Un superhroe que todos sepan donde vive, no use mscara ni disfraz, y haya
vencido mediante la paz; que su nico enemigo y amenaza, sea la remota
posibilidad de que existan personas con hambre. Defensor de los trabajadores inocentes de quienes, instruidos y abusadores, se valen de la ignorancia ajena para enriquecerse con la idea compartida de que los palacios se construyen con estudios de pocos, y no con el esfuerzo de muchos. Un hroe que tenga super fuerza para destruir en poco tiempo todos los tanques, aviones, y mquinas de guerra del mundo, y as generar estructuras sociales equitativas. Uno que haga rer a las personas tristes y, en vez de estimular su imaginacin con hazaas fsicas, actos hericos, o golpes por doquier, cree grandes melodas sinfnicas, capaces de trasladar a los estresados e insomnes a un estado de serenidad absoluta. Yo lo imagino delgado, algo panzn, con un cuerpo que ha gozado de la vida, de los placeres ms mundanos, un ser sin miedo a envejecer, al ridculo, o la muerte, alguien con la capacidad de reinventar su cuerpo sin por ello pretender erigirse como modelo a imitar. Haciendo uso de su gran sabidura, aconsejara a los jvenes que todos somos vulnerables, y a los nios que el cuidado de enfermos y la ayuda a quienes no pueden defenderse es la demostracin ms grande de amor que cualquier cosa que se pueda comprar. Pero un superhroe as no ha sido modelo a imitar de nadie, por eso seguimos necesitando de villanos que nos muestren lo irreales que son nuestras pretensiones de ser salvados por los ideales que hemos defendido hasta el momento.