parece poderse resolver un problema al que el republicanismo debe res- ponder: gcémo puede definirse la totalidad de base a la que deben referirse legitimamente los derechos civiles? Kant adscribe a cada ser humano como tal el derecho a tener derechos en general y a regular la convivencia con otros en comu- nidad de modo tal que todos puedan disfrutar segtin las mismas le- yes pliblicas obligatorias. Pero con ello no se ha fijado todavia {quign puede hacer uso de hecho de este derecho, ni con quien, ni donde ni cuando, para sumarse en comén a una comunidad auto: determinada sobre la base de un contrato social. La pr Ia legitima composieién de la totalidad de base de los ciudadanos permanece abierta mientras la autodeterminacion Gnicamente concierna al tipo de organizacién de lac Jos miembros asociados de la comunidad juridica. Es cierto que la autolegislacién de una nacién constituida democraticamente se re- monta ala decisién de darse una constitucién tomada por una ge- neracién de fundadores; pero con este acto los participantes se ca- litican sélo recursivamente como pueblo estatal, Es la voluntad comiin de fundar una existencia estatal, y, como consecuencia de esta decision, es la practica con sma mediante Ta que los participantes se constituyen como una nacién de ciudadanos. Esta vision carece de problemas mientras las cuestiones rizas no sean realmente controvertidas —como en la revol francesa o incluso en la americana, cuando los ciudadanos lucha- ban por las libertades republicanas bien contra el propio gobierno, esto es, dentro de las fronteras de un Estado existente, bien contra un dominio colonial que habia marcado las fronteras de la desi gualdad de derechos—. Pero en otros casos de conflicto resulta in te la respuesta circular de que los ciudadanos mismos se delimitan su espacio respecto al fo Social como territorialmente: «To say that all people led 0 the democratic process begs a prior question. When does a collection of persons constitute an entity —a «people»— tled to govern itself democratically?», [«Decir que todos los pueblos entornoLez 3ed-ce86 adap ap wor%soduu Bj opeIPaLuty OpHuaiuos owos 19U9) apand o(9s ugteujurinjaparne ap Bsus! 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ESTADO NACIONAL? chos civiles iguales. La eliminacién de la discriminacién de mino. |rfas en ningiin caso tiene que cuestionar siempre las fronteras de n régimen existente injusto. Una existencia de secesién esta justi |ficada solamente cuando la violencia de un Estado central priva de sus derechos a una parte de la poblacién que esta concentrada en un territorio; entonces la exigencia de inclusion puede producirse por la via de la independencia nacional. Desde este punto de vista independencia de los Estados Unidos ya fue reconocida por Es. pafia y Francia en 1778. Desde la caida de las colonias espatiolas en el sury en el centro de América, se ha abierto camino la con- cepcién, contraria a la practica aceptada hasta entonces,” de que el reconocimiento de la secesién respecto a una metrépoli también es aceptable sin la aprobacién del anterior soberano.”" in la medida en que los movimientos de independencia nacio- nal llaman a la autodeterminacién en sentido republicano, una se- cesién (0 la anexi6n a un Estado de una parte separada de otro Es- tado) no se puede justificar sin tener en cuenta la legitimidad del status quo. Es decir, que en la medida que todos los ciudadanos disfrutan de iguales derechos y nadie es discriminado no existe ninguna razén conwincente para la separacién de la entidad comin existente. Con este presupuesto no se puede hablar, pues, de repr sién y «dominio extranjero» que darian a las minorfas en derecho a la secesidn. Con esto se corresponde también la resolucién de la asamblea general de la ONU que en coincidencia con la Carta, las Naciones Unidas garantiza ciertamente a todos los pueblos el derecho a la autodeterminacién, pero sin Fijar el concepto de sx, ‘osapoud o4pIp 9p sofd}outad soy sopers9ye jod vj ap soduies sopeuruniayap ue 0 soLioxtataL sopemmuusaiap uo uerquies oanyssoUap osoo0ad ja to uedionued ond souepupnio ap esuq ap sapupiyeio) se] ‘opour v1s9 aq “ses0ULUL Sb ap vansaya noqooajoad e] ered sommstmoata sono & uoraepenk PL PE ‘ed suaqijod ‘odnua op sooysoadso soyso.op so} ‘Jeanyino vjuuouOINe se] opo2 ajue ‘siuauyeuorouny epuagtoadsa sap uaraduso3 op uo1svzzfenusasop 0 osedseny un ‘saispod ap [e9pay uorsnusedos | :espfounsagtp Se] B a[gisuas» upIsnjauy Bun ap oal29[Qo OMeaaad [> ered soumuies saiua.9}tp uadayo os axduiars o4sa19p ap s -2p Sopeisy owio> sepeziuPBio upiso ses opuens osog “sopeInyND nus sapepejo0s se] us ezipnae as sersypeanid sapepayoos sv] sepor tua saoarede apand anb esepiovun sejxOUslu SE] ap PU [no opuoysen fap odnuB ap & so sitoyuD!9yRNS was 9nd rapuadapur vl ayueIps 998 Ug 'SOUAIS so.no ofeq anbune seula|qard sofeLs So} 2 ose Ug id wzoUFUE euN anb axe[> $e UgtSa9es B| ap OUIUIED f910¢ ses104bur Seaanu fouys ‘sowsundie soaanu aiduiays Sey ou ‘sopeyinsas somo u0> BiOA as anb AUIS “wSOD BAO AIUDLMEMSAIU AINISIp aS OU "UDISAD -9§ wun sey ‘ojdutsf 10d ‘osy!oadso jeamy[no opuoysesy un ap wap cuadap anb seonyfod sauonisano se] ap Raz99Y “SaJ0[ea 9p a1uoz40y ayso uaiquits eiquivs wuEpepnia 8] ap [WIS UOFaIsoduLOD se UO, ‘oonisjad-ong OyUaRLUFPUaTEFOINE ap SOSIMasIp SO] K sapemI|ND sey | SE| TWA] USUEN aNd [9 UO SeANBIO[EA souOIDE|UELIO ap a1uOZ! 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SoUOIIRIAPLO 8 19 O[[9 Hod “Sa[PuOSrad MprA ap SeLLI} se UEHEDISE as se| anb se] uo epra ap SeuLIOJ SP[ 9p PEpEEBaIUY v] 8 wI9aye SeoNs[od -cone souoyisana epioge oysazap [a anb ua epipaiu ef uy -uaftI0 ap. svpousiajau sns ap soppavdas sq SONPLAIpUE Uos OU ‘SHDIP rad Ot109 ugiquiey sopezapisie> ‘souRpepnts soy anb ap oypay [9 od vorjdxe as «seprovtm seLOUNK sol ap EUID|QOAd [a [se;oes20wap v] op eyioa) wurst B| ap ny yise peplun v| ap UgIseagNSN! wy eayrisnl sod w | ap ordroulad [> anb soisand, uai9}Ip opout ap aouvsye aaony EAVNOIDWN oavIsa 14 owas ANSEL? ez126 ETIENE FUTURO EL ESTADO NACIONAL? por todos los ciucdadanos en igual medida; de lo co dicta de ‘entrada los pardmetros de los discursos de autoentendimiento. En tanto que parte, va no debe aparentar la fachada del todo, si es que se trata de no constituya un prejuicio para el procedimiento demo- -0 en determinadas cues! cenciales relevantes para norfas. Por otra parte, las fuerzas vinculadoras de las cultura ica comiin que, cuanto mas abstracta es, tantas mas subcultu- ras trae aun mismo denominador, tiene que seguir siendo sufi cientemente fuerte para no permitir el desmoronamiento de la, nacion de ciudadanos: «Multiculturalism, while endorsing the per- of several cultural groups in a single political society, also (c.) members of all cutee litical language ard conventions of conduet to be able to participate effectively in she competition for resources and the protection of group as well a ual interests in a shareed political arena» [«E multicultural al sancionar la perpetuacién de varios grupos culturales en una so- ciedad politica singular, requiere también una cultura comin, (.) Los miembros de todos los grupos culturales (..) habrin de adqui- rir un lenguaje politico y convenciones de conducta comunes para poder participar de modo efectivo en Ia competicién por los recur- sos y la proteccién de grupo as{ como por los intereses individuales en uma arena politica compartidas 5 TV, DEMOCRACIA Y SOBERANIA ESTATAL: EL CASO DE LAS INTERVENCIONES. HUMANITARIAS ta y procedimental de la demo- Las comprensiones sustanci es por Io que hace cracia conducen no sélo a diferente: a la autodeterminacién nacional 3 sn tenemos con- secuencias di odernidad eu. ropea descansa desde el principio en el poder acuartelade del ejgrcito, la polieta y p fa existentes y monopoliza los me- dios para el uso legitimo de la violencia, Soberanta interna signifi ca la imposicién del orden jurfdico estatal, soberania exterior la capacidad de afirmarse en competencia con los grandes poderes 35, J. Ra invierno de 1994, page. 67-79, 84077 we ‘SION: cINCORFORACION 0 INTEGRACION? 127 (como se ha puesto en préctica desde la paz de Westl zacién produci ion de Estados na- cionales aparece principe al pueblo. Pero esta {6rmula resulta imprecisa frente a la alternativa que in teresa en nuestro contexto. Si autodeterminacién democratica quiere decir participacion si métrica de ciudadanos libres e iguales en el proceso de de y de legislacion, con la democracia el tipo y el ejercicio de la sobera- nfa interna se modifican en primera linea. El Estado de derecho de- homogéneos dad, el aspecto de la soberanta ex- er plano. Pues entonces el manteni- miento del poder del Estado en el sistema de potencias adquiere el significado ulterior de que una naci6n asegura con su existencia a la ver su peculiaridad frente a las demas naciones. El nexo entre la democracia y la soberanta estatal plantea, pues, en el primer caso condiciones exigent tras que deja abiert tras que para el ejercicio del poder en precisa oiro eriterio de legitimidad que cl de la paz y el orden A partir del concepto de soberania del derecho internacional cle sico se deduce la prohibicién de principio de inmiscuirse en los asuntos internos de un Estado internacionalmente reconocido. En la Carta de las Naciones Unidas se refuerza, ciertamente, esta prohibi rvenir; pero con esta prohibicién compite de entrada el la proteccion internacio: dle no intervencién has humanos se explica por su comprensién b \ciones internacionales y de la politica mi Ni siquiera la criminaliza- 36, Véase R. Wol 1 Menschensechuss chutcese, EuroparArch ikdung des 23, 1993, pgs. 681-690, (1932), Berlin, 197812 (ose wete e[eorsedsaa fe aenjse uapand souepepns o soupqns soy 0195 oxod ‘soiuauinaire sai “uplauias aep apand wzagnbpeng (") "Serapsy Shs & sayea] aruauupeuOS -aod wos 0 ‘]) ® Sopemquinysose UpIse oO ‘9}qus9[01 $0 OULIAIOS [9 ad trap eyxepos anbod (~) asivjaqau ou axed saagyy wos upiqurer $22 norte asuejaqax waved Soagy| HOS Ys osOg "ASP ojqand 2 jse sa ow ose optuung “ojgand ns op vanyjod wprA v] OMA ap atuaserdar ousa|go3 [9 anb us opeaB [ap ‘sa o1se ‘peprunios & Ousaiqo# anita sarsn{er [ap ugIouTy ue ou o opeUIN!aS| Yise Opes qs] e1isy uo 190 1499 suB2N19 40 SJraIqns Kuo Ing ‘sIMaLEnfisD Yons pypiu uiv9 auocuy () “Stapvay $11 01 [D0] Sypouossad a4 Kos 40 ‘12 1 patuoisnoan 249 Kot) 40 “qysrjor 2g 02 fuaiutuano8 ayy An2t}9q [pHs ayy asnvoeq (°") Jaqed 01 101 a94f osge exv Kaus ways foqa4 07 2auf 220 Mays js sg ]9q2s OF 348A v aay apdoad 2H) “TOY OP 1USAOP IF WHA, ‘aidoad six fo ayy joorzgod ays sruaseadaa Syyonion juaucus2408 2yt pons of 2ad3ap 24 'St roi “Ktqurmundos pup juarets2808 Jo asf» 24 iodn Suspuadap ‘1ou 40 ayouapiay s1 a1ors yo co[gand [ap pepnuept yj vied earmmpsuos jesMyN ePIA ap euLY B] A vonsted UoFSDeL “Ap | ana opionoe j9 woo vous] erauttsd we ¥[gzau As UApyO UN 2p pupiuunedo o o1sa unSag “peprunuiod ef op pepuaoyUr P| exeuUTE Sojgand [ap souojseztdse Sei9pep19n se] ap wnU0D UP Pisa CUsOIG 208 Ja anb uersaniiap a[q}souosad woraqex ap o798 UN 9p OIpeut tod & woryjod worsaidas Bj enuoo SvULIY U2 Wauad as sopeIayP Sou “epupnia sowistu sof fs o[9s ayqeaynisnt s9 fe}Zo1wioxp vous un tod somenmyy soysasap soj @ sopeidare so] exu0D wLsEHTUEUIMY OTD “uaqiajur gun anb va exy19 as 197[8A\ ap UOIXoTOs Bl ap pind [a “OL “qunig) opanias @ esed ousoiur waplo [ap pepruiy#3ay e| ap uoHseN> pL anib opout ap soyo1xa wyuesagos Bf ap oradse [9 PurLadwayy w9tq suiey aejndod gjuesagos Bf ap eIsueWuMULOD Up!oeesdrTOVT eT spariaa[o> pepniuap! ns se -agsoad opoul ais9 ap & epi ap wurios ns xesordxo ap peprqssod &| wnio sojdoud shs v eAlud [PUTWHID OWLeIqoH un o1prooUDs ou DeSBUI “UOIeZtAEIASa ap SosTD So] Ue enbuod (> ouIs ‘SouRUIM Soysarap Sof © sopetuere So] Woo 2s sed s9zjey\ eayNSN! oy osoduIEY lugtodaoxe ap ody saada) [ql “uprouaaraturesiUoD BUN a1ueTpeut asien “resaad apond o[9s #159 8 UpIpasge peprunoo wun ap peprsarur op esuajop vj vavd (q & 'eurouoie peprumutos wun ap pEpHud} biouaisisou Yf ap ou!S|WL O19e [9 UD BisatjtueU! anb PUO!IeH Th aq] ap ontafwiTAow Un zekode vied (z SuoJoUSAIATUL Sey SEpIEUL ez ENOIDVADALNT 0 NOLOVYOUNOINE? 