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Resuiien: entre sensitividad y sensibi- lidad; Gurméndez estudia cémo ocurre esta intersec- cién dentro del ser humano. Con mas claridad y poesia que un teorema epistemo- logico, el, autor nos plantea su teoria_del_conocimic sensorial, sin dejar de lado el ‘TFigor dé una exposicién epis- temolégica. En el primer capitulo, consagrado a los sentimien- tos_materiales, s¢ habla de ‘Tarealidad, esta realidad en- ~#afiosa que no podemos per- cibir plenamente sinoes con Todds nuestros sentidos puestos en acclén armonica. A este respecto destacamds dos ejemplos: “La éptica es la ciencia que puede darnos, también, otros ojos, que son sefiuelos para ver. ZY si nuestros ojos son tan enga- fiadores como los anteojos? Desconfiemos del ojo como del anteojo, que son los ojos que nos proporcionan para ver més claramente, pero no nos ofrecen la realidad”. En cuanto al tacto: “Para mirar ¢s necesario aproximarse a lo qe vemos y palparlo. Do- ble operncii.s del tacto y la vision, porque al sentirlo sin verlo, es como si to tocdse- mos. E] tacto juega aqui un Papel orientador, director, salvando a los ojos su des- concierto inicial.” Por tanto, nuestros ojos tocan y nuestras manos ven; pero la PS Reg lore Teoria de los sentimientos cles. Carlos Gurméndez, Teoria de tos sentimientos, Mudrid, Fondo de Cultura Econémica, 1981, 230 Pp. realidad percibida, anterior al tacto, esta aprchendida con la vista, asi_podemos comprender. 'sensiblemente la realidad (comprensién que por otra parte es inicae intransferible) coordinando nuestros sentidos-materia- Estos sentidos materiales nos dispersan en su afan de cumplir el fin para el que es- tan hechos: el ojo lucha por ver, el oido por escuchar, la mano por palpar, etcétera. Para satisfacer todos estos impulses, se requiere una unidad coordinadora que reintegre al hombre desu disgregacion; aparece el cuerpo. Comoen e} mito dio- nisiaco, los sertidos quieren gozar de todas sus faculta- des sensibles; viven una exaltacién arrcbatadora, No es el vino y otros agentes ex- ternos los que impulsan al hombre al disfrute de todos sus sentidos, es el entu- siasmv. El jdescuartiza- miento de los. animales, enel 75 tito dionisiaco, simboliza y prefigura el renacimiento de Dioniso, aunque esta exalta- cién es destructora final- mente. Surge entonces la ex-_ periencia adquirida_por_el-~ ejarcicio prdctico del cuerpo, y humaniza los sentidos, los despoja de sus fines posesivos, salvajes;_y los. humaniza; el hombre aprende a mirar un paisaje, y se emociona; educa su paladar para degustar pla- tillos exquisitos; tiembla al of una sonata de Mozart, porque ha creado un ofdo mu- sical. Para Marx el cuerpoesun organismo con impulsiones propias “Estas fuerzas exis- ten en él como disponibi dades y capacidades, como pulsion”. Nietzsche hace una defensa de Ia barbarie de los sentidos, de la ele-~ mental apetencia y crudéeza de los instintos corporales como afirmacion de si. ismo, e efensa va diri- gida en contra del ideal as- cético cristiano. Sin em- bargo, el exceso, el delirio, la bacanal y la fiesta orgidstica de los sentidos termina en la consuncién del ‘cuerpo, en sufrimiento espantoso, en la crucifixién. Dioniso es Cristo crucificado. No-obstante, la oposiciin de Nietzsche olvida que cl cristianismo descubrié por el pecado una conciencia factica del cucrpo, su presen- cia visible: la came..Y fue la prohibicién que, al despertar la curiosidad, originé el deseo. Con el cristianismo apa- rece la afirmacion del tiempo, de! pecado, pero no se crea una verdadera uni- dad humana y subsiste la dualidad entre cuerpo y es- piritu. Para abatir esta dua- lidad, el hombre pone su cuerpo en practica, todos sus Organos y sus sentidos estiin proyectados para ha- cerse de un mundo propio, persiguen un mismo fin: la industria. En esta practica se siente seguro de si mismo y expresa todos sus poderes; aleanze el conocimiento y vence el doloroso penar de la corporvidad. Las pulsiones Alntes 3 que es la puls on en si, Gur- mndez opina