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BIBLIOTECA de EDUCACION La Binuorb ne Boe twéics y Ine experienciasprietieas mas avanzadas que surgen hoy tenel dmbito intoraciona, as como de dar a conocer también sin ‘estigaciones, ideas y propuestasinnovadoras que ee van generando ‘enlos paises de habla hispana. Las distints sories de la Buus De Epucacio se editan bajo la responsabilidad de resonocidosespecials: tas y estan dedicadas la formacin de los docentes, los métados di ‘ction, ala psiologay los process eognitivos del uprendizae, a Ins nuevas tecnologia las herramientas para insestigaren su aplicaion todas las feconstituyen lon enriculo esolares y planes de estudio uni 1s tiene e propésito de fendi los estos Herramientas universitarias Eussers Oss, Cima sar daiaformacién Gruman Stivers en trabajos deinestigacion Puviiis Crane Rseribiren fa univers Many Lax Mruisa Wasnt Cm esribir oubajos de investigacin Borat Pansies Cima obtener un doctorado Die Pot Sreruen Vas Breas Guia pore estudiantes de cencias plitions Chnsise Taser Estdiar distancia En didlogo. Metodologias horizontales en Ciencias Sociales y Culturales Sarah Corona Berkin Olaf Kaltmeier gedisa des étnicas en procesos transnacionales de integra. cin en las Américas” en el Centro de Investigaciin Tnterdistiplinaria nos ofteeié un ambiente creativo para poder realizar ls primero n el camino de Jas metodologias horizontales, También recibimos el apoyo de Conacyt (CB 2007/7895), de la Universidad dle Guadalajara, de la Universidad de Bielefeld y de ‘su Centro de Estudios Inter-americanos para realizar fencuentros breves ¥ propositives. Agradecemos a Ge: rardo Beorlegu s minucioso trabajo de eorreccidn del ‘manuscrito y especialmente a Alejandro Gonedlee S. fu interés editorial en los contenidos de este libro ast tomo su suave ¥ paciente seguimiento para que este libro formara parte del fondo editorial de Gedisa, Sarah Corona Berkin y Olaf Kattmeier indice Introduecion En didlogo. Metodologias horizontales en Ciencias Sociales ‘Sarah Corona Berkin y Olaf Kaltmeter |. En didlogo: los nombres del proceso Capitulo 1 Hacia la descolonizacion de las metodologias: reciprocidad, horizontalidad y poder Olof Kaltmeier Capitulo 2 E] habla, la escucha y la eseritura. Subalternidad y horizontalidad desde Ia eritica poscolonial Mario Rufer n 2% 55 IL, En didlogo: conflicto y reciprocidad en el campo Capitulo 3 Notas para construir metodologias horizontales Sarah Corona Berkin 8 m1. Capitulo 4 Contando historias / narraciones en un contexto postcolonial, Anslisis del discurso y anilisis biografico como métodos horizontales a Blisabeth Tuider Capitulo § La produccién de conocimiento como “minga” y Ins barreras a la equidad ‘en el proceso investigativo. 137 Yoonne Riaio Capitulo 6 Sobre encuentros, amistades y eaminos fen la investigacién en Ciencias Humanas y Sociales 161 ‘Milsa Carla Pinto Passos y Rita Marisa Ribes Pereira Bn didlogo: descubrir la voz del otro y la propia Capitulo 7 Consideraciones sobre la traduccién cen la investigacién horizontal 185 ‘Ma. del Carmen de la Prza Casares Capitulo 8 Entre voces: una metodologia horizontal de autoria para el estudio de In comunicacion entrecultural 209 Rebeoa Pérez Daniel Capitulo 9 En biisqueda del sujeto hist6rico: identificando ‘indios, ciudadanos y peruanos en la region andina del siglo xt y xix 231 Christian Basehges Bibliografia. 27 Notas sobre los autores. 