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ESTADO NACIONAL? ten de otra comprensién de la autode- termina: ; se resisten a reducir, dado el c pecto de la soberania interna al punto de vista del comin no es el punto de anclaje para juzgar la I sino la realizacién de los derechos ci ultitude shares some fornt of common ions and ‘ty [+E] mero hecho de que la mu) Comparta alguna forma de vida comtin —tradiciones, costumbres, intereses, historia, instituciones y fronteras— no es suficiente para generar ica genuina, independiente y legit ma»].** Los er muestran a favor, en la medida d le, de una extensién de la proteccién internaci nanos. El hecho de que un Estado resulte ilegitimo segtin el baremo del Estado de de- recho democratico no es, desde luego, ninguna condici6n suj te para una intervenci6n en sus asuntos internos, De otro modo la asamblea general de las Naciones Unidas deberia tener una com- posicisn totalmente distinta. Walzer observa con razén que, desde ‘punto de vista moral, cualquier decisién de actuar por los ciuda~ anos de otro pais es precaria, Las propuestas de una casu gros con los que topa una pol resoluciones y estrategias de la organizacion mundial, ante todo la intervenci6n de las potencias, que desde 1989 se han producido por mandato de las Naciones Unidas senalan, empero, la direccién derech se ha transfo mado en derecho cosmopolita.** -a_y el desarrollo del derecho situacién que ha cambiado obj orden de importancia de aque eaccionan con ello a una INCLUSION: {INCORPORACION 0 INTEGRACION? 131 teras e ideolégicamente libre de inhibi presuncién de inocencia de los sujetos ternacional en pura burla. Una politica para la paz. que mire al fu: turo exige tener en cuenta la complejidad social y politica de las causas de la guerra. En el orden del dia se encuentran estrategias que -s de violencia segtin las posibilidades— tienen efecto en la situacion interna de Estados formalmente soberanos con el ob: Jetivo de fomentar una economia aut y condiciones ciales soportables, una participacién democratica igual Estado de derecho y una cultura de la tolerancia. Tales clones en favor de una democr: cultural. ‘V. ¢SOLO UNA EUROPA DE LAS PATRIAS? Ala vista de las coacciones imper y ala vista de la planetaria densificacién de la communicacién y del ‘0, la soberan anacronismo. También por lo que respecta a aquellos peligros globales crecientes que a sus espaldas han unido a las naciones del mundo hace ya largo tiempo en una i riesgo, surge la necesidad prictica de o plano '$ actores colectivos que impulsen una p dial y puedan tener la fuerza de ponerse de acuerdo ac condiciones marco, los mecanismos y procedimientos exigibles, ‘Asi coaccionados, los Estados na nidades mayores, Como se muestra en el ejei ropea aparecen en tales procesos peligrosos vactos de legitimacién, Con nuevas organizaciones, mas alejadas todavia de la bases, como Ja burocracia de Bruselas, crece la distancia ciones que se programan a s{ mnismas y las redes sistémicas, de un lado, y los procesos democraticos, En las impotentes reac ciones defensivas a este desafio se de nuevo, a su ver, la inadecuacién de una concepcién sustancialista de la soberanfa po: pular: lo de Ja Union Bu01 (51) 2901 oud 49 “sapeuojoo seiauaiod se] ap efounuas vf tod eiouspuadop Ture ud> seluoyoo senzTue se] w «981va» as opuNg ‘aTusouTAOD ojduis{oesnuoa unduru s9 ow e>tzTy UO ‘opor a1gos ‘€ FIs UO SOPEL Saf ap [eluofossod uo}seULI0} YL AP SOIDETJUOD UD HOHE EHLORST| PT ‘yyBoyeue esyey un so oruawuresuad jp wired wrosseq owos ayuaurepeacuas viouapiag as amb coauplout oy ogand» {2 ora ‘«o]gand je eBoygue» unUo jououared eun ap eiousdixo vpmuisuo> &] ap awuauteisaygrucur eee 2S 8qQ0T Sp owstondasszosna [y ¢—vodosng eoituguoag puptunutoy 2p Stpea9p ep ony of & vpHsans eanlvoyuntos peprsuep wun & sasaz 21Ut 9p oxayd un ap aseq Fy axqos oUZOD Ise ‘TUsIDATEM PELONSTY| e[ US Uglawayguiis opezuesye wey anb sepnzeduico saUOIaTPEN 2p OPUO} “jen o1fdure [ap vas anbune— umuro> eamnyr2-oapyjod wrousuauad ‘bun ap B[ou9T2UI09 P| Jy ap z2Iax9 eps3q9p OU UOZET ab 10g? 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zen134 ¢TIENE FUTURO BL ESTADO NACIONAL? ma consistié en que estos territorios creados artificialmente exi- gieron soberania exterior sin disponer inmediatamente de un po- der estatal efectivo. En muchos casos, tras la marcha de las admi nistraciones coloniales, los nuevos gobiernos pudieron afirmar su soberanta hacia el interior s6lo con esfuerzos. Esta condicién no se podia cumplir con «estatalidad>, léase represidn: «The problem was everywhere to “fill in" ready made states with national content. This ‘poses the interesting question, why postcolonial states had to be na~ tions (...) Nation-building as development means the extension of an cative sense of membership to the entire populace, the secure accep- tance of state-authority, the redistribution of resources to further the equality of members, and the extension of effective state operation to the peripherys [eB] problema fue en todas partes “llenar” Estados prefabricados con contenido nacional. Esto planeta la interesante cuestion de por qué los Estados poscoloniales tenfan que ser na-) ciones (...) La construceién de naciones como desarrollo significa la extensién de un sentido activo de pertenencia entre el pueblo, la segura aceptacién de la autoridad del Estado, la redistribucién de los recursos para fomentar la igualdad de los miembros y | sién de la operacién efectiva del Estado hacia la periferia» J. Los permanentes conflictos tribales en Estados poscoloniales formal: mente independientes recuerdan que las naciones surgen sola cuando han dejado atras el dificil camino que lleva de las comuni dades étnicamente fundadas entre individuos que se conocen has- ta una solidaridad jurfdicamente mediada entre ciudadanos que son extraiios entre sf, En occidente, esta formacion de Estados na- cionales, no por fusién de etnias y regiones sino entrecruzada, se ha prolongado por més de un siglo. Precisamente en el cjemplo de este proceso de integracion se puede aprender en qué han consistido realmente los requisitos fun- cionales para una formacién democratica de la voluntad: en los circuitos comunicativos en una esfera publica politica desarrollada sobre la base de asoci de masas, Asi pueden aleanzar relevancia los mismos temas al mis- mo tiempo para un mismo publico numeroso y anénimo y, salvan- do grandes distancia, estimular a los ciudadanos a que realicen contribuciones espontaneas. De este modo surgen opiniones pibli- cas que agavillan los temas y tomas de posturas en magnitudes de after World Wer Two (Europe INCLUSION: {INCORPORACION 0 INTEGRACION? 133 influencia politica. La analogia correcta esté a mano: el préximo impulso a Ja integracién social posnacional no depende del subs- trato de un «pueblo europeon, sino de la red comunicativa de una esfera publica politica de amplitud europea {nsita en una cultura politica comin, soporte de una sociedad civil con grupos de inte- és, organizaciones no estatales, iniciativas y movimientos ciuda: danos, y asumnida por foros en los que los partidos politicos pueden referirse inmediatamente a las decisiones de las instituciones eu- ropeas, mas alld de las agrupaciones fraccionales, para convertirse en un sistema de partidos europeos.* nsforman también Jos ob 2 de una opinion pili. Par ‘ome Factor Tengua comin pretende raeia en terminos de ahora fuera considerao> pe oseA | de> 2961 sip ja ue & s9fvUNgEN so] UP Oj9g “SoaNND2[09 Som: ap uorang, LisIp e[ a1qos £ soanioajoo sauyy aigos Uarnasip anb sootisjod Sao} de soy sopeiuajua URsUONSUe as “OBAvquia UIs “wonyjod PILadsA EL ug “soypoiop ap euiasis un ap w ‘owioo oduron Owstut |e asiapuaiua sepod uaqap Sasaasyul Seiuatpuodsa1ze9 Sol ap ob uoul[ejuauispasoud epernas worserpau P| A sopearueyd souss]qord so] 9p ope7yfeuormipsur orusyuRIeA [> ‘oped! 182 ognjfod x9pod [9p o1>rau0f j= ‘UDaLap ap [2 Ug “WorneJauaz wpeD ua onon ap Lan onpupisiy o1gagaxd un outo {swa410%400 SepEPHUDP! 9p UOTE! soared anb se{ Ua ojuastjsouogax fa od SeySN Se} sreony apanda 'sossqompIaypur so soysalop so] 2p eyz08) eun, “odasdsaax o1uarTK woo Sbj ap wIseIuE pumonuase e| ap —fexoU! v] ua anb souDur ou oy2ax9p [2 w9— epund -ap an) Jp peptidaqut B] opuwns une s2jenpiarput seorpyanl seuosiad susa ap worsoaioad &] 2p "» pu "BIEN ag "$09 “rpuin{ sojafns sor sp oun pea ap ppHBoiut a[qesoujna vj uwzn Tex soj anb soy uap sof © a1uauLesta1d eiSuadiA wAIOIO UpTOTINSUOD PY “seen 9 saiqy oyparap ap solafns ap pepiunuos vun aU; exed Tors joap tidoud ns Jod warsose as souepepnto so} jeno ej unas (BuOIIEA Dyporep [op wap! ¥] argos uBsodas seuspoU SOuO!>) OHDawaC ad ODILYNOOWIG OGVISA TS Na OLNAINIQONOOHY Ta HOd VHONT V9 Pri Bed (roi) i904 99 ‘oompst -n{ uapio un us sopeisg Soy anus ezapeameu op oper yeu 9p opeiss [ap —wifod -ouisoo oysaiap ap sourtuags u2— worDeuLcoysi i ours ‘soueuiny soypaiap So] ap y1a9 38 OU souvuINY soyDaLap so] ap OUST naafa § ugroeayde ns eed soo ‘9p 9p opezianisod wuzasys t e] ened soiusiaduoo ‘WHOTD TIAIN ¥ SONVINNH SOHDA¥AA S01 881190 LOS DERECHOS HUMANOS A NIVEL GLOBAL curso juridico se ponen directamente en juego los derechos indivi- duales reclamables judicialmente. También el derecho vigente debe interpretarse de una manera nueva en los contextos cambiantes a Ja vista de las nuevas necesidades y constelas no satisfechas historicamente es tina lucha por de en la que de nuevo estén involucrados actores colectivos que opo- nen resistencia al desprecio de su propia dignidad. En esta «lucha por el reconocimientos se articulan experiencias colectivas de inte gridad vulnerada, tal como Axel Honneth ha puesto de manifiesto.? ¢Pueden armonizarse estos fendmenos con una teoria individualis- ta de los derechos? Las conquistas politicas del liberalismo y de la socialdemocras respectivamente del movimiento de emancipacion y del movimiento obrero curopeo, sugieren una respuesta alirmativa, Ambos movimientos persiguieron ciertamente el vo de sup privacién de derechos de los grupos infray dos y con jvision de la sociedad en clases sociales, Pero la lu- cha contra la represién de los colectivos, cuyas oportunidades de articipar de manera igualitaria en ta vida social fueron escatimadas, esta perspectiva hha quedado incluso como a tinica posible: la masa de la poblacién debe mantener la oportunidad de vivir con expectativas fundadas de idad, justicia social y bienestar, completando el status de tra: bajador asalariado dependiente mediante los derechos sociales de prestacién y los derechos politicos de participacién, Las desiguales condiciones sociales de vida de la sociedad capit compensadas por medio de una distribueién mas colectivos, Este objetivo es comp! de los derechos porque los «bienes basicos» o bien tiempo las prestaciones de servicios) o bien pueden ser apro- vechados individualmente uuras de transporte, salud y educacién) y por ello pueden ser protegidos en forma de de- rechos individuales de prestacién, LA LUCHA POR EL RECONOCIMIENTO EN EL ESTADO 191 {A primera vista, sin embargo, esa cuestin parece diferenciarse de las cuestiones planteadas con las reclamaciones de reco miento de las identidades colectivas y con las demandas de igual dad de derechos de las formas de vida culturales. En pro de tales re- clamaciones luchan hoy las feminisias, las minorias en las, sociedades multiculturales, los pueblos que aspiran a la indepen- dencia nacional 0 aquellas regiones antano colonizadas que recla- ‘man en la escena internacional la equiparacién en dignidad de sus respectivas culturas. No exige el reconocimiento de las formas de vida y tradiciones cuiturales que estén marginadas, ya sea en el contexto de una cultura mayoritaria o en el de la sociedad mundial dominada por el Atléntico Norte 0 de un modo eurocéntrico, ga- rantfas de status y de supervivencia y, en cualquier caso, un tipo de derechos colectivos que hacen estallar en pedazos nuestra tradicio- nal autocomprensién del Estado democrattico de derecho que esta cortada en base al patron de los derechos individuales y que, en es- te sentido, es «liberals? A esta cuestin Charles Taylor aporta una respuesta difert da que conduce a que la discusién avance significativamente.’ Co mo muestran los comentarios publicados en el mismo volumen,* también sus originales pensamientos provocan, claro esté, venciones erfticas. En el punto decisivo Taylor se mantiene ambi- guo. Distingue dos versiones del Estado democratico de derecho ‘que denomina eliber: denominacién sugiere que la segunda versién favorecida por él tan sélo corrige tuna comprensién inadecuada de los principios liberales. Si se mira mas de cerca, la version de Taylor ataca, empero, estos principios cen si mismos, y cuestiona el niicleo individualista de la compren- si6n moderna de la libertad. LA #POLITICA DEL RECONOCIMIENTO® DE TAYLOR La siguiente af pleno reconocimiento Waele)sees og rd souosan (9 aadsrad ppeumaxtaiap bun atiqu wied oj9s vas eonyfod eYyDEp anb .eUKIIe op ‘and as oN ‘Souoj9autyy omo9 Uanbytuapy as seaMany sauoIaRIaUeR sey upiquiea anb ojdurafe sod opuy ipoad v aquawranse wesidse» anb st ‘oysa toa & ‘Sepezetraure saqesny|no wpla 9p seuAtO} ap ejouaAtAtedns Jaaoutosd 9p UY [2 UOD smyn)s ap senmEeA 1od SOpIBuEATSas 498 uepand saemaurepuny soyasep Soj anb ‘seuotospuo> seprmmnsa) eq “eztiowne onb oaniwusay|e opppour tn auodosd 20]8R »"*S91 {udtrauon Ant 19s HEs19qap aIuHisgo OU 'S3q sou od asipilupmisat 0 9s1e20Aar uapand epueuodiut ns ap 1vsed eouaid 4 sorsaptatid So] ap ‘sepiSajoad uarg wis u9q 1d ‘anid & Supidutnsay Jas uagep vounu anb sapeiuauyo unsyp "wag spat iosouous wr9g “e1oyaud s9peiiog) Br opdwte tod ensautepumy oyao9p ouso9 efe4es 9¥ OPLE “tovoqrp snueyiodeay sudo ‘one sod Hse 3s OTP POUL Tibbae jy fv ‘rppour oso ovomesuoo 2agaM0 =p BL 109 Ses 2 snot soy se sea aqop od urd op soqoosap so[ 2p #3200) Bu) “SoPOROU S01 > enakot ey ous spurs eisuod uo weguosaud on sazopofeqe Ghuondats 9p sper 9p susouduzo sy vied ugyaeaqunuscs ap endo| Sut oan uayndise 300 sese(U sefarose se © Sol sms ao soeaiusa 50| 8 ssoouvy eygoq ap Horre{god BL © wepEd ar o1weipoet ¥pI8 “Toy ns 3p person nb euofesopie et “fur eamtag eo tua strajetp peparsosy sun epeisa [BP 201 ela antag sp eypap @ seaen Hed Poypures e}souTU ELC, UW neiutoseud odnud jp aknansuoa agen ap eroulAoad By ua anb ‘eu ceipaceay bjoutta ef ap ssuaypeuns ojdunP [estou 98 JO[KEL on 9p 3 -opodooa09 p 9p oncauros piauser pepisoat SiiShes wo oupotap ap opeisa [op seiadsa apand 0x9 0d § O40. wp op vary Pepiyeamiou ein! 9p fer Uo Laud fz(6™ 30188), sed sersueamuies"oqiemuey fs oq “oUsn4 0] =p Wpiedaou09 vidoad us anfas vied so} najsip [> [eR> peo v suniose npand nb esinau oiuauseae9 onipsan enuastueuop "io tn UaBixa UPGLONE & Spey Ap Od! 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Mas tarde interpreta su ejemplo canadiense en forma no matizada; poco nitida se presenta también la referencia (o, Antes de considerar estos dos proble- jonados quiero mostrar que una teoria de los derechos mente entendida no es, de ninguna manera, ciega frente a as cultural. Taylor entiende poi dos los sujetos de adas iguales ivas de acci6n en la forma de derechos fundamen n le corresponden respeto para todos rf ar para llevar a cabo su pro yecto personal de vida. Esta interpretacién del sistema de los dere hos contintia siendo paternalista puesto que fracciona en dos el concepto de autonomfa. No tiene en cuenta que los destinata Gel derecho slo pueden adquirir autonomfa (en el sentido dado por Kant) en Is medida en que ellos mismos puedan comprenderse como autores de las Jeyes a las que estan sometidos como sujetos juridicos privados. El «liberalismo 1» desconoce el «caracter igual- mente originario» (Gleichursprunglichkeit) de la autonomia priva- da y de Ja autonomia publica. No se trata complementario que permanezea como algo externo a la autono- mia privada, sino de una necesazia conexi6 conceptual. En tiltima instan licos privados no podran ni siquiera gozar de ipuales liber: tades subj ejercicio conjunto de su au- tonom(a ciudadana no logran ver con claridad los intereses y los criterios justificados y si no llegan a ponerse de acuerdo sabre los aspectos relevantes bajo los cuales lo igual ha tratarse de forma igual y lo desigual de forma desigual Tan pronto camo tomemos en serio esta conexién interna entre el Estado de derecho y la democracia se ve claramente que el tema de los derechos no sélo no es ciego frente a las desiguales condiciones sociales de vida, sino que tampoco lo es frente a las diferencias culturales. El edaltonismoe de la lectura selectiva des rece cuando se supone que le atribuimos a los portadores de los derechos subjetivos una identidad concebida de modo intersubj vo. Las personas, también las personas jurfdicas, se individualizan LA LUCHA POR EL RECONOCIMIENTO EN EL ESTADO 195 preci- protege la integri- ida que co n modelo 'a del sistema de los derechos me- sélo su rea ia el sesgo individua diante otros puntos de vista normatives, sino cién consecuente, Aunque, sin duda, di il cariz sin la presencia de movimientos sociales y si Iiticas. zar sus metas jurfdico-pol hha sucedido con el propio desarrollo del derecho en las sociedades, occidentales jas han seguido durante los tiltimos cien afos un modelo que pue- de describirse como una dialéctica entre la igualdad a igualdad factica: competencias juridicas iguales conceden liberta- des de accién que pueden ser usadas de manera diferente y por eso no fomentan la igualdad fac ciones de poder: A decir ver dad juridiea no debe transmutarse en su contrario, tendrian que satisfacerse plenamente los presupuestos fitcticos para un aprove- chamiento en id de oportunidades de las competenc dicas distri de las situaciones vitales y de las posiciones bo desde este punto de vista no deberfa conducir a intervenciones nornralizadoras tales que hicieran que los presuntos beneficiarios se vieran sensiblemente limitados en su libertad para configurar de (0 de Ia autonomfa priva: enire los derechos suubje a de los ciudadanos participantes en el pro- la politica jurfdica vaci a entre los po- los de un paradigma del derecho liberal en el sentido lockeano y otro propio del Estado social igualmente corto de perspectivas fs. 188.239, eit),‘o9T-tPt SFr 6861 ‘PIS ono affBninge asta SSUEN 28824, "OL ops 9“ age vursoy vj v sauoderxng ensaa0U 9s ou ‘sopeUsurEpIY SO4aat ap Soy ap UpIDe: roowap up}stiasdusos wun ap IOAvy | ua soujgarep So] 9 vs2093 e| ap eATID9[9s upLDeIasdIOyUT P| ABLLIOD as ouisiurtigy [2 Se;p so;nSanU Ua O19 “PEPaI90s LUN ap jeana{n9 ONS 1S “peptuapr ns uinBase onb epi ap sorxayuoo soy ap —souepep -uoidwos0yne vy ap safeiusui9|s sedeo v URI29xe OX9S [OP S>]UDIP io so(doad Soy tod opsSuyp— [en8y OMELULTEPe O18 [2 US SOI suadop sejouarayip se].ap & sa[enxas say “apsim{ soiafns Soy ap pepLifoiu! 2] reandase apand ow anb ooxpsanl emneee pep ‘vUlD|sIs [2p watsaidoad UploeouazDptp euN 9p toro [9 'audurars ou satuaisna sodrioazaiso so] 1epyjosuos e uaKn Noo wiolp ‘sa Sa[iaTo soudatap So] ap UO!DUZITESIaNTTM wT “PINT, ap ba 10d soYysatep So] ap PUDISTS [2 APZ{[va. ap BIE as OpuenN our “en up}oviosdzoquy ap sojppous uNBas uesUa|I0 as Pe}oIPNI [> £ oan tapod 2 anbrod [era jas un eidope [P1908 OpPISg [AP angen aadusass prerxanuo: pisuoa & sep owisifeusayed [9 ‘saso{nut se] & SeApE|oa Seagpsunf seEsOLeM Sel UA qyouod 9s anb uotors Sey SUDA; SISA "SOTEIO0S SEI SP OULD 57] peniogy| ap upiovatad ua penagit ap eunae 0; Semyjno serouaaaytp sey ap o1uR UOTDE|—AIUE BUN OWLOD "A]Dap $2 ‘SEED “iutiosip ap asep> waonu wun tre seperiaurarduat ed soup ap seu0T> jap IpeNsge woroojaatu owIOD sa]ematEp Uy SOyr929P -wsuaduto9 so] rouusojsuen wopand anb epla 9p Sopoul So] UD «st rapuraiuejeur anb 994, UoRXaUod BIs2 azo opeztjeuiou» sauoiouaniaqur e daonpuod SauOIIEIKISeI> «SeS[Ep> | “at anb soyserap so] ap wuiasis [9p «[eaaqrpotgroRMIalds soso 'Jsy ‘sepeotpnfiod seuosiad ap socrud soy 9p & vforuaasap ap surepupnes estzouoane ns spun oWsyt souojoenys so| ap seiopuztiaua® opeyseuiap SUOIINa_SHD SE] Ua se a8 apand ojps so\oazap s9[enB1 ap weinsjsip anb souepepnt apisau earxoyor tiauew ap vpronposd uoroeuiUits9stp Psa eed [C1 sol ap epenud es w0u soaidji sose9 Sof ap enaisap & pend, Danse upzer eun ‘osyprin! wists ap ound un apsaq 239 “eza1qod Siuayunnen fo vated soxteagian soradse sovuaypuodsars09 S01 SEG ap eugraezsururays waysaut. iy [ap avisausiq» oanrp.(e if souorsndeip up uriusuepurny < uojnanae ow sopersaze sowdord -oud jp ‘sofeq spur Soueyes uo sodnu® Soy up soro{nun se| ap woIDe so] saiwe 1s aitiaurepensapr sopefnuLios 498 vapand spuade ‘open souda.iagos #]‘Saua{nur se[ vied usitasaidas sauolsesuadso> rel o| Ua Sepia sns 9p ouloUgITW OUDTLITATOAUaSEP Un sazO{MUH SE] s “OKbUr Purl ap OBKatL [> ‘ojdual> sod ‘ousoD :01 nrexe3 uagap an ‘soanafgns soyparap soy 0) 199 uo9 sopeayide [eIo0s opessa [ap swareaosd soy ap sanapeATq UIE aud eyuouoe ¢| ajuouvaupiynss sexmdase agop 09 sofouanoasuoa soy UpIques OUTS ‘soyDastrEs Ou sopez—qhT SOUO!DUOIp hypinowap osaaosd 2 [eno Bf UNdos o472%9p Jap JosuoLUspava.d 9 ap oialgo ua opriiasuoa wey 98 ‘o1sondns “oowo9 bum adans ‘IoxsU91g 9p OpEIsy [ep SP{deID0IN1q SUI 9P $21 tua so] bied ayuowieanatqo sopeztrues8s upiaeysoud 9p S arnszpant 0 sopeatid soroins asiu9 eisuaraduioa oy ered seanatqns Sapeuiagiy aieypaus epeandase soleus epanb searpuint seuossod 5 -|8a1 wos quOr2"—1 [2190s opvisy fap v2Hj0d v] ‘ola a1uy “sasafnut ap esuoueyne xf 18 axgos onUHaIod sa “oKazop fap 1 29 O18 [Un |sap [9 o1e|> Spas Opous ap svaeIs9p aniuLiod Nagipeand uotsuosdaio9 v] ua opezs[pax oquin fo wx0}> TOUTED 18d 0q2> © pea jeu19} uorsesedinbo ¥| ‘oR.eqiu9 asa ersuvar ap nsisowep apond as soroinar se] ap uofsesedinba ‘oonsjod zapod 908 UOID pL Jod wyany £389 uo ‘0s 0g ,"SOpepssassU Sey ap EpENdaPe Uo -wuins9 vf ‘ofeqen 9p s od nrouareduios »] ua soperins “eyoudto4ti | a1qos woyjqyd woLDEIUE.IHOD LI Ua ‘s9 OIsD "eDHIHJod v onoadsas penmau sapeprumyiodo ap peprensy ram sazafnar By ap world e19]59 EL 498 taqap Upoav ap seanat soy ered sezpueres & penxos pepruopr B[ ap o1sodsar swivss jap UO "qns saperiagyy st] ap sapepruniiodo ap peppend! 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LUCHAS POR EL RECONOCIMIENTO: LOS FENOMENOS ¥ LOS NIVELES DE SU ANALISIS. El feminismo, el mi nactonalismo y la lucha herencia eurocéntrica del colonialismo son fenémenos que, aunque se encuentran emparentados, no deben ser confund: dos. Su parentesco estriba en que tanto las mujeres, las minorfas -as y culturales, asi como las naciones resistencia contra la opresién, la marginacién y el despre este modo el reconocimiento de las identi vas, sea en el contexto de una cultura mayoritaria o en el de la co- munidad de los pueblos. Se trata de movimientos de emanci cuyos objetivos politicos colectivos se definen en primera instancia en clave cultural, aun cuando siempre estén en juego también desi gualdades de cardcter econémico asf como dependencias de natu- raleza politica, (@) Si bien el feminism no obstante contra una cul fe que interp: clon entre los sexos de un modo asimétrica que excluye la igualdad de derechos. La diferencia de las situaciones dev especificas de cada sexo no encuentra ni juridica tuna consideracién adecuada: ni la comprensién que en clave tural las mujeres tienen de si mismas, ni su contribucién a la cul- tura comtin, encuentran su debido reconocimiento, Bajo las defi niciones dominantes tampoco cabe articular de manera suficiente las necesidades femeninas. Por ello, la lucha politica por el recono: cimiento se inicia como una lucha por la interpretacion de las aportaciones y de los intereses especificos de las mujeres, 1c esa lucha ties directamente afectada la comprensién que los varones tienen de si mismos. El catalogo de valores de la sociedad en su totalidad se pone en netra hasta Dblecidos entre las esferas publi la y afecta también a los limites esta- y privada. 