que el hombre sufre impulsos_jmprecias te ta Rgueza _del_mundo extering, esto lo incita a In agitucién. Existen tres ten- dencias impulsivas: Ja aspi- racion, el anhelo y Ma-ansie~ Gado ta primera es como ‘THTensohacian matutina de ojos abiertos, vagarosa e in- exponer lo. concrets; en este estado, el hombre sufre ansias que no puede nombrar. Después surge el anhelo; la diferencia entreaspiracién y anhelo consiste en que la primera: sohadorar yal se asiva, Fandodesplicgs una intensa actividad. Mientras la aspi- “Tactn se agita impotente, el anhelo busca sin detenerse, Pero, ambos no saben lo que quieren, son sélo impulsos del cuerpo. Si el anhelo es la vehe- mencia precipitada de la as- piracion, la ansiedad es el incontenible impulso hacia un ser oun objeto. Esya una verdadera pulsion, es decir, la. conciencia de una necesi- dad_imperiosa_del cuerpo, no_un_mere impulso vital que-nos_agita. ¢ ‘Existen tres pulsiones fundamentales en el | hombre: el hambre, la sed y el deseo sexual. Sin embargo ¢ puede asegurar cual de estas pulsiones es la mas im- portante o vital, todo de- pende de la circunstancia en ~ la que se halle el ser hu- muino. Las pulsiones obede- cen a sus impulsos con en- tera libertad y, aun determi- nadas a satisfacer una nece- sidad, pueden cambiar sus fines, porque estdn azotadas por distintas corrientes afec- tivas que las mudan y tras- tornan. De ahi que la socie- dad capitalista pueda crear necesidades artificiales a través de la publicidad, y que estas necesidades que no son elementales, se ~76 transmuten en rabiosas ex gencias. Sila pulsién es ne- cesidad que exige_satisfa- pasion sel ic la urgen- cia _apremiante del cuerpo. En este sentido puede de- cirse que la pasidn es lticida, entendida como impulso pre-reflexivo que sitia los seres y las cosas para apre- henderlos. Mientras las pul- siones nacen de un centr orgénico preciso —la sed, de la garganta; el hambre, del estémago; la libido, de los érganos sexuales—, la pasiin no tiene localizacién_mate- rial, es el cuerpo iente en totalidad y, al vivir éste, se ‘organiza un desear preciso. Para los gnésticos, sin em- bargo, el cuerpc es un instrumento para conocer la realidad del mundo. La vit tualidad gnéstica consist en asumir nuestra materia- lidad profunda y, por el ejer- cicio de Ta sensuafidad cor- “poral, llegar ala gndeis, pues - Batol que vivesu cuerpo co- noce el mundo. Los gnésti- os predicaban la consun: cion total de la vida porque “hay que matar la muerte”; decia Valentino, y agregaba: “Vivimos en un mundo de la muerte, es decir, de la vida material y cosmica, cuyo gno més tangible es 1a ma- teria inerte. Solamente par- ticipando de él, disolviénsolo poco a poco y consumiendo la sustancia de este mundo, po- dremos escapar al circulo del Enroc”. En contraposicion # ost ices Gurméndez hace Getalada explicacién de la Etica de Spinoza, en la Nama servidumbre alas afecciones, la sensibilidad, ya que el hombre esta co: dicionado por las apetencias: de sa querpo, Las emociones ie L'a emocién tiene una naturaleza doble y ambigua, por tn Jado es afectiva y noi Ot, organica Etimolégnn, mente significa lo que nos estremece, pone en movi- miento y saca de quicio. Son accidentes exteriores que re- mueven nuestra inte: i. dad; salta a la vista nue: estado de animo: nuestro Tostro enrojece o se alegra, Ruestroes movimientes son violentos, torpes. Debemes situarls, dice Gurméndez, enize sentimiento y pasion Una revision somera, Neva al autor a describir ai gunas cmociones: “La aiceria es como una explo- Mm. un estallide cordial: landecen los ojos, el irradia, palpita acele- ado el corazén; se rie con pequemos gritos de fs emoc! dea ero} ion gace, gtia es neuro- una por la descarga ¢ nelina en la sangre a de las glandulas zada Hacién del simpatico, ‘ten. 4 cdrtico-suprarrenales que excita ta secrecién de Jas tandulas. En consecuencia, son_los_desérdenes de las. | funcicnes neuro-vegetativas | Guediferencian la_emocién del Sentimiento.” Al contra- rio de la estado de bienestar, de dis- tension, el ri