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Oe ie mee ay maritima autoctona ee eee SO Sa ” ZAGIER & URRUTY PUBLICATIONS Lic. Carlos Pedro Vairo LOS YAMANA NUESTRA UNICA TRADICION NAVAL MARITIMA AUTOCTONA Mica Miritenr de Ushusis EN EL PRESIDIO ZAGIER & URRUTY PUBLICATIONS © 1995 ZAGIER & URRUTY ISBN 1-879Sb8-27-b Todos los derechos reservados. Este libro no puede reproducirse, total o parcialmente, por ningén iétodo gréfico,electrénico 9 mecénico, incluyendo les sistemas de fotocopia, registro magneto- fénico o de alimentacién de datos sin expreso consentimiento por escrito de los editores, excepto Bor un periodista, quien puede tomar cori pasajes para ser usados en un comentario sabre esta obra a ser publicado en una revista o periddico. Impreso en la Argentina. Alemprender cualquier actividad mencionada en este libro el lector debe asesorarse en entidades reconocidas acerca de los Fiesgos ‘obligaciones inherentes a su practica, no asumiendo el autor nilos editores responsabilidad alguna por posibles perjuicios ocurridos por accidente, negligencia o cualquier otra razén. Aunque el autor y los editores han investigado exhaustivamente las fuentes para asegurar exactitud en los textos, ilustraciones y mapas contenidosen este libro, ellos ‘no asumen responsabilidad alguna por errores, inexactitudes, omisiones 0 cualquier inconsisten- cia inclufda. Cualquier agravio a personas, empresas 0 instituciones es completamente involun- tario, Aprobado por el Instituto Geogréfico Militar de la Republica Argentina. Library of Congress Catalog Card Number: 95-61038 Primera reimpresi6n agosto 1997. Fotografias de tapa y contratapa correspondientes a la Mission Scientifique du Cap Horn, 1882/1883, cedidas gentilmente por el Musée de LHomme de Paris. Fotografias de interiores tomadas por Carlos Pedro Vairo o correspondientes a fuen- tes hist6ricas. Correceiébn de textos por Teresa Moreno Quintana. Ilustraciones pluma por M. Gonik. Mapas por Darfo Urruty. Disefio general por Sergio Zagier. ZAGIER & URRUTY PUBLICATIONS Las Lajas 1367 - Ushuaia © C.C. 94 Sucursal 19 - 1419 Buenos Aires — Argentina Fax (84-1) 572-5766 ~ & (54-1) 572-1050, Primera reconstruccién de una canoa de corteza. Comparacién con las canoas de corteza del resto del mundo. Etmografia Maritima Existe una disciplina que estudia la relacién de hombre con el mar, Enella se aprende el universo del marino, el lugar donde transcurre su vida cotidiana tanto a bordo como en tierra, su desarrollo material, necesidades, mundo social y en especial tratar de entender su mentalidad. Estos temas eran tocados por la historia y la arqueologia sin llegar nunca a profundizar en ellos porque escapa un poco a su labor cientifica. Es asi como nace una nueva disciplina: la etnografia maritima, apoyada con elementos de la etnohistoria y la arqueologia naval. Tiene un gran desarrollo en la peninsula escandinava y Alemania del Este, es muy practicada en los pafses anglo sajones y en Francia, aunque en menor escala. Dedicado a mi esposa, Cecilia Illa, por su incansable colaboracion en todas las etapas de realizacion de esta obra Agradecimientos En todo proyecto existen colaboradores en distinto grado pero que gracias a su conjunto se llega a un resultado casi como el que uno sofiaba. Mis ms sinceras felicitaciones al equipo basico de trabajo que en Ushuaia fue compuesto por: Miriam Corsi, Cecilia Illa, Pedro Esteban “Gato” Curuchet, Moreno Preto, Edith Pacotti y Jorge May. Junto a Jorge May quiero agradecer a toda su familia, en especial a sus hermanos Guillermo, Roberto y Eduardo; a Marta, su esposa, que pasé un fin de afio pelando pieles de lobo y descorte- zando, A Marta Vaggi, su secretaria, que se encargé de que podamos comer. A Daniel Van Lierde quien tuvo que posponer sus planes, entre otras cosas. A los licenciados Ernesto Piana y Hernan Vidal por su importante aporte cientifico, Al equipo del Museo Territorial de Tierra del Fuego (todavia no era provincia) y a su director Oscar Pablo Zanola. Ala Armada Argentina y en especial a todo el personal de la Base Naval Ushuaia que, por intermedio del Cap. Nav. Héctor Alvarez, nos brindé un apoyo logistico fundamental. A la agrupacién de Lanchas Raépidas y en especial al mando y las dotaciones de las lanchas Indémita, Clorinda, Barranqueras y Concepcién del Uruguay y a los avisos Tte. Olivieri y Somellera que nos levaron por todas partes con excelente buena voluntad. A empresas y empresarios de Ushuaia como La Anénima S.A., Club Nautico Ushuaia, Tolkeyén, Preto Automotores, Juan Carlos Begué y Jorge Luis Trabuchi. A la traductora Sandra Lajous, la historiadora Francis Gati e Ines “turca” Keumurdji. Al equipo de documentalistas de la POLTEL (Polish Television) Andrzej Radominski, Andrzej Galinski y Antoni Bokum. Filmacién en 16 mm para Television Europea. Estudio de Video R&C Video Ediciones que edité el video de la Reconstruc- cién de la Canoa de Corteza. MUSEOS Un especial agradecimiento a todos los museos cuyo personal jerarquico como investigadores, museélogos y bibliotecarios participaron de uno u otro modo en la investigacién, recopilacién de datos y fotografias publicadas: * Museo Naval de la Nacién, Paseo Victorica 602, Tigre. En especial al Sr. Juan C. Sidders y a todo el personal de biblioteca y salas. * Depto. de Estudios Histéricos Navales, Casa Amarilla, Alte. Brown 401, Bs. As. Directores Javier Sosa, Hugo Colombotto y Eduardo Ramos. A Dora Martinez y Sundblad. * Museo Etnografico J. B. Ambrosetti; Moreno 350, Bs. As. * Archivo General de la Nacion, Alem 246, Bs. As. © Museo de la Patagonia “Francisco P. Moreno”, Centro Civico, 8400 S. C. de Bariloche, Rio Negro. Bibliotecaria Gloria Padrés de Henning. * Museo Nacional de Historia Natural de Santiago, Chile. Casilla 787, Santiago. Especialmente ala Dra. Eliana Durén y al museélogo Miguel Angel Azocar. * Museo Regional Salesiano Mayorino Borgatello de Punta Arenas. Casilla 347, Punta Arenas, Chile. Al padre Vicente Luccelli y al prof. Sergio Lausic Glasinovic. * Biblioteca Nacional, Subjefe Departamento de Museos Lic. Daniel Quiroz Larrea Clasificador 1400, Santiago, Chile. * Museo del Recuerdo, Instituto de la Patagonia, Universidad de Magallanes, Casilla 113-D Punta Arenas, especialmente al Sr. Mateo Martinic. * National Maritime Museum, Greenwich, London SE10 9NF, Gran Bretania. Conservacién de maderas y técnicas de arqueologia naval. * Musée de la Marine, Palais de Chaillot, 75116 Paris, Francia. * Musée de L’Homme, Palace du Trocadero et du 11 Novembre, 75116 Paris, Francia. * Chasse Marée, Abri du Marin B. P. 159 29171, Douarnenez Cedex. Francia. * Museo Naval de Madrid, Montalban 2, 28071 Madrid, Espatia. * Ministerio da Marinha, Servicio de Documentacao Geral da Marinha, Rua D. Manoel 15 Centro, 20091 Rio de Janeiro RJ, Brasil * Museum do Indo, Biblioteca: Rua das Palmeiras 55, Botafogo, 22270 Rio de Janeiro RJ, Brasil. * AIATSIS, Australian Institute of Aboriginal and Torres Strait Islander Studies, GPO Box 553, Canberra ACT 2601 Australia. * The Tasmanian Maritime and Folk Museum; P.O. Box 658, Devonport 7310, Australia. Busqueda realizada por Stephen Hiller. * Port Albert Maritime Museum, Hedley 3967, Victoria Australia. Recopila- cién realizada por Beryl Atkin. * Bernisches Historisches Museum, Helvetiaplatz 5, CH-3000 Bern 6, Suiza. Secretaria Heidi Hofstetter. * Folkens Museum Etnografiska, Djugardsbrunnsvagen 34, S-11527 Stockholm, Sweden. Curadoresdelas colecciones fotograficas, Sanna Torneman y Steffan Brunius. Indice Advertencia..... Introduccién .... .. Pag. Comienzan los trabajos ...... .. Pag. Botanica . Pég. Buscando una forma... . Pag. Construccién » Pag. .. Pag. » Pag. Uso dado a la canoa......... Pag. Apéndice I. Las Manos Color de Arcilla ... Apéndice II. Canoas de Corteza del resto del Mundo...... .. Pag. Apéndice III. Dalea .. Pag. Apéndice IV. Historia de un proyecto .. Pag. Apéndice V. Del Diccionario “Yamana-English” de T. Bridges........ Pag. Glosario ....... .. Pag. Bibliografia ..... .. Pag. Apéndice VI. Una Canoa, cine y .. .. Pag. Apéndice VII. Antiguedad de la navegacién en Tierra del Fuego ... Pag. 13 31 39 45 63 17 81 . 87 95 121 125 131 155 159 165 173 6-—LOS YAMANA Mission Scientifique du Cap Horn, 1883. Fotos de M. Doze y M. Payen Originales actualmente en Musee De L'Homme de Paris. Advertencia En el presente trabajo se traté de eliminar todas las palabras que dificulten una rapida lectura y que lo encasillen en una ciencia en particular. Como existen términos nduticos imposibles de reemplazar salvo luego de larga explicaci6n, se agrega, a modo de apéndice, un pequefio Glosario para la correcta interpretacién de los términos empleados en esta obra. La inclusién de una traduccién al espafiol de los vocablos yamana que se refieren alahabilidad marinera 0 ala canoa de estos, ha sido tomada dela obra de Thomas Bridges “Yamana English Dictionary” con el fin de ordenarlos por temas. De ellos se desprenden muchas interpretaciones y, por la importancia de los mismos, crefmos necesaria su inclusién para facilitar la tarea de otros interesados en la investigacién. Asimismo creimos importante no sélo relatar la forma en que realizamos el trabajo de reconstruccién de una canoa de corteza yamana en base a datos etno-histéricos, sino que ampliamos un poco masel panorama sobre el yamana como marino, interpretandolo desde ese punto de vista luego de construir una canoa y probarla en el canal Beagle, en su habitat y vivencias comunes. Creemos oportunoaclarar que la canoa realizada no se trata de una réplica ni de una simulacién de ninguna fndole. Tampoco es una mera construccién realizada al azar puesto que tomamos datos de los distintos viajeros presentes en la zona para reconstruir paso a paso la canoa y los métodos utilizados por ellos. Hoy en dia no existen hombres cuya profesién sea descortezar 0 coser cortezas. Tuvimos que aprender a hacerlo, tratando de imitar al yamana, en base a los datos aportados por la historia y la etnografia. Consideramos que en lo que atafie a la reconstruccién de la canoa no se trata de arqueologia ndutica experimental, aunque por momentos se acerca mucho, Inclusive ha sido encasillada dentro de esta rama por muchos profe- sionales, Creemos que, a partir del trabajo realizado, se estaria en condiciones de encarar un proyecto global de arqueologia experimental con los pueblos canoeros. Ahora entendemos los datos de todo lo relativo a sus canoas, construccién, herramientas, accesorios, cuidados, reparacién, etc. El proyecto “Las Manos Color de Arcilla” explica un poco el trabajo realizado para las herramientas y accesorios de la canoa. Comonohasidotema desarrollado en el libro se lo incluye en el Apéndice I. Comoexisten otras canoas de cortezaen el mundo, se creyé importante que el lector, luego de comparar, saque sus propias conclusiones. Por eso la 8-—LOS YAMANA existencia del Apéndice II. En el Apéndice III se explica c6mo nacié este proyecto y la manera en que logramos llevarlo adelante al no depender de entes gubernamentales. El Apéndice III trata de la Dalca, embarcacién de madera que posee algunas semejanzas estéticas con las canoas de corteza. Este ha sido sélo el comienzo de futuros trabajos posibles de realizar para comprender mejor a un pueblo extinguido que, por otra parte, ha sido la inica tradicién naval maritima autéctona de la Republica Argentina. Introduccién ¢Embarcaciones Primitivas? E] hombre en la actualidad trata de develar el misterio que representa saber cémo empezé a navegar y cual fue la evolucién que le permitié llegar a construir un barco. Comenzé a prestarle atencién a medida que se dio cuenta de que el agua no separaba los continentes y que muchas de las embarcaciones llamadas primitivas eran capaces de realizar viajes ocednicos, En este punto es donde se separan los etnégrafos que se vuelcan a la teoria difusionista de la poblacién del mundo de los de la escuela aislacionista; ésta ultima niega toda capacidad marina a las embarcaciones primitivas. Es asi que, a partir de Thor Heyerdhal, muchos estudiosos con gran sentido aventurero (en ocasiones aventureros con algo de estudio) se atrevie- ron asurcar los océanos con balsas de todos los tipos y algunos, los mas osados, se animaron areconstruir embarcaciones partiendo de petroglifos, pinturasen vasos cerdmicos y cualquier informacién proveniente del pasado que pudieron obtener. Se llegé ala conclusion de que, si bien eran embarcaciones primitivas, estaban perfectamente adaptadas para su uso y al medio en que debfan ser utilizadas. En el lago Titicaca se utiliza la balsa de totora mientras los esquimales usan embarcaciones de piel, los celtas de cuero (piel curtida, sino se descom- pone). A ninguno de estos pueblos se le ocurrirfa cambiar de embarcacién ni los elementos que utilizan para construirla. Pero ya en este punto se planted la primera gran divergencia entre los especialistas de la materia. Ala pregunta {cual de las embarcaciones es mas primitiva que la otra? aparecieron dos corrientes que no tienen punto de contacto. Para algunos la balsa de Junco(Totora o Papiro) fue la antecesora de todo tipo de embarcaci6n. Su duracién y capacidad de afrontar fuertes tormentas fue puesta a prueba en largos viajes que partiendo del Eufrates arribaron al Africa. De Egipto a América (Expediciones de Thor Heyerdhal) y muy recien- temente de Pert a las islas Marquesas en balsas de Totora (exp. Uru). Pero para los arquedlogos navales una balsa conduce s6lo a unacosa:aotra balsa. Es un camino muerto, no hay posibilidad de evolucién. Se basa en el principio de que su flotabilidad depende del material utilizado, independien- temente de su tamafio, y por mas que se filtre agua, siempre siguen flotando. Por otra parte estan todos de acuerdo que en latitudes septentrionales su uso 10- LOS YAMANAS. es s6lo posible en aguas interiores, No poseen una gran capacidad de gobierno siendo impulsadas por el viento y las corrientes hacia dénde éstas ultimas se dirijan. Seguin Landstron y Greenhill, las embarcaciones como las canoas de corteza, monoxila y de cuero, contrastaban con las balsas en otro principio: su flotabilidad esta dada por la forma que incluye un volumen que es mas liviano al volumen de agua que desplaza. Todas éstas tienen una particularidad en comuin; se hunden si se Ilenan de agua. Dependen de la capacidad marinera de quien las navegue para que permanezcan a flote. También se afirma que en el desarrollo de la construccién naval son éstas, y no las balsas, las que evolucionaron y se convirtieron en los cascos de las embarcaciones que llegan hasta nuestros dias. Como la historia escrita nos llega hasta nosotros con unos 2000 afios de retraso, con respecto alas primeras navegaciones maritimas efectuadas en embarcaciones primitivas, no se sabe cul fue el primer paso. Son muchos los que estan convencidos de que la canoa monoxila con orlas levantadas por el agregado de tablas, para aumentarle el francobordo y de esa manera aumentar Ja flotabilidad para mas carga y resistir olas mayores (al igual que hizo el yamana después de la llegada del europeo cuando abandoné la canoa de corteza), fue el primer paso de evolucion hacia una nave. Otros sostienen que fueron las balsas de junco que, usadas como moldes, fueron recubiertas de planchas de madera dando origen al primer barco. (Barco real del faraén Cheops, fechado en unos 4.600 afios antes que el presente). Los nérdicos, que navegaron 3000 afios después que lo hicieran los egipcios, dicen que sustituyendo las pieles por planchas de madera se evolucioné hacia el barco. Para completar el panorama se tiene como premisa en todo el mundo, que el nacimiento del barco, por oposicién a la canoa y a las balsas, coincidié con Ja aparicién de los titiles de metal. De la misma forma, para mucha gente, la embarcaci6n mds primitiva es la de piel porque no requiere herramientas para ser construida. iCémo obtuvo el yamana suembarcacién? (Existié una evolucién osucedié como se afirma en general? {La evolucién fue dada gracias al aporte de herramientas de metal introducidas con la llegada del europeo?. Preguntas que no tienen contestacién y cuando las tienen, estan hechas con razonamien- tos de mentes acostumbradas a otra manera de pensar. Otra naturaleza Sif, porque no aplicar la teoria de que el uso de la corteza es una evolucién al uso de la piel, al reemplazar ésta por planchas de madera, como paso previo a la utilizacién de tablas. Pudo suceder que la piel, al no ser posible curtirla, se descompusiera rapidamente (para curtir se necesita tanino y es muy poco el que se puede encontrar en los arboles de la zona). No se tienen datos concretos sobre el empleo de pieles pero por algo no las utilizaron y, si lo hicieron, lo abandonaron. También se podria afirmar que la madera disponible en el archipiélago del INTRODUCION- 11 cabo de Hornos no sirve para embarcaciones, 0 mejor dicho tiene una vida util muy corta, comparada con el esfuerzo que implica obtener tablas de ellas o incluso el uso del tronco entero. El Licenciado Ernesto Piana llevé a cabo experimentos que muestran la rdpida destruccién que sufre la madera de guindo, comparada a otras como la del cedro, por la accién del teredo. Si bien es cierto que los yamanas comenzaron a construir canoas monoxi- las y posteriormente de tablas (gracias alas herramientas, clavos y tablas que obtenian de los aserraderos) a partir de la llegada de la civilizacién, no implica una evolucién. Fitz Roy comenta que en 1833 vio como Yemmy Button (uno de los indigenas Ilevado en su anterior viaje a Inglaterra y luego devuelto a su patria) construia una canoa monoxila como las que vio en Rio de Janeiro. Thomas Bridges hace una referencia a que en 1878 fue la primera vez que vio una canoa de ese tipo; también Martial hace referencia a que vio una en 1883 y de alli en mas fue aumentando su uso hasta que desplazé a la de corteza. Martial advierte que son més pesadas que las de corteza, por ende menos maniobrables, mas lentas, con menor capacidad de carga y mas inestables; tanto es asi que las fotos de estas canoas tienen aumentando el francobordo con tablas que a su vez les aumentael peso; en el conjunto podriamos decir que eran menos marineras. A esto se le llama evolucién? Un pueblo que habia desarrollado una embarcacién cosiendo planchas de corteza, calafateando sus costuras y colo- cdndole un armazén interior’ lo unico que hizo fue retroceder en su camino. Lo hizo de la mano del europeo que le facilité las herramientas répidamente porque con e] uso del hacha de hierro se aceleraba el proceso de devastar un tronco y, aunque no tuviese una larga vida util, podia hacerla en menos tiempo y en cualquier momento. Proyecto de reconstruccién de canoas de corteza Para comenzar a probar este tipo de razonamiento y tratar de entender un poco més a los némadas acudticos, expresién que si se quiere es hasta romantica si no fuese que habitaban la zona conocida como el fin del mundo, necesitdbamos armar una primer canoa. Objetivos El objetivo final del proyecto era poder construir y navegar una embarca- cién de corteza para probar su capacidad marinera y c6mo pudo ser empleada en esa zona por un pueblo cuya vida dependia de su relacién con el mar. En lo posible la intencién era navegar un trayecto de cierta envergadura. Enseguida nos dimos cuenta de que para llegar a este punto necesitabamos varios pasos previos y otros trabajos simultaneos. El proyecto quedé delineado, en grandes rasgos, de las siguientes formas: I) Realizacién de los trabajos de reconstruccién basdndonos en datos obtenidos de la historia y de la etnografia. Esto incluia desde dibujos, fotos, relatos de viajeros, diarios de abordo, y estudios realizados por etnégrafos y cientificos, no limitarnos a copiar alguna canoa auténtica. 