Resuiien:
entre sensitividad y sensibi-
lidad; Gurméndez estudia
cémo ocurre esta intersec-
cién dentro del ser humano.
Con mas claridad y poesia
que un teorema epistemo-
logico, el, autor nos plantea
su teoria_del_conocimic
sensorial, sin dejar de lado el
‘TFigor dé una exposicién epis-
temolégica.
En el primer capitulo,
consagrado a los sentimien-
tos_materiales, s¢ habla de
‘Tarealidad, esta realidad en-
~#afiosa que no podemos per-
cibir plenamente sinoes con
Todds nuestros sentidos
puestos en acclén armonica.
A este respecto destacamds
dos ejemplos: “La éptica es
la ciencia que puede darnos,
también, otros ojos, que son
sefiuelos para ver. ZY si
nuestros ojos son tan enga-
fiadores como los anteojos?
Desconfiemos del ojo como
del anteojo, que son los ojos
que nos proporcionan para
ver més claramente, pero no
nos ofrecen la realidad”. En
cuanto al tacto: “Para mirar
¢s necesario aproximarse a
lo qe vemos y palparlo. Do-
ble operncii.s del tacto y la
vision, porque al sentirlo sin
verlo, es como si to tocdse-
mos. E] tacto juega aqui un
Papel orientador, director,
salvando a los ojos su des-
concierto inicial.” Por
tanto, nuestros ojos tocan y
nuestras manos ven; pero la
PS
Reg lore
Teoria de los
sentimientos
cles.
Carlos Gurméndez, Teoria de tos
sentimientos, Mudrid, Fondo de
Cultura Econémica, 1981, 230
Pp.
realidad percibida, anterior
al tacto, esta aprchendida
con la vista, asi_podemos
comprender. 'sensiblemente
la realidad (comprensién
que por otra parte es inicae
intransferible) coordinando
nuestros sentidos-materia-
Estos sentidos materiales
nos dispersan en su afan de
cumplir el fin para el que es-
tan hechos: el ojo lucha por
ver, el oido por escuchar, la
mano por palpar, etcétera.
Para satisfacer todos estos
impulses, se requiere una
unidad coordinadora que
reintegre al hombre desu
disgregacion; aparece el
cuerpo. Comoen e} mito dio-
nisiaco, los sertidos quieren
gozar de todas sus faculta-
des sensibles; viven una
exaltacién arrcbatadora, No
es el vino y otros agentes ex-
ternos los que impulsan al
hombre al disfrute de todos
sus sentidos, es el entu-
siasmv. El jdescuartiza-
miento de los. animales, enel
75
tito dionisiaco, simboliza y
prefigura el renacimiento de
Dioniso, aunque esta exalta-
cién es destructora final-
mente. Surge entonces la ex-_
periencia adquirida_por_el-~
ejarcicio prdctico del cuerpo,
y humaniza los sentidos, los
despoja de sus fines posesivos,
salvajes;_y los. humaniza; el
hombre aprende a mirar un
paisaje, y se emociona; educa
su paladar para degustar pla-
tillos exquisitos; tiembla al
of una sonata de Mozart,
porque ha creado un ofdo mu-
sical.
Para Marx el cuerpoesun
organismo con impulsiones
propias “Estas fuerzas exis-
ten en él como disponibi
dades y capacidades, como
pulsion”. Nietzsche hace
una defensa de Ia barbarie
de los sentidos, de la ele-~
mental apetencia y crudéeza
de los instintos corporales
como afirmacion de si.
ismo, e efensa va diri-
gida en contra del ideal as-
cético cristiano. Sin em-
bargo, el exceso, el delirio, la
bacanal y la fiesta orgidstica
de los sentidos termina en la
consuncién del ‘cuerpo, ensufrimiento espantoso, en la
crucifixién. Dioniso es Cristo
crucificado. No-obstante, la
oposiciin de Nietzsche olvida
que cl cristianismo descubrié
por el pecado una conciencia
factica del cucrpo, su presen-
cia visible: la came..Y fue la
prohibicién que, al despertar
la curiosidad, originé el deseo.
