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LA ENDOSPORA BACTERIANA Y LA

ESPORULACIÓN
INTRODUCCIÓN A LA ESPORULACIÓN BACTERIANA
Algunas especies de bacterias Gram positivas (principalmente
de los géneros Bacillus, Clostridium, Sporosarcina y
Thermoactinomyces), disponen de una notable estrategia adaptativa
cuando se ven sometidas a privación de nutrientes en su medio
ambiente: si los niveles de fuentes de C, N, o P caen por debajo de un
umbral, esto constituye una señal a la célula de que se avecina un
largo período de privación de nutrientes. Entonces, la célula se
implica en una serie de complejos cambios genéticos, metabólicos,
estructurales, etc. (proceso de esporulación o esporogénesis), que
conducen a la diferenciación, en el interior de la célula vegetativa
original, de una célula durmiente (la endospora). La célula-madre (o
sea, la célula vegetativa original que generó la endospora) finalmente
se autolisa, liberando la espora, que es capaz de permanecer en
estado criptobiótico, durmiente, varios decenios, -incluso siglos. Las
esporas son fácilmente diseminadas por el aire; cuando caen en
medios ricos en nutrientes, se desencadena su germinación, se
reinicia la actividad metabólica, de modo que cada espora genera una
nueva célula vegetativa, capaz de divisón binaria, etc.
O sea, la esporulación se puede considerar como un proceso de
supervivencia “en última instancia”, la “última carta” que se juegan
ciertas bacterias Gram positivas cuando se enfrentan a condiciones
severas de hambre de nutrientes.
Significado adaptativo: Estas bacterias suelen vivir en medios
nutricionalmente pobres (suelos, hierba seca, etc.). La esporulación
es un proceso muy refinado que ha aparecido evolutivamente en una
línea filogenética de bacterias Gram-positivas, y que les permite
sobrevivir largos períodos de carencia nutricional. (Atención: NO son
estrictamente formas de resistencia).
Las endosporas son formas de reposo (y no formas
reproductivas), que representan una etapa del ciclo de vida de ciertas
bacterias, y que se caracterizan por una estructura peculiar,
diferenciada respecto de las células vegetativas, por un estado
metabólico prácticamente detenido, y por una elevada resistencia a
agentes agresivos ambientales.
La esporulación bacteriana es un sistema modelo donde se
pueden estudiar, con relativa sencillez, determinados problemas
biológicos más generales: ¿qué bases moleculares y genéticas
tiene la diferenciación de un tipo de célula a otro tipo distinto?,
¿cómo se regula el proceso en función del tiempo y del espacio?,
¿cómo se “reparten los papelesÓ los tipos celulares
implicados?, etc. Por esta razón, presenta un enorme interés para
los biólogos, interesados en escudriñar las bases íntimas de este tipo
de importantes cuestiones, tan frecuentes en los organismos
superiores.

OBSERVACIÓN DE LAS ESPORAS


Al microscopio óptico, en fresco (sin teñir), aparecen como
cuerpos esféricos, ovoides e incluso en algunas especies, cilíndricos,
muy refringentes, libres, o aún incluidos en la célula vegetativa
(célula madre).
Esporangio = célula madre + espora
El tamaño relativo de la espora, y su situación en el esporangio, son
criterios taxonómicos importantes en las bacterias esporulantes.

Según que el diámetro de la espora sea o no mayor que el de la


célula vegetativa:

Esporas deformantes
Esporas no deformantes

Según la localización de la espora dentro del esporangio:

Terminal
Subterminal
Central

Los esporangios deformantes de Clostridium son característicos:

en forma de cerilla o palillo de tambor (plectridios)


en huso (clostridios)

Tinción:
No se tiñen por los colorantes normales. Hay que forzar por
calor y/o mordientes (por ejemplo, tras teñir reforzadamente con
fuchsina, resisten decoloración por alcohol-ClH). Otra tinción muy
empleada es la reforzada con verde de malaquita.
ESTRUCTURA Y COMPOSICION QUIMICA DE LA
ENDOSPORA
Partes que comprende la endospora:

Protoplasto o núcleo (“core”, en inglés), con la membrana


citoplásmica de la espora (membrana esporal interna).
Pared de la espora (= Germen de la pared de la futura célula
vegetativa).
Corteza o córtex, rodeado externamente de la membrana esporal
externa.
Cubiertas
Exosporio (no universal: las esporas de algunas especies carecen
de él).