12-LOS YAMANA El trabajar de esta forma nos iba a beneficiar en las posibles interpreta- ciones futuras que le pudiéramos dar a la lectura de los distintos escritos. Por otra parte obtendriamos, a través de la experimentacién, el familiarizarnos con las materias primas al alcance del yamana, su forma de empleo y virtudes de una u otra segtin su uso. Asi podriamos comprender mejor al yamana y lograr una mejor interpretacién de cada uno de los viajeros que escribieron sobre el tema. IL) Realizar dos canoas. Una como la que describié Weddell, que tenfa una eslora de unos 4 m, y otra de mayor tamafio, 5 6 6 m. La primera nos tenia que servir para familiarizarnos con las distintas técnicas constructivas. II) Reproducir las herramientas que utilizaban para descortezar, cortar cuero y devastar madera, En estes punto se contraté a dos artesanas bajo la supervisacién de] Licenciado Hernan Vidal que estaba desarrollando el proyecto “Las Manos de Color de Arcilla” orientado al rescate del patrimonio cultural material mueble de los yamanas. IV) Reproducir los accesorios para la canoa: Remos, guardamanos, cubile- tes y maromas que usaban para reemplazar los cabos. Como complemento de la canoa: arpones, venablos, cestos y horquillas para mejillones y centollas. Apéndice I YV) Reproducir dos refugios como los que utilizaban los yamanas. Este punto fue realizado por el Museo Territorial bajo la supervisacién del Licen- ciado Hernan vidal y la direccién de Oscar Pablo Zanola. VI) Difusién dentro y fuera de Tierra del Fuego mediante la realizacién de cine documental. VIL) Transmision del “know how” a gente local interesada en continuar trabajos. Este punto fue planteado desde un principio cuando se coordiné el trabajo con Hernan Vidal y se establecié que podfan participar artesanas del lugar. Asi se hizo y con satisfaccién vimos como Edith Pancotti transmitié a alumnos de Ushuaia las técnicas de descortezamiento, elaborando una Canoa similar a la realizada en la primer oportunidad. VIII) Dada la falta de canoas auténticas, exhibicién de la canoa y sus accesorios en la ciudad de Ushuaia para dar una idea acabada de la forma de dichas embarcaciones a pobladores y turistas. 13 Comienzan los trabajos Ushuaia. Eleccién del lugar de construccién de la canoa. Tomamos como lugar de asiento y centro de nuestra actividad ala ciudad de Ushuaia. Las razones fueron varias y de bastante peso cada una de ellas. Contar con una casa como vivienda de un grupo numeroso y con actividades diversas era muy importante, mds si el plan consistfa en quedarnos por varios meses, en total fueron 5, ademas de los viajes mensuales a lo largo de un afio. Las comunicaciones con Buenos Aires debian ser fluidas por varios motivos entre ellos el problema de contar con tres integrantes del equipo, de origen polaco, quienes se ocupaban de la filmacién y debian comunicarse con la embajada asiduamente; por otra parte nuestro patrocinador, Jorge May, debia pasar gran parte del tiempo en Buenos Aires y necesitabamos estar en contacto ademas de tener un apoyo grande con el envio de elementos de las mas diversa indole desde e] norte. Las otras razones fueron estar cerca del Museo Territorial, el cual nos era fuente de informacién, ademas de que su gente colaboraba en cuanta cosa se le pidiera. Por otra parte uno de los que apoyaba toda esta operacién era Moreno Preto, el cual nos ofrecié las instalaciones del refugio Tolkeyen para trabajar. Alli funciona un restaurante que nos suministraba comida y ademas el lugar presentaba, por lo menos aparentemente, condiciones favorables para la construccién de la canoa. A nuestro entender tener un rio caudaloso era importante, éste nos proporcionar‘a una cantidad ilimitada de agua dulce que segun los relatos era necesaria. También nos entusiasmaban los bosques que rodean lazona, como posible fuente de materias primas. Pero lo mds importan- te era que esta ubicado sobre el mar, cosa que nos facilitarfa la tarea de trasladar lacanoa ya armada para realizar las pruebas denavegacién. Altener depésitos para guardar los elementos, ademds de la canoa, y contar con todo Jo que puede brindar una estancia (pastos largos, piedras, arcilla, algas, musgos, herramientas, etc.). Todo esto a 5 km de la ciudad donde residian nuestros asesores en las distintas disciplinas asi es que decidimos que ese era el lugar ideal y comenzamos a trabajar. Descortezar Con un especialista de la zona comenzamosa buscar un bosque apropiado. Moreno Preto con sus conocimientos sobre los arboles posibles de ser talados en toda la isla, nos levaba a distintos sitios donde se pudiese encontrar 14—LOS YAMANA guindos; desde lejos y a toda velocidad distinguia un Arbol del otro. Debo confesar que para mi todas las especies eran iguales, sobre todo a mas de 100 km por hora como a él le gusta manejar por caminos de montafia convirtién- dose el bosque en una gran masa verde grisdcea. Fue el primer contratiempo serio con el que nos topamos. Ya no existen los grandes bosques de guindo que Ilegaban hasta la orilla del mar. Antes de la llegada del europeo, los yamanas buscaban las cortezas interndndose en el bosque, pero no tenian que desplazarse mucho. Con el arribo de la civilizacién comenzé la tala, sea para lefia o madera; tanto para uso de los primeros habitantes como para la venta a Malvinas u otra provincia. Asi es como los mejores ejemplares de Notofagus Betuloides quedaban dentro del Parque Nacional de Tierra del Fuego, en algunos lugares cercanos al paso Garibaldi en plena cordillera o sino, alejandonos de Ushuaia, por la zona de Moat; donde el Ejército estaba abriendo la Carretera Atlantica, que bordea el canal, intentando llegar al Atlantico. Resignados comenzamos a descortezar en la zona cordillerana y luego en Moat. Fue en éste ultimo lugar donde conseguimos los mejores trozos de corteza en bosques con plantas muy sanas y cortezas gruesas pero flexibles y ‘una pendiente del terreno aceptable. Mapa de distribucién de las etnias indigenas en el drea austral PEDESTRES YAMANA CANOEROS ALAKALUF COMIENZAN LOS TRABAJOS - 15 T) Método Al iniciar las tareas teniamos pocas cosas en claro, una de ellas era que queriamos descortezar con el drbol en pie. Las razones, ademas de que esa era la forma en que lo hacian los yamanas segin los relatos (Despard 678-679, Hyades 350, Gusinde 425), voltear Arboles nos iba a llevar un gran trabajo, no estébamos autorizados para hacerlo, y existian altas posibilidades de dafarla corteza con la caida del drbol sobre otros o golpedndose contra piedras, descontando una probable rodada cuesta abajo. Nuestro sentido conservacionista también nos impedia la tala de Arboles indiscriminada. Sabiamos que al hacer una incisién horizontal a todo el tronco estabamos cortando el descenso de la savia elaborada y por ende matandoala planta. La decision fue rdpida, no hacer la incision profunda, solo lo necesario y en lo posible sacar la corteza indispensable. El tiempo nos dirja como le afectaba a la planta. Por otra parte era una de las pocas similitudes que se nos presentaba con las canoas de corteza del norte de América (Roberts & Shackleton pag. 156) y de las de Australia e Islas Salomon. Nos Ilam6 la atencién que, variando el método, se haya elegido mantener el Arbol. También podrian haber realizado canoas de tronco para sus rios, cosa que no hicieron porque hubiese represen- tado retroceder, la canoa “canadiense” de corteza de abedul es mucho mejor que cualquier prototipo de embarcacién para sus rios y su forma de vida. Después de los primeros intentos aparecieron nuevas dificultades. Para Moreno Preto el mejor método era permanecer colgado de una soga, que pasaba por la copa o enganchaba en alguna rama. El suelo es bastante inclinado y mantener las escaleras en equilibrio estando a alturas superiores de los 6 6 7m, compensando a su vez la inclinacién de la planta era un trabajo duro, Preferimos no utilizar la correa de piel de lobo marino que usaban segan las descripciones (Gusinde pag. 425; Lothrop 144) y escaleras y sogas traba- jabamos en grupo. Los mas avezados en la parte superior, el resto se truncaba en la parte inferior o despegando la corteza por la parte central. E] método utilizado fue tal cual lo descripto en el trabajo de Gusinde pag. 425: una incisi6n horizontal arriba y otra abajo alrededor de todo el tronco; la incisién longitudinal a lo largo del tronco también es légica pero cosas como — “... Si éste es desmesuradamente grueso (el tronco) y basta un corte en la corteza, debera darle el ancho requerido realizando un segundo corte longitu- dinal de arriba hacia abajo”- nos quedaban sin comprender. En ningun relato comentan como retiraban la corteza del drbol, salvo en el trabajo de Martin Gusinde. De cualquier forma los puntos eran muy oscuros porque todos los intentos de interpretar dicho trabajo fueron inttiles. Cuando comenta (Gusinde pdg. 426) — Una vez que el hombre separé la corteza del tronco en la parte superior dejando libre algun espacio introduce en el primero un pie y luego el otro (?). Ahora acttia el peso de su cuerpo. A medida que se desprende la corteza el va hundiéndose cada vez mas; finalmente aparece encerrado entre la corteza y el tronco. Apoya la espalda contra este ultimo y 16—LOS YAMANA toma los bordes del trozo de corteza con las dos manos. A fuerza de pisotones queda dentro de su encierro y termina por desprenderla totalmente, hasta su parte inferior. “Nunca entendimos el método”. No sabemos si existen errores de traduccién pero al realizar semejante operacién, ademas de ser arriesgado, logrébamos una corteza totalmente en jirones. Inservible para el uso de la canoa salvo para un pequefio parche 0 como lonjas para la parte interna. Los anchos maximos obtenidos de esa forma no pasaron nunca los 45 cm y no en todo su largo. Asi es que debfamos olvidar totalmente el método descripto si queriamos llegar a tener trozos de 60 a 80 cm de ancho que, seguin nuestros cAlculos, se necesitaban. Pero en el mismo comentario estaba parte del secreto. Lamentablemente arruinamos la corteza de 8 arboles pero la conclusién fue la siguiente: buscar plantas de gran didmetro y sacar la corteza por mitades. No intentar despegar la corteza entera, de esa forma se rompe y por muchas razones: a) en ningun momento aguanta la flexién para el lado contrario a la forma que naturalmen- te tiene y para despegarla del tronco es necesario ir llevandola a una posicién semirrecta; b) cuando a veces logrébamos despegar grandes trozos, por su propia forma se rompfan al quedar como tubos semiflexibles; el propio peso de Ja corteza hacia que se rajara; c) cualquier intento de traslado terminaba en un desastre por la misma razén del punto b. Por otra parte, {qué sentido tenfa descortezar el arbol de una sola pieza si los trozos necesarios para una stiper canoa no necesita anchos superiores al metro? Notamos que podfamos encontrar una apreciable cantidad de arboles con una circunferencia de 1,60 moun poco mas. De ellos, si trabajabamos bien, era posible sacar fajas de corteza de 80cm 0 mas, La idea fue tratar de por lomenos sacar una, si se podia sacdbamos la segunda. Simultaneamente debiamos inspeccionar la calidad de la corteza y si reunfa todas las condiciones para poder ser utilizada. De ese momento en més descartamos todos aquellos arboles con una circunferencia menor al 1,40 m. En los de menor tamaio la corteza era muy curva y nos arriesgébamos a rajaduras despegéndola ademas de tener un menor grosor. Pero de cualquier forma obtuvimos algunos trozos de corteza. Las cosas empezaron a cambiar, a mayor didmetro de planta, la corteza no es tan curva, necesitandose menor flexibilidad para ser despegada. Simulténeamente descubrimos que la corteza era menos quebradiza si quitébamos las partes lefiosas superficiales. Asf es que no bien elegiamos un &rbol y mientras comenzdbamos a practicarles las incisiones, Myriam Corsi y Cecilia Illa se dedicaban a devastar la corteza retirando los grandes crostones secos. En muchasoportunidadesencontramosdebajo de ellospartes de la corteza con hongos e inclusive grandes partes en estado de descomposi- cién. Para realizar este trabajo empleamos hachas chicas de mano, sélo experimentamos con los cuchillos de valva que funcionaron perfectamente. COMIENZAN LOS TRABAJOS - 17 Mission Scientifique du Cap Horn. En el dibujo de la canoa se notan las costuras y parches que le hacfan a la corteza. ID Despegado El unico sistema que tenfamos era el experimental. Nuestra practica se limitaba a haber limpiado unos palos de lenga para usarlos en la construccién de un refugio. También sabfamos aquello que decian los trabajos de varios estudiosos (Spears pag. 56, Hyades pag. 350, Bridges T. pag. 314 Mar del Plata. Spencer paég. 131, Gusinde pag. 426, Despard pag. 679, Lothrop pag. 144) pero muchos de ellos se contradecfan o explicaban mal le que lefan de otras partes. Por ejemplo nos sorprendimos al leer en Lothrop pag. 130 ... “hasta que la resinosa corteza interior...” (Sic); ya que estos arboles no tienen resina. Pero Hyades, Despard y Bridges coinciden sobre el tipo de herra- mientas utilizadas y Gusinde hace una muy buena descripcién de ellas. Decidimos tener mucho cuidado en la lectura y filtrar explicaciones contradic- torias. Pusimos especial énfasis de investigar primero en aquellos que tuvieron cierta posibilidad de tener un contacto real y prolongado con los yamanas, para luego ilustrarnos con otros famosos escritores del tema pero que lamen- tablemente, habian pasado por la zona cuando ya no existian canoas de corteza y sélo se limitaron a mal copiar o mal traducir los comentarios ajenos. Excepcién hecha por el padre Martin Gusinde que por lo menos hizo construir, en 1920, una canoa por el “Viejo Pedro” y aunque no era del tamano de una de las grandes (ésta media 4,10 m de eslora), pudo interiorizarse en su construc- cién y experimentar la sensaci6n de subirse algunas veces en ella. A diferencia 18- LOS YAMANA Lr = =e Mission Scientifique du Cap Horn 1883. Fotos de M. Doze y M. Payen Originales actualmente Musee De U'Homme de Paris. COMIENZAN LOS TRABAJOS - 19 de otros autores “... viajé varias veces en este tipo de canoa.” pag. 19 dando la sensacién de que lo hizo en los diferentes viajes realizados a la zona, cuando en realidad fue en los pocos dias que tuvo desde que le fue entregada hasta cuando el buque que debia llevarla a Santiago pasé a recogerla. Todo el trabajo sin que sea por dems preciso debe ser realizado con mucho cuidado. Las incisiones, por una parte no se necesitan que sean bien rectas 0 realizadas con alguna herramienta sofisticada (de hecho, todos estén de acuerdo en que lo realizaban con cuchillos de valvas de cholga o con una especie de cufia o formén de hueso de ballena “ila”), sibien deben ser realizadas cuidando de cortar perfectamente todos los filamentos que presenta la corteza, sea en su parte externa como en el suber e incluso en el cambium o felégeno (es por donde pasa la savia descendente). Un filamento mal cortado produce una rajadura en el momento del despegue. Para el siguiente paso, también como lo indica el trabajo de Gusinde pag. 426, que en forma clara dice: “Algunos se valen de un descortezador de hueso...” (Despard pég. 383 “a bone bark stripper”) nos valimos de un descortezador pero realizado directamente de ramas curvas afiladas en su extremo. La ventaja era que las encontrébamos cerca del lugar de trabajo y suplantaron excelentemente a los descortezadores que tratamos de hacer de huesode ballena. Pero una cosa era evidente, no pudimos descortezar una sola corteza sin ayuda del descortezador. Las veces que lo intentamos el resultado fue estropear partes de la corteza. Por otra parte las curias se hicieron indispensables para ir abriendo paulatinamente la corteza Ilegando casi al limite de su flexibilidad. Una parte que nos gustaba a todos era que realmente disfrutabamos el sonido que producia la corteza al irse despegando, asemejandose a una raray gigantesca ventosa, Con el tiempo y segun el sonido sabfamos si se estaba trabajando bien, si existia algun tropiezo con algtin nudo o fibra vegetal més dura que otra o si los movimientos que se le daba al descortezador eran los apropiados o muy violentos y dafiaban la corteza marcdndola donde luego se producfa una rajadura. De esta forma no s6lo despegabamos la corteza de los troncos rectos y lisos, sino que ya mas practicos y en pleno mes de febrero (como ya vimos: época desaconsejada por los estudiosos) lograbamos despegar corteza en drboles con curvas 0 que presentaban nudos ocultos por la propia corteza y fisuras de diversa indole. El punto m4s emocionante era cuando ya casi totalmente despegada se mantenfa sujeta al resto de la planta por una pequefia parte y de golpe, con un sordo ruido se despegaba y cafa. Si en ese momento no tenfamos preparadas las sogas para sujetarla (Hyades pag. 350), de la misma forma que lo hacian ellos con las correas de “foca” , la corteza al golpear contra el suelo se partiaen las partes menos previsibles. Gusinde pag. 426, previo al parrafo del hombre ingresando entre la corteza y eltronco da una excelente explicacién de cémo despegarla, fue por otra parte la unica manera que pudimos lograrlo: (refiriéndose al descortezador)“...Selo 20-LOS YAMANA introduce de a poco debajo de la corteza, hasta una profundidad de 15 cmy con leves movimientos de palanca se la va aflojando alrededor, tanto mds eficaz- mente si el descortezador es algo flexible.” Para obtener planchas de corteza de un 80 a 100 cm de ancho ingresdba- mos con el descortezador, previo absoluto despeguey limpieza de lasincisiones superior e inferior, unos 20 a 30 em sin mayores problemas. Se avanzaba ayudandonos con las manos golpeando a modo de cuiia, centimetro por centimetro, hasta que quedaban unos 20 a 30 cm en la parte central e introduciendo las sogas tratabamos de desprenderlas. A veces sucedia por el propio peso de la corteza. Pero los elementos fundamentales fueron paciencia y practica, sin tratar de apurarse. Tiempo empleado No se podria dar con exactitud el tiempo que se empleaba para cada arbol. Dependia en realidad de varios factores. En primer lugar Ilevaba mucho tiempo ubicar los arboles que presentaban la mejor corteza. En este proceso de seleccién pasdbamos gran parte del tiempo, luego habia que analizar el grado de dificultad que presentaba cada planta en cuestién. A medida que nos fuimos poniendo prdcticos y con ayuda de herramientas modernas tardabamos unos 45 minutos para despegar una faja de 4 metros de largo por 70u 80 cm de ancho. Hacia el final de los descortezamientos y solo con el uso de cufias, descortezadores de ramas y hachas empledbamosuna hora y media por faja. Son solamente datos ilustrativos como para formar una idea general. 