Con el cristianismo apa-
rece la afirmacion del
tiempo, de! pecado, pero no
se crea una verdadera uni-
dad humana y subsiste la
dualidad entre cuerpo y es-
piritu. Para abatir esta dua-
lidad, el hombre pone su
cuerpo en practica, todos
sus Organos y sus sentidos
estiin proyectados para ha-
cerse de un mundo propio,
persiguen un mismo fin: la
industria. En esta practica
se siente seguro de si mismo
y expresa todos sus poderes;
aleanze el conocimiento y
vence el doloroso penar de la
corporvidad.
Las pulsiones
Alntes 3
que es la puls
on en si, Gur-
mndez opina que el hombre
sufre impulsos_jmprecias
te ta Rgueza _del_mundo
extering, esto lo incita a In
agitucién. Existen tres ten-
dencias impulsivas: Ja aspi-
racion, el anhelo y Ma-ansie~
Gado ta primera es como
‘THTensohacian matutina de
ojos abiertos, vagarosa e in-
exponer lo.
concrets; en este estado, el
hombre sufre ansias que no
puede nombrar. Después
surge el anhelo; la diferencia
entreaspiracién y anhelo
consiste en que la primera:
sohadorar yal se
asiva,
Fandodesplicgs una intensa
actividad. Mientras la aspi-
“Tactn se agita impotente, el
anhelo busca sin detenerse,
Pero, ambos no saben lo que
quieren, son sélo impulsos
del cuerpo.
Si el anhelo es la vehe-
mencia precipitada de la as-
piracion, la ansiedad es el
incontenible impulso hacia
un ser oun objeto. Esya una
verdadera pulsion, es decir,
la. conciencia de una necesi-
dad_imperiosa_del cuerpo,
no_un_mere impulso vital
que-nos_agita.
¢ ‘Existen tres pulsiones
fundamentales en el
| hombre: el hambre, la sed y
el deseo sexual. Sin embargo
¢ puede asegurar cual de
estas pulsiones es la mas im-
portante o vital, todo de-
pende de la circunstancia en
~ la que se halle el ser hu-
muino. Las pulsiones obede-
cen a sus impulsos con en-
tera libertad y, aun determi-
nadas a satisfacer una nece-
sidad, pueden cambiar sus
fines, porque estdn azotadas
por distintas corrientes afec-
tivas que las mudan y tras-
tornan. De ahi que la socie-
dad capitalista pueda crear
necesidades artificiales a
través de la publicidad, y
que estas necesidades que
no son elementales, se
~76
transmuten en rabiosas ex
gencias. Sila pulsién es ne-
cesidad que exige_satisfa-
pasion sel ic la urgen-
cia _apremiante del cuerpo.
En este sentido puede de-
cirse que la pasidn es lticida,
entendida como impulso
pre-reflexivo que sitia los
seres y las cosas para apre-
henderlos. Mientras las pul-
siones nacen de un centr
orgénico preciso —la sed, de
la garganta; el hambre, del
estémago; la libido, de los
érganos sexuales—, la pasiin
no tiene localizacién_mate-
rial, es el cuerpo iente
en totalidad y, al vivir éste, se
‘organiza un desear preciso.
Para los gnésticos, sin em-
bargo, el cuerpc es un
instrumento para conocer la
realidad del mundo. La vit
tualidad gnéstica consist
en asumir nuestra materia-
lidad profunda y, por el ejer-
cicio de Ta sensuafidad cor-
“poral, llegar ala gndeis, pues -
Batol que vivesu cuerpo co-
noce el mundo. Los gnésti-
os predicaban la consun:
cion total de la vida porque
“hay que matar la muerte”;
decia Valentino, y agregaba:
“Vivimos en un mundo de la
muerte, es decir, de la vida
material y cosmica, cuyo
gno més tangible es 1a ma-
teria inerte. Solamente par-
ticipando de él, disolviénsolo
poco a poco y consumiendo la
sustancia de este mundo, po-
dremos escapar al circulo del
Enroc”. En contraposicion #ost ices Gurméndez hace
Getalada explicacién de
la Etica de Spinoza, en la
Nama servidumbre alas
afecciones, la sensibilidad,
ya que el hombre esta co:
dicionado por las apetencias:
de sa querpo,
Las emociones
ie
L'a emocién tiene una
naturaleza doble y ambigua,
por tn Jado es afectiva y noi
Ot, organica Etimolégnn,
mente significa lo que nos
estremece, pone en movi-
miento y saca de quicio. Son
accidentes exteriores que re-
mueven nuestra inte: i.