Micrografía electrónica que


muestra las partes principales de
una endospora

PROTOPLASTO O NÚCLEO
El citoplasma de la espora está muy deshidratado. Sus
componentes están inmovilizados en una matriz de quelatos de
iones Ca++ y ácido dipicolínico.
El citoplasma de la espora contiene altas concentraciones de
ion Ca++ (1-3% del peso seco de la espora), y de ácido dipicolínico
(DPA) (10% en peso); ambos están formando un quelato, llamado
dipicolinato cálcico (DPC), una sustancia exclusiva de las esporas
bacterianas.
Papel del DPC: Como veremos, es una “reserva de Ca2+”, que
durante la esporulación secuestra este ión, lo que tendrá un papel
importante en la deshidratación del protoplasto; durante la
germinación, la liberación del Ca2+ será fundamental en este proceso.
El protoplasto contiene un cromosoma completo, condensado, y
todos los componentes indispensables para reiniciar el crecimiento
vegetativo cuando la espora germine, pero carece de muchos
componentes típicos de la célula vegetativa:

posee una pequeña dotación de ribosomas, junto con


componentes estables de la maquinaria de síntesis de proteínas
(ARNt, cofactores, etc.)
ARN polimerasa.
nucleósidos mono- y difosfatados, pero no NTP (no hay ATP)
carece de componentes inestables: no hay ARNm, ni enzimas
biosintéticas, ni aminoácidos ni bases nitrogenadas libres,
ni cofactores reducidos (NADH; CoA)
pero en cambio, existe una gran cantidad de una serie de pequeñas
proteínas especiales (llamadas SASP, del inglés “small acid-soluble
proteins”). Cuando se produzca la germinación, estas proteínas
serán hidrolizadas rápidamente, y los aminoácidos resultantes
serán empleados en la síntesis de nuevas proteínas necesarias en
la germinación y crecimiento ulterior. Además, las SASPs están
acomplejando al ADN (induciendo en él un cambio conformacional
hacia la rara forma A, en vez de la B habitual), protegiéndolo del
daño por luz UV.
la “moneda energética” de la espora es el 3-fosfoglicerato, otra
molécula estable del protoplasto, que será convertido rápidamente
a 2-fosfoglicerato, y de él a PEP (fosfo-enol-pirúvico) al germinar la
espora (el PEP es donador de P para generar ATP).
Rodeando al protoplasto está la membrana citoplásmica
(membrana interna de la espora), una bicapa lipídica carente de
fluidez, posiblemente como resultado de su estructura policristalina.

PARED DE LA ESPORA
Situación: inmediatamente por encima de la membrana interna de la espora (ver
micrografía a microscopio electrónico, o el esquema de la ultraestructura).
Composición: a base de un peptidoglucano (PG) similar al de la célula vegetativa, con
sus característicos enlaces entre los tetrapéptidos.
Funciones: al germinar la espora, dará lugar a la pared celular de la nueva célula
vegetativa, confiriéndole, mientras tanto, resistencia osmótica.
Origen: se sintetiza a partir de la prespora, atravesando los precursores la membrana
interior que hemos citado arriba.

CORTEZA O CÓRTEX
Composición: un peptidoglucano (PG) especial, diferente en
composición al PG de la célula vegetativa:

30% del NAM tiene tetrapéptidos normales, pero el grado de


entrecruzamiento es muy bajo (6%).
15% del NAM tiene solo la L-ala inicial, en lugar de tetrapétido.
55% de una modificación del ácido murámico (lactama del ácido
murámico), producida por condensación del -COOH lactilo con el
-NH2, para formar la lactama correspondiente).
Origen: Se sintetiza a partir de la célula madre, con sus
intermediarios ensamblados a nivel de la membrana externa que
rodea a la corteza.

