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CCRT PTC OMcae RU ueem ECU ee cme Gerarpo G. Sancuez Ruiz "al nee Ree es ec OR RCSL Uo SLC Re Ue eee Maul Cd CTU CEL MM eM MAC Cts Tats Coy PCO OTE lace CMa eM ere Mo ee cy caso Guia de investigacién para nifios interesados en problemas erie Aen MCR aM tle Ms MM tigacion desde sus aspectos fundamentales, en un método que el autor denomina: de aproximaciones sucesivas y del conocimiento OE Co eee Te eMac t ets t i Peet eee sci ae tiet ie eerie on ec a wet Meee eae aera ce eae EMC MMU Cie Mace ea) delimitacién y abordarla. Pareciera que se niegan aspectos que bordean y dan caracter al Pee eM ee CR eM MM Mr ee Cle ce Ceo eM Megat eee ea) Ce MeL a CC MC CMM tect Ae CME Rd aut Mee ec ce RRC CM UM ety Cece CUM ert Ue CRU U CM el eek eC id Pee MR meter MCC Cea Ma etre tal manera que, al insertarse en un proceso de busquedas, el pros- eC Mc me Cee COM oT RT giéndose en los aspectos de éste, pero ademas, en una relacién muy te COM Ug eM Clee CMC aro que le son inherentes, Cue cm eS Leia CUM Cre CM gacion, podria permitirle a quienes s| in en el creativo y amplio Ce Oa das, transitar Pra Ue Y Tae) icetert79 Pager y fray ity ued par ios interesadas en problemas urbanos YR tras cuestines Dr. Luis Mier y Teraén Casanueva Rector General Dr. Ricardo Solis Rosales Secretario General Uuiversioay ‘AUTONOMA METROPOUTANA Unidas Azcapetzalen Mtro. Victor Manuel Sosa Godinez Rector Mtro. Cristian E. Leriche Guzman Secretario DIVISION DE CIENCIAS Y ARTES PARA EL DISENO Dr. Luis Ramén Mora Godinez Director D.C.G. Martha E. Alvarado Dufour Secretaria Académica DEPARTAMENTO DE PROCESOS Y TECNICAS DE REALIZACION M.D.I. Octavio Garcia Rubio Jefe de Departamento de investignciin | para nifios interesados en problemas wrbanos ye otras cuestione Gerardo G. Sancuez Ruiz ee fia’ — a) nid Azcapoto MEXICO, 2004 Primera edicién, julio del ato 2004 © 2004 UNWERSIDAD AvTOnoMA MrrkOFOLITANA, Ummpap AzcarorzaLco ISBN 970-654-872-6 ©2004 Por caracteristicas tipograficas y de edicion Micuet Anse: Porrtia, librero-editor Derechos reservados conforme a la ley ISBN 970-701-483-0 IMPRESOEN MExiCo fy PINTED IN MEXICO Amargura 4, San Angel, Alvaro Obreg6n. 01000 México. D.F. Introduccién Dentro del quehacer educativo, uno de los aspectos que observan carencias por demas significativas es el rubro de la investi- gacion. Algunas situaciones que dan cuen- ta de lo anterior pueden situarse: en los problemas; que enfrentan los estudiantes al desarrollar simples trabajos indagato- rios de alguna materia, la lenta elabora- cion de trabajos terminales, el bajo nivel de graduados que se observa en los distin- tos niveles educativos. etcétera. No son pocos los aspirantes a un titulo de licen- ciatura, maestria e incluso doctorado que, ante los complejos procesos metodolégicos que en distintos 4ambitos se les presentan, se han quedado en el intento de formar o armar un protocolo que guie su investi- gacion, y dejan de esa manera truncos sus estudios. La realidad muestra que durante su proceso de formacién, los estudiantes cursan materias ligadas a la investigacion, pero cuando se presentan espacios donde 5 Gerardo G. Sancher Rulz requieren abordar alguna problematica, sea del tipo que fuere, no obtienen los resultados deseados; y en muchas oca- siones cuando intentan seguir alguna metodologia o recomen- daciones, estos estudiantes se quedan con mayores niveles de confusion. Mas atin, esa confusi6n en la etapa de formacion en la escuela, se hace patente cuando los ya profesionistas. egresan y realizan alguna actividad que exige de un proceso indagatorio. Entendemos que los procesos de investigacion poseen particulares niveles de profundidad, distintos espacios de accion, diferentes tiempos de manifestacion, especificas formas de percibir la realidad y distintas maneras de abordarla, etcétera; a la vez entendemos que la oportunidad de realizar buenos trabajos de investigacion depende de intereses, posi- bilidades y limites del investigador. Por supuesto también creemos que dentro de esas posibilidades y limites. se encuen- tra el uso adecuado de los métodos. Por estas razones, en el trabajo que aqui se presenta, aventuramos una guia para la investigacién de problemas urbanos o de otras cuestiones, en la cual insistimos por un lado, en la necesidad de partir de una situacién real y concre- ta —que se convierte en un problema-, para ir acercandonos gradualmente a los diferentes aspectos de esa situacion a través de conocimientos significativos. Y por otro, que debe entenderse que una cosa es el método de investigacién -esto pretende serlo— y otra cosa es el método de exposicién, lo cual generalmente encontramos en muchos libros de metodo- logia, y que es con lo que se obliga a los aspirantes a investi- gadores a iniciarse en este campo. Guia de investigacién para nifios En esa via y en aras de contribuir en el proceso al que se someten aspirantes a investigadores, pretendemos que este documento, permita abordar de manera sencilla el fenémeno de la investigacién; en una condicién que posibilite reflexionar su viabilidad, sin dejar de reconocer lo propuesto en notables metodologias provenientes de muchos anos de acumular expe- riencia y conocimientos. En efecto, el trabajo no pretende invalidar metodologias, sino ubicarlas en un espacio preciso, pues consideramos que no es lo mismo aplicar una metodologia dirigida a estudiosos que se mueven en altos niveles de abstraccion, que utilizar una metodologia que aborda situaciones mas precisas —y no por ello superficiales. En ese sentido estamos ciertos de que, pese a la complejidad con que se presenta la realidad, es posi- ble abordarla de manera clara y sencilla. Para cumplir con los propésitos fijados, adoptamos un camino de trabajo que hemos denominado Método de aproxi- maciones sucesivas y del conocimiento minimo necesario. a través del cual, en un proceso que pretendemos sea muy flui- do -tal vez de ahi nuestra inquietud por sefialar a este método como algo para nifios aunque no sea para nifios-,’ invitamos alos interesados en la investigaci6n, a intentar acceder a pro- gresivos niveles de conocimiento, de acuerdo con las posibil- idades, intereses y profundidad que pretendan ante su obje- to de estudio. ‘En este punto cabe la consideracién de que siempre estamos expuestos a las influencias de la realidad y de los maestros -quienes no tienen la culpa de nuestras divagaciones-, en este caso, el titulo de la Guia proviene de un libro de Jean Francois Lyotard (1995), La posmodernidad (explicada a los nifias), libro que por supuesio, no cs para niiios. Gerardo G, Sanchez Ruiz El trabajo lo dividimos en dos partes, las cuales tienen diferentes cometidos, la primera es un planteamiento general de nuestro reducido método de investigacion, donde se descri- be y ejemplifica cada una de sus partes; argumentando la necesidad de un minimo conocimiento de la realidad. De tal manera que de esa realidad, elegimos una particular situa- cién que convertimos en problema y hacemos su plantea- miento, para posteriormente desde éste, suponer tres diferen- tes perspectivas profesionales de las que se derivardn tres diferentes hipdtesis que a la postre podrian convertirse en el mismo numero de investigaciones. Finalmente esos tres dife- rentes caminos, generaran tres esquemas de capitulado y la misma cantidad de posibles tratamientos de solucién. Con €sa manera de proceder, intentamos resaltar que a distintas posturas frente a la realidad, o en su caso, a diferentes pers- pectivas tedricas y conceptuales, necesariamente corresponden diferentes formas de enfrentarla. En esta misma parte, retomamos uno de los esquemas obtenidos. para desarrollarlo y ejemplificar la forma como se podria presentar una guia o protocolo de investigacion; dicha guia es un documento base que nos servira para iniciar el ejer- Cicio indagatorio, o lo que es igual, nos ayudara a entrar en contacto con la situacién que en ese momento nos inquieta. La segunda parte, es una propucsia para iniciar la redac- cién, esto es, a través de lo que denominamos aproximaciones Sucesivas desarrollamos uno de los protocolos obtenidos en la primera parte de esta Guia, para mostrar una posible evolu- cion de todo su contenido y, en dos posibles momentos de su avance; ello con la idea de observar el trabajo en su conjunto os ‘Gulia de investigacion para nifios 9 y no por partes. En esos avances del trabajo, pretendemos resaltar la manera como el conocimiento minimo y nece- sario va concretandose, a la vez que va consolidando el tra- bajo. Para este nivel de avance cabe resaltar, que la consolida- cién se realiza como resultado de los apayos proporcionados por la teoria, los conceptos, la historia, las estadisticas, etcétera; aspectos de los cuales se podra hacer uso, pero preci- samente en los momentos en que el ejercicio lo va exigiendo. Estos apoyos en el texto, en citas de contenido o en notas de pie de pagina son los que van haciendo crecer gradualmente el trabajo. En la parte final de la segunda parte, presentamos tres ejemplos protocolos realizados en una o dos sesiones con alumnos o profesores de areas del conocimiento distintas a lo urbano, donde se insiste en que, una investigacién puede iniciarse con lo que se conoce 0 se intuye de la situacion, y que para iniciarla, sdlo es necesario tener una idea general de la problematica a abordar. Continuamos con una serie de reflexiones que giran en torno a las posibilidades 0 los limites que puede presentar el método, si en determinados proyectos de investigacion no se consideran otras condiciones relacionadas. por ejemplo, con la economia, la sociologia o la historia. Insistimos en que la guia no niega las metodologias, la teorfa o en su caso, concep- tualizaciones; sin embargo, creemos que deben administrarse o accederse a ellas, conforme el novel investigador o el estu- dioso de problemas va teniendo acceso a mayores niveles de complejidad de su ejercicio, o de todos aquellos aspectos que como parte de la indagacion va aprehendiendo de la realidad. 10 @ Gerardo G Sénchex Ruiz Para cerrar esta introduccién es necesario agradecer a varias personas que han ayudado en las distintas etapas en el desarrollo de este trabajo, a la maesira Maribel Espinosa Castillo, quien me ayud6 a estructurar las primeras ideas para generar lo que en principio eran apuntes para mis cursos, y después, a corregir subsecuentes aproximaciones al libro; a la sefiora Maria de Lourdes Espinosa P y a la licenciada Silvia Lona Perales, por ayudarme a corregir y hacer legible el escrito; a la licenciada Araceli Zaragoza Contreras, por su apoyo en la edicién de los primeros apuntes que Ilevaron a este ahora libro, y al maestro Octavio Garcia Rubio, jefe del Departamento de Procesos y Técnicas de Realizacién de la Division de Ciencias y Artes para el Disefio de la Universidad Aut6énoma Metropolitana unidad Azcapotzalco, por su franco apoyo a mis trabajos. Uno de los problemas que de principio surgen cuando se enfrenta la necesidad de investigar, radica en creer que para iniciar el proceso debe poseerse un instrumental tedrico metodolégico que permita guiar la investigacion, y en sentido estricto esta- mos de acuerdo; sin embargo, ante tal exigencia, no pocas veces caemos en la actitud de intentar apropiarnos de ese valio- so instrumental, recurriendo a un cimulo de ensayos en libros 0 revistas para obte- ner algtin panorama o tomar una postura frente al problema. Lamentablemente, esto provoca que el prospecto a investigador, o en su caso el tesista, se pierdan en un mundo de teorias y no vean resultados concretos; situaci6n que los hace caer en el tedio, en la desesperanza y, en no pocas ocasiones, en el abandono de sus propo- sitos. Podriamos convenir que existen dos niveles en la investigacién, aquella que es puramente escolar y que conlleva finalmen- B 14 © Gerardo G. Sanchez Ruiz te a la realizacion de una tesis, y la que puede realizarse en un centro de estudios que puede estar ligado a lo académico 0 con pretensiones de arribar a conocimientos nuevos. Para el caso de Ja elaboracién de una tesis sobre todo de licenciatura o maes- tria, donde se ensefia a estructurar ideas o a investigar, debe importar que el aspirante desarrolle sobre todo aptitudes; aun- que ello no obsta para que se obtengan conocimientos nuevos, Humberto Eco al respecto sefiala: “Hacer una tesis significa aprender a poner orden a las propias ideas y a ordenar los datos: es una especie de trabajo metddico; supone construir un «objeto» que, en principio, sirve también a los demas. Y para ello no es tan importante el tema de la tesis como la experiencia de trabajo que comporta” (cursivas del autor) (Eco, 2003: 22). Otra cosa es la bisqueda de caminos 0 conocimientos en algtin campo de las ciencias, situacién que implica determi- nadas habilidades respecto al proceso de investigacion. un cierto nivel de conocimientos y una particular capacidad para reflexionar. Aun asi, cuando alguien inicia un proceso de investigacion —por el motivo que sea— siempre tiene una base minima de conocimientos —obtenidos en la vida cotidiana, en la escuela 0 en el campo profesional- que le permitira aden- trarse en aquél y, conforme avance en la busqueda, podra acrecentar esa base, a la vez que, ampliar su criterio y dis- cernir ante lo que se le presenta; para de ese modo, poder emitir reflexiones que perturben 0 revolucionen su campo de estudio: el investigador se hace en forma concomitante con la investigacién. Rojas Soriano dice que: “El proceso de construccién del conocimiento pasa, en términos generales, por tres etapas, al — — Guia de investigacion para nifos | 15 mismo tiempo, tres niveles intimamente vinculados (el des- criptivo, el conceptual y el tedrico)” (Rojas, 1985: 69). Asi, la construccién del conocimiento al inicio de una investigacién se efecttia con “la descripcién de los fenémenos con base en el contacto directo e indirecto que se tiene con ellos (observa- ciones, experimentos y experiencias)” (idem); posteriormente ~y después de anos de trabajo, y si ese es el objetivo-, se podra teorizar u obtener conocimientos nuevos. Bajo esas consideraciones, creemos que un proceso de investigacion debe ser lo mas sencillo y claro posible, de mane- ra que permita al investigador, generar un trabajo fluido y atrayente en cualquier problematica que esté tratando; por lo tanto, las acciones necesarias seran aquellas que le permitan a €ste, tener acceso al problema de una forma sencilla. Brus eros Los aspectos de la guia De acuerdo con lo anterior, para iniciar un proceso de investigaci6n, creemos que de principio, se debe partir de seis aspectos fundamentales, los cuales necesariamente, se iran ampliando, segtin la profundidad exigida por el objeto de estudio;* esos aspectos requeridos son: 1. El acercamiento al problema y su delimitacion. 2. Aventurar una hipdtesis principal, junto a una serie de hipétesis secun- darias. 3. La formulacion de un objetivo gene- ral, aunado a un grupo de_objetivos especificos. 4. Definicion de los grandes aspectos e indicadores guia. 2Si se quisiera profundizar en aspectos fundamentales para la formacién de un protocolo o guia de investigacién, recomendarfamos a: Corina Schmelkes (2003), Manual para la presentacion de anteproyectos e informes de tnvestigactén (lesis), México, Oxford University Press. Y (aunque se con- sidere esquematico) a: Guillermina Baena y Sergio Montero (1980), Tests en 30 dias, México, Editores Mexicanos Unidos. 7 18 Geardo G Sénches Ruz 5. La generacion de un primer esquema que guiara la investigacion. 6. La delimitaci6n de los pasos a seguir para cumplir con el esquema de la investigacién. Seguramente aqui apareceran algunos cuestionamientos tales como: ¢y la justificacién?, dy el marco teérico?, dy el estado del arte o de la cuestién?, édénde quedé el marco de referencia?, éy el marco conceptual?, éno faltaraé un marco epistemoldgico?, etcétera. A los cuales contestarfamos: el hecho de que no sefalemos algunos de esos aspectos como indices o subindices de la investigacién, no significa que no los con- sideremos importantes; son imprescindibles e impregnan todo el proceso indagatorio. Solo que debe ponerse atencién en lo siguiente: como ya Jo sefialara aquel filésofo de nombre Carlos Marx, una cosa es el método de exposicion y otro el de investigacién. Debe entenderse que los aspectos sefalados en muchos libros de metodologia o los que las instituciones imponen para permitir el ingreso a estudios de maestria 0 doctorado, generalmente son para exponer proyectos; otra cosa es hacer la investiga- cién, en tanto su légica es otra -y aqui tratamos de resumir- la en los seis puntos propuestos. Al respecto, habria que reflexionar lo sefialado por Pierre Bourdieu quien apunta: La definicion de los problemas y la metodologia de investigacién ulllizada proceden de una tradicion profesional de teorias, de métodos y de competencias que sélo pueden adquirirse al cabo de una formacién prolongada. Las reglas del método cientifico tal como son explicitadas por los légicos no corresponden a la ee ———— Gula de investigacion para nifios | 19 realidad de las practicas, Al igual que en otras profesiones, los cientificos dan por supuesto que las teorias y los métodos exis- tentes son validos y los utilizan para sus necesidades. No tra- bajan en el descubrimiento de nuevas teorias, sino en la solu- cién de unos problemas concretos, considerados como enigmas (puzzles): por ejemplo, medir una constante, analizar o sinteti- zar una composicién, o explicar el funcionamiento de un orga- nismo viviente. Para ello utilizan como paradigma las tradicio- nes existentes en su 4mbito (Bourdieu, 2003: 34). Por lo tanto, consideramos que los seis puntos arriba enlistados forman una base elemental y logica para iniciar un trabajo de biisqueda o investigacién, pues creemos que abor- dados en ese orden, generaran la parte medular de la inves- tigacién; posteriormente a lo obtenido, se le podran anexar los aspectos exigidos por alguna institucién 0 por algtin méto- do ortodoxo. Ante esas consideraciones debemos reflexionar que, aspec- tos como la justificacion en un ejercicio indagatorio, existen en tanto hay un interés por la problematica que se ha elegido: épor qué el o los interesados se plantean ese problema y no otro? De acuerdo con ello convengamos en que las primeras apreciaciones sobre la problematica o las primeras inquie- tudes respecto al fendmeno, forman parte de la justificacién, de ahi que consideremos que, de principio, no es necesario explicitar una justificacion para iniciar el ejercicio. Siguiendo lo mismo, creemos que uno de los mayores obstdculos que enfrentan los estudiantes, es tener que elabo- rar un marco teérico -una estructura de ideas con las cuales podemos interpretar nuestra realidad. Y en efecto, es nece- 20 @ Gerardo G. Sinchez Ruiz i sario entender que tanto un investigador de alto nivel o en su caso un principiante, poseen formas distintas de apreciar la realidad, cada uno segtin su experiencia, y ello indudable- mente conlleva una postura teorica diferente; y es que cuando argumentamos nuesiras motivaciones personales 0 profesio- nales sobre el porqué del estudio de este o aquel problema, estamos haciendo implicito un marco teérico. De igual mane- Ta, la informacion abundante o elemental que tengamos sobre el problema sera resultado del nivel de conocimiento e inter- pretacion que poseamos de la realidad. Modificar una postura personal que se sustenta en una forma particular de apreciar la realidad, no es tarea que se efectie en un corto tiempo, porque esas posturas han lleva- do toda una vida en ser construidas; de ahi que las posibles transformaciones de esa forma de percibir la realidad, por parte de alguien/que se inicia en el estudio de algtin fend- meno, seran minimas considerando