dad; salta a la vista nue:
estado de animo: nuestro
Tostro enrojece o se alegra,
Ruestroes movimientes son
violentos, torpes. Debemes
situarls, dice Gurméndez,
enize sentimiento y pasion
Una revision somera,
Neva al autor a describir ai
gunas cmociones: “La
aiceria es como una explo-
Mm. un estallide cordial:
landecen los ojos, el
irradia, palpita acele-
ado el corazén; se rie con
pequemos gritos de
fs emoc! dea
ero}
ion
gace,
gtia es
neuro-
una
por la descarga ¢
nelina en la sangre a
de las glandulas
zada
Hacién del simpatico, ‘ten. 4
cdrtico-suprarrenales que
excita ta secrecién de Jas
tandulas. En consecuencia,
son_los_desérdenes de las.
| funcicnes neuro-vegetativas
| Guediferencian la_emocién
del Sentimiento.” Al contra-
rio de la
estado de bienestar, de dis-
tension, el ri
icd9 €s un enco-
el_animo, ope-
“Fandose un repliegue sobre
si thismo, Existen grados e
intensidad en el miedo, por
ejemplo el temor es un
miedo pequefio; se vence la
paralizacion que inmoviliza
y se trata de huir del lugar
que tememos. El pénica
tiene_un_origen Teligioso;
hay tha Sensacion tangible
ante el invisible personifi-
cado en grito, voz, susurro,
Nama’ o trueno lejano, Ei
pénico se-diferencia del es-
nto en que siente lacerca-
nig del misterio, pero no lo
cescubre, y vive en la incer-
tidumbie de su Megada. El
a1 una emocion equi-
valente a lo sublime frente a
Jo bello de Kant; es cl miedo
desmesurado, sin limites,
ten tremendo que es puro
echarse a correr; es }a poten.
cia del miedo que va no pa-
reliza e impele al movi-
to aunque sea irracio-
ai, sin sentido,
La _vergiienza, como el
‘miedo, pertinece sl género
las emociones negatives.
Nes hace enrojecer y trata
mos de ocultarnes, desapa-
recer. Es una emocién ani-
legria, que es un~
quiladora que leva a desear
La Nada. La vergdenza nace
~qetsentimienta_de—culpap ~
-como_el_micdo, ovigina_las.
primitivas emociones religio-
sd, tales como la sumisién, la
abdicacién, la humillacién,
que terminan en la renuncia
del hombre a si mismo, entre-
gandose al poder ajeno y re-
dentor que la eleve y redima
de su vergiienza.
En ¢ambio la_célera_es
una’ violenta_explosién de
energia frente a la situacion
que la causa, y se manifiesta
por una terrible excitacién y
te~’'n muscular. La célera
e resion de vida; sin
*0, aisla, encierra y
hace perder contacto con el
Mundo. No obstante, el que
es capaz de sentir’ célera
pre reaccionar ante Ja in-
Justicia, sublevarse frente a
la cominia, defender al
oprimido y luchar por su
propia redencién.