Propiedades de la corteza:
1) Tiene un bajo grado de puentes entre tetrapéptidos (sólo un 6%).
Ello condiciona:
a) una estructura más laxa, floja y flexible que el
peptidoglucanonormal, capaz de expandirse en ausencia de
cationes que neutralicen sus grupos negativos (sobre todo del
mDAP y del glutámico de los tetrapéptidos). Esto es la base de
su apariencia de gel.
b) su rápida autolisis, durante la germinación de la espora.
2) la lactama del murámico condiciona una gran resistencia a la
lisozima.
La corteza está limitada por la membrana esporal externa,
procedente de invaginación de la membrana citoplásmica de la célula
vegetativa madre. Posee una polaridad opuesta a la de la membrana
esporal interna.

CUBIERTAS
Composición y estructura: la composición depende de las especies, pero en
general, a base de una o varias proteínas de tipo queratina, todas
muy ricas en cisteína y en aminoácidos hidrófobos, y que llegan a
constituir el 60% en peso seco de la espora. Buena parte de la
cisteína se añade post-traduccionalmente, por modificación de la
proteína inmadura. A microscopio electrónico se puede comprobar el
gran grosor (volumen) de las cubiertas, y su aspecto relativmante
denso a los electrones.
Propiedades: son muy insolubles e impermeables, e impiden la
entrada de numerosos agentes químicos, incluyendo sustancias
tóxicas. La abundancia de puentes S-S las hace muy compactas y
muy estables químicamente.

EXOSPORIO
En B. cereus es una estructura membranosa transparente, a modo de
saco cerrado, delgado y flojo, envolviendo al resto de la espora de
una forma “suelta”, despegado en principio respecto de las cubiertas
(tras la liberación de la espora, al perderse el contenido acuoso que
había entre exosporio y cubiertas, aquel se pega a éstas).
En B. subtilis y B. megaterium, el exosporio está envolviendo a
la espora de una forma más estrecha, estableciendo algunos
contactos físicos con la superfie de las cubiertas.
Composición química: mezcla de proteínas, polisacáridos
complejos, y lípidos.
Propiedades: muy resistente a enzimas proteolíticas, lo que sugiere
(pero no prueba directamente) que el exosporio puede representar
algún papel como barrera de defensa externa de la espora.

DESENCADENAMIENTO DE LA ESPORULACIÓN
Para que se produzca la esporulación, se necesitan dos condiciones
previas:
1) los cultivos bacterianos han de estar en buenas condiciones;
2) cuando cesa el crecimiento exponencial, la mayoría de las
células entran en esporulación, aunque el proceso no es sincrónico
(hay desfases entre unas células y otras), de modo que en un
lapso de tiempo relativamente breve (5,5-8 horas en Bacillus
subtilis) casi todo el cultivo aparece en forma de esporas, habiendo
desaparecido las células vegetativas. La división celular típica
de la fase de crecimiento exponencial y la esporulación son
procesos mutuamente excluyentes.
¿Qué estímulo es el responsable de desencadenar la esporulación?
Lo que detiene el crecimiento de estas bacterias y dispara la
esporulación es un estado de inanición, de carencia de nutrientes.
El nutriente limitante que puede desencadenar la esporulación
puede ser: la fuente de carbono, la fuente de nitrógeno o incluso la
carencia de fosfatos.
FASES DE LA ESPORULACIÓN
Esporulación en Bacillus subtilis o en B. megaterium, dos de las
bacterias esporuladas mejor investigadas, y que completan la
esporulación al cabo de unas 7-8 horas de su inicio, a 37ºC. Se
pueden distinguir siete fases consecutivas (además de la fase “0”
anterior a la esporulación). Cada fase se denota con un número
romano, y su duración en horas se expresa como subíndice de t, p.
ej., t2. Como veremos enseguida, cada fase se distingue por un(os)
evento(s) citológico(s) peculiar(es) y por una serie de cambios
bioquímicos propios:
Fase 0 (célula vegetativa):
Al final del periodo de crecimiento exponencial, la célula vegetativa
contiene dos cromosomas.
Fase I (t0-t1):

El material genético (los dos cromosomas) se condensa


constituyendo un filamento axial ancho, que ocupa el centro de la
célula, según su eje longitudinal. Cada nucleoide está unido a uno
de los extremos de la célula.
En vez de iniciarse una división celular simétrica (con septo
central), se forman dos espículas de la pared celular cerca de
los polos hacia el interior, rodeadas de la correspondiente
invaginación de la membrana citoplásmica. Cada espícula está
señalando una zona donde se está formando el anillo de FtsZ
(proteína contráctil de tipo tubulina)
Se sintetizan y se liberan al medio antibióticos y varias
exoenzimas. Una serie de proteasas se encargan del turnover de
proteínas intracelulares, cuyos aminoácidos constituyentes serán
empleados para sintetizar nuevas proteínas específicas de la
esporulación.
Fase II (t1-t2):