icd9 €s un enco- el_animo, ope- “Fandose un repliegue sobre si thismo, Existen grados e intensidad en el miedo, por ejemplo el temor es un miedo pequefio; se vence la paralizacion que inmoviliza y se trata de huir del lugar que tememos. El pénica tiene_un_origen Teligioso; hay tha Sensacion tangible ante el invisible personifi- cado en grito, voz, susurro, Nama’ o trueno lejano, Ei pénico se-diferencia del es- nto en que siente lacerca- nig del misterio, pero no lo cescubre, y vive en la incer- tidumbie de su Megada. El a1 una emocion equi- valente a lo sublime frente a Jo bello de Kant; es cl miedo desmesurado, sin limites, ten tremendo que es puro echarse a correr; es }a poten. cia del miedo que va no pa- reliza e impele al movi- to aunque sea irracio- ai, sin sentido, La _vergiienza, como el ‘miedo, pertinece sl género las emociones negatives. Nes hace enrojecer y trata mos de ocultarnes, desapa- recer. Es una emocién ani- legria, que es un~ quiladora que leva a desear La Nada. La vergdenza nace ~qetsentimienta_de—culpap ~ -como_el_micdo, ovigina_las. primitivas emociones religio- sd, tales como la sumisién, la abdicacién, la humillacién, que terminan en la renuncia del hombre a si mismo, entre- gandose al poder ajeno y re- dentor que la eleve y redima de su vergiienza. En ¢ambio la_célera_es una’ violenta_explosién de energia frente a la situacion que la causa, y se manifiesta por una terrible excitacién y te~’'n muscular. La célera e resion de vida; sin *0, aisla, encierra y hace perder contacto con el Mundo. No obstante, el que es capaz de sentir’ célera pre reaccionar ante Ja in- Justicia, sublevarse frente a la cominia, defender al oprimido y luchar por su propia redencién. Génesis de s sentimientos = Lo cen Se Te perc realidad. Los Gr pensables para \ del crganismo humcno lo’ son, también, de su sensibi- lidad. En consecuencia, po- dria defini Bilidad Organos CON atfos, constiy tuengete tacién hacia el 3 undo y se- tani mai fijor sabemos Ie que rimentamos_para_orie E} sent tiva que lo acompaha, sino un estado subjetivo, el_re: flejo intimo de lo que esta “sucediendo fuera. La unidad “entre recepcién y accion, re- flejos condicionados y acti- vidad sensorial de busqueda explica la capacidad de aen- tir de la sensibilidad, Los sentimientos nacen_paula- ~thra~ytorpemente de este foncionamiento practice de : larsenpibitidad; es el resul- | tado_de “querer sentir, de | buscar interiormente— El punto de partida es siempre fisiolagico (movi- mientos, estimulos corpora- les) y, para hacerse m tarde sentida, percibiente, es necesario una busqueda mediante la actividad misma de los sentidos. Asi, cuando nos aproximamos a tocar un objeto, realizamos una serie de movimientos que reproducen su realidad. De forma analoga, para po- der reproducir el tono ade- cuado, la voz que emitimos _ debe constituiree en un pro- cesn de voces, movimiento continuo semejante a la re- cepcién tactil de la forma “Los _sentimientos nacen de la ca-vivencia”, dice el psicdlogo soviético Jacob- son, de cémo nos herimos, alegramos o entristecemos fos unos a Ins otros. Lo que ona _profunda-y-du- raderamente son las relacio- nes humanas. Los senti- mientos son afectos, que nos causan los amigos y los ene- migos, el paraiso o infierno que crea el contacto humano real. Las pasiones son siempre fuertes, activas y capaces de convertirse en praxis transformadora del Mundo, Sin embargo, los sentimien- tos, inermes por naturaleza, llegan a ser poderosos cuando son conciencia anti- cipadora, idealidad proyec- tada, utopia y, también al nacer de expectativas, an- gustia, temor, espanto, de- sesperacién, confianzas, y Negan a constituirse, por el odio o el amor, en potencias trascendentales de la histo- ria, en horizontes del futuro. Los sentimientos Dice sentimientos_s9 méliipres- porque’ tenemos relacioncs diversas con los otros y, también, muy complejas con un mismo ser. La comunicacién entre per. sonas es un comercio social El sentimiento, son los sen- timientos. El mas inmediato.y le: mental de todos