el tiempo que se otorgue a la elaboracién de una investigacion, y ello si el novel inves- tigador logra aprehender lo mas posible su objeto de estudio. No debemos saturar a los alumnos con un bagaje teérico inacabado, que en ocasiones no es asumido por ellos, pues €n no pocas ocasiones busca satisfacer las preferencias tedri- cas de sus profesores y, tal vez, es ajeno a su realidad. En cambio, si debemos conducir a los alumnos en un proceso de investigaci6n concreto y real que, conforme vaya siendo abor- dado exigira apoyos teéricos, conceptuales, histéricos, etcéte- ra;° esto es, estamos seguros que se obtienen mejores resul- Zi ‘SI se quisiera abundar en el tema podrian revisarse: Felipe Pardifias (1988), Meto- lologia y técnicas de investigacién documental en cienclas sociales, México, Siglo XXI. e—____ + Guia de investigacién para nifos | 2) tados cuando se buscan apoyos teéricos conforme los exige el trabajo de indagacion, que cuando se satura de ellos, o en su caso, son ajenos a la perspectiva que en ese momento tiene cl prospecto a investigador. Obrar de otra manera, es arriesgarse a caer en la situaci6n de ajustar la investigacion al marco tedrico -y en ocasiones “con calzador’—. Es aqui donde reivindicamos la necesidad de una investigacion a través de conocimientos concretos, significativos y dosificados. Entendamos que €l sustento teérico lo exigira el trabajo de manera paulatina y progresiva, y conforme los aspectos conjuntados por éste requieran ser aclarados o sustentados; acerca de la manera de descubrir la verdad, un “descontinua- do” fildsofo de nombre Mao Tsetung sefialaba que un buen método de anélisis era partir del conocimiento sensorial y desarrollarlo activamente convirtiéndolo en conocimiento racional; y que luego, se partiera del conocimiento racional para guiar la transformacién de los mundos subjetivo y obje- tivo. Mas puntualmente, sefalaba: “Practicar, conocer, practi- car otra vez y conocer de nuevo. Esto se repite en. infinitos ciclos, y con cada ciclo, el contenido de la practica y el conocimiento se eleva a un nivel mas alto” (Tsetung, 1975: 37). Es necesario, desechar la practica bastante errada por parte de nosotros los profesores de obligar a los alunos a leer diferentes autores, para ver “con quién coinciden’, o “con quién se quedan”; pese que al final les impongamos ese “soporte”, pues en muchas ocasiones lo escribe para cumplir un requisito, para halagar a su tutor o para demostrar que también “usa teoria”. Admitamos que los cambios de percep- cion de la realidad analizada, se iran concretando en la medi- 22 © Gerardo G. Sinchez Ruiz da en que se vaya aprehendiendo el objeto de estudio, para qué llenar al estudiante de autores —que en su medida debe ir conociendo-, cuando por el caracter de su pertenencia cul- tural o profesional habra algunos que él mismo rechace, no los entienda o que tal vez nunca los utilice. Desde este punto de vista, antes de acometer un proceso de investigacion, procuremos no ver en los noveles investi- gadores que se inician en este camino, que debe ser sencillo, a tedricos de la altura de Carlos Marx, Manuel Castells, Jiirgen Habermas o Pierre Bourdieu; estos y otros generadores del conocimiento cientifico, se formaron a través del andlisis de sus realidades, no olvidemos que Marx antes de convertirse en marxista era hegeliano y antes de ser hegeliano era sim- plemente Carlos. ACERCAMIENTO AL’ PROBLEMA Y SU DELIMITACION La definicion del problema es fundamental, éste se precisa a partir de que aparece como una situacién que nos inquieta, que nos esta rompiendo esquemas y que nos invita a indagar sobre ella porque queremos asir sus principios o sus elemen- tos para alcanzar ciertos fines. Desde esa perspectiva, un problema puede presentarse como una situacién andmala o exitosa, pero se presenta como problema porque desconoce- mos su dinamica 0 sus caracteres. Algunas situaciones que podrian delimitarse como problemas podrian ser: los aspec- tos que de su contorno estudio Luis Barragan para hacer arquitectura y llevar su obra a ser un éxito a nivel mundial; a Guia de fnvestigacion para nifios | 23 las condiciones que llevaron a la Plaza Meave a ser un éxito como espacio comercial en la ciudad de México, mientras Acrépolis fall6; las razones por las que pese a los continuos esfuerzos de planeaci6n, la ciudad de México sigue mostrando algunas situaciones indeseadas; las causales que motivan a los alumnos de disefio a quejarse de los muebles en su escue- la; etcétera. No es abordar una problematica en sentido esiric- to, es definir una situacién como problema de anilisis con el que queremos enfrentarnos y del que queremos beneficiarnos conociendo su dinamica y sus diversos aspectos. Dados esos preambulos, creemos que el problema se puede abordar, desde un conocimiento minimo que se tenga del proceso de investigaci6n, mismo que a grandes rasgos puede ser proporcionado por el profesor. En este punto debe quedarnos claro que, un proceso de investigacién iniciado por un estudiante, no puede prescindir de una buena guia metodologica, y ésta debe ser ofrecida por aquél; pero como ya apuntamos, en una condicién reducida. Asi, a partir de un conocimiento minimo de los procesos de investigacién y estimulados por el interés que despierta en nosotros la exis- tencia de un problema, podemos iniciar nuestro ejercicio.* Entonces, para dar inicio a un proceso indagatorio debe- mos partir de la existencia de una inquietud respecto a cierta situacién, esa inquictud pudo haber sido creada al prospec- to a investigador o al alumno que esta en pos de una tesis: pero no debe imponérsele y menos dibujarsela en el aire. Ello +£n referencia a este conocimiento mfnimo, el sefialado Mao Tsetung apuntaba: “Al comienzo, el conocimiento es puramente sensitivo. Al acumularse cuantitativamente este conocimiento sensitiv se produeciré tn salto y se convertiré en conocimiento racional, en Ideas, Este es el proceso del conocimiento” (Tsetung, 1975: 286). 24} Gerardo G. Sanchez Ruiz es por demas importante, en tanto al acudir con nuestros profe- sores 0 asesores para Solicitarles apoyo para la realizacién de un simple trabajo escolar o alguna tesis, en muchas ocasio- nes nos recomiendan “elegir un tema”; a la postre ello es un error debido a que se confunde a quienes se inician en el que- hacer de investigar, pues al pretender elegir un tema se puede caer en la abstraccién y, el tema, perderse en el infinito. Al contrario -como ya se argumenté-, una situaci6n anémala o exitosa, existe, inquieta y esta rompiendo nuestros esquemas; por ello es preferible plantear un problema a escoger un tema. La definicién de un problema, obliga a reflexionar, exige un particular tratamiento. y a él se debe llegar a través de aclarar situaciones, sujetos, espacios territoriales y tiempos donde se produce, Amado Cervo y Pedro Bervian nos dicen que un “Problema es una pregunta que envuelve intrinseca- mente dificultad tedrica o practica, a la cual se debe hallar solucién” (Cervo y Bervian, 1993: 51). Aunado a lo anterior, es importante que el planteamiento de un problema no se con- funda con el abordamiento de un conjunto de problemas de investigacion involucrados en un gran fendmeno; es ahi donde se necesita la agudeza del prospecto a investigador y, de manera importante, de quien lo guia.* Hablar del problema y detectarlo, nos permite entrar de lleno en las especificidades de la investigacién, en la delimita- cién espacial y temporal e incluso nos coloca en situaciones teoricas aunque aim no se expliciten. Si el problema concierne °Carlos de 1a Vega Lezama sefala: “Un investigador experimentado sabe que con- viene trabajar con un problema a la vez y no con un conjunto de problemas, por ello, cada uno de éstos debe delimitarse cuidadosamente, es decir, aislarse de otros proble- mas para poder ser estudiado en forma conveniente” (De la Vega, 1994: 42). —————— Guia de investigacion para nifos | 25 a una colonia, un municipio o algtin estado de la Republica, casi de manera automatica definimos su ambito territorial; si nos inquietan situaciones que ocurren en el presente o que ocurrieron en el pasado, nos acercamos a la definicién del espacio temporal del problema. Y si a ese problema lo defini- mos desde una disciplina profesional a saber: la antropologia, Ja arquitectura, el derecho, la sociologia, la ingenieria, el dise- fo, etcétera, estamos sumandole de principio una particular apreciacién, desde la cual y sin ninguna duda, se derivaran Iimites teéricos generados por la pertenencia disciplinar de la que proviene el investigador. En referencia a esa cuestion, Javier Centeno Avila explica que la delimitacién del problema eva implicito el “concretar, el campo de estudio de la investigacion; determinar los cle- mentos especificos del problema, senalar los limites teoricos, fijar los limites temporales, establecer los limites espaciales y definir las unidades de observacién” (Centeno, 1985: 89). Sin dudarlo -como sosticnen muchos metoddlogos-, el planteamiento del problema, es por demas importante debi- do a que es el punto de partida de lo que se pretende, en tanto que al delimitar un hecho, hacerlo claro y colocarlo en una con- dici6n manejable, nos permitira avanzar de manera adecua- da en los otros aspectos de nuestra investigacion. Al respecto, y siguiendo a Umberto Eco -cuando se refiere a la “elecci6n de un tema’-, diriamos que, un problema debe corresponder a los intereses del novel investigador, que las fuentes le sean ase- quibles y manejables, y que “el cuadro metodolégico de la investigacién esté relacionado con su campo cultural” (Eco, 2003). Gerardo G. Sincher Ruiz £n esa misma via, debe tenerse en mente que la delimi- tacion de un problema conduciré al investigador hacia resul- tados esperados, de tal manera que los datos o informaci6n obtenida, pueda sustentar gencralizaciones u ofrecer elemen- tos para generar soluciones; en ese mismo sentido, debe con- siderarse que los resultados de una investigacion deberan tener un futuro usuario, un cliente que los compre porque le pucden ofrecer algun beneficio. De acuerdo con lo sefalado y para ir afinando nuestra perspectiva respecto al significado de un problema, podemos decir que dentro de las grandes ciudades, hay situaciones criticas —o que en algtin caso son exitosas— las cuales pode- mos percibir y que realmente nos inquietan, algunas podrian ser: la falta de transporte en la colonia Ampliacién Santiago de la delegacion Iztapalapa en el D.F, la inexistencia de vivienda adecuada para muchos de los habitantes de la periferia de la ciudad de Tijuana, el incremento de las rentas a las viviendas entre los sectores medios de la ciudad de Guadalajara, la inse- guridad en las calles de la ciudad de México, la incomodidad de los asientos en un microbis. el “ruido visual” producido por el maremagno de anuncios, eteétera. Estos son problemas tangibles e inquietantes, existen y requieren alguna interven- cién de nuestra parte, por lo tanto, alguno de estos u otros problemas pueden atraer el interés del investigador e iniciar- se de ese modo, un proceso indagatorio. Asi y sin hacer gala de una elevada abstraccion, traiga- mos a la mente un hecho que en la actualidad esta afectando a todos los que habitamos la ciudad de México: la inseguri- dad que priva en sus calles; esa inseguridad indudablemente representa un problema, en tanto existe, nos inquieta y nos crea una desestabilidad en el presente 0 desde hace algin. tiempo. Luego entonces y en la consideracién de que un plantea- miento del problema posee dos aspectos: la enunciacién del problema y las caracteristicas de ésle; intentemos un peque- no planteamiento del problema: Planteamicnto del problema De finales de los afios ochenta a estos dias, en la ciudad de México se ha incrementado abruptamente el fenomeno de la inseguridad, la cual ha venido alterando en forma preocupante la cotidianidad tanto de habitantes como de visitantes. Esa inse- guridad se ha manifestado, a través de robos a mano armada en calles, transporte colectivo, casas habitacién, comercios, etcéte- ra; violaciones tanto a mujeres como a infantes; riflas entre bandas juveniles; extorsiones por parte de los diferentes cuerpos policia- cos; entre muchos otros casos. Con estas y otras manifestacio- nes, la vordgine delictiva ha provocado que la poblacién habite entre la incertidumbre y el temor, lo cual la ha llevado a exigir a través de diversos medios y ante distintas autoridades, una pronta atencién a la problematica.* Este es un planteamiento inicial del problema, un plantea- Miento que surge de nuestras primeras impresiones del mismo; y del cual estamos intentando ofrecer, primero su existencia real -la enunciacién del problema-; segundo, las principales carac- teristicas que presenta y como se manifiesta, a saber, asaltos, tobos, incertidumbre, rifias, temor, etcétera; tercero, donde se "Otro aspecto del método de investigacién que presentamos, y que debemos desta- car, es proponer una primera redaccién que resulte, de un primer acercamiento a la reali- dad; este primer acercamento puede realizarse, en una o dos cuartillas, las cuales por oproximaciones sucesivas y un conocimiento minimo necesario, iran ampliandose. 28 @ Gorarde G. Sénchoz Ruiz presentan las desavenencias que para este caso ocurren en calles, transporte colectivo, viviendas, etcétera, y cuarto, desde cuando el problema representa indices de preocupacion en la ciudadania debido a los estragos que ha causado. Entonces, en un primer acercamiento y cuando iniciamos la investigacién, pretendemos sefialar aquellas caracteristi- cas que se observan de la realidad, e insistimos, esos rasgos se tienen presentes porque en este momento estan rompien- do nuestros marcos referenciales 0 nuestros esquemas de esta realidad: sobre todo por el antecedente de que esa inse- guridad, hace unas tres décadas, no adquiria condiciones preocupantes ni nos habia afectado. Para este nivel de avance debemos tener presente que al inquietarnos el problema, seguramente ya leimos algunas notas en el periddico, algunos articulos en revistas, consulta- mos libros y ya comentamos con alguna gente, de tal manera que con ello podremos redondear nuestra vision del proble- ma; a la vez que contaremos con algunas posturas 0 enfoques respecto al mismo. Lo anterior sera algo equivalente o algo mas dosificado, de la practica de revisar el estado del arte o de la cuesti6n; aqui la diferencia seria que aparte de ir cono- ciendo lo que existe en la materia, ello alimentara nuestra perpectiva del problema. Indudablemente se esta de acuerdo con De la Vega Lezama cuando sostiene que la revision de documentos, “evita investigar lo ya conocido y permite dar a ciertos problemas enfoques nuevos” (De la Vega. 1994: 49). De obtener mayores elementos de la problematica, tal vez encontremos errores 0 carencias en los enfoques generados por otros interesados en la materia, y por ello, una mayor = Guta de investigacién para nitios justificacién para abordar la problematica; mas adn, la posi- bilidad de conjuntar y, en ese sentido sintetizar enfoques, nos conduciré a la construccion de mejores alternativas de solucién, si ello es parte de nuestros objetivos. LA CONSTRUCCION DE LAS HIPOTESIS El segundo paso en nuestro proceso de investigacion es aven- turar una 0 varias explicaciones del porqué de la manifesta- cin del problema. Estas explicaciones representan las diferen- tes causas que en primera instancia uno identifica como las generadoras del fenémeno, en ese sentido y siendo reiterativos, no requerimos de una gran abstraccion para intentar explicar las causas. En esta etapa del ejercicio, se necesita una explica- cién casi de sentido comtin —que no deja de ser ciencia-, pero que por su sencillez, sea capaz de proporcionarnos las prime- ras luces respecto al fenémeno. Aqui hariamos una precision: para el caso, optamos por una serie de hipdtesis; no obstante, debe tenerse presente que otro camino para confrontar la realidad lo brinda un conjunto de preguntas, por ejemplo: équé relacién hay entre la violencia existente en la ciudad y el desempleo?, dla falta de infraestructura incide en la generacion de hechos delicti- vos?, qué tanta responsabilidad tiene la sociedad civil en el incremento de la violencia?, etcétera. Luego entonces, durante el proceso nos encontraremos con un sinntmero de posibles causas y necesariamente tendremos que someterlas a un ejercicio de jerarquizaciOn, con la salve- dad de que cuando surjan ya tendremos mas elementos pat@ decantar la causa que mejor explique el origen del problema. Gerardo G. Sinchez Ruiz Entonces, al cumplir esta parte del ejercicio, habremos obteni- do la hipétesis principal y, a partir de ella, podremos delimitar una serie de hipdtesis que definimos como secundarias, de complemento o de ampliacién de conceptos o cuestiones.” Insistimos en que tanto la hipétesis principal como las hipotesis secundarias, deben formularse como resultado de una simple reflexién de lo que se est4 observando, posterior- mente la misma complejidad del trabajo exigira un mayor nivel de conceptualizacién, con lo que podremos arribar a una mejor explicacién del problema. Al ocurrir esto, necesa- riamente habremos de regresar a nuestras hipdtesis para darles un mayor contenido, y de ese modo, mayor sustento y posibilidad de éxito a nuestro trabajo. La explicacion sobre el porqué del problema nos Ilevara a visualizar diversas causas de su origen y a suponer la pree- minencia de alguna sobre las otras, ello responder, al nivel de aprehension de la realidad y a la forma en que la estemos interpretando, es aqui donde pesaran, a parte de nuestras pertenencias profesionales, nuestra amplia o escasa forma- cin teorica. También aqui se podra confirmar que a especi- ficos puntos de vista respecto a la realidad, corresponderan diversos enfoques de las hipdtesis. De ese modo, al asumir y tratar de comprobar las hipote- sis, el problema se conducira a través de especificas 6pticas de interpretacién, diversas formas de abordarlo y puntuales alternativas de solucién. En ese orden, debemos tener presente "El ya citado Mao Tsetung, en su trabajo “Sobre la contradicci6n”, sefiala: “{...1 si en un proceso hay varias contradicciones, necesariamente una de ellas es la principal, Ja que desempeia cl papel dirigente y decisivo, mientras las demas ocupan una posi- cion secundaria y subordinada” (Tsetung, 1975: 98). Guta de investigacion para nifos| 31 que identificar las verdaderas causas del problema es una con- dicion de primera importancia, porque a medida que logremos un mayor conocimiento de ellas, podremos sugerir soluciones mis solidas. Aqui la intuicién se construye, en tanto que al apropiarnos de mas elementos de andlisis, visualizaremos de mejor manera los distintos aspectos de nuestra problemiatica.