Se termina por formar un septo transversal acéntrico, cerca de


un polo de la célula, por invaginación de la membrana citoplásmica,
y deposición de nuevo peptidoglucano entre las dos membranas
adyacentes.
Cada nucleoide queda segregado en uno de los dos
compartimentos que se han formado:

un cromosoma va al compartimento pequeño (compartimento de


la preespora);
la otra copia del cromosoma va al compartimento grande (célula
madre).

En esta fase continúa la síntesis de los antibióticos y de las


exoenzimas (serina-proteasas, metalo-proteasas, ribonucleasas, a-
amilasa, etc).

Fase III (t2-t3):

Independización del protoplasto de la preespora respecto


de la célula madre. Para ello, lo primero que ocurre es la
degradación selectiva del peptidoglucano del septo que se había
depositado en la fase II (esta degradación comienza por el centro,
es decir, por donde se había cerrrado, y sigue hacia la periferia, y
en ella intervienen los productos de varios genes). Entonces, la
membrana citoplásmica de la célula madre va creciendo
unidireccionalmente alrededor de la preespora, hasta que ésta
queda libre en el citoplasma del esporangio.
Obsérvese que el citoplasma de la preespora queda rodeado por
dos membranas de polaridad opuesta: la interior tiene la
polaridad normal, pero la exterior, derivada del crecimiento de la
membrana de la célula madre, tiene polaridad invertida
A partir de esta fase el turnover (renovación) de proteínas sólo
tendrá lugar en la célula madre, deteniéndose en el compartimento
de la preespora.
Fase IV (t3-t4):

Se forma casi por completo la corteza de la espora, por deposición


de peptidoglucano entre las dos membranas. Sin embargo este PG
aún no está “maduro” .
También se deposita el peptidoglucano de la pared celular (que
constituye el germen de la pared celular de la futura célula
vegetativa).
Coincidiendo con esto, la preespora adquiere su aspecto
refráctil al microscopio óptico en fresco.
Comienza la síntesis del ácido dipicolínico (DPA), así como la
acumulación de Ca2+.
En las bacterias que lo poseen, en esta fase comienza la síntesis del
exosporio.
Fase V (t4-t5,5):

Los materiales de las cubiertas (que se habían ido sintetizando


durante las fases II y III en el compartimento de la célula madre),
comienzan a depositarse por fuera de la membrana esporal
externa.
Al final de esta fase se adquiere la resistencia al octanol.
Continúa la acumulación de DPA, que sigue secuestrando iones Ca2+
(formación del quelato de dipicolinato cálcico, DPC).
Fase VI (t5,5-t7):

La preespora madura hasta espora.


Madura la corteza (para generar el característico PG cortical, más
laxo, con su bajo porcentaje de entrecruzamientos -por actuación
de endopeptidasas- y la lactama del NAM).
Maduran las cubiertas.
El citoplasma de la espora se hace más homogéneo y más denso
a los electrones.
Por una serie de razones aún no totalmente aclaradas, la espora se
hace resistente al calor y al cloroformo.
Se adquiere resistencia a las radiaciones ultravioleta (UV).
Se adquiere resistencia a la lisozima.
Fase VII (t7-t8):

Liberación de la espora madura por autolisis de la célula madre.


las bacterias que han producido exosporio, cuando la espora sale al
exterior, este exosporio pierde su contenido de citoplasma
(procedente de la célula madre), quedando como un saco vacío y
plegado, unido a las cubiertas.
La parte superior de la figura muestra un gráfico de los principales
cambios que acabamos de comentar, expresados en función del
tiempo transcurrido desde el inicio de la esporulación.

