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Hogares disfuncionales recer como miembro fe- menino de una sociédad ‘no es fécil, y crecer en un hogar ca6tico y disfuncional pue- de generar algunos patrones pa- tolégicos en la conducta de una mujer. Uno de ellos puede ser el repetir el estilo de interaccién, aprendido cuando nifia, en sus relaciones de pareja. Y clestilo de interaccién que se puede reproducir como adulta es ¢] mismo que se establece en una familia llamada disfuncional, debido a que los miembros juc- gan roles rigidos y en la cual la comunicacién esti severamente restringida a las declaraciones que se ajustan a ¢s0s roles. Los miembros no tienen libertad de expresar todo un espectro de ex- periencias, deseos, necesidades y sentimientos, sino que deben li- mitarse a jugar el papel que se adapte al de los demés miembros de a familia, En todas las fami- lias hay roles, pero a medida que cambian las citcunstancias, los miembros también deben cam- biar y adaptarse para que la fa- milia siga siendo saludable. Cuando nadie puede hablar sobre lo que afecta a cada miem- bro de la familia individualmente y @ la familia como grupo —es més, cuando tales temas son prohibidos en forma implicita (se cambia cl tema) © explicita (aqut no se habla de esas co- sas”), Se aprende a no creer en las propias percepciones o senti- mientos—. Y como la familia niega la realidad, los hijos tam- ign comienzan a negarla. Y eso detendré severamente el desa- rrollo de las herramientas basicas para vivir la vida y para relacio- Patrones de interaccion familiar y su repeticion en las relaciones de pareja Claudia Leticia Yanez Velasco TOTCRT ECE OE OOOO TOOT OEOOOOOOOOOOOOOOOD amos con la gente, y es ese de- hija, desde seducciém hasta terioro el que puede operar en incesto. las mujeres que provienen de un Discusiones y tensién cons- hogar disfuncional, en donde el tante. padre tiene adiccion por la bebi- 4 ansos prolongados en que Entre otras de las caracteris- Jos padres rehusan a hablar- ticas 0 rasgos de las familias dis- dj se. funcionales tenemos: . - Padres que tienen actitudes o Hogares disfuncionales principios opuestos 0 que exhiben conductas contradic- torias por la lealtad de sus hi jos. # Abuso de alcohol yi otras drogas (prescritas o ilegales) Conducta compulsiva, como a sian canes porejemplo: una formacom. Padres que compiten entre sf pulsiva de comer, de traba- occon sushi. jar, de limpiar, jugar, gastar, # Uno de los progenitores no hacer dicta, hacer gimnasia, puede relacionarse con los eteétera. Estas son practicas demas miembros de la fami- adictivas, ademés de proce- Tia y por esto los evita activa- sos de enfermedad progresi- ‘mente, al tiempo que los cul- vos. Entre muchos de sus a por su efusividad. efectos, alteran y evitan cl @ Rigidez extrema con respec- contacto sincero y la intimi- to al dinero, la religién, el dad de una familia, trabajo, el tiempo, el sexo, las 4 Maltrato del cényuge y/o de demostraciones de afecto, la Tos hijos. televisién, el trabajo de casa, los deportes, la politica, et tera. Una obsesi6n por algu- no de esos temas puede im- pedir el contacto y la intimi- Conducta sexual inapropiada por parte de uno de los pro- genitores para con un hijo dad, porque el énfasis no se coloca cn rélacionarse, sino cen acatar las reglas, Las familias disfuncionales presentan muchos estilos y varic- dades, pero todas comparten un mismo efecto sobre los hijos que crecen en ellas: esos hijos sufren cierto grado de dao en su capa- ccidad de sentir y relacionarse. Quizé su lucha haya sido con uno solo de sus padres, quiza con ambos. Pero lo que haya estado mal, lo que haya faltado, lo que fue doloroso en el pasado, es lo que se trata de corregir en el pre- sente. oo se A menudo, aquellas perso- nas que provienen de hogares disfuncionales tuvieron padres irtesponsables, inmaduros y dé- biles. Crecen con rapidez convir- tiéndose en pseudoadultas mu- cho tiempo antes de estar listas para la carga que significa ese rol Los papeles sociales Los papeles y el sistema social Los papeles sociales hacen posible la vida con los semejan- tes, pero también son una fuente oculta de estrés y desmoraliza- 6n que