dolor, ae. casrespande al padecse_ dela sensibilidad. Et dolor” siempre lo origina una causa externa, ya sea una persona objeto viviente que. al sen. tirlo, puedo olvidarlo facil- mente o resentirlo, consti- 78 tuyéndose en una forma de mi ser . Por otra parte la alegria \ “es el place \ La definicién de Spinoza es | exacta cuando dice que menta la vitalidad cuerpo velevala energia de la ‘pasién. Sentirse vien es la “alegria, porque se vive en pleno dinamismo. La accién es el impulso de la bondad. Bueno es todo lo que nos in- | cita_a actuar,; malo cuanto postra, paraliza o disminuye “Ta _energia. Eticamente ha-—| ‘blando, un ser bueno es el que tier~ alegria, aunque esté desogeido de riqueza. La alegia hace generoso al hombre. trata de comunicar su energia a cuantos lo ro- dean. Pero la alegria, dice Gurmémdez solamente se | puede man@ner si es colec- | tiva, overdo la damos y la ! recibimos: peto sies egpista, solitaria, epictirea, se con- sume y muere en si misma. Si de la tristeza se dexpzende Ja melancolia, dela alegr nace el placery el contento, que le precede, son su mecl!o y sustancia. En cambio, dela ge derivan la dicha y la ded. Micntras la alegia es siempre exyerimentada con to- dos los sentides, la felic un vago provecto iNTES. Guiza inaleanzable, y otres veces tier Guietud doméstica, una La_tristeza, estado de postracton que nos deia sin animo de vivir, precede a la congoja, es el dao que jinflige el sentimiento de la Alliccién, La tristeza no es Gn sentimiento innato ni nace sin motivo, nos la cau- san los sinsabores de la vida, el malestar que nos dejan muchos acontecimientos. Se dice, también, que la tris- teza es una reflexion y, ala vez, un sentimiento que se manifiesta en el descon- tento. Este saludable des- contento se convierte en una tristeza activisima qué im- pulsa, sin saberlo y quizé sin querer, a cambiar todo lo existente. La melancolia, que Spi- noza definié como una dis- minucion de la potencia ac- tiva del cuerpo, es una tris- teza que aflige o afliccién que entristece. La melanco- lia es debida a un exceso de sensibilidad que provoca la valnerabilidud—existencial. edlico Set priori al sufrimiento: un pe- quefio suceso doloroso ad- quiere tan honda dimen- sién, que leva a desvalori- zar la existencia toda. Este desequilibrio se explica por- “que cl melaticélico tiene sues Res d@ grendeza, so valora £9 Nalora umensamente y,"el menor Thoque con la realidad le de- muestra. bien contraria- mente alo que creia, que no ¢s nada ni nadie. Entonces descubre su carencia bisica, su pobreza de ser radical. Piensa que ya no hay nada esta dominada por dos instintos fundamental- mente opuestos, De una parte, ser, afirmarse, expan- dirse, realizar una ascen- sidn; por otra, dejar de ser, desear la propia aniquila- cién”, dice Gnardini. Existe otro tipo de melan- colia, la germana. El melan- célico_germano esta solo, pero siente la desazén, un impulso vago y oscuro que le causa el Mundo en su tuiali- dad. La melancolia germana proviene de la mutiplicidad desordenada del Mundo, que se revela imposible de abarear y estrechar. La busqueda que desencadena es para situarse en una aspi raci6n infinita y descubrir el esplendor terrestre, El anhelo del Mundo es, para el germano, un vivir satisfecho en la extrafeza, rara curiosidad de la melan- colia. ¥ les invade el dolor césmico al sentir el Mundo en su presencia total; y el andar por tierras diferentes, ajenas, les despierta el deseo de volver atras, al mal origi- nario: el hogar. Siguiendo con los senti- mienios, el autor afirma que el ansia expresa la basqueda concreta del bien pero re- vela Ja precariedad del que ansia, manifiesta su debili- dad, la pobreza del ser que un bien determinado, sixs hacia el descanso de a lucha interminable, El a7 sioso fracasa en sus tenta vas, pero las repite yt nueva sin resultado, lo qe revela una porfia en el m- sia, una energia interior. A diferencia de la ans dad, que siempre tiene ohe- tivos exteriores, la ang: nace al volver el hombre bre stmismo y descubrirel abismo en que