GENÉTICA MOLECULAR DE LA ESPORULACIÓN


Las células pueden detener el proceso de la esporulación si
durante las 4 primeras fases se les suministra el nutriente que estaba
limitando y que fue responsable del desencadenamiento (efecto de
desbloqueo metabólico). Pero a partir de la fase V el aporte de
nutrientes no tiene ya ese efecto inhibidor: el proceso de la
esporulación ya es irreversible, y se dice que la célula está
comprometida (= obligada) a esporular.
El proceso de la esporulación es muy ordenado en el
tiempo y en el espacio. En su base genética existe un conjunto de
varios operones específicos de la esporulación (operones spo),
sometidos a un finísimo control genético espacial y temporal. El
conjunto de estos operones (que se encuentran en cuatro zonas
distintas del cromosoma), se denomina esporulón, y comprende más
de 125 genes. Las principales características de los operones del
esporulón son:

Los operones están inactivos durante el crecimiento vegetativo;


se van activando de modo ordenado y secuencial, para luego
ser reprimidos (una vez han actuado);
están sometidos a interacciones pleiotrópicas unidireccionales;
existe una “comunicación” regulatoria entre el compartimento de la
espora y de la célula madre (interacciones espaciales);
dentro de los mecanismos genéticos implicados en la expresión y
regulación de los distintos operones correspondientes a fases
distintas de la esporulación, un papel muy importante es el jugado
por las subunidades sigma (σ) alternativas de la ARN-
polimerasa.
CUERPOS PARASPORALES
Algunas bacterias esporuladas, como Bacillus thuringiensis, B.
popiliae y algunas especies de Clostridium, forman cristales
proteicos en el esporangio simultáneamente a la formación de la
endospora: son los llamados cuerpos parasporales.
Cada célula madre exhibe una sola inclusión, que se puede
presentar libre en el citoplasma, o bien englobada en el exosporio de
la espora. Los cuerpos parasporales pueden ser amorfos, pero los más
típicos son pseudocristales octaédricos (bipiramidales). Están
compuestos de la agregación regular de subunidades de una
glucoproteína de unos 120 kDa, sintetizada durante la fase IV.
La función de estos cuerpos parasporales en la esporulación es
desconocida (e incluso puede que de hecho, no tenga tal tipo de
función). Bajo condiciones alcalinas, se disuelven y la proteína se
convierte en una poderosa toxina para larvas de lepidópteros y
otros insectos, cuando las ingieren vía oral (pero no por vía
parenteral). Veamos cómo se produce el proceso de la toxicidad:
1. La oruga come materia vegetal que lleva bacterias esporuladas.
El cuerpo parasporal se libera junto con la espora, cuando la célula
madre se autolisa.
2. Los cuerpos parasporales se disuelven en el tracto digestivo de la
oruga (que es alcalino), la proteína sufre proteolisis, lo que la
transforma en una toxina.
3. Esta toxina altera la permeabilidad del epitelio intestinal de
la oruga, de modo que los líquidos alcalinos del intestino pasan a
la hemolinfa, que incrementa su pH por encima de 8, lo cual
termina provocando la parálisis rápida del insecto, y
finalmente su muerte.
El significado biológico más probable de este fenómeno es
que la producción de cuerpos parasporales sea una variante de la
esporulación que evolucionó durante la adaptación de estas bacterias
a sus nichos ecológicos, como una manera de asegurar la
germinación de las endosporas: la oruga ingiere los cristales junto
con las esporas. Los cristales parasporales matan a la oruga, que se
pudre. La oruga muerta y en putrefacción aseguraría un entorno
adecuado en nutrientes para que se alimentaran y multiplicaran las
células vegetativas que surgieran de la germinación de esas esporas.
Desde hace tiempo ciertos grupos de agricultores vienen
usando inóculos de bacterias esporuladas de las especies productoras
de cuerpos parasporales para rociar sus plantas y protegerlas de
insectos: estamos ante un auténtico insecticida biológico,
biodegradable, selectivo hacia las plagas e inofensivo para los seres
superiores.
La moderna Ingeniería Genética ha logrado insertar y expresar
genes codificadores de las toxinas parasporales de Bacillus
thuringiensis en plantas de cultivo. Hoy día existen millones de
hectáreas de cultivo de plantas transgénicas "Bt" (sobre todo
algodón, maíz, y patata) que dependen menos de los insecticidas
químicos merced a estos genes bacterianos (aunque ello no ha
evitado las críticas de ciertos grupos ecologistas opuestos por sistema
a todo lo que suene a manipulación genética por técnicas de ADN
recombinante).
PROPIEDADES BIOLÓGICAS DE LAS ESPORAS: SU
FUNDAMENTO
Las endosporas son células en estado de dormancia, con
una bajísima tasa metabólica (hipometabolia, la menor que existe
en el mundo vivo), y capaces de conservar su vitalidad durante
larguísimos períodos. Son muy resistentes a la acción de diversos