1, Véase Seyla Benhabib, ituating the Self, Oxf TA LUCHA POR EL RECONOCINIENTO EN EL ESTADO 199 nocimiento de idad coleetiva rales oprimi: - Puesto que también esos movimientos de emancipacién apun- tana Ja superacién de una division ilegitima de la sociedad, no puede quedar sin tocar la autocomprensién de la cultura mayorita tia, Pero desde su perspectiva, la interpretacién cambiante de las aportaciones e intereses de fos otros no tiene que s el propio papel de igual manera que la re cidn entre los sexos transforma el papel del varén. jentos de emancipacién en las sociedades m desafios dependien .s minorias endégenas se hacen cons. cientes de su identidad o de si surgen nuevas minorias por causa de la inmigracién; dependiendo de si con esa tarea se confrontan Estados que, en razén de su yde sue tocomprensién nacional debe ser adapt ras extranas. Los desafios resultaran mayores santo mas profundas sean las diferencias de religion, de raza 0 de einia 0 las diacronfas historico-culturales que deben ser superadas; setdin mas dolorosos cuanto mas adopten las tendencias de autoa- firmacién un cardcter fundamentalista-delimitador, ya sea porque la minoria que pugna por el reconocimiento al haber sufrido expe- jencias de impotencia se refugie en regresiones, o ya sea porque -nga que despertar por via de una movilizacién de masas a la con- ciencia de la articulacién de una nueva identidad elaborada cons- tructivamente (c) Hay que diferenciar de lo anterior el nacionalismo propio de aquellas poblaciones que se comprenden como grupos homogéne- os éinica y lingiifsticamente desde el trasfondo de un destino his. t6rico comin y que quieren asegurar su identidad no sélo como comunidades de origen, si paz de actuar politicam les fue casi siempre el del Estado nacional s cién Francesa y concebido en una manera republicana. Italia y Alemania fueron «naciones tar (Gn a los Esta lo configurs el periodo de la descolonizacién después de la Segun- a Guerra Mundial. ¥ diferente, nuevamente, resulté ser la conste lacion tras la cafda de imperios como el otomano, el aust ro 0 el de la Unién Sovitica. De estos casos di» anuary uotueandgose owodspaud! an “sesrrenxaios opus ppp soubapun 9p & seasfoy soon soydanu0> op ost D0 IRhuwygo uasardvlaqdusosonsouseuis fespum prp2Ioos wan Snduot oa 9p erway pisnyuose|& seaman sepepetoos Sap Gontsedaoowep egos supuapinaso}uHseyde sey “Opun ap souaBguit» souorptn sopeuustap ap sonrneo UaosueULiod Urpareuoloes op sasepuse so] sopen Fs 0 sexnyho X SBRBUD] SUA rnuadaay sensonu ap oMondoo fo [eowo8 uo “puaose souepod {Pop ugusono endtive ey © uae anon uep S7apyfea& opeouTuBts Sind muerurupyseja [0 pepion & eon ata UpIoooue| eUtur “hy esmnauonty uptsuoaduos 2] 2p sapeiforgp se Hens wrod donde wonnsea soup] SO sopeauaRsotoyqoud21qh990p tied sbuntyan spear 2p aed an tn ops ws fess _— jy Batisjod woranyos tse ppeu oquautanopad & oypaiop ap oateiv0ulap Opes o W902 vtaouooor fp a0d sexo] Sap segue fe oDed akgeH0D anb GBond veep ose sabe seuopanqe sowapog sAfAUOpF200 SIs Spend ope ub sisio un 3p ous Un se peste 89] exe Shquies vo axmsuon onuojsestd [PP respUetsTO, SeaNBy $e Sprusroetodns 2] eeu & pepruzopoutsod e wey aes osed ihe cota rogoipase so] e284 anb O7 we agqoyoasap ov OUT ss un Sagose un Duo» peprasopout¥ 09 sInBasoud vasap wind ‘sip uo souind se] op eunsuIN ,peplusopous vy ap WOFOBIOLeA el op 1oz —-_-OGVISH TH Na OINAIWIQONOD: TA WOM VHONT VT ousodoid v souvouiauresyoU sojenis9petuy so] ap upisuardurosoine. vj eaed ugtse90 e| uayg spur opIME Souauigtay soso (ssa 190440) JD9tIt]Og) «eaUI}}Od UOIIDa.109» P| 2490S 1849p [2 WH (2) souswiguay $0}s9 UO> uoPHODED 98 anb sosinostp sou souau [w uv9O JO[ARY, ap SaUOIKayTST Se STS [PUD Ns ap sajaatu sozto asseIsusi9}Ip UPIquUe Uagap '(P) ]> K (2) ojund j2 axque soprpuaiduiod souauiguay sowunisip soy © orp 189 Opp “SeOUTE se asnonpoid & upiaajoa eueyfsoxeur esmy[n> Bf AP s0[09 ap. 9 PP Uog “eanvjar eioseu Bun up asarseAuoD auaMb wse9 edord ns uo anb wpiourus eun aed peamayna ewouoyne ef 2p INDUIA 28 OpwIsy Jap souvrog0s sa1apod so] ap UpIDE J9uNBar apsep vA anb ondadsa orjduse un ap oawtap SeIsy[es9paj 1sUo> us9axj0 [end o| Bavd “«OpeIsy fep OAIIap OpEIsy un v exdse euospauexy wysoup nSqo ON “{{RI099 0 so>n 9 sopeisy soy “eInbeao|sg “euDAO|Sy “eIIeOID WOIDIOIY Of anatE nt19991 owed) s1u2!puadapur juoIseU opEIsA un exeTEpAp as amb ap aseo ua spur uts uvyrapuodsa.io9 9] vj9 @ anb soypozap 40d squouMioIqe eYIN] PUOJODUEY eBLOUTLH y] ‘o}dosd Opessy uN ap Uuorepuny ej ap vistresedos [vaquin [op ofeqap 40d “(0) & (q) aarta opipuardinoo 2xwy[ ose un ows asiopusius spand s9qang) do> asuarpeura oU21q07 [ep [euoTOMITIsuOD voIuI9I[od B] Ap OSeD fa anb aon]seN as SoUAUIOUI] SOL ap UOLIeDY|SEID PIAUIOS ISD UI EA ‘OpUNIy 420425, Jo & 19g [> anUD Sou O1oejar sey ‘ime Uozes 1oXeUE GOD 'S ayUaLO & aUDpIII antia seo ‘QUSTY SOUOIOwjax Se] Ljaupor UeUTorcUNY Oprat OWUIAILU}20UO>>4 un Heny Se] “UPLIINSNUEsqesp opunW [ap pepLertns -2d 8] ap § pepriuspr vj ap ojpardsap un awa ‘sopeztreaas sapen -p9[9itt So 100 Luo ayitaurvsorai[91 SepEzt|{AoK seseEE sep Id OF uv} “epiqaaues any sopetye soy ap uOfauanzMiut BI ‘aqUAsaid wALpoL Temojo> exioysty euN ap viquios vj v -UOISUOLAIp mse 9p BIOUaIDuOD Uy] dod gax9 oj[09 Jap BLAND eT "THOT IeUIONEH wpEDSE v BWEIIP 9s anb o1uarwtoouoaax [> Jod eyany wun ap saxvja seaqujed aiuounleKr -YUos JeIuapiovo exMI]N BL ap o1uWOpard & oWUSLI}UDx0IN (P) raadse osvo un eiuasaidau “zapmu>sny 1od opronpord owweds> (2p § osoyaifax-(euorouu o}UATUIAOW UN ap anued v ‘soqesy so] sod epeun o1epueur ofeq euoz eUR ‘wuliso[ed U2 [2es5] 9p opersg [ap ugloepuny vy “safewoIseU sopry -Sd So} 9p upTIeULIO} ap oseodud [9 a1UBIMp HOIeTAINS sosopuRpstION So] 9 sopany soy ‘so0sea $0] ou10 anb sfeuoroeu seyzourtH seifanbe ‘WHO1D TAIN ¥ SONYHAH SaHDa¥aa S01 002202 LOS DERECHOS HUMANOS 4 NIVEL GLOBAL s las pretensiones universalistas, sean cognitivas o normativas, El debate ramificado y por de pronto todavia abierto sobre la ra- cionalidad tiene, ciertamente, también consecuencias para los con- ceptos de lo bueno y de lo justo, con los que operamos cuando in. vestigamos las condiciones de una «pol No obstante, la propia propuesta de Taylor tiene otro contexto: se (g) La cue: as ofendidas \on del «derecho» 0 d reciadas gana con decisiones politicas se sirven de la forma regulativa del dere positivo en general para hacerse eficaces en las sociedades comple. jas. Ante el medio «derecho» nos topamos, sin embargo, con una estructura artificial a la que se encuentran asociadas determinadas decisiones normativas previas. El derecho moderno es format por- que se basa en la premisa de que todo lo que no esta exp! te prohibido, est permitido. Es indi persona individual el portador de derechos subjet cho coactivo porque esta sarcionado es lamente a conductas legales 0 conformes a reglas: por ejemplo, puede dejar al arbit ro no puede prescribir conviccion alguna, Es un derechs porque se basa en las decisiones —modificables— de un legis tico; y, en resumen, es un derecho establecido procedi 1e porque se legitima mediante un procedimiento democratico. vo exige s6lo una conducta legai, debe ser de cada del derecho, éste debe estar creado de tal nera que en todo tiempo pueda ser obedecido por los de: también por respeto a la ley. Un ordenamiento juridico es, pues, le- gitimo si asegura de modo equitativo la autonomia de todos los ciudadanos. Estos son auténomos sélo si los destinatarios del de- recho pueden entenderse a s{ mismos simulténeamente como sus autores. Y los autores sélo son libres en cuanto participant procesos legislativos que estén de tal manera regulados y se a cabo en tales formas de comunicacién que todos puedan suponer que las regulaciones acordadas de tal modo son merecedoras de una aprobacién general y motivada racionalmente. Desde un pun- to de vista normativo, no hay Estado de derecho sin democracia. Puesto que, de otro lado, el proceso democrtico mismo tiene que ser institucionalizado jurfdicamente, el principio de la soberania exige, por el contrario, aquellos derechos fundamentales sin los LA LUCHA POR EL RECONOCIMIENTO EN EL ESTADO 203 cual ede darse un derecho legitimo en general: mas que na da, el derecho a iguales libertades subjetivas de accién que, por su lado, presuponen una completa proteccién juridi ‘Tan pronto como tratamos un problema como problema juridico ponemos en juego un concepto del derecho moderno que nos fuer- 7a —tan séla por razones conceptuales— a operar con la arquitec- vos en pro de la conservacién y desarrollo de su identidad). LA IMPREGNACION ETICA DEL ESTADO DE DERECHO mo plantea en ordenamiento las cuestiones que se refi la vida no malograda. Las cu: icas no pueden ser juzgadas bajo el punto de vista «moral» de si algo es «bueno de igual mane- ra para todoss; el enjuiciamiento imparcial de estas cuestiones se ajusta mas bien en base a valoraciones fuertes, a la autocompren- sion y al proyecto de vida perspectivista de grupos particulares, es- toes, se ajusta a lo que desde su perspectiva, teniendo en cuenta la totalidad, «es bueno par ose, Entre las cuestiones inscribe gramaticalmente 0) de un grupo. e quiero con igencia liberal de la neutralidad ética del derecho ante todo con respecto a la autocomprension ético-politica de una na- cidn de ciudadanos. La neutralidad del derecho —y del procedimiento democratico de formacién del derecho— se entiende ocasionalmente como si Jas cuestiones politicas de cardcter ético debieran ser alejadas del orden del dia mediante egag rules» y asf excluirlas de la diset 15, Literalmente,reglas more la bertad de expresion (Ne del 1), esto es, normas legals disenadas para limitarap Bun ap Sol9pas94 oWwo: peU\ULIAI2p vUN ap sare) “wonjqndas epeur ap souepepnys owlod aszyqz9u09 UausTHb owWd ‘o|dutala 10d “axqos ‘uvrejse 98 sojuedionivd So] anb ej ua seisia.o.nU0D Hos “esNup upfoouoaas 4 epeasop 209 uoradaouo9 UN argos SauOISNaSIp 9p “Dep se “upIstiaxdtIOD ome ap Sosinos|p upIquie1 owWOD oonIod avauodwWos ayuvis0d sur un ox} uaioinbas anb sopxayuo9 uD 9suwLIosu! aqap oyasap. 9p ugioweljvaa ap ossooad Jp ‘queso ON “eoNyfod-oD}x9 Up|sUAIE ‘woooIne TpeU|Uarep PUN UOD ‘seistIEFUNEIOD sof USUOdosd OU! dima 398 euaqap OU AUALI}IE!D 'SOYD2IOP SO| ap UOKD 1od epeius{zo 9189 SouBpYpMID So] ap HOHIHod ip upjoeunio} Bj an’ us epspaw eu, ‘smsn{ souajoeiooz0u ap sopeayns purSnsd souopxayar sel ‘s9[2r0Ur souorserap ropepsita ap petunjon m ap A upquNdo Gnbotud ude sued zeunoy © wena mb touozes op ostoadso ond “toe ous oysnytuvud 9p ued 9 ong (SONPDE A SON staud epeauioyayuojssoe e[&wlounindiion 9 soea.4ey 9p so duiuo orusaulos poufea js) ets 9p HUIS 9p aut ap votsunadanooomnee| upigsiy atunypuodsasioa eaphnt > ap pepingeidage tuo yavanna > sys ue “eayeur od ns s04o0090 9 Teams pp worse}[var Poulos sepyparion 18 © 889] USqep onted lepepsisa, pp souosioop se orEauseR!A1D SoTeNNoUEDUTY sougarap coy ap steatun opamued pp sefoadsa ofapas [> Os a pin ap wuss} vun 9p Upsondxo M wgtto $9 OO squreuspio oporosyaoq.pepaizoe sun ap eapfod PENN on 1 oP 30 sour a, opoypeu sd Gh ope oxpniop pp oapaus sod kage 9¢F13NpUO9 9p Sopot ugoezaneusot o anb uote [os 9p SepenNo> op anu etouasnyp of oj woo aad

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Dado que las cuestiones ético-politicas son un. componente ineludible de la politica y que las correspondientes re gulaciones expresan la identidad colectiva de la nacién de ciudada- hos, pueden provocarse en ella luchas culturales en las que las norfas despreciadas pueden oponer resistencia a una cultura mayoritaria insensible, BI detonante no es la neutralidad ética de un ordenamiento juridica estatal, sino la inevitable impregnacién ética de toda comvimidad jurfdica y de todo proceso democr por ejemplo, las garantias institucionales que gozan las i cristianas —a pesar de ‘ad religiosa— en Estados como la Reptblica Federal de Alemania o la reciente y discutida garantia s que la constitucién concede aqui a la familia en contra- posicién a otras comunidades de vida similares al matrimonio. En nuestro contexto resulta de interés conocer que tales deci- siones, consideradas tanto empfrica como normativamente, depen: den de una formulacién contingente del Estado nacional. La deli (Staatsvolk) se {que son externas al sistema d a los principios del Estado de derecho, Dicha del 1 decide sobre el conjunto de las personas que conviven en y estan obligados por la constitucién, es decir, por la los padres fundadores de regular legstimamente con los medios del derecho positivo su vida en coman; en su calidad de descendientes han dado implicitamente su conformidad (y, en cuan. to ciudadanos inmigrantes, de modo explicito) para proseguir un proyecto constitucional con el que se han encontrado. Pero las per sonas con las que se conforma en un momento dado un Estado na. cional enearnan con sus pro po las formas culturales de vi jdentidad, incluso aunque hayan roto con sus tradiciones de ori- as de personalidad, partidos de manera intersu bién el horizonte dentro del cual los ciudadanos, tanto si lo quieren como si no, desarrollan sus discursos ético-politices de autocom LA LUCHA POR EL RECONOCIMIENTO EN EL ESTADO 207, prensi6n, Si cambia el conjunto