* Ya senalébamos que las diversas maneras de ver la reali- dad pueden llevarnos a explicar de diferentes modos las deter- minantes de la problematica analizada. En esa via, para el pro- blema que hemos planteado aventuraremos diversas hipotesis y, para el caso, intentaremos generar tres, que podrian proceder de areas profesionales especificas y, por lo tanto, de diferentes Posturas e intereses frente al mismo problema. Esas posturas podrian generar, tres trabajos con sus propias particularidades, ya que responderan a tres maneras de percibir la realidad y de abordarla, lo que determinard el cardcter de las soluciones que finalmente generen. Asi, desde la primera postura, sera posible generar una hipotesis muy propia de la problematica -entendida como explicacién-, y podria quedar de la siguiente manera: Hipotesis principal (linea 1) 1/ La actual ola delictiva que se presenta en la ciudad de México es resultado de lo equivoco de las politicas econémicas "Al respecto Amado Cervo y Pedro Bervian, sostienen que: “La hipétesis equivale, habi- tualmente, a una suposicion verosimil; probable o rebatible por los hechos, los cuales deci- dirén, en ultimo caso, la verdad o falsedlad de lo que se pretende explicar” (Cervo y Bervian, 1993: 24). En el mismo intento de explicar el cardcier de las hipétesis, Rojas Soriano sefiala; “la hipétesis es aquella formulacién que se apoya en un sistema de conocimientos organiza- dos y sistematizados y que establece una relacién entre dos o més variables para explicar y predecir en la medida de lo postble, aquellos fenémenos de una parcela ceterminada de la realidad en caso de comprobarse Ia relacién establecida" (Rojas, 1985: 107) 32 @ Gerardo G. Sanchez Ruz aplicadas por el Estado; las cuales, teniendo como guia al libera- lismo, han generado una paulatina caida de los empleos y los sala- rios; lo que ha obligado a determinados sectores de la poblacién a delinquir para de ese modo acceder a cierto tipo de satisfactores. Indudablemente esta hipstesis podria provenir de un econo- mista, un socidlogo o un politdlogo, en tanto muestra mayor peso hacia lo econémico y lo social, por ende aqui se empieza a dibujar un enfoque particular a la vez que una determina- da postura teérica, conceptual y metodolégica respecto al problema. En esta via, como hipotesis secundarias de esta postura, podrian servirnos las siguientes: Hipotesis secundarias (linea 1) 1.1/ La imposibilidad de acceder a empleos por su inexisten- cia o bien por ser de baja remuneraci6n, ha motivado a grupos im- portantes de la poblacién citadina a buscar a través de distintos medios, el sustento diario; no importa que uno de esos medios sig- nifique atentar contra el pairimonio de otros. 1.2/ La aplicacion de las politicas neoliberales a instancias del Estado mexicano. en el contexto de una economia débil, per- mitié un ajuste entre sectores empresariales que originé un rela- tivo crecimiento de los grupos empresariales fuertes y un paula- tino cierre de empresas, que por su debilidad estructural no resistieron la aplicacién de las politicas sefaladas. Una segunda vision de la problematica que se esta anali- zando, podria explicarse de la siguiente manera: Hipotesis principal (linea 2) 2/ La inseguridad que actualmente priva en las calles de la ciudad de México es consecuencia de la desintegracion familiar que acontece en la sociedad mexicana, que no ha permitido edu- car a los hijos en un ambiente familiar sélido, con buenos nive- les de educacién y autoestima; esto ha orillado a los productos de estas familias a canalizar la falta de comunicacién con sus padres hacia la sociedad en su conjunto. Hipotesis secundarias de esta hipdtesis principal po- drian ser: Hipotesis secundarias (linea 2) 2.1/ La sociedad mexicana hoy en dia esta sujeta a la accién de una multitud de mensajes, provenientes de los distin- tos medios de comunicacién, que han trastocado tanto los esti- Jos de vida y aspiraciones de los diversos grupos de la sociedad, como las relaciones interpersonales, 2.2/ La inexistencia de programas de educacién que per- mitan a determinados sectores de la ciudadania distinguir entre reglas, normas y leyes, a través de las cuales se rige la familia y la sociedad, ha producido un rompimiento de los ambientes familia- res, mismo que hoy se expresa en el incremento de la delincuen- cia y la inesiabilidad que afecta al conjunto de la sociedad. Finalmente, una tercera percepcion de la realidad -se insiste, desde otra area profesional-, explica la problematica, desde la perspectiva de la siguiente hipétesis: Hipotesis principal (linea 3) 3/ Una de las vertientes de inseguridad que se vive en la ciudad de México, se presenta como un fendémeno inducido por la falta de infraestructura y equipamiento adecuados; esta situa- cién provoca que en los espacios descuidados 0 con escasez de servicios, sucedan hechos delictivos, mismos que hoy afectan a grandes sectores de la poblacion. 4 o “Gerardo G. Sinchez Ruiz Las hipétesis secundarias de este punto de vista, podrian plantearse de la siguiente manera: Hipéotesis secundarias (linea 3) 3.1/ El crecimiento anarquico y segregado de la ciudad de México no ha permitido planear su desarrollo, lo cual se traduce en adecuados niveles de infraestructura en algunas zonas de la misma; mientras que en otras existen preocupan- tes carencias. 3.2/ La atencién sectorizada que han ejercido los distintos gobiernos de la ciudad de México ha generado espacios con buenos niveles de infraestructura y equipamiento, y otros con la carencia de éstos; tal situaciém ha proyocado que en zonas especificas de la ciudad, se preserite|un mayor mimero de hechos delictivos. Hasta aqui repéresé en el hecho -como ya apuntébamos-, de que a cada intento, de explicacion, corresponde una forma especifica de percibir la realidad y, por lo tanto, la proble- mitica; asimismo, se observa que en el conjunto de hipétesis -principal y sus complementarias-, puede haber aprecia- ciones procedentes de estudiosos de la economia, la socio- logia, la antropologia, el trabajo social 0, en su caso, de la ingenieria; ademas, en cada punto de vista ya se perciben determinadas posturas teoricas. Seguramente y, ante la imposibilidad de cumplir con otras expectativas, desde la perspectiva de otro investi- gador, las hipétesis aqui yertidas podrian mostrarse como complementarias 0 secundarias; para algunos mas, exclu- yentes o bien, a juicio de alguien muy exigente o con un enfoque diferente, todas podrian ser errdneas 0 falsas. Esto debe considerarse sustancioso, pues al investigar se nos — Guia de investigacion para nifios | 35 plantean dudas que Ilevaran a reflexionar y a revisar lo que estamos haciendo. Volviendo a nuestras hipdtesis, para algtin socidlogo o economista, las hipétesis sefaladas con el nimero 1 podrian ser las que mejor explican el problema, debido a que inciden en la base econémica de donde se derivan todas las formas del comportamiento social, en este caso las que genera la delincuencia. Para un trabajador social, las hipotesis con ntimero 2, serian las que brindan un mejor cuadro de la situacién, ya que pretenden partir del comportamiento del nucleo de la sociedad para explicar el fenémeno. Y tal vez para un practico -un ingeniero o un arquitecto-, las signadas con el namero 3 no lograrian explicar los problemas, pero si serian las que podrian guiar acciones inmediatas de atenci6n. Sea el punto de vista que fuere, la que definamos como la causa principal de nuestro problema guiaré la investigacion y, por lo tanto, impondra a su contenido, un determinado caracter. Aqui, exhortamos a los profesores a brindar una buena orientaci6n a los alumnos, sin que los envuelvan en contenidos tedricos 0 conceptuales, en el momento preciso que se elaboran las hipétesis. Convenimos, sin embargo, en que en las hipotesis existen determinadas condiciones y. en efecto, algunas son teéricas, pues habra que discrimi- nar entre tipos de hipétesis, conocer sus partes, incidir en Su operacionalizacién, determinar su veracidad o falsedad, etcétera; pero, reconozcamos también que complejizar hipdtesis corresponde a metoddlogos y no precisamente a ingenieros, arquitectos o simples estudiantes, éstos en espe- 36 Gerardo G, Sanchez Ruiz es, cial requieren una referencia sencilla para elaborar una inves- tigacién muy puntual.? Continuando con el método, obsérvese que se pretende apoyar cada hipétesis principal, en este caso, con dos hipdte- sis secundarias, las cuales pueden crecer en nimero. En este sentido, es preciso tomar en cuenta que las hipotesis secun- darias deben estar fntimamente relacionadas con la princi- pal, pues ayudan a disgregar la perspectiva de ésta y por lo tanto, facilitan su comprobacién. Un aspecto por demas importante, es cuidar que las hipétesis secundarias manten- gan una delimitacion que evite desviar la atencién del pro- blema hacia oiras situaciones que, aunque podrian estar rela- cionadas con la problematica analizada, pueden no resultar importantes y si provocar pérdidas de tiempo al investigador. EL DESPLIEGUE DE LOS OBJETIVOS El tercer paso de la Guia de investigacién para nifios..., con- siste en delimitar los objetivos. Aqui nos pueden ayudar algunas reflexiones: équeremos conocer sdlo el problema?, édeseamos aciuar en contra de él?, den qué nivel de profundi- dad queremos incidir?, écon qué recursos contamos para realizar la investigacion? Para el caso, encontramos también que a cada objetivo que nos propongamos cumplir correspon- der un tipo de investigacién y acciones especificas; por lo *Ratil Rojas Soriano afirma que: “t...] la concrecion de los elementos constitutivos de las hipotesis no es mecanica ni surge por si sola; requiere de un proceso de elabo- racién mental (abstraccién) que permita entresacar aquellos elementos 0 variables rele- vantes que tentativamente expliquen u ofrezean una soluci6n (teérica) del problema. Bste proceso de afinacién es necesario puesto que ¢l investigador tiene por lo general una “hipétesis” en mente (a nivel de suposicién) en el momento o antes de que inicie la claboracién del marco teérico o conceptual, ya que por lo general posee un minimo de informacion y experiencias sobre el problema que investiga’ (Rojas. 1985: 105). e a Guia de investigacién para nifios | 37 tanto, los objetivos deben ser muy precisos, pues nos defini- ran qué acciones de investigaci6n realizar y en qué nivel; de esa manera. sera posible ofrecer una respuesta acorde con el problema planteado.” Los contenidos de lo que pretendemos resolver tendran que abarcar diferentes 4reas, vertientes o profundidades en relacion con el problema. De ahi la necesidad de esbozar un objetivo principal, que se aleanzara cumpliendo una serie de objetivos especificos, que elaboraremos después del princi- pal. Este, ademas, debe considerar como determinantes, algu- nos clementos tanto del problema como de la hipstesis. De ese modo, nuestro problema e hipdtesis 1 -en este momento convertida en nuestra linea de investigacion numero l-, se podria definir el siguiente objetivo general -el principal: Objetivo principal (linea 1) 1/Blaborar una caracterizacion, respecto a la relacién que existe entre el incremento de la inseguridad en la ciudad de México y el caracter de las politicas aplicadas por el Estado en Ja economia mexicana, con el fin de sugerir medidas correctivas dentro de aquellas politicas, con la intencién de disminuir los preocupantes indices del fenomeno. Como objetivos particulares podrian plantearse los siguientes: Objetivos secundarios (linea 1) 1.1/ Hacer un anilisis de las especificidades que ha venido asumiendo la delincuencia presentada en los tiltimos tres sexenios, en los distintos espacios que conforman la ciudad de México. °F] mismo Ratil Rojas Soriano dice respecto a los objetiv n los puntos de referencia o sefialamientos que gufan el desarrollo de una investigacién y a cuyo logro Se dirigen todos los esfuerzos” (Rojas, 1997: 57). 38 Gerardo G. Sanchez Ruiz 1.2/ Intentar una caracterizaci6n de las diferentes politicas econémicas aplicadas por el Estado en las tltimas tres gestiones sexenales, particularmente en lo que se refiere a canalizacién de inversiones, creacién de empleos y politica monetaria. 1.3/ Sugerir alternativas viables en el manejo de la eco- nomia, en la via que permitan una reactivacién sostenida sobre todo en lo que se refiere a la creacién de empleos y con el fin de incidir en los indices de actos delictivos. Para el problema e hipdtesis nimero dos, el objetivo general a cumplir podria ser el siguiente: Objetivo principal (linea 2) 2/ Realizar un acercamiento al interior de la familia citadi- na para indagar de qué manera su estructura actual y las rela- ciones entre sus miembros, inciden en los actuales niveles de inseguridad en la ciudad de México, para, de ese modo, propo- ner elementos qué permitan reencauzar los cometidos de la fami- lia dentro de la sociedad y asi contribuir a la disminucién del fenémeno de la inseguridad. Como objetivos particulares que se desprenden del prin- cipal, podriamos definir los siguientes: Objetivos secundarios (linea 2) 2.1/ Desarrollar un estudio profundo de la estructura y las relaciones que se presentan al interior de la familia citadina, Para detectar los desajustes y los rompimientos que en ella se presentan. 2.2/ Analizar algunas de las formas que ha asumido la delincuencia, relacionandolas con las caracteristicas sociales, culturales y psicolégicas mostradas por sus ¢jecutores. 2.3/ Derivar una serie de instrumentos y acciones que per- mitan incidir en los papeles y relaciones familiares, con la inten- eo a conceit tana cién de obtener un reafianzamiento del nucleo familiar, en la via de evitar su creciente descomposicion y contribuir a la disminu- cién de los hechos delictivos. Finalmente, para las hipotesis ntimero 3, el objetivo gene- ral podria anunciarse como sigue: Objetivo principal (linea 3) 3/ Concretar un andlisis comparativo entre las diversas zonas de la ciudad, que considere los niveles delictivos que han aleanzado, asi como los niveles de equipamiento e infraestructura urbana que poseen, con la intencién de encontrar desajustes que permitan actuar sobre bases concretas, en los niveles de posesién de servicios del conjunto de la ciudad, para, de ese modo y en la medida de lo posible, disminuir los alcances de la delincuencia. Los objetivos secundarios que podriamos derivar para las hip6tesis de lo que se extenderia como el trabajo numero 3 son los siguientes: Objetivos secundarios (linea 3) 3.1/ Hacer un andlisis cualitativo y cuantitativo, en relacién con el nivel de equipamiento e infraestructura de las distintas zonas que conforman Ja ciudad. 3.2/ Realizar un muestreo de los indices de inseguridad existentes en las distintas delegaciones y municipios que confor- man la ciudad de México, para detectar las zonas mas afectadas por el fenémeno. 3.3/ Correlacionar indices de inseguridad y de posesién de servicios entre las diversas 4reas de la ciudad, con el fin de sen- sibilizar a las autoridades tanto del Distrito Federal como del Estado de México, para que busquen cubrir el déficit en las zonas descuidadas y, de ese modo, contribuir en la disminucién de las condiciones de inseguridad. 40 © Gerardo G. Sinchez Ruiz Notese que, en el desarrollo de los trabajos, vamos incluyen- do espacios temporales tentativos, limites territoriales donde acontece el problema, posibles apoyos teéricos, conceptuales, estadisticos, etcétera; aunado a ello, obsérvese que los objetivos siguen una légica, a saber: e] andlisis del problema, la visualiza- cién de sus posibles causas y, en consecuencia, las posibilidades de corregirlo. Adviértase también que los objetivos especificos, deben brindarnos elementos que vayan cumpliendo con el cometido de aclarar lo abarcado por el objetivo general. Estamos ciertos de que en razon al caracter de la proble- matica analizada pueden generarse mas objetivos especificos -y en ciertas condiciones deben generarse-: pero apelamos ~como en cl caso de las hipdtesis secundarias-, a cuidar que los objetivos especificos no desborden al objetivo general y, en ese sentido, que no extiendan la investigacion mas de lo debido y de lo que nos hemos fijado como trabajo final. Pudiera ser que las hipotesis y los objetivos no expliquen lo que se pretendia, ello lo visualizaremos conforme se profun- dice en el trabajo y habra oportunidad de afinar los detalles; '! pero al principio conviene no complejizar tanto el problema. Definido lo anterior y como una nota por demas impor- tante, debe reflexionarse que los objetivos especificos disgre- gan los principales aspectos que se intuyen 0 se observan en el objetivo general, a la vez que van delineando —de hecho Umberto Eco sostiene: “Lo bueno de un procedimiento cientifico es que nunca hace perder el tiempo a los demds: también trabajar siguiendo el sureo de una hipote- sis clentifica para descubrir después que hay que refularla es hacer algo util bajo cl impulso de una propuesta precedente. Si mi tesis sirve para animar a alguien aefectuar otras experiencias de contrainformacién entre obreros (aunque mis suposiciones fuer- an ingenuas), he logrado algo util” (Eco, 2003: 47-48). o—__ - 1 Gua de investigacién paranifios | 41 pueden delinear ya— los aspectos que servirén como base para la estructuracién de nuestro esquema capitular. No obs- tante, con el fin de aclarar los aspectos que definiran el esque- ma es recomendable generar un pequefio cuadro en el que visualizaremos como a partir del problema, de las hipotesis y de los objetivos pueden generarse los grandes aspectos que definen el trabajo y de ellos, los indicadores que le daran con- tenido. LA DEFINICION DE LOS GRANDES ASPECTOS E INDICADORES GUIA Uno de los mayores problemas que enfrentan quienes se ini- cian. en los trabajos de investigacion, ocurre en el momento de empezar a recabar los datos que alimentaran al trabajo; en tanto recabar datos significa discriminar el tipo y caracter de lo requerido y no sabe uno por donde empezar, a saber: qué libros o revistas consultar, a qué bibliotecas 0 archivos recurrir, qué es lo que debe fichar; al grado de que en ocasio- nes, acumulamos todo aquello que se parezca a lo que inves- tigamos. Esta parte del proceso indagatorio es importante, ya que esa recoleccién debe dosificarse lo mas posible para evitar obtener documentos 0 datos que no van a ser trascendentes y que probablemente no se utilizaran —al menos no por el momento-; ser muy puntual en esta condicién evitara dis- tracciones respecto a los objetivos planteados, ademas de evi- tar la dilapidacién de esfuerzos. En cuanto al nivel de acopio de informacion, ya se ha sefialado que la guia construida reclamaré los datos requeridos; por lo tanto, el acopio estara 42 © Gerardo G, Sanchez Ruiz en funcién de las grandes variables e indicadores definidos por las hipotesis y los objetivos, los cuales -recordemos-, también han delineando el esquema inicial de investigacion. En este caso, construiremos una pequefia tabla en la que relacionaremos hipétesis, objetivos, los grandes aspectos —-o si se quiere variables— de los que obtendremos informacién y los indicadores que puedan dar luz a la indagatoria preten- dida. Para el caso, se recomienda partir del hecho de que en un amplio movimiento dialéctico, un problema es matizado por una causa y un efecto, en ese sentido creemos que un determinado problema puede caracterizarse como resultado de identificar dos grandes aspectos que se encuentran muy relacionados y que se definen uno en funcion del otro y el otro en funci6n del uno. Y es que en algunas partes de la metodologia ortodoxa, se exige a los alumnos identificar las variables dependientes e independientes en un problema 0 proceso, y por supuesto se les mete en problemas debido a que particularmente en las ingenierias, es sencillo decir que y esté en funcion de x, esto es: y=flx); y de que y es la variable dependiente y x es la inde- pendiente. Sin embargo, en un proceso social, en determina- dos momentos y, “en tltima instancia”, una situacion podra depender de otra, porque entre ambas situaciones hay dependencia; y para el caso, esa condicién nos basta para definir nuestras variables. En consecuencia, de los grandes aspectos de nuestro problema —las variables- habra4 que determinar sus pecu- liaridades -o sus indicadores. Asi, para el problema, hipote- sis y objetivos de la linea 1, tenemos el siguiente cuadro: Gule de investigecion para nifios | 43 Hipotests Objetivos especificas particulares Problema resumidas resumidos Varlabies indicadores La Inseguridad 1, Los obsticulos 1.Hacer un Delinctiencia. Asaltos a gue priv para conseguir empleo andlisis de las ‘ransedintes enlactudad hamotivado a grupos —_caracteristicas Ya casas, robo de de México. importantes de la asumidas por la automéviles, zonas poblacién a atenlar aeuncuenca en més critieas de la contra el patrimonio los diferentes iudad y némero de otros. espacios que de asesinatos, conforman la ciudad de México, 2, Laaplicacién de las 2. Caracterizar_—_Politicas, Areas de inversion, politicas neoliberales Jas politicas del neoliberales. _rubros ateudidos, por el Estado mexicano, Estado en las comportamiento de ha orillado aun ‘dltimas tres empleos, escala de reciente desempleo _gestlones salaries, indices sexenales, de desempleo y niveles de inflacién, Apréciese que de manera resumida, en el cuadro se toman como punto de partida dos hip6tesis secundarias que se rela- cionan con dos objetivos, los cuales presumiblemente las com- probarén; con esa relaciOn se definen variables y los probables indicadores que de principio nos ayudaran a buscar informa- cion para nuestro proyecto. Asi, para la linea 2 -o proyecto de inyesligacion 2-, la tabla correspondiente queda de la siguiente manera: Hupotests ‘objetvos especificas particulares Problema resumidas resumidos Variables Indicadores La inseguridad 1. La no distincién 1, Hacer un Delincuencia, Asaltos a que priva de regias, normas —_analisis social, transeintes ya enlaciudad — yleves.atravésde cultural y casas, robo de de México, las cuales se rigen la psicolégico de automéviles, zonas familia y la sociedad, los ejecutores de mas criucas dela harotoambientes —_ la delincuencia. ciudad, nimero familiares e de asesinatos. incrementado la pertenencia social delincueneia, de los ejecutores, edades y ‘eseolaridad. 