agentes químicos (octanol, cloroformo) y físicos (altas temperaturas,
congelación, desecación, radiaciones).
1) Hipometabolia: Poseen la más baja tasa respiratoria de todos
los seres vivos. Por ello son capaces de sobrevivir en ausencia de
nutrientes durante largos períodos de tiempo.
2) Dormancia: Esta propiedad se refiere al hecho de que la espora
tiene una gran inercia a los sustratos exógenos. Como veremos, la
espora sólo perderá la dormancia cuando se haya activado para la
germinación.
3) Resistencia al calor: Las esporas de ciertas especies resisten el
calor húmedo de 120oC durante 10 min, lo cual condiciona los
parámetros para esterilizar materiales. Esta elevada resistencia a las
altas temperaturas es un subproducto de los cambios evolutivos que
condujeron a la deshidratación como medio para lograr la
hipometabolia y la dormancia. Por lo tanto, la deshidratación es la
clave de las anteriores propiedades. (En cambio, como dijimos antes,
al menos parte de la resistencia al calor seco, es decir, en ausencia
de vapor de agua, se debe a las proteínas SASP, que protegen al ADN
de los daños oxidativos de este tipo de calor).
4) Deshidratación: El muy bajo contenido en agua de la espora
(0.3 g de agua/g de peso seco frente a los 3-4 g de agua/g de peso
seco de la célula vegetativa) hace que la espora sea muy refráctil
al microscopio óptico en fresco. Ello condiciona las propiedades 1,
2 y 3. ¿Cuál es el mecanismo de la deshidratación, base a su vez
de tantas propiedades biológicas de las endosporas? El tema es
aún objeto de debate. Vamos a exponer brevemente una hipótesis
(1989), según la cual habría 3 etapas en la consecución de la
espora deshidratada y resistente al calor:
a) En las fases III y IV el ácido dipicolínico va entrando al
protoplasto de la prespora. Simultáneamente el Ca2+ entra
desde el exterior a la célula madre por transporte activo, y de
ella al protoplasto de la prespora por difusión facilitada. Se
forma el correspondiente quelato de dipicolinato cálcico (DPC).
Este es un proceso con retroalimentación positiva, ya que
conforme el Ca2+ queda “secuestrado” en forma de quelato (lo
que significa que no hay de hecho iones Ca2+ libres en el interior
de la prespora), se facilita más la entrada de mayores
cantidades de Ca2+. Parte del Ca2+ y de otros cationes se
acomplejan también con macromoléculas del protoplasto. Todo
ello redunda en que la corteza se queda sin cationes; por lo
tanto, no hay posibilidad de neutralizar las cargas negativas del
peptidoglucano cortical , las cargas negativas de la corteza se
repelen , se produce la expansión del peptidoglucano
cortical , en su expansión, la corteza se “topa” con las
cubiertas rígidas, por lo que presiona sobre el protoplasto ,
sale más agua del protoplasto.
b) Resultado final: termoestabilización (=
termorresistencia) del protoplasto. La gran pérdida de
agua hace que los diversos compuestos del protoplasto se
compacten entre sí, lo que facilita sus interacciones con los
cationes. El resultado es la formación de un gel a base de
una matriz constituida por complejos supramoleculares,
macromoléculas y pequeñas moléculas densamente
empaquetados, unidos entre sí e inmovilizados. Parece
ser que esta es la base principal de la enorme resistencia al
calor húmedo por parte de la endospora.
5) Resistencia a los rayos UV: Parece que depende de varios
componentes:
a) absorción de luz UV por las cubiertas;
b) por el DPC;
c) pero cada vez está más claro que las proteínas SASP tienen
un papel central en esta resistencia a los UV. Como ya dijimos,
las SAPS de tipo α/β acomplejan al ADN y favorecen su
configuración de tipo A, lo cual a su vez provoca un cambio en
su fotoquímica;
d) cambio en la fotoquímica del ADN de la espora: se puede
explicar parcialmente por la misma deshidratación del
protoplasto, que impide que se formen dímeros de pirimidina
entre pirimidinas adyacentes de una misma cadena del ADN.
Por otro lado, las SASP de tipo α/β que acomplejan el ADN
hacen que en la espora la luz UV provoque otro tipo de
alteración, llamada fotoproducto de la espora (que consiste
en 5-timinil-5,6-dihidrotimina) que se produce en menor
cantidad. Aunque la acumulación de fotoproductos de la espora
puede ser igual de letal que la de los dímeros de pirimidina,
cuando germina la espora se pone inmediatamente en marcha
un eficiente sistema de reparación específico de ese
fotoproducto.
6) resistencia a agentes químicos: La resistencia de la
endospora a agentes como octanol, cloroformo, etc. se debe a
la impermeabilidad de las cubiertas, gracias a su gran
grosor y su peculiar composición a base de proteínas ricas en
aminoácidos hidrófobos y con abundantes puentes disulfuro
(cistinas). La resistencia a la lisozima se debe por un lado a la
propia impermeabilidad de las cubiertas, y a la resistencia de la
corteza.