esta sus tado. La-angustia, com: la experiencia que surce de la-conclencia del peligro de destruccign que crea 1a =i- siedad, nos devuelve la tr ilidad; pero ésta es in- jetante porque la e- aza del abismo permansce escondida en las sombras de la subjetividad. -Consecuentemente, totos lL ¢sentimientes-tienen-ena @ausa_mediata_o inmediata swue_los orizin, Se puede afirmar que la tristeza cs un sentimiento derivado del dolor y la dicha no se puede concebir sin la alegria. Ahora bien, cen quése dife. tencian_lossentimicnios ‘basicos (dolor, alegria), de los gue no to son (tristeza, dicha)? Primero: Los senti- mientos bésicos son de una patética elementalidad. Por ejemplo, el dolor es un sufr miento corporal con causa inmediata y, al mi~ dempo, ex ue hacer. por més éxitos Ta sufre pues casi nunca cspiritual. intima § egunds gue logre: siempre se sentiré. consigue lo que busca: la la-al ustrado, isreal, porque, paz interior. Asi, tdaenan- | neral wad pero ael célico, “la vida Puede hacer de una causa = oy —_—_— con¢reta. Tanto el uno como} el otro son estados de satis faccion o malestar que tie-| nen su_taiz en el mundo | conereto pero yacen en esa, zona penumbrosa e indefi- | nida de lo corporal-psiquico. | En lo que se refiere a la alienacién de los sentidos, el autor destaca la natural pro- pensién a la sordera de los habitantes de las grandes siudades, los cuales ya oyen sin escuchar realmente,ven, ojeart, pero no observan ni contemplan; se miran largos minutos y hasta horas, frente a frente, en los auto- buses y los ferrocarriles sin dirigirse la palabra; la alie- nacién de sus sentidos los vence. A este respecto, En- gels pensaba: “En las gran- des ciudades ven sin oirse esos cientos, miles que se apretujan unos 2 otros. gNo son todos ellos hombres con el mismo interés por ser feli- ces? En los tiempos actuales es ict el Norecimicnto_y_el desarrollo de los sentimien— tos; _vivimos, -también-una anendeifmde los sentimien- {= Flaubert creyé que era posible una educacién senti- mental, sin embargo, la educacion de los senti- mientes esté subordinada a: ly que aprentiamos en el nécleo familiar y a lo que nos depare nuestro entorno social. Los tiempos raciona- les, fries, artificiales, no son propicios para la riqueza del sentimienta. Sdlo muy po- cos: el artista, el poeta, el snob como intuyé Goldman, conservan intacta una zona secreta de la interioridad que les permite sentir’con la espontaneidad originaria, los demas, sufren como to- dos de la miseria sentimen- tal, cuando no de una indife- rencia absoluta. Para Gurméndez, esta tendencia de la naturaleza humana parte de la moral calvinista, pasando por el imperativo kantiano que constrife y obliga al cumpli- miento estricto del deber, aunque Kant se pronunciara contra la utilizacién de los seres como medios, pues son fines en si mismos. Existe una amplia varie- dad de tipos alienados y que el autor reduce a dos: el ‘the- terénomo”, descubierto por Ja Sociologia americana, que consuma el holocausto desu vida en el trabajo agotador, perdiendo hasta el senti- miento de si mismo, y_el. “auténomo”, que se alicna por Ta excesiva interioridad 0 vida pérsonal y le at . hasta dejar de ser una reali- dad, de tener un des La verdadera mora! debe- ria obedecer y seguir el im- pulso de lo que realmente sentimos, pero esta esponta- neidad la perdemos por cl vansia de poseer. El autor “ita aw Marx: “Ja propiedad hace a los hombres cosas ¥, a la vez, a las cosas seres’ La_ moral burguasa logré lo qué se propuso: crear dos tipos aparentemente opu tos: unos racionales, ob. vos,.que_yencen sus_senti: mientos para enriquecerss dominary ¥¢ enérgicos, vitales,_¢ gueza 8 adquirida: La ali acion se manifiesta en esta racionalidad utilitarista de si mismo, medio para un fin, y en esa vitalidad gozosa, | bertad incondicioneda irracional. Racicralismo y vitalismo son las dos mora- les de la propiedad privada. El autor afi “Entre teshombres nacianales)ave si- sentimental, odemos ‘al técniee? quien, exte- Harleado,y mecanizadan6¢ un servidor de la