44 @ Gerardo G.Sénchex Ruiz HMipétests Objettvos especificas parttculares Problema resumidas resumidos Vartabies Indieadores 2. La familia 2 Desarrollar un Grupo familiar. Componentes de ‘mexicana esta sujeta _estudio de la Ja familia, actividad aunamultitud de estructura y las realizada por cada mensajes, que relaciones, miembro, grados de rastocan susestlios —_faunillares, para ‘cohesién familiar, de vida, aspiraciones, _detectar desajustes escolaridad, calidad asi como las yrompimientos de vida. relaciones en ésta. _en éstas. pperspectivas a futuro, Finalmente, para nuestro proyecto de investigacion numero tres, el cuadro que delinearia el tipo de informacion quedaria asi: Hipstests Objertvos esperificas particulares Problema resumidas resuumidos, Vartables Indicadores Ta inseguridad 1. Los distintos 1. Hacer un Condiciones dé la Porcentajes de que priva goblernos han andlisis cualitativo infraestructura _alumbrado, grades enlacludad atendidode forma —_y cuantitativo del el equipamiento. de pavimemtaci6n. de México, sectorizada ala nivel de puestos de policfa, ciudad de México, eqitipamiento € indices de generindose, infraestructura con cobertura en espaclos con altos que se ha dotado transporte y zonas nlveles de a las distinias. abandonadas infraestructura y _zonas de la ciudad. en la ctudad. equipamlento, v otros, con amplias carencias, 2.Lafaltadeuna 2. Realizar un Delincuencla. indices de asaltos a infraestructura miuestreo de los transeuntes y a adecuadaen los indices de ‘casas. robo de eas0s del alumbradoinseguridad en las automéuiles, piiblico.transporte, delegaciones y niimero de uestos de vigilancia, municipios que asesinatos y zonas fteétera, han ineidido hoy conforman a la ‘con mayores én el aumento dela cludad de México, niveles de delincuencia en para detectar las ocurrencia de Ja chudad. zonas mas afectadas. delitos. Reparese en que en los cuadros se toman en cuenta las relaciones entre las hipdtesis y los objetivos mas importan- —_______ Gulia de investigacién para nifios | 45 tes, que son los que a su vez proveen su mayor sello al tra- bajo; posiblemente aparezcan necesidades en términos de his- toria de la ciudad o de las poblaciones, para el caso, recurrien- do a la misma mecanica de disgregar, estos aspectos se podrian considerar como variables y, por ende, de ellos podran derivar- se los indices correspondientes. Una situaci6n que merece reflexionarse: es que al princi- pio de esta guia ya se habia fijado una posicién respecto al marco te6rico, si fuera necesario elaborarlo, esto es, si nues- tro trabajo exigiera que los sustentos tedricos se exterio- rizaran y se plasmaran en algunas cuartillas, eso que seria un marco te6rico, se redactaria tomando como base los grandes aspectos que se han definido en cada una de las lineas de tra- bajo. De ese modo, para el caso, los grandes aspectos que podrian precisar el contenido del marco teérico de la linea de trabajo ntiimero 1 serian: la ciudad, la delincuencia y las politicas publicas; de la linea 2, la ciudad, la delincuencia y Ja familia; y de la 3: la ciudad, la delincuencia y los servicios ptiblicos. Pese a esta posibilidad, se debe tener bien definido el problema para construir un marco teérico. UN ESQUEMA INICIAL PARA LA INVESTIGACION El esquema inicial para la investigacién es una parte de la guia que debe permitirnos cumplir los objetivos planteados; €n otras palabras, el esquema debe convertirse en una guia que permita contrastar las hipdtesis y visualizar el contenido Teal del trabajo a realizar, Bajo estas condiciones, el capitu- Jado en su conjunto debe mostrar el problema en un buen nivel de disgregacion, visos de que al tratarse cada uno de los 46} Gererdo G.Sanchez Ruiz topicos involucrados, se podra comprobar la hipétesis -o tal vez no-, y por supuesto, debe cumplir con el objetivo general; en esa misma via, cada uno de los capitulos, deben satisfacer en su medida cada uno de los objetivos especificos plantea- dos.'? Por ello en esta parte es fundamental revisar dete- nidamente el caracter de los objetivos, porque en la medida en que sean claros nos ayudaran a concretar, de mejor mane- ra, capitulos o subcapitulos de nuestra investigacion -sin ser esto una regla. Es necesario tener presente que al aventurar el primer esquema de nuestra investigaciOn, se tratara de un esquema tentativo y posiblemente no se parecera al capitulado que obten- dremos al concluir el trabajo; recordemos que por aproxima- ciones sucesivas construiremos nuestro objeto, por lo que el esquema ira modificandose en tanto vayamos aprehendiendo los diversos aspectos que conforman el estudio y en la medida en que hagamos gala de reflexion en torno a sus relaciones. Es muy comin que, como estudiantes, nos aferremos a nuestro primer esquema, y se entiende, ya que después de mucho trabajo y por fin haber generado un esquema con el cual pretendemos iniciar la parte fundamental de la investi- gacion, es dificil concebir que en un momento dado ya no sirva. Debemos considerar, entonces que el proceso de inves- tigacion es un ir y yenir a través de los contenidos de nuestra “Guillermina Baena senala que el esquema es el esqueleto de la Investigacidn, “es la sintesis jerarquizada de conceptos sobre el conjunto de conocimientos que tenemos acerca del problema {...|. Es la sistematizaci6n, sintesis y gufa sobre cémo abordaremos el proble- ma. Nos permite Vislumbrar con toda claridad el enfoque y los procedimientos. La logica de a investigacion o sea la metodologfa, est dada en el esquema, aparece en los capitulos, subcapitulos y acdpites que lo conforman. El esquema jerarquiza y ordena los pasos para la obtencidn del conocimfento” (Baena, 1986: 39). Guia de investigacién para nifios 47 investigacion y que el esquema inicial sdlo representa un punto de partida; al final podran o no aparecer algunos de sus puntos, sin embargo, finalmente abrira el camino y guiara nuestro proceso. Luego entonces, para el planteamiento, hipotesis, obje- tivos y exigencias planteadas por la operacionalizaci6n de las hipotesis pertenecientes a la linea de trabajo nimero 1, un esquema inicial podria quedar desglosado de la siguiente manera: Esquema 1 Titulo: Liberalismo social y el crecimiento de la inseguridad en la ciudad de México, el periodo 1982-2000. Introduccién Capitulo I. Antecedentes: El Estado interventor, la economia y la ciudad. Capitulo 11. Las transformaciones de Ja ciudad durante los tres tltimos sexenios. Capitulo M1. La irupcién del liberalismo social y los indices de la inse- guridad. Capitulo IV. Las alternativas para la economia y el futuro de la ciudad Conclusiones Bibliografia Este esquema inicial, correspondiente a la linea de inves- tigacion numero 1, intenta presentar el andlisis de c6mo fun- Cionaba la economia antes de la aparicién del denominado ‘liberalismo social”, con el objetivo de explicar el porqué de Su irrupcion en el ambiente social mexicano; sefiala también 48. © Gerardo G. Sanches Ruiz ome SY la necesidad de apreciar cémo fue evolucionando la ciudad en los tltimos tres sexenios, en la via de intentar explicar los efectos territoriales signados por esa particular politica que en su momento manejo el Estado. Enseguida ahondamos en el conocimiento del fenémeno de la inseguridad para poder medir su magnitud y, finalmente, planteamos Jas alternativas para lograr un adecuado equilibrio en la unidad economia- ciudad. Aunque parezca redundante, debe repararse en que, con el contenido del esquema, efectivamente se esta intentando cumplir con el objetivo general; de igual manera, el desarrollo de cada capitulo pretende cumplir con los objetivos especifi- cos planteados; en consecuencia, al buscar cumplir con cada uno de los objetivos planteados, paulatinamente iremos com- probando o en su caso desechando tanto la hipétesis princi- pal como las hipotesis especificas. Esta situacién es una de las partes mas importantes del proceso. Adviértase que en nuestro ejercicio ya presentamos una tentativa de titulo. Al respecto debe considerarse que si ya se tiene un panorama mas ampliado de lo que vamos a investi- gar, ya es posible caracterizar la situacion mediante el nom- bre que le demos. Actuar de otra manera, es decir, proponer un nombre para la investigacién antes de contar con una semblanza de lo que pretendemos, puede Ilevarnos a forzar el contenido de aquélla y por lo tanto de los resultados. Ahora bien, con el titulo, se pretende enunciar de manera clara y expresiva los aspectos que a través de los capitulos bus- caremos abordar, los cuales, en este caso, son las variables ya formuladas con las que estaremos trabajando para resolver —_ = Gula de investigacién para nifios nuestro problema,'* a saber: el denominado liberalismo social, la inseguridad y el desenvolvimiento de la ciudad de México. Para el caso de nuestras hipétesis y objetivos de la linea namero 2, el esquema inicial podria estructurarse del siguien- te modo: Esquema 2 Titulo; Las formas de la descomposicién familiar y el incremento de la inseguridad en la ciudad de México, durante la década de los noventa. Introduccion Capitulo I. Educacion, la familia y la ciudad de México a lo largo del siglo xx Capitulo II. La ciudad y el incremento de la inseguridad en afos recientes. Capitulo Il. Las carencias en la educaci6n y las fracturas resentidas por la familia mexicana. Capitulo IV. La solidificacién de la familia como factor para la dismi- nuci6n de la delincuencia. Conclusiones Bibliografia * Ya habiamos sefalado que, aqui solo necesitamos saber cuales son las variables de nuestro problema: tal vez en un nivel més profundo, podra Interesarnos concep- tualizar de una forma mas puntual el concepto de variables y, de ese modo, determinar cuales son dependientes, independientes 0 nulas, pero aqui sabemos que existe una relacion entre variables y con eso basta. Pese a ello, menclonamos la definicion de varia. ble que ofrece Rojas Soriano: “Una caracteristica, atributo, propiedad cualidad que: @) puede darse o estar ausente en los individuos, grupos 0 sociedades; b| puede pre- Sentarse en matices 0 modalidades diferentes, 0.) en grados, magnitudes 0 medidas distintas a lo largo de un continuum” (Rojas. 1997; 126). Gerardo G. Sanchez Ruiz Finalmente, para las hipétesis y objetivos signados con el numero 8, el titulo de nuestro trabajo y el esquema inicial podrian quedar como sigue: Esquema 3 ‘Titulo: La segregacién en la dotacién de servicios como fac- tor de los indices de inseguridad en partes especificas de la ciu- dad de México, el periodo 1982-2000. Introduccién Capitulo I. La ciudad de México y la evolucién de los servicios al suce- derse la industrializacion. Capitulo II. Las transformaciones de la cludad y la calidad de sus servi- cios a partir de 1982. Capitulo Il. Los indices de la inseguridad y los efectos en la cludadanfa. Capitulo IV. Las posibilidades de la metropoli a partir de la posesion de servicios. Conclusiones Bibliografia EL METODO PARA ABORDAR EL TRABAJO Una vez definidos los objetivos de investigacion y bosquejado nuestro esquema inicial, prosigue la definici6n de la manera como pretendemos cumplir esos objetivos y esquema, junto con las acciones que tomaremos para lograrlos.'* Este punto nos ‘Los metodélogos hablarian aqui de la contrastacion de hipdtesis, al respecto F Carlos de la Vega sostiene: “2 método que se emplee en una investigacion es el conjunto de etapas en que se cumplen técnicas y procedimientos para poner a prueba la hipote- sis” (De la Vega, 1994: 64). —— Guia de investigacién para st lleva a considerar el conjunto y tipo de técnicas a utilizar en la investigacion, asi como el caracter que tendran los datos que pre- tendemos emplear. E] primer paso sera considerar las fuentes que utilizaremos para obtener la informacién que deseamos manejar; tal vez sean documentos escritos, o tal vez, informantes relacionados con el problema. De cualquier forma, habremos de seleccionar las técnicas a utilizar para allegarnos la informacion requerida y procuraremos que sea la més reciente. la mds fidedigna o ambas. En esa necesidad, habra que dirigir la investigaci6n hacia documentos que van desde libros, informes, memorias y folletos, hasta fotografias, anuncios y paginas electronicas; siempre teniendo presente que, tanto las fuentes, las técnicas como los insirumentos, deberan utilizarse en la medida en que los requicra la dinémica de nuestra investigacién. En lo que concierne a la consulta de materiales, debemos considerar que, si bien es recomendable la revisién de mate- tiales producidos por expertos en la materia, pues nos brinda- yan un panorama de los aspectos abordados en nuestro ejer- cicio, a la vez que nos conduciran hacia otras fuentes de apoyo, no debemos aspirar a que esos materiales nos solu- cionen nuestra busqueda de datos y, por consiguiente, nues- tro trabajo. Generalmente, buscamos materiales bibliohemerogr4fi- cos relacionados con lo que estamos analizando y aunque en un primer momento nos ayudan a cumplir de una manera mas facil nuestras intenciones, la exageraci6n en su uso dis- minuye las posibilidades de originalidad y, en ocasiones, nos predispone ante los fenémenos que analizamos. En este caso 52} Gerardo G. Sinches Ruiz s{ conviene buscar trabajos que aborden o se relacionen con lo que investigamos; sin embargo, una via mas rica es agquella que se deriva de la consulta de fuentes primarias que estén directamente ligadas con los aspectos contenidos y delimita- dos por nuestro esquema de investigacion, porque éstas dar4n mayor validez y seriedad a lo que pretendemos. Por ejemplo, para nuestro caso ntimero 1, los grandes aspectos en los que incidiremos para lograr nuestros obje- tivos -y que ya desglosamos en nuesiros cuadros- son; Linea 1 1.A. El comportamiento de la economia mexicana, del cual se destacarian: las politicas econdémicas aplicadas por el Estado y los resultados de esas politicas a nivel general, y en particular, el comportamiento del mercado de trabajo, la evolu- cién de los salarios, los niveles de vida, los grados de concen- traci6n de la riqueza, entre otros aspectos. 1.B. El desenvolvimiento de la ciudad, de éste se resalta- rian: el crecimiento de la poblaci6n, la distribucion territorial de la misma, la sectorizaci6n social de la ciudad, las condicio- nes materiales de los espacios habitados, etcétera. 1.C. Las manifestaciones de la delincuencia del que destaca- riamos: las caracteristicas de la inseguridad, el tipo de los delitos que principalmente se cometen, la temporalidad de su ocurrencia, su recurrencia, los espacios criticos en la urbe, entre otros muchos. Ala saz6n, para este caso nuestros datos los podriamos localizar en: 1.D. Una buena biblioteca, en la realidad, 0 en su caso, en instituciones especializadas en andlisis econémico tales como las escuelas de economia, el Banco de México o las oficinas de gru- pos empresariales; escuelas donde sean tratados aspectos de la criminalidad como las de derecho, asi como la Procuraduria de aad ———__ Guia de invostigacién para ninos | 53 dusticia del Distrito Federal, la de la Republica o la Asamblea Legislativa del D.F; ademas de centros donde se aborden aspec- tos de la ciudad, tales como las escuelas de planeacién 0 urba- nismo, el Gobierno del Distrito Federal y el del Estado de México, el Instituto Nacional de Estadistica, Geografia ¢ Infor- matica, alguna organizacién no gubernamenital, etcétera. Insistimos, como parte del método deberan considerarse las tareas que el investigador realizara de acuerdo con su percep- ci6n; asi que se plantearan labores de observaci6n de los aspec- tos que se estan tratando; esta condicion determinara alternati- vas en cuanto a instrumentos de apoyo, ampliando de ese modo la manera de ver el problema. Dados estos requisitos, sera posi- ble definir los tipos de técnicas a utilizar, los cuales segin el caso podrian ser la encuesta, la entrevista, la investigacién parti- cipativa, la mera observaci6n, etcétera;!* asimismo, los instru- mentos que podrian emplearse serian: cuaderno, computadora, copiadora, camara fotografica o de video, escaner, etcétera. Cabe sefialar que la tarea de obtener material de andlisis requiere haber comprendido y organizado perfectamente las téc- nicas para procurar el acopio de informacién; éstas podran ser: las fichas bibliograficas, hemerogréficas, de resumen y comen- tario, 0 en su caso, del total de documentos, entre otras. Por supuesto, las fichas deberdn definirse y realizarse de acuerdo con los aspectos exigidos por el cardcter de la investigacion; al respecto, tres muy buenos trabajos para consultar cémo registrar informacion son; Laura Cazares Hernandez et al. (1995), Técnicas actuales de investigacion documental, MEéxi- ‘De acuerdo con Amado Cervo'y Pedro Bervian, “las técnicas en una ciencia son los medios correctos de ejecutar las operaciones de interés de tal ciencia. El entrenamiento clentifico reside, en gran parte, en el dominio de estas técnicas” (Cervo y Bervian, 1993: 43). 4S “Gerardo G. Sanchez Ruiz co, vamTrillas; Loraine Blaxter et al. (2000), Cémo se hace una investigaci6n, Barcelona, Gedisa; y Umberto Eco (2003), Cémo se hace una tesis, Barcelona, Gedisa. Luego entonces, para el caso niimero 2, de acuerdo con Ja informacién anterior, los grandes aspectos a revisar serian: Linea 2 2.A. Las caracteristicas que presenta la ciudad, donde desta- carfamos: la forma como ha evolucionado tanto en extension como en la posesién de equipamiento e infraestructura; los rasgos socia- Jes que han adquirido algunas zonas, los espacios habitables, las areas conflictivas, etcétera. 2.B. Las condiciones de vida de la familia citadina, espe- cialmente: composicién familiar. grados de escolaridad, formas de relacién entre miembros de las familias, costumbres. etcétera. 