GERMINACIÓN DE LA ENDOSPORA
La germinación es el proceso por el cual una espora se
convierte al estado vegetativo. Es mucho más rápida que la
esporulación (dura unos 90 minutos). Podemos considerar en ella
cuatro etapas, según el modelo de Foster y Johnstone (1990):
1. preactivación
2. activación
3. iniciación (o germinación en sentido estricto)
4. crecimiento ulterior (entrada en fase vegetativa)

PREACTIVACIÓN
Antes de que la espora esté en condiciones de germinar se
requiere que sus cubiertas se alteren. En la naturaleza esto ocurre
por erosión por envejecimiento progresivo. Artificialmente, en
laboratorio, se puede recurrir a algún procedimiento para alterar esas
cubiertas:
tratando las esporas a altas temperaturas, pero inferiores a su
inactivación (100oC durante unos minutos);
por radiaciones ionizantes;
por pH bajos;
por tratamiento con sustancias que posean grupos -SH libres (p. ej.,
mercaptoetanol).

ACTIVACIÓN
La activación es una etapa aún reversible, desencadenada por
un agente químico externo (germinante) presente en el medio. Este
agente es variable según las especies:

iones inorgánicos (Mn2+, Mg2+);


L-alanina en B. subtilis;
glucosa u otros azúcares;
adenina u otras bases nitrogenadas.
El germinante es detectado por un receptor alostérico a nivel de
la membrana esporal interna. Una vez que dicho receptor se activa,
adquiere una capacidad proteolítica específica que le permite romper
una proenzima que hasta ese momento se encontraba unida
covalentemente al peptidoglucano de la corteza. La enzima resultante
reconoce la lactama del NAM y comienza a hidrolizar el
peptidoglucano cortical. La consecuencia es que comienza a entrar
agua al protoplasto de la espora, por lo que la espora pierde su
característica refringencia, y se comienza a perder la resistencia al
calor.
Durante toda esta etapa el metabolismo está aún latente.

INICIACIÓN O GERMINACIÓN EN SENTIDO ESTRICTO


En esta etapa la germinación se hace ya irreversible, y se
rompe definitivamente el estado de dormancia, si bien el
metabolismo es endógeno (no depende todavía de sustancias
externas). Los principales acontecimientos bioquímicos son:

se pierde DPA, lo que supone pérdida de Ca++;


este Ca++ pasa al córtex, donde neutraliza las cargas negativas à
se favorece la rehidratación del protoplasto y su
hinchamiento, favorecido por la concomitante contracción del
córtex, mientras continúa y se completa rápidamente la hidrólisis
del PG cortical;
el 3-fosfoglicérico (3-PG) se convierte en 2-PG, y éste en PEP, que
a su vez dona su fosfato de alta energía para producir ATP;
las pequeñas proteínas SASPs se hidrolizan por una proteasa
específica que hasta ese momento estaba inactiva. De este modo
los aminoácidos constituyentes de las SASPs se reutilizan para la
síntesis de nuevas proteínas por parte de la pequeña dotación de
ribosomas y demás moléculas accesorias;
La ARN polimerasa comienza a sintetizar ARN (comienza la
transcripción de genes vegetativos).

