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Pie) ake a=) CIENCIAS SOCIALES Randall Collins Cadenas de rituales de interaccion ANTHROPOS deJoananl ano Rb Gacloa) Aso atonal Meo ‘XV 508.20 (Autoren Teton» Teas lec Socle 64) | aes de nes dena tl rls dan | Bstiettage omens | two epee Li tc ee iy IRS Sarthe sates neg ee od TASTES ie eens ‘Thu orignal: crction Ral Chains ‘Primera cin: 2008 (© Princeton Unit Press, 2008 (© dele tadacen: Just Manuel Irnzo, 2009 {© Anthvopos Ector, 2009, aia: Anthropos dita Rub (Barestoa) ‘wiwanthreposedionl com en cosdiciin con a Universidad Auténoma Metropolitana Unidad “Ascaporalo, Méaico” con lt Fact de Cencins Polfticas 4 Sociales dela UNAM, México: y com la Eatoral Universidad scion de Colombia ISBN 97884-765808°3 Dept legal B. 10.160-2009 Disco, relzacin ycoordincién: Anthropos Earl {Nari6o, SIL), Rob Tel: 9869722 96 Fax 93 58726 61 Impresion: Novgrfik Vial, 5. Monteada | Reizae Inmpreso en Espafa- Printed in Spa ‘abn erent ae bac mec ep en ab ep ‘pers saree eo ins ‘png ptember Sten mage scp Pr SEISMIC aap te neocon cata PREFACIO -Estlibroumina la continuidad, desdela sociologiaclésica hasta ‘hoy, de una via teria primordial. La sociologa rayé por vez pri- ‘mera a gran altura teérica cuando Durkheim propuso su explica- cidn de algunas de sus cuestiones centrales, como qué es lo que produce la membresia social, las ereencias morales © las ideas con {que la gente piensa y se comunica, La clave es que las tres estén Tigadasal mismo mecanismo. Quelas ideas sean simboles de mem- Dresia grupal evidencia que son los patrones morales —es decir, ‘emocionales— de la interaccin socal los que generan Ia cultura El pensamiento de Durkheim suele ser interpretado,y critica do, como una teorta global dela integracion moral dela sociedad inrtofo, pero yolo interpreta través de la mirada de Erving Goff- ‘man y el movimiento microsociolégico, es decir en el espiritu del interaccionismo simbélico, la etnemetodologia, el constructivis- ‘mo Social y la sociologta de ls emociones; en el espirtu, que no en la letra, pues yo emplazo el mecanismo ritual en el centro mis- ‘mo de la teoria para ast poder extraer la maxima eapacidad expli- cativa de las intuiciones de las perspectivas microsociolégicas FFartirdel mecanismo durkheimiano nos permite ver cSmo las va raciones en la intensidad de lo rituales conducen a variaciones enlos patrones de membresfa yen la ideas que los acompanian: y ‘eso ocurre no en el nivel global de la ‘sociedad’ en sentido ampli, en el de membresias que son locales, a veces efimeras,estra- tificadas y conflctvas, No sigo a Durkheim ai a Goffman textual ‘mente, pero me sirvo de la fecundidad de sus ideas para teorizar ‘un mundo social uido y en continua variacion. Elcapftulo 1 esbozs la historia intelectual de la teoria socal del ritual, con mich cuidado de ibrar lo esencal de la tradicion dur [Kheimiana de interpretaciones que han medrado alrededor de ella ‘como lianas parésitas sobre la piel de un longevo érbol selvitico Una vez desbrozada, la injerto con lo mejor de la microsociologia radical En esto fue Golfman el pionero, aunque también él requie- re algo de pods para despejar de entre sus aportaciones las mas ‘ities a este proyecto, El capftulo 2 presenta mi formulacién del modelo te6rico, que adopta el termino de Goffman ‘tual de interaccin’ (en adelante, [RD). Es improbo ibrarse de ls sedimentos terminolégicos, de mac rnera que no es necesario que lo llamemos asf. De un modo més ‘general podrfamos también denominarlo'mecanismo de foco com- partido y consonancia emocional. Este modelo de situaciones de interaccén variaa lo largode dos dimensiones: en qué medida bro- ta un foco de atencidn comin (mutual focus) y cudnta consonancia _afectva (emotional entrainment) nace entrelos partcipantes. Cuando <1 foco comin y la consonancia se intensifican, emergen procesos. ‘de retroalimentacién positiva que gestan apasionantesexperiencias ‘emocionales que son, asu vez, momentos cargados de sgnificacion, ‘cultural e imanes motivacionales; estas experiencias crean, refuer- ‘an osocavan una cultura. Para ustrar este proceso de ereacién de simboles analizaré video-grabaciones de primera mano de la crea- cidn de nuevos simboles nacionales durante la catéstrofe del LI de septiembre de 2001. Los Rl crean simibolos en interacciones de primer orden, cara a cara, que son punto de arvanque de series de circuits ulteriores de segundo teeer orden donde esos simbolos pueden ser recrculados: tun simbolo Imbuldo de emocién sitacional puede circular por las redes