Está en la página 1de 3
Lecturas z Teeeee Teeveveeeoeeeeoee EI libro est4 escrito en El erotismo forma por demés interesan- a te, pues a través del desa- Francesco Alberoni rrollo de diferentes capitu- Editorial Gedisa, México, Jos nos va guiando hacia el 1989 conocimiento de todo lo concerniente al amor y su relacién con los géneros. Est4 compuesto por 31 E El erotismo, Frances- _ apartados en los cuales pre- co Alberoni plantea la senta estudios sobre las di- seduccién y el suefio, la ferencias, semejanzas, con- conquistay el abandono de tradicciones y convergen- los géneros y sus respecti- cis del amor. En el aparta- vas emociones y sensacio- do dedicado al andlisis de la nes; deja de lado, pero re- pareja describe que “las di- conociendo sus respectivos _ ferencias entre hombres y valores, los comunes estu- mujeres son el sedimento dios del psicoanilisis y de lade milenios de historia y sexologia para adentrarnos —_opresién, y s6lo hace unas en el de los estudios socio décadas que estén cam- l6gicos. En este libro pode-_biando las relaciones entre mos comprendernos ycom- ambos sexos. prender a los demés a tra- vés del conocimiento indi- Guillermina Araiza El nimero de mujeres « némicamente Aquello que hoy nos pa- rece natural y perenne vidual, la influencia del me- dejard de existit algin dia dio fisico y las relaciones [..] al estudiar el erotis- con otras personas. mo no describimos un es- Alberoni nos presenta tado sino un proceso [...] el lenguaje erdtico y sus es la primera vez en la historia de la humanidad que mujeres y hombres se observan a fondo para comprenderse. El hombre y la mujer, afirma Alberoni, tienen formas, nos hace entender- lo como el aspecto esencial de nuestra vida y lo define no como un estado, sino como un proceso. 45 de la pobla- cién femenina econdmica- mente activa recibfa menos del salario minimo, mien- “tras que s6lo el 10% de los. Don estaba en esa si- - tuacién.* @ La proporcién de mujeres incorporadas en la indus- tria automotriz, respecto al total de obreros, pasé del 1.7% en 1980 al 2.7% en 1989, # De 1970 a 1990 1a contri- bucién de la mujer en la PEA (poblacién econmi- ‘camente activa) total paso del 19.04% al 23.59%, lo que significé un incremen- to del 112.7%, a diferencia de la tasa de crecimiento masculina que fue del 79.6%, en ese mismo pe- riodo de veinte afios.® # En 1990 las trabajadoras domésticas, oficinistas, co- merciantes, dependientes y trabajadoras de la educa- cidn, representaban el 55.34% de la PEA femeni- ae 4 Del total de la PEA femeni- na, el 42.75% recibe de uno a dos salarios minimos, el 22.44% recibe menos de un salario_m{nimo; mientras que el 34.83% de la PEA sensibilidades, deseos y fantasias diversas, pero buscan aquello que los une, superando las diferencias. Los hombres se excitan con el cuerpo desnudo de la mujer, las mujeres los pre- fieren vestidos; la porno- graffa es para el hombre lo que la novela rosa para la mujer. Un aspecto muy impor- tante del erotismo son los descos y los sucfios. Albe- roni los aborda en dos estu- dios, el primero dedicado a la mujer y el segundo al hombre: “Ahi sentado al lado de la mujer, mientras lee 0 escribe, él la abando- na, la traiciona. Ella odia su suefio”. Lo més interesante del texto es que no eneajo- na personas ni circunstan- cias, pues como més ade- lante lo menciona Albero- ni, “la mujer activa no odia el suefio del amado, lo con- siente cuando duerme, y si Gl lee, ella prefi tar la lectura”. El verdadero erotismo s6lo es posible cuando cada sexo trata de comprender al otro, logra ponerse en su lugar y hacer propias sus Fantasias. En el mundo del erotis- mo también esté presente lo negativo, la repugnancia, las amadas “perversio- nes”. Francesco Alberoni las aborda en el apartado que dedica a la promiscui- dad, en el que establece las. diferencias presentes en las distintas épocas del desa- re comen- 46 rrollo humano; las relacio- nes en grupo, con varias parejas, mujeres con un hombre y viceversa, orgias, © las rélaciones homose- xuales, en donde también habla de cambios a futuro. El erotismo es objeto de amor. En la mujer se fu- siona con el amor, en el hombre no necesariamen- te, Para la mujer ha resulta- do por demés dificil la se- paracion del binomio sexo- amor, lo que no sucede en el hombre, quien no nece- sita estar enamorado para tener sexo. Las mujeres los prefie- ren interesantes, inteligen- tes; para los hombres basta que ellas sean atractivas. Un hombre puede descar con desesperacién a una mujer, adorar su cuerpo y no querer vivir con ella, mientras se encuentra bien con otra que erdticamente no le dice nada, segiin re- sultados del estudio de Francesco Alberoni. El placer refuerza la uni6n, la frustracién la de- bilita, y s6lo de tiempo en tiempo se nos presenta con claridad la importancia de las personas, aparece justo cuando corremos el peligro de pérdida del ser amado. La mujer no advierte que el hombre Ie interesa hasta que él se aleja, hasta que mira a otra, hasta que ella lo espera y 61 demora. El deseo se abre camino en forma de celos. Tambi los hombres sienten celos pero piensan que no los sienten. No los necesitan para sus fantasias erdticas. El marido se siente en falta si su mujer esté triste La mujer trata de justificar con el cansancio, con el tra- bajo y las preocupaciones el mal humor del marido. En El erotismo leemos las diferencias entre amor y amistad ¢ identificamos a nuestros objetos stables de amor: padre, madre, hermanos, hermanas, hijos, marido, esposa, amante y los diferentes tipos de pla- r que cada uno de éstos nos proporciona. Por otro lado, el autor aborda una serie dicciones que se dan en la pareja. A todos nosotros se nos ensef educe, sé de- scable eréticamente, sedu- ce mas que nadie, seduce a todos. Se nos ensefia al mismo tiempo: sé fiel, de- sea sdio a ese hombre, a esa mujer. Cuando hasta el marido o el amante quieren que su mujer sea seductora, bella, deseada por todos. Toda mujer quiere que su marido, su amante, sea el mds apuesto, el mds desea- ble. El erotismo es una lec- tura recomendable porque nos permite reconocernos y entendernos mejor con re- laci6n a los demas y a nucs- tro entorno. Es importante porque constituye una for- ma de conocimiento del cuerpo, de nuestro cuerpo, del cuerpo del otro, y que se adquiere por medio del cuerpo. @ 47 masculina récibe de dos salarios mfnimos y el 18.34% recibe menos de un salario_minimo. Sd 4.98% de la PEA femeni Tecibe mds de cinco sal tios minimos mientras de la PEA masculina lo re- cibe el 8.92%. En los tltimos cuarenta afilos quince mujeres ocu- paron cargos a nivel ejecu- tivo nacional (tres. minis- tras y doce subsecretarias), frente a 522 hombres.° Entre 1986 y 1991 en las secretarfas de Estado exis- tentes, la proporcién hom- bre/mujer en cargos de di- reccién general pas6 de 18 hombres por cada mujer a 13 de ellos por mujer. E1 85% de participantes en acciones colectivas que in- cluyen la resoluci6n de problemas urbanos, entre 1986 y 1989, fueron muje- res.°¢ (Sara Lourdes Cruz) Fuentes : 1. La Jornada, 9 de septiembre de 1993. 2. Suplemento Doble Tomada, 6 de septiembre de 1993, La Jornada.

También podría gustarte