de los ciudadanos, cambia tam- bién ese horizonte de tal modo que se mantendran otros discursos sobre las mismas cuestiones y se obtendran otros resultados. Las es, al menos vamente, son conscientes de que esta circunstancia constituye un motivo importante para re clamar su propio Estado o para exigir ser reconocida camo «dis- ictive society», tal como sucedié en el proyecto constitucional del anto ha fracasado).” Si la minoria francéfo- jegara a constituirse como una comunidad juridica propia, em- tonces por las mismas vias democraticas se formarfan —en torno a importantes cuestiones ético-politicas— otras mayo regulaciones distintas a las que poseen hasta ahora los, en su totalidad. Como pone de manifies cidn de los Estados nacionale: sélo surgen, por supuesto, ma no desaparece, a no la hi del proceso de construc- con las nuevas fronteras estatales jevas minorfas nacionales; el proble- rr al precio —injustificable desde una perspectiva politico-mo) ‘a «limpieza étnica», Con el ejem- plo de los kurdos, que viven dispersos sobre el de cinco Estados distintos, o con el de Bosnia-Herzegovina, donde los gru- pos étnicos combaten de manera despiadada, se puede demostrar de manera clara cl doble echo» a la autodeterminacién nacional, De un lado, se encuentra una colectividad que se concibe como una comunidad con su propia identidad y que lucha por un nuevo nivel de reconocimiento mediante la adquisicién de estatali dad propia: un modo de reconocimiento que, como comunidad prepolitica de lengua y origen e incluso como snacién cultural» negando. La necesidad de ser re- en tiempos de crisis, cuando la poblacién —como suc jo soviéti co— se aferra a los rasgos adscriptivos de una identidad colectiva renovada de modo regresivo, Este asicera promete compensacio- nes problematicas a los fundados miedos al futuro y a los descon- De otro lado, la independencia nacional a menudo 's repre-oF! 1 IAN IM ASPRA “OZ fun anb ap orsandns jap wolovuLAEKOD pL 9p 0 orsandlns jap eipnseu ‘ou sowup Sosa seypauios ap pepysazau PT “SoUPUINY Sa198 SPUap SOL sopor t itoap anb ayueuodtuy oF[e aust 'ope8ou so o1uarur!90uoD.. Ano ‘eanyfno Bf o CuOsiad B] IS ap UONSAND e| WD 12a anb oDod ou ‘af omrartt{20u0991 ou [9 Jed eMledsod 9s anb oxyseu oueP uN sot, OU Te» Jom, UPsNg LBIQHS O| UF ‘oua8 was o1uoTut 301 Ana sorpiptx YO "Wao ap ANID ns ep FIOUDL0x9 nda e[ woo 19 anb wpeu du9n ou pepruep! ns ap saropeuLioy pia ap sorx}uos so] ua ostpoUE JU sand feria epes onb ord ssa pen3t fv oysazop [g “|eSIaATuN UOIDVZI[IAI9 B] B UOTONgEAIUOD a puods9.109 Ns ap A Sv n3} Jap woraysodnss ] ap wasypuodap {s ox1eq ap saud aagos upzruase ruATIse Jo[Auy 10d jod wy] eumygns epes ap [asian dp oundye opour us & o2ipuin! 4290.09 nsaa saiuvfouras sexyo X souorsPaligo seisg soagjaso sondnUE Sol ap supesou & seprunnido oduioy ore seinyqna se] v eozaroary aNd eeanysod Up}oeufuLostp» wun 9p ord ua asttonpe uapand saropMHS soyuauunday “wt [aod utious [> ue opedn2o syed tis ap ejionsty fy #9 seprseg sa[psoUL souozEr sajerzadse uolooaI0xd hs a 19s 49aey Uopand sepezeuoUIe souDzuIOge SeAMy|No Se] ‘912 SQUOFSUDAANS “LINIIANsaeA]UL ap sors|aLes “UOT EAISTULUPeOME ap soypazop ‘smsuis ap sepumred seyduse ‘worioyy peppends x < exp. Jan{ peprenat e| aujua vopa9[elp e] UD “weaLap as jYe ap ‘epesny]ny jouauautad ap sotjaalap» saiuaiptodsa.4so9 soy ap 4operiod [2 ou: 109 p"®O{IAUAY [IEMA 9P ©} jad onpwarput ja ‘epnp us “osa tog “epealid puparcosd eun 9p aseyeay as 18 0109 akns 29 Of 04m ‘ouiareur afenudt [a uoD apaons ourod [eI ‘ab sey uo mpHfaraitua vise on opeuncoy vy 28 & epezyTeIs0s opIs ey anb so] ua vpin & vjouatIodxo ap soprireduros so1jquiy soyjanbe ap worooioad e| ws epeziuesed aps spond ou [en de] 9p pepysour ey ‘a1 Suaurmagreuou opeiepIsues wud oxo undue tu [Blood “sa ugroeiuauiypuny BUNdUy OpseS959U So OU O|[2 TARA “EPIA Op $3] -eanijha sBuLI0] sng A Soattng sodnad saquax9]1p Soy ap SO4DaI9 9p pepjenst ua viouaysixaoo vj ap enuered vy upiquies Jeosege apand soanolqns soqarep sajend) ap upiorzyjvas op oo1yio0Wwiap oso -oud [9 seauoitly “uoIsUarduOs0yNe op sosinosIp UBAanosd § UPI 602“ OVISI 14 N4 OANAMIONODAY 74 wos vITONT VI : 6 ap sod 989 O18 “Bt “agysod onb sepeiia9 ot uofoeojunuiod ap seanjatuns9 Hod auoFoUR, anb vayqnd e1oys2 ean —seuiviunjoa sauoIseI20se ap asn -08 & Jetogyy eanyn9 un ap opuoysess [> axqos— aisixa $9) lus SapEparaos s9pey sur erreaoseur vst quosu> 9s euxOUGINN a]UaLU|RIMINS peprius eu AuOD DagaNO UN uPIqUNY, “opunu [9 Opo3 ap Saiuapasc.id tolserF UU ap sovUs!AI09 ap UOISaxd yI o[q BOIUID LgTDIsOduIOD ns umquies (erueMaTy ap jeiapaq voriqndey e] owLo>) nb =ted OSB9 [9 p08 SUSU UNE ‘Soprttg sopersy So] OWOD Saf iROHI[NWI Sapepala0s ta Ose [9 BIAS OU 21S; “SO. jeii0vELi2} SOpeRURgap SouaUE O YL 7 & soonny sodnud saiuaiayip $0] ap SOaqurOINU Sof IS O]OS LOD N ouIo9 sand avaajo 9s Owsyfes9pay [ap PIA E] ‘PNP ULS Salba483 Ja No1oaLOwA “SA SoDEWaa aa a¥ET Na VDNALSIXIOD 2aqang ap Pioujacud Bf » suprsudsen 19s waqsp anb sojeieyso seioumiaduiod set ap epipaut 2b] < opour ja 21q0s outs ‘soysarep 9p peprend ef 2p ordiouud a9 129 9 ROIL9[Od Bf ‘O39aLJ09 opOLL ap orkmnse jeartt ¥ owio9 Upronsap 24 B[ 9p [PARE Ofte afea fd "eNO op oluaWLLAp Ua Mpra ap eUsL04 LUN Y oUNs{e ofoptaLtd /? 4 1w3.010 ‘orsandns 10d ‘agryoad 2021 e4> {q ‘Soany[od sosani9s{p so] a1uBipant URpAaNoe aNb o OLDMM! |p apsap waieduios anb wag jap ug!sdsou0D tun [eLaUOT [risa opUoNUE s wwIp0Wap opEisa [ep 8p soysaap soy ap 8a o1sq ‘soidiouud sns ou anbune ‘ooire.500 osoaoid [a ua urdionied ssuamnb ap owunfizos fo sooquyjod s sopeurualop ua pani sods svt ap uorova! ‘aud eun 9p jermyna Bpulouoine vy seinfase vasap 9s apuiop Ua oad ‘Teqofii oper [2 0} -2e1U! 2fep anb wsyerapay uo!oNZos tun peUOIoes opout uN sp vosNq 98 apuop ua "ypeuvy Ue LioUPUT BsI0 ap UaLIMosttEN sesoD se soisandusjuo> souals woo epn cand ep soiayyjuen so] wemadiod anb sopratiep seura|qord 0 sauois $9 SPIO WGO19 THAIN ¥ SONYRH SoH SOT 802210 LOS DERECHOS HUMANOS & NIVEL GLOBAL determinada cultura posee un valor particu manos que no pertenecen a ella» No se necesita, por tanto, que la coex! chos de los distintos grupos étnicos y sus formas de vida culturales se asegure por medio de derechos colectivos, que llegarian a sobre. cargar una teorfa de los derechos cortada a la medida de las perso- has individuales. Incluso si tales derechos de grupo pudieran ser para los seres hu- ‘encia en igualdad dere. normativo, La proteccién de que configuran las identidades reconocimiento de sus miembros; no tiene de nin; ido de una proteccion adn vista ecolégico de darse a imo término, al modo el s les y las formas de vida que en ellas se arti ¥e reproducen normalmente por el hecho de que converrcen @ aquellos que las abrazan y las graban en sus es- tructuras de personalidad, es decir pucstos del Estado de derecho, sélo eabe posibilisa ese rendi hermenéutico de ta reproducci6n cultural de los mundos de la vi- dia, ya que una garantia de supervivencia habria de robarle a los miembros precisamente la libertad de decir si o no, que hoy en dia ecesaria para la apropiacisn y preserva- ural. Bajo las condiciones de una cultura se sometan a un examen critico y dejen a las generak Ja opcidn de aprender de otras tradiciones o de convert cultura y de zarpar hacia otras costas. Esto vale también para sec- tas relativamente cerradas como el caso de los antish de Pensilva nia. Incluso si considerésemos como algo leno de sentido el ob- Jetivo de poner a las culturas bajo el rétulo de la proteccién di 10s, BE tetris yo po ipremo estadounidense en el caso Wis ristiano were de Node) LA LUCHA POR EL RECONOCIMIENTO EN ELESTADO 211 especies, las condiciones para su prometedora reproduccién resul- tarfan incompatibles con el objetivo de «to maintain and cheriseh distinctness, not just now but forever Para ello no necesita uno mas que apelar al recuerdo de tantas subeulturas y mundos de vida que florecieron, por ejemplo, en la temprana sociedad burguesa estratificada por categorias profesio- nales 0 evocar aquellas formas de vida (que les siguieron) de los jornaleros agricolas y de las masas das de la pr formas de vida se vieron ciertamente atrapadas forma violenta por el proceso de modernizacién; que todas ellas encontraran su »Meister Ancor» para que fueran defendidas con convicci6n contra las vias de recambio que los nuc- vos tiempos ofrecian. Y aquellas que fueron suficientemente ricas, y atractivas para estimular la voluntad de autoafirmacién pudieron mantenerse con su s rasgos sélo a través de la fuerza de auto- sransformacion, tal como quizas sucedi6 con la cultura burguesa del siglo x7X, Incluso una cultura mayoritaria, cuya supervivencia tente 0 integrando los impulsos extrafios, pudiendo llegar hasta el punto de romper con las propias tradiciones. Esto vale atin c ms motivo para las culturas de los inmigrantes, que son desafi das por la presién asimiladora d stabl na diferenciacién Jos elementos tradicionales, pero que a partir de ahi modelan acto seguido una forma de vida igualmente alejada de la asimilacion y ida en igualdad de derechos significa para cada ciudadano una oportunidad asegurada de crecer de una manera de una cultura heredada y de dejar crecer a sus hijos en ella, esto es, Ia oportunidad de confrontarse con esa cultura —como con to- das las demas—, de proseguirla de manera co transformarla, as{ como la oportunidad de separarse con indife- 23, Alusion a un personaje del dr pera u ‘ue se ha convert 24, D. Cohn Rendit Th. Scho Y sigs. (tad. cast: Ciuladanos de Babe les Marta Magdalena (1844) del esanueypou wanes wang dueqag “soja “yryrosungsi 22 yen 'soansoqrih FIERA SE -uasduros0yne &| 2p a0 sajenjae soajiou 40d aquowworyqnd 21n9 jus [9 Wo HNUHOD OANIaudralUE ajuoD40Y UN ap. Jof>ur asimjqry wjraqap SPzIND ‘Texeu s1uaUTeaNs 198 apond ou “O Ib & efsuattedxa op ooL19}st4 O1xM}UOD ns op andadsiod pL apsap savy jeuoiweu opeisy epe> anb sofeuorommistioo sordyoutd sof ap upjaeiordrayu p] uP Sa3|ws sns vyse wisy “UnUIOD vaL[od peyjaaf bj emndose SourpepnIs so] ap ugIoeTAAUE ET ‘epipauu [endl us souepepn}> soy sopoa ¥ wazeqe anb oroensqe -sop “sand ‘3s, yap} seidord sns woo svanjnogns & sodiud ap vou9 ugronufone wy “Uaig [2p Sou “uoo Smjunsip ¥ OWIOL UD eu wpED sepRaFaTU sepuprunMOd ap 03g suratttr olt109 epjoouoaaL upIqUIND 198 aqap CUOSIAd Epos :JesNy[N wpuauaiiad op sodyy sajuasayip So[ ap ooordjaax o1uofest0u099 |p aramibaa epia ap SeuLIO} Seis ap SOYDAIOP ap Pupjenst ue ejoum ‘31809 | anbiod ‘swustjeiuouIepury ou sauO.oipEN SeyD!p ap O11 uo2 [a Wa wejnofse as anb pra ap seunioy seljonde xex9[01 apand [9s oysarap ap opeisg un ap UoFOMESuOD P| ‘sajeaNyMo}y[MU sep apepios ap oad ue saiuerpUdItI00 OUTED ‘souoDax spanid ‘zapliza ap Sauorsusiaad sexdoud Satavd svi ap wun amb yf U9 “seuoI99!Att09 sayuaN up sp] axiua epezrtato windstp wun ,,"BuIsse7] ap voues9701 ef ap opriuas Jp us “wag spur op aarsuay audios 2]qDu sosvazun tows o1ti09 B2yIaIIeILD s[WEY aN ‘SeIst|eIUIHLEPUTY OU OP tunuu (op souaspuny se] —sorsjar perioqy| v{ ep souoyaxpuoo sey of -eq 09119809 a1uoUu — ;puaaia smpout un ejdaae 8 wit ow and vatxoyjas uororsod bun aod ‘oprexyuo> [9 40d ‘opeztieionia luvy a5 ouapour opunut [ap epeZianalqns aj vf ap sosapod $07 seastiouizaideyp 2]qnuosbars un exed ouNaye awinj uefep ON “ssuOzeT uo. asieuLatye Uapond ojgs wrouareduios tua zapifes ap souojsusieud sesno exju09 £ osinasip ap osseatun ouisnu j2 waieduios anb sej Uo opunut Jap soudPU se10 LOD UgIe[aL Bf argos uoKayas va ered oUNA|e BN] uvfep ou :opAuDs sng vsqguoes uts, £12 OaVASA Ta N3 OLNaLWIONODAH 14 Wod YHONT ¥1 nUBISGO ON ‘saytIuaUILIadxa seIOuaID Se] ap oanipIOdIY 124 sts [e eyeduose esp ua Koy onb odn [ap oMSHIQIey un aiuaLES -oz10} aszeis0se anb usus|1 Ou SusO{A|a4 SaUO!I2IANOD Sey OpUNEE Pp s2[egoff souoravyascdionr sel ‘oxsandns 10g “(sav MYO) «utgz, “21 ef ap wB1eD» Bf 10d o1adsar [9p £ zapslvAa ap $9 ad sns ap uatouo9 vj ap UasasT9 souoIsdeDKoD SaTRL "pels 104 eun ered pepyusnaxo uapusiaad amb —a1201 Hf B] ap eyoso|y Bun ap seidord 0 os0/24[a4 s919p.9 ap— opunut [pp seuojovioudioquy ua péode as sixead vise “oysazap 9p opeisa [P vos a[quedwoour eynsas aruezapo1us spxead Bun e exenptio3 anb oursypequswepuny Un “opepsosas LY Sou aIpYSMY OSD fo O10), soflses soisa Uanisanus SoLeIIas SO]UDIUL ‘ousy[ejuaurepury oydosd ns opesoe 21 Se] Sepoy,“seisiqerusuMpUny sosu9yt JAW! So[ od sepeoze opis uRY ‘o}qUIe? Ua Sapepardos set ojos ow & ‘auapiso9 ap sepepyosuos seseD0ul3p se usIquTe) ‘opel O10 aq ‘sojeuied souruuiay wer oussjuRayqndas [a 4 oWNS|[euOIZeE [> ‘eo0d9 eyjonbe wa ‘oysozop op conproowiap opeisg [9p SeastrEssaagun sojdjoupad soy woo operose nqvise ws20uNsy upIan[OAry L] ap OWNS! -euoroeu [g "|p Ho oprpunguioa z9s agap ou osad ‘ouisyfmuaLURpUny ua aszeinuise. apand owsteuoPseu jp usIquIRY, “oLspoW! aquoUre; (nowt un eivosaidas omsT]eUOIIpRA 8 ‘uToezru1pour e] ep afnduto 1opyijusear [P ugIooeaL OUL -09 “epesBoiuisap pepyipyourisns wun eet 2 foros UoEzZn 2] ap eoesa, e] ap apasosd anb ouIs|[euo}D pes) UN ap UpE: faidwoooine wuM Ua ¥q4aIsa eJLON! 