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La opinin publica.

1) A qu se refiere la autora con la existencia de un pseudoambiente


que se inserta entre el hombre y su ambiente. Qu relacin
guarda con el trmico ficcin.
2) Qu consecuencias se tiene en el ambiente real aquello que
sucede en el pseudoambiente.
3) Que es la opinin pblica, cmo est constituida.
4) Qu rol cumple la prensa en la formacin de la opinin pblica
1- La insercin de un pseudoambiente entre el hombre y su ambiente

real. El comportamiento del hombre responde a ese


pseudoambiente, pero, como es comportamiento efectivo, las
consecuencias, si son actos, obran no en el pseudoambiente
donde el comportamiento encuentra su estmulo, sino en el
verdadero ambiente donde se desarrolla la accin. Si el
comportamiento no es un acto prctico, sino lo que llamamos,
aproximadamente, pensamiento y emocin, puede pasar mucho
tiempo antes de que haya una ruptura notable en la textura del
mundo ficticio. Pero cuando el estmulo del peseudohecho se
resuelve en accin sobre las cosas o sobre las dems gentes,
pronto surge la contradiccin. En suma, la sensacin molesta de
una mala adaptacin, ya que indudablemente, es el nivel de la
vida social, lo que llamamos adaptacin del hombre a su ambiente
se lleva a cabo por intermedio de ficciones. Por ficcin no quiero
decir mentira, sino representacin del ambiente que, en mayor o
menor grado, ha sido hecha por el hombre mismo. El campo
abarcado por la ficcin va desde la completa alucinacin hasta el
caso del cientfico que utiliza a sabiendas el modelo esquemtico,
o decide que la exactitud, ms all de un cierto nmero de
decimales, carece de importancia en su problema particular. Una
obra de ficcin puede tener cualquier grado de fidelidad, y
mientras se pueda tener en cuenta dicho grado, la ficcin no es
engaosa. La cultura humana es, en gran parte, seleccin, orden,
planeamiento y estilizacin de lo que William James llam: las
irradiaciones y los apaciguamientos fortuitos de nuestras ideas9
Alterna con el uso de ficciones la exposicin total a las mareas y
contramareas de la sensacin. No es sta una verdadera
alternacin, ya que, por ms refrescante que sea a veces mirar
con ojos perfectamente inocentes, la inocencia no es una sabidura
por s misma, si bien puede ser una fuente y tambin un
correctivo de la sabidura

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