Génesis de
s sentimientos
= Lo
cen Se Te perc
realidad. Los Gr
pensables para \
del crganismo humcno lo’
son, también, de su sensibi-
lidad. En consecuencia, po-
dria defini Bilidad
Organos CON atfos, constiy
tuengete
tacién hacia el 3
undo y se-tani mai
fijor sabemos Ie que
rimentamos_para_orie
E} sent
tiva que lo acompaha, sino
un estado subjetivo, el_re:
flejo intimo de lo que esta
“sucediendo fuera. La unidad
“entre recepcién y accion, re-
flejos condicionados y acti-
vidad sensorial de busqueda
explica la capacidad de aen-
tir de la sensibilidad, Los
sentimientos nacen_paula-
~thra~ytorpemente de este
foncionamiento practice de
: larsenpibitidad; es el resul-
| tado_de “querer sentir, de
| buscar interiormente—
El punto de partida es
siempre fisiolagico (movi-
mientos, estimulos corpora-
les) y, para hacerse m
tarde sentida, percibiente,
es necesario una busqueda
mediante la actividad
misma de los sentidos. Asi,
cuando nos aproximamos a
tocar un objeto, realizamos
una serie de movimientos
que reproducen su realidad.
De forma analoga, para po-
der reproducir el tono ade-
cuado, la voz que emitimos
_ debe constituiree en un pro-
cesn de voces, movimiento
continuo semejante a la re-
cepcién tactil de la forma
“Los _sentimientos nacen
de la ca-vivencia”, dice el
psicdlogo soviético Jacob-
son, de cémo nos herimos,
alegramos o entristecemos
fos unos a Ins otros. Lo que
ona _profunda-y-du-
raderamente son las relacio-
nes humanas. Los senti-
mientos son afectos, que nos
causan los amigos y los ene-
migos, el paraiso o infierno
que crea el contacto humano
real.
Las pasiones son siempre
fuertes, activas y capaces de
convertirse en praxis
transformadora del Mundo,
Sin embargo, los sentimien-
tos, inermes por naturaleza,
llegan a ser poderosos
cuando son conciencia anti-
cipadora, idealidad proyec-
tada, utopia y, también al
nacer de expectativas, an-
gustia, temor, espanto, de-
sesperacién, confianzas, y
Negan a constituirse, por el
odio o el amor, en potencias
trascendentales de la histo-
ria, en horizontes del futuro.
Los sentimientos
Dice sentimientos_s9
méliipres- porque’ tenemos
relacioncs diversas con los
otros y, también, muy
complejas con un mismo ser.
La comunicacién entre per.
sonas es un comercio social
El sentimiento, son los sen-
timientos.
El mas inmediato.y le:
mental de todos dolor,
ae. casrespande al padecse_
dela sensibilidad. Et dolor”
siempre lo origina una causa
externa, ya sea una persona
objeto viviente que. al sen.
tirlo, puedo olvidarlo facil-
mente o resentirlo, consti-
78
tuyéndose en una forma de
mi ser .
Por otra parte la alegria \
“es el place \
La definicién de Spinoza es |
exacta cuando dice que
menta la vitalidad
cuerpo velevala energia de la
‘pasién. Sentirse vien es la
“alegria, porque se vive en
pleno dinamismo. La accién
es el impulso de la bondad.
Bueno es todo lo que nos in- |
cita_a actuar,; malo cuanto
postra, paraliza o disminuye
“Ta _energia. Eticamente ha-—|
‘blando, un ser bueno es el
que tier~ alegria, aunque
esté desogeido de riqueza.
La alegia hace generoso al
hombre. trata de comunicar
su energia a cuantos lo ro-
dean. Pero la alegria, dice
Gurmémdez solamente se |
puede man@ner si es colec- |
tiva, overdo la damos y la !
recibimos: peto sies egpista,
solitaria, epictirea, se con-
sume y muere en si misma.
Si de la tristeza se dexpzende
Ja melancolia, dela alegr
nace el placery el contento,
que le precede, son su mecl!o y
sustancia. En cambio, dela
ge derivan la dicha y la
ded. Micntras la alegia es
siempre exyerimentada con to-
dos los sentides, la felic
un vago provecto iNTES. Guiza
inaleanzable, y otres veces
tier Guietud doméstica, una
La_tristeza, estado de
postracton que nos deia sin
animo de vivir, precede a la
congoja, es el dao quejinflige el sentimiento de la
Alliccién, La tristeza no es
Gn sentimiento innato ni
nace sin motivo, nos la cau-
san los sinsabores de la vida,
el malestar que nos dejan
muchos acontecimientos. Se
dice, también, que la tris-
teza es una reflexion y, ala
vez, un sentimiento que se
manifiesta en el descon-
tento. Este saludable des-
contento se convierte en una
tristeza activisima qué im-
pulsa, sin saberlo y quizé sin
querer, a cambiar todo lo
existente.
