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Federico Garca Lorca

El Duero. En Impresiones y paisajes, 1918.


Pasa el ro por Zamora, verde y manso. La enorme
calva bizantina del cimborrio se mira en las aguas
profundas... Pasan lentas las barcas sobre las ondas.
A lo lejos, entre las pardas modulaciones del terreno,
asoman los montes pobres de color... Las iglesitas
romnicas descienden por las callejas hasta el ro...
ste va lentamente arrastrando su gran prestigio de
evocaciones histricas al sonido grave y suave que
produce...
Termin la antigua historia romntica del ro... No
queda nada de lo que antes viera el agua... La historia
est quieta... Pero todava el viejo y solemne Duero
suea y ve combatiendo borrosamente a las grandes
figuras de su romance.

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