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1D) erecho Romano aD Gee de sess 3. DE LAS LEYES LICINIAS AL ANO 27 A. C. Con las leyes licinias se estabiliza una nueva forma po- litica: la reptiblica, en la cual el poder esta concentrado en manos de la nobleza patricio-plebeya. Dos de sus 6rganos, el Senado como cuerpo consultivo y los Comicios, tienen una larga historia que data de los tiempos monarquicos, mas su estructura, funcionamiento y atribuciones han va- riado en forma esencial a través de los afios de lucha. El consulado, en cambio, como magistratura colegiaday anual reemplaza a la monarquia unipersonal y vitalicia. 17. Horno. Ob. cit.,p.35. be : 33 El equilibrio de la nueva constituci6n republicana se garantiza por la interaccién de tres fuerzas politicas: la auctoritas politica, que es conocimiento o saber en rela- ci6n con los asuntos ptiblicos, socialmente reconocido, y corresponde al Senado, del que ahora forman parte patricios y plebeyos; la potestas o fuerza socialmente reco- nocida que poseen los magistrados, y la maiestas (zmajes- tad?) del pueblo reunido en los comicios. A. Las magistraturas Derivadas directamente de la monarquia, conservan de manera muy marcada sus caracteristicas y atribucio- nes. En sus manos, como en las del antiguo rey, la autoridad fue absoluta, completa, sin limites; la magistra- tura no era una funcién, sino un poder que se designaba con una palabra significativa: imperium (mando)". El poder se concentré inicialmente en manos de los dos cénsules —los magistrados superiores— pero con pos- terioridad, quiza por razones de divisién del trabajo, qui- zA por conveniencia politica, algunas de sus atribuciones pasaron a magistraturas diferentes creadas con atribucio- nes especificas dentro del Estado. Se suele dividir las magistraturas en ordinarias, extraor- dinarias y promagistraturas. a) Magistraturas ordinarias Caracteristicas comunes de las ordinarias son la anua- lidad, la gratuidad, la colegialidad, la elegibilidad y la po- sibilidad de veto 0 intercessio. La anualidad se explica por 18. G. Masrero y otros. Novisima historia universal, Vicente BLasco InANez (trad.), Madrid, Editorial Espaiola-americana, s. f., t. vi, p- 10. 34 si misma, como defensa frente a la posibilidad de un nue- vo monécrata vitalicio; la gratuidad es consecuencia de la mentalidad politica imperante que ve en el desempe- fio de las magistraturas un honor civico y un deber poli- tico; la colegialidad y el veto tuvieron en Roma su sello de especificidad. No se trataba slo de que la magistra- tura implicara un poder compartido y que la opinion de la mayoria dentro del colegio tuviera prioridad en el mo- mento de tomar decisiones. Puesto que el poder era in- divisible y se encontraba sustancialmente pleno en cabeza de cada uno de los colegas, s6lo la unanimidad permitia llevar a la practica cualquier iniciativa; el poder que niega prevalece, por tanto, sobre el que afirma. Po- demos enumerar entre las magistraturas ordinarias: la cuestura, cuyos integrantes se dedican a la administra- cién del erario e instruyen los procesos criminales; la edilidad, encargada de la administracién de las vias y mereados ptiblicos y del aprovisionamiento de la ciu- dad, con facultades judiciales en lo tocante a los litigios surgidos con ocasién del mercado; la pretura, cuya im- portancia especial para el objeto de nuestro estudio nos obligaré a dedicarle mayor atencién en otro capitulo; ade- lantamos que a ella estaba atribuida la administraci6n de justicia; el consulado, cuyos integrantes eran los jefes de la comunidad republicana y poseian el grado mas emi- nente de las potestas, es decir, el imperium, porque tenian asu disposicion el ejército ciudadano. La censura, creada al parecer en 443 a. C. con el tinico encargo de levantar el censo de personas y bienes ciuda~ danos, se convirtié pronto en guardian de la moralidad de las costumbres y “con severidad especial” de la con- ducta de los magistrados. Los censores debian realizar la selecci6n de los miembros del Senado prefiriendo para ello a los antiguos magistrados, pero si el desempefio de la magistratura no se habia ajustado a los paradigmas ro- manos, los censores negaban al desviado el ingreso a tan alta asamblea. Todos los magistrados poseian el ius edicendi o fa- cultad de establecer mediante una norma —edicto— el programa de gobierno que desarrollarian en el anio de su magistratura. Los consules y los pretores tenfan ade- mas la facultad de convocar al Senado, dirigir sus re- uniones y presentarle proposiciones o hacerle consultas (ius agendi cum patribus), la de convocar