La melancolia, que Spi-
noza definié como una dis-
minucion de la potencia ac-
tiva del cuerpo, es una tris-
teza que aflige o afliccién
que entristece. La melanco-
lia es debida a un exceso de
sensibilidad que provoca la
valnerabilidud—existencial.
edlico Set
priori al sufrimiento: un pe-
quefio suceso doloroso ad-
quiere tan honda dimen-
sién, que leva a desvalori-
zar la existencia toda. Este
desequilibrio se explica por-
“que cl melaticélico tiene sues
Res d@ grendeza, so valora
£9 Nalora
umensamente y,"el menor
Thoque con la realidad le de-
muestra. bien contraria-
mente alo que creia, que no
¢s nada ni nadie. Entonces
descubre su carencia bisica,
su pobreza de ser radical.
Piensa que ya no hay nada
esta dominada por dos
instintos fundamental-
mente opuestos, De una
parte, ser, afirmarse, expan-
dirse, realizar una ascen-
sidn; por otra, dejar de ser,
desear la propia aniquila-
cién”, dice Gnardini.
Existe otro tipo de melan-
colia, la germana. El melan-
célico_germano esta solo,
pero siente la desazén, un
impulso vago y oscuro que le
causa el Mundo en su tuiali-
dad. La melancolia germana
proviene de la mutiplicidad
desordenada del Mundo,
que se revela imposible de
abarear y estrechar. La
busqueda que desencadena
es para situarse en una aspi
raci6n infinita y descubrir el
esplendor terrestre,
El anhelo del Mundo es,
para el germano, un vivir
satisfecho en la extrafeza,
rara curiosidad de la melan-
colia. ¥ les invade el dolor
césmico al sentir el Mundo
en su presencia total; y el
andar por tierras diferentes,
ajenas, les despierta el deseo
de volver atras, al mal origi-
nario: el hogar.
Siguiendo con los senti-
mienios, el autor afirma que
el ansia expresa la basqueda
concreta del bien pero re-
vela Ja precariedad del que
ansia, manifiesta su debili-
dad, la pobreza del ser que
un bien determinado, sixs
hacia el descanso de a
lucha interminable, El a7
sioso fracasa en sus tenta
vas, pero las repite yt
nueva sin resultado, lo qe
revela una porfia en el m-
sia, una energia interior.
A diferencia de la ans
dad, que siempre tiene ohe-
tivos exteriores, la ang:
nace al volver el hombre
bre stmismo y descubrirel
abismo en que esta sus
tado. La-angustia, com:
la experiencia que surce de
la-conclencia del peligro de
destruccign que crea 1a =i-
siedad, nos devuelve la tr
ilidad; pero ésta es in-
jetante porque la e-
aza del abismo permansce
escondida en las sombras de
la subjetividad.
-Consecuentemente, totos
lL ¢sentimientes-tienen-ena
@ausa_mediata_o inmediata
swue_los orizin, Se puede
afirmar que la tristeza cs un
sentimiento derivado del
dolor y la dicha no se puede
concebir sin la alegria.
Ahora bien, cen quése dife.