1) Traslado Uno de los tantos detalles que descuidamos fue el tema del traslado dela corteza una vez obtenida. Por los trabajos publicados como el de Hyades pag. 351:“Lacortezaes llevada luegoal lugar donde la canoa debe ser construida...” o el de Gusinde pag. 428: “...E] hombre los saca a la rastra del bosque y los tiende sobre una extensién de pasto abierta y Ilana, donde desea efectuar su tarea.”, no nos parecié que pudiese implicar mayor dificultad. Pero evidentemente pecan de simplistas 0 de canoas pequefias para souvenirs. Para el traslado de un trozo de corteza de 4 a 5 m de largo por 80 cm de ancho es realmente muy pesado y dificil de manejar. Puedo afirmar que un hombre sélo lo unico que podrfa sacar, segan el comentario de Gusinde, serfa un trozo de corteza convertido en astillas. Hyades habla de dos o tres hombres. Es mas, pienso que no sélo para descortezar sino para el traslado también; sin contar que para las manipula- ciones importantes de la corteza siempre fue necesario un mfnimo de tres a cuatro personas. Ensayamos una serie de métodos, desde el simple traslado manual, con una persona cerca de cada extremo y otra en el medio, a improvisar entre 6 personas una suerte de camilla de sogas (de a parejas, uno de cada lado, cerca de los extremos y en el centro con sogas que pasaban por debajo, método que COMIENZAN LOS TRABAJOS - 21 pueden haber empleado con las “correas de focas”). El mas efectivo fue improvisar con ramas rectas 0 renovales no muy gruesos, una camilla. De esta forma depositabamos la corteza mayor como base y sobre ella colocdbamos una o dos mas. De cualquier forma cualquier movimiento de cortezas se vefa entorpecido por el grado de declive que tuviese el suelo donde estaba el bosque. En mas de una oportunidad todo el grupo terminé en una gran rodada con la siguiente pérdida del material. A medida que vefamos como cafa una persona, no sélo pensdbamos en que ahora teniamos otro accidentado mas que cuidar, sino que tal vez el trabajo de uno o dos dias se vefa arruinado. Extremamos las medidas al asegurar a su vez la camilla con largas sogas de seguridad. Atabamosa la camilla con las cortezas una soga que pasaba por algun Arbol como desvio y, mientras un integrante del grupo iba largando cabo, los demas guiaban la camilla con su preciado transporte cuesta abajo. Si bien esta no fue tarea facil la peor parte comenzé cuando montamos las cortezas de tres dias de trabajo sobre el techo del Jeep y comenzé otro mas de los viajes hacia Ushuaia. La conjuncién de camino de montafia no pavimentado y traslado de corteza era un problema que el yamana nunca tuvo. A nosotros nos costé mas de una decepcién al ver como quedaban las cortezas después del traslado. E] mismo se realizé en camionetas, Jeep y sobre el techo de un émnibus que usdbamos como casa rodante. E] mejor resultado lo obtuvimos con el Jeep. Nuevamente se necesitaron muchos viajes para llegar a la conclusién de armar unacamillacon palos y luego asegurar las cortezas tratando de que no quedaran extremos libres para que no vibraran. Un pozo o una piedra grande podfa significar una rajadura. El viaje desde Moat hasta Ushuaia nos demandé 5 horas. Otra de las precauciones que tuvimos que tener era demantener las cortezas con un grado alto de humedad. Esto implicaba mojarlas cada tanto. Las que recibieron el sol directo se perdieron irremediablemente. IV) Conservacién “... Todo indio sabe que las partes de un trozo de corteza que se han secado ya no podr&n recuperar su flexibilidad.” (Gusinde pag. 427). Simple, claro de entender y lamentablemente, una verdad inexorable. La flexibilidad se va perdiendo raépidamente una vez despegada la corteza del tallo a medida que se va secando. Las manteniamos htimedas con sucesivos baldazos de agua pero lo ideal es que no le diera el sol. Se seca violentamente, arqueéndose, haciendo imposible su utilizacién. Sélo servian para prender el fuego o como antorchas. Comprobamos que en el traslado sobre los vehiculos, la accién del viento hacia quese secaran perdiendo flexibilidad, Los mejores dfas fueron los nublados y enespecial si llovfa. De la misma forma demordébamos el retiro de las cortezas del bosque para que quedaran protegidas del sol y en un ambiente himedo. Hyades pag. 351 comenta: “...Cuando los fragmentos de corteza estan 22-LOS YAMANAS Traslado de la corteza en el bosque yen vehfculo, Trabajos sobre una ballena varada cerca de la Ea. Viamonte, en la costa del Atlantico. COMIENZAN LOS TRABAJOS - 23 preparados, son conservados cuidadosamente htimedos y cubiertos con gran- des piedras, para impedir que se comben.”, esto nos habla de trozos de corteza ya preparados para su utilizacién inmediata. Lotrhrop (pag. 144) comenta: “la pieza excedente era colocada en algun arroyo para conservarla flexible, y era alli sostenida por medio de piedras.”; refiriéndose a corteza conservada como reserva para casos de reparaciones 0 como é] dice “naufragios”. Se plantean dos casos diferentes: a) Conservacién por corto tiempo hasta la finalizacién de la construccién y b) Conservacién por varios meses para el caso que en la época en que les resultara imposible descortezar, poder contar con materiales para una reparacién 0, hipotéticamente, la construccién de otra canoa. El primer caso nos competfa directamente a nosotros y el segundo lo realizamos, s6lo con animo de investigaci6n por el transcurso de la estacién invernal y luego, por curiosidad, por un afio mas. 1) Arroyo o rfo con agua corriendo (recordemos que el yamana construia su canoa fuera del bosque cerca del agua). 2) En aguas quietas, como en un embalse natural (Gusinde pag. 427:“...Se colocan en una charca de fondo pantanoso cuya flotabilidad impide que se doblen; poniéndole encima algunas piedras de tamafio mediano no permite que sobresalgan de la superficie del agua y se distiendan, adquiriendo una forma irregular.”) por lo general se dan naturalmente en algun brazo de un arroyo al astacarse troncos entre las piedras. 3) En alguna charca de un turbal; segun los relatos, solian guardar grasa de ballena y carne semi cocida en charcas de turbales como reserva de alimentacién. Por tal motivo pensamos que era posible guardar corteza, aunque sea trozos. El procedimiento que empleamos fue el de colocar los trozos de corteza en agua con piedras que los mantenja en el fondo, El primer experimento fue un desastre. Los trozos de corteza fueron colocados, sin la parte lefiosa, en una charca fangosa con aguas estancadas que provenian de un brazo del rio Pipo. En menos de 20 dias tomaron un profundo color negro, descomponiéndose. Atribuimos el problema a la calidad del agua y el fondo barroso, pero también notamos que los mejores trozos eran aquellos a los que se les habfa devastado la parte lefiosa externa; no presentaban mayores rajaduras aunque su color, olor y textura indicaban la imposibilidad de ser usados. Por otra parte nos vino a la memoria la cita de Hyades:* ..cuando los fragmentos de corteza estan preparados...” y la de Lothrop “... under water in a running stream to keep it flexible.” (pag. 144). La segunda prueba se realizé en tres lugares pero devastando la corteza. Colocamos corteza en: T) Rio de deshielo en la montafia (Refugio de Esteban Curuchet). II) En una profunda charea que existe en el turbal dentro del Parque Nacional cerca de su ingreso. II]) En la desembocadura del rio Pipo cerca del refugio Tolkeyén, donde pensdbamos realizar la construccién. 24—LOS YAMANA Preparacién de los trozos de corteza para flexibilizatlos Remojéndolos en aguas de un chorrillo de deshielo. Calonténdolos al fuego para darles forma COMIENZAN LOS TRABAJOS - 25 En todos los casos la corteza, al poco tiempo (alrededor de 6 a 7 dias), se fue obscureciendo tomando un color entre violeta y negro. Pasados dos meses, las que se encontraban en mejor estado eran las que habiamos dejado en el arroyo de montaiia con aguas cristalinas. Las que dejamos en Tolkeyen se conservaron bastante bien, para darnos una idea las que colocamos en el agua el 28 de Enero, descortezadas dos dias antes, las comenzamos a utilizar el 10 de febrero (de 1989). Sin problemas de ninguna indole por 15 dias, salvo su color oscuro. Las colocadas en el turbal fueron inspeccionadas al mes, presen- tando un color todavia mds oscuro pero en perfectas condiciones. Luego de construida la canoa continuaron sucesivas inspecciones a las cortezas. Aqui un resumen de ellas (en todos los casos se trata de corteza cosechada en el mes de Enero): Febrero utilizables todas las cortezas. Marzo: Utilizables todas las cortezas aunque las depositadas en Tolkeyen tenfan un color por demas negro. Presumimos que podia tratarse de aguas algo sucias ya que cerca estaba el desagiie del restaurante. Abril: Las cortezas sumergidas en el arroyo de montafia comenzaron a secarse por falta de agua. Las que estaban en Tolkeyen presentaban una textura algo blanda pero todavia utilizables. Las del turbal se mantenian muy negras pero sin mayores cambios. Mayo: las cortezas dejadas en Tolkeyen en el remanso, estaban debajo de una capa de hielo de 2 mm presentando pequefios hongos blancos y un olor nauseabundo; las del turbal seguian en condiciones aceptables sin estar éste congelado. Junio: las de Tolkeyen estaban bajo hielo y su estado no diferfa mucho al mes anterior. Se trataron de usar y solo servian para parches. Las colocadas en el turbal se mantenjan en mejor estado. Julio: aunque de aspecto no presentaban variantes apreciables se traté de utilizar trozos de corteza para ver su posibilidad de uso. De esta forma se reemplazé una de las fajas interiores sin mayores problemas y se pudieron hacer algunos parches. Las condiciones generales eran mejores en aquellos trozos dejados en agua de turbal. Los otros presentaban hongos debajo de la parte lefiosa. De cualquier forma al calentarla al fuego y mojarla en repetidas ocasiones tornaba a ser manuable pero nunca mantuvieron las propiedades del primer mes. El olor que desprendfan al ser calentadas era nauseabundo, dando a entender que su estado no era el mejor, Agosto: Las dejadas en Tolkeyen totalmente descompuestas. Setiembre: las del turbal seguian manteniéndose aunque las fibras se iban abriendo. Octubre, Noviembre y Diciembre: las unicas cortezas que mantenian su aspecto de corteza eran las del turbal pero con pocas probabilidades de aguantar el manipuleo para armar una canoa, por otra parte a partir de fines de setiembre era posible descortezar perdiendo nuevamente el sentido cual- quiera de estas observaciones, E] punto mds interesante en este aspecto es que era conveniente construir la canoa no bien obtenida la materia prima, pero legado el caso de un 26-LOS YAMANA Tanto al preparar la piel de lobo marino como al cortar las lonjas se probé la valva de mejilén que dio un excelente resultado. COMIENZAN LOS TRABAJOS — 27 problema de salud, busqueda de alimentos, recoleccién de los otros materiales necesarios, la construccién podfa posponerse sin mayores problemas. Los trozos guardados en charcas podian utilizarse mds adelante pero su uso estaba condicionado al momento de no poder obtener corteza fresca. “ Cuando los indios se detienen en cualquier sitio suelen descortezar algunos arboles para reparar sus canoas 0 cubrir sus wigwams...” Fitz Roy pag. 502 Tomo II. Conclusién: A) Colocar la corteza en agua que corra en un fondo plano, con piedras que ademas de mantenerla sumergida la estiren evitando que retome su forma natural. B) Devastar la parte lefiosa como paso previo. C) Excelente su conservacién durante los primeros 30 dias. D) Realizar costuras preliminares en las rajaduras incipientes; algo asi como matar la rajadura, para que esa no se prolongue a lo largo de toda la corteza. Consideraciones sobre el agua de turbal Comentado el hecho de haber colocado corteza en una charca de turbal para estudiar su conservacién nuestro asesor en el tema, Ing. Edgardo A. Casaubén nos comenta: “Se han encontrado en los turbales del Norte de Europa, muchos restos de animales, plantas y aun restos de humanos, en perfecto estado de conservacién y, ello se debe alas caracteristicas propias del medio, como acidez, pobreza de minerales y de que se trata de un medio particularmente anaerébico. En la Facultad Forestal de GOTTINGEN en la ex RFA vi personalmente un ejemplar de Quercus sp. (Roble), perfectamente conservado en turba por mas de 2.000 afios”. Agradecemos la colaboracién del Lic. en Quimica Carlos E. Schroeder que con gran entusiasmo, costandole un par de inmersiones accidentales, realiz6 las pruebas de campo y andlisis de las aguas donde fueron depositadas las cortezas encontrando la presencia de dcido himicoen las aguas del turbal con un contenido ph de 5,9 que fue donde mas tiempo se conservaron, En cambio, el agua del rio Pipo cerca del restaurante presentaron aguas de ph 6,7 y las més cercanos al dique de castores, donde fueron colocadas las primeras, presentaron un ph de 6,9; éstas se descompusieron rdpidamente y uno de factores que ayudé a dicho suceso fue el detrito de los pequefios animales que contaminan las aguas, que ademas son muy adictos a la corteza fresca. Por otra parte el Lic. en Quimica Victor Conzonno del Instituto de Limnologia del Museo de Ciencias Naturales juntamente con Carlos Schroe- der realizaron un estudio de aguas de turbales, que fue presentado en Budapest en 1987: “El caso de explotacién de las turberas del fin del mundo”, nos ilustr6 sobre el tema. “El Ph dcido es un factor que crea la no existencia de bacteria, si puede haber hongos pero los oligoelementos no estan disponi- bles. Con el acido humico los nutrientes se hacen poco disponibles y entonces 28 - LOS YAMANA no se produce la descomposicién.” Abre la posibilidad para cuando se realice la segunda parte del proyecto, experimentar con este punto un poco mAs en profundidad. V) Herramientas En ningun momento fue nuestra intenci6n la de utilizar con exclusividad las herramientas de las que se valieron los yamanas. Pero casi sin querer terminamos usando una exética mezcla de antiguas con modernas. En realidad temiamos no tener éxito con la tarea al no saber utilizarlas, por otra parte estabamos apurados para poder completar por lo menos una primer eanoa y si nos deteniamos mucho tiempo en las herramientas, sea en su confeccién o en el aprendizaje para emplearlas, corriamos el peligro de no poder terminar la canoa dentro de los meses de verano. De cualquier forma probamos trabajar con sus herramientas y comproba- mos, con asombro, que podian utilizarse sin mayores inconvenientes, Tal vez el mayor problema fue el de proveernos los materiales para fabricarlas, especialmente con el descortezador, para el cual necesitdbamos hueso de ballena. Con el asesoramiento del Lic. Hernan Vidal, que realizé la direccién y asesoramiento cientifico para reproducir los utensilios que integraban el conjunto funcional vinculado a las actividades nduticas (Apéndice I), las artesanas Silvia Papuccio y Edith Pancotti se encargaron de la confeccién de parte delas herramientas ademas de los utensilios que veremos masadelante. Seguin nuestro asesory la literatura disponible tenfamoscomo herramien- tas necesarias: 1) Cuchillo de valva enmangado (ufker) 2) Descortezador de costilla de cetaceo (sefsa) 3) Curia de hueso de cetaceo (ila) Del cuchillo de valva enmangado existen muchas referencias como, Spears pag. 56 “... using shell axes, ...”; 0 Spencer pag. 131 “... the Yaghans make incisions with shells or with stone knives ... ”; o Hyades pag. 350 “... valiéndose para ellos de valva de mejill6n enmangadas ...”. Se realizaron varias pruebas y no sélo result6 adecuado para practicar las incisiones en la corteza, sino que también se lo pudo utilizar para cortar la piel de lobo marino para hacer tientos, retirar la parte grasosa adherida a la piel, usdndolo a contra pelo; resulté excelente para cortar el pelo de la piel y en forma mas limitada para despegar la superficie lefiosa de la corteza. Para probar los puntos dos y tres necesitabamos huesos de cetaceos, asi es que nos dirigimos hacia la estancia Viamonte, cerca de Rio Grande sobre la costa Atlantica, dénde unos meses antes se habia varado una ballena sobre la linea de las altas pleamares quedandonos relativamente cerca del camino. Su tamafio la hacia visible a la distancia y también nos llegaba su desagradable olor dado el avanzado estado de descomposici6n. Se trataba de un cachalote macho de unos 16 m. El trabajo fue muy duro. Comenzamos a COMIENZAN LOS TRABAJOS — 29 cortar el cuero con hacha, luego seguimos con serrucho la parte de grasa y con un machete los nervios, los tendones y la carne. A medida que limpidbamos alguna parte de la ballena y aparecian sus huesos continuabamos con el hacha. Asi fuimos avanzando muy despacio despegando las costillas de las vértebras. La primitiva intenci6n era sacarlas enteras pero como el trabajo se nos dificultaba mucho las secciondabamos para poder avanzar por partes. Luego de tres horas de trabajo habiamos conseguido dos grandes trozos de costilla y parte del maxilar inferior que result6 ser casi mas duro que la piedra. Impregnados en un olor nauseabundo, llenos de grasa y restos de ballena, nos sentamos alrededor de un fog6n para comer mejillones que habiamos juntado y reflexionar sobre el tema. Al mirar los huesos obtenidos luego de tan arduo trabajo y compararlos mentalmente con los que necesitabamos para descortezar o hacer las cufias, habia una gran diferencia. Evidentemente distaban mucho de aquellos que servir para descortezar. Tenian que ser largos (ésta era la unica n en la que coincidian) de unos 60 em de largo, flexibles (los nuestros eran muy duros), de unos 7 cm de ancho (nuestras costillas aleanzaban los 15 em), planos (salvo que los cortéramos varias veces con una sierra) y en forma de corta papeles curvado; esta condicién sila eumplfaal tratarse de la costilla. Evidentemente sucedia una sola cosa, el yamana tenia mas tiempo que nosotros y obtenfa el descortezador en el momento oportuno. No se dirigia a una ballena como si se tratase de una ferreteria para conseguir una herra- mienta. Este ultimo fue el trato que le dimos nosotros. Pensamos que si ellos lo haefan con cuchillos de valva nosotros armados con hachas, machetes, serruchos y sierras a motor lo teniamos que lograr en poco tiempo. Su gran tesoro era disponer del tiempo y conocimiento necesario. Su objetivo principal en el caso de producirse el varado de una ballena, era alimentarse y obtener a la vez materia prima para confeccionar armas, herramientas y elementos para construir la canoa. {Qué hueso era el que usaban para descortezar? Para nosotros quedé como una incégnita, tal vez tendriamos que haber despostado toda la ballena y asi mismo no estabamos seguros. Por el tamaiio gno podria ser obtenido de alguna de las variedades de delfines, toninas 0 ballenas piloto que en gran cantidad se varan por la zona?. Si continudbamos con el tema del descortezador corriamos el peligro de pasar todo el tiempo buscando la herramienta y no lograr nunca terminar de descortezar para comenzar la parte mas importante de nuestro proyecto: construir una canoa de corteza. Debiamos abandonar el tema del descorteza- dor de hueso de ballena; pero igualmente necesitabamos un descortezador. Fue en ese momento cuando tratamos de pensar simplemente. {Qué haria un yamana al perderse o romperse su descortezador? {Quedarse sin hacer la canoa? seguro que no. {Pedir uno prestado?, puede ser. Otrataria de reempla- zarlo por elementos que pudiera tener a mano, en un bosque, solamente con piedras y valyas como herramientas. Fue asi como con ramas gruesas con la forma de “cortapapeles curvado”, (Gusinde pag. 426) cuiias de madera, y las ramas con la punta afilada, realizamos toda la tarea de descortezamiento. 30-LOS YAMANA Escalera Muchos autores comentan que para descortezar, el yamana se colgaba de la copa de los Arboles por medio de correas de piel de lobo marino, cosa que debe haber sido bastante comuin. Moreno Preto y Jorge May, que realizaron el experimento quedando suspendidos por sogas, comentaron que en realidad era la forma ms practica para poder realizar la incisién superior, rodeando al Arbol para luego despegar pacientemente la corteza guiados desde abajo. Con la escalera uno queda muy cerca del arbol dificultando los movimientos; por otra parte a medida que se avanza se debe ir cambiando la escalera de lugar. Como el suelo por lo general es en declive, estos movimientos llevan mucho tiempo y mas de una caida. Martin Gusinde comenta en su obra (pag. 427) sobre una especie de escalera: “... A veces el hombre recurre a tarugos de madera que ata al tronco acierta distancia uno del otro y que le sirven como escalones.” Una referencia parecida comenta Thomas Bridges en su Diccionario Yamana: (pag. 400, parrafo 12)... To bind one or more pieces of wood ata tree, which serve as steps of a ladder enabling the man to properly cut and lower bark of his canoe.” También en el mismo diccionario (pag. 580, parrafo 2) define un término de la lengua yamana como: “Pieces of stick or wood used for lashing to trees to serve as steps to ascend when cutting off bark for canoes.”. Aparentemente se trata de una escalera que se puede juzgar como primitiva, pero creo que en realidad es muy practica; no es necesario transpor- tarla y esta siempre disponible segun el largo que uno quiera. Tal vez a esto se refiera Reynolds Bridges (pag. 33) “... Su costumbre era formar una plataforma de palos caidos, para poder trabajar comodamente...” Quedara para la segunda parte del proyecto probar este método. Aunque estabamos enterados de él no queriamos detenernos en este tipo de experi- mentacién, la época de descortezamiento se estaba pasando y temiamos no poder lograr ni la primer parte del objetivo. Pero si sirvié para hacernos reflexionar sobre cudntos fueron realmente los europeos que habian observado la canoa. Es probable que muchos hayan visto las canoasy asus ocupantesy luego, para redondear un poco, interpretar con cierta licencia poética, lo relatado por otros. 31 Botanica Nothofagus betuloides y sus asociaciones vegetales Aclaracién sobre el nombre de la plantas En los primeros meses de investigacién se estudié al Nothofagus betuloi- des, comtinmente conocido como coihue en la zona, lo cual Ilevé a grandes confusiones. En realidad el coihue es el Nothofagus dombeyi que llega a los 45 m dealtura y 3m de didmetro dispersandose por Chile y Argentina en la zona cordillerana hasta la regién de los lagos (Nahuel Huapi y Huechulafquen al norte) y con los cuales se hacfan canoas monoxilas muy grandes y de larga duracién. Se trata de una madera liviana a ligeramente pesada. Se ubica en: Neuquén, Rio Negro y Chubut en la cordillera, entre los 38 y 46 grados Sur. Coihue es una voz de origen araucano. El Nothofagus betuloides es conocido con e] nombre vulgar de guindo, coihue de Magallanes o comuinmente mal llamado coihue. Es de hoja perenne, alcanza los 30 m de altura y de didmetro 1,50 m. Origen del nombre Fagus: es el haya de] hemisferio norte. Nothus: en griego significa falso. Notos: Sur Nothofagus: Haya falsa 0 Haya sur. Los Shelkman lo conocian como: “ouchpaya” o “upaya”. Los Yamanas lo conocian como: shush-chi Es importante hacer notar esta diferencia dado que las cortezas del coihue y del guindo son diferentes, tanto en tamafio como en grosor y en superficie lefiosa. Esto ocasioné durante el trabajo de investigacién un sin numero de contratiempos al orientarse mal el modo de trabajo e incluso e] rastreo de embarcaciones primitivas y las referencias a canoas por distintos lugares del sur de Argentina y Chile. Incluso varios estudiosos en el tema de antiguas embarcaciones planteaban, que trabajando el mismo drbol (coihue) los pueblos que habitaban la zona del Nahuel Huapi y cercanfas del Golfo de Ancud obtenian embarcaciones mayores y no tan primitivas. Cuando la realidad es que el arbol es otro y el medio acudtico también es otro: es agua de mar, no dulce como la regién de los lagos que esta exenta del Teredo (o Broma). 