de conversacion o ser interiorizado como pensamientoen cit: Cites mentalesindividuaes. En thtimo término, la intensidad del interés humano por estos 0 aquellos simbelos —delentusiasmo ola ‘obsesiénalaburrimientoolaindiferencia—dependedela repeticin periodica de RI pues la significatiidad de ls imbolos deriva dela Inensidad emocional que alcanzan los rituals de primer orden en {que se los emplea. Pero a menudo encontramas simbelos fuera del ‘context interaccional que determina cuén vivos estén y por eso ne- cesitamos reglas de interpretacin que primero los reotraen a la simuacfn interaccfonal donde recibleron su presente significado ‘emocional yluego, desi esa, os siguena lo largo de sudiscurir por redes conversacionales ypor la experiencia mental privada, ‘Los capitulo siguientes analizan las implicaciones del mecanis- ‘mo de los RL El capitulo 3 presenta una tcoria interaccional de las ‘emociones que destaca las diferencias entre las emociones concre- ‘tas que usualmente se mencionan —ira,alegrfa, miedo yla emo- ‘i6n social por antonomasia que denomino energia emocional (EE). Durkheim advirtié que quien participa en un ritual socal logrado ‘se siente fuerte, confiado ypleno de resolucié. Parte del eferves- ‘cenciacoletiva de una interaccién muy centrada yemocionalmen- te energizante perfunde a los individuas, que salen dela situacion Tevando en sus cuerpos, por un tempo, esa emaciGn generada en ‘grupo. Ala inversa, un ritual socal fallido zapa la confianza y la iniciativa —reduce Ia EE—de sus participants, y tambien la de ‘quienes ocupan el lugar de paria (usder),vitimas emosional- ‘mente maltratadas por quienes los excluyen de sus RI. Un RI es un ‘ansformadr emocional que trasmuta emociones-ingredientes en ‘emaciones-esultados. Las emaciones situaeionales inmediats,con ‘su escondida resonancia de membresia grupal, perviven de una si- ‘tuacién a otra en forme de BE y con el tiempo forjan cadenas de ‘ituales de interaccion (CRI). La membresta sus limites, la solida- ‘dad y la BE, alta o baja, son aspectos que operan juntos. Por eso la ‘stratificacin de Ia interaccién —internctuar con gente ms o me: nos poderosa o desde una posicin de aceptacin o exclusié por ‘motives de estatus— aumenta o disminuye el nivel de BE de los Individvos. La estructura social —vista, en detalle, como un tapiz {de CRI— es un proceso constante de estratificacién de individuos fen términos de su EE. Poder y privlegio no son meros efectos de la desigualdad de ‘recursos materiales yculturales. Lo que hace que ciertosindividuos resulten mds impresionantes, atractivos o dominantes es el flujo, transsituacional de EE; identicos uj situacionales ensombre- ‘cena otros individuos limitan sus fuentes de BE ala alternativade [Participar como seguidores o ser relegados a una pasividad margi- ‘na. Los procesos emocionales que animan a unos individuos y si- _multineamente desmoralizan a otros aconsejanaéstos que interac ‘den sumisamente con aquellos, asumiendo asf su primacia social tome ésta la forma de liderazgo, popularidad,creatividad intelec- tual oagresividad fsica, lcapitulo 4 muestra cémolos RI producen|a motivacin perso- inal que fuye de una situacion a ote. Tomando prestades algunos ‘conceptos dela teora de a cleccicn rcional es posible desarollat la ‘Teor de los Rituals de Interaccién (TR) al punto de predecir qué ‘curr cuando los individuos pasen de una stuacina otra. A cier ‘stedrios sociales esta mezca puede esultaies desagradable yhasta Iherética, y no hay duda de que la imagen del individuo egotsia y calculador no parece encajar bien con la solidaridad moral de una ‘micro-colectivided durkheimiana, Mi justificacié es que, en reali- dad, a teorfa de la eleccién racional no modela las interaciones si- tuacionales sino que es una tora de nivel ‘meso’ sobre la conducta individual a medio plazo en una Secuencia modal de situacones. Elegir significa decidir entre alterativas yen la vida real sta se presentan gradualmente en el curso de una serie de ocasiones. Las ‘nomalias de la teorfa dela eleeién racional derivan del hecho de {que los indviduos no calculan muy bien las opciones de que hipoté ‘Ucamente gozan en una micro-stuaciGn, pero esto importa poco, no ‘bstante, porque el elemento mas ut de ese modelo no es el eeu, sino la propensin individual a deriva, conscientemente ono, hacia ‘itaciones que ofrezean el mejor rendimiento coste-beneficio. Los Jhumanos no somos my habiles calculando costes y beneficioe, pero sfimuy capacesde orientarnos emocionalmente hacia esa misma meta ‘porque subeonscientemente