puede enfermar a la 6 gente. Los papeles son invisibles, pero se encuentran en el centro de nuestras identidades, y noso- 1ros los vivimos. En los estudios de grupos, como Ja familia o la sociedad en- tera, se puede apreciar que la conducta de una persona hacia otras muestra patrones recurren- tes, Las relaciones interpersona- Jes no ocurren de manera aleato- ria, sino parece que siguen re glas, como el argumento de una obra de teatro, Como la estabilidad de una sociedad es muy importante, las personas estén educadas cuida- dosamente para vivir dentro de los limites que sus papeles deti- nen, y hay fuertes castigos para aquellas que violan las especifi- caciones de su papel. La ense- fianza de la gente para que cum- pla con sus papeles se asigna a los agentes de socializacién y agencias, mientras que la respon- sabilidad de mantener a la gente de acuerdo con sus papeles com- pete a los agentes y agencias de control social. Las agencias de socializacién incluyen a la fami- lia, la escuela y los medios de co- municacién de masas, como la television y la radio; todas estas instituciones de la sociedad, edu- can a la gente con sus formas “correctas” de actuar. Los agen- tes de socializaciGn son las perso- nas que moldean la conducta de un individuo en proceso de creci- miento y aprendizaje, de modo que su comportamiento se ajuste a la definicién de los papeles que deben asumir. Asi, los padres, los hermanos, los tfos, y los maestros son agentes de socializaci6n. Cada papel social que la per- sona encarna es un distintivo que le permite participar en la vida ‘con sus semejantes, de acuerdo con maneras.prescritas, y cada papel establece limites para su li- bertad y acceso a Jos bienes ma- teriales, En suma, los papeles dan derecho a la persona a los privilegios relacionados con una posicién clevada en un grupo o la condena a sufrir las dificultades reservadas para aquellas que nen una baja posicién. Las muje- res se han vuelto més conscientes de que el papel femenino, en la mayoria de las sociedades, con- dena a la mujer a la educacién inferior, a una posicién profesio- nal més baja y, comiinmente, a la responsabilidad exclusiva de la educacién de los hijos, a no ser que ellas mismas se resistan a esta definiciGn, 4Cémo aprendemos los papeles? Aprendemos los papeles me- ante entrenamiento 0 por imi- tacién o al identificarnos con los papeles asequibles. Asf, cuando nifios, los padres recompensaban la conducta que se ajusta a su idea de la forma como un nifio 0 nifia deberfa actuar. En cada eta- pa cronolégica la conducta esta regulada por la aprobacin y el castigo que origina la acci6 A medida que se envejece se stimula a imitar la conducta de personas que fungen como ejem- plos de papeles modelo. Asi, se aprende a ser marido o padre, esposa 0 madre —cuando llega el momento—. Y también ast pueden aprenderse los papeles ocupacionales. Las personas tienen dificulta- des para cumplir con sus papeles semuales y familiares si crecen sin ‘un contacto regular con los pape- les modelo 0 cuando éstos difie~ oe ren de las normas de un grupo; por cjemplo, algunos homose- xuales erecen sin un padre en el hogar © con uno odioso, con el que no se identifics. Cuando el divorcio es comtin, muchos nifios crecen sin padre, ya que por re- la general, la madre es quien los crfa; en estas condiciones, tal vez a las muchachas se les dificulta aprender qué conducta adulta cabe esperarse entre el hombre y la mujer 0 entre el marido y la esposa. Debido a esto podran adqui- rir nociones idealizadas de lo que habrin de esperar de sus eSnyu- eS € hijos cuando se casen, y que éstos no podrén satisfacer. Papeles comunes Familiares La experiencia de contar con una familia es esencial para tener la sensacion de identidad y s facer las necesidades de seguri- dad e intimidad. Dentro de la fa- milia, la mayoria de las personas encuentran sus relaciones perso- nales mas satisfactorias: primero como hijos, hijas, hermanos, he manas; después como esposos, esposas, madres, padres y mas tarde como abuelos. Incluso cuando la familia se disuelve, la persona busca un “grupo princi- pal” —un pequeiio grupo de amigos intimos con los cuales se pueda vivir en