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Tendrfan que asociarse de manera duradera a los motivos e intenciones de los ciudadanos, pues sin tal anclaje motivacional no podrian Ilegar a ser una fuerza capaz ca, de la pro. ica comin, en la que los chudadanos se re- conocen reciprocamente como miembros de una comunidad, est impregnada éticamente. Al mismo tiempo, el contenido ético del patriotismo constitw cional no debe menoscabar la neu Tan pronto como éstos coinciden, ‘aria usurpa los privilegios estatales a expensas de la igualdad de derechos de las otras formas es de vida y daila su pretensién de reconocimiento reefpro- co, La neutralidad del derecho frente a las diferencias éticas en el interior se explica por el hecho de que en las sociedades complejas la ciudadanfa no puede ser mantenida unida mi so sustantivo sobre val procedimiento Los ciudad: ynte un consen- senso sobre el islativo legi io del poder. is en Ia esfera, poder con medios propios del Estado de derecho fundamentan una visién sobre la domesticacién del poder ilegitimo y sobre el empleo del poder administrativo en igual interés de todos. El ui LA LUCHA POR EL RECONOCIMIENTO EN EL estap0 215 ios jurfdicos se refleja en un consenso pr debe insertarse en el contexio de una stéricamente, a la que po- I ra politica, determinada siempre denominarse patriotismo constit INMIGRACION, CIUDADANIA E IDENTH substraen a esta presién decisionista y como coeténeos del pensa- miento clasico que se extiende a lo largo de mas de dos mil aitos se | conciben a sf mismos, de «la, como pi en una conversacién eterna. Esto resulta atin mas rensar sui propio tiempo ¥ | losoficas para la com- ‘Su ensayo (o mejor fe una wética aplicada» prensi6n de las urgentes cuesti es.un ejemplo de esta clase tan dicho, porque) no sigue la sen En el orden del dia de Ide Alemania, como en general de a Comunidad Europea, después de los cambios aca. ecidos en la Europa Central y del Este, se encuentra presente un tema distinto: la inmigracién. Tras una presentacién exhaustiva del problema, un colega holandés lleg6 a este crudo pronéstico: «Los pafses de Europa occidental [...] haran todo lo posible para impe- inmigraci6n procedente de terceros paises. Con este obj ederan permisos de levante para la so stas norteamericano: vestigadores de la India, etc.). Combinaran una pol muy restrictiva con politicas d pido y efectivo las soli aquellos das a resolver del modo mas ra- jo y con la deportacion de aya sido denegada (...] La conclusion es tanto de modo individual como conjuntamente to- 15 medios a su disposi esta mareas.” Estafp exjusfo 98 & soumpupmis 801 3p Ghelose op peparaos.eLua anb up BrouDU! & opoU Stange wan out tod "nagguais 389 fed [ap wonsfod ‘PGepepas 501 ap vorstod-onp9 uoisuaiduroooine et Sratqap on}vedoruy ofedso ap JOH [> uo 4 sop ap uoloeidane vu aasessu wore |AISE #1 () nurse ap saat Sop atnuststp oulepod SUOuOS scrna[j af ap sutton! wofoousaqy ap S109 S| 'SOMsD een eee aapin ap basso} 2p pepssfo1t ef ap UOIeAI9SU09 PL © TER to ugiomage 0 sotueaara so] © x9 oxDar0p ap ope ee opmtttod pase oy fe anusaqes donsano v[ opor 21408 2100 wy equearoxxeruos oaysonu uo pepafenrae> ef e109 FA) $9, pines sf autede opuefog gupioeanearaeu ©[ © oypaiop a Mopar ant sorfenbo pepiqeuorseu | 1a aqep ope ty oucloxpuans 9 ofet?“tuepepats ap soyseiep so aaepeut TEE Sipenenunoo rap uopoigaare#, mexnuos opersa eped arb eae eet qomiee op ove [a tod ewunBaad e| Teale soumapod eapae ap tarpausioitysajan 80] apo] un v opuefog “epenia Faaaaee oe ctrapuoo soy ap uotiean> M raid upoesSTtu 2p buoyqou’ episoe 9p pops eL ap wausedsed e270 ap of oy ¥ epesn2iuo> jim no-oopxd p18 ap wuLios 89 IE vor jp sn soca oy» soa wee TON see usb o ap uoleuutyeomne 2] ®oxpasap [2 UOIDeUNHIO eresoqoarop [p san[out ou? ayoulean9 opelizoadua 7989 PA so sido eta 9p opburiojuoo yerse UapIo [o an 3p ws sep eToegwemrro-conyod wp ap tito) RS Moet JOusHER & eee rida ean 9p oye fo 9 aT Ns ws}on ous 168 eee eoerap fam ap ugnsano e[ Povey O89 od Tex M-09 seo age a ua uprquie upiouigod e 3p worstsod0 w vique> se Sees sp antatzib esond upyperayuou BL 20d epe2Pe ENS SRD prow ep ap eopyod-oon9 worstandLonoyne vf 5 Ps pate codon [fe ayuay}anuourepLint agHxo Ox “Pea sp opeid apratusionp un opubstino peut of 9p seuoramnst see pmetin doo souayuvu apond ojos soupepnt> ap woe Pa sopezdbuy ap somone sop soisa asiue Uoouoasp e[ ap 200d V rae dawolodonuus spidoud sos woo opsant ap UesBaqut os 2b Sopupyaraios so1uesojp se| 31109 opPIsa fap JOM Se ouogip se aU s[uiinau> ose 104105 oP vor soper ap mopeytun eatiod ugipedou eon 2p ong opyuaitos tq “sereiueutepuny soysarap so] ap UOTeZyTED1 e] 2p vapt ey 10d £ oysa.9p ap opeisg [ap sordiautad soy unas auays0 25 oonisfod zopersyiay [> anb owes wa ‘ows ‘soorpiunf somtorwseuspuo soy ‘odusayy oUIStL [Ty “wisi ‘oprusiuos ns ap pniite va je1ou £90 UD LILOULIE UO UPIS YD. ap oper 1d sop ottio9 soyso49p so] ap EUIAISIS [9 o1Ue “sopeunioy pesisod odia ap euoys opp usiq 1S eURUIaTY vonpisomag vo1gndoy wo> up}seaytun vl sen vpoydiun [D19po4, vorqnday vf ap oons[od-ooni9 upystaduroaorne Bf augos OMGE ou une Soy rySey aregap [2 U2 Soprsv|ae 19s uOqap anb seaneurdie SeIA Su] 4v[euas epsvasep ‘eiuoMeUT * omagshy opuossEN Ns 1 9 offse [9p uoHSanNd H| ax oj ap rueuiaye vorugjod e] .epioge wisisinb “uo}sentueD ¥ sol9PAIsqD 4s uONSOND rowid ug “se}uvsARUIUE So] BALLOD od Is0 upeoyuasnt yrse ts ap uoLIsoND p scuade saupuia[e so] ap souora}sod se[ peptea atoap e onbune ‘oiwNsyp opour un ap wisayjiuVL 96 syod upeo ug ‘odoing peprunuro9 2 ap Sopris Sol ua Koy eprpLuarxs SqusUIH (dure vise eIGoJOUDY EL UDIGWIAL, “UOLae|qod ef ap vFIO1S0dsIp ap eouasne vy masons «euaT[ PIS9 BouEq EL» OAIsUa}ep JOIDxAE oP oonsspunsedon 1a ‘saluas}xa sapupjoedeo sey ep epipau ey unas ugfoexSyuro vy ajomues anb & sawueasrusut so] v pepaioos eye iq anb jexaqy| Puore@us eapyod eum ¥ [es0U UOLDE|Go Jbune 'worses#reuuy Bf a[qouip|aas a1oWTENpIAIpUL Yar op [ep enunaed vl uRoyHsnf ou sore WES sauOZEI SeNO SEIS -seesoyestur So} rerotjauiog wy axdwiays aas gy[nsas edorng "e210 [eipanpy exI8NO Ppuniiag e| se upToaNAIsUOIoS pL ua edoang Ploey upFowsdtUa P| O714 o] OsraAuT opou Jatsidap Ue} OPOL ap uasLIO ap sasfed shs ap up|oentts ey ‘xofet x Jop Soudjoupsd & xIx ofBIs [2 e2tEINp OpoX? aisa ‘odw! 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Sin poder entrar en detalle, voy a nombrar los tres errores principales y a criticar las premisas en las que se basan: La regulacién prevista se limita al asilo politico, es decir, a las medidas contra el «abuso» del d de asilo, Con esto se ig: nora el hecho de que la Repiiblica Federal necesita una politica de inmigracién que abra para los inmigrantes otras opciones juri cas. El problema de la inmigracién se define de un modo falso ¥, a Ja vez, con enormes consecuencias. Quien destruye la interdepen- Jas cuestiones relativas al derecho de asilo y 0s de pobreza de modo implicito decla. ra que quiere desvineularse de las obligaciones morales de Europa frente a los fugitivos de las regiones miseras de este mundo. En vez mente asume los costes de una inmigracién ilegal que puede ser instrumentalizada en todo momento para fines de pol ca interior como «abuso del asilo. (b) La adicién a la Ley Fundamental por via parlamentatia de wn nuevo articulo, el 16a, previsto en un acuerdo entre partidos alcan: zado cl dia 15 de enero de 1993, vacia el «contenido esencial» del derecho individual al asilo politico, ya que en conformidad con él es de un tercer Estado denominado segu- <] peso hacia nuestros paises vecinos (Polonia, Repiblica Checa, Eslovaquia, fungria y Austria), esto es, a pafses que en su situacidn actual ape: nas estan preparados para manejar este problema de una manera Si se parte de estos princ! LA LUCHA POR EL RECONOCINIENTO EN EL ESTADO 223 nente inobjetable. Resulta también problematica la restric cién de las garantias de protecciGn juridica dispuestas para los re fugiados procedentes de paises que son definidos, desde la perspec- tiva de la Repiiblica Fed res de pe (c) En ver de facili extranjeros ya estable bajadores huéspedess (Gastarbeiter) rechaza una reforma del derecho de nacio- acién. 4 estas personas se les niega la doble ci gue es la opcidn que prefieren por razones comprensibles; ni siquiera sus hijos nacidos en Alemania obtienen sin més los derechos de izado por la Ley Fundamental, En el ao 1992, sobre sgales fueron acogidos 1.220.000 130.000 provenfan de la antigua Yugoslavia) (@) La politica alemana sabre el asilo se asienta sobre la premi corroborada de que Alemania no es un pais de in- Eso es algo que contradice no solo lo que puede verse yen los metros de n actualidad, un 26 % de la poblacién de Francfort es mbién los hechos histéricos. En efecto, desde s6lo a los Estados Unid i los tiltimos cien a 1e movimiento de inmigraci6n. Hasta la Pri- entraron en el pafs 1.200.000 inmigrantes en busca de trabajo; la Segunda Guerra Mundial dejé doce de displaced persons»: principalmente trabajadores forzados que ejemplo, en extranjera), sino Sala Sese wiousu 9p ser 50] 90000 ‘ugresisunupS wp sod aunt 2p ola an Sp epenivand wou spo | 2 wares un 9p soqpatap so] a0sod & wpueig uo opiow wy van ewuano $99 wgnor wun a sig ween © “teu ouo> ‘(ussoueoypon) oygontd une svuouteayui sauanted onde pond feeped onaDeraL #8 Sauainb sod epeminy upfovu wun owes “leno ete ane arqensuuqnp ovoyu [> uplQuve ts epatites soueuote 501 sp upysunadtuavorne eis ap corp ok cojren [o apsop asispucius uagap eUBUTY wo UoRessiany op | buaqqoud [a doo apjetas ue —(p) fe (8) ound fe amo aya “ae rajuap|ooosopuisg sotto us ono cu uoBle ap onhaea ye opionae op eprsep se uylovreucroou enh poprtenaes ean to ch Hencesvs nraneamoeacn or op beaeepe teewns wean pass | Te ¢p good oy ugar "geo o uo 1auayweus opera os vovapro eporenon | ae acu sontsip 229 ope aod trap ope en Je Sato199a1 sw] “UpfoR[arsuOD WIS aruRLUTEI vy wolovoy}unad e| & VoHgIOg UOIA) ¥] ap p eT ‘puns uu upI9qS0d BL X BIUBIEgQOS ep epIpInd 2L pase of[a ¥ nd SBSbUL ap SOUDUILD Sof 10d sei 195 ‘shor ap fe 95 (nzasishinsiagl upungag e[ apsop sojsoresaur soqu 04 Ja $2 [eluApIa90 PURINA Us oft g'p a1uauepeuitxosde ap Ig» :esouepepnys so: eUBUIDTY BONED ‘oyanbad [pu0! jue eysMUL UOD ‘ome A 9 eyaHy el ap etersins 1u09 £ sosrigs> 9p “ualuinsas uo ‘soraftBsIs9 op oUl09 Joe 3 eoigndoy eafiee vf ap sopiny souvucare “Bye owsifeuorseu [2 au ordoad jop ejueieqos 4 waia0 9p sourwoye 9p ottion souewore sopersinjas 9p orm sau, op so] 2p e\(artar za risond | anb ose oWsiu -ompur s1 © oxfam [e1apog eo Tesop opnd as vsoaueay [SUOIIE BSUd!IUOD y] SeNUDTL ays9 wisey aonb 9112 no ayqysuasdasoour spur uy ny seruanaastos saiosva op osmypuy ‘S31uats!x9 “a1 ugder ap fe ayqeaedtos oy9s m ad So] ap Peprteat ap FIle SPU JSP x1 tapo § uphaspen &] "euotpy (2p sounuso soasex up vison gf v pept ua un B}U0D ‘sa orsa ‘upafodeN BA rmeMIDTY 9p [PIP B P % 7° SO] ap wseUr | UBUIZOKOD "01 uia[h OWiod “UpIIeASaIu ap wa wuvpp oun UIs soeABIWUE 42s sasged sns © opesasfai somarpus ap eapt Pun “es 9 9 189 BIUBULDTY UD oo. 