las asambleas del pueblo o comicios y presentar propuestas a las mis- mas (ius agendi cum populo) y la de dirigir el ejército (imperium). Estaba prohibida la reelecci6n en periodos sucesivos para la misma magistratura 0 para otra superior, asi como la acumulacién de varias de ellas en un solo ciudadano. Ademas, se estableci6 que nadie podrfa obtener la elec- cién como magistrado sin haber prestado con anteriori- dad diez afios de servicio militar. El desempeno de estos cargos era gratuito; de esta ca- racteristica derivé el nombre de cursus honorum u orden de los honores, con que se designaba el orden en que de- bian servirse dentro de la carrera politica individual. Cada quien debia ascender de la cuestura a la edilidad, de ésta ala pretura y, finalmente, al consulado. La censura, creada, como lo hemos visto, sin dema- siadas pretensiones, logré por el desarrollo atras transcrito rodearse de una autoridad politica y moral superior a todas. Al término de la investidura el magistrado propone el nombre del sucesor a los comicios; la elecci6n se hace mediante un procedimiento similar al observado para aprobar las leyes. 36 b) Magistraturas extraordinarias ~Cémo pudo la reptiblica romana lograr el transito de la ciudad de las siete colinas al vasto imperio de Aucusto, dirigida por una magistratura atada siempre por la posi- bilidad del veto? Varios fueron los remedios aplicados para lograr uni- dad de mando en situaciones de crisis; de ellos, merece especial menci6n el establecimiento de una magistratura extraordinaria: la dictadura. “El dictador, que era nombrado por el consul a solici- tud del Senado, tiene el cometido de eliminar la situacién peligrosa que ha motivado su nombramiento. El dictador era nombrado por seis meses, pero antes del transcurso de este plazo resignaba su dignidad, al menos con arreglo al loable uso de los viejos tiempos republicanos, si habia ejecutado su misién”?? 4 La solicitud del Senado estaba contenida en el llama- do senado consulto ultimo y garantizaba al dictador que contra sus decisiones no tendria éxito el veto de los ma- gistrados ordinarios o de los tribunos de la plebe y, ade- mas, que el propio Senado no someteria a juicio posterior sus actuaciones. En general, son magistraturas extraordinarias aquéllas creadas en situaciones excepcionales para solucionar una crisis 0 una necesidad contingente que la republica no puede superar con el impulso de las ordinarias; su competencia se determina en cada caso particular. Otros ejemplos im- portantes de esta categoria son los decenviros, a quienes se encarg6 la redaccién de la Ley de las doce tablas, y los Kart Scumrrr. La dictadura, Jost Diaz Garcia (trad.), Madrid, Revista de Occidente, 1968, p. 34. 19. 37 Senador. duunviros, que eran nombra- dos para perseguir, en cada caso, los delitos de alta traicién. Los tribunos de la plebe no eran en rigor magistrados, pero para la defensa de los intere- ses de los plebeyos gozaron de un poder de veto general, es decir, su facultad de intercessio podia dirigirse contra las inicia- tivas de cualquier magistrado y cuando se acepté su ingreso al cursus honorum se colocaron en el mismo orden de los cuestores. Elegidos en su origen en numero de dos porlos concilios de la plebe, se mantuvieron fie- les a la causa revolucionaria y aprovecharon su posici6n de privilegio con mesura y equidad; cuando su numero llegd a la decena, las circunstancias politicas habian variado de tal manera que el soborno de un tribuno paso a ser la me- jor arma que la clase dominante podia utilizar cuando una resoluciOn de los magistrados hacia peligrar su posici6n. c) Las promagistraturas Los promagistrados son los depositarios de la potestas en las provincias; eran nombrados con el encargo de ven- cer alguin pueblo (pro vincere); de este hecho deriva el nom- bre asignado al territorio sometido que luego de la campana victoriosa se colocaba bajo su administracion. 