comodidad, con 0 sin relaciones sexuales. Sexuales EI rol sexual se aprende, en una parte, por la identificacién ccon las figuras paternas, que tie- ne como resultado la adopeién de un patron total de atributos, motivos, actitudes y valores per- sonales. Existen dos requisitos pre- vios para el establecimientoy mantenimiento de una identifica- cién con el padre © la madre. En +r lugar, cl nifio tiene que percatarse de algunas semejan- zas con uno de sus padres; en particular, atributos fisicos 0 psi- quicos especiales como cl pelo, la postura, eteétera, En segundo lu- gar, el padre 0 la madre debera poser cualidades atractivas para 1 hijo. ¥ lo més caracteristico es que la criatura se percate de una mayor semejanza con el padre del mismo sexo. Ahora, también se define en cada cultura determinadas ta- reas, actividades y caracteristicas de la personalidad como propias de hombres y otras como propias de mujeres, y esta tipiticacion puede ser en parte resultado de una identificacién con el padre del mismo sexo; ¢s decir, a través de la identificacién, el nifio adop- ta las conductas y atributos de ese padre 0 madre, que por lo comin son los adecuados para su propio sexo. Este proceso es apoyado por el aprendizaje, pues los padres cstimulan la conducta tipificada sexualmente de manera directa al estimular y recompensar re puestas adecuadas al sexo del nifio o nitia y, al mismo tiempo, desalentar las conductas que no se consideran propias del sexo de la criatura, El factor primordial en el pa- pel sexual es el conocimiento que tiene el nifio de la categoria con- -ptual nifio o nifia a la que per- teneee, Factores que incrementan la capacidad de una persona para establecer relaciones de pareja satisfactorias dentro de la familia, no tardamos en busearto fuera de cella, La mujer desdenada se ia con un amante, el morido, yflorecen de nuevo las intinidades corporales (Desmond Mortis) Existen factores que pueden fa- vorecer las relaciones de pareja, ya sean satistuctorias inadecua- das, que por Jo general son sidades que debieron ser cubier- tas dentro de la familia desde pe- quefios y que, careciendo de ellas, se establecen relaciones de pareja contando con los mismos Fecursos sos factores son los que a continuacién se presentan: Satisfaccion de las necesida- des basicas: Como regla general, una persona que ha experimen- tado una rica satisfaccién de sus necesidades estaré en posicién de convertirse en un amante acti- vo. No esté obligado a dedicar todas sus energias a satisfacer sus necesidades personales; mas bien usa parte de su tiempo, habilida- des y energias para lograr la feli- cidad y el desarrollo de otras per- sonas. Afirmacion del valor det amor: Si una persona ha adquiri- do un fuerte sentido del valor del ‘amor en sf mismo, es indudable que buscaré oportunidades para amar. Su autoestima estar basa- da, por lo menos en parte, en su habilidad para amar activamen- te. En otras palabras, a no ser que tenga una relacién amorosa activa, puede sentir que no se ha oo realizado completamente, que no es una persona completa. Tolerancia a la frastracién: El amor a otra persona suele impli- car la insatisfaccién de las necesi- dades propias, cuanto mas desa- rrollada esté la capacidad del amante para tolerar periodos de privacién, més capaz de amar sera, Amor a uno mismo: Quicn no se ama a si mismo, no sabe amar en lo absoluto. (Fromm) éCémo atraer el amor de otras personas? Tal vez una persona crea que nadie la puede amar, y que ella no puede inducir a alguien a que la ame. Esta ercencia quiza pro- venga de una infancia desprovis- ta de amor paterno y de una ado- Jescencia desprovista de amistad. Factores que promueven las elecciones de parejas inadecuadas Necesidades crdnicas: Un in- dividuo con necesidades insatis- fechas, probablemente percibira a las dems personas de manera autista, Buscard satisfacer sus ne- cesidades inmediatas ignorando alos der Poxird escoger a una persona capaz de satisfaver estas necesi- dades y no comprender que po- see otras necesidades y valores que se volverén importantes cuando las actuales hayan sido satisfechas, un hombre inadaptado, que necesita que se le cuide y que alguien mas tome