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Poema 13

He ido marcando con cruces de


fuego
el atlas blanco de tu cuerpo.
Mi boca era una araa que cruzaba
escondindose.
En ti, detrs de ti, temerosa,
sedienta.
Historias que contarte a la orilla del
crepsculo,
mueca triste y dulce, para que no
estuvieras triste.
Un cisne, un rbol, algo lejano y
alegre.
El tiempo de las uvas, el tiempo
maduro y frutal.
Yo que viv en un puerto desde
donde te amaba.
La soledad cruzada de sueo y de
silencio.
Acorralado entre el mar y la tristeza.
Callado, delirante, entre dos
gondoleros inmviles.

Entre los labios y la voz, algo se va


muriendo.
Algo con alas de pjaro, algo de
angustia y de olvido.
As como las redes no retienen el
agua.
Mueca ma, apenas quedan gotas
temblando.
Sin embargo, algo canta entre estas
palabras fugaces.
Algo canta, algo sube hasta mi
vida boca.
oh poder celebrarte con todas las
palabras de alegra.
Cantar, arder, huir, como un
campanario en las manos de un
loco.
Triste ternura ma, qu te haces de
repente?
Cuando he llegado al vrtice ms
atrevido y fro
mi corazn se cierra como una flor
nocturna.

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