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MiGtneL, 7. LYNCH + Ls impr bemecn AG venbsA, pas ves tlt va fake [PO] Bethune PAE , 2005 [HA ecrk PSG Horie] para ume cubinn ptOte, hore De | | { Capitulo 3 éEs relativa la verdad? EL HOMBRE ES LA MEDIDA El relativism, casi més que cualquier otro tema filosélico, resulta exas pperante, Los comentarios al respecto saipican Internet, lenan editorales y péginas de opinién, y aparecen en las enciclicas papales. Las opiniones Cifieren y, por decitlo suavemente, van desde la declaracién de Stanley Fish segin le cual el relaivisme ano es sino otro nombre para el pensa- ‘niento serio» hasta la conviecin de los exticos conservedores Als Bloom yy Robert Bork de que el eelatvismo amenaza con ecabar con la civilzacion ‘occidental tal como la conocemos.! “El rlativiemo sobze la verdad es, no obstente, una ides que cuenta con ‘une historia venerable, cuyo primer paladin, al menos ea la ealtura occ: ental, suele considera el filésofo griego Protigoras. Al menos segtin Platn, Protégoras crefa que el hombre es Ia medida de fodar las coses: tanto de los valores como de los objetos més mrundanos de la vida cotidia- za. Platon interpretaba esto como une suscripciéa de la tesis de que a ver- dad en general depende del color del cristal con que se mira, 0 sea, ue es relitiva, Hoy en dia es més frecuente encontrar defenses del relativismo fuera de los departamentos de filosois. De hecho, la idea, 0 al menos lo ‘que parece sec la idea, ha echado raies através del espectro intelectuel: en antropolog'a, sociologfa, humanidades y estudios religiosos. i atendemos 8 este crtero, a idea de Procégoras constituye una de las teorias flos66- cas més exitoses de todos los tiempos. El pensamiento que subyace al relativiemo es que diferentes opinio- nes pueden ser igualmente verdaderas en funcién de critetios diferentes. Cariosemente, el relativismo esté motivado con frecuencia por algunos de le factores que motivan el escepticisme. La gence discrepa sobre casi todo YY, sobre ciestas cosas, como la religién, la politica o la moraidad, sus dis- 50 Matos cinicos crepencias soa tan amplias y profundas que puede resulta dif! hallar puntos de encuentro. Afgdeze a eto la idea, antes apuatada, de que e# probable que nuestos pensarientes y percepciones exhiban la impronca de nuestros pejuicios, nuestros sppuests generals y nuesras axpectacti- vas y llegams alas siguientes premisa: (1) Les-personas tienen diferentes creencias sobre lo verdadero, (2) No tenemos forma de salirnes de nuestras ereencias para compro- ‘bar eufles son objetivamence verdaderas. A parte de estas premisas, los ereépicos concluyen que existe algtin Ihecho objetivo acerca de quién esté en lo cierto y quién se equivoca, mas ‘no podemos averiguar cul es, Los relatvisas extraen una conclusién dife- rente: no ¢s que no podamos conocer lo verdadero, sino que simplemente ‘no exisce ninguna verdad objetiva por conocer. La verdad es siempre ver- dad en un contexto; Jo que es verdadero pars una persona puede no serlo para otra ‘Pese a la hestilidad generada por los debates sobre el relativismo, riuchos relativistas y sus oponentes parecea coincidir en una cosa, Ea le due estin de acuerdo es en qué, # el selativismo ¢s realmente la verdad sobre la verdad, entonces la verdad no importa Sile verdad cs relasiva ale ‘altura, cen algunos, entonces es la cultura la que importa, no la verdad. Esto se les antojaterible a algunos, y a otros, una liberacion, ‘Los extremistas de ambos lados se equivocan. E! relativismo no supo- ne necesariamente una emenaza pare el valor-de la verdad. La tentacién fabicual de pensar lo contrario es resultado de otro mito: que la verdad importa séo si es abscluta, Peco, como ocuete con la fabula de que Ia ver dad no puede constituir una meta ¢ menos que podemos estar seguros de que la hemos alcanzado, necesitamos ver més allé de esta ficcién. Cabe sceptar que cieras verdades son relativas sin que elo implique que tener. Creencias verdaderss no es importante, af una meta del pensemiento, o que ro merece la pena preacuparse por ello como un fin en sf mismo. Esto no ssupone negar que existan versiones del relativismo con estas implicaciones ¥ con otras atin peores. Como veremos, ciertas concepciones velaivistas son disperotades, pero no todas. En lo tocante al relativism, mi consefo tes que nos erremanguersos, etablezcamos las distinciones pertnentes, nos quedemcs con lo bueno y