las deci- siones en su lugar, puede enamo- rarse de una mujer dominante. A la larga es posible que é1 supere la necesidad de ser dominado y exija a su mujer otras conductas, Si ella no puede cambiar su com- & portamiento, surgiré un impasse que terminar4 con la relacién. Falta de conocimiento del yo: La persona enajenada de su yo real no sabré lo que necesita para ser feliz o para facititar su desarrollo, como su cleccién no considera estos importantes fac- ores, partira de otros criterios inadecuados para el desarrollo y la felicidad. Falta de conocimiento de la otra persona: Se basard en una observacién selectiva producida por sus necesidades, atribucio- nes, la proyeccién no reconocida © asimilativa, los rumores y otros ‘mecanismos que garantizan con- ceptos inexactos de la otra perso- na, La capacidad de amar activa- mente depende de las necesida- des propias de amor que hayan sido satisfechas durante la edad temprana. Esta declaracién tiene un fundamento l6gico, ademas de empiric. Una persona cuyas necesidades hayan sido frustra- das, est “hambrienta” y busca su satisfaccién. Cuando alguien est vacio, dificilmente puede ser algo. El amor activo parece ba- sarse en la economia de la abun- dancia, mas que en el de la esca- sez. Si la persona ha sido sufi- cientemente amada en el pasado, se incrementa la probabilidad de que sea capaz de establecer una relacién amorosa mutua con otra persona, en lugar de una relacién pasiva y con tendencia continua, ‘en la que sélo reciba amor. La practica de la negaci6n No ayuda el hecho de que nues- tra cultura otorga un viso roman- tico al sufrimiento por amor. Desde las canciones populares hasta la Opera, desde la clésica hasta los roman quinescos, desde las telenovelas diarias hasta los filmes y obras de teatro aclamadas por la critica, estamos rodeados por innumera- bles ejemplos de relaciones in maduras € insatisfactorias que se ven glorificadas y ensalzadas. Una y otra vez, esos modelos cul- turales nos inculean que la pro- fundidad del amor, se puede me- dir por el dolor que causa y que aquellos que sufren de verdad, aman de verdad. Cuando un can- tante canta con una voz suave y melanoélica acerca de no poder dejar de amar a alguien a pesar de lo mucho que eso lo hace su- frit, hay algo en nosotros —tal vez a fuerza de vernos repetida- mente expuestos a ese punto de vvista— que acepta que lo que ex- presa el cantante es lo correcto; aceptamos siempre que ese sutfti- micnto ¢s natural del amor y que la voluntad de sufrir por amor, es un rasgo positivo en lugar de ne- gativo. Existen muy pocos modelos de personas que se relacionan ccon sus pares en forma sana, ma- dura, no manipuladora, y no ex- plotadora, y esto quiza se deba a dos razones. En primer lugar, con toda sinceridad, tales relacio- nes son bastante escasas en la vida real. En segundo lugar, dado que la calidad de la altera- cién emocional en las relaciones sanas, a menudo es mucho més sutil que el flagrante drama de Jas relaciones insatisfactorias, su potencial dramético tiende a ser pasado por alto en la literatura, el teatro y las canciones. Si nos ‘vemos acosados por estilos perju- iciales de relacionarnos, tal vez xX es porque eso es todo Jo que ve- mos ysabemos, Debido a la escasez de ejem- plos de amor maduro y comuni- ‘aciGn sana en los medios, du- rante afios se ha tenido la fanta- sia de escribir un episodio de cada una de las telenovelas pr cipales. En ese episodio, todos los personajes se comunicarfan en forma honesta, carifiosa y no a la defensiva, No habria menti- ras, ni secretos, ni manipulacio- nes, nadie que estuviera de acuerdo en ser la victima de otra persona y nadie seria el victima- rio. En cambio, los espectadores que vieran el episodio de ese dia, verfan personas comprometida en tener relaciones sanas entre si, sobre la base de la genuina co- municacién. Este estilo de relacién_no s6lo se opondrfa mucho al for- mato normal de esos programas, sino que ademés ilustrarian, por medio del extremo contrastante, lo saturado que estamos de las representaciones de explotacién, manipulaci6n, sarcasmo, basque- da de venganza, trampas delibe- radas, celos, mentiras, amenazas, coerciGn, eteétera. Ninguna