32-LOS YAMANA Las otras plantas presentes en el universo de los yamana y que estan relacionadas con la canoa, son las que actualmente se pueden encontrar pero con las variantes introducidas por el europeo, en cuanto a dispersién y cercania a la orilla del mar. Nothofagus pumilio: Monte Alto; Lenga. Maytenus magellénica: Maitén enano; Lena dura. Drimys winteri: Canelo. Nothofagus antartica: Nire; Monte Bajo. Masippospermun grandiflorum: Juncos; Mapi. En la construccién de la canoa también se empleaban las pastos altos (paya) musgos, algas y apio silvestre. El guindo (Nothofagus betuloides) tiene como zona de dispersi6n la region de los bosques subantarticos, entre los 46 y 52 grados Sur, principalmente sobre Tierra del Fuego desde el Lago Fagnano hacia el Canal de Beagle y en el archipiélago del Cabo de Hornos. Se reproduce por semillas. Asociado a la lenga (Nothofagus pumilio) se diferencia de ésta porque sus hojas son perennes y de un color verde grisdceo. Su madera es blanda y moderadamente pesada. Se la usaba para confeccién de cubiertas de embarcaciones y para postes ademas de usos menores, como palos de escoba, moldes de botas, ete. El uso dado como poste es muy pobre y por declaraciones de Thomas Goodall en el uso dado en su estancia, son de corta vida dado que se pudren raépidamente LENGA Y NIRE COIHUE GUINDO OCEANO ATLANTICO OGEANO ATLANTICO OCEANO ATLANTICO TIERRA DEL FUEGO. DEL FUEGO ** DEL FUEGO mde Mapas de distribucién de la vegetacion: Lenga —Nire / Coihue / Guindo BOTANICA - 33 (alrededor de 7 afios) no asi los de cedro 0 alerce (pasaron los 100 afios desde que Lucas Bridges los hiciera colocar), Lo mismo sucede con la madera en agua de mar. Seguin lo conversado con el Licenciado Ernesto Piana que realizé una investigaci6n al respecto, el teredo, gusano que ataca la madera en general, encuentra en el guindo un lugar muy propicio para su desarrollo, y en no mas de 6 meses produce un trozo de madera poroso totalmente perforado. Aparen- temente su raz6n es la composicién quimica con un grado de tanino muy bajo. Nosucede lomismo con lacortezala cual noes atacada por el gusano, Serd ésta una razén por la cual usaban la canoa de corteza y no de otro material. Un tronco devastado por el método que fuese, atin con fuego y hacha de piedra por mas tiempo que le ocupe, tendria sentido de ser, si la vida util fuera mas que Ja de la canoa de corteza. En inmersién en agua de mar dura mas tiempo la corteza que una tabla de dos pulgadas de Nothofagus betuloides. Asi es como, simultaneamente al empleo de la canoa de corteza en Tierra del Fuego, en el archipiélago de las Guaitecas, al sur de laisla de Chiloé (Golfo de Ancud), los Chonos utilizaban canoas(conocidas como Dalcas, ver Apéndice IV) construidas con tres a cinco tablas, cosidas (como la canoa de corteza) pero de alerce, cuya vida titi] en el agua sobrepasa los 100 afios. Corteza del Nothofagus betuloides y época para descortezar La época en que el yamana descortezaba para poder tener materiales para la construccién de su canoa fue motivo de interpretaciones diversas e incluso produjo comentarios disimiles por los distintos viajeros que pasaron por la zona durante el siglo pasado. Asi es como en algunos relatos de viajes se comentaban momentos diferentes, e incluso algunos afirmaban que lo hacian dos veces al afio y otros decfan que una sola vez. Lo cierto y que pudimos comprobar por sucesivos trabajos de descorteza- miento en la zona de Moat, estancia de la familia Lawrence, es que no bien terminado el invierno y comenzada la primavera, al activarse la cireulacién de la savia subiendo en grandes cantidades hacia la copa del Arbol, el trabajo de descortezamiento se hace mds facil y es posible retirar corteza en grandes planchas. No existe un mes exacto pero en 1989, el 27 de setiembre nos fue imposible sacar trozos de corteza de mds de 10 cm de largo. Sélo veinte dias después y con la misma temperatura ambiente (10° C) se pudieron retirar fajas de varios metros. Los trabajos se Ilevaron a cabo con dos muestreos mensuales desde enero del 89 hasta enero del 90 en laszonas de Moat, Ushuaia y en la montajia(cerca de Rancho Hambre). Pudimos comprobar que la savia comenzaba a ascender abundantemente hacia la copa de las arboles segun cada regién. En ninguno de los tres lugares ocurrié en el mismo momento. Notamos un retraso en las zonas mAs altas, tal vez por la temperatura, y una diferencia cercana a tres semanas entre Ushuaia y Moat. Con relacién a este punto tenemos el informe presentado por el Ingeniero Edgardo A, Casaubén —E] inicio de la actividad vegetativa no es uniforme en toda la superficie boscosa de] Territorio, ello se debe a la gran cantidad de microclimas que se encuentran y mds atin en toda 34-LOS YAMANA la regién cordillerana— (Ing. E. Casaubén, ex-director del IFONA de Tierra del Fuego). Por otra parte pudimos continuar con tareas de descortezamiento en forma satisfactoria hasta comienzos de marzo. Luego, a medida que se aproximaba el otofio, la corteza comenzé a comportarse més rigidamente, sin darnos la posibilidad de cometer el minimo error sin que se rajara en distintas partes. Simultaneamente comenzé a “secarse” haciéndose casi nulala presen- cia de savia. Encontrébamos sélo un poco de humedad en comparacién de la cantidad de liquido que lograba mojarnos las manos mientras trabajabamos. Resumiendo, notamos dos principales condiciones: 1) Posibilidad de despegar grandes planchas de corteza con el drbol en pie. 2) Mayor flexibilidad en la corteza que nos permitia un mayor manipuleo sin peligros. Comprendimos que las posibilidades para descortezar se extendian desde la brotacién, 0 comienzo del ciclo vegetativo, hasta el final de éstos. Por supuesto que en cada mes en particular se presentaron distintos grados de dificultad, siendo mds facil los primeros meses del ciclo (octubre - noviembre). De esta forma pudimos aclarar las versiones sobre el momento y las veces que un yamana descortezaba. Seguin el padre Martin Gusinde pag. 427 lo hacfan desde mediados de setiembre a fines de octubre. Lovistato: de octubre a febrero; Thomas Bridges (MM: VIII, pag. 156, 1874) descortezaban hasta Enero. Tomo I Historia del Viaje de la expedicién de La Romanche, Mission Scientifique de Cap Horn (1882-1883) pag. 196. Por el capitan de Fragata Louis Ferdinand Martial: “Al comenzar el verano, buscan en los bosques la corteza de las hayas, necesaria para construir y reparar sus canoas”; en el tomo VII Antropologia y Etnografia escrito por P. Hyades y J. Deniker dice: “... Tiene una duracién media de cuatro a seis meses, y por lo tanto es necesario construir dos por afio pég. 350; segun M.A Pessagno Espora en “Los Fuegui- nos” pég. 105 —La canoa yamana duraba unos tresa seis meses— pag. 103— La construccién de la embarcacién se realizaba de preferencia en primavera; Lothrop pag. 143 “... Debia ser extraida en primavera (octubre o noviembre), cuando la savia subfa”. Enrealidad lo hariacuantas veces fuera necesario para construir, reparar o incluso reponer su canoa en una misma temporada por alguna causa inesperada. Pero es cierto que tenfa una fecha limite, ésa era el comienzo del otofio donde sélo podria retirar corteza para pequefios parches y un invierno donde el trabajo con cortezas seria précticamente nulo, salvo que tuviese corteza de repuesto en agua para que no se secara,. como lo comenta el padre Martin Gusinde en su trabajo (pag. 427 ob. cit.), de lo cual nos ocuparemos més adelante. Consideraciones Generales Nuestro asesor en este tema fue el ya citado Ingeniero Edgardo A. Casaubén Director de la Direccién Regional Forestal Tierra del Fuego del Instituto Forestal Nacional, el cual nos hizo comprender un poco mas en BOTANICA - 35 profundidad lo que sucedia y nos dio pautas sobre el comportamiento de la corteza que luego tratamos de aplicarlas como si fuese un material especial para construccién de embarcaciones. Aunque nuestro interés va directamente a la corteza no podemos escapar de las distintas partes que compone una planta para comprender qué sucede. En primer lugar la planta tiene una circulacién de savia, asciende la savia bruta (agua mds sales minerales) y desciende la elaborada, es decir agua y sales minerales modificadas por el metabolismo del vegetal. Esta circulacién es constante, sino se trataria de una planta muerta, pero seguin las estaciones es mas 0 menos abundante. Luego de un perfodo de reposo bien marcado con épocas de frio o calor, de sequedad y lluvias, el vegetal reinicia su actividad plena y se forma un lefio temprano 0 de primavera. E] lefio o xilema es el principal tejido de conduccién de la savia bruta, puede estar vivo 0 muerto y constituye el tronco del arbol. Existen varias capas de este tejido segtin las épocas del afio, el de primavera es de amplios vasos, el de verano es mas duro y menos poroso y el tardfo o de otofio es el formado hacia el final del perfodo vegetativo siendo de vasos de secci6n muy angosta. Cuando nos referimos a los anillos anuales estamos hablando de estos tejidos que se diferencian marcadamente en cada época del ano. El “cambium” es una capa de tejido generador que da origen al lefio (o xilema) hacia adentro y al liber (0 floema) hacia afuera. E] liber es un tejido (de fibras longitudinales) producido por el cambium y conduce la savia descendente. La corteza es, en lenguaje corriente, la parte externa del tallo que se separa con mayor o menor facilidad de la parte interna, mas dura. En realidad existe una corteza primaria y otra secundaria. La primaria esta comprendida entre las epidermis y el cilindro central y la secundaria se divide a su vez en externa, media e interna. La corteza secundaria es producida por la actividad del cambium. En la parte interna de la corteza secundaria es por donde desciende la savia (por el liber o floeema). Como podemos ver son una serie de tejidos que en una época del afio tienen una gran humedad interna. Entre la parte mds exterior del tallo, es decir la epidermis que en forma lefiosa se desprende, esta el suber que es un tejido secundario de funcién protectora que sustituye a la epidermis. Los tejidos que se encuentran hacia afuera del suber quedan incomunicados del resto del tallo y mueren. Hacia adentro se presentan sucesivas capas de tejidos vivos que forman parte de la corteza siendo el primero el felégeno o cambium suberégeno por los cuales desciende savia; le suceden finas capas de tejidos vivos: felégeno, felodermis, liber, cambium hasta llegar al lefio que se forma durante ese ano o ciclo vegetativo del cual ya hablamos. Pero la parte importante que queremos destacar es que la mayor flexibi- lidad de la corteza de Guindo es en primavera mas que en verano 0 invierno, esto se debe a la presencia de tejido vivo en la corteza media o interna conduciendo gran cantidad de savia. Por supuesto esta presente en el cam- 36-LOS YAMANA bium suberégeno y en los felégenos lo cual nos permitia despegar la corteza que su vez era més flexible. Calidad y caracteristicas de la corteza Por otra partenotamosla gran importancia de retirar (devastar) lamayor cantidad de parte lefiosa antes de despegar la corteza de la planta. De esta forma se producian menos rajaduras; ademas en muchas oportunidades, al realizar esta tarea, encontraébamos que debajo de un cascarén se habia desarrollado actividad bacteriana afectando a la corteza descomponiéndola. Esto producia rajaduras o en medio de una gran faja, un considerable orificio que convertia en inservible a la corteza. De alli que se inspeccionaban los troncos y luego se marcaban por donde se podia cortar la faja, si el tronco presentaba todas la caracterfsticas necesarias (recto, alto, sin ramas bajas ni nudos en la epidermis, Martin Gusinde ob. cit.). El grosor del suber variaba de planta en planta y notamos que dependia de la edad del arbol. Asimismo éste era mas flexible cuanto mas joven. Pero las necesidades para la canoa eran, segun los relatos mencionados de Martin Gusinde y Thomas Bridges, de un grosor considerable para que cumpliera mejor su funcién, aclarando que la faja central (fondo, roda y codaste de la canoa) era de mayor grosor. Es algo muy légico ya que soporta el peso, los movimientos dentro de la canoa, los roces con algas, piedras y arena, ademas del embate de las olas. De Martin Gusinde Ob. Cit. pag. 428 ...-y uno largo, grueso y mAs estrecho para la parte central-. Asi es que al comienzo sélo descortezabamos, comprendiendo luego que no sélo habia que ver la altura del arbol, recto y sin ramas bajas; también tenfa que ser de un gran didmetro, sin nudos y con la corteza sin imperfecciones. Después de unos cuantos drboles (14) nos dimos cuenta de que los que tenian demasiada cdscara leniosa eran muy viejos y muchas veces nos encontrabamos con el problema de los hongos en la corteza. Asi es que buseébamos Arboles grandes pero jévenes, con esto nos referimos a drboles de unos 80 afios 0 mas pero siempre buscando al mas joven. El grosor del suber oscilaba en los 4 a 9 mm, y no todas las plantas desarrollaban el mismo grosor. Nuevamente descubrimos que las que se daban en bosque m4s abierto, por lo cualla plantacrece mas rapido, nos daban una corteza excelente, sin dafios en su superficie. Corteza de Nothofagus pumilio (Lenga) Cuando comenzamos con la experiencia, no conseguiamos buenos ejem- plares de guindos cerca del mar o de una carretera para luego poder transpor- tarlo, asi que decidimos experimentar con lenga. Luego de encontrar ejemplares grandes, rectos y sin ramas bajas compro- bamos que retirar trozos de corteza en fajas suficientemente anchas y largas era imposible; lograbamos hacerlo de tamafios muy diferentes. Como conclu- sién, luego de varios intentos, vimos que ademas de ser més quebradiza presentaba una capa lefiosa en tiras largas dificil de despegar; cuando lo BOTANICA - 37 intentabamos lastimabamos la corteza, inutilizdndola. Usamos corteza de plantas jovenes para achicadores, proteccidn de brazos en la borda y revestimiento interno. Tenia la gran ventaja de poder ser encontrada con mayor facilidad y al no tener capa lefiosa la hacia mds manuable. Las cortezas de las otras plantas no fueron probadas ya que ninguna alcanzaba un desarrollo tan grande como para poder obtener fajas de corteza del tamafio necesario. 39 Buscando una forma Forma y método de construccién Uno de los puntos claves de nuestro trabajo era hallar la forma que tenia la canoa de corteza, tratando de acercarnos lo mas exactamente posible a la realidad. De su forma depende en gran parte su estabilidad, capacidad de carga, posibilidades de enfrentar olas y vientos, velocidad, estabilidad de rambo (capacidad de mantener una misma direccién), es decir las caracteristicas de navegabilidad de una embarcacién. Para nosotros era uno de los puntos cruciales, ademas de los materiales empleados y el método de construccién. Pararesumir podemos decir que de su forma vaa depender que pueda navegar ono, y sinavega, como lo hace. Esta parte es muy importante para tratar de comprender un poco mas al pueblo yamana. Por ejemplo: puede permitir a los estudiosos determinar las distancias que podian cubrir por dia, de esa manera establecer los posibles desplazamientos por la region; también el grado de seguridad que brindaba a sus ocupantes, tanto para cambiar de sitio como para pescar, cazar lobos marinos 0 recolectar mariscos. Descripciones histéricas La expedici6n del Almirante Jacques L'Hermiteen 1624, luego de realizar descubrimientos como las islas Navarino y Lennox tomé contacto con los yamanas de la costa sur de Navarino. Abordo de la Amsterdam, nave capitana de la flota nasdvica, se encontraba el Vicealmirante holandés Geen Huygen Schapenham al cual le debemos la primer descripcién de una canoa de corteza yamana. En su diario, traducido por el historiador Gallez, apunté entre otras noticias:" ...Sus canoas son dignas de admiracién. Para construirlas toman las corteza entera de un Arbol grueso; la modelan recortando ciertas partes y volviendo a coserlas, de manera que adquiera la forma de una géndola de Venecia." De esta forma surgieron las primeras imagenes romanticas de la canoa yamana. En losgrabados de la época aparecfan canoas con sus extremos por demas elevados. Esta descripcién aparentemente se asocié muy bien con el comentario de Miguel de Goicueta:"... comoluna de cuatro dias, con unas puntas elevadas. Goicueta participé de la expedicidén de Ladrillero en 1557—58 recorriendo desde Valdivia al Estrecho de Magallanes, lanave San Sebastian se separé y fue mas hacia el sur donde permanecié varios meses haciendo reparaciones. 