voluntad de dominio colectivo. Tam- bién cabe, dentro de esta clasificacién,{el sentimenta paeq! que vive para si mismo en una permanente_refle- xida interior, cayendo en la “gutoalienacién que se mani- fiesta en el aislamiento, as cetismo -o~misticismo del er, en Ta perdida del arecer de 7 = Otro tipo racional es we el Gurberatay ue sacrifica a la norma discipli- naria todos sus sentires, do- minado por el afan de man- dar u obedecer, pues la r3 cionalizacion formal de. tareas le obliga tanto. riar Como @ someterse. El re- sultado negativo es el de -sus_sentimier zacion de su vida sentimen- “tal (...) como vemos, hay sentimientos que pueden SO dominar nuestra existencia y hasta les pueblos son victi jnas de esta alicnacién: el inglés, esté dominado por la necesidad practica; el fran- cés, por la igualdad politica; el ‘aleman, por la autocon- ciencia, dice Marx.” El sentimiento, aparte de ser percepcion, es reflexion; sucede un acontecimiento; y més que sentirlo, lo pienso. Esta asercion, sirve a .Gur- mén¢ez para abordar sucin- tamente el romanticismo alem4n. Se afirma que los romanticos alemanes atri- buyeron a Kant el descubri- miento de ese tesoro de la camara oscura que es la sen- sibilidad. Sentir el mundo a través de sensaciones, emo- ciones, percepciones subje- tivas y juzgerlo por lo cue sentian, tal es la interpreta- can romantica del pensa- iento kantiano. Los roménticos vivian y concebian sus obras inmer s en la confusion de sus sentimientos, _arrebatados @e pasion y confirienda al sueRo casi toda capacidad de conccimienta. Novalis escribe Himnos a la nucke. eco de! dolor que le causa la muerte de Sofia Kuhn, La Edad de Oro que ntuye Novalis como pro- mesa del futuro, solamente se legra por la desventura nos hunde en las raices curas del sufrimicnto. Halderlin ¢s el verdadero sAntica, porque salta desde la oscuridad mas pro- funda a la claridad lumi- nesa de la conciencia. En creptsculo de Ia aurcra o tiempo sagrado, canta al dia que alborea, no a las sombres que sepultan. En Tubinga compuso Hélderlin su Himnoa la diosa de Ia ar- monia, donde la vida es una fuerza que une todos los fragm-entos dispersos de la realidad, una luz secreta que penetra hasta los rinco- nes més secretos y teje la unidad de la naturaleza. La armonia, diosa de la conco: dia sutil, es-una totalidad que se realiza por la recipro- cidad de las conciencias: la unidad humana. Para Holderlin, 1a armonia es el amor como eje césmico ce gravitacion. Igualmente, Hege! habia concebido el or como superacién de rencias y contradic nes de los sentimientos. El amor Une senlimientes selec furans. asi como el libro de Qurmendez confluyen en el arsor! £! anor es el mas po- daroso de les sentimientos porque domina y absorbe la Htotalidad de la persona, Es un sentir sin sentirse para vivir desde un ser y para él. El amor. @6 pues. sentimienta y pasién. Cuando encentra 2 Una petsona que nes atrae dejamo: ce vivionos y la mames totalmente; es la sc- duccién. El amor nos hace ol- vidar quiénes somos y renvn- ciamos voluntariamente a no- ndo sotros mismos, queri transportamos ul otro, es un. actividad positiva y enti gic que busca realizar sus propics fines. Al olvidarme de mi para existir desde otro, el amor ¢s la socialidad de mi yo, pues me desindividua- liza, objetiva y trasciende, pero, al mismo ticmpo, es !¢ jraa expresién de la in- dividualidad, ya que crea una intensa soledad inte- rior. El que siente amor se vyuelca sobre si mismo, s¢ se- para del mundo, vive siempre reflexionando, preocupado. Amar es pen- sar. decia Heidegger. Pero el amar no es un sen- timiento reflejo, la res- puesta a un estimulo terno ni, tampoco, la e:no- clon que nos causa la pre- seneta de una criatura que nos efecta. Spinoza da a e tender que no hay amor sin conocimiento del objeto amoroso. Por “es-una afeccién tiva, no una turbulenta agi- tacién del alma, pozque es la iéea_en_mi de una persona qee_ debe ih} 4 fente para que st ima: gen permanezca en mi y 10 se borre,

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