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SUEOS

Desde lo mas alto de la colina mir a su alrededor. El colorido era tal que
pareciera que a un pintor se le hubiesen desparramado todos sus botes de
pintura.
Por encima del verde csped surgan los rojos ptalos de las amapolas, el
llamativo blanco de las azucenas, el penetrante amarillo de las margaritas, el
exuberante prpura de las lilas.
Contempl hasta donde abarcaba su mirada y aspirando el dulce aroma de las
flores recin abiertas, cerr los ojos y se tumb suavemente boca arriba, para
fundirse con la tierra aromatizada por el tomillo y el romero.
As se qued dormido.
Y so con un mundo extrao, un mundo oscuro y fro, de edificios sombros,
tristes y lbregos.
So con la gente que lo habitaba, gente hosca y malhumorada, sin alegra.
Ocupados en unos quehaceres desconocidos, desplazndose constantemente
en aparente desconcierto.
So con una excesiva tensin en las almas de las gentes.
So que no eran espritus sensibles en su gran mayora. Estaban enfrascados
en asuntos nimios e intrascendentes, tomaban una direccin apesadumbrados
por las obligaciones y las responsabilidades.
So que era un mundo triste, gris, sin luz, casi sin esperanza.
No haba alegra y nadie soaba.
Bueno casi nadie.
So que haba un edificio an ms oscuro que el resto, alto y ttrico, donde
estaban los enfermos, los irreconciliables, los intiles, sencillamente los que
tenan imaginacin para evadirse, para crear mundos imaginarios.
So con una de las celdas donde encerraban a estos desdichados. All se
encontraba un alma cndida, limpia y dulce. Era un ser que emanaba luz y esa
luz estaba confinada a una habitacin sin ventanas, para que no se escapase
al exterior.
El encierro no le afectaba, no era su mundo. Su mente se evada cada noche y
recorra mundos irreales en los que vea campos floridos, llenos de vida y color,
cielos azules con nubes esponjosas y soaba que ella recorra esos campos.
Y soaba que se acercaba a una colina y suba a ella. Y soaba que desde
arriba miraba a su alrededor y contemplaba el colorido que reverberaba por
doquier.
Y soaba que extenda los brazos y suavemente se tumbaba en el suelo.
Y soaba que all tumbado sobre las flores abrazaba a su amado y juntos se
fundan en uno solo.
Y juntos soaban que vivan una felicidad eterna.

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