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La via constitucionalmente dudosa del ingreso de los nuevos Lander ha evitado la celebracién de un debate constitucional, y el debate sustitutorio sobre la sede de la se llevé ntretanto, los ciuda- danos de la antigua Rept lemana, humillados de diversas manetas, desposefdos de sus lideres y de una esfera po- Iitica propia, han de luchar por otras preocupaciones: en vez de aportaciones claramente articuladas aparecen mds bien resenti- mientos inflamables. ‘Toda represién produce sus sintomas. Un desalio tras otro, de la Guerra del Golfo al Tratado de Maastricht, pasando por la guerra civil en Yugoslavia, la cuestién del asilo y del radicalismo de dere- chas, hasta la intervencién del ejército alemén fuera de la OTAN— | desconcierto en la o pliblica y en un gobierno pa- tamente, la trans a constelacién de las poten- se solamente en qué tipo de conciencia con tara la Rey Ta necesaria adaptacién si se mantiene en patron de reaccionar con decisiones ad hioc y cambios de dnimo 10 a toda prisa, con ti edo al poder», nos ofre Historiadores que pu los como «Reapelacion a la historia» o cen una «despedida de la antigua Repiblica Federal» orientada ha- ‘is, despedida que desenmascara la recién celebrada historia ‘a como el camino parti En la vieja Reptiblica Fede- tomado cuerpo la anormalidad forzada de una nacion derrotada y dividida, que ahora —tras la readquisicion de su gran- deza y soberanfa nacional— debe dejar fuera su utopismo sin po der y evocar el sendero trazado por Bismarck de una arrogante po- tencia en el centro de Europa. Después de las celebraciones de la cesura de 1989 se esconde el ansia de normalizacion, siempre re pudiado, de los que no quisieron reconocer la cesura de 1945."' Se 95, pigs. 167-188 ( pigs 169-185, N, de LA LUCHA POR EL RECONOCIMIENTO EN EL ESTADO 227 defienden contra una vfa alternativa que a corte plazo no debe onducir en toda ocasién a opciones distintas, aunque de he inaugure una perspectiva Segtin esta interpretacién, orientacién hacia Occidente de la antigua Reptblica Federal no significé una mera decisién prudente, aunque episédica, respecto a Ja politica exterior; en suma, no slo constituyé una decision polt- a, ‘ual profunda con respecto a aquellas yente alemanas que hal ‘cado al Im: c la Republi. jones para wn les de én puso las condi ad que abarc6, tras las revueltas 1968 y bajo las Lavorables condiciones de una sociedad de bi tar, a amplias capas de la poblacién y que po: primera en suelo alemén evrraizara la democ derecho en la cultura politica. De lo que hoy se cl papel politico de la Reptiblica Federal de Alemania a las nuevas realidades sin interrumpir —por la presion de los problemas socia: Jes y econdmicos de la unificacién—el proceso de a que fue progresando hasta 1989, y sin renunc! a las conquistas normativas de una autocompret no fundamentada étnicamente, sino civicamente. yel Estado de ta es de adaptar‘ow! oysarap [a “({1) soladns oypasap un ap pepmunys] ns s9eIxa spond ou eX oanisod oypaiap [2 anb ep wouvisunait> vf 9p WO “() owzepour oydaiep op ourstu o1dasu09 [ap ove) aonpap as OTK. (09 BYDIC “seansadsiod sessaarp apsap vlses20u9p « o4D9z9p 9p opeisg anita euzaiuy Ug!aU0D ¥isa IEE) OAsap "UIIeRUNUOD Y "eIgeiD0ulap UIs OYdez2p 9p Opes un asiep eiappnd ‘squaureaneuniou operapisuos weur pun sulu ap ‘vorjduur ou soyafqo soquae aiiua ofeqean jep UoIsiatp vv ed suoqe 9s anb osnugpeoe oluaquiLien un 9p 1oAKy Ua seaLudule SouOZ -n Seis ‘sPoNpIDOWAp sauoIONINSUOD UES ONDALOP ap sopRIsy ey, & ‘oyaaiap 2p opeisa [9p 29) ul uis s2[eied +59 sooipyan{ soiuameuapio ey “esfouoD atuauIEMNS ErUEUI wun ap oypicr “opuztmmisoWap opIs vy Ou oULAIqa2 [ap sapod [9 apuop pipe oysszep ap sopersy upiqure usrs1xo 4 “oq>ou9p ap pris [> dod wprajsauiop upe ejougfora e| apuop nf sojuarureuapso UIqUIeD OTLB} Jod UDISIXD ‘O49D19p [>P PULIOS ¥] ofeq aozafa 2s ¥oj4sj0d upToeMWOp Epo? anb orsang “sauOzeL SEL ang ojja exed Avp “soiUNstp ayuause}a[du09 soyo"qo oWIOD UEILDS aud sou 95 efaez.0ur9p X O4sa49p ap Opersa “oD11pJ90UIRP OSA20I4 [pp ‘soFojo1jod ap pept[es ua ‘0 oysaiop ep oprisy [ap & oyDa1op [ap wedns0 as ‘oysazap [ap SoBopo[D0s ap peplye> ud ‘So}e208 so> {yiuero so] opens o [euoIoNINsUOD osfIBADWIap Opers [9 UP PIN 1d perunjoa Bf ap UgLrWA9} v| ap UedADO as seistanf So] opaeNs sand 'soeuvuiad ou ooynuers ofeqen [ap UoISIAIp eT voLjdwo wapisodsiod wun apsap 9984 o| wpundas By anb sestuarus ‘onreutiou e3sta ap ovund [> apsap oyparap ap oprisgy [Pe wxApIstt09 wusurHd vy ‘eroez0urap vf 9p 992y of worItfod woud! vi anb sun -uaiur ‘oypalap [ap Pie elsuaprudstan! el -Seuydyostp SaIuarayip & soiua}oauaried soialqo owtoa eiseioow.ap vf < oysosap ap operss [2 u0D # OpwAquIN}SODE SOWIY SoU OduLEN OW!SIL e "vonajod « oysauap seaqeied se] woupr|nuts fse> erouvus ap sou ‘eiounuoud soo|uigpeoe so[nay> So] ud vfsusnoAgj uoD snbuny viovaoowsa A HIYA Fd OAVLSA FALN ONAALNI OTNNIA Tas ‘vonsjod ugjaoas ent So] © sopqsssoae aquaW}9;HIp ‘arzed 10s ‘ose 19IMbjEND us ‘anb A oaupuodss opour op ues & uakmpsuco as anb —upiuido op seiopettsojuo9 sot019 dn ape jod exmjno eun ap— epta p aiawreanez2af) SauorDBOIUNUOD Sef ‘2qTHOUIPS|oaIg “OprZyfeL -tre) anred ns sod & ‘vanyjod ap odn oyarp wos swuazaj9p “epta ‘opunui un ap soixaruos soj uo ugIauoD HULaIUY PUN EpsENT UsIG, spur ‘oonjod oatiqnd ojedse jap sapai se] ua [PULO]U opour ap g199je as fs owloD ugcutdo | ap A peIUNfor Bf ap epeciteuoIoMNsUT ugisewi0y ap sajeunsoy soius:eparoid ayuL~paU OED e BAell 9S J one) “Baneioqiap eanod | (oaympuOne wULaTsIs Tap touD|A010 an saqeostj sauorouisaud se] ap “ojdusofo sod ‘outo) seoquspisys sou oraeisaad sezio st] 9p [eratat opriuas un ue aqua{pusdap avaueutrad 0198 ou oonsjod euxaisis (2 ‘o1uvISgo ON “SpIALNp & sopemmionnse Uugiso anb u2 opour [9 vas anb esambpens ‘ayuourewtyj2aq sopeusps0 ugIooe ap soquI seui2p so[ sopor uoD oyDaap 2 eitasard -91 anb ofpout jap spans B asiesiuniios 1apod anb ausuErI019 ou 9p" uo wAueTeH ap aysadsa wun ap sord oid Sopour so] pepai90s ¥| op uptoedayU w| OxBtjad ua UOUOd amb Jos v| wied eidope eanod ¥] anb oped oxo azjua uo!9 28 ap euloysIs 107 OJ9S Ue OUTS “visp ap seAMIONANSS sey BAeEMIe ab Peperoos vy ap ofapow fa viambis wey tu ‘spidsn9 Pp Me oxuaD fo 1h 59 ou oonsjod euoysis [2 fend e[ NBs “]eI90s-oaRIWUSI9 uTIeZapIS “too wpe|aueisip ean Woo wZB|UD vaISIMOSIP BLO} Bf ap SOUTILAZY UD wepezifeas wjowszourap v2} 8p [SP 83209} B] ap UpLoeiapIsuOD op Sopous So} v pepiyeio? omens uo oenisqns as anb HOD peparoos wun ap duBBaqU) aed 19 auATIUBAL a8 waNIEEGiap HoTIjOd PL ‘UOIsuaLdWoDoINe vrdoxd ns apsap upiquiey, “oysa.9p ap opeisg 9p SoutULA9: tis ope|Nopae 09 1p & upjouantarur ap sor ns aod -suetias gevALUaEITaa YoLLyIOa» YoHMINOTS 390? ore248 QUE SIGNIFICA «POLITICA DELIBERATIVA®? derno se legitima en la autonomfa garantizada de manera igual a cada ciudadano, de forma gue la autonomia privada y la pribl fente a la comprensién liberal del derecho, ofrecié ro el paradigma juridico del Estado social y que hoy en di viene ex nental del derecho considerando a t 's feministas de equiparacién (V). I. PROPIEDADES FORMALES DEL DERECHO MODERN Desde Locke, Rousseau y Kant, no sélo en la filosoffa, sino tam- ién en la realidad constitucional de las sociedades occidentales, se ha ido implantado un concepto de derecho que a la vez debe t esente tanto la positividad como el cardcter garantizador de ertad propios del derecho coactiva. El hecho de que las nor- mas protegidas mediante la amenaza de sanciones estatales se ba sen en una disposicién modificable de un legisladot politico esta Vinculado a la exigencia de legitimacién, una exigencia c establecido de esa mane Por tanto, esta exigencia. De este modo se produce t conceptual entre, por un lado, el eardcter coactivo y la modifi lidad del deree jimidad caracteristico d considerado desde una perspe xién hist6rica-contingente entre la teo! la democracia, sino también una cor A primera cotidiana. En el modo de ez propio del derecho se abraza la facticidad de Ia aplicacion estatal del derecho con la fuerza fundamentadora de legitimidad de tun procedimiento con pretension de racionalidad, ya que menta la libertad. Esto se muestra en aquella ambivalencia caracte- ristica con la que el derecho se divige a sus destinatatios y de los que a la vex espera obediencia, Esto es, el derecho deja al buen EL VINCULO INTERNO ENTRE ESTADO Y DEMOCRACIA 249) terio de sus destinatarios el considerar las normas sélo como una li- mitaci6n factica de su campo de accién que permite manejar de modo estratégico las consecuencias calculables de las posibles transgresiones de las reglas; el derecho también permite a los dest tarios Ia posibilidad de extraer, con una actitud performativa, las, consecuencias de las leyes, esto es, por respeto a los resultados de lesarrollar su concepto de legitimidad, ya Kant habia desta~ cado la conexi6n existente no puede exigirse obediencia al derecho: las normas jutidicas de- ben establecerse de modo que bajo diversos aspectos puedan ser consideradas a la vez como leyes coactivas y como leyes de tad, Esta doble dimensién pertenece a nuestra comprension del de- recho moderno. Consideramos la vi o equivalente a la explicacién de que el Estado gat jcacién factica del derecho y la creacién legit lcrecho. Esto es, que el Estado garantiza, por un lado, la le~ galidad de la conducta en el sentido de un cum zado de las normas, que si es necesario es impuesto por medio de sanciones, asi como, por otro lado, la legitimidad de la regla mis- ma, que tiene que hacer posible en todo momento el seguimiento de las normas por respeto a la ley, Aeesto se aflade, ciertament de cémo debe funda mentarse la legitimidad de unas reglas que pueden ser modificadas en cualquier momento por el legislador politic mas constitucionales son reformables e, inclaso, las normas fun- damentales que la constitucién misma declara inmodificables rten con todo el derecho positive el mismo destino de poder ser derogadas, por ejemplo, tras un cambio de régimen. Mientras era posible apelar al derecho natural, fundamentado en términos igiosos o metafisicos, con la ayuda de la moral podia contenerse el torbellino de idad en el que se ve arrastrado el dere- cho positivo. E] derecho positive temporalizado en el sentido de una jerarquia de leyes debia permanecer subordinado al derecho moral eternamente vilido y recibir de éste sus orientaciones pe manentes. Pero prescindiendo incluso de que en las sociedades pluralistas se han desmoronado tales tipos de imagenes del mundo y de cédigos éticos colectivamente vineulantes, el derecho moder- lades formales, se substrae al influjo di postradicional que, por as{ decir, hubiese que- dado como la tinica disponible.A vpeayid wou -ome ap euxt0} 9[gop e[ ue eiuasaid es oo4plant orquie [a ua “ezard un 9p ‘oLisep sse tod "eyDoy yiso JeioW o1quuy [9 U9 aMb eRUION -omne Py “ayuafia oqsauap [P Sopheulos ueNuENoUa as anb souTEIwE ap So £ oysazap [9 (iKeay[de X) UP[STAD] anb saroyne soy 91149 ‘opuoidsap 9s of[9 act “oysou0p fo Uwst[de £ ue[siaaq anb serous panaid sajueynautA aiuauieapsayos souolo|sodstp sey us “—spuurap So] sopo} Wo2 unWOD ua apesso| 1» o— [eioundutt o1stnt omdord nis unos oust 1s v auodoud as [9 anb seauuoU Sef ested puounu ap vais anb muossad vidoad uj onpEaspuy eped ap a3ixe anb uo epipour ey ua o1equn oidaouo9 un axminsuod Tuy op opuUes ey pexoU v] ap opel [ap aruafearnba jouomne Bf ap UOISEIDOSIp eYND ‘od wirn ® wAN]qo OtDAIeP [ap Peplanisod e] ‘suBseroVU! auOWIELIOF9 pynsar anb opour un ag “peLiogi, vj ap o1uatweandose jap o1ad -se ays9 ofeq pepmuuin89] ns 1ensou anb auan oysasap [2 “e1ouEU iso aq ‘sopeioage & saiuedionued so] sopo} ap murouor ey opout Dust jap JoA9}0ad agap oysouep [9 UpIqUIE) Ise “[ex0Ur e[ OOD, ePepHUNIFo] ns opeisard rewo1 oart|sod oyD239p [> 2p and ‘rofiadns [es0u! oYDa19p uN 9p ou IS “ugIMb ap? ‘ore “seyeIOUL sordisutid so] ueiipenuos ou anb ap oypay Jo sod ojos asrewns Saf tapod and ouioo sejaioues opelsrurap Uos sesIpuunf souorsuy ‘nB94 S0| ‘S1UBISGO ON “[eI0U B| A OYDerOp [2 EZtUOULIE ap UgIIEd ‘naoaud vf ap [P}>1pN! 4apod je 1u JopE|sis9j [e vzaqy ou ‘oisondns rod ‘ois ‘SoUaIoUT ayuatuPeUO]IeANOW £ SOPeULIOpU a1uouL ‘uantuios sopen[nsas euoTozodoad o[9S “SestHduIo sesuInsasu03 se] uezapisuion 2s opuena ‘oasuquia ujs ‘anb a1uai}x9 [exour Wun 2p sopeptnqap sey xesuiaduioa apand oysaiap [a “wanalqns wus! 