38 Los promagistrados podian ser proconsules o propre- tores, de acuerdo con la magistratura que habian desem- pefnado en Roma antes de la prorrogaci6n de su imperio para ejercerlo en una provincia. Durante el principado los gobernadores de las provincias senatoriales recibieron el titulo de procénsules, con independencia del rango que hubiesen alcanzado como magistrados en la ciudad. Las promagistraturas cobran singular importancia en el siglo 1a. C. a raiz de las reformas introducidas por Sia en la constitucién republicana. B. El Senado El Senado republicano estaba compuesto por patricios y plebeyos (patres et conscripti), los senadores permanecian en su cargo hasta la muerte o hasta cuando el censor tachara su comportamiento por contrario a las buenas costumbres; se reunja en la curia Hostilia o en otros templos previa convo- catoria de un cénsul, un pretor, un magistrado extraordina- tio de rango equivalente o un tribuno de la plebe. El plebiscito Ovinio de finales del siglo tv a. C. encarg6 a los censores la elaboracidn de la lista de los senadores con derecho a excluir algunos por conducta indebida, procediendo a Ilenar sus vacantes y las de los muertos con individuos que hubiesen desempenado las mas altas magistraturas. Este fue el camino mas facil para que los plebeyos llegaran al Senado, pues dentro de su lucha con- tra los patricios habian alcanzado en forma paulatina las distintas magistraturas. A pesar de lo anterior, los senadores patricios conser- van algunos privilegios, como la prioridad en el voto y el encargo de principes del Senado, que corresponde al ex censor patricio mas anciano. 39 El magistrado que hace la convocatoria preside las deliberaciones del Senado, presenta una propuesta a los senadores, realiza la’ explicacié6n correspondiente y pro- cede a solicitar el parecer (sentencia) de ellos en forma je- rarquica; cuando se estima que existe claridad sobre el asunto se procede a la votacisn. Para votar, los senadores se separaban en dos grupos, segtin su posici6n fuera fa- vorable o contraria a la petici6n del magistrado; si la mi- tad mas uno eran partidarios de aquélla, una comisi6n nombrada para el efecto procedia a la redaccion final del acuerdo, que recibia el nombre de senado-consulto; el tex- to definitivo se depositaba en el aerarium. El Senado como cuerpo estable y perenne alcanz6 una ligera preeminencia en la vida de la republica, de manera singular en lo atinente a las relaciones internacionales; es este cuerpo el que nombra y recibe embajadores, deter- mina las alianzas con otros pueblos y juzga los delitos contra el Estado cometidos por los extranjeros. En el orden militar, el Senado autorizaba las levas, de- terminaba la duracién del servicio, repartia las provincias entre los jefes militares, reconocia la victoria, concedia el triunfo y autorizaba los gastos correspondientes. En manos del Senado esté también la politica finan- ciera: elaboracion del “presupuesto”, direcci6n de los gas- tos y recaudaciones, disposicién del ager publicus, etc. Como ya hemos sefialado, la auctoritas patrum es ne- cesaria para dar plenitud de validez a las propuestas elec- torales y legislativas que los magistrados someten a la consideracion de los comicios. La ley Publilia Philonis del 339 a. C. estableciéd que la auctoritas del Senado debia ex- presarse, en materia legislativa, antes de presentar rogatio al pueblo, la ley Moenia determiné la misma regla para las elecciones. 40 En dos ocasiones la participacién del Senado en el gobierno del Estado alcanza particulares fuerza y desa- rrollo: a. Cuando faltan todos los magistrados con imperio y b. Cuando la reptblica precisa solucionar una situacién critica. a) En este caso, como en los viejos tiempos mondarqui- cos, el Senado designa de entre sus miembros interreyes sucesivos para que desempefien durante cinco dias la magistratura, dirijan el Estado y convoquen —el primero no puede hacerlo—a los comicios para elegir sucesores. b) Para lograr la soluci6n el Senado promulga el senatus- consultum ultimum, reconociendo la situaciGn de crisis y encargando a los cénsules la salvacién de la reptblica; uno de ellos puede tomar la iniciativa de revestir a su colega o a si mismo con todas las atribuciones de tal magistratura para alcanzar una direcci6én tinica que asegure la eliminacioén del peligro; el magistrado extraordinario designado de esta manera es el dictador™. C. Los comicios Durante la época republicana continuan reuniéndose los comicios por curias; sin embargo, sus funciones mas importantes, y de manera sefialada las politicas, se trasla- daron a los comicios por centurias cuya composici6n estu- diamos en apartado anterior. Estos comicios, en los cuales los ciudadanos se agrupan segun la distribucion de las ri- quezas registradas en el censo, poseen atribuciones milita- res, electorales, judiciales y legislativas. Recordemos que las 20. Axtonto Guarino. Diritto privato romano, 6.* ed., Napoli, Jovene, 1981, p- 95. 