TERMINACIÓN Y CRECIMIENTO ULTERIOR


Aparece ya el metabolismo exógeno, de modo que la espora
puede tomar nutrientes del exterior y metabolizarlos. Los eventos
bioquímicos y estructurales más notorios son:

se sintetiza ADN;
el protoplasto crece aún más;
la pared de la espora sirve como cebador (germen) para la
producción de la pared de la célula vegetativa naciente;
la célula vegetativa sale por rotura de las cubiertas, que puede
ser de tipo polar o ecuatorial. Hay que aclarar que al salir, esta
célula vegetativa se tiñe como Gram-negativa, y sólo adquirirá su
típica grampositividad después de la primera división.

Salida
de la
nueva
célula
vegetati
va al
final de
la
germina
ción.
Observa
la rotura
de las
cubierta
s

EXOSPORAS
Determinadas bacterias (Methylosinum, Rhodomicrobium)
forman esporas reproductivas por gemaciones sucesivas al final
de sus prostecas. Estas exosporas poseen una envuelta a base de
pared rodeada de una cápsula o cubierta gruesa.
QUISTES BACTERIANOS
Son células que se producen en algunas especies por
engrosamiento de la pared celular de la célula vegetativa, por
deposición de nuevos materiales externamente a la membrana
citoplásmica, al mismo tiempo que se acumulan materiales de
reserva en el citoplasma. Poseen metabolismo endógeno, y
resisten al calor, a la desecación y a agentes químicos más que la
correspondiente célula vegetativa (pero menos que las endosporas).
Ejemplos:

Quistes de Azotobacter y Bdellovibrio.


Microquistes de Mixobacterias, llamados mixosporas: sus
envueltas constan de una corteza, rodeada de cubiertas (interna y
externa). Estas cubiertas se componen de una glucoproteína muy
rica en polisacáridos.

DIFERENCIACIONES EN CIANOBACTERIAS
En las cianobacterias filamentosas (que forman tricomas) se
pueden observar dos tipos principales de células diferenciadas a
partir de las vegetativas: heteroquistes y acinetos.
Heteroquistes (= heterocistes)
Son células de término, sin función reproductiva,
especializadas en la fijación de nitrógeno molecular (N2), de
mayor tamaño que las células vegetativas.
La conexión entre células vegetativas y heteroquistes se
establece a través de un estrangulamiento de los polos de éstas. La
unión está atravesada por una serie de finos canales llamados
microplasmodesmos, que reducen al mínimo el intercambio de
sustancias entre ambas células.
Por fuera de la pared celular (que es de tipo Gram-negativo), existen
tres cubiertas:

una capa laminada interna a base de glucolípidos exclusivos de


cianobacterias;
una capa homogénea central a base de polisacáridos;
una capa fibrosa externa, también polisacarídica, pero menos
compactada.
Estas tres capas evitan la difusión del O2 al interior del
heteroquiste, lo que representa uno de los mecanismos para la
protección de la nitrogenasa (complejo enzimático que reduce el
N2 a NH4+, y que es muy sensible al oxígeno).
Pero el heteroquiste dispone de más “estrategias” para la protección
de la nitrogenasa:

aparte de los microplasmodesmos, en las uniones con las células


vegetativas adyacentes se forman sendos “tapones” de cianoficina;
los tilacoides se disponen como un retículo polar y periférico, y
carecen de ficobilisomas, por lo que no pueden realizar la
fase II de la fotosíntesis. Por lo tanto, los heteroquistes no
generan oxígeno, ya que sólo realizan la fotofosforilación cíclica.
Acinetos (=aquinetos)
Son formas de reposo que se originan a partir de células
vegetativas, por acumulación de nuevas capas de materiales
polisacarídicos por fuera de la pared celular, y por formación de
acúmulos de reserva en el citoplasma.
Resisten más que las células vegetativas los períodos de
desecación y de congelación, pero no al calor.
Cuando las condiciones ambientales mejoran, se producen
sucesivas divisiones transversales en el acineto, que finalmente se
convierte en un filamento más corto y menos grueso que los
tricomas, llamado hormogonio.

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