de esas cosas contribuye a una inte- raccién saludable. Cuando se piensa en el efecto que tendria un segmento que presentara una comunicacién honesta y un amor maduro sobre la calidad de esas sagas, hay que considerar tam- bién el efecto que tendria la mis- ma alteraci6n en la vida de cada uno de nosotros. Todo sucede en un contexto, inclusive la forma de amar. Ne- cesitamos tener conciencia de los efectos nocivos de la visi6n social del amor y resistirse a la vision superficial y contraproducente en las relaciones personales, que ésta idealiza, Se necesita desa- rrollar conscientemente una for- ma de rclacién madura y abierta, {que la que parece apoyar nuestro medio cultural, para poder cam- biar el torbellino y la excitacién por una intimidad més profunda. Para la mujer, la practica de la negaci6n, magnénimamente expresada como “pasar por alto los defectos de é1” “mantener una actitud positiva”, oculta la forma en que los defectos de él le permiten ejercer su rol deseado. Cuando cl impulso de controlar se disfraza bajo la actitud de il” y “brindar apoyo", nueva- ‘memté lo que se ignora es la pro- pia necesidad de superioridad y poder implicitos en esta clase de interacc Es necesario que se reconoz- cca que la préctica de la negaci6n y cl control, en cualquier forma que se le lame, no conduce a mejorar las relaciones y la vida, Mis bien, e1 mecanismo de la ne- gacién lleva a relaciones que per- miten la representacién compul- siva de viejas luchas y necesi des de controlar, las-mantiene allf, tratando de cambiar a otra persona, en lugar de cambiar clas mismas. Como ejemplo, en el cuento de La bella y la bestia. Una mujer tiene el poder de transformar a un hombre, si tan s6lo te brinda amor con devociSn. En este nivel de interpretaci6n, el cuento pa- rece defender tanto Ja negacién, como el control, como métodos para lograr la felicidad. La bella, al amar al temible monstruo sin cuestionamiento (negaciGn), pa- rece tener el poder de cambiarlo (control). Esta interpretacién pa- rece acertada, porque encaja con los roles sexuales que dicta nues- tra cultura, No obstante, una in- terpretacién tan simplista, equi- voca ampliamente el significado de este antiguo cuento de hadas. EI hecho de que esta historia perdure, no se debe a que refuer- za los preceptos y estereotipos de cualquier época. Perdura porque encarna una profunda ley metafi- sica, una lecci6n vital sobre c6mo vivir nuestra vida en forma sen- sata y buena. Es como si la histo- ria tuviera un mapa secreto, el ccual, si tenemos la astucia sufi- ooo ciente para descifrarlo y el coraje de seguirlo, nos guiard’a un gran tesoro escondido: nuestra propia felicidad por siempre jamés. Entonces, ¢cudl es la inten cidn de La bella y la bestia? La aceptacion, La aceptacién como antitesis de la negacién y el con- trol. Es la voluntad de reconocer cual ¢s la realidad y dejarla tal como es, sin necesidad de modi- ficarla. En eso radica la felicidad que surge, no de la manipulacién de la gente 0 de las condiciones externas, sino del desarrollo de la paz interior, aun frente a los de- satios y dificultades, Recordemos que en el cuen- to de hadas, La bella no tenia ta necesidad de que La bestia cam- biara. Ella lo vefa con realismo, Jo aceptaba tal y como era y lo apreciaba por sus buenas cu: dades. No trataba de convertir a ‘un monstruo en un principe. No decia: “Seré feliz cuando él no sea ya un animal”, No le tenia lastima por lo que era, ni queria cambiarlo. Y alli radica la lec- cién. Debido a su actitud de aceptaciGn, La bestia fue liberada para convertirse en un verdadero ‘yo. El hecho de que su verdadero yo resultara ser un apuesto prit cipe (y una pareja perfecta para La bella), demuestra que ella fue recompensada simbélicamente y ccon creces por practicar la acep- tacién. Su recompensa fue una existencia rica y plena, repre- sentada por su vida feliz con el principe. La verdadera aceptacién de un individuo tal y como es, sin tratar de cambiarlo mediante el aliento, la manipulacin 0 la coaccién, es una forma muy ele- vada del amor que para la mayo- ria resulta muy dificil de practi- 10 car. En el fondo de todos los es- fuerzos para cambiar a