descartemos fo malo. (eS RELATIVA LA VERDAD? aL -RELATIVISMO SIMPLE (INGENUO} Los fildsofos llevan ocupindose de refutar el relatvismo desde Pletén La empresa resulta engatiosamente sencilla cuando el objetivo es ia idea de aque le verdad es relativa a escalas menores, como un solo individuo. Segtin esta posicin, le verdad es algo asi como ia verdad para mis, Llamémoslo relativism simple, ‘Veamos por qué ¢5 tan simple refuter el relativismo simple. Supon- ‘gamos que so7 uno de esos relatvisas y que declaro que no existe tal cosa ‘como la verdad per se, ue silo existe la verdad-pactni o le verdad-pase- ti, Seria rezonable preguntas si thi enunciado es verdadero o sdlo verde. dero-pars-mi, $i digo cue el relativism es simplemente verdadero, es ev dents que me contradigo. Y es que, si el relativism es verdadero (para todo el mundo), entonces es flso: no es verdad que toda verdad es relati- vva. Por otra parte si me sitio en el otro lado y digo que el relativismo es sélo verdadero en selecién conmigo, soy coherente pero incapaz de con- vencer a nadie que no esté ye de acuerdo conmigo: le bastaré con advertie aque ol relatvismo no ¢6 verdadero para él y que, pot tanto, es falso, Por consiguicnte, el relativismo simple es ora contradictorio, ora absoluramen- te nada convinceate. No estoy seguro de que ei relativistaacepte este angumento; puede que «Jos relativistas simples no les preocupe coavencer a nadie de que sea rela- tivist. Pero el eelatvismo simple plantea un problems atin més simple, El relativismo simple implica que fodas mis eceencias son verdaderas, En efee- to, sila verdad es verdad-para-mi, y dado que todo cuanto creo es verds- eto pera mi (0 evidentemente no lo creeria) todo lo que creo, sewn esta tori, es verdadero, Jamas cometo errores. {Qué prctico! Este Gltime punto es mo-tel por necesidad, Si algo sé, es que no lo sf todo, y ningune teoria que sostenga lo contrario puede ser verdadera o verdadera pare mi, Una zazén que leva a voces ala gente a suscribir el relativism, inchs s0 I relativism simple, por encima dela teorfas objetivas sobre a verdad, esa impresion de que dicho relaivismo alienta una mayor tolerancia. Los selativistas han sugerido que la idea de que existe abi afvera ia Verdad con maytiscula suele ir de la mano de la conviceidn de que unos cuentan con ian acceso privilegiado a le verdad del que otros carecen. Este senti- rmiento era precisamente al cistintivo del colonistismo occidental decimo- nico, cuando los misioneros trabajaban con los cjcites y Ie policia de los gobiernos colonisles para obligar a la gente a creer, o al menos decie 32 Matos ctNtcos que crefan, lo gue los colonizadores querian que creyesen, Pero, sino exis- te tal cosa como la verdad objetiva, entonces nadie ocupa una posicién pri vilegiads sobre a verdad. Ya no podemos justificar el hecho de forzar ala sgeate a creer en nuestros dioses legando que conocemos la verdad y ellos ro. El sbendono dela idea dela verdad objetiva parece alentar una visi6n, sis colerunte de la vide, ‘La preceupacién por la tolerancia es sensate ¢ importante, y muchos de los que han crefdo en la verdad objetiva han sido intolerantes. Pero supone una confusi6n pensar que une creencia en la verdad objetiva impli ca necesariamente una falta de respeto hacia otras formas de Vida y otror tipos de creencias, La cause de la intolerancia no ¢s le objetvidad, sino cl dogmatismo, Brota del sentimiento de que uno no puede equivocarse. Muchos piensen, en efecto, que ellos (y s6lo ellos) conocen Ia auténtica verdad, tanto si hablemos de Dios como de le tarta de manzana o de los ‘Yanquis de Nueve York. Resulta deprimentemente habitual que la geate crea conocer personalmente la verded sobre cualquier teme. Pero, como hae sostenido en el capitulo anterior, no es preciso creer que sabemos algo con certeze para pensar que exist la objeividad. En la medida en que cres- tos que existe a verdad objetiva sobre algtin asunto, habremos de admi- tir que siempre podemos estar equivocados sobre dicho ssunto, 1o cual equivale « deci: que no podemes estar seguros de que nuestras cteencias tlrespecto sean corsectes. Sila verdad es abjetiva, hemos de estar siempre abiertes a le posibilidad de equivocarnos. Ast pues, el respeto hacia los otros deberia levesnos a ser prudeates 2 Ja hora de afirmar que estamos seqguros de algo, lo cual significa creer que la verdad es algo mis que mera verdad-para-mi. Es obvio que, si Jegisemos