2.C. Las formas como se ha manifestado la delincuencia; para denotar: las expresiones de los hechos delictivos, las carac- teristicas de sus ejecutores, la pertenencia social de los ejecu- tores, la patologia de los delincuentes, los niveles de escolaridad del mismo, etcétera. Los lugares donde obtendriamos informacién especifica podrian ser: 2.D. Las escuelas de plancacién y urbanismo, el Gobierno del Distrito Federal y el del Estado de México, el Instituto Nacional de Estadistica, Geografla e Informatica; organismos como el Hos- pital General, el Centro para el Desarrollo Integral de la Familia, jas escuelas de trabajo social o el Instituto Mexicano del Seguro Social; escuelas donde sean tratados aspectos de la criminalidad, por ejemplo, las escuelas de derecho, la Procuraduria de Justicia del Distrito Federal y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. A la vez, sera necesario obtener datos como resultado de entre- vistas a un buen nimero de familias. Guia de investigacién para niios | $5 Para el caso de nuestras hipotesis, operacionalizacién y objetivos senalados con el namero 3, habra que buscar infor- macion relacionada con los siguientes aspectos: Linea 3 3.A. El desenvolvimiento de la ciudad de México; del que destacaremos; las formas que ha asumido su expansi6n, la mane- ra como se ha distribuido la poblacién a lo largo de su territorio, Ja forma como se ha sectorizado socialmente la ciudad, etcétera. 3.B. Las condiciones de la infraestructura y el equipamiento; aqui resaltaremos: cémo se ha comportado la dotacién de infraes- tructura y equipamiento; las caracteristicas de la infraestructura y el equipamiento de acuerdo con las zonas de la ciudad, las areas bien dotadas, los espacios con deficiencias, etcétera. 3.C. Las caracteristicas que presenta la inseguridad, aqui observariamos: las formas como se manifiesta la inseguridad, las caracteristicas de los hechos delictivos, su recurrencia, las zonas donde se presentan, las horas con mayor incidencia, eteétera. Para este caso, algunos lugares donde encontrariamos ese tipo de datos serian: 3.D. Las escuelas de planeacién y urbanismo, el Gobierno del Distrito Federal y el del Estado de México, el Instituto Nacional de Estadistica, Geografia e Informatica, eteétera; las delegaciones poli- ticas y los municipios, la Comisién Federal de Electricidad ylaCom- paitia de Luz y Fuerza del Centro, la Direccién General del Trans- porte; y también las escuelas donde se traten aspectos de la crim! nalidad, como las escuelas de derecho, la Procuraduria de Justicia del Distrito Federal y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Estamos ciertos de que, si bien los enfoques presentados se derivan de una misma problematica, cada enfoque viene asumiendo particularidades propias desde las hipétesis. Por 56 © Gerardo G. Sinchez Ruiz 3-7 Jo tanto para cubrir los objetivos planteados, debemos enfa- tizar que la informacién requerida necesariamente adoptara el caracter otorgado por el interés del investigador y por la perspectiva establecida para la investigacion. Aqui vale la pena senalar que con el desarrollo de la tecno- logia y el uso de las computadoras, la elaboracién de fichas de trabajo se facilita en tanto que la informacién de las fichas queda en archivos y a la mano, de ese modo los datos requeridos se usan —sobre todo cuando se cita textualmente- con sdlo copiarse. Sin embargo, no debemos perder de vista que lo fichado no necesariamente formara parte del trabajo, y que al final tendremos excedentes en investigacién; exce- dentes que previamente nos ayudaron, porque a partir de esa informacién pudimos discriminar datos o situaciones que nos sirvieron para comprobar, variar o desechar, las prime- ras hipdétesis que guiaron a nuestro trabajo. Desde esa perspectiva, leer libros, acumular y en su caso procesar informacion que posteriormente no se utilizara, no representara trabajo perdido, en tanto sirvio para mejorar nuestro criterio de seleccién; mas atin si se considera que, de irnos especializando ahora si en el tema, en un futuro esa informacién y las reflexiones realizadas, nos ayudaran a acceder de manera mas sencilla a otras vertientes de lo que abordamos como problema inicial.'® apg EB Cuanto a la necesidad de dosificar las lecturas, Loraine Blaxter et al. sostienen: Es comin dedicar mucho tiempo a la lectura y menos a otros aspectos de la investi- Sacion. Trate de obtener un panorama bibliogréfico lo més pronto posible a fin de evaluar Su extensién y a la vez comprender a fondo las partes que ulllizara cn su trabajo. Luego pase re eeen Propiamente dicha, pero volviendo siempre a la lectura para refres- car, verificar'y actualizar sus conocimientos” (Blaxter, 2000: 162-163). EI protocolo 0 proyecto de investigacion CAPITULO En esta parte, presentamos un resumen de uno de los casos que hemos venido tratando, jo desarrollaremos de manera muy basica para ejemplificar lo que seria el protocolo 0, €n su caso, el denominado proyecto de inves- tigacion. Asi, en este apartado de la Guia, nos apoyaremos en el planteamiento del problema y esquema niimero 3. Antes debe- mos aclarar que no discutiremos si esta ver- tiente de la problematica incide directamente €n sus origenes; para el caso, abordaremos una hipdtesis que al ser desarrollada, podria desecharse, o bien podrian rescatér- sele algunos aspectos. Por lo tanto debe entenderse que aqui solo adoptaremos esta vertiente con el fin de ejemplificar el aspecto de la Guia que ahora nos ocupa, o sea: generar el proto- colo de investigaci6n. Salvado lo anterior, Ja linea niimero 3 ya conjuntada podria presentarse de la siguiente forma. 1. Titulo La segregacién en la dotacién de servicios como factor de los indices de inse- 37 58 © Gerardo G. Sanchez Ruiz f guridad en la ciudad de México, durante el periodo 1982- 2000. 2, Planteamiento del problema De finales de los afios ochenta a estos dias en la ciudad de México se ha incrementado abruptamente el fendmeno de la inseguridad, la cual ha venido alterando en forma preocupante la cotidianidad tanto de habitantes como de visitantes. Esa inse- guridad se ha manifestado, a través de robos a mano armada en calles, transporte colectivo, casas habitacion, comercios, eteéte- ra; violaciones tanto a mujeres como a infantes; rifas entre ban- das juveniles; extorsiones por parte de los diferentes cuerpos policiacos; entre muchos otros casos. Con estas y otras mani- festaciones, la voragine delictiva ha provocado que la poblacién habite entre la incertidumbre y el temor, lo cual la ha llevado a exigir a través de diversos medios y ante distintas autoridades, una pronta atencion a la problematica. 3. Hipétesis principal Una de las vertientes de inseguridad que se vive en la ciudad de México, se presenta como un fendmeno inducido por la falta de infraestructura y equipamiento adecuados; esta situacion provoca que en los espacios descuidados 0 con escasez de servicios, sucedan hechos delictivos, mismos que hoy afectan a grandes sectores de la poblacién. A. Hip6tesis secundarias a. El crecimiento anarquico y segregado de la ciudad de México no ha permitido planear su desarrollo, lo cual se traduce en adecuados niveles de infraestructura en algunas zonas de la misma; mientras que en otras existen preocupantes carencias. b. La atencién sectorizada que han ejercido los distintos gobiernos de la ciudad de México ha generado espacios con buenos niveles de infraestructura y equipamiento, y otros con la Guia de investigacin para ninios [39 eanonela de éstos; tal situacién ha Provocado que en zong especificas de la ciudad, se Presente un mayor ni oe hechos delictivos. sea 4, Objetivo principal Concretar un andlisis comparativo entre las diversas zonas de la ciudad, que considere los niveles delictivos que han aleanzado, asi como los niveles de equipamiento e infraestruc- fare, urbana que poseen, con la intencién de encontrar desa- Justes que permitan actuar sobre bases concretas, en los nive- les de posesion de servicios del conjunto de la ciudad, para, de ese modo y en la medida de lo posible, dar propuestas para dis- mainuir los alcances de la delincuencia. A. Objetivos secundarios a. Hacer un anilisis cualitativo y cuantitativo, en relacién con el nivel de equipamiento e infraestructura de las distintas zonas que conforman la ciudad : b. Realizar un muestreo de los indices de inseguridad existentes en las distintas delegaciones y municipios que con- forman la ciudad de México, para detectar las zonas mas afec- tadas por el fenédmeno. : ¢. Correlacionar indices de inseguridad y de posesion de servicios entre las diversas reas de la ciudad, con el fin de sen- sibilizar a las autoridades tanto del Distrito Federal como del Estado de México, para que busquen cubrir el déficit en las zonas descuidadas y, de ese modo, contribuir en la disminucién de las condiciones de inseguridad. 5. El primer esquema de trabajo Titulo: La segregacién en la dotacién de servicios, como factor de los indices de inseguridad en la ciudad de México durante el periodo 1982-2000, do G. Sanchez Ruiz ee Introduccién CAPITULO I . La Cindad de México y la evolucién de los servicios al sucederse la industrializacion. ; 1.1. Las determinantes en el desenvolvimiento de la ciudad. A _ 1.2. Las formas adoptadas en la dotacion de servicios. CAPITULO IL P Las transformaciones de la ciudad y la calidad de sus servicios a partir de 1982. , IL.1. Crecimiento poblacional y expansién urbana en aflos recientes. ; IL.2. La distribucién desigual de los servicios en la ciudad. CAP{TULO I ! Los indices de la inseguridad y los efectos en la ciu- dadania. : IIL.1. Las formas que ha venido adoptando la inse- ridad. 4 . IIL.2. Nivel de servicios e indices de inseguridad. CAPITULO IV Las posibilidades de la metrépoli a partir de la pose- sion de servicios. : D IV1. Las alternativas en la dotacion de servicios. Iv2. La participacion ciudadana y la busqueda de espacios seguros. Conclusiones Bibliografia minima a utilizar Noétese que en la definicién del proyecto de investigacion, realizamos una ampliacién a nuestro primer esquema, en ésta, para tratar de fragmentar cada capitulo en oss o tres subcapitulos; asi, al disgregar cada uno de los capitulos, los ee Guia de ivestincion para nitos | 61 subcapitulos resultantes seran tan precisos que en su conte- nido abarcardn lo que en su conjunto cada capitulo pretende destacar. Por otro lado, insistimos en que los aspectos que son abordados por la metodologia ortodoxa, también son retoma- dos en un esquema como el que aqui se presenta, aunque ello no sea tan explicito. Reiteramos 1. La justificacién aparece en la misma delimitacién del problema. 2. El marco tedrico esta sustentando una forma de observar y de percibir la proble- mitica. 3. El marco conceptual se vislumbra en los concep- tos que van describiendo y explicando la problematica aborda- da. 4. El marco epistemolégico esta implicito en el cuerpo de ideas que se manejan. 5. El marco de referencia est4 presente en el contexto en que se sittia la problematica a la vez. 6. La operacionalizacién de las hipétesis, se contempla con la misma disgregacion de los capitulos en subcapitulos y en la necesidad de datos muy especificos. En esta parte de nuestra guia para nifios, accedemos a dos distintos momentos de un probable avance de la investigacion, y para el caso, continuamos con los derrote- ros sefialados por el esquema ntimero 3; estos dos acercamientos al problema —que en otros momentos de la investiga- ciOn deberan tender a la “n” version-, deben presentar dos distintos niveles en la pose- sion de informaci6n. més atin, el segundo acercamiento y los subsecuentes, deberan reflejar fielmente, la suma potenciada tanto de la informacién que ya estamos reca- bando, como la forma en que estamos per- cibiendo la problematica abordada. Esta parte de la redaccién es de suma importancia, es poner a consideracion de posibles interesados lo encontrado, lo des- cubierto 0 lo construido en el proceso de investigacién; podra haber sido impor- tante lo construido en el proceso de inves- tigaciOn, pero si no se expone, se cae en la situacion de que habra que archivar nues- 65 66 Gerardo .Sénchez Ruiz tros resultados, ahi habria que atender a Karin Knorr-Cetina quien senala: Los objetos cientificos no s6lo son fabricados técnicamente en los laboratorios, también son construidos de manera inseparable- mente simbélica y politica mediante unas técnicas literarias de persuasi6n determinadas que pueden encontrarse en los articulos cientificos [...] (citado en Bourdieu, 2003: 44-45). Ante esa necesidad un requisito de nuestro método es avanzar en un primer momento, sobre todo el esquema de la investigacion; es decir, debemos plantearnos como tarea: desde hacer una pequefia introduccién, hasta legar a emitir una serie de primeras conclusiones; este requisito dentro de nuestro método tiene la finalidad de ir observando lo mas posible, el desarrollo del trabajo en conjunto y no en partes. Aunque en un momento determinado del avance, el investi- gador caera en la necesidad de ir alimentando al esquema, en los capitulos para los cuales por alguna razon haya conseguido un cierto tipo de datos —en ocasiones hasta por casualidad. Un simil de esta forma de ir ampliando nuestro ejercicio, lo podemos comparar con la elaboracién de un articulo de periédico, éste como una reflexién de primera intencién, se estructura en una extensién que puede ir —dependiendo del género- de tres a cinco cuartillas; indudablemente, este peque- no avance debe explicitar como partes fundamentales: una introducci6n, un desarrollo y unas conclusiones. Posterior- mente este articulo como resultado de la profundizaci6n en el tema, el uso de datos més precisos y la introduccién de algunos apartados, puede ser conyertido en un articulo de revista. Final- EE “a — = Gula de investigacién para nitos| 67 mente ese articulo de revista puede transformarse en un libro, a través de convertir sus apartados en capitulos de un libro; pero ademas de utilizar datos mas precisos los cuales proceden de un cierto nivel de experimentos, de una manera mas precisa de aprehender la realidad o del uso de docu- mentos especializados. Al respecto, se tiene que estar consciente de que el investi- gador tiene sus limites y que lo que escriba de principio, sera el nivel que en ese momento tiene del objeto de estudio; el nivel de conocimiento no puede ser otro, Por eso se esté en un pro- ceso de obtencién de conocimientos. No se debe tratar de obtener el tiltimo resultado con el primer acercamiento, tam- poco la gran interpretacién del fenémeno que se esta tratan- do; 0 tal vez, el conocimiento deslumbrador al utilizar frases apantalladoras procedentes de los pensadores de moda. Tenga- mos presente que la redaccién es también un proceso que Tequiere disciplina, conocimiento y reflexion, eS a La construccién del primer acercamiento CAPITULO Para realizar un primer acercamiento a nuestra linea de trabajo 3, es necesario -reiteramos-, tener presente que estamos desarrollando un conjunto de ideas en un plano muy general, donde gracias al esque- ma de investigacién que nos guia, podemos empezar a tratar el problema desde el prin- cipio y con una vision de conjunto; por ende, siempre podremos observar la evo- lucién de nuestro trabajo, de sus primeros aspectos hasta los tltimos. Desde esa pers- pectiva, tenemos que partir del desarrollo de las ideas generadas como resultado de los contactos tenidos con el problema; ademas, apoyados por el uso de algiin tipo sencillo de informacién que se relacione con el tema, pero exigida por el esquema del trabajo. Esta informacion puede provenir de inicio, de algunos periddicos, revistas, de la revisién superficial de un texto 0, de Ja misma realidad. Aqui volvemos a reiterar la necesidad de emprender una investigacién, motiva- 69 70 @ Gerardo G.Sincher Ruiz dos por la existencia de un problema con el que tenemos con- tacto y no con un tema, debido a que si se esta en relacion con el problema, aparte de percibir situaciones procedentes de éste; tal vez y de acuerdo con su magnitud, diferentes esiu- diosos podrian estar abordando algunas de sus particulari- dades y, por lo tanto, de ellos podremos obtener un primer paquete de informacion. Ampliando lo anterior, un primer desarrollo del esquema debe Ilevarnos a un nivel de poder desarrollar, uno o dos parrafos de cada uno de los subcapitulos; de manera que las primeras ideas nos vayan senalando necesidades en cuanto a informacién, aclaraciones respecto a enfoques tedricos 0 a conceptos, requerimientos estadisticos, planos, etcétera. En ese mismo sentido, al intentar desarrollar un capitulo, subca- pitulo o simple p4rrafo, el ejercicio debe conducirse bajo la misma dindmica en la forma de abordarlo; es decir, cada uno de esos subcapitulos o simples parrafos y, en cualquier nivel de profundidad, debe concretar ideas las cuales deben poseer una estructura ldgica, a saber: una introduccién, un desarrollo y una serie de conclusiones. Por consiguiente y con la advertencia de que, con el esquema que sigue, intentamos ejemplificar la manera de ir avanzando en la redaccién a través de proporcionar algunas gulas para tal fin -por ello no es necesario leer todo el ejer- cicio-, un primer acercamiento al esquema 3 podria quedar de la siguiente manera: LA SEGREGACION EN LA DOTACION DE SERVICIOS, COMO FACTOR DE LOS INDICES DE INSEGURIDAD EN LA CIUDAD DE MEXICO DURANTE EL PERIODO 1982-2000 Introduccion De finales de los afios ochenta a estos dias,-en la ciudad de México se ha incrementado abruptamente el fendmeno de la inseguridad, la cual ha venido alterando en forma preocupante la cotidianidad tanto de habitantes como de visitantes. Esa inse- guridad se ha manifestado, a través de robos a mano armada en calles, transporte colectivo, casas habitacién, comercios, etcéte- ta; violaciones tanto a mujeres como a infantes: rifias entre ban- das juveniles; extorsiones por parte de los diferentes cuerpos policiacos. Este maremagno delictivo ha tomado tonos muy par- ticulares en determinadas zonas de la ciudad, haciéndose muy notoria sobre todo en sus periferias donde son comunes los robos a casas habitacién, las violaciones, los asaltos a mano armada, etcétera. Esa inseguridad que se presenta en particulares zonas de Ja ciudad, indudablemente tiene lugar, como un fenémeno indu- cido por las condiciones economicas que presenta el pais, pero particularmente acontece, por la falta de una adecuada infraes- tructura y equipamiento la cual al mantener espacios en descuido o en niveles de escasez, permite en esos espacios la generacion de hechos delictivos. De acuerdo con lo arriba sefialado, este trabajo se propone concretar un anélisis de la ciudad de México en términos cuali- tativos y cuantitativos, a partir de los niveles delictivos observa- dos y los niveles de equipamiento e infraestructura poseidos por aquélla, ello con el fin de visualizar los indices de atencién © de falta de atencién en determinadas zonas, y observar desa- justes que permitan dimensionar los problemas; para de ese modo, actuar sobre bases concretas en los niveles de servicios ne Gerardo G. Sanchez Ruiz poseidos por zonas especificas de la ciudad y, en esa via y en su medida disminuir la ocurrencia de delitos. CAPITULO I. LA CIUDAD DE MEXICO Y LA EVOLUCION DE LOS SERVICIOS AL SUCEDERSE LA INDUSTRIALIZACION Al arribar la ciudad de México a la década de los ochenta, las contradicciones construidas a lo largo del siglo en ella, dicron muestra de un territorio con fuertes desigualdades y graves caren- cias, mismas que ya no sdlo alcanzaron a los grupos deprimidos, ya que éstas también alcanzaron a sectores medios y altos. La crisis a la que arrib6 el pais a partir de 1982, se manifesto como una crisis que puso en tela de juicio las politicas aplicadas por los gobiernos, ademas de agudizarse algunas de las contradic- ciones existentes en el pais y particularmente en la urbe. Aqui la responsabilidad del Estado fue importante, ya que al dirigir gran parte de sus recursos para buscar rescatar a la iniciativa privada —como una exigencia empresarial-. al disminuir sus gas- tos, disminuyé en la metrépoli la introduccién de condiciones para su funcionamiento, particularmente en sus partes periféricas. I.1. Las determinantes en el desenvolvimiento de la ciudad En e] desenvolvimiento de la ciudad, a partir de los anos cuarenta, podemos encontrar como sus determinantes mas impor- tantes a: los procesos politico-ideolégicos en los que se sumié la sociedad mexicana, las politicas econémicas y urbanas aplica- das por el Estado y la existencia de una base material que Pposibilité la expansi6n de la ciudad. Sin duda en ese desenvolvi- miento, la ciudad asumi6 ciertas condicionantes como resul- tado de las aspiraciones de una sociedad que en su afan por acceder a la modernidad que recorria al mundo, modificé su forma de satisfacer sus necesidades, las cuales estaban basadas en la produccién agropecuaria, para apostar, por el desarrollo industrial el cual desde los inicios de los anos treinta siguid Guia de investigacién para nitos | 2B como modelos de desarrollo a la sustitucién de importa- ciones, al desarrollo estabilizador, al desarrollo compartido y al denominado liberalismo social. La ciudad de México, como principal territorio politico del pais, como el mas poblado y como el mejor dotado de infraes- tructura fue el espacio que recibié la parte mds importante de la pretendida industrializacién, por un lado absorbiendo la mayor cantidad de inversiones tanto del sector piiblico como del sector privado y, por otro, recibiendo los principales flujos migratorios provocados por las contradicciones generadas en el cambio de modelo de acumulacién. De esa manera, inversiones, flujos poblacionales y las posibilidades de uso de suelo, permi- tieron que la ciudad a partir de los cuarenta resintiera un inusi- tado proceso de urbanizacién. Ademas, al agregar dentro de su mancha urbana a municipios del Estado de México, a partir de los aos cincuenta, la ciudad adopté caracteristicas metro- politanas, generandose con esas condiciones: una urbe matiza- da por un desarrollo desigual. 