tencian_lossentimicnios
‘basicos (dolor, alegria), de
los gue no to son (tristeza,
dicha)? Primero: Los senti-
mientos bésicos son de una
patética elementalidad. Por
ejemplo, el dolor es un sufr
miento corporal con
causa inmediata y, al mi~
dempo, ex
ue hacer. por més éxitos Ta sufre pues casi nunca cspiritual. intima § egunds
gue logre: siempre se sentiré. consigue lo que busca: la la-al
ustrado, isreal, porque, paz interior. Asi, tdaenan- | neral wad pero
ael célico, “la vida Puede hacer de una causa
= oy —_—_—con¢reta. Tanto el uno como}
el otro son estados de satis
faccion o malestar que tie-|
nen su_taiz en el mundo |
conereto pero yacen en esa,
zona penumbrosa e indefi- |
nida de lo corporal-psiquico. |
En lo que se refiere a la
alienacién de los sentidos, el
autor destaca la natural pro-
pensién a la sordera de los
habitantes de las grandes
siudades, los cuales ya oyen
sin escuchar realmente,ven,
ojeart, pero no observan ni
contemplan; se miran largos
minutos y hasta horas,
frente a frente, en los auto-
buses y los ferrocarriles sin
dirigirse la palabra; la alie-
nacién de sus sentidos los
vence. A este respecto, En-
gels pensaba: “En las gran-
des ciudades ven sin oirse
esos cientos, miles que se
apretujan unos 2 otros. gNo
son todos ellos hombres con
el mismo interés por ser feli-
ces?
En los tiempos actuales es
ict el Norecimicnto_y_el
desarrollo de los sentimien—
tos; _vivimos, -también-una
anendeifmde los sentimien-
{= Flaubert creyé que era
posible una educacién senti-
mental, sin embargo, la
educacion de los senti-
mientes esté subordinada a:
ly que aprentiamos en el
nécleo familiar y a lo que
nos depare nuestro entorno
social. Los tiempos raciona-
les, fries, artificiales, no son
propicios para la riqueza del
sentimienta. Sdlo muy po-
cos: el artista, el poeta, el
snob como intuyé Goldman,
conservan intacta una zona
secreta de la interioridad
que les permite sentir’con
la espontaneidad originaria,
los demas, sufren como to-
dos de la miseria sentimen-
tal, cuando no de una indife-
rencia absoluta.
Para Gurméndez, esta
tendencia de la naturaleza
humana parte de la moral
calvinista, pasando por el
imperativo kantiano que
constrife y obliga al cumpli-
miento estricto del deber,
aunque Kant se pronunciara
contra la utilizacién de los
seres como medios, pues son
fines en si mismos.
Existe una amplia varie-
dad de tipos alienados y que
el autor reduce a dos: el ‘the-
terénomo”, descubierto por
Ja Sociologia americana, que
consuma el holocausto desu
vida en el trabajo agotador,
perdiendo hasta el senti-
miento de si mismo, y_el.
“auténomo”, que se alicna
por Ta excesiva interioridad
0 vida pérsonal y le at
. hasta dejar de ser una reali-
dad, de tener un des
La verdadera mora! debe-
ria obedecer y seguir el im-
pulso de lo que realmente
sentimos, pero esta esponta-
neidad la perdemos por cl
vansia de poseer. El autor
“ita aw Marx: “Ja propiedad
hace a los hombres cosas ¥, a
la vez, a las cosas seres’
La_ moral burguasa logré
lo qué se propuso: crear dos
tipos aparentemente opu
tos: unos racionales, ob.
vos,.que_yencen sus_senti:
mientos para enriquecerss
dominary ¥¢
enérgicos, vitales,_¢
gueza 8 adquirida: La ali
acion se manifiesta en esta
racionalidad utilitarista de
si mismo, medio para un fin,
y en esa vitalidad gozosa, |
bertad incondicioneda
irracional. Racicralismo y
vitalismo son las dos mora-
les de la propiedad privada.
El autor afi “Entre
teshombres nacianales)ave
si-
sentimental, odemos
‘al técniee? quien, exte-
Harleado,y mecanizadan6¢
un servidor de la voluntad
de dominio colectivo. Tam-
bién cabe, dentro de esta
clasificacién,{el sentimenta
paeq! que vive para si mismo
en una permanente_refle-
xida interior, cayendo en la
“gutoalienacién que se mani-
fiesta en el aislamiento, as
cetismo -o~misticismo del
er, en Ta perdida del
arecer de
7 = Otro tipo
racional es we el Gurberatay ue
sacrifica a la norma discipli-
naria todos sus sentires, do-
minado por el afan de man-
dar u obedecer, pues la r3
cionalizacion formal de.
tareas le obliga tanto.
riar Como @ someterse. El re-
sultado negativo es el
de
-sus_sentimier
zacion de su vida sentimen-
“tal (...) como vemos, hay
sentimientos que puedenSO
dominar nuestra existencia
y hasta les pueblos son victi
jnas de esta alicnacién: el
inglés, esté dominado por la
necesidad practica; el fran-
cés, por la igualdad politica;
el ‘aleman, por la autocon-
ciencia, dice Marx.”
