La casa donde mi familia y yo vivimos est provista de agua de pozo. El problema es
que esa agua, en su estado natural, no puede usarse. Si se usa para lavar la ropa, la mancha, tambin con el tiempo va dejando un residuo amarillento en las ollas de la cocina y en los lavamanos. Si hace esto al metal, a la ropa y a la porcelana, seguramente causar cierto dao a las personas si la toman por un perodo de tiempo. Es la presencia de una cantidad excesiva de minerales lo que impide que el agua pueda usarse provechosamente tal como es. Lo que hacen esos minerales, nos deja saber que si el agua va a poder usarse necesita pasar por un proceso de filtracin, que prcticamente la transforma en agua nueva, agua diferente, agua que s es adecuada y provechosa. Hay cosas que en su estado natural no pueden usarse porque hacen dao, pues para que hagan bien, tienen que atravesar por un proceso especial. El hombre en su estado natural exhibe ciertas caractersticas que en lugar de hacer bien, contaminan y hacen mucho mal a otros. Fue Jesucristo quien dijo que: Porque de dentro, del corazn de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engao, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez (Mc. 7:21-22). Si tan solo uno de estos estos contaminantes est presente en m o en ti, tenemos la capacidad para causar extenso dao a aquellos con quienes nos relacionamos. Como el agua de mi pozo, el hombre necesita purificacin. Has escuchado de uno, que como un cordero sin mancha y contaminacin, nos puede sacar de nuestra vana manera de vivir, purificando nuestras almas? (1 P. 1:18-19, 22). Te hablo de aquel que dijo: el que bebiere del agua que yo le dar, ser en l una fuente de agua que salte para vida eterna (Jn. 4:14), y el que cree en m..., de su interior corrern ros de agua viva (Jn. 7:38). Te hablo de Jesucristo, si le dejas, l es quien puede purificar tu interior.