41 centurias son los mismos cuadros del ejército, que los ciu- dadanos votan en estos comicios las propuestas de los magistrados para dictar leyes y para elegir a sus sucesores y que cualquier ciudadano puede solicitar la intervencion de los comicios para apreciar la justicia y conveniencia de la aplicacién de la pena de muerte impuesta por un magis- trado (provocatio ad populum). También se reunian en este periodo los comicios por tribus. En ellos los ciudadanos se distribufan en treinta y cinco tribus (cuatro urbanas y 31 rusticas), segtin el lugar de su domicilio. Estas asambleas se reunian por convocatoria de un magistrado menor o del tribuno de la plebe para elegir los sucesores de Estos, para conocer de la provocatio ad populum cuando la pena aplicable fuera una multa de re- gular consideraci6n y, en forma cada vez més frecuente, para votar las propuestas legislativas de los magistrados. Los comicios tribados se organizaron sobre la base de las asambleas de la plebe, pero en ellos participan tam- bién los pocos patricios de nacimiento que aun quedan en Roma. Las decisiones de los comicios por tribus pue- den adoptar la forma de leyes, las de los concilia plebis se denominan plebiscitos. La division del poder entre los tres elementos del mis- mo en el Estado noble patricio-plebeyo no debe enten- derse a la manera de la divisi6n de MOnTESQUIEU en tres ramas de administracién de los asuntos estatales (ejecu- tiva, legislativa y judicial); ella implica mas bien un equili- brio inestable de tres fuerzas que concurren y se limitan mutuamente dentro del desarrollo politico dé Roma. Si el Senado, como cuerpo de consulta, s6lo expresa opiniones de tipo politico a la manera de consejos a los magistrados y por ello se encuentra en apariencia dismi- nuido frente a la fuerza armada de los cénsules, como cuerpo vitalicio integrado por los personajes mas respe- 42 tados y mas conocedores del juego politico, obtiene que los magistrados anuales atiendan sus opiniones con el fin de lograr después el ingreso en ese organismo estable. Nada impediria, sin embargo, a los magistrados apartarse del parecer del Senado, respaldandose en el ejército 0 con- vocando los comicios para someter sus iniciativas a la aprobacién popular, recurso del cual no podia hacer uso el Senado. El pueblo, al parecer totalmente sometido, ma- nifiesta su maiestas como una especie de limitacién a la fuerza de los magistrados que deben acudir a su voto para la eleccién de los sucesores y para la aprobacién de las leyes. También se protege el pueblo de los abusos del po- der por medio de la apelacién a los comicios (provocatio ad populum), que constituye en esencia una apelacidn con- tra la imposicién de penas graves, promovida por los ciu- dadanos ante la asamblea popular*?. Asi las cosas, Senado, magistrados y comicios concu- rren al desempefio de los actos militares, electorales, le- gislativos y judiciales. En el aspecto militar, el Senado orienta la politica de expansion, los cénsules y promagistrados dirigen al ejér- cito en campajnia y éste no es otra cosa que el conjunto de las centurias del pueblo. Para la eleccién de los magistrados el pueblo es llama- do a dar su adhesion al nombre que le presenta quien esta en ejercicio para escoger su sucesor; una vez aprobada la eleccién por el Senado, los comicios revisten de imperio al designado. Las leyes son propuestas por los magistrados al pue- blo reunido en los comicios y el texto definitivo que ha obtenido la votacion favorable, 0 la propuesta correspon- 21. Cfr. Tro Limo. Historia romana; por ejemplo el proceso contra Appio CLaupio -Libro 2, cap. 61. diente, segtin la época, son autorizados por el Senado. Los ciudadanos deben someterse a las condenas de los magistrados mientras ellas se ajusten a los limites de pru- dencia fijados por las leyes y el Senado; en caso contrario, se puede apelar a la decisin final de los comicios. El re- sumen grafico de la constitucion republicana podria esta- blecerse de la siguiente manera: AUCTORITAS (Senado) oe S Tribuno de la plebe MAJESTAS, = POTESTAS (Pueblo) (Magistrados) Nuestras criticas negativas a la reptiblica romana pue- den llevar a los estudiantes a la conclusi6n de que nuestro entusiasmo por el derecho romano constituye un sentimien- to de admiracion por un esqueleto jurfdico sin conexi6n con la realidad social y politica de aquellos tiempos; sin embargo, ello no es asi: pensamos que el ideal de la democracia absoluta estuvo tan lejano en aquella época de la realidad politica como lo esta en la nuestra, pero el caracter romano, inigualado todavia en su respeto por la tradici6n y las costumbres y por el derecho ajeno, posibi- lité el efimero reinado de una sociedad menos desigual en la practica que en la teoria durante el siglo de oro dela 44 reptblica, tiempo en el cual se echaron los cimientos del derecho privado romano de la época clasica.

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