268 Introduccion En didlogo: metodologias horizontales en ciencias sociales Sarah Corona Berkin / Olaf Kalimeier [A partie de la déeada de 1990 se agudiz6 la ersis de Ia invest. acid del otro, Con el auge de los acercamitentostebricos poses ‘ructulistas, pscoloniales e interaccionistas, la verdad prod cida por las etnografias tradicionales fue puesta en jaque, asi ‘ome el problema de la representacién, In autoridad y la autoria colaborativa, Los movimientos politico, las voces indigenas y de las mujeres, profundizaron la brecha entre el saber construido desde el exterior de st militancia y el generado al interior. Fi rnalmente, Ia vevelacin en los textos académicos més recientes tle que las identidades gon multiples y sin esencia terminaron ton Tas eertezas que imaginaban los estudios acostumbrados Aiscurrr sobre ol otro, stas discusiones ban suscitado un ampli consenso de que ya no se trata de hablar sobre el otro, ni de una manera ndvoeat ra para el otro En sa lugar la ética investigativa parte del ides! 1. Hacia la descolonizacion de las. ‘ | } ' 2 3 | obtenids (texto escrito, audiovisual auditivo) qe el publica ‘acadénvieo internacional cada investigacién es un acto pol [iste un estrecho wineulo entre saber y poder, que esti caracte rivado por la larga duracién colonial. En este contexto, no exis trun eaber neutral o una investigacin pura. Las inleracciones wey meattas props disposiciones como investigadores — es: tin contaminadas todavia por la colonialidad del poder que se tenueva en las interaeciones institucionales y cotidianas, El campo académieo est profundamente estructurado por ta eolonialidad y, en el contexto actual, hay dindmicas masi vas de una coma modifieacign del saber liderado por empress Trashacionales. A pesar de estas tendencias hegeménicas pens thos que el campo de los estudios todavia es un lugar estratégi fo para cambiar las geopoiticas del suber, dada su importaneia Sara la definiion de los prineipios de vision y divin del mut Uo social, y dada su relativa autonoméa frente a Lo politico y Io eondmico, Par eso és importante tener una politen y étien de Tr investigacin que no esté ideada desde un campo aeadémico ienlizado sino que considere de manera integral Jos aspectos politicos, econdmicos y sociales, desde la definiidn del tema, pa Penile por la recolecion de Ia data, hasta Ia publieacin de los Tesultados para promover el proceso de la desculonizacd saber. Capitulo 2 El habla, la escucha y la escritura. Subalternidad y horizontalidad desde la critica poscolonial Mario Rufer* Lermettaeron al nombre que meres ‘Sn aunt nada 0 de sobre aes. ‘GN quo ptara, Quiero conocer, desnuda, tr done se nombr asa Geno + Qui aruecer be omentarns ene que heron ese testo Sara ston Ola alae, Carmen de osama a discs ais “on mis enous del seminar “Cltra poplars wena mage d net denne Ta char 2010 Sin de ln neti en Cami y Palin dela UAM- Keak, Tal eee 2.€1habla, la escucha y la eseritura.. Len dloge, Metodolagias horzontales. | Comienzo esta reflesiin con una essena que los antropélogos a marian “situacion de campo (Geertz, 2008). A inicios de 2002 yo eolaboraba roto asistente en una investigacin sobre rec peraciin de memorias locales en Cérdoba, Argentina, en la zona norte de Ia provincia, en Quilino. Bl reverso de la “pampa’ ar. fentina: in espacio histrieamente relegad par las poiticas del festado-naciin, al margen del sujeto territorial argentino, zona, {eca, viejo asentamiento de pucblo de indios, clara hereneiain- ‘ligena en un pais acostumbrado no-@ excluir sino a borrar (del mapa, de la lengua, de la historia y dela tierra) aquelo. que no Teconviene ver! Bin el poblado habia pocas casas de conereto,tanques de roto- past poblahan la estampa de lo que en aquel momento me pa- tecid In yerladera cara de ls globali2acion, Con la ditectora del ‘equipo, en ese entonces, esperabamos poder entrevistar @ alu hos resdentes, y (tal vez ingenuamente como pensamos a veces Tos historiadoves que el tiempo va trazando las madejas) queria ros ligar una vieja historia de resistencias desde la colonia has: tivel presente. Quilino era wn pueblo de indios desde el temprano Siglo wu, rebelde, que dba elegi entre el quechua como lengua tolonizadora ineaics, y el esparil como lengua colonizadora eu ropea Siempre eligieron el quecha, obviamente ‘Una vez en el lugar. precisibamos hablar con uno de los po bladores mis importantes, don Elrén, que nos ibaa narrar “la historia profundla” de Quilino, fuera de la formula normativa de Jos “pueblos serranos’ como se conoce la historia de Ia regién. Coanilo Hegamos a st cash ¥ nos dispuaimos a conversa con 4), después de varios protoelos de rigor, comenzé la charla. Tos pocos minutos ini maestra y yo nos miramos en un gesto de complicidad. Elren nos estaba contando la historia de los pueblos nnatrada por Elsain Bischof riador oficial de Cordoba, ‘miembrode nimero de la Acaemin Nacional dela Historia (Bis hoff, 1985). Nuestra decepeion no odin ser mayor: el proyecto pretendia re-eseribir la historia a partir de la memoria pucble Fina como eje. La infeneidn era ingenua, pero nosotros éramos onscientes de esa deliberada simplicdad. Sabiamos que las nemorias estarian “mediadas” por las historias formativas del ‘ctado-nacién, Anhelibamos un dislogo con esas historias, un tnlrentamiento, incluso una negacién total. Nunca espersbamos fave esa historia fuera reprodueida. Bn ese momento, lato esti, no dijimos nada, pero después de tuna serie de encuentros, cuando la confianza hizo posible otro tipo de intereambios, yo expligué Ia situacion que habiamos per- tabido, y don Birén hablo con estas palabras a historia nuestra no esté escrita. Pero es0 no es lo ‘preocupante. Lo que preoeupa es que ya tamporo puede ser no digas excrita, pero dicha. Ustedes vienen a buscar fo que ya saber que van a encontrar. Despucs cescviben. ¥ yo hablo, otal... acd vienen los antropélo 'g0, los politica, os diputados, y a todos hay que con- aries toque ya saben que vienen «ofr. Povo dijeme que te diga: perder Ta lengua de uno no es solamente una ‘euestion de palabras, es wna euestion de vida. Todo se trastoca es como si uno no fuera ya duetio de eu vida, Pero tampoco es posible explicarlo, porque uno como que no sabe exaclamente qué esid perdiendo, porawe perdés una lengua slo cuando agarris otra, Pero cla ro, nunca sabés que fa que perdiste er la tuya y la que taprendés es de oro, Te das cuenta mucho después, ge hneroviones despuse quiero decir, ewando las palabras ho te bastan. ¥ déjeme que le diga algo a usted que tes estudiante y sabe: acd nadie quiere valve @ las tra tlciones, Queremos tenor derechos, como un puedlito comin, a ta educacién, a la salud, a eestirnes bien. A tstas alturas todo es jodide: porghe To extraio es que a no somos muy distintos, aed ni siquiera somos in- dios, y mis hijos tampaco quieren serlo, Y tienen ra. tin jPara qué? No. No somos distintes, nomts somos pobres. Ah, pero no escriba eso, porque a usted en la Tel wesrapro er Keuanoso e1 e904 13°Z ra aetna a xen a seria. En daioge. Metodologias horizontals universidad no leva a servir... Diga que somos ino J que nos vestimas como los sanauirones, yque vivimos.en piso de terra. diga eso usted.* tet? asi 198 : Tire a Bln Cnr ayo de 2002, Quine, Crabs, Arent tancia asimétrica (el Estado, la institucién) y que es habitado por la distancia, la confrontacién, In mimesis o la parotia, de forma tensa y ambivalente. Propongo que no pensemos en Ia yo2" del subalterno como una unidad discursiva que proviene

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