40-LOS YAMANA Es probable que jamas hayan visto una embarcacién yamana, pero las de los alacalufes eran parecidas y a su vez la de los canoeros del sur del archipiélago. De los estudiosos que las repitieron en sus obras como verdades comprobadas; son el caso, s6lo para citar a dos, Lothrop pag. 143 y Pessagno Espora pag. 566. De todas las descripciones obtenidas en base a datos histéricos encontra- mos una que si nos acercaba a una idea real. Esta observaci6n realizada por un marino como Fitz Roy era una garantia, ademds de que la traduccién de su obra realizada por otro marino nos daba mucha tranquilidad. Traducci6n del Cap. de F.R. Teodoro Caillet Bois, tomo III, pag. 160:" ... su forma es aproximadamente la que tomaria la sélida corteza del tronco de un arbol de 12 a 20 pies de largo y 1 6 2 pies de didmetro, separada del arbol en una sola pieza. Si este trozo de corteza se uniera en sus extremos y se mantuviera abierto en el medio con estacas, tendriamos algo parecido a una canoa fueguina.” Se trata tal vez de la Gnica descripcién, en cuanto a su forma, de un marino profesional que sin lugar a dudas estuvo en contacto con el pueblo yamana por un largo tiempo. Ademas con los ojos de alguien que no los despreciaba ni los tomaba a la ligera. Fotografias de la época La mayorfa de las fotos de canoas yamanas publicadas las muestran en el agua en posiciones algo raras. Las mejores fotos que encontramos fueron las tomadas por los fotégrafos de las expedicién de Martial en la Missién Cientifique du cap Horn 1882-1883. Los fotégrafosfueron M. Doze y M. Payen que realizaron un trabajo excelente para las condiciones del lugary los equipos de la época. Realmente asombra la calidad de las reproducciones. De estas fotos s6lo dos muestran la canoa fuera del aguay seintuye un fondo plano, esta parcialmente tapado por canastos (foto No.: 721501 Musee d'Homme de Paris) y enotra foto, donde de fondo esta la fragata La Romanche, esta sobre la costa pero no se ve bien el fondo de la canoa por iluminaci6n inadecuada, de cualquier forma se intuye su fondo recto (foto No. 83.327 Musée de L'Homme de Paris). Las demas fotografias son de canoas estaticas, dadas las limitacio- nes fotograficas de la época, pero en agua y no permiten ver el cardcter de su forma. Pero en ellas se puede apreciar que de "luna de cuatro dias” no tenian nada y mucho menos de "géndolas venecianas". Canoas de la época Las tinicas canoas de las que tenfamos referencia eran: a) Leningrado: se trata de una canoa yamana grande auténtica pero escapaba a nuestros planes simplemente copiarla; b) la que posee el Museo Histérico Nacional de Santiago de Chile. Se trata de una canoa de corteza realizada por el yamana "Viejo Pedro" a pedido del padre Martin Gusinde en la estancia de los Lawrence en “febrero de 1920. Al no ser auténtica, decidimos que se puede tener como referencia y slo fuimos a verla luego de realizar nuestra reconstruccién, No querfamos dejarnos influenciar. ¢) la canoa de corteza Alacaluf que se BUSCANDO UNA FORMA - 41 encuentra en el Museo Regional Salesiano "Mayorino Borgatello" de Punta Arenas. Esta embarcacién es de 1903 cuando un alacaluf de la isla Dawson la construyé6 para cruzar el estrecho de Magallanes y reclamar a las autoridades por el rapto de su hijo por parte de una partida de cazadores de lobos marinos, Para dejarnos influenciar lo menos posible en nuestra investigacién etno- historica y realizar la reconstruccién en base a estos datos, fuimos a verla sélo recién cuando ya teniamos confeccionados los moldes. La decisién de ir a estudiarla fue por temor a que estuviéramos muy equivocados, estando a tiempo de salvar el proyecto. Pero sucedié todo lo contrario, en realidad no nos convencié. Para nosotros adolecia de ciertas fallas y preferimos continuar con nuestro trabajo. d) de las dos canoas enviadas por Thomas Bridges a Gran Bretafia quedan solamente restos. e) Existia una canoa en Roma (ver anexo al ApéndiceVII). f) No conociamos la existencia de dos canoas enviadas por la Mission Scientifique du Cap Horn a Francia. En la actualidad desconocemos su ubicacién. g) No sabfamos la existencia de una canoa en Suiza, por suerte el resultado obtenido con nuestra reconstruccién nos levé a una gran si- militud. Datos provenientes de descendientes del pueblo yamana Existen muchas otras descripciones pero la difusién que adquirié la forma de géndolas venecianas se extendié mundialmente. Tanto es asi que los actuales descendientes de yamanas que viven en la reservacién indigena de Ukika, Pto. Williams (isla Navarino, Chile) confeccionan para souvenirs una especie de piragua de unos 30 a 40 cm de longitud que realizada con mucho esmero tiene esta cldsica forma de “luna de cuatro dias". Mas asombroso fue cuando, en diciembre de 1987, les hicimos una segunda entrevistaa Cristina y Ursula Calderén (descendientes de yamanas), las cuales nos mostraron orgullosas una canoa de aproximadamente unos 130 cm de eslora que se asemejaba a la forma de un platano gigante. Una piragua de esas caracteristicas puede legar a flotar pero nunca a navegar correctamen- te siendo la estabilidad mas que nula. Confeccionada con mucha dedicaci6n, inclufa toda una serie de utensilios que portaban las canoas y que los diferentes autores se encargaron de describir con lujo de detalles. Ejecutados fielmente, tenfan hasta las puntas de los venablos confeccionados con hueso, pero la embarcaci6n no tenia ningtin punto de coincidencia con la realidad, tal vez sélo en el uso de corteza. De cualquier forma, luego de dos largas visitas, la contestacién anuestras preguntas mds importantes fueron: que sélo habjan visto canoas cuando chicas y que ellas no participaron de la construcci6n. Sélo sus padres ayudados por otros hombres, pero seguin una de ellas era de tronco con parte de corteza. También afirmaron que no era posible hacer una canoa en Ukika dado que se necesitaba “palo grande" para extraer mucha corteza, y agregaron que "en frente si hay" (en una clara alusi6n a la zona de Almanza donde se criaron). Ambas estaban de acuerdo que el tinico que nos podria ayudar era el hijo de Cristina que trabajaba como lefiador y que tenia habilidad para trabajos con 42-LOS YAMANA madera y corteza. Con gran orgullo nos comentaron que fue el responsable del modelo grande. Nos fuimos decepcionados pensando en cémo de un pueblo de excelentes marinos, sus ultimos descendientes sélo tengan como referencia de su cultura maritima lo que pueden obtener de libros escritos con mala informacién. Método de construccién En la arquitectura naval existen basicamente dos técnicas de construc- cién para embarcaciones de madera, la de dentro-fuera o de costillaje y el inverso 0 de concha. En el primero se arma un costillaje (cuadernas) que forman la estructura y luego se fija el forro, en el segundo caso el forro se mantiene a si mismo y luego se le agregan refuerzos interiores para fortalecer y mantener la forma bajo presién del agua y peso interno; en algunos momentos se realizaron combinaciones de ambos métodos. Los expertos todavia no se ponen de acuerdo en cuales fueron los pasos que el hombre dio para la evolucién de la construccién naval. Para algunos se pasé de un armazén de madera con pieles cosidas a reemplazar éstas por tablas; otros suponian que se pasé del tronco ahuecado al cual se le fueron afiadiendo tablas, pero esto sélo para la tradicién del Mar del Norte porque los del Mediterraneo consideran que la primer embarcacién proviene de planchas de madera cosidas con fibras vegetales a las que luego se le colocaban refuerzos internos (costillaje). Esta pequefia introduccién es para entender un poco las opiniones vertidas por los primeros marinos que vieron las canoas yamanas y la opinién que les merecié su método de construccién, Martial (pag. 190)"... Lacanoaesta hecha con corteza de haya, colocada sobre un armazén de ramas curvadas y yuxtapuestas; travesafios colocados de distancia en distancia mantienen la separacién de la borda...". Como marino, Martial estaba forzosamente fami- liarizado con los métodos de construccién naval, para él se trataba de un armazén de ramas cubierto de corteza. Pero para otro miembro de la misma expedicién la cosa era distinta, Hyades (pag. 351) explica la conservacién de la corteza y costura”, ... ya esta construido el armazén de la canoa, ese trabajo se da entonces forma mediante travesafios de madera y se lo guarnece interiormente con arcos hechos con varillas hendidas, muy préximos uno a otro, que van de una a otra borda..." Una clasica construccién fuera-dentro. Lothrop (pag. 144) realiza una buena mezcla de los dos métodos y suscintamente dice que se cosfan las cortezas para al mismo tiempo colocar costillas internas unidas a dos largueros colocados en la borda y formar el armazén. En 1823 James Weddell decide incorporar a su nave una de estas embarcaciones describiéndola de la siguiente forma (pag. 93)"... constaba de tres partes, dos formaban las paredes, una el piso, y todas se encontraban sujetas entre si por medio de ramas resistentes. Las costillas tenian la forma de un semicirculo, con el lado plano hacia abajo, de manera que se tocaban verticalmente y ligadas por barro formaban una canoa sélida que se movia BUSCANDO UNA FORMA - 43 rApidamente incluso con viento en contra. De esta forma esta dando la idea de un costillaje unido, a falta de quilla, por barrs, refiriéndose al lastre interno que tenia la canoa. Evidentemente pensé en una construccién de armazén forrado con corteza. Para Schapenham (afio 1624) se tratayva de una construccién fuera- dentro: "... La trabajan con mucho arte, colocando la corteza sobre maderos, como se hace con los barcos en los astilleros de Holanda. Una vez obtenida la forma de géndola, refuerzan la canoa cubriendo el fondo de punta a punta con palos transversales que recubren a su vez de corteza; luego cosen el conjunto”. El Cap. Cérdoba (afio 1785) también ccnsidera que es una construccién fuera-dentro: "...colocan después casi perrendicularmente a la pieza de en medio las otras dos que sirven de costado, uniéndolas con unas costuras de junco seco y rellenandolas de paja y lodo a fin de impedir en lo posible la introduccién del agua: para dar alguna resistencia a los costados ponen a lo largo de la canoa unos palos en forma de «rcos de pipa bien cerrados unos con otros, con lo cual toman la figura de una semielipsoide y forman la regala de los dos costados con dos palos gruesos bien unidos, en cuya regala afirman los arcos que sirven de varengas, uniendo el todo con costura y amarras de junco seco, y de trecho en trecho también colocan unos palitos transversales que hacen el oficio de baos". Como podemos ver los relatos de los pocos observadores de primera linea no coinciden totalmente pero si se desprende que no se trataba de una simple canasta de ramas cubierta con corteza. Estébamos ante la presencia de una embareacién construida con la técnica fuera-dentro donde una serie de elementos como las ramas internas que formaban el costillaje y la doble capa de corteza colocada internamente, como asi también los baos (0 varas trans- versales) como la regala (o palos lonzitudinales) no se sabia muy bien que funcién cumplian. Por otra parte nos quedaba el trebajo del padre Martin Gusinde del cual optamos sélo tenerlo como referencia. Siendo un excelente trabajo de recopi- lacién, en cuanto a la parte constructiva, muestra unas evidentes imposibili- dades de hecho. Tal vez nunca siguié de cerca todos los pasos de construccién y fueron escritos por recopilacién de otras observaciones, por interpretacién de lo relatado por el "Viejo Pedro" o algun otro yamana;o también, simplemen- te, que existieran errores de imprenta, correccién 0 traduccién e inclusive todos éstos combinados. Lo cierto es que algunas partes de la descripcién nos hacia dudar de las siguientes. Llegé un momento dado que nuestra desorientacién fue total. Los que nos rodeaban veian nuestra situacién y comenzaron a pensar, casi a asegurar, que fracasarfamos en el intento; por momentos fue el sentimiento de todos. Comenzamos a buscar carpinteros, en especial carpinteros navales hasta que encontramos a un constructor de barcos de madera oriundo de Chile, Golfo de Ancud. Cuando le explicamos la idea y viendo los trozos de corteza nos traté de convencer que estabamos totalmente equivocados en el método de construc- cién; segun él existia unassola posibilidad de éxito y eracomenzar con laregala 44—LOS YAMANA para colocar luego los travesafios transversales y de esa manera dar formaa la corteza. La propuesta se trataba de una tfpica construccién dentro-fuera adaptada a las circunstancias. El estaba acostumbrado en realizar primero el costillaje y luego colocar el forro. La regala con los travesafios, seguin él, iban a darle la forma a la corteza, y por eso habfa que armarlos primero para luego adaptar la corteza. Sinceramente podia tener raz6n, pero para nosotros era totalmente contrario al plan que pensdbamos desarrollar: comenzar uniendo la corteza y calafatear simultaneamente. Asi es que con todas las referencia etno-histéricas y con gran sentido ndutico decidimos comenzar la construccién. No debiamos en ningtin momen- to dejar de lado que esta tradicién naval transmitida de padres a hijos durante generaciones habian desarrollado en el antiguo constructor un gran sentido practico y una adaptacién total con el medio en el cual le toeé vivir. Ya para eso habiamos aprendido las lecciones descortezando con sus "primitivas” herramientas. Arriba: |a canoa de Gusinde antes de ser restaurada en el Museo de Historia de Santiago, Chile. Mide 378 cm eslora x 96 cm manga x 42 cm puntal. Antes era de 410 x 103 cm. Abajo: la canoa “alakalut" que esié en el Museo Salesiano Maggiorino Borgatello de Punta Arenas, Chile. Mide 278 x 75 x 65cm. 45 Construcci6n Algunos autores escriben que bdsicamente se necesitan tres grandes trozos de corteza, otros aumentan el numero a5 e incluso Hyades sostiene que son entre 5 a 7. Hyades pag. 351 “...Estos pedazos son en general de cinco a siete, a saber: la pieza del fondo, llamada ushlaj, muy gruesa; las dos piezas que se unen a ella y que terminan en punta para formar la proa y la popa; las dos piezas de los costados, aguzadas en uno de sus extremos y convexas en e] otro.” No explica dénde van las otras dos. Pueden tratarse del resto de fajas internas que se necesitan , peroentonces el numero se elevariaa 17 620 trozos de corteza. Dejando este punto sobre la cantidad de corteza necesaria, esta plantean- do otro problema que son dos trozos de corteza que van en la proa yen la popa con un fin poco claro. En un primer momento pensamos que podian tratarse de refuerzos, sea para la roda 0 el codaste contra el embate de las olas 0 inclusive como rompeolas. Por otra parte intuimos que estos dos apliques de corteza eran los que habjan contribuido a la imagen de géndola venencianas o luna de 4 dias. PREPARADO DE LAS CORTEZAS D Flexibilizarlas El primer punto previo al armado era el de dilucidar en que consistia el proceso de flexibilizacién de la corteza que, seguin los tratados, e] yamana lo hacia con fuego y agua. Practicamos con fragmentos pequefios; los pusimos cerca de unas brasas, no querfamos darle fuego fuerte, y a medida que se iban secando los mojébamos con agua dulce. Primero de una cara y luego de otra. Después de repetir este proceso cuatro veces notamos que la corteza adquirfa mucha flexibilidad pero como el resultado fue de todas cortezas quebradas nos dimos cuenta que se debia retirar la parte lefiosa casi en su totalidad dejando sélo adherida no mas de 1 mm o poco mas. Tampoco debiamos excedernos porque devastar la corteza externa en demasia provoca- ba lastimaduras en el suber imposibles de solucionar y ya no presentaba el minimo de rigidez necesario para poder coserla o emparchar. El segundo experimento fue mejor, casi sin parte lefiosa adquirfa una flexibilidad comparable al caucho. Podiamos flexionar la corteza hasta el extremo de llegar a enrollarla en sentido contrario al que presenta natural- mente, incluso doblarla suayemente en forma perpendicular a las fibras sin 46-LOS YAMANA que se quebraran. Continuamos experimentando (en esta parte nuestro principal asesor fue Jorge May), y notamos que si continuabamos la exposicién alas brasasy luego agua dulce cada vez que se secaba, repitiendo este ciclo mas de dos veces por cara, noobteniamos ninguna mejora. Lorealizamos hasta llegar a 10 veces por lado pero sin tener ninguna diferencia con el que fue flexibilizado sélo por un par de exposiciones. Tal cual lo expresa Martin Gusinde (pag. 428) “...el trozo se vuelve flexible como el cuero grueso y en este estado es posible darle la forma requerida”. Hasta que se enfria, trata de volver a tomar su forma original perdiendo totalmente la flexibilidad. Pero sf, se va a mantener con la nueva forma si se lo sujeta o inmoviliza de alguna forma, es decir coser las cortezas 0 atarlas. Evidentemente el yamana ya sabfa algunas cuantas cosas que emplea cualquier carpintero naval, en especial la técnica para poder doblar madera. Como con las brasas de lefia tarddébamos entre media hora a 45 minutos por corteza y a eso debiamos esperar que el fuego se hiciera brasa, nos preguntamos que podria pasar si las exponfamosal fuego directo, y en realidad aungran fuego directo para que le dieraa toda la corteza. El resultado fue que obtenfamos la misma flexibilizacién en unos 15 minutos por corteza. El problema que encontramos fue que casi no podijamos aguantar estar cerca del fuego. Entre los hallazgos que nos ayudaron mucho a armar la canoa fue el de poder flexibilizar cuantas veces quisiéramos todas aquellas cortezas que ya habian sido flexibilizadas pero que por un problema u otro no usébamos en el momento. Por supuesto que a esto le siguié la idea de ver si se podfa flexibilizar en el momento la parte que quisiéramos de corteza para ir moldeando cada seccién y encontramos que era factible; sélo debiamos darle calor al lugar deseado. Nos quedamos admirados de c6mo el yamana podifa manejar esta especie de terciado marino. Si sorprendentemente nos encontramos con lo que podria ser un primitivo terciado marino euyo espesor oscilaba entre tres a 6 mm siendo a veces todavia mds grueso. El unico gran contratiempo que presen- taba es que todas susfibras eran longitudinalesy un pequefio error significaba una rajadura que a veces se podia prolongar a todo el largo. En este punto ya habfamos sacado como conclusién que un hombre sélo jamas hubiese podido manejar una gran corteza, salvo para hacerla jirones. Nosotros necesitabamos no menos de dos personas, para los movimientos sencillos y muchas veces tres y hasta cuatro. El manipuleo era extremada- mente peligroso para la integridad del material. ID Parches El tema de los parches y rajaduras era para nosotros un gran dilema. Los autores no mencionaron en absoluto que hacian ante una rajadura, salvo Thomas Bridges. Evidentemente 0 nunca las vieron 0 les restaron importan- cia. E] tema es muy importante porque de ello depende que se pudiera 0 no CONSTRUCCION - 47 usar una corteza con imperfecciones. Bridges (pag. 79) “To see up the slits cut in the edges...” Es una clara referencia a que si debian tener rajaduras antes de comenzar la construccién. Estas debfan ser cosidas muy bien para que no se prolongasen. Como al principio no lo hacfamos, las cortezas colocadas en el arroyo para mantener su flexibilidad se rajaban totalmente cuando en alguno de los extremos se presentaba una hendidura. En las fotos de las canoas de la época no se pueden notar pero si en un dibujo de una canoa en la obra de la Missin Scientifique du Cap Horn, en el tomo de Hyades. Esa representacién muestra grietas longitudinales cosidas, tanto en los extremos como en parte centrales y también costuras perpendi- culares. Todos estos arreglos suponemos que deberfan ir calafateados para evitar el ingreso de agua y ademas le daria mayor seguridad a la compostura al agregarsele un nervio. Nosotros realizamos estas composturas con tiento de piel de lobo marino, sin curtir y bien estirado, resultando perfecto para el fin, Simultaneamente calafateamos los lugares, si temfamos, que quedasen por debajo de la linea de flotacién. I) Corte y ajuste de las cortezas Todos los autores coinciden que la franja que forma el piso, es lade mayor grosor asi es que elegimos la mas gruesa de todas y luego de devastar la superficie lefiosa externa comenzamos a flexibilizarla. Vale la pena aclarar que en ninguna de las cortezas que sacamos nos topamos con “fibras lefosas sueltas de la parte interior”, como comenta Gusinde. Luego dividimos esta faja en tres partes, la central es la que se convirtié en el fondo plano de la canoa, los otros dos tercios se los rebaj6 para terminar en una punta de 10 cm de ancho en forma bastante recta. A continuacién, guiados por dos relatos que nos llamaron la atencién, dimos forma doblando la faja convirtiéndola en la roda y el codaste de la embarcacion. Para eso, luego de flexibilizar toda la corteza, continuamos calentando sélo en forma local las partes que mas podian sufrir cuando les diéramos forma. Cuando consideramos que estaba lista se la fue perfilando y decidimos ponerle tacos de madera para que esa forma que le habiamos dado se mantuviera y en lo posible que no recuperara la conformacién natural. Se nos plantearon dudas cuando vimos los bordes rectos y lisos. Como hariamos para poder unir alli los costados en una Angulo casi recto. Sin nervios, ningun tipo de costura o uni6n serviria, pero seria un problema para mas adelante. La idea de los tacos de madera se originé6 a raiz de que no entendiamos la idea que trataba de expresar Gusinde acerca de realizar un pozo con la silueta dela canoay colocar adentrolas fajas de corteza, o lade un perimetrocon varas cortas con la figura de la embarcaci6n. Schapenham escribié “.., colocando la corteza sobre maderos, como se hace con los barcos en los astilleros del Holanda.” Por otra parte el Cap. Cordoba, en 1875, describe la construccién de 48- LOS YAMANA Descortezar es una tarea muy dificil, ain con escaleras y sileta Una vez la corteza abajo, hay que trasladarla muy cuidadosamente CONSTRUCCION - 49 la siguiente forma: “Para que esta corteza adquiera la curvatura y figura competente perdiendo la que tiene, sujetan los extremos a dos montones de piedras colocadas por la parte exterior, dejandole asf dos 0 tres dias en que se va secando y queda apta para la construccién: colocan después cuasi perpen- dicularmente a la pieza de en medio, las otras dos que sirven de costado, uniéndolas con unas costuras de junco seco y rellendndolas de paja y lodoa fin de impedir en lo posible la introduccién del agua...” Por supuesto que segufamos las indicaciones de Hyades que podiamos comprender y “... ese trabajo fue hecho a la sombra de los arboles para proteger a la corteza de los efectos de los rayos solares.” E] resultado fue doblemente excelente; de esta manera, usando el sentido ndutico y uniendo las partes comprensibles de las anotaciones de los marinos con los que no lo fueron, avanzabamos a pasos agigantados y con logros que no esperabamos, los cuales nos ayudaron en la siguiente etapa. Lafaja central, cuando se enfrié y secé un poco, adquirié la forma de la roda y el codaste sin la menor rajadura ni quebradura. Pero ademas los dos bordes se combaron unos tres cm hacia arriba cosa que permitié una unin perfecta con las bandas. E] trabajo con los dos costados requirié al principio de moldes, varios cortes y muchos ajustes pero basicamente fue un borde superior recto, una parte inferior central casi recta y los dos extremos siguiendo la linea del codaste y de la roda. Después de arruinar dos fajas con los moldes y cortes hipotéticos decidimos que mejor era colocar unas estacas para mantener la corteza parada y de esa manera ir ajustandola; sin querer legamos alo escrito en los trabajos pero encontrandole una légica. Los extremos de las bandas los terminamos en punta; ahora sabemos que no hay que terminar en punta nada porque lo nico que se logra es agrietar la corteza con muchas posibilidades de romperse.En una de las bandas tuvimos once rajaduras que debimos coser para que no se continuaran. Nunca pensamos que dicha banda iba aguantar las pruebas de navegacién. Sélo los dos tridéngulos postizos para la proa y la popa tuvieron sentido terminarlos en punta. Es cierto lo escrito por Gusinde (pag. 430): “...Se me informé que la construcci6n de la canoa resulta mas sélida cuando los tres grandes trozos de corteza no rematan en ambos extremos en puntas finas, sino que se cortan transversalmente ...” luego explica cémo se sujetan las puntas triangulares pero esta totalmente errado y el objetivo que se persigue no es el que él explica. Los tridngulos de proa y popa tienen varias funciones: en primer lugar evita una terminacién en punta que hace posible rajaduras graves en las cortezas, en segundo lugar sirve para prolongar las cortezas si no se pudieron retirar de una sola pieza. De esa forma se agranda laeslora dejando mas lugar aprovechable aumentando la flotabilidad. En tercer lugar acrecienta el francobordo en proa y popa ademas de darle la caracteristica que las hiciera famosas. 