1.2. Las formas adoptadas en la dotacién de servicios Como en todo proceso matizado por un modelo de desarrollo contradictorio, la ciudad de México —reflejo y parte de ese desarrollo-, fue adoptando un tono desigual en el desenvolvi- miento de sus espacios, en tanto continué mostrando el esque- ma de expansion planteado desde mediados del siglo xix, pero ahora bajo las exigencias de la industrializacién. Mas especifi- camente sus formas de expansion, fueron expresando, por un lado, las necesidades generadas por la industrializacion y, por otro, la territorializacion de las aspiraciones de sus moradores. De ese modo, la ciudad vio extenderse sobre todo a partir de los aiios treinta, una serie de zonas industriales, de comercio y habi- tacionales, mismas que en su despliegue fueron adquiriendo particulares caracteres, ademds de satisfacer en diferentes grados, m ¢ Gerardo G. Sinchez Ruiz Jas necesidades de los actores sociales que dieron cuerpoa esos procesos. En esa dindmica de expansién, la introduccion de servicios -o medios de consumo colectivo- se fue atendiendo de manera diferenciada, fue significativo el observar como en partes privile- giadas sobre todo en el sur y poniente, los servicios fueron, aten- didos si no en exceso, si de manera adecuada; mientras en las zonas pobres el acceso a éstos adquirié tonos dramaticos, en tanto que para su introduccién los habitantes hubieron de recorrer largos y tortuosos procesos, y por supuesto cuando se conté con aquéllos, su cantidad y calidad, se situé por debajo de las condi- ciones minimas de habitabilidad requerida. CAPITULO II. LAS TRANSFORMACIONES DE LA CIUDAD Y LA CALIDAD DE SUS SERVICIOS A PARTIR DE 1982 Al arribar la ciudad de México a la década de los ochenta, las contradicciones ¢onstruidas en ella a lo largo del siglo, dieron muestra de un territorio con fuertes desigualdades y graves carencias, mismas que ya no sélo alcanzaron a los grupos depri- midos, ya que éstas también alcanzaron a sectores medios y altos. La crisis a la que arribé el pais a partir de 1982, se mani- fest6 como una crisis que puso en tela de juicio las politicas apli- cadas por los gobiernos, a la vez que agudiz6 algunas de las con- tradicciones cernidas sobre la urbe: en tanto al dirigir el Estado gran parte de sus recursos para buscar rescatar a la iniciativa privada (y, adem4s, como una exigencia empresarial), al dismi- nuir sus gastos, disminuyé6 en la ciudad la dotacién de satisfac- tores particularmente cn sus partes periféricas. II.1. Crecimiento poblacional y expansion urbana én anos recientes A pesar de haber disminuido los indices de natalidad y las migraciones en él conjunto de la urbe, ésta continud creclendo — a Guia do investigneién para ninios | 75 en forma desproporcionada si se comparan crecimiento pobla- clonal con las posibilidades de atencién a sus necesidades, en tanto que para 1980 la ciudad de México habia registrado mas de 13 millones de habitantes. La ciudad cn su avasallante expansion habia desbordado un segundo anillo urbano, absor- biendo a mds de 20 municipios del Estado de México; y si bien los indices de crecimiento poblacional seguian siendo altos en algunas delegaciones del Distrito Federal, algunos municipios del Estado de México como Chalco, Ecatepec 0 Chimalhuacan los mismos indices arrojaron caracteres por demas explosivos. Esta forma de expansion, en términos generales siguié las mismas condiciones mantenidas afios atras, ya fuera como resul- tado del otorgamiento de predios promovidos por el Estado, a través de compras o como efecto de invasiones; ocupandose de ese modo, nuevas partes dentro del valle 0, en su caso, encum- brandose en los cerros que rodaban a la aglomeraci6n. Con esa dinamica, las nuevas periferias bajo condiciones de pobreza continuaron reproduciéndose en delegaciones como Iztapalapa, Tl4huac, Gustavo A. Madero, Alvaro Obregén y en municipios como los ya senalados Chalco, Ecatepec y Chimalhuacan; mien- tras tanto, las periferias privilegiadas, las ocupadas por secto- res de buen nivel econémico, fueron cubriendo espacios en la misma delegacién Alvaro Obreg6n, Huixquilucan y Atizapan. 11.2. La distribucién desigual de los servicios en la ciudad Con esa forma de crecimiento de la ciudad y con los limites fijados por las condiciones econdémicas, la distribucién de servicios durante esos mismos anos ochenta siguid mante- niendo la misma dinamica de anos anteriores, si bien el conjun- to de la ciudad desde finales de los sesenta habia recibido sig- nificativos incrementos en la introduccién de infraestructura y equipamiento, de ahi los gastos en el sistema de drenaje profun- do, la construccién de ramales para el Sistema Cutzamala, la ampliaci6n del periférico, la construccién del circuito interior, el 16 @ Gerardo G.Sincher Ruiz incremento de las lineas del metro, etcétera; esos incrementos, mantuvieron una légica: mantener a la ciudad en un minimo aceptable para la realizacién de las actividades de modo de mantenerla en condiciones aceptables para la apropiacién de ganancias. Y en efecto, a pesar de los grandes volimenes de infraes- tructura y equipamiento introducidos al conjunto de la ciudad, en un plano mas particular y dependiendo de las zonas atendi- das, algunos de aquellos elementos continuaron otorgandose en forma desigual. Lo selecto de las calles y avenidas. pavimen- tadas, las calles alumbradas, los puestes de vigilancia, el trans- porte adecuado, etcétera, siguid distribuyéndose en las partes privilegiadas de la ciudad, aquéllos cuyo uso de suelo se des- dobla como mas rentable desde el punto de vista de sus usos; mientras que las zonas deprimidas continuaron poseyendo minimos en estos rubros. De ese modo, a pesar de las prome- sas del liberalismo social, a pesar de programas tales como el de Solidaridad, los habitantes hubieron de resentir las caren- cias y por supuesto los efectos generados por esas carencias. CAPITULO Ill. LOS INDICES DE LA INSEGURIDAD Y LOS EFECTOS EN LA CIUDADANIA Si bien la inseguridad en estos afos ha hecho presa a toda la ciudad y a todos los grupos sociales que la habitan, las for- mas de sortearla han venido variando de acuerdo con las posi- bilidades de los habitantes, por lo tanto, el tipo de los delitos se ha inhibido 0 magnificado de acuerdo con las zonas ocupadas. Y efectivamente, no es lo mismo poseer recursos para pagar vigi- lancia propia, para cerrar calles y para instalar sistemas de seguri- dad, que estar a la expensa de un delito en zonas donde los puestos de vigilancia policiaca son inexistentes, las calles en las noches permanecen en penumbra, y el servicio de transporte llega a puntos restringidos. En ese sentido, la inseguridad ha adquirido tonos que resultaron de la pertenencia social, y en —______ este particular caso, como resultado de la carencia de especifi- cos elementos infraestructurales y de equipamiento. Ill.1. Las formas que ha venido adoptando la inseguridad De obseryar algunas de las noticias ofrecidas por los medios de comunicacién, podria observarse que entre los deli- tos mds abundantes se contabilizan los robos a transeuntes, los asaltos a automoyilistas, los robos de autos, las violaciones y las rifias. Son situaciones ya cotidianas el observar subirse a peseros, a cuatro o cinco sujetos armados quienes después de amagar a usuarios los despojan de dinero y de pertenencias;: el mirar en alguna calle cémo es amenazado un transetinte por uno © varios sujetos y ser robado, o en el mejor de los casos, que le sea arrebatado algin bien por alguien que pasa corriendo; el circular en automévil por alguna calle, ser amagado y despojado hasta del automovil: saber de alguna citadina que al ir caminando fue sor- prendida por algtin o algunos sujetos para posteriormente ser encontrada con huellas de violacién; saber de secuestros, etcétera. Estas formas en que se ejecutan los delitos como ya se sefialaba, provienen de situaciones estructurales que tienen que ver con la forma en que se ha yenido desenvolviendo la sociedad a partir de los vaivenes econémico sociales registrados en el pais; sin embargo, como ya se ha venido sosteniendo, la ciudad en sus formas de desenvolverse y de hacerse de particulares indices de infraestructura y equipamiento, y al no extenderse estos mismos en forma adecuada en zonas periféricas, ha propi- ciado en estas ultimas, algunas situaciones anémalas, las cuales mantienen en permanente zozobra a sus habitantes. II.2. Nivel de servicios e indices de inseguridad Como ya se ha sefialado, la inseguridad que ha hecho presa al conjunto citadino, proviene de condiciones estructurales suftidas por el pais; sin embargo, la ocurrencia de éstos adquiere una especial significacion, por la forma de sucederse en deter- minadas partes de la ciudad. De atender los pormenores emiti- dos por las autoridades judiciales y los medios de comuni- cacién, se encontrara que existen zonas de la ciudad las cuales destacan por la ocurrencia del fenémeno; ello es particular- mente observable en las delegaciones de Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc y en los municipios de Ecatepec, Neza- hualcoyotl, Naucalpan, Chimalhuacdn y Chalco. Los caracteres presentados por los delitos en el conjunto de Ja ciudad hoy adquieren un caracter colectivo y son sufridos en la magnitud de la pertenencia social, de ahi la serie de acciones e instrumentos utilizados por los diferentes sectores de la poblacion. No obstante ello, dentro de las delegaciones y los municipios sefialados, pueden observarse situaciones criticas, las cuales han sido magnificadas por el grado de concentracién o dispersion poblacional; por el nivel poseido en alumbrado publico, pavimen- tacion, calidad y cantidad de transporte; por la efectividad de los sistemas de seguridad instrumentados por las autoridades de cada demarcaci6n, y como nota importante, por el grado de organi- zacion y cohesi6n vecinal poseida en cada unidad administrativa. CAPITULO IV. LAS POSIBILIDADES DE LA METROPOLI A PARTIR DEL DISFRUTE DE SERVICIOS En las situaciones de inseguridad que ha venido observando la metr6poli, podrian plantearse algunas alternativas que pueden derivarse de la atenci6n a los distintos aspectos que concurren en su generacién. Indudablemente la principal alternativa parte de la necesidad de mejorar las condiciones de la economia, con el fin de ofrecer oportunidades a los desplazados y evitar que éstos Ieguen alos extremos y en este caso a delinquir. Sin embargo, para el caso que se trata. algunas posibilidades pueden partir de la existencia de condiciones materiales que puedan ofrecer a pobladores espa- cios seguros en toda la ciudad (incluyéndose aqui una adecuada intervencién de las autoridades judiciales), ademas de una impres- cindible participacion del conjunto de la ciudadanfa. Investigacion para niios | 79 IV.1. Las alternativas en la dotacién de servicios Y en efecto, al tomar la decisién de actuar en contra de la inseguridad y abordar algunos de los aspectos, una primera condicién es considerar algunos de los contextos que la propician, ello podria objetivarse a partir de realizar estudios que permitan determinar los sitios con carencias en la via de disminuirlos; en el caso de lo que corresponde a las autoridades de seguridad ptiblica, es necesario introducir efectivos niveles de sistemas de seguridad, que incluyan Ja profesionalizacion de los cuerpos policiacos y una mejora en la relacién con los cludadanos; y en el caso de los habitantes, como en otras situaciones, es en sus manos donde se encuentran las mayores posibilidades de reco- brar espacios seguros, en tanto eleven sus niveles de relacion y organizacion. De tal manera que puedan exigir a las autoridades Ja atenci6n a la problematica vivida, pero ademas, generando en los espacios por ellos habitados, condiciones que permitan el control de condiciones inestables. Ello exige un alto nivel de comprensién del problema. mayores posibilidades de acceso a los recursos que pudieran apoyar a la produccion de infraestructura y equipamiento, pero atin mas de la decisién politica de actuar en este frente contra ja inseguridad. Pero no obstante que el actuar en contra de la inseguridad corresponde a las autoridades de la ciudad y en ese sentido se exige su intervenci6n para atender los déficit en la Pposesi6n de infraestructura y equipamiento en zonas donde ello es critico; en su medida, también corresponde a los ciudadanos comunes y corrientes compartir la responsabilidad frente a los niveles de inseguridad que hoy hostigan a su ciudad. 1V.2. La participacién ciudadana en la busqueda de espa- cios seguros Si bien es responsabilidad de] Estado actuar sobre algu- nos de los problemas que hoy aquejan a la ciudad y en este caso a la inseguridad que priva en cada uno de sus espacios, hoy por a Gerardo G. Sinchez Ruiz hoy se hace necesario que la ciudadania asuma sus responsa- bilidades en torno a los problemas que la afectan. Ya sefiala- bamos algunos de los factores que han incidido en la inseguri- dad y de las posibilidades de actuar desde sus raices, sin embargo, el problema esta presente, y se tiene que actuar en contra de él desde distintos frentes y en distintos niveles. Uno de esos posibles frentes es la participacién ciuda- dana, misma que puede partir de los niveles de organizaci6n que pueda construirse en sus espacios; hoy se requicre que la ciudadania entienda que es una necesidad el estrechar los lazos entre pobladores en tanto las relaciones vecinales son determi- nantes en las posibilidades de subsistencia de ellos mismos. La participacion ciudadana puede partir del reconocimiento de las pertenencias sociales y de los espacios habitados en tanto unida- des urbanas vitales. De reconocerse espacios comunitarios, se estarfa en condiciones de reconocer deficiencias en esas unidades vitales y por lo tanto podria incidir en correcciones para inten- tar superarlas; por supuesto las posibilidades de éxito estan en relacién con los niveles de organizaci6n que se logre en esos espacios vitales y ahi la ciudadanja tiene la palabra. Conclusiones La solucién al problema de la inseguridad que hoy apri- siona a la ciudad de México. si bien tiene que ver con condiciones estructurales, puede ser disminuida desde distintas instancias y, en este caso, se han planteado dos intimamente relacionadas. Por un lado, es necesario que las autoridades de lo que hoy abarca el territorio de la ciudad de México, esto es del Estado de México y del Distrito Federal, realicen su maximo esfuerzo, con el fin de hacer llegar adecuados niveles de infraestructura y equipamiento a zonas criticas de la ciudad; en esta via, se requiere que en lo que corresponde a las autoridades, disminu- yan las posibilidades de la delincuencia a partir de incrementar aquellos insumos vitales. Por otro lado, se requiere de la par- IEEE S'S — —— Guia de investigacién para ninos | 8 ticipacion de la ciudadanjia, la que en la realidad es la que puede generar soluciones de fondo, en tanto cada habitante tiene en sus manos no solo la facultad de resolver este problema, sino la posibilidad de solucionar muchos més; sin embargo, una de las situaciones que tiene que sortear esa ciudadania, es darse cuen- ta del potencial que posee, para de esa manera, generar buenos niveles de organizacién al interior de los espacios que habita. Ello, por supuesto, reduciria los problemas que hoy se obser- van en el rubro. Bibliogratia AGUILAR Barayas, Ismael (1984), Descentralizacién industrial y la promoci6n del desarrollo industrial, Toluca, UAEM. ANGELES, Luis (1979), Crisis y coyuntura de la economia mexicana, México, El Caballito. De 1a Rosa, Martin (1974), Nezahualcdyotl, un _fendmeno. México, FCE. GamBoa DE Buen, Jorge (1994), La ciudad de México, México, FcE. Garza, Gustavo y pycycarec (comps.) (1987), Atlas de la Ciudad de México, México, ppr-Colmex. GonzALez Navarro, Moisés (1974), Poblacién y sociedad en México, México, unam, 2 t. Huerta G., Arturo (1987), Economia mds alld del milagro, México, IECP, IcLEsIAS, Maximiliano (1978), Nezahualcdyotl, testimonios histéri- cos, México, SEPAC. Martick, Paul (1980), Critica de la teoria econédmica contempo- ranea, México, Era. SocIEDAD MEXICANA DE INGENIEROS (1994), Las grandes obras en el Distrito Federal, 1988-1994, México, smi. TopraLoy, Christian (1979). La urbanizacién capitalista, México, Edicol. Del “N” acercamiento a la conclusion de la investigacion CAPITULO Notese que en el desarrollo de nuestro primer acercamiento, hemos destacado con cursivas negritas algunas frases o algunas palabras, estos resaltados corresponden a esas partes del trabajo que pueden estar inquietandonos y exigiendo: alguna aclara- cidn en relacién con conceptos, el apoyo de alguna postura tedrica, el soporte de lo hur- gado por algiin versado en la materia, la consulta de alguna politica econémica 0 el posible uso de algun tipo de cifras estadis- ticas. Es aqui cuando insistimos que al desarrollar nuestro esquema, tendremos que ir recurriendo a mayores apoyos para, de esa manera, dar mayor fluidez y conte- nido a nuestro trabajo. Asimismo, en contra de algunas recomendaciones, nos hemos atrevido a trabajar la introduccién y las conclusiones, ello es para afinar nuestros objetivos o para aclararlos; tal vez al final esos aspectos no se pareceran a la forma en que se presentaron de inicio, pero nos habrén ayudado para aclararnos lo que estabamos haciendo. 