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Zaqueo Lc 19, 1-10.

Momento de Reconciliacin
el hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido
Zaqueo sumergido en su pequeez, Jess se hace pequeo tambin pero interiormente,
para permanecer junto a el
No se puede saber, se nos es imposible valorar, cuanto haya penetrado la mirada de
Cristo en el alma del Publicano. Sin embargo, esos mismos ojos son los que hoy
contemplan nuestra total presencia, existencia y esencia. Ac nosotros somos el
instrumento de encuentro, de tipo sobrenatural, al que no somos capaces de entender, nos
resta deslizarnos en un profundo respeto.
Nos espera, nos habla y trata de modo personal. Como a el, lo llama por su nombre,
le dijo: Zaqueo baja pronto, porque hoy me quedo en tu casa... No solo Jess muestra
su humanidad, sino su divinidadla misericordia, porque lo busca para salvarlo.
Nos invita a un encuentro a solas: donde nos escucha, nos da consuelo y perdona.
El es nuestro don como Zaqueo, nos apresuramos a bajar del rbol, para encontrarnos
con el.
El encuentro para Zaqueo transforma su persona, se deja llevar por el espritu de la
misericordia del Padre: la misma misericordia es quien lo impulsa al camino de la
conversin, no es casualidad ni fruto de la curiosidad de Zaqueo, Dios visita primero la
casa de cada hombre. Este publicano no cae en la cuenta que su curiosidad lo esta
preparando de forma previa a algo que lo transformara ntimamente
Aquel que era bajo de estatura, se hizo grande y aquel que es grande se hace
pequeo.
Ahora nosotros no matemos esa iniciativa primera de Dios
Dios ya nos visita.nos prepara para un encuentro mas intimo y personal, donde
caen las barreras, donde el ya no es diferente a mi donde se que puedo postrarme y
dejarme estar en sus planes, lo que prepara para mi...y lo que deja que yo construya para mi
propio bien
Vino a buscarme me salva

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