50- LOS YAMANA IV) Varas longitudinales La canoa lleva en la regala dos varas longitudinales de pulgada a pulgada y media de didmetro una por banda, cosidas a la corteza. Algo tan sencillonos trajo varias pruebas y fracasos, Primero colocamos varas de canelo (drimys winteri) porque las vimos tan rectas que nos parecié lo mas aconsejable. Lamentablemente no bien comenzaron a secarse se convirtieron en la madera més quebradiza que conocimos, ademas de doblarse en raras posiciones. Asi es como luego de buscar renovales de guindo comprobamos que la mejor madera para ésto era la de lenga (Notofagus pumilio). Estas varas deben ser cosidas a la corteza antes de unir la banda con el fondo. En este momento de la construccién le otorga rigidez ala corteza lateral haciéndola mas facil de manejar ya que es posible tomarla y suspenderla por los extremos de las varas que luego se cortaran 0 pudiendo quedar ocultos por los tridngulos de los extremos. V) Varas transversales No nos sucedié lo mismo con las varas transversales dado que al ejercer una gran fuerza para abrir las dos bandas se partian salvo que fuesen de lefia dura (Maytenus magellanica) y en los extremos usamos lenga dado que en ese punto no estaban sometidas a tanto esfuerzo. Estas varas deben tener una pulgada de didémetro (Gusinde: un pulgar pag. 429). A éstas, luego de quitarles la corteza, se les confeccioné una hendidura a unos 2 cm de cada extremo, formando una especie de botén donde se lo ligaba con la vara longitudinal. Este botén tenia un aspecto ctibico dado que se lo desgastaba para que asentara perfectamente y no tendiera a girarse. El largo de las mismas variaba segan su ubicaci6n siendo las dos mas anchas las centrales, disminuyendo hacia cada extremo (en nuestro caso fueron de 70 em disminuyendo hasta 32 em cerca de los extremos). Estas varas (0 baos) desempefian una misién distinta seguin la posicién que ocupen. Las centrales son las que se encargan de abrir las dos cortezas y le dan la manga necesaria. Realmente deben aguantar mucha presién dado que doblan las varas longitudinales (regala) y le dan la forma semielipsoide a la canoa. Las que le siguen hacia los extremos ayudan en esta posicién mejorando las lineas y otorgando una suavidad en la figura, pero siempre haciendo de apertura de la corteza. Por el contrario los travesafios en los extremos mantienen unidas las varas para que no trabajen las cortezas y en realidad son las que cierran esa elipse y la mantienen. Las tensiones son grandes pero eso es sélo momentaneo. A partir del momento que se le ingresa el costillaje interno cambian totalmente de funcién dado que ahora son las costillas las que abren la corteza y son los baos los que hacen que el todo no estalle, es decir que realiza exactamente la funcién contraria que al comienzo del trabajo; y fue en este momento cuando entendimos la importancia de los botones ctibicos de estas varas para impedir que las ligaduras puedan salirse. A nosotros se nos salieron y se llegé a romper la corteza. Nunca nos imaginamos la fuerza que podfan hacer unas cuantas ramitas puestas en el CONSTRUCCION - 51 interior a modo de costillaje. Las ligaduras las realizamos con tiento de piel de lobo marino (sin curtir) que resultaron excelentes, atin mojados con agua salada. VD Costillaje En este punto quisimos no innovar y colocamos finas ramasde canelo y de lengaen un total de 41; dada su flexibilidad consideramos que no tenia sentido realizarle las hendiduras ni partirlas longitudinalmente. Luego de colocar unas 20 y presenciar como la canoa estallaba dada la presién que ejercfan contra las paredes laterales, las partimos y les rompimos partes de las fibras para que no producieran tanta presién. Fue en este momento que la canoa adquirié sus lineas finales. Por lo menos antes del uso. También en este momento comprendimos para qué eran las varillas longitudinales paralelas a la borda sobre las cuales asentaban las costillas. Ellas son las que repartian en forma menos puntual la presi6n que ejercen las finas ramas de canelo debilitadas y que no produjeran orificios por la presién. Somos conscientes de que describir la construccién de la canoa con tanto detalle pudo parecer un poco denso para el no entendido, pero es justamente de esta forma que pudimos valorar la destreza técnica que tenia el yamana. No laadquirié en una temporada, sino que fue desarrollandola durante mucho tiempo. VII) Costuras En el tinico trabajo que encontramos mayor desarrollo sobre este tema fue en el de Martin Gusinde; un poco explica Thomas Bridges y en los restantes autores sélo hallamos referencias realizadas al pasar. En sf es un tema muy importante que encierra complicaciones cuyas soluciones son dificiles. Como la descripcién que realizé Gusinde fue con una canoa delante de sus ojos decidimos hacerle caso a ladistancia entre costurasy las espaciamos cada trece centimetros, sélo que comprobamos que eso no podia ser. Debia existir un error de tipeo o de impresién porque con semejante separacién sélo lograbamos grandes globos entre las puntadas. Asi es como pensamos que podia tratarse de un error en la ubicacién de la coma y probamos cada 1,5 cm logrando debilitar la corteza a tal punto que cuando estabamos terminando de asegurar una de las varas longitudinales cortamos una gran tira de corteza como quien saca una hoja de un anotador. Ademés de convertirse en la primer disminucién del francobordo (sufri- mos tres) sirvié para darnos cuenta de que los orificios que hacfamos con la lezna en la corteza debfan ser lo mds pequefios posibles y estar en posicién alternada. De esa forma, al no interesar a la misma fibra longitudinal, evitabamosgrietas entre los orificios, los que luego se convertian en rajaduras. Otra comprobacién interesante fue que la lezna debia ser plana y no redonda, como si se tratase de un destornillador, para cortar las fibras perpendicular- mente. El lugar ideal para perforar era aquel que presentaba restos lefiosos importantes del lado externo. 52-LOS YAMANA El resultado de esta experimentacién fue que terminamos haciendo una costura dejando unos 3a 6 cm de luz entre orificios, Esta luz dependia un poco de tratar de tomar la parte lefiosa y no afectar la misma fibra de corteza. Las varas longitudinales fueron cosidas con tiento de piel delobo marino sin curtir y bien estirado. Funcioné muy bien e incluso todas las ligaduras de travesafios también las realizamos con el mismo material. Como ya comentamos antes las rajaduras también fueron “matadas” y cosidas con tiento de piel de lobo. No pudimos experimentar la barba de ballena dado que nos fue imposible contar con ella. Hyades escribié (pag. 351) “Para las costuras, se emplean barbas de ballena o, a falta de ella, albura de fires jévenes, preparadas para que puedan servir. Luego continua: “... las barbas de ballena o la albura son divididas en fibras de longitud igual del mismo didmetro, pulidas en sus bordes mediante raspado con valvas partidas.” También Thomas Bridges comenta (pag. 122)“Wood fibre split out and used for sewing canoes and other purposes”. Wilkes (pag. 127) habla de que son cosidas con tiras de barbas de ballena, cuero de focas y ramitas. Gusinde en su trabajo comenta (pag. 429) “... tiras de alrededor de 1 mm de espesor y 3 mm de ancho de la capa de madera més reciente bajo la corteza de los pequefios troncos jévenes de notofagus antartica (fire) que son suma- mente flexibles y que, debido a su resistencia, no se deshilachan ni quiebran aunque estén secos. Los que disponen de las tiras mas apropiadas de barba de ballena eligen éstas; de no ser asi tendran que recurrir a aquellas que acondicionan cuidadosamente.” Esta muy claro pero nosotros no pudimos obtener fibras vegetales mas largas que 50 6 60 cm, en parte fue porque eran muy quebradizas, Nos quedé luego la duda de si no estaban sometidas a un proceso de flexibilizacién como el de la corteza. Lothrop (pag. 144) debe haber leido en alguna parte “... con trozos de barba de ballena”. Thomas Bridges en muchas oportunidades toca el tema de coser, descoser, arreglar costuras, rajaduras, etc. Muestra que gran parte del tiempo lo empleaban en este tipo de mante- nimiento; a nosotros nos ocurrié lo mismo. Uno de los integrantes del equipo, Pedro Esteban Curuchet, se la pasaba cosiendo y descosiendo la canoa. Cada vez que la usébamos habia que arreglar alguna nueva rajadura 0 nudo que se desajustaba 0 corteza que se agrietaba. Para ello en muchas oportunidades hubo que retirar todo el costillaje y cortezas del interior tal cual lodescripto por Thomas Bridges. Cuando sucedia esto veiamos como ya, tanto la canoa como el costillaje y el resto de las cortezas internas, habian adquirido la forma definitiva manteniéndola cada una por si misma. Cuando comenzamos las costuras de las distintas fajas de la corteza tenfamos la gran duda de cémo se iban a comportar éstas; sucede que al hacer una unién entre las dos cortezas nos iba a quedar un angulo que necesaria- mente tenia que poseer un nervio, un espesor, algo como para poder hacer la ligazén. Entre dos trozos de corteza unidos borde contra borde (ambos cantos) de aproximadamente unos 5 mm de espesor, por mas que se hayan ajustado CONSTRUCTION ~ 53 los bordes para que calcen perfectamente falta algo para que haga presién, forme un nervio. Mas si consideramos que la costura es simplemente una espiral sin ningun punto que haga de traba. Buscamos diferentes soluciones, hasta cambiar el punto de costura e incluso hacer dos espirales en sentido contrario pero la respuesta la encontramos sin darnos cuenta VIII) Calafateado Este punto aparece bien explicado por todos los observadores aunque los escritos difieran un poco de unos a otros. El material necesario varia y segan cada variante hicimos pruebas. Thomas Bridges lo describe casi a la perfeccién sin darse cuenta porque en realidad se esta refiriendo al Apio (pag. 274) “Celery. The seed stalks of plants used in making water tight the seams of canoes into which they are sewn as a pad.” Para ampliar mAs escribié (pag. 582) “To use as natives do earth to dement or wad over the seams of canoe.” Luego para explicar cémo se coloca este emplasto en la unién de las cortezas para que no entre agua agrega (pag. 567): “To sew into or over a seam as a band of “hooshoon” (en yamana apio) in the seams of canoes”. Uniendo estos tres comentarios, en ningun momento esta describiendo directamentecémo los yamanas calafateaban una embarcacién. Por supuesto que lo probamos y funcioné correctamente a pesar de las variantes que introdujimos. Como para Hyades (pag. 351) *... se la calafatea con musgos y hierbas apretujadas ...”y seguin Gusinde (pag. 430)“... rellena lasjuntas por secciones con musgo, manojos de henoy finas algas rojas...” y Bridges directamente dice (pag. 38 Tomo III en 1869) “The seams are caulked with soaked and bleached stalks of wild celery, to which clay is sometimes added.” Nuestra conclusién fue: el nervio que necesitamos, lo forma este calafate que pueden ser los tallos de apio o cualquier tallo seco de plantas como el pasto alto (paja), colocado sobre algas o musgos mezclados con arcilla, para que haga de emplasto. Evita el ingreso de agua de la misma forma que una compresa puede evitar una hemorragia. En conclusion, algo resistente ala humedad, aplicado con presién tapando la unién de las cortezas. Todo muy bien pero, j qué sucede con los orificios por donde pasa la costura que presiona y mantiene el calafate en su lugar ? Pasamos varios dias probando cuanta cosa se nos podia ocurrir. Desde pedacitos de musgo a Fastix, caucho, alquitran, selladores para parabrisas, tanques de nafta, radiadores, incluso goma de mascar; nuestra desesperacién era grande, la canoa estaba lista pero con tanta cantidad de pequefios agujeritos no iba a poder navegar. De todo lo que probamos lo que mejor funcioné fue la grasa , a pesar de que —como leemos en el diccionario yamana (pag. 414)— “to tagi (en yamana: colocar arcilla) the seams of canoe once more or fora while longer.” Si, asi de sencillo: colocar unacapa de arcilla cubriéndolo todo. Ademds es un recurso que se encuentra hasta en la misma playa. También Weddell esta dando esta soluci6n cuando comenta que el peso de su canoa estaba dado por: “... todo el piso estaba recubierto de unas seis 54—LOS YAMANA pulgadas de barro que servia de lastre...” por supuesto que esto cubria el calafate y las pequefias ranuras de la lezna. Cada uno de estos experimentos requirié una gran paciencia, marcando las partes de costura que contenfan musgo y las que tenfan algas. Ademas hubo que preparar y buscar cada material . Recuerdo que sélo para encontrar las ramas apropiadas de canelo para el costillaje interior Myriam Corsi y Esteban Curuchet tuvieron que recorrer el bosque durante dos dias para encontrar las adecuadas. IX) Armado El armado de la canoa no es complicado, en especial para el yamana. Seguramente debe haber visto a su padre haciéndolo y cuando ya podia moverse debe haber colaborado, aunque sea con las cosas mas sencillas. Si bien Gusinde escribié: “A un hombre laborioso le llevaria de dos a tres semanas concluirla, en caso que puede efectuar su tarea sin estorbos y encuentre las piezas requeridas en sus inmediaciones.” (pag. 432) pero también expresa (p4g. 430) “... la mujer colabora con la tarea de calafatear la canoa, 0 bien la realiza sola, ya que tiene mayor habilidad para esto que el hombre.” Como vimos el calafateo se hace en el mismo momento de la costura. Si estaba mejor capacitada que el hombre en esa tarea, es muy probable que en las otras, menos complicadas, también lo ayudara. En el diccionario de Thomas Bridges encontramos varios vocablos que nos hablan de encargar a otro a coser o que haga una canoa. Si bien para descortezar el hombre era ayudado por otros, creo que estaes la tinica parte de la construccién de la canoa especialmente reservada para el hombre. En los otros pasos debe haber recibido ayuda de su grupo familiar o inclusive de integrantes de otros grupos. Es probable que a su vez, luego, ayudara a los demas a construir su canoa. Aunque una persona fuera muy habil y pudiera hacerlo solo, existian varios momentos cruciales: descortezar, preparar las cortezas y coser, donde por lo menos se necesitaba ayudante. Por otra parte era la mejor oportunidad que tenia el padre de transmitir la tradicién naval a sus hijos y darles las armas para poder vivir independientemente. Teniendo las cortezas preparadas, el primer paso era coser las varas de lenga al borde recto de los costados. Los palos clavados al suelo, ademas de marcar el contorno de la canoa, servian para mantener en posicién la banda de la canoa con respecto al fondo, roda y codaste. De esa manera y teniendo los materiales necesarios para calafatear, comenzaba la costuraen espiraldeuna de las bandas con el fondo. No bien terminaba un lado comenzaba con otro, Coser estas partes no era facil, se trataba de un trabajo incémodo y si no se realizaba de a dos, habfa que poseer brazos muy largos 0 ubicarse repetida- mente dentro y fuera de la canoa con el consiguiente peligro de dafiar la corteza. Luego unia los extremos de las varas longitudinales y colocaba los travesaiios que abren lacanoa. Con ramasde canelo partida longitudinalmen- te y quebradas, para que no hiciesen demasiada fuerza, armaba el costillaje CONSTRUCCION - 55 interno al cual recubria con tiras de corteza de unos 30 a 40 cm de ancho, que llegaban a la borda de cada banda. Sobre éstas colocaba a modo de piso, tiras longitudinales de corteza. Su ancho variaba de 20 a 40 cm. La proay popa podian ser terminadasde distintas maneras: sila canoaera chica directamente con los tres trozos de corteza cortados en punta. Si por el contrario se trataba de una de esas famosas canoas grandes, se leagregaba un tridngulo en proa y otroen popaa los extremos mochos de la faja central a modo de continuacién. De esa forma se alargaba la eslora sila corteza habia quedado chica, dando el acabado de “géndola veneciana”. Como esto lo pudimos averiguar después de la reconstruccién, cuando realmente entendimos y comprobamos para que servian estos triangulos, los colocamos igual. En el primer momento los pusimos unidos del lado interior, comprobando que no tenfan la mas minima utilidad, salvo el aspecto de “luna de 4 dias”. Luego de meditar sobre e] tema decidimos que seria mas légico colocarlos por fuera de la canoa, cubriendo la faja central y las bandas en las dos extremidades; por lo menos, de esa forma, tendria la utilidad practica de reforzar dos puntos muy débiles de la canoa y que pueden sufrir mucho, como sucedi6, tanto por las olas como por golpes y el resquebrajamiento producido por el constante humedecimiento y secado. Las canoas cuyas fajas de corteza terminan en punta no llevan este tridngulo. Por lo general son canoas chicas y tiene la gran desventaja, como lo comenta Gusinde, que presentan puntos débiles importantes. Las fajas de corteza que terminan en forma puntiaguda, son mas propensas a abrirse produciéndose hendiduras que luego contin&an por toda la fibra longitudinal de la faja. No sucede lo mismo con las cortezas que, aunque hacia los extremos se angostan, terminan en una punta trunca. En realidad, esos fueron los pasos que nosotros hicimos, simples si se sabe cémo hacerlos, cémo obtener los materiales y cual es la funcién que va a cumplir cada cosa una vez terminado el conjunto. Tres puntos que ignordba- mos; dos de ellos estaban enunciados, por partes, en distintos trabajos etnograficos e histéricos, a veces frases sueltas en cientos de hojas; el tercero sin ningun tipo de comentario salvo que el conjunto le servia al yamana para vivir en la regién del Cabo de Hornos. El armada, si bien se hacfa cerca de la playa, era realizado en el bosque. Fuera de los rayos solaresy el viento. Estos elementos hacen que la corteza se secara raépidamente, perdiendo su flexibilidad y resquebrajandose. Era muy importante estar en un ambiente con alto grado de humedad. Fue algo que comprendimos rapidamente al ver cémo se arqueaban y partian solas las cortezas que no dejébamos bien acondicionadas en el bosque una vez que las sacdbamos de los arboles. Referencias muy claras a este punto nos dejé Thomas Bridges (pag. 450 y 628 del dicc. Yamana-English): “Cubrir con ramas y varitas como los nativos hacen con sus canoas nuevas para preservarlas del sol (tuci-nnasasa); llevar una canoa dentro de una casa 0 dentro del bosque debajo del follaje (wotux- moci). 