83 jerardo G. Sanchez Ruiz 84 es Luego entonces, para un segundo acercamiento y subse- cuentes, vamos a intentar ampliar con datos, citas de con- tenido o notas a pie de pagina, cada uno de los parrafos base, para dar paso a nuevos parrafos y a nuevas inquietudes. En esta forma de ir ampliando nuestro trabajo, debemos tener presente que nuesiro esquema no es inamovible e insistimos: al concluir la investigaci6n, ese esquema podra parecerse 0 no a nuestro esquema inicial. Y cierto, el esquema no debe considerarse como algo rigi- do o acabado, debe ser concebido como algo que guia, pero que es flexible; de no considerarlo asi, y al querer mantener- lo inamovible podria forzar aspectos de la investigacién. Mas atin, de ir modificando ese esquema conforme vayamos avan- zando también notaremos que nuestra forma de percibir el problema ya no es la‘misma; sin duda, criterios, datos, con- ceptos, opiniones recibidas, etcétera, habran moldeado nues- tras formas de percepcién. Con esas consideraciones, el segundo acercamiento a nuestra linea 3, podria quedar del siguiente modo: LA SEGREGACION EN LA DOTACION DE SERVICIOS, COMO FACTOR DE LOS {NDICES DE INSEGURIDAD EN LA CIUDAD DE MEXICO, DURANTE EL PERIODO 1982-2000 Introduccion De finales de los afios ochenta a estos dias, la ciudad de México ha visto incrementar abruptamente el fendmeno de la inse- guridad, la cual ha venido alterando en forma preocupante la cotidianidad tanto de habitantes como de visitantes. Esa inse- guridad, se ha hecho manifiesta a través de robos a mano arma- da en calles, transporte colectivo, casas habitacion, comercios, ——— Guia do investigneién para etcétera; violaciones tanto a mujeres como a infantes; rifas entre bandas juveniles; extorsiones ejecutadas por parte de los diferentes cuerpos policiacos, etcétera. Este maremagno delic- tivo, ha tomado tonos muy particulares en determinadas zonas de Ja ciudad, haciéndose muy notoria, sobre todo en sus periferias donde son comunes los robos a casas habitacidn, las violacio- nes, los frecuentes asaltos a mano armada, etcétera. Esa inseguridad que se presenta en particulares zonas de Ja ciudad, tiene lugar entre otras condiciones como un fend- meno inducido por las condiciones econémicas que presenta el pais donde la sucesi6n de crisis ha arrojado a miles de perso- nas al desempleo y por extensién las ha obligado a delinquir; aunque particularmente, esa inseguridad se sucede como resul- tado de la falta de una adecuada infraestructura y equipamien- to en especificas partes de la ciudad, la cual al mantener esos espacios en descuido 0 en niveles de escasez, permite la gene- racién de hechos delictivos. De acuerdo con lo arriba sefialado, este trabajo se pro- pone concretar un andlisis en términos cualitativos y cuantita- tivos de la ciudad de México, a partir de los niveles delictivos observados y los niveles de equipamiento e infraestructura poseidos, ello, en el intento de visualizar los indices de atencion o de falta de atencion a determinadas zonas, y observar desajustes que permitan dimensionar los problemas; para de ese modo, actuar sobre bases concretas en los niyeles de servicios poseidos por zonas especificas de la ciudad; para de ese modo disminuir en su medida la ocurrencia de delitos. CAPITULO I. LA CIUDAD DE MEXICO Y LA EVOLUCION DE LOS SERVICIOS AL SUCEDERSE LA INDUSTRIALIZACION Al sucederse la industrializacién,! y manifestarse con fuerza a partir de los aos cuarenta, la ciudad de México vio sucederse una serie de situaciones negativas que cn su develo 86 © Gerardo G. Sinchez Ruiz mostraron las contradicciones inherentes al nuevo modelo de acumulacion. Parte de esas contradicciones se expresaron con la incapacidad del nuevo modelo econémico para crecer y satis- facer las necesidades de todos los implicados en el nuevo pro- ceso. Por supuesto, en ese desenvolvimiento los mayormente afectados fueron los grupos populares quienes fueron resin- tiendo bajos niveles de vida a mas de habitar espacios con carencia o inexistencia de servicios; ello a todas luces sefialé lo erréneo en la concepcién y aplicacién de las politicas econémi- cas que en esos aos fueron sucediéndose. L1. Las determinantes en el desenvolvimiento de la ciudad En el desenvolvimiento de la sociedad citadina y, por ende, de la ciudad a partir de los aftos cuarenta, podemos encontrar como los principales determinantes que han impul- sado su ulterior transformacién: a los procesos politico ideo- légicos en los que se sumid la sociedad mexicana surgida de la revuelta de 1910, a las politicas econdémicas, sociales y urbanas generadas y aplicadas por el Estado;* ademas, a las posibili- dades de uso del suelo como resultado de la instrumentacién de una serie de acciones legales y tecnolégicas. Sin duda en ese desenvolvimiento, la ciudad asumié ciertas condicionantes como resultado de las aspiraciones existentes en una sociedad, la cual €n su afan por acceder a las promesas de la modernidad® que recorria el mundo, modificd sus perspectivas de progreso, su manera de entender Ja cultura. las formas de satisfacer sus necesi- dades mismas que estaban basadas principalmente en la produc- cion agropecuaria, para apostar, por el desarrollo industrial. La crisis de 1929, habia mostrado la debilidad estructural de paises como México, en tanto al inducirse una contraccién de los mereados internacionales, se detuvo abruptamente la venta de materias primas de estas naciones. En consecuencia, al cerrarse dichos mercados se altero el fluido de divisas hacia Guia de investigacion para nifios | 87. aquéllas, inhibiéndose de esa manera su desarrollo. En el caso de México, el intento por remontar esa y otras condiciones motivé a los gobiernos de la época a dar un giro e impulsar una nueva via en el manejo de la economia del pais; de esa manera, de ser un pais agroexportador, México intent6 afianzar su pertenencia indus- trial a través de la politica de sustitucién de exportaciones, para depender menos de condiciones externas y defenderse con bases mis firmes de los vaivenes de los mercados internacionales. Esas bisquedas encontraron en el pais y en las condicio- nes del exterior posibilidades; sin embargo, al paso de los afios, Jas mismas condiciones se desdoblarian como obstaculos y trasto- carian algunos de los elementos del ansiado desarrollo. Y en efec- to, al adoptarse un desarrollo desequilibrado, debido a que se alento a la industria y se dejo de apoyar al campo, con el paso de los anos la nueva via hubo de seguir un accidentado camino entre ascensos y caidas; algunos de los mas importantes descen- sos, se pueden encontrar, uno a mediados de los cincuenta y, otro, a mediados de los setenta, mismo que se extiende al presente. Con relaci6n a los altibajos resentidos en los cincuenta, éstos se suceden como efecto de la conjuncién de varios fac- tores, entre ellos: la redefinicién entre distintos sectores socia- les, la posicion asumida por el Estado al adoptar al desarrollo estabilizador* como guia de desarrollo para el pais y las carac- teristicas adquiridas por las bases territoriales al suscitarse aquellos cambios. Y en efecto, a pesar de los avances mostrados por la economia mexicana, las nuevas condiciones se desen- volvieron bajo notas por demas contradictorias, tales como: un endeble desarrollo de la planta industrial aunada a la especiali- zacion del sector terciario; una relativa independencia y oposi- cién del sector empresarial a las politicas estatales; un cimulo de contradicciones entre los distintos grupos de la poblacién mexicana y, por ende, bajos niveles de vida entre los sectores mas desprotegidos de la poblacion. § Gerardo G. Sanchez Ruiz Respecto a la crisis® acontecida a mediados de los setenta, resulto como efecto de la evolucién de una economia que se globa- lizaba cada vez mas y mas, y donde fueron determinantes: la caida de la produccién en el campo aunada a una consecuente disminu- cién de los beneficios proporcionados a la industria al ya no poder utilizar productos agricolas baratos; Ja existencia de una planta productiva sobreprotegida con Imeas de produccion y tecnologjas atrasadas; la actitud de Ja iniciativa privada, a no reinvertir y a canalizar sus capitales hacia la especulacion; la presion de los mercados externos los cuales al registrar alteraciones, afectaron la dindmica del pais; y la insistencia del Estado por instrumentar una serie de politicas que si bien en los inicios de la industrializacién posibilitaron el desarrollo del pais, con el paso de los afios se mostraron como obstaculo de éste. Las devaluaciones de 1976 y 1982. como reflejo de la fragi- lidad del desarrollo, sumaron elementos que exigieron al Estado reorientar sus politicas de manera de conducir al pais hacia otro nivel de desarrollo, ello indujo cambios en el tratamiento de la planta productiva para hacerla mas competente frente al exterior; en su papel como rector de la economia, permitiendo una mayor injerencia de los grupos empresariales; en sus rela- ciones frente a la sociedad, la cual gana mayores espacios de participacién; y en el desenvolvimiento territorial buscando afrontar el problema de la concentraci6n. Sin embargo, a pesar de las acciones instrumentadas, el pais continué enfrentando la negativa de los grupos empresariales a invertir, Jentitud en los cambios exigidos para la planta productiva, bajos niveles de productividad, frecuentes caidas de la Bolsa de Valores, una sensi- ble caida del poder adquisitivo entre los sectores populares, eleva- dos indices en el desempleo, el ensanchamiento de las zonas urbanas, eicétera. Como una de las causas y efectos de aquel desarrollo, la ciudad de México, el principal territorio politico del pais, el mas = Guia de investigacion para nics | 89 poblado y el mejor dotado de infraestructura, desde los cuarenta, se convirtié en el espacio que al absorber la mayor parte de la pretendida industrializacin. absorbid la mayor cantidad de inversiones tanto del sector ptiblico como del sector privado, los principales flujos migratorios provocados por las contradic- ciones generadas con el cambio del modelo de acumulacién. Esos determinantes, m4s las posibilidades de uso de suelo como efecto de medidas politicas o del uso de recursos tecno- légicos, permitieron que la ciudad resintiera a partir de los cuarenta, un inusitado proceso de urbanizacion,® mismo que al inlegrar ala mancha urbana de la ciudad a una serie de munici- pios del Estado de México amplié un proceso el cual desde un principio adquirio tonos desiguales y contradictorios, Durante esos anos, el grado de concentracion presentado por la ciudad la convirtio en el espacio mas conflictivo de México yen uno de los cuellos de botella con los que se habia topado el desarrollo; de ahi que, sobre todo a partir de los setenta, se apli- carén a ésta diversas politicas y acciones, con el fin de reactivar- la y colocarla en el nivel exigido por los grupos sociales aqui establecidos —sobre todo por los empresarios-; asi, las determi- nantes existentes en el 4mbito social, indujeron otras acciones en Ja ciudad, tales como las intervenciones realizadas en el centro y la apertura de la ciudad a través de los ejes viales. En ese nuevo proceso de modernizaci6n, se generaron otros efectos, como el impulsar la aparicidn de nuevos asentamientos precarios al oriente y norte de la metropoli, particularmente en Iztapalapa, Chalco y Ecatepec; y junto con ello, un nuevo proceso de expan- sion de las carencias entre los habitantes de estas zonas. 1.2. Las formas adoptadas en la dotacion de servicios Como un proceso territorial inducido por un modelo de desarrollo contradictorio, la ciudad de México fue adoptando tonos desiguales en el desenvolvimiento de sus espacios, sin embargo, mantuvo el esquema de expansién planteado desde 90 —§ Geardo6.s Sinchez Ruiz mediados del siglo xix, pero ahora bajo las exigencias planteadas por la industrializacién. Mas especificamente, sus formas de expansién fueron expresando por un lado las necesidades gene- radas por la industrializaci6n y, por otro, la territorializacién de las aspiraciones de sus moradores. De ese modo, la ciudad vio extenderse sobre todo a partir de los afos treinta, una serie de zonas industriales, de comercio y habitacionales, mismas que en su despliegue fueron adquiriendo particulares caracteres, ademas de satisfacer en diferentes grados las necesidades de Jos actores sociales que dieron cuerpo a esos procesos. Siguiendo un patrén de urbanizaci6n que dio continuidad a la ciudad del siglo xx, la ciudad de México resintié una serie de ampliaciones con el fin de alojar actividades industriales, de servicios y habitacionales; como en todo proceso inmerso en una sociedad dividida en clases, la produccién de condiciones para el desenvolvimiento de la ciudad como actividad del Estado’ present6 diferencias. Y en efecto, la introduccién de servicios (o medios de consumo colectivo)® se fue atendiendo de mane- ra diferenciada; fue significativo el observar cémo mientras en partes privilegiadas de la ciudad los servicios fueron atendidos si no en exceso si de manera adecuada. En las zonas pobres el acceso a éstos adquirié tonos dramaticos, en tanto que para su introduccién, los habitantes hubieron de recorrer largos y tor- tuosos procesos; por supuesto, cuando se cont6 con aquéllos su cantidad y calidad se situé por debajo de las condiciones mini- mas de habitabilidad requerida. El objetivo del Estado era invariable, se tenia que impul- sar la industrializacion. En ese sentido, un primer destinatario de la dotacién de infraestructura y equipamiento fue el grupo de asentamientos fabriles junto con espacios que se requerian para lograr el ansiado desarrollo industrial; de esa manera los esfuer- zos se concentraron en la introduccién de lineas de electrifi- cacion, vialidades, redes para conduccién de agua potable o de e —— Gula de investigation para nifios | 9) desecho, etcétera, para zonas industriales localizadas en Valle- Jo, Tacuba, Nonoalco, Tacubaya, Rio Consulado, Ferrocarril Hidalgo, Ferrocarril de Cuernavaca, Granjas México, etcétera. Esta forma en la dotacién de medios de consumo colecti- vo continué con los asentamientos de sectores altos y medios, los cuales se iban localizando principalmente al sur y oriente de la ciudad, induciéndose infraestructura y un buen nivel de equi- pamiento sobre todo relacionado con la salud y la educacién, el cual no sdlo destacé nivel de ciudad, sino nivel de pais, de esa manera, como las zonas mayormente beneficiadas se conduje- ron las delegaciones Miguel Hidalgo, Benito Juarez, Coyoacan y Tlalpan. Finalmente y en esa posicién discriminatoria de los gobiernos de la ciudad, se continué con sectores de la ciudad ocupados por grupos populares, donde de forma muy lenta e inhibida, se fue introduciendo energia eléctrica, agua potable y lineas de drenaje; de la dindémica seguida por esta forma de otorgar servicios dan fe las desavenencias vividas por habitan- tes de zonas tales como las colonias del ex Vaso de Texcoco (posteriormente denominadas Nezahualcéyotl), Ecatepec, la Gus- tavo A. Madero, Iztacalco e Iztapalapa. CAPITULO Il. LAS TRANSFORMACIONES DE LA CIU- DAD Y LA CALIDAD DE SUS SERVICIOS A PARTIR DE 1982 Al arribar la ciudad de México a la década de los ochenta, las contradicciones construidas en ella a lo largo del siglo dieron muesira de un territorio con fuertes desigualdades y graves carencias, mismas que ya no sélo se concentraron en los grupos deprimidos, pues también alcanzaron a sectores medios y altos. La crisis a la cual arribé el pais a partir de 1982 se manifesté como una crisis que puso en tela de juicio las politi- cas aplicadas por los gobiernos, ademas de agudizarse algunas de las contradicciones existentes en el pais y particularmente en la urbe, ya que el Estado, al dirigir gran parte de sus recursos para buscar rescatar a la iniciativa privada (y, ademas, como 92 @ Gerardo G, Sinchex Rue una exigencia empresarial), al disminuir sus gastos, disminuy6 en la metrépoli la introduccién de condiciones para su fun- cionamiento, particularmente en sus partes periféricas. IL.1. Crecimiento poblacional y expansion urbana en anos recientes A pesar de haber disminuido los indices de natalidad y las migraciones en los ochenta, la metrépoli continué crecien- do en forma desproporcionada si se comparan crecimiento pobla- cional y posibilidades de atencién a las necesidades generadas. Al respecto, segtin el censo de poblacion de 1970, la ciudad de México habia concentrado en ese afo 8'799,937 habitantes, sin embargo, al generarse parecidas politicas econémicas y, por tanto, conti- nuarse casi la misma dindmica de concentracion, de acuerdo con el censo de 1980, la poblacién alcanzé para ese afo un numero 13'354,271 individuos. De estos tltimos, de acuerdo con el mismo censo, el 66.1 por ciento estaba asentado en el Distrito Federal, mientras el resto habitaba los municipios metro- politanos del Estado de México (mMEM). De aquella distribucion poblacional, ya se observaba la tendencia a recibir una mayor poblaci6n en los Mew; ello fue ratificado por los censos de 1990 y 2000. los que registraron para la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, poblaciones de 15'047,685 y 17809.471 habitantes para cada uno de esos afos, de los cuales 54.7 y 48.3 por ciento, respectivamente, se alojaban en el D.F, y él resto en los municipios metropolitanos (INEGI, 2001). De acuerdo con los mimeros de esa concentracién, se percibia la extension abarcada por la mancha urbana, asi como jas unidades administrativas involucradas en el conjunto de la ciudad; y en efecto, segtin el Departamento del Distrito Federal, en 1980 el area urbana de la ciudad se contabilizaba en 750 kilémetros cuadrados, abarcando al D.F. y a los municipios de Chimalhuacan, Ecatepec, Naucalpan, La Paz, Tultitlan, Atizapan EE o—___ Guta de investizacion para ninos | 93 de Zaragoza, Nezahualeéyotl, Coacalco, Huixquilucan, Cuautitlan, Cuautitlan Izcalli y Tlalnepantla. Con los caracteres poblacionales arriba senalados, la ciu- dad en su avasallante expansién habia desbordado una tercera periferia generada en este siglo, para sumar en 1990, 1,250 kil6metros cuadrados, donde se conjuntaron el territorio ocu- pado por el Distrito Federal, los municipios metropolitanos arriba sefialados, pero ademas, los municipios pertenecientes al Estado de México que se agregaron en los anos ochenta, a saber: Acolman, Atenco, Chalco, Chicoloapan, Ixtapaluca, Jaltenco, Melchor Ocampo, Nextlalpan, Nicolas Romero, Tecdmac, Teolo- yucan, Tepoztlan, Texcoco, Tultepec y Zumpango (INEGI, 1994). Esa forma de expansi6n, en términos generales, siguié las mismas condiciones mantenidas afos atras, generalmente tomé cuerpo al aparecer un asentamiento de cardcter legal o ilegal, cuando la situacién procedié de condiciones de compra y sobre todo en fraccionamientos, los problemas de dotacién de servi- cios pudieron sortearse a través de exigir el cumplimiento de las promesas hechas por las inmobiliarias o a las autoridades de las demarcaciones donde éstas se generaron. Pero cuando los asentamientos procedicron de una compra irregular o una inva- sion, el acceso a los medios colectivos de consumo fue lento, pues Se tuvo que atener a regularizaciones que se llevaron dos, cuatro, 10, 15 y 30 anos, dependiendo de las fuerzas que incidieron en la posesi6n de los predios. Con esos determinantes, las periferias se fueron ensan- chando y ocupando nuevas partes dentro del valle, o en su caso, encumbrandose en los cerros que rodaban a la aglomeracién: no obstante ello, las periferias no fueron las mismas, las hubo de gente con recursos en Lomas Tecamachalco, Interlomas, etcétera. Mientras en la contraparte se desarrollaron en la penu- ria motivada por las carencias, territorios que fueron habilitados por sus mismos moradores, tal como fueron los casos de Izta- palapa, Gustavo A. Madero, Chalco, Ecatepec., etcétera. ‘erardo G. Sanchez Ruiz 11.2. La distribucién desigual de los servicios en la ciudad Con esa forma de crecimiento de la ciudad y con los limites fijados por las condiciones econémicas, la distribucién de servi- cios durante esos mismos afios ochenta siguié manteniendo la misma dinamica de afos anteriores. Si bien el conjunto de la ciu- dad desde finales de los sesenta habia recibido significativos incrementos en la introduccién de infraestructura y equipamiento, de ahi los gastos en el sistema de drenaje profundo, la