a comprendeslo cabalmente, el relativismo simple socavaria el valor dela verdad. Si todo fo que creemos ¢3 verdade- 10,n0 tiene mucho sentido decir que deberiamos creet la verdad. En rea- lidad no tendria mucho sentido hablar de la verdad. Como defendf ante- siormente, una de ls sazenes fundamentales pare disponer de ua concepto de verdad es ayudacnas a distinguic entre enunciados corretos eincostec- tos. Ahora bien, sinedie se equivocars jamas, semejante concepto resultaria, ince ‘Afortunadamente pare nosotros, el relativismo simple es ingenuo. No toda eceencia es verdadera, Algunas son falsas, como atestigua todo aguel lo bastance necio como para cree: en e celativismo simple. Une dima cuestida, Los exticos conservadores se expresan con fre- cwencis coma sie relativism simple fuese la plaga del mando occidental ES RELATIVA LA VERDAD? 3B ‘sf por ejemplo, retratan a todos los estudiantes universitaios como si ‘unos profesozes chiflados, situados politicamente a la izquierda de Castro, les hubiesen lavado el cerebro para que sustribieran este tipo de relativis- smo. ¥ los profesores de filesofia, que oyen salir continuamente de ia boca de sus estudiantes lo que parecen cefensas del relativism simple, a veces Jo lama «relatvisno de estudiantes novatos», De hecho, el relativism sim- pile parece més popular de Io que realmente es. Cierto es que, en las coa- versaciones cotidianas, los ssuntos de moralidad, arte o politica suelea tl dase de «cuestiones de opinién». Cabiia denominarlos también temas dependientes de «quien lo dice», dado el uso sistemitico de dicha expre- sin cuando se traen a colacién tales temas (como cuando uso se encoge de hombres y pregunta: «/Quién lo dice?»). Lo curioso de tales cuestio- nes, desde luego, es que todos tenemos apasionadas opiniones al especto La pena de muerte, los derechos de los homosexualeso el control de armas, son temas que nos preccupen. Por ello, cvando pregustamas «¢Quiéa lo dicen, la respuesta es: nosotros mismos. Més xin, todos ceconocemot que puede haber opiniones mejores y peores acerca de cualquiera de estos atu tos: unas opiniones son seacillamente mejor inforinadas, mas coherentes ‘9 mucho mis interesaates que otras Incluso pensamos que unas opinio- nes (dos més dos igual a cuatro) son verdaderaa y otras (los humanos soa, invulacrables a las bals) son false. ¢Por qué tantos de nosotros tendemos ‘entonces « declerar que no se tate de «cuestiones de hecho», sino de «cucs- tines de opinién», y suponemos que esto significa que la verdad es rela- tiva? Parte de la razéa es simple: euando alguien dice que westo es verds- deco para mi» no esté suscribiendo necesariamente una posicin floséfic. ‘Con sume frecuencia, le expresin ees verdadero pata mi pero no para tir no es sino una versisn abreviada de «yo lo creo, tno, ai que hablemos dcoira cosa, Anilogamente ia frase ees una cuestién de opinién» es ua tapén conversacional, un modo de apearse de un debate en el que uno 20 quiere participar Este deseo es a menudo algo muy bueno, peto esos tapo- znes conversacionales nos impiden a veces mantener discusiones razonadas sobre los temas de méxima relevancia, ¥ nos animan a pensar que esta- ‘mos diciendo algo profundo (wa verdad es relativay) cuando en realidad 10 es asi, A lo sumo, estamos deteriendo la conversscién o tratando de cexpresar {aces de un modo poco afortunado} la idea de que todo el ‘mundo tiene derecho a opinar& su manera. Pero, pot supuesto, el hecho de «que deberiamos dar alos dems la oportunidad de manifestac su parecet y (hasta donde sea posible) de practicar lo que predican no implica que nadie haya estado jamés equivocade sobre nada 4 Moros cintcos [Asi pues, no demos por supuesto que alguien es un relatviss simple por el mero hecho de cue matice sus opiniones, Esto es algo que deberian tener en cuenta aquellos que gustan de acusor de todo al relativism, des- de un descenso en la partieipacin de los votantes Insta la populardad de South Park. El rlaiviseno simple es como le fabula del hombre del saco; ts incoherente y poces se lo creen. Paso ahora «una modalidad de celat- vismo mis seri, si bien todavia excema ‘LA VERDAD COMO PODER Cuando ofios hablar hoy de «relatvisma», no se hace esperar dema- siado une discusign sobre el Ihablando de los «liberales». Ambos términos son sumamente ambiguos. No obstante, para bien o para mal, a la vista esta que los pormodemos se asocian més con el relaciviemo que ninguna otra clase