56 - LOS YAMANA X) Revestimiento interno Las pruebas que realizamos en el agua no nos alentaron para que le colocéramos un revestimiento interno tal cual lo explican diferentes textos. Si bien sobre el costillaje colocamos las cortezas transversales y longitudinales a modo de piso, como expresa Thomas Bridges, preferimos no rellenar intersticios entre costillas con hierbas y arcilla por dos motivos: querfamos que quedara lo mas liviana posible para transportarla y las constantes reparacio- nes, por las roturas que le produciamos en esos transportes, hacia que estuviéramos repardndola constantemente, para ello habia que vaciarla totalmente. Una cosa que no hacia el yamana era Ilevarla en camioneta de un lugar al otro, sino que la dejaba amarrada cerca de la costa o sobre la playa; salvo en las raras ocasiones que cruzaban algun istmo cuando era transpor- tada suavemente, sobre un lecho de algas para que no se dafara su fondo. TAMANO DE LA CANOA Antes de ingresar directamente a los tamafios de las canoas que encon- traron viajeros en distintas épocas, consideramos que existen varias aspectos que hacen al tamaiio, siendo éstos la habilidad, necesidad y zona de navega- cién. IT) Habilidad Un punto que nos gustarfa dejar aclarado es el que actualmente parecen haber olvidado los especialistas. Para construir una de estas canoas se necesita una cierta habilidad manual, ademés de conocimientos que se adquirfan por tradicién oral y la practica, convirtiéndose en una auténtica téenica. Podemos decir que cada constructor era una artesano que a su real saber y entender, ademas de la experiencia acumulada, realizaba lo que muchos lamaron "el maximo exponente de la destreza técnica de estos indios” (Gusinde pdg. 423) e incluso aquellos que mds los despreciaron —como Darwin— dijeron "su trabajo mAs ingenioso, a pesar de lo miserable que es.” Otros como Spears, mas entusiastas, afirmaron "It had a sheer (forma- apariencia) at once pleasing to the eye and well adapted to ride the most tempestuous seas in the world." También afirmé "Judged by his canoe, he was anaval architect who produced a model to which the designers of yachts in the United States and England are in these days of "spoon" bows approaching, but have not yet equalled." Aunque su estadfa en 1895 fue muy breve las canoas lo deben haber impresionado muy satisfactoriamente. Los diferentes grados de habilidad y destreza se ven reflejados hasta en los trabajos mds antiguos y confiables, como en el diccionario que escribié Thomas Bridges: (pag. 633) "Un hombre que no puede hacer bien una canoa”™ 0 (pag. 281) "rapido haciendo canoas”. "Aficionado en realizar canoas" o (pag. 281) "Incapaz de hacer una canoa". Esto nos habla a las claras de distintos grados de capacidad. CONSTRUCCION - 57 Es interesante leer a Fitz Roy cuando en Cabo Desolacién, Caleta Ladro- nes, encontré una canoa donde estaba la manga del saco de Murray; anoté en su diario (pag. 503) "...La canoa era un armatoste miserable, construido evidentemente ala ligera...",si aprecié esto es evidente que habja de las otras. Por otra parte la habilidad no sélo se circunscribiriaa la confeccién de lacanoa sino también a la capacidad para descortezar grandes planchas y ademas largas. Cuanto mas larga, el trabajo es mas dificil con muchas posibilidad de que se partan. Nuestra experiencia nos demostré que de una faja con sus casi 5 metros de largo nos rendfan unos 4 metros. Es que los extremos son sumamente fragiles y sufren mucho al realizarseles la incisién horizontal superior e inferior. Por otra parte para quitar una faja de ese largo se debia encontrar un Arbol en el cual sus ramas mas bajas estuvieran por sobre los 6 6 7 metros y mantuviera un didmetro correspondiente a la seccién inferior; en todos los casos el primer metro 0 metro y medio de planta no presentaba corteza utilizable dado que cerca del suelo, el arbol tiene muchas irregularidades. Pero dejemos la naturaleza por su lado y pensemos que arboles habia en la cantidad mAs que suficiente para que los yamanas pudieran hacer canoas grandes. En el trabajo de Gusinde (pag. 441)"... las materias primas accesibles determinan las diferencias de tamario y también la destreza varia mucho de uno a otro hombre. " Pero preferimos creer que los materiales también dependian de la capacidad del yamana mds que de la naturaleza. Pese a algunos "cientificos” que le restan validez al trabajo de Gusinde, a nosotros nos pasé en gran medida lo que expresa esa corta frase, ademas de no encontrar drboles suficientemente grandes. Por otra parte el tamano de las plantas varia notablemente con el grado de exposicién a los fuertes vientos del sur. En muchas islas encontramos arboles mas pequeiios en altura y desarro- Ilo que los que se dan sobre el canal Beagle. II) Necesidad La familia yamana estaba compuesta por el hombre, seguin los casos una o dos esposas y sus hijos en un mimero que oscilaba de dos a cuatro. Al crecer y en edad muy temprana eran inducidos por sus padres a casarse. Hasta ese momento vivian en la misma familia y s6lo Negado el momento de contraer matrimonio se independizaban. Para ese momento el nuevo jefe de familia construia unacanoa propia. Fitz Roy apunté (pag. 182) "Having built or stolen a canoe for himself..." refiriéndose al momento de casarse. Si nos Nevamos por esta breve sintesis basada en los trabajos de Thomas Bridges y de Martin Gusinde seria légico pensar que el tamafio de ambas canoas no era el mismo. Una canoa grande es mas dificil de maniobrar que una chica, ademas que se necesitaria mds fuerza muscular para tomar velocidad, y llegado el caso contrarrestar viento, olas, 0 corrientes. Como en todo pueblo maritimo el tamafio de su embarcacién debe haber dependido de sus obliga- ciones. Para el yamana, poder cumplir con las necesidades basicas de su grupo familiar era su condicién para construir una canoa. 58-—LOS YAMANA II) Tamafio Podemos tomar basicamente las medidas que dan los distintos viajeros: Schapenham (Vicealmirante holandés en 1624 al Sur de Navarino, fue el primer contacto con los yamanas) anoté en su diario"... de 10, 12, 146 16 pies de largo por dos de ancho, se sientan cémodamente siete u ocho hombres...”. Sabemos que todo marino da el ntimero de pasajeros como maximo y no en los casos de embarcaciones menores en que se sobreentiende que es capaz de cargar una o dos personas. Deben ser pies ingleses asi es quese trata deesloras de 3 a5 m incluidos los arrufos de los extremos. Para todo marino la eslora es el largo maximo salvo que aclare lo contrario (como eslora en flotacién, eslora de cubierta etc). El Capitan de Navio Don Antonio de Cérdoba en 1785 estuvo por la zona occidental y es mas probable que haya estado en contacto con alacalufes y chonos que con yamanas, pero de cualquier forma apunta "... estas fragiles embarcaciones son de 24 a 26 pies, su manga 4 y de2 a3 su puntal." En primer lugar es de suponer que se trata de pies de Burgos, normal para esa época, por tanto la eslora de la canoa comprendidos los triangulos de los extremos es de aproximadamente 6,50 m y seguramente no se trataba de una canoa yamana, James Weddell en su recalada por la regién al sur del canal Beagle(regién del Seno de A‘io Nuevo, 1823), le “compré" a un yamana una canoa que segin surelato "Tenia un largo de 12 pies 4 pulgadas (3,70 m)y en laparte mas ancha media 2 pies 2 pulgadas (manga 70 cm)...” Se nota la estirpe de marino ya que toma nota de medidas exactas; es la practica que lleva todo capitan para saber ubicar su nave, de esa exactitud y su experiencia va a salvar su vida, la de su tripulacién, la carga y el buque. Fitz Roy, 1826 en el volumen III pag. 160”... de 12 a 20 pies de largo y L a 2 de didmetro..." nuevamente encontramos esloras de 3,60 m a 6 m (regi6n de Bahia Nassau). Pero ademas en varios pasajes de su narracién agrega interesantes comentarios como "... tres canoas pequefias con sus duefos...” y mAs adelante dice "... mds gente que la necesaria en esa pequefia canoa..."; cuando se establece la persecucién para recuperar el bote robado hace otra alusi6n directa al tamaiio (pag. 491) "nos topamos con una canoa que llevaba dos fueguinos, hombre y mujer..." ( pag. 536). Murray: "... en un sélo dia conté mas de 100 canoas con 2 a 6 individuos.” Es una clara alusi6n a su tamario. W.H.B. Webster en 1829 en Saint Martin's Cove (Bahia San Francisco, oeste del Cabo de Hornos) apunto: "... nine feet in length Martial (pag. 190): "La longitud de la embarcacién varia entre 4.50 y 5 m; el ancho es de 0,80 m y la altura mayor de alrededor de 0,70 m" Hyades y Deniker Tomo VII:"Larger 5,20 m, profondeur 0,70 m, larger 0,75 m y 0,85 m." Evidentemente se estan refiriendo a una en particular y no se puede decir que todas las canoas fueran iguales. En el diccionario Yamana—Inglés de Thomas Bridges encontramos pala- bras cuyos significados muestran que existian canoas de diversos tamafios como ser: pag. 481 parrafo 4 "He left (in a moored state -amarrada—) me the CONSTRUCCION - 59 little canoe in place of the one he took." Gidcomo Bove estuvo en Tierra del Fuego en 1882, tomé contacto con los yamanas y especialmente con los misioneros de Ushuaia. El tamario de canoa que pudo apreciar tenia una eslora de 4 a 6 m. La lista podria seguir pero por las fechas en que estuvieron los posteriores viajeros s6lo podian haber visto alguna que otra canoa. A partir de 1902 ofecha cercana a ésta, los autores de libros sobre los fueguinos se basaron mas en trabajos anteriores que en propia investigacién, existen algunas excepciones como el padre Martin Gusinde pero él bien aclara que ya hacfa tiempo que no se usaban mas las canoas y la que él describié fue encargada a un yamana conocido como "Viejo Pedro". éPorqué la diferencia de tamaiio? En toda esta lista podemos ver que el tamajio de la canoa variaba de los 3 a los 6 m aproximadamente, existiendo zonas en las cuales los avistajes de canoas pequenias eran mas frecuentes. Coinciden observaciones del sur de la isla Navarino y en especial del Seno de Afio Nuevo, Saint Martin's Cove y la regi6n aledafia al Cabo de Hornos, con canoas de 9 pies a 20. Salvo Martial con canoas de una eslora de 4,50 m para una familia, todos los demas comentan de canoas menores. Los que escriben de canoas de mayor tamario no estuvie- ron por la zona sur del canal Beagle o permanecieron pocos dias en Ushuaia ono pasaron jamas por la regién. Los motivos como vimos pueden ser varios, desde la habilidad del yamana para conseguir corteza, la técnica para construirla, la disponibilidad de materia prima y sus necesidades. O serfa por las distintas condiciones marineras de unas u otras. Inclusive podria tratarse de distintas zonas a navegar con condiciones de mar diferentes, ademas de las geograficas y las distancias distintas. Una caracteristica que se repite en las canoas de la regién sur occidental esel lastre interno en las embarcaciones mds pequefias, Varios autores, entre ellos Weddell y Webster coincidieron en que el costillaje estaba cubierto por arcilla. Es una observacién muy importante dado que no se trata de lastre mévil y que da a la canoa otro tipo de navegacién. Pienso que en un medio marino estas diferencias importantes en la navegacién no se dan porque si, sino por una mejor adaptacién a las zona a navegar, al igual que las esloras. Gusinde afirma (pag. 437): "... no conocen un lastre propiamente dicho.” Me gustaria preguntarle: ¢Quiénes? gLos yamana del canal Beagle, o los yamana de 1920?, Nuestra reconstruccién Como ya comentamos, con todos nuestros tropiezos para la obtencién de corteza y confeccién de la canoa tuvimos que contentarnos con construir una sola. Asi fue que comenzamos por la mds pequefia, guardamos corteza para una segunda canoa pero esa corteza fue la que terminamos usando para la primera. El proyecto contemplaba en un primer paso una canoa pequefia como 60- LOS YAMANA la descripta por Weddell y una mas grande. Se decidié por la que comenté Weddell por su especificacién en las medidas, los otros autores comentan sélo las esloras. Ademas nos parecié interesante probar el lastre interno. En laeslora nos quedamos un poco cortos porque nadie tuvo en cuenta que al darle curvatura a la faja central fbamos a perder largo total y el puntal fue dado en achicarse por distintas roturas. En cuanto a la manga consideramos que se trataba de una medida minima adecuada por ancho de térax, tal vez podria ser un poco mas estrecha pero no mucho mas. Esta medida fue respetada y con el ancho de la faja central tomamos las medidas que observaron otros viajeros que apuntaron entre 60 a 85 cm. Al considerar que era una pequefa le proyectamos 60 cm que al doblarse los bordes sola, quedé de 52 cm. Asi es como nos quedo en las siguientes medidas: eslora: 3,46 m manga: 0,70 m puntal: 0,60 m Cuando la entregamos al museo, dos meses después el puntal habia bajado a 0,50 m por tres roturas consecutivas que nos obligé a cortar toda la borda. Notamos una cosa curiosa, la canoa con el paso del tiempo encoge. La de Gusinde de 4,10 m que medfa cuando la botaron, pasé a 3,78 m en 1990 cuando la inspeccionamos. En nuestro caso a los 6 meses, ademas de un recorte de la popa por roturas, pasé a 3,06 m. No sabemos muy bien por qué, pero aparentemente al secarse la corteza no mantiene su tamafio original. CONSTRUCCION - 61 Algunos detalles de la canoa reconstruida 63 Navegacion Los comentarios realizados por los viajeros sobre navegacién fueron muy escuetos. Pienso que seria porque no muchos navegantes bajaban de sus seguras naves para dar una vuelta en una extrafia canoa por aguas gélidas, con no menos extrafios ocupantes, expuestos a cualquier borrasca repentina sin dominar la embarcacién. Motivos todos ellos por demas justificables. Las pruebas que queriamos realizar involucraban, en cierta medida, aspectos de seguridad que no debfamos dejar librados al azar; era la primera vez que “europeos" construfan una de estas canoas y muchas cosas podian fallar. Por otra parte se necesitaba medir tiempos y realizar varias practicas para poder familiarizarnos con su uso; siempre con la idea de continuar con el proyecto de una segunda canoa mas grande, era muy importante todo lo que pudiéramos averiguar. Ademas de las pruebas se necesitaba cierta comodidad para el grupo de filmacién de Polonia que se encargaria de registrar las pruebas para la televisién europea y el circuito de museos. Planteadas nuestras inquietudes a la Base Naval de Ushuaia enseguida se mostraron entusiasmados en prestarnos toda la colaboraci6n a su alcance. Asf es como con el Cap. de Navio Don Héctor Julio Alvarez, Jefe de la Agrupacién de Lanchas R4pidas, coordinamos sus desplazamientos con nues- tros trabajos y en especial el apoyo a la canoa por si se le ocurria irse al fondo del Beagle. Mucho se repite en libros de todos los tiempos, las observaciones del padre Martin Gusinde que aparentemente en mas de una ocasién se subié a una de ellas en Febrero de 1920, en la estancia de los Lawrence. Por lo que puede apreciar se trata de una canoa que puede llevar bien dos personas e incluso una tercera si no son cuerpos muy pesados. Siempre que se trate de aguas relativamente tranquilas. Es posible que haya realizado "... varios viajes en compaiiia de los indios" (pag. 437) pero no se deberfa inferir que fue durante sus visitas entre 1919 y 1922 sino que sélo en 1920, mientras la canoa esperaba ser embarcada con destino a Santiago, Chile. Es muy diferente esta situacién porque se tratarfa de algunos viajes en una canoa chica. I) Estabilidad La primer sorpresa que tuvimos luego de la botadura fue su gran estabilidad. Influenciados por la obra de Martin Gusinde donde constante- 64 - LOS YAMANA mente comenta el “equilibrio inestable”, éste no es mas que en cualquier otra canoa como por ejemplo la canadiense y posee mucha mas estabilidad que un kayac. Es légico que para subirse a ella se deba pisar el centro de canoa pero no es ninguna dificultad ya que uno se puede embarcar bien cerca de la orilla; nuestra canoa, sin lastre, calaba solo 5 cm. Realizamos pruebas de subirnos y bajarnos una y luego dos personas sin problemas y extrafidndonos de lo sencillo que era. Para continuar con la experimentacién embarcabamos desde un bote e incluso nos intercambidba- mos para remar en aguas profundas y pasdbamos desde un bote de goma ala canoa, tanto para descansar o realizar otras pruebas, sin tener nunca contratiempos. Es probable que Gusinde haya estado poco acostumbrado a las pequerias embarcaciones en general, porque aunque se trate de una canoa liviana es més pesada que una canoa canadiense. En estas subidas y bajadas encontramos una gran virtud en la canoa: por su forma puede flotar totalmente escorada sin embarcar agua. Nos resulté muy practico hasta para remar cuando estaba totalmente calmo y por otra parte confirmamos la naturalidad de las fotos tomadas por la expedicién de La Romanche al representar canoas totalmente escoradas, sea para pescar 0 para remar; sin lugar a dudas es muy comodo parano raspar losbrazos contra las Asperas bordas y facilita el timoneo. Esta escora result6 muy practica al acercarnos a las costas a pique para asirnos de las piedras sin inconvenientes; pensamos que debe haber sido empleada para la recoleccién de lapas y mejillones como para pescar con los arpones centollas y cholgas. En cuanto a la estabilidad es mds una cuestién de seguridad propia y costumbre que otra cosa. Ellos evidentemente se paraban para poder lanzar el arp6n (Thomas Bridges Diccionario. pag. 62 y 170), pero eso se lograba no por una estabilidad de la canoa sino por una posicién del cuerpo desde el momento que se paraba inmévil, guardando el equilibrio y luego lanzaba el arpén. Eso requiere no sélo una gran fuerza aplicada al brazo del arpén, sino su contrapartida en el otro brazo y un buen movimiento de cintura para poder descomponer las fuerzas; eso se lograbacon practica, dela misma manera que lo hacian los esquimales, pero sentados. Nosotros esta experiencia no la realizamos. Por supuesto que una canoa mas angosta es mas inestable, lo mismo sucedia con las mas pequefias (T. Bridges pag. 206) “Su gran estabilidad se Ja da su parte casi recta y plana del fondo”. Los comentarios de los marinos son mas importantes que cualquier apreciaci6n de un no entendido en la materia, refiriéndome al arte de navegar y ala relacién que existe entre embarcacién, medio y hombre. Asi es como Martial, comandante de la fragata francesa La Romanche 1882-1883, expre- sa: “Son muy estables, y aunque en ocasiones sobrevienen accidentes, nave- gan bastante bien.” en lo cual coincido totalmente, siendo exactamente lo contrario de lo expresado por el padre Martin Gusinde. NAVEGACION- 65 ID Posicién Cuando probabamos la canoa de a uno debfamos prestar mucha atencién de dénde nos colocébamos para remar y timonear. Podiamos elegir elevar uno u otro extremo de la canoa segun nuestra ubicacién, como asi también escorarla para una u otra bandao ambas combinaciones a la vez. No pudimos determinar si existia o no un beneficio en la navegacién, ademas de la posicién mas cémoda. Encontramos beneficios en dos situaciones; con olas de proa nos sentaba- mos ms hacia popa logrando levantar la canoa casi medio metro, de esa forma podiamos embestir la ola mejor; lo hicimos con viento en popa y corriente encontrada, esta situacién generaba pequenas olas muy molestas. Con viento en popa y olas de popa nos permitié espaciar las remadas sin bajar la velocidad. (Aunque no muy claro, este punto esta en el diccionario de T. Bridges, pag. 527). Si en esta condici6n result6 muy veloz con poco esfuerzo, euando le sumamos corriente a favor fue de un resultado excelente. Sin lugar a dudas ellos aplicaban estas ayudas de la naturaleza. Sila mujer remaba de la banda de estribor, como afirma Gusinde, loharia s6lo por costumbre sin que ello tuviera mayor importancia en el comporta- miento de la canoa. En cuanto a la distribucién de las personas en la canoa si era muy importante. Es probable que los nifios estuvieran agachados en el centro de la canoa, para bajar el centro de gravedad, de esa forma la canoa adquiria mas estabilidad. La posicién mas cémoda para remar y timonear fue la de colocarnos en cuclillas, sentados sobre nuestras propias piernas, teniendo en cuenta el lugar que elegiamos seguin el efecto que querfamos lograr con la canoa. I) Estanqueidad Los mayores problemas de ingreso de agua los tuvimos por los parches no calafateados porque presumimos que el agua no llegarfa a esa altura. El segundo y grave problema fue por los orificios que practicamos para coser la corteza. Hasta que los rellenamos con grasa 0 arcilla el ingreso de agua fue constante. Parte de este problema lo tuvimos por impericia nuestra, dado que no necesitabamos orificios tan grandes producidos por una lezna. Ellos practica- ban una pequeiia hendidura, parecida ala incisién