alguien, hay bésicamente un motivo egoista, una creencia de que a través de ese cambio seremos te- lices. No hay nada malo en de- sear ser felices, pero colocar la fuente de esa felicidad fuera de nosotros mismos, en las manos de otra persona, significa que se evita la capacidad y la responsa- bilidad de modificar la vida para bien. Resulta irénico, pero la préic- tica de esta misma aceptaciGn es Jo que permite a otra persona cambiar si asi lo desea, Analice- mos emo funciona esto. Si la pareja de una mujer tiene un problema de adiccién al trabajo, por ejemplo, y si ella se enoja y discute con él por largas horas que pasa fuera de casa, écudl es el resultado habitual? El pasa el mismo tiempo 0 més lejos de ella, pues se siente justificado a hacerlo, a fin de escapar a esos Jamentos sin fin. En otras pala- bras, al regaftar, quejarse y tratar de cambiarlo, ella en realidad le hace creer que el problema entre ellos, no es su adiccién al trabajo, sino la forma en que ella lo fasti- dia. Y, en efecto, su compulsion de cambiarlo, puede Hegar a ser un factor tan importante para la distancia emocional entre ellos, ‘como la compulsién al trabajo de 41. En sus esfuerzos por obligarlo estar més cerca de ella en reali- dad lo aleja més atin, La adiccién al trabajo es una alternativa grave, como lo son to- das las conductas compulsivas. Sirve a un propésito en la vida de su esposo; éste puede ser prote- gerlo de la intimidad que él teme € impedir que surjan diversas emociones incémodas para ¢l, principalmente la ansiedad y la desesperaci6n. La adicci6n al tra- bajo es una de las maneras de evitarse a sf mismo, empleada con frecuencia por hombres que provienen de familias disfuncio- nales. EI precio que ese hombre paga por ello es una existencia unidireccional que le impide dis- frutar gran parte de lo que ofrece la vida. Pero solamente él puede decidir si el precio es demasiado alto, y slo él puede elegir tomar las medidas necesarias y correr los riesgos que se requieran para que él cambie. La tarea de la es- posa no es enderezar la vida del marido, sino realzar la propia. Se tiene la capacidad de ser mucho més felices y plenos como individuos de lo que se cree. A menudo no se reclama esa felici- dad porque se cree que el com- portamiento de otra persona lo impide. Ignoramos la obligacién de desarrollo mientras se planea, se maniobra, y manipula para cambiar a otros, y deprime cuan- do esos esfuerzos fracasan. El it tentar cambiar a otra persona es frustrante y deprimente, pero el ejercer el poder para cambiar la propia vida es vivificante. Para que la esposa de un adicto al alcohol esté libre para vivir una vida plena, haga lo que haga su esposo, debe legar a cre- er que el problema de él no es suyo, ¥ que no esta en su poder, ni en su deber, ni su derecho, cambiarlo. Debe aprender a res- petar el derecho que tiene él, de ser quien es, aun cuando ella de- see que sea distinto. Al hacerlo, ella quedaré li- bre: libre de resentimiento por la inaccesibilidad de él, libre de cul- pa por no ser capaz de cambiar- oo Io, libre de la carga de tratar in- cansablemente de cambiar lo que no puede, Con menos resenti- miento y culpa es probable que cella empiece a sentir menos afec- to hacia él por las cualidades que sf aprecia. Cuando ella deje de tratar de cambiarlo y oriente su energia al desarrollo de sus propios intere- ses, experimentard cierto grado de felicidad y satisfaccién, sin im- portar lo que haga. A la larga, quizé ella descubra que sus obje- tivos son suficientemente gratifi- cantes y que puede disfrutar una vida plena satisfactoriamente y sola, sin mucha necesidad de la ‘compafifa del esposo. O bien, a medida que se vuelva cada vez menos dependiente de él, para su felicidad, ella puede decidir {que su compromiso con un hom- bre ausente no tiene sentido y puede decidir proseguir su vida sin el constreitimiento de un ma- trimonio insatisfactorio. Ninguno de estos dos caminos es posible mientras ella necesite que él ‘cambie para ser feliz. Hasta que Jo acepte tal como es estar con- gelada en animaci6n suspendida, esperando que él cambie para poder empezar a vivir su vida,

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