podemos juzgar cualquier cosa enter ‘minos de su contribucion a una motivacion fundamental: obtener a ‘mxima energia emocional de los rituals de interaceién. ‘Todas ls situaciones pueden verse, en conjunto, como un mer ‘cado de RI. La nocién resulta socioldgicamente menos chocante sise compara con el familiar concepto de mercado matrimonial y su ampliacion al concepto de mercado de preferencia sexual (i- gues compettives en una bolsa de parejas patencialmente dispo- nibles para relaciones roméntieasy sexuales a corto plazo, subs vidido en mercados homo y heterosexuales, etc) y a la idea de dindmica de mercado en la formacién de amistades. Esta formu Tacién no pretende ofender la sensibilidad humanista; quienes ‘buscan amigos personales o parejas roménticas tienen a mentido ‘un genulno compromiso con sus relaciones, se sienten a gusto en ‘un mismo horizonte de experiencia cultural y comparten sus emo- ciones positivas espontinea y desinteresadamente. Pero ése es el contenido microsocal de las interacciones; los aspectos de merea- do aparecen en el nivel mesosocial en el agregado de situaciones entre las que fos individuos, implicitao expicitamente, eligen. No todo el mundo puede establecer una relacién amorosa o una amnis- ‘tad fatima con quien quiera yla némina de quienes ya estan com- prometidosy de los que esti disponibles iene un efecto inelueta- ble ncluso sobre el més roméntico. As pues, la totalidad de los RI ‘puede concebirse como un mercado. ‘Lo que llamo CRI es un modelo de motivacion que tra de © Jmpulsaa losindivuos de una stuacién otra, gulados por pautas andlogas las de un mercado, en funeiga de las cuales el acervo de recursos sociales de cada partcipante en un encuentro —su EE y sus simbolos de membresia (o capital cultural), acumalados en RI anteriores se combina con el de los dems, El modo y medida en {que esos elementos encajen es la clave del tipo de RI que se produ cir cuando esas personas se aglutinen. El grado reativo de intensi- dad emocional que alcanza cada RI se compara implicitamente con el de otros RI accesbles dentro del horizonte social del ndividvo,y sole guia hacia situciones en que se siente emocionalmente mis Involucrado y lealeja de las que carecen de magnetismo emotivo ¥ de las que le resultan afecivamente repulsivas. En conclusién, el _mercadlo de energia emocional obtenble de los Res el mecanismo ‘central que motivaa os individuos alo largo de sa recorrido ata ‘és de las cadenas de RI que constituyen sus vidas. He propuesto hasta aqut una teoria de la motivacion individual ‘basal en la posicin que, en un momento dado, se ocupa enelcon- tlomerado de CRI que forma un mereado de posblesrelaciones $0- Clas, pero podemos invert el cuadroy velo desde otro dngulo. En ugar de enfocar al indvdvo podemos ver la estracturacion de una insitucion o una arena social en su conjunto como una urdimbre de CRI La institucién que ahora tengo en mente es la economia en el sentido vulgar del termino: los mercads de trabajo, bienes eins ‘mentes financiers (lamados también, ‘mereados materiales). Se 1m una conocida teora de In sociclogla econémica, los mercades ‘materiales estn sits en relaciones sociales de confanza yrespeto alas epas de juego implicitas —relaciones analizables como pautas sociales que Buctian con la situacin, Pero lo que la socologia coo- ‘nomica designs bastante abstractamente como confianza’ no es un ‘elemento esttico nun simple albero sobre el que se extiendelaare- 1a de los juegos econémicosy po encima del cual son las motivacto- nes econdmicas as que eportanladindmica dela accién. La lamada “Incantinaciin sociales, de hecho, el centro mismo dela vida econ6- mica, Todo RI efica7creasolidariad moral otro sinénimo de ‘con- fianza’—; pero las CRI producen algo més que confianza:engendran todo el proceso de motivacin individual es siempre el mismo mec nism, yas orente hacia las actividades econémicas o hacia relato- nes de puro trato social. La busqueda de BE ese motivo que domina ‘todas las arenas insttucionales; mas ain: qué crea diversosniveles {de FE ena vida econdmicay motvaa trabajar con intensdades que van del entusiasmo a la zanganeria a implicarse en iniciativas em resariale, 0 rehuirlas,y a sumarsea las hordas de inversores © a retirar dinero y atencién de los mereados fnancieros? Los RL 'No hay solucin de continuidad entre los mereados materiales «el mercado de rditos emocionales de le RI ambos estén motivadoe por la obtencion de EE. Por supuesto,participar en los mercados ‘materiales a menudo suee tener més de rutinaro y opresive