que se puede hacer con una cortaplumas. Esta estaba realizada por un punzén, confeccionado con hueso de ave partido longitudinalmente y afilado en un extremo; esto hace que presente, por lo menos una de sus caras plana 0 céncava. E] calafate funcioné muy bien impidiendo el ingreso de agua. Nos llam6 mucho la atencién que sin carga y dejandola flotar sola, dado a su poco calado, el] ingreso de agua era inexistente. Ahora comprendemos cémo la mujer yamana podfa dejar su embarcacién. amarrada sobre losbancos de cachiyuyos, simplemente con una rama de estos, 66 - LOS YAMANA o entre los juncales durante toda la noche y por otra parte todos los que las observaron navegando comentan que iban achicando constantemente. Sucede que al no estar sometida a inmersién por peso, la presién de agua es menor, ademas de que la mayoria de las costuras quedan por encima dela linea de flotacién. IV) Flotabilidad Nos lamé la atencién su alta flotabilidad. Con 155 kg de carga, dos personas embarcadas remando, su obra viva erade 15 cm. Ya comentamos que sin carga era de 5 cm. Cuando se comenta sobre la posibilidad de llevar carga creo que era bastante y de eso hay sobradas pruebas en la literatura ya comentada. Por supuesto que cualquier marino sabe que para poder transportar personas y/ o carga va a depender de las condiciones climaticas del momento, se trate de una pequeiia embarcacién o de un gran buque. Nuevamente debo referirme al Diccionario de T. Bridges donde existe mas deunareferenc. a este hecho; por ejemplo llevar a una persona por el motivo que sea hasta un punto u otro, como ser buscar otra canoa, etc. pag. 564, 469, 205; se hacen referencias de llevar cosas para otra persona o ir muy cargado, pag. 412, 109 y 528 Evidentemente la utilizaban como transporte de carga e incluso ferry, pero habria que realizar mas pruebas practicas para estudiar hasta que punto se podia cargar. En mi opinién, creo que bastante. Ademds no quiere decir que sise lleva una carga tenga que ir toda la familia. Por lo visto y segun T. Bridges era bastante comun alcanzar una persona hasta su canoa, 0 alcanzarle carga © viveres, 0 ir en conjunto a buscar algo o llevar a alguien dejandolo luego en Ja costa, pag. 81 y 82. De cualquier forma la flotabilidad y por ende la capacidad de carga va a depender del volumen de la canoa. No sélo de su eslora como hacen referencia muchos estudiosos. V) Velocidad Nuestras pruebas dieron para aproximadamente una distancia de 1000 m, en un dia calmo (sin viento ni olas) un tiempo de 7 minutos y 30 segundos, seria poco mas de 4 nudos. En realidad fue la mejor marca luego de realizar el trayecto varias veces. En esta ocasién se debia remar constante- mente. Las pruebas fueron realizadas con un s6lo remero, el apoyo de un bote de goma y el ARA Concepcién del Uruguay al mando del Tte. de Navio Amato. Tommy Goodall presté auxilio a nuestro bote de goma que se fue a la deriva cuando el motor decidié plantarse, ademas de arreglarlo, Con el viento por la aleta hacia popa y una velocidad de 10 nudos la embarcacién aleanzé un poco més de 5 nudos pero con una gran ventaja, se remaba muy espaciadamente. Casi se podria decir que se redujo a una remada cada cuatro en la situacién anterior. El remo se mantenfa en el agua para ser utilizado como timén NAVEGACION ~ 67 durante el espacio de 20 a 30 segundos, la canoa tendfa a orzar. Con el mismo viento, pero de proa, nos fue imposible avanzar. El viento nos viraba la embarcacién para uno u otro lado, tal vez haya sido por falta de lastre suficiente. Pero nuestra conclusi6n fue exactamente la contraria a la que citara Weddell “... se movia rapidamente incluso con viento en contra”. Con el mismo viento pero a un descuartelar y remando constantemente, Ja canoa realizaba un recorrido casi perpendicular a la direccién del viento. El abatimiento era vertiginoso. También consideramos que se trataba por falta de lastre suficiente asf es que dejamos que se cargara de agua, a modo de lastre interno y dejando menos obra muerta en superficie pero se convirtié en algo sumamente pesado y la velocidad de avance no era suficiente para contrarres- tar la fuerza de abatimiento. Sin lugar a dudas los yamana deben haber aprovechado aquellos dias 0 momentos del dia con viento favorable. La velocidad que se adquiere, sin casi remar, la convierten en la mejor de las condiciones. Por otra parte es algo muy comin en la zona tener grandes cambios de vientos en el mismo dia. VI) Algas “Estos individuos rara vez se aventuran fuera de los cachiyuyos, con ayuda de los cuales se impulsan a si mismos a lo largo de la costa” Charles Wilkes pag. 127, 1842. En forma algo despectiva se refirié ala navegacién por encima de los cachiyuyos tan temidos por todo otro tipo de embarcacién. Los cachiyuyos (Macrocystis pyrifera) son algas de gran tamafio que se dan en los bajos fondos (se entiende hasta unos 20/30 m de profundidad), cerca de las costas con piedras donde se afirman sus rafces. Son baésicamente un largo tallo que llega hasta la superficie con pequefias ramas, sus hojas son grandes y lanceoladas. En la superficie flotan armando una gran marafia de hojas y tallos. Sin mucha velocidad un velero puede quedar atrapado en estos grandes bancos hasta que a fuerza de machete o mucho viento logre salir. Los barcos con hélices temen el lugar no tanto por que pueda simplemente indicar una piedra, sino que las hélices se atascan totalmente con estas algas formando una gran masa. Nuestra experiencia cruzando bancos de cachi yuyos fue inmejorable. La canoa se deslizaba sobre ellos como si se tratase de una superficie mas densa sin que la frenara. Al tranquilizar mds el] agua, permitfa un avance mas rapido. Remar por estos bancos consistié una de las pruebas. Mientras remos convencionales quedaban enredados con hojas y tallos los remos 0 mejor dicho las espadillas con larga forma lanceolada entraban y salian sin e] menor problema. Aumentando, por efecto de accién y reaccién, la velocidad de la canoa pero para este caso hubo que cambiar lamodalidad de remary timonear. Volviendo a la frase de Wilkes, recuerdo que nosotros tratabamos de mantenernos cerca de la costa cuando esta se encontraba del lado de barloven- to, serfa tonto no aprovechar la proteccién que brinda la costa y navegar a sotavento de ello. 68 -~- LOS YAMANA Nuevamente vale la pena citar a Martial, que como buen marino escribe suscintamente: “...Por otra parte, su liviandad les permite deslizarse con facilidad por sobre los bancos de algas que casi siempre guarnecen los contornos de la costa...” (pag. 190), siendo ésta una cualidad de la canoa y no una limitacién. VII) Remar y timonear Nuestra experiencia fue muy breve, de ella sélo pudimos obtener que existen por lo menos dos formas de remar y timonear. Con viento en popa donde el avance era rapido, con pocas remadas dejabamos el remo en el agua, con cierta inclinacién a modo de timén-espadilla. Esto hacia que pudiéramos mantener el rumbo largo tiempo. Antes de dar la préxima remada le ejercfa- mos una suave presién como para hacerla virar un poco y compensar la siguiente palada. E] método explicado por Gusinde (pag. 440) donde dice que una vez introducido el remo diagonalmente hacia atras realiza un leve movimiento en forma de una ese, nos resulté muy uti] cuando pasdbamos por los cachiyuyos y no tanto en otras circunstancias. Puede ser por la falta de practica pero una persona que reme todos los dias adquiere tal perfeccién y emplea cantidad de pequefias variantes para cada situacién. Peroesclaro que tanto la embarcacién como el remo son inmejorables para los cachiyuyos; en especial el remo; creo que se trata de la mejor adaptacién al medio. La forma de empunar el remo es clara y comtin, una mano bien en el extremo superior y la otra cerca de donde comienza la pala para realizar la mayor palanca posible y por supuesto introducir la espadilla lo maximo posible. Notamos que conviene remar del lado de barlovento, dado que al dar la palada la canoa tiende a orzar y el viento se encarga de hacerla caer nuevamente sobre su rumbo. No nos quedé claro el tema de la bandas para remar, no tiene ninguna aplicacién nautica, ni tampoco a lo que se refiere con remar propiamente dicho. VOD Maniobrabilidad De alta capacidad de viraje (360 grados en 8 segundos), tiene el contra- tiempo de salirse de su rumbo en cada remada. No dista de la reaccién de cualquier canoa comin. Con tres paladas conseguiamos una virada de 360 grados. IX) Oleaje Las pruebas con oleaje fueron muy pocas dado que nunca salfamos con mal tiemponi con marpicada. Las tunicas olas que si encontramos son las formadas por viento y corriente encontrados (de unos 20/30 cm), cerca de Harberton, habiendo ya comentado la ventaja de levantar la proa segin la ubicacién de NAVEGACION - 69 los pesos dentro de la canoa y la otra experiencia fue la de pequefias olas en popa cuando también resultaba interesante cambiar la distribucién de los pesos y aumentar el francobordo en popa. Las otras olas y ondas que probamos fueron las generadas por botes de goma, que suelen ser bastante grandes; vimos con alegria lo bien que eran montadas por la canoa. Quedara para mds adelante la realizacién de otras pruebas, pero es evidente que tiene una manifiesta buena predisposicién en cuanto a la manioabrabilidad. Distancia Como en varias oportunidades me preguntaron qué distancias se pueden recorrer pienso que ademas de la velocidad capaz de desarrollar depende mas de las condiciones de navegacién, voluntad de las personas que navegan y estado fisico, sea dado por la alimentacién, edad y destreza desarrollando la tarea. E] mismo Charles Wilkes —que en una parte de su relato comenta que los yamanas navegan cerca de la costa— luego dice (pag. 128) “...deben haberse aventuradoa través de la Bahia Nassau, o sea una distancia de unos dieciocho o veintidés kilémetros. De ser ésto correcto entre ellos existe mayor intercam- bio que cuanto sus fragiles cortezas dejarian pensar.” Bridges a rafz de habilitarse la misién de Ushuaia comenté que algunos nativos alacaluf vinieron del este de lugares lejanos como Port Gallant y Mercury Sound, una distancia de mds de 200 millas, Teniendo el tiempo necesario y navegando en los momentos oportunos no es raro que hallan cubierto dicha distancia. Es una ldstima que no aclare en cuanto tiempo lo hicieron. Es cierto que el dominio de lacanoa, desde laconstruccién a sunavegaci6n, debe haber hecho que se tuvieran una confianza ciega en si mismos y en su capacidad como navegantes. Mas si consideramos que para ellos las condicio- nes meteorolégicas deben haber sido conocidas bastante bien y no tenian problemas con el clima al cual estaban acostumbrados. Isla de los Estados Se citan familias que arribaron a laisla Ildefonsoy las islas Diego Ramirez e incluso islas de los Estados cruzando el temido estrecho de Le Maire. Todo depende de las condiciones meteorolégicas y el tiempo que tenfan para realizar el cruce. Al referirme al tiempo, no es exactamente las horas necesarias para cruzar. Aun ritmo de 4 nudos que se puede mantener sin mayores dificultades por varias horas se tardaria unas 5 horas desde bahia Buen Suceso hasta bahia Crossley (se trata de cubrir una distancia de 20 millas) 0 poco menos desde cabo San Diego hasta Crossley, sino que cuenta més el tiempo de espera para poder determinar el momento ideal en el raro dia que se preste para tal cruce. Una vez comenzado el cruce va a dar lo mismo seguir que volver (salvo si se trata de viento de proa o de popa) y si las condiciones empeoran 70 LOS YAMANA subitamente no importa a qué altura del cruce se esté. El momento ideal lo puede decir cualquier navegante y va a ser, en un dia calmo, un par de horas antes que termine de bajar para completar el cruce dos o tres horas después de que comienza a crecer. Suena sencillo pero hay que saber determinar muy bien cual es el dia oportuno. Cuando trabajébamos con la canoa recorrimos todos los bosques desde Ushuaia hasta Moat, hacia el este; también cruzamos la cordillera hasta el lago Fagnano y previamente, en diciembre del 87 recorrimosla costa de la isla Navarino desde Puerto Navarino, frente a Ushuaia, hasta la reservacién de Ukika, en Pto. Williams. Buscdbamos siempre los grandes ejemplares de Nothofagus betuloides que no podiamos hallar. Gran parte de ese recorrido lo hicimos con expertos (como Moreno Preto) y eran raros los ejemplares que tenian la suficiente altura. Nos quedé por explorar un poco mas Harberton, que a instancias de una amable invitacién de la Sra. Rae Natalie Prosser Goodall esperamos hacerlo para la construccién de la préxima canoa. Durante esas exploraciones medimos y estudiamos cientos de guindos, ese conocimiento nos sirvié mucho en los tres viajes que realizamos a la isla de los Estados. Todos durante 1989 (Febrero, Marzo y Diciembre con los avisos ARA Tte. Olivieri y ARA Somellera comandados por los Capitanes Pablo Mazzoni y Jorge O. Fuster respectivamente) recorrimos gran parte de la isla. No sélo en barco sino que pudimos internarnos en varios puntos y escalar los escarpados cerros. Si bien la vegetacién es exuberante, ademds de ser la misma que en la Isla Grande de Tierra del Fuego, no hallamos grandes ejemplares de guindo. Nuestra atencién se centré especialmente en bahia Crossley, donde fueron encontrados restos de asentamientos yamanas (estudios de Anne Chapmann, Victoria Horwitz y Ernesto Piana), pero la busqueda no arrojé ningun resultado positivo. No bien dejébamos la playa, ascendiamos los suaves cerros que la rodean. Cubiertos de vegetacién, pero con un desarrollo diferente al que estébamos habituados en la Isla Grande. Al principio especulamos que podria tratarse de una zona muy ventosa, que por otra parte lo es; entonces buscamos el reparo de los cerros, pero allf vimos que el suelo era poco apto; luego decidimos ascender para ver cémo se daban un poco mas lejos dela costay corroboramos que los bosques se achaparran a no mas de 200 m de la linea de pleamares. Es real la abundancia de coihue pero, con los del porte con que nos topamos, los indigenas hubieran podido s6lo recoger lefia 0 realizar alguna reparacién menor en sus canoas. Tal vez, tiempo atrds, el clima pudo haber sido levemente diferente y por ende la vegetacién también. Es un buen indicio la presencia actual de bosques de guindos, quiere decir que siempre loshubo, pero habria que investigar cémo eran hace siglos. A la pregunta de qué necesidad tenfan en llegar con sus marineras embarcaciones hasta la isla, conocida por ellos como Chuani-sin? (la tierra de la abundancia), la respuesta es sencilla: Todo marino sabe el atractivo que representa ver tierra mas alla de la que sélo lo separa un poco de agua. NAVEGACION - 71 Para un hombre de mar, de cualquier época, el mar no divide sino que, por el contrario, une. Se trata de un elemento que facilita las comunicaciones, y en caso de islas era el tinico posible. Aese natural atractivo que se mezclaba con el desafio personal y espfritu de aventura existia un agregado que le deberia haber sido mAs interesante aun: Chuani-sin, la tierra de la abundancia. Cierto 0 no, era un interrogante que s6lo se podia contestar Ilegando alli. Como navegante deportivo puedo afirmar que desde la primer vez que la vi, entre las nubes bajas que la cubren por partes, se me representé como “la Isla Misteriosa”, sentimiento que comparten muchos navegantes, intrigando- nos y haciéndonos volver, no sabemos si para bien 0 para mal, pero constituye un desafio y una satisfaccién rodeado de halos de misterio. Buen Suceso A bordo del ARA Indomita, comandada por el Cap. Ramos, arribamos a bahia del Buen Suceso en pleno estrecho de Le Maire. Acampamos junto aun arroyo en el lado sur de la playa. Ademés de un naufragio (aparentemente se trata de la roda del cutter Patagones de la escuadra del Lasserre) y unas cuevas poco profundas, en el lugar se extiende una gran planicie, cubierta de turbales, enmarcada por dos cerros. S6lo nos quedamos en tierra un dia completo que nos sirvié para recorrer los bosques de guindo. En esta zona se dan con poco desarrollo y muy torcidos por el efecto del viento. En lugares un poco mas protegidos encontramos ejemplares cuya copa llegaba a unos 15 m de altura. Hacemos extensiva la reflexién que hiciéramos sobre la isla de los Estados. Si bien es importante la presencia de esta planta, ademas de todas las necesarias para la construccién de la canoa, el desarrollo actual dificulta- ria obtener corteza para canoas de gran porte. Para formarnos una idea mas acabada tomemos, por ejemplo, el tipo de arbol grande, con mas desarrollo, que pudimos encontrar en Moat: con una altura aproximada de 20m, alcanzaban una circunferencia de 1,75 m Tamafio que podria servir para obtener una o dos fajas de corteza. El tronco aprovecha- ble hasta las primeras ramas bajas era de 5,50 m. El problema de los drboles en Buen Suceso y en Crossley era que el desarrollo del tronco no Ilegaba a aleanzar los 4 m cuando apareciar. las primeras ramas bajas, ademds de un gran numero de arboles inclinados por el viento 0 con curvas en los troncos. Me decepcioné un poco dado que consideré que esta bahia seria un buen puerto de salida para cruzar el Le Maire. Nuestro cruce a bordo del aviso fue excelente, disfrutando uno de los raros dfas con mucho sol y hasta calor, la altura de ola en el Le Maire no alcanzaba a los 10 cm. Se notaba la existencia de fuertes corrientes dado que en la superficie se podfan ver gigantescos remolinos pero por cierto, con un dia asi, se podfa cruzar con cualquier tipo de canoa. E] material fotografico y filmico que obtuvimos de esas raras condicio- nes del mar fueron increfbles. E] unico punto que podria haber ocasionado serios contratiempos a los antiguos navegantes era el cabo Setabense y en si 72-LOS YAMANA todo el extremo noroccidental de la costa de la Isla. A pesar del buen tiempo reinante en dicha zona los escarceos de marea se mostraban muy violentos y traicioneros. Un pequefio cambio en el clima, como intensidad de los vientos 0 mds en particular una alteracién en la temperatura, pudo haber significado un desarrollo distinto en la vegetacién. Pero salvo las tormentas que podrian haber sido un poco més leves, las corrientesy las condiciones generales deben haber sido las mismas, provocando los mismos inconvenientes en la navega- cién que en la actualidad. Las corrientes no estén dadas por el clima, pero sf por la situacién geogréfica de lazonay los accidentes geograficos se encargan de hacerla mas o menos peligrosa, complicdndola mas con la particular meteorologia del lugar. Cabo San Diego A medida que se sale del canal Beagle y se va en direccién norte se nota un cambio en la vegetacién. Las diferencias se van acentuando a medida que se siente un cambio brusco en el clima. Los vientos predominantes que castigan la zona pasan del cuadrante NO al NE, con vientos mas calidos y menos humedos. El guindo se encuentra pero no como en los majestuosos bosques del canal. Aunque nose trata de tierra yamana tuvimos la inquietud de verla para notar que un canoero tendrfa que haber cambiado de costumbres y vida familiar adaptandose a una geografia diferente con clima, vegetacién y mar distintos. Salvo algunos lugares, le serfa practicamente imposible su vida de némade acuatico. Mas atin, aunque hubiese encontrado los arboles adecuados para obtener la materia prima, poco le habria servido su canoa en esa regi6n. Isla Picton y Nueva La breve recorrida que pudimos realizar en su contorno nos revelé densos bosques con arboles afiosos y de grandes dimensiones que llegan muy cerca de la costa. Inclusive puerto Pabellén o Banner Cove (puerto Bandera), donde Allen Gardiner tomara contacto con indigenas y luego tuviera que irse hasta puerto Espajiol, escapando de su hostigamiento, es la zona més densamente poblada de Arboles y hay bosques de guindo rodeandolo. Punta Remolino Sobre el canal Beagle y cerca de Ushuaia estaba la estancia de los Lawrence a la cual Ileg6 Martin Gusinde en sus visitas a Tierra del Fuego y fue donde tomé contacto con el mundo de los yamanas. Por diferentes motivos fuimos en tres oportunidades durante las cuales y a instancias del Lic. Ernesto Piana, inspeccionamos los bosques adyacentes. Encontramos grandes ejemplares en bosques no muy alejados de la costa, Evidentemente la zona era un lugar ideal para los yamanas, no sélo por la ayuda y proteccién que tendrian por parte de los Lawrence, sino por las caracteristicas naturales.

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