cons- truccién de ramales para el Sistema Cutzamala, la ampliacién del periférico, la construccion del circuito interior, el incremento de Jas lineas del metro, etcétera; esos incrementos mantenian la légi- ca de mantener a la ciudad en un minimo aceptable para la reali- zacion de las actividades empresariales, de modo que se mantu- viera en condiciones aceptables para la apropiacién de ganancias. Y en efecto, a pesar de los grandes voltimenes de infraes- tructura y equipamiento introducidos al conjunto de Ja ciudad en un plano mas particular y dependiendo de las zonas atendi- das, algunas de aquellas condiciones continuaron generandose en forma desigual; lo selecto de las calles y avenidas pavimen- tadas, las calles alumbradas, los puestos de vigilancia, el trans- porte adecuado, etcétera, siguid distribuyéndose en las partes privilegiadas, aquellas cuyo uso de suelo se comporta como el mAs rentable desde el punto de vista de sus usos; mientras que las zonas deprimidas continuaron poseyendo minimos en estos rubros. Consultando el censo de 1990, puede observarse que de las 3'120,673 viviendas contenidas en la zmcm, 1°141,124 0 eal 36.5 por clento no disponia de drenaje, 706.410 0 el 22.6 por ciento no contaba con agua y 143,842 0 el 4.6 por ciento no poseia energia eléctrica. De los déficit sefalados, en el caso del Distrito Federal, las delegaciones mas criticas por no disponer drenaje eran: Iztapalapa con 2.6 por ciento del déficit y Tlalpan el 3.4; por no disponer de agua se situaban a Iztapalapa con 2.2 y a Tlalpan con 2 por cien- Guia de investigacién para nifios to; y por carecer de energia eléctrica se establecian a Iztapalapa con 2.7 y Xochimilco con 1 por ciento. A pesar de ello las condiciones mas criticas en esos rubros pertenecian a los MEM, los cuales res- pecto de los mismos déficit y en relacién con la no disposicién de drenaje, Chalco absorbia el 18.4 y Ecatepec el 14.7 por ciento; de la no disposicién de agua se establecian a Chalco con un 27.7 y Ecatepec con 18 por ciento; finalmente, de las partes sin luz desta- caban Chimalhuacan con un 18.0 por ciento y Chalco con el 9.6 (necr, 1990). Asimismo, en el renglén de equipamiento para la seguridad, los déficit (comparando comandancias de policia con el ntimero de habitantes) en 1990, se localizaron en la delegacion Gustavo A. Madero y en los municipios metropolitanos de Nau- calpan, Tlalnepanila y Nezahualc6yotl (Flores, 1994). CAPITULO Ill. LOS {NDICES DE LA INSEGURIDAD Y LOS EFECTOS EN LA CIUDADANIA Si bien la inseguridad en estos afios ha hecho presa a toda la ciudad y a todos los grupos sociales que la habitan, las for- mas de sortearla han venido variando de acuerdo con las posi- bilidades de los habitantes, por lo tanto, el tipo de los delitos se ha inhibido o magnificado de acuerdo con las zonas ocupadas. Y efectivamente, no es lo mismo poseer recursos para pagar vigi- lancia propia, para cerrar calles y para instalar sistemas de segu- ridad que estar a la expensa de un delito en zonas donde los puestos de vigilancia policiaca son inexistentes, las calles en las noches permanecen en penumbra, y el servicio de transporte llega a puntos restringidos. En ese sentido, la inseguridad en la ciudad de México ha adquirido tonos que resultaron de la perte- nencia social y, en este particular caso, como efectos de la carencia de especificos elementos infraestructurales y de equipamiento. IIL.1. Las formas que ha venido adoptando la inseguridad De observar algunas de las noticias ofrecidas por los medios de comunicaci6n, podria observarse que entre los delitos mas 96 © Gerardo G.Sincher Rute abundantes se contabilizan los robos a transetintes, los asaltos a automovilistas, los robos de autos, las violaciones y las rifias. Son situaciones ya cotidianas el observar subirse a peseros, a cua- tro o cinco sujetos armados quienes después de amagar a usuarios los despojan de dinero y de pertenencias; el mirar en alguna calle cémo es amenazado un transetinte por uno 0 varios suje- tos y ser robado 0, en el mejor de los casos, que le sea arrebatado algiin bien por alguien que pasa corriendo; el circular en automévil por alguna calle, ser amagado y despojado hasta del automévil; saber de alguna citadina que al ir caminando fue sorprendida por algiin o algunos sujetos para posteriormente ser encontrada con huellas de violacién; saber de secuestros, etcétera Si bien la inseguridad siempre estuvo presente en Ia coti- dianidad de los citadinos, en afios recientes ésta ha tomado visos de alarma, de observarse los indices de las denuncias presentadas ante autoridades judiciales, se podré observar que a lo largo de 1994, 1995, 1996, 1997, 1998, 1999 y 2000, tan sdlo en el Distrito Federal se denunciaron en promedio: 366.3, 442.4, 598.9, 679.1, 700.0, 651.5, y 622.5 delitos.° De entre esos delitos abundan: robos con violencia, lesionados, casos de homicidio, delitos sexuales, asaltos bancarios y policias a quie- nes se les privo de la vida (scupr, 2002). Ill.2. Nivel de servicios e indices de inseguridad Como ya se ha sefialado, la inseguridad que ha hecho presa al conjunto citadino, proviene de condiciones estructurales sufridas por el pais; sin embargo, la ocurrencia de éstos adquiere una especial significacién por la forma de sucederse en deter- minadas partes de la ciudad. Utilizando los datos del programa televisivo arriba citado, se puede observar que la manifes- tacion territorial de ola delictiva, se situé de manera més pro- fusa en las delegaciones Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Cuauhtémoe (Televisa, 29-11-97), asimismo con el apoyo del periddico Excelsior, se pudo determinar que de 89 notas delic- Se ——— eee Guia de investigacién para nifios 7 tivas aparecidas en la seccién de policia entre los meses de octubre y diciembre de 1997 y correspondientes a los MMEM, el 22.4 por ciento correspondié a Tlalnepantla, el 20.2 por ciento a Nezahualeéyotl y 15.7 por ciento a Naucalpan. Los caracteres presentados por los delitos en el conjunto de la ciudad, adquieren un cardcter colectivo y son suftidos en la magnitud de la pertenencia econémica de sus habitantes, de ahi la serie de acciones e instrumentos utilizados por cada uno de esos sectores de la poblacién para protegerse. No obstante ello, dentro de las diferentes demarcaciones que componen a la urbe, pueden observarse situaciones criticas las cuales han sido mag- nificadas por el grado de concentracion 0 dispersion poblacional; por el nivel en la posesion de alumbrado publico, pavimentacién, calidad y cantidad de transporte; por la efectividad de los sis- temas de seguridad instrumentados por las autoridades de cada demarcacion, y como nota importante, por el grado de organi- zacion y cohesion vecinal poseida en cada unidad administrativa, CAPITULO IV. LAS POSIBILIDADES DE LA METROPOLI A PARTIR DEL DISFRUTE DE SERVICIOS En las situaciones de inseguridad que ha venido obser- vando la metrépoli, podrian plantearse algunas alternativas que pueden derivarse de la atencién a los distintos aspectos que concurren en su generacién. Indudablemente la principal alter- nativa parte de la necesidad de mejorar las condiciones donde se desenvuelve la sociedad y donde asumen su importancia un real conocimiento de los descalabros de la economia, la corrup- ci6n, la deshumanizacié6n, el cambio en los valores, etcétera. Sin embargo, para el caso que se trata, algunas posibilidades pueden partir, de la existencia de condiciones materiales que puedan ofrecer a pobladores espacios seguros en toda la ciudad (inclu- yéndose aqui una adecuada intervencion de las autoridades Judiciales), ademas de una imprescindible participacién del con- junto de la ciudadania. 98 cerardo G.Sinchez Ruiz TV.1. Las alternativas en la dotacién de servicios De tomar la decisién de actuar en contra de la inseguridad y abordar algunos de los aspectos, una primera condicién es considerar en su real magnitud algunos de los contextos que la propician, ello podria objetivarse a partir de realizar estudios que permitan determinar con objetividad y no solo en el ambito de censos, los sitios reales con carencias, para de esa manera disminuirlos. Algunas condiciones sobre las que se puede actuar serdn: |. El dotar de alumbrado a calles y avenidas, las cuales por ser zonas nuevas 0 por negligencia de los responsa- bles de ese servicio, permanecen en penumbra. 2. Organizar adecuados sistemas de transporte, de manera que cubran espa- cios mas amplios con el objeto de disminuir los recorridos realizados por los habitantes desde donde aquéllos son dejados hasta el lugar donde se sittian sus moradas. 3. Inducir nuevas relaciones en usos del suelo, de manera que lag zonas habita- cionales mantengan alguna combinacién con ciertos servicios como el comercio, dé tal modo que al producirse aglomera- ciones se permitan mayores relaciones interpersonales y, por lo tanto, zonas mayormente habitables; y 4. Dar un uso adecuado a los predios 0 edificios abandonados (a la especulacién), en tanto éstos son utilizados por la delincuencia ya sea como espa- cios para delinquir 0 para ocultarse. En el caso de lo que corresponde a las tareas de las autori- dades de seguridad piiblica, es necesario inducir efectivos sis- temas de seguridad, mismos que incluyan una redistribucion de equipamiento para la seguridad, la profesionalizacion de los cuerpos policiacos y una mejora en su relacién con los ciuda- danos. En este caso debe considerarse que, si bien es necesario un mayor equipamiento para la seguridad, es importante que los guardianes del orden adquieran otra perspectiva de su papel dentro de la sociedad y, por lo tanto, ahonden en una actitud de servicio. Ello es vital debido a que actualmente en el comin de los ciudadanos priva la idea (y en cierta manera asi se ha Gufa de investigacién para nifios 99 venido demostrando) que en muchos casos Ia delincuencia se engendra desde las mismas filas de los cuerpos policiacos, Lo anterior exige una mejor comprension del Problema, mayores recursos para apoyar a la produccion de infraestruc- tura y equipamiento, pero atin mas, de la decision politica de actuar en este frente contra la inseguridad. IV.2. Participacién ciudadana en la busqueda de espacios seguros A pesar de que las-acciones en conira de la inseguridad corresponden a las autoridades citadinas y en ese sentido es que se exige su mayor intervencién; en su medida, también corresponde a los ciudadanos comunes y corrientes compartir la responsabilidad frente a los niveles de inseguridad que hoy hostigan a su ciudad. Ya sefialabamos algunos de los factores que han incidido en Ja inseguridad y de las posibilidades de actuar desde sus raices, sin embargo, el problema esta presente y se tiene que actuar en contra de él desde distintos frentes y en distintos niveles. Uno de esos posibles frentes es la partici- pacién ciudadana, misma que puede partir de los niveles de organizacién que pueda construirse en sus espacios. Como en otras situaciones, es en las manos de sus habi- tantes donde se encuentran las mayores posibilidades de recobrar la seguridad en la ciudad, en tanto eleven sus niveles de relacién y organizaci6n de tal manera que pucdan exigir a las autoridades la atenci6n a la problemética que se vive, pero ademas, generando en sus espacios disposiciones que permitan el control de condi- ciones inestables. La participacion de la ciudadania puede par- tir del reconocimiento de las pertenencias sociales y de los espa- cios habitados en tanto unidades urbanas vitales. Desde este tiltimo punto de vista, aqui juega un papel de suma importancia, el visualizar aquellos elementos que pueden afianzar relaciones vecinales y espacios vitales, algunos de esos 100 6 Gerardo G, Sanchez Ruiz elementos podrian ser: 1. La construcci6én de verdaderas orga- nizaciones vecinales que se preocupen por sus espacios en proble- mas no solo de seguridad, sino de atenci6n a otras carencias. 2. El afianzamiento de Ja identidad en espacios a partir de situaciones comunes como, por ejemplo, las cotidianidades de los habita- dores, los limites administrativos y la pertenencia arquitectoni- ca de los lugares entre otras situaciones. 3. El impulso y rescate de los espacios comunitarios tales como parques, plazas y jar- dines, los cuales por otros factores han sido paulatinamenie abandonados disminuyéndoles su potencial en la socializacién entre congéneres. La ciudad requiere de una ciudadania que entienda que es una necesidad estrechar los lazos entre pobladores en tanto las relaciones vecinales son determinanies €n las posibilidades de subsistencia de ellos mismos; de reconocerse los habitantes en sus espacios, se eStaria en condiciones de advertir las deficien- cias en éstos y, por lo tanto, se podria incidir en situaciones que condujeran a la correccién de muchos de sus problemas. Por supuesto las posibilidades de éxito estan en relacién con los nive- les de organizacién que se logre en esos espacios vitales, ello a pesar del temor de las autoridades a una condicién que ellas mismas debian impulsar, Conclusiones La solucion al problema de la inseguridad que hoy apri- siona a la ciudad de México, si bien tiene que ver con condi- ciones estructurales, a saber: el problema de la crisis, el desem- pleo, la caida de los valores, etcétera, puede ser disminuida con la conjunci6n de esfuerzos provenientes de distintas instancias y, en este caso se han planteado dos muy relacionadas. Por un lado, es necesario que las autoridades de lo que hoy abarca el territorio de la ciudad de México realicen su maximo esfuerzo con el fin de hacer llegar adecuados niveles de infraestructura y oe Guia ce investigacién para nifios ol equipamiento a zonas criticas de la ciudad; en esta via, se requiere que en lo que corresponde a las autoridades, desplie- guen esfuerzos tendientes a detectar aquellos espacios que adolecen de satisfactores, de manera que al solucionar las defi- ciencias se disminuyan las posibilidades a la delincuencia. Por otro lado, se requiere la participacién de la ciudadania, la que en la realidad es la que puede generar soluciones de fondo, en tanto ésta tiene en sus manos no sélo la facultad de resolver este problema, sino la posibilidad de solucionar otros mas, Ante ello es necesario que el conjunto de habitantes de la ciudad, dé cabida a dos condiciones, por una parte, darse cuenta del poten- cial que posee en tanto conjunto social, el cual a pesar de estar dividido en sectores mantiene intereses de conjunto y en este caso la inseguridad que priva en la ciudad los afecta; por otra, existe la necesidad de generar adecuados niveles de organi- zaci6n al interior de los espacios que habita y ésta puede surgir de la delimitacién de espacios vitales. La ciudad de México tiene posibilidades de remontar sus problemas y la ciudadania en esa situaci6n tiene la palabra. Notas y referencias bibliograficas del capitulo I ‘Henri Lefebvre, al referirse al desarrollo de la ciudad industrial senala: “La sociedad urbana comienza sobre las ruinas de la ciudad antigua y su contorno agrario. A lo largo de estos cambios, la relacién entre industrializacién y urbanizacién se transforma. La ciudad deja de ser recipiente, receptaculo pasi- vo de productos y de la produccién. Lo que subsiste y se refuer- za de la realidad urbana en su dislocacién, ¢l centro de decisién formara parte en adelante de los medios de produccién y dis- positivos de explotacién del trabajo social por los que detentan la informacion, la cultura, los mismos poderes de decisién” (Lefebvre, 1978: 166). Paul Mattick, intentando caracterizar al Estado advierte: “El Estado es el instrumento de poder destinado a asegurar el 102 @ Gerardo G. Sanchez Ruiz régimen social interno y los intereses nacionales en la compe- tencia internacional. Aunado a esto, y desde hace un buen tiem- po, el Estado ha venido ejerciendo funciones econdémicas” (Mattick, 1980: 198). Respecto a esio ultimo, Omar Guerrero sostiene: “El estado se atribuye entonces, la funcién econédmica de establecer condiciones propias para la reproduccién de las relaciones de produccién, es decir, establece bases sobre las cuales se reproducen las relaciones de explotacién y dominio entre las clases propietarias y las clases trabajadoras” (Guerrero, 1981; 65-66). ‘Gianni Vattimo, intentando definir la modernidad apun- ta: “la modernidad es aquella época en la cual el ser moderno se convierte en un valor, es mas atin, en el valor fundamental al que todos los demas valores se refieren. Esta formula se puede corro- borar mostrando que coincide con la otra definicién mas difun- dida de lo moderno atendiendo a la secularizacién. La secula- rizacion entendida como lo moderno es un término que describe lo que ocurrié en cierta época y al mismo tiempo designa su cardcter y el valor que domina y guia la conciencia de la época en cuestién, sobre todo como fe en el progreso” (Vattimo, 1996: 91). 4Luis Angeles, resume las caracteristicas del desarrollo esta- bilizador de la siguiente manera: “La politica del desarrollo estabi- lizador 1958-1970, constituyé una salida al modelo sustituti- vo de importaciones que se habia venido implementando desde un par de décadas atrés como estrategia de crecimien- to industrial y que requeria progresivamente de tecnologias complejas grandes densidades de capital y un mercado relati- vamente diferenciado y en rapida expansion. En este esquema de crecimiento, la introduccién acelerada indiscriminada al pais de los paquetes de inversién y tecnologia extranjeros, al optar tnicamente por cl criterio de rentabilidad eran dirigidos principalmente a los sectores que mantenian mayor dina- mismo |...]. La estrategia econémica adoptada en este perio- do se caracteriza por un crecimiento econémico sostenido sin q ———— Guia de investigacién para precedente por la estabilidad relativa de los precios y por el mantenimiento de la paridad del tipo de cambio en condiciones de libre convertibilidad [...]" (Angeles, 1979: 11-12). ‘Paul Mattick sostiene que: “La crisis es la interrupcién del proceso capitalista de acumulacion, que en el plano del mer- cado se expresa bajo las formas de sobreproduccién y desem- pleo. Su origen se encuentra en una insuficiencia de ganancias en relacién con las condiciones de valorizacién impuestas por el capital” (Mattick, 1980: 200). *En una disquisicion muy concreta, Christian Topalov sostiene: “La urbanizacion capitalista es, ante todo, una multi- tud de procesos privados de apropiacién de espacio. Y cada uno de éstos esta determinado por las propias reglas de valorizacion de cada capital particular, de cada fraccién de capital” (Topaloy, 1979: 20). En ese mismo sentido, Jean Lojkine afirma: “Las for- mas de urbanizacién capitalista son, ante todo, fundamentalmente formas de la divisién social (territorial) del trabajo” (Lojkine, 1981: 113). ’Con relacion a la forma en que asume el Estado la pro- duceién de condiciones generales para la produccién, Paul Mattick asienta: “Las condiciones generales de la Froduccion expresan el cardcter asocial de la produccién capitalista, es decir, Ja imposibilidad de incluir en la produccion privada de gamancias todas las necesidades sociales. El ideal capitalista Seria la realizacién de todas las ramas de la produccién como producci6n privada, aun aquellas referentes a la infraestruc- tura. Ya que esto es practicamente imposible, el capital relega sobre el Estado el complemento social de la produccién priva- da” (Mattick, 1980: 199). *Jean Lojkine, sefiala: “Lo que [...] caracterizar4, [...] a la ciudad capitalista es, por una parte, la creciente concentraci6n de los «medios de consumo colectivos» que poco a poco iran creando un modo de vida, necesidades sociales nuevas (se ha podido asi hablar de una «sociedad urbana (y por otra, el modo

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