de fésofos, Por con- siguiente, merecen unt atente consideracién, Mis 0 menos todo el mundo conviene en que es imposible definir el pesmodemismo. Esto no resulta sosprendente, pues la popularidad del téimino obedece ea buena medida a su oscuridad, Lo populasizaron los intelectuales estadounidenses, que lo usaban como comodin para movi tmientos te6ricos que abarcaban desde el arte hasta el teatro, pasando por Ia filosofia a critica lteraria o ls arquitectura. Forzado a deci algo geae- ral sobre él, suelo invocar el tesco pero eficaz aserto de Jean-Frangois Tyotard seyén el cual el posmodemismo es la incredulidad hacia los meta- srelatos? Un etmetatzelaio» es una sueste de patréa universal de deteccién de la verdad, una teorfa 9 marco trascendental que puede empleasse para jzgar o evaluar todas Ins demés teorfas y marcos. Como advierte Stanley Fish, la mayotfa de los posmodernos tienden a pensar que no existe nada semejanie, ningin apatséa de validez y de valor que sea independiente de ‘cualquier sistema de pensemiento y de prdctica surgido histécicamente y, por ende, revisable»? No existe a «perspectiva del ojo divino» o la vsién desde ninguna pert, ya que la propia idea de una visi desde ninguna parte carece de sentido. El pensamiento humano esta ubicado en un con- texto y ete contexto es el que configura nuestro pensar problema de css curacterzaciones es que, sein c6mno se interpre ‘en, puede resultar cific diserepar de ellas. Tomada por separado, por ejem (ES RELATIVA La VERDAD? 3s plo, aiden de que «el pensamienio humano esd ubicado en un contextos ls suseribiten muchos filésofos que no se definiran as mismos come postno , tales como la comunidad cientifca, el gobierno y los medios de comunicacién, ‘Una visién seductors, sin duda; pero es dificil saber con exactitud lo que defiende Foucatls. -Esté sefalando el hecho de que la politica domi- ns lo que creamos verdadero? Esto es cierto y sumamente importante, pero no supone una concepcisn acerca dela esencia de la verdad. Por ello, ‘muchos hen considerado que Foucault estaba proponiendo una tesis mas radical: que la verdad sélo es poder. Las creencias no son poderosas por que son verdaderas; las creencias son verdaderes porque fon poderosss. Sega esta interpretacién, la tesis de Foucault es que sencillamence no ‘exsten eaunciados objetivamente verdaderos en el sentido habitual del térrino;sélo existen enunciados aceptados como verdadetos en una com sicad concreta en una época determines. Tel como lo ha expresado Barty ‘Allen, la verdad es lo gue pasa por verdad. ¥ lo que pase por verdad viene ). Pero también puede indicar sencillamente que Foucault no estéinteresedo en la cuestién metafisice de la esencia de la verdad porque piensa que le verdad no es la clase de cosa que posee una sesencie» (una concepcién que examinaremos més adelante). O tal vez iadigue que su auténtico interés es meramente histérico, el interés por la causa de que ereamos que esto 0 aquello ex verdadero. Ea todo ciso, voy adejara un lado estas cuestiones intezpretativas, Me interesa mas dilucidar si el relativismo posmederno tiene sentido que si Foucault figura o no entze sus paladines oficiales. Pongamor en caro lo ue se defiende en esta concepciéa, Seat el relatvismo posmoderno, una creencia ¢s verdaders simplemente cuando pasa por vetdadera 0 cuando se halle justificada en funci6n de las criterios aceptados en el tno de la cu ture 0 comunidad: los sistemas que dan cuenta de mmo re crear, disrbuyen 1 regulars los enunciados. Kora bien, exiles sean los critetios aceptables de cvidencis, sazonamiento,testimonio y demas dependers de las crecncias de la gente que integra dicha comunidad. Para ser més precisos: depende- ri de las cretncias de cicrtos grupes de esa comunidad, de aquellos que coatrolan los aregimenes» o sistemas de poder vigentes en ella. En efecto, nosotros (siempre que seamos «nosotros los que tengamos Ia suerte de ‘estat en el podes) decidimos lo que sicve de justficacién y asi, indirecta- ‘mente, decidimos, por ejemplo, si estd debidamentejustificada la creencia de que Oswiald disparé a J. EK. Si etijusificada conforme a ess citeios, 5 autométicamente verdadera Se trata de una concepeién dela verdad ligeramente menos subjetiva ‘que el relativismo simple, Segin esta concepcién, la verdad no es relativa en relaciéa con cads individuo, sino en relacin con los criterios de evi-

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