que de ‘excitante, y consiste mis en mantener las cosas en marcha que en persegur experiencia emocionantes. Como dirfan los crasosrealis- ‘ts, la gente no trabaja para ejecutar rituales sino porque necesita bienes materiales para sobrevvi Mi replica es: Ia motivaién social determina incluso sil gente quiere sobrevivir yen condiciones mis ‘normales, también para qué quieran los bienes materiales. La varia- ‘ida de a motivacion social determina la vaiacion de la itensidad dela actividad econsmica. Lo que dinamiza los mercados materiales ¢ la demanda de bienes materiales que, como tales recursos, 00 parte de lo ingredients imprescindibles para producir RI que pro- ‘curen expetiencias itensas, Hay bucles de reoalimentacién entre Ta economia material y la economia de los rituals; ambas son insu ‘mo necesario de la otra. Max Weber postulé que la intensidad de Ia ‘motivacién para participar en una forma concreta de experiencia religioseimpuls6 a espansin del capitalism moderno, En mi gene- ‘alzacion de esa linea argumental lo que dicta la modivacién para ‘trabajar, product nvertr y consurmir en el mercado material ese! ‘mercado socio-interaccional de Ren ss totalidad. Al nivel dela too- 1a general no se puede explicar la conducta humana en esferas de ‘motivacion separadas sin un denominador comin a todas, oresulta- ‘a imposible elegir entre ellas en situaciones eoncretas. La solucion {e6rica es concebir los mercados de Ride alta intensidad y de bienes materiales como una unidad, un continuo flujo reciproco, No pode- ‘mos derivarlas motivaciones sociales de otras materiales i unificar Tosdos ambitos desde la vertiente material, pero si desde lo social Elcapftulo 5 completa las aplicaciones del mecanismo de los RL ‘con una teria del pensamiento cuyo nicleo esque los Ri cargan as Jdeas con grados diversos de significacin de membresfaal marca. las con cantidades distintas de EE. En consecuencia, unas ideas ‘son mas files de pensar que otras —para unos individuos conere- {ossitosen una cadena desituaciones concretas. Esas ideas actden ‘audas ala mente olla lengua la interaceiénatrae menos a tras incluso parece como si una barrera técitaexcluyera de ella a algu- ‘nas, E pensamiento es omversacién interiorizada —una idea teori- ca familiar desde George Herbert Mead—y por tanto podemos tra- 2zarlos vinculostntimos de las ideas desde las conversaciones exter: nasa las iterforesy viceversa. El pensamientomasfécil de retrazar ‘emplricamente es el de los intelectuales, porque es de quien mejor ‘conocemos sus redes sociales con otros intelecwales, asf como st persamiento Interior, exterorizado en su obra. Desde exe punto de 6 partida me ocupo luego de formas de pensamiento que son sélo ‘casi-orales, como los ensalmos verbales y ls rituals internos que tana mentido hacen a nuestro ser interior muy dstinto del exterior. ‘Mis jeenplos de andlsisemplricn de conversacién intertorirada se ingpiran en el andlisisconversacional. Este capitulo se apoya consi- tos fisicos en sf mismos sino cémo se experimentan socialmente El efecto global de estos capitulos puete suger la pregunta de sisemejante sociologizacién no va demasiado lejos. Noescapa ala sociologa lo que constituye nuestra experiencia privada, interior, 1b ‘que nos hace tnicos como indivduos? El modelo de Rl, ¢n0 est ‘muy escorado hacia una imagen de ser humano como un dichara- chero extrovert que siempre busca compafia numerosa, nunca «est slo carece de vida interior? El capitulo aborda directamen- te estas cuestiones. Como argumentaran Durkheim y sus seguido- es, en especial Marcel Mauss, las estructuras sociales que se han sucedido' través de a historia humana han producido una plural: {dad de individualidades correlativa con la de las estructuras soci 10 les: a mayor varied de situaciones sociales, ms singularidad de Ja experiencia de cada individuo y mayor muliplicidad de indivi- ‘dualidades. Més ain, no es slo que algunas formacioneshistricas produzcan una variedad mayor'© menor de individualdades, sino también que algunas sociedades —la nuestra, en especial— alum- bran ideals o ideologias individualist. Las interacciones sociales, producen y moralizan sfmbols.¥ all donde han recedido la inter ‘acciones sociales rituales que festejaban lo colectivo, en su lugar hhansurgido rituals situacionales centrados en lo que Goflman iden- ‘ifie6 como ‘culto al individao “Laindividualidad adopta numerosas formas, muchas dels cua- Jes son extrovertidas; asf pues, consiene mostrar eémo se erean so-

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