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A esto coi buye la idea de que las personas juridicas slo pueden ser auth mas en la medida en que en el ejercicio de sus derechos ciudada- nos puedan entenderse como autores precisamente de los derechos a los que deben prestar obediencia como destinatarios. m1 SOBRE LA MEDIACION ENTRE SOBERANIA POPULAR Y DERECHOS (uMANOS ‘én, por un lado, incipio de la soberanta popular y, p mediante la remisi6n al imperio de la ley garantizado por medio de los derechos humanos. El principio de la soberania po- pular se expresa en los derechos de comunicacién y participacin gue aseguran la autonomfa publica de los ciudadanos; e] imperio. de la ley, por su parte, en aquellos clisicos derechos fundamentales que gatantizan la autonomfa privada de Jos ciudadanos. El dere- cho se legitima de este modo como medio para asegurar de forma paritaria la autonomia privada y la publica. La filosofia politic or supucsto, nunca se ha tomado en serio la tarea de equi tensién entre la soberania popular y Ia a autonomia politica de los ciudadanos debe tomar cuerpo en la ati- toorganizacién de una comunidad que se dé a sf misma sus leyes a c, la autono- ada de los ciudadanos debe tomar cuerpo en derechos fun- damentales que garanticen el imperio andnimo de la ley. Una ver que se han puesto estas vias, puede hacerse valer una idea a costa de la otra. El intuitivo e iluminador «cardcter igualmente origina tio» (Gleichursprunglichkeit) de ambas ideas se quedaria entonces enel can El republica mo, que hunde sus rafces en Aristételes y en el humanismo politico del Renacimiento, ha concedido siempre prio- ridad a la autonomfa publica de los ciudadanos frente a las liberta- des prepoliticas de las personas privadas. Por su parte, el liberal ‘mo, que iene su origen en el pensamiento de Locke, ha conjurado EL VINCULD INTERNO ENTRE ESTADO Y DEMOCRACIA 253; ha postulado la prioridad de los derechos humanos deben autocomprensién ética y ala pric- ana de una comunidad pol en el otr0 caso, esos mismos derechos por si mismos deben con tuir limites legitimos que impidan a la voluntad soberana del pi blo int ibertad subjetiva. Aun que R « ptetendieron pensar ambas cosas (la voluntad soberana y la raz6n préctica) de una manera tan integrada en el concepto de la autonomfa de las personas juridicas que interpreta ron la soberania popular y los derechos humanos como elementos en relacién recfproca, tuvieron el caracter igualmente otiginario de ambas ideas: Rousseau sugiere, sobre to do, una interpretacién republicana, Kant, més bien, una interpr tacién liberal. Ambos equivocaron la intuicién que querfan llevar a concepto: la idea de fos derechos humanos que se expresa en el de- recho a iguales libertades subjetivas de accidn no puede set legislador soberano como Itmite externo ni fampoco instrumentalizada como requisite funcional para los ob jetivos de ese soberano, Para expresar correctamente esta intui ble considerar desde el punto de vista de la teorfa discursiva cedimiento democratico que presta su fuerza legit pro- eso legislativo en las condiciones de pluralismo social y de Formas de ver el mundo. Parto del principio —que aqui no es preciso en- plicar de manera pormenorizada— de que midad precisamente aqui 1s que todos los posibles afectados pudieran aceptar como participantes en discursos racio- nales. Si ahora los discursos y las negociaciones —cuya justicia se basa en el procedimiento establecido discursivamente— constitu yen ¢l lugar en el que puede formarse una voluntad pol nal, entonces aquella presunei damentar el procedimiento di Ultimo extremo, en un primoroso arreglo comunicativo: se trata de determinar las condiciones bajo las cuales las formas de comuni- cacién necesarias para una produccién legstima del derecho pue- dan ser, por su parte, institucionalizadas jurfdicamente. La busca. 4a conexién interna entre derechos humanos y soberanfa popular consiste, pues, en que a través de los derechos humanos mismos debe satisfacerse la exigencia de la instituetonalizacion juridiea de uuna practica ciudadana del uso puiblico de las libertades. Los deve139 eso1 wossefgo WT P1208 opeisa ap ofspout [2 gijoutesap a8 orsondnsaid aiso repwuauiepin uogg topo Bun ap ed Wes “iupur peo ap sbs9j9 se] ap ugioeyumep my aiuerpoes asa ‘oaneBou ootpant shan 8 ap exprendbaqes supa bpnsntatonpoud pond 2s ob op w 2s oie y"[euoroer sousuu @ Spur Ba oud so] utisiad opeatats {2a sonuedioned op ode had orb soniprin sora | ap estiouoine tp epypaut ef ®epriics yo sopeatidoxpoiap ap prpataoss viet Opeaiou [op euros st 2p eoupiwodso uyioe ef © epeaaniue svoueunie one Deuba § pepaidaid 9p styanop so, nuipou "opel ages op ‘ented eypouap op sudan sesasat wos epee “000 of ue epenti> peparaoe wu too snuons o4setop oP Bipered ta Kou miso soiueurusop soompsi seumTputed anispa tousindtios ood odus oypnut sep ee 7 eee ee oe ened «uuouoine ns ap operdoude. 3p ostasuo> ap oyqidaasne uptoejnos oun ero] uspond oye r90 bi anb aind ‘auyfowioy wioueds ap vpeandose upentid rower buouoime ns 9p opeydaide ost faaey uopond oye sue ‘pueden sod on ap uoiteaay 2 waa 98 nbe ages wisp 0 selndod wueisqosv| sagos epeurud nd ou sou so4o9s9p so Bn fr pou ap oud 06 watind & epentid ehaouoqne ‘opoU aise aq "wa|gpe eyouoine ns 2p osm doe ueLIpod souepepnts ap span! uptoesjeuoy wind ounaye oypour esas bhgey oW ‘souepepinia so, 3p epenid ejouoare el Sorerusurepuny so4o9.2p te aiuajnsuco oq “seapyinl seus od Ser 9p epeated esinouone ef urs ound oyso.op ke oN Soysaan ss eafbaye wioubw ap uBseUsETIa! opep ose fo ua ond SeoTpHt je sonatas sox sod =p ° 81p99 [2 so0uon 19 soparop 9p ealio tuo soperiou ‘aed ns tod 495 uoqop oun o4ssion 9 uanmqutso sole ond ey2oi9p pp Is onsinoup odutid tap zn | uebaal souepepn Sol an so fod soa;wanunuso vowsondassud so 6 "o1UoIsgo ON SZ VIOWWOOW3a A OaVEsa SLING ORWIINI OTAONTA 71a ‘owstu 0} bpe 2nb au} uasamb afeniua) 2P pepyeo ua Bi toyoa.ap ap sorains 199] osaooud [a Uy “ssuopetsts sodsip augiy v exuanoua as ‘iver uapand souwpepny> soy end [a ayuripata 999f9 | aNb o}[e sod asivsed aqap ou ‘opey oma ‘od anb eLIpusy O98 ued anb sopep sa[eiout sou “24 UBIINY Js OWOD souMEUINY Soydaiap so] BA wABI HOD) ‘Ouzop aiuaninsuos jo | upeai SO] OWLOD oduiar) omsyus ye asiopuardy BPP souereunsep soy anb a3}x9 souepepnis ed waueu ap 3p Poy 3p Ise 40d ‘ouwsaqos (S s9]o20U4 Sout g1 ‘weuoypnd soueany soysasap so] anbuny ua sopeiuaureptmy Yorn V1 A YavArta YWONOLAW YT BRUNE NOLOVT ¥1 AMOS ‘AL souepepnis 50] ap WorseuTULo}apoine Bj ap sreead 21ap So] anb ap s1s9} ensane w -epnid [ap Soansfod soyDazap so] ap & perisgy So] 9p oupuatitue anata “sos somaipod og P S021SpI9 i sal2pe09 Jop eases" uoIo|RIuy EL 199) a B] 9p worDPuLsO} ef xed PAL as OU “Ose JaIN[END Ud << O95 H.OUr JO[PA Ua uZ9s0d "Epis ap sopeaud soanaiqo sns ap soprpie stuodo ap pepjenst u9 uyronsostio9 wun fend vped v avzviueie3 tq P and ‘soxozap soisa ‘Tenpiatpur eoxpyan{ uorosoi0ad ede owloa [ereIsa wpUaUayied ap snivys jo oIUer uD>9IquIs9 ond uatepuny soysarap soffanbe & upiquiey oad U: sopeniaqy sajendi ap a[g3sod opeas ode je 9P Te “188 rourtad ua ‘Mbe oxayad ayy “soMEpEpNtD si BRuOUOINE Y| UEZHUBLES dnb souRUINY soysa.9p 5 vxed ‘orquues ua ‘ou & “bo ast anb uo1sed| -onbbe wa “op ap epeauid 12 soyjanbe. fouone v| ap orstau9la Jo wean junlwoD ap souBWAY SoYD>zap sol jod s919p409 9p soyarap sof vied ex SiuamEiaIp exAsa4 O19S ‘vise O1DI9 “UOHNaTIAL PIS ‘eiany 9psap p19 jmuuuy| wun ouro> spxvad warioyad eyoip w soysondurt 198 uopand ou ‘seyndod esueraqos v1 ap orayouafa jo wonyrgisod anb ‘soueuiny soy CAVALLYWAEITAG YOULyTOA® voLsINOTS and? sz256 QUE SIGNIFICA «POLITICA DELIBERATIVA®? garantizar la ju para ejercer esa «facultad jur la creciente desigualdad de las posiciones econdmicas de poder, de bienes de fortuna y de posiciones sociales de vida se destruyen, empero, los presupuestos facticos para un aprovechamiento en igualdad de oportunidades de las competencias juridicas repartidas de modo igualitario. Si el contenido normativo de la igualdad jurfdica no debe convertirse por completo en su contrario, entonees, por un lado, hay que espe- cificar materialmente las normas existentes del derecho privado y, por otro lado, hay que introducir derechos fundamentales de ca: rr social, que fundamenten tanto el derecho a un reparto mas justo de la riqueza producida soc jerecho a una eccién mas eficaz ante los riesgos producidos socialmente. Entretanto, esta materializacién del derecho ha dado lugar, claro a los efectos no previstos de un paiernatisimo del Estado social temente, la equiparacién anhelada ds aciones ficticas de vida y de posiciones de pode intervenciones zaddoras» de forma que los presuntos beneficiarios se vean por eso limitados en su libertad para configurar auténomamente la Vida. En el posterior transcurso de Ia di ridica y la libertad factica se ha demostrado que ambos paradigmas del derecho estan comprometidos de igi tivista de una sociedad industrial de economia capitali que debe funcionar de modo que la expectativa de justicia social imente como el pueda ser satisfecha mediante una persecucisn auténoma y privada ‘Ambas asegurada de las respectivas concepciones de la vida bu partes polemizan solo sobre la cuestién de si la aut puede ser garantizada directamente por medio de los derechos de Libertad o si la formacién de la autonomfa privada tiene que ser ase gurada mediante la n de derechos sociales de prestacién. Pero en ambos casos desaparece de la mirada la interna conexién entre la autonomfa privada y la publica, V. EL FJEMPLO DE LAS POLITICAS FEMINISTAS DE. EQUIPARACION los dos paradigmas tradicionales en tanto que la perspectiva perma- nezca restringida al aseguramiento de la autonomia privada y se di- EL VINCULO INTERNO ENTRE ESTADO Y DEMOCRACIA 257 interna conexi6n existente entre los derechos subjetivos de Jas personas la autonomia publica de los ciudadanos par- Licipantes en el proceso legislativo. En altima instancia, los sujetos de derecho privado no pueden de ninguna manera llegar a disfrutar de iguales libertades subjetivas si ellos mismos, en el ejere iin de su autonomfa eiudadana, no legan a acl aitimos intereses y eri logran ponerse de acuerdo acer ca de los puntos de vista relevanies conforme a los cuales lo igual debe ser ttatado de modo igual y lo desigual de modo desigual La politica liberal pretende, en primer término, desconectar la adqui ion del starus respecto de la identidad sexual, ast como ga- izat a las mujeres una igualdad de oportunidades que neutral con respecto a los resultados en la competencia por los puestos de trabajo, la estimacion soci accion6 la politica del Estado so. les, sobre todo en el derecho social, laboral y de fa’ Por cjemplo, en lo que se refiere al embarazo y a la maternidad 0 a las ccargas sociales en casos de separacién. Entretanto, se han conver- tido en objeto de la eritica feminista no sdlo las exigencias incum- s ambivalentes de los progra- ado social aplicados con éxito: como, por ejemplo, el riesgo de una mayor ocupacién que estas compensaciones repre- sentan para las mujeres; la sobrerrepresentacién de las mujeres en los grupos con salarios mas bajos; el problemitico «bienestar d ; en general, la progresiva feminizacién de la pobreza, ete. Desde un punta de vista jurf ‘a raz6n para esta discrimina- cién producida refl en las clasificaciones dema- siado gener ras de las situaciones diseriminatorias y de los grupos humanos disc ducen a intervenci que pueden conv yendo de este mode a consolidar los estereotipas existentes en re~ ferencia a la identidad sexualn6-¢8 Spd "peer TONDSIE “HoJauEAg ‘FusseL2A Lop fuusog wg ‘caui09) yoaag Yau U9 aAUatUjeUrBt0 opestignd MMepesnolep £ oyposop op opersa aia OUsAIU! o|NoU [a> “R PELL dpa ge UOIUN "sayy top Uad4nty ater Cs00) sopumy “H “oyssieg Stuy & afousus0H (e up|aAgeMOD vuN e ‘puudise uoysion ‘eeideia0ulap ap sen:ybtiJ0U sojapour Saxy> ‘96T-Lb1 “SBPd “C66 Jgwojsuerg ‘Sumuaysouy zap asod ap pln smusyo.RI/ ny soso & 10TARy, SEF U9 BUSH and “0120397 fein eT 9 618-62 ‘s8vd ‘S661 ‘82 Juay uo oruouspoursiz0 opeorgnd ‘ es “afnus sev sezauee8 wagep anb soasa(gns soyaesap 90 oan ELS epeatidwyurowoane oon ousyuafo awansose ond sUot “npspowgp osssaud fa rend of ua oyonp jap oun rooad “daouag wun ewuasaid os e}Saustq op Soper 1 2p soiuol(9 so] ered swuoureatielge Soper! Sorsarop aiveypouo sepe Seanalghe sopeusagi so] s100}pou Seuosiod so op ejuoucine e ‘ug1ooe op seajialqns sapeiieqi se] ap 3 Lysip un exed sauosea & sousfnu iB SOpeUN|WL12}9p) 9p wpIA ap sauoroen: *X® Sv az1t9 a1UDI8}x9 SefouaI9}4p SB] SayUBAd|OA WH send aquoweueuepuny & 9Iqus joulo9 awio! as anb opessol ey jeaIpeL i “exp ua Soy “pepaioos wun ap ypangin9 UoIsuDId ne vl ap sapeiusW9}e solensa sol LIDayL OxAS [>p SAIUAIP suadop sefouatopip $e] ap SapeMxas Safor Sol ap UOLDeDYISe|D ET EAVALIVHAAITSO YoULJTOa» vor 's ano? asz