El sentimiento, aparte de
ser percepcion, es reflexion;
sucede un acontecimiento; y
més que sentirlo, lo pienso.
Esta asercion, sirve a .Gur-
mén¢ez para abordar sucin-
tamente el romanticismo
alem4n. Se afirma que los
romanticos alemanes atri-
buyeron a Kant el descubri-
miento de ese tesoro de la
camara oscura que es la sen-
sibilidad. Sentir el mundo a
través de sensaciones, emo-
ciones, percepciones subje-
tivas y juzgerlo por lo cue
sentian, tal es la interpreta-
can romantica del pensa-
iento kantiano.
Los roménticos vivian y
concebian sus obras inmer
s en la confusion de sus
sentimientos, _arrebatados
@e pasion y confirienda al
sueRo casi toda capacidad
de conccimienta.
Novalis escribe Himnos a
la nucke. eco de! dolor que le
causa la muerte de Sofia
Kuhn, La Edad de Oro que
ntuye Novalis como pro-
mesa del futuro, solamente
se legra por la desventura
nos hunde en las raices
curas del sufrimicnto.
Halderlin ¢s el verdadero
sAntica, porque salta
desde la oscuridad mas pro-
funda a la claridad lumi-
nesa de la conciencia. En
creptsculo de Ia aurcra o
tiempo sagrado, canta al dia
que alborea, no a las
sombres que sepultan. En
Tubinga compuso Hélderlin
su Himnoa la diosa de Ia ar-
monia, donde la vida es una
fuerza que une todos los
fragm-entos dispersos de la
realidad, una luz secreta
que penetra hasta los rinco-
nes més secretos y teje la
unidad de la naturaleza. La
armonia, diosa de la conco:
dia sutil, es-una totalidad
que se realiza por la recipro-
cidad de las conciencias: la
unidad humana. Para
Holderlin, 1a armonia es el
amor como eje césmico ce
gravitacion. Igualmente,
Hege! habia concebido el
or como superacién de
rencias y contradic
nes de los sentimientos.
El amor
Une senlimientes selec
furans. asi como el libro de
Qurmendez confluyen en el
arsor! £! anor es el mas po-
daroso de les sentimientos
porque domina y absorbe la
Htotalidad de la persona, Es un
sentir sin sentirse para vivir
desde un ser y para él. El
amor. @6 pues. sentimienta y
pasién. Cuando encentra
2 Una petsona que nes atrae
dejamo: ce vivionos y la
mames totalmente; es la sc-
duccién. El amor nos hace ol-
vidar quiénes somos y renvn-
ciamos voluntariamente a no-
ndo
sotros mismos, queri
transportamos ul otro, es un.
actividad positiva y enti gic
que busca realizar sus propics
fines. Al olvidarme de mi
para existir desde otro, el
amor ¢s la socialidad de mi
yo, pues me desindividua-
liza, objetiva y trasciende,
pero, al mismo ticmpo, es !¢
jraa expresién de la in-
dividualidad, ya que crea
una intensa soledad inte-
rior. El que siente amor se
vyuelca sobre si mismo, s¢ se-
para del mundo, vive
siempre reflexionando,
preocupado. Amar es pen-
sar. decia Heidegger.
Pero el amar no es un sen-
timiento reflejo, la res-
puesta a un estimulo
terno ni, tampoco, la e:no-
clon que nos causa la pre-
seneta de una criatura que
nos efecta. Spinoza da a e
tender que no hay amor sin
conocimiento del objeto
amoroso. Por
“es-una afeccién
tiva, no una turbulenta agi-
tacién del alma, pozque es la
iéea_en_mi de una persona
qee_ debe ih} 4
fente para que st ima:
gen permanezca en mi y 10
se borre,