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Santiago, veinticinco de junio de dos mil nueve.

Vistos:

Se reproduce la sentencia en alzada, con excepción de sus últimos

cinco párrafos, que se eliminan.

Y teniendo en su lugar y, además, presente:

1.- Que consta de la información sumaria de testigos que rola a

fojas 17, que el peticionario René Rodrigo Ruiz Martínez ha sido

conocido por los testigos que declaran, bajo el nombre de Alison o

“Alis”, durante un período no menor a los 8 años. En efecto, mientras

Patricia Elena Alvarez Torres, domiciliada en El Vínculo parcela N°20

lote 9 de la comuna de Paine, declara que conoce hace unos 8 años a

Alison Ruiz Martínez, a quien siempre ha identificado como mujer y

tratado de esa manera, independiente de su condición homosexual, el

testigo Claudio Enrique Ordenes Orellana, también domiciliado en la

comuna de Paine, calle Diógenes Carvajal N°498, señala que conoce a

quien dice llamarse “Alis Ruiz Martínez”, por más de 10 años, y que

tanto para él como para la gente que lo conoce se ha hecho respetar con

ese nombre.

2.- Que el informe evacuado por la siquiatra forense del Servicio

Médico Legal, doctora Inge Onetto Muñoz, que rola a fojas 55, luego de

una descripción pormenorizada de la historia y antecedentes del

peticionario y de una evaluación de su salud mental, concluye que éste

“presenta un transexualismo o trastorno de identidad de género que lo

hace sentir, pensar e identificarse como mujer”.


El informe señala que René Rodrigo Ruiz Martínez es un adulto

joven, de apariencia femenina, que a través de los años ha logrado ir

cambiando su fisonomía masculina, a través de diversas intervenciones

tales como una rinoplastía y un implante mamario y de silicona en

glúteos y caderas, más sesiones de fonoaudiología para acondicionar el

tema de la voz. Conserva, sin embargo, y como lo acredita el Informe de

Sexología Forense del Servicio Médico Legal que rola a fojas 45, sus

genitales externos e internos masculinos. Según declara a la siquiatra

Onetto, su proyecto es operarse en el Hospital Naval, para cambiar

definitivamente de sexo.

3.- Que al decir de los especialistas, el transexualismo es una

condición “caracterizada por el hecho que una persona que, desde el

punto de vista genotípico y fenotípico es clasificada dentro de un

determinado sexo, tiene conciencia de ser del sexo opuesto, o mejor

dicho, de vivir a la manera que lo hacen los sujetos del género

contrario”. “El transexual tiene un profundo sentimiento de pertenecer al

“otro” sexo, no obstante ser una persona normal desde una perspectiva

genética y morfológica. Ella, sin embargo, está poseída de una

incontrolada aspiración a modificar quirúrgicamente su sexo somático –

que le resulta intolerable – para el efecto de obtener el reconocimiento

jurídico de tal transformación” (citado por Fernández Sessarego, en

“Nuevas Tendencias en el Derecho de las Personas”, Universidad de

Lima 1990, en revista 010, Derecho y Cambio Social).

4.- Que habiéndose establecido con el informe de la siquiatra

forense antes citado que, desde un punto de vista psicológico, el


peticionario posee una identidad sexual que lo hace identificarse con el

sexo femenino – lo que lo ha llevado a realizar diversas intervenciones

quirúrgicas destinadas a cambiar su apariencia por la de una mujer -

resulta evidente para este tribunal que su nombre, como atributo de la

personalidad y componente esencial de la identidad de una persona, que

determina su relación con la sociedad y que lo distingue frente a los

demás, no puede ser uno de carácter masculino, ya que esto impide que

el peticionario desarrolle su verdadera personalidad y se desenvuelva

frente a los otros conforme a la condición sexual que reconoce para sí

mismo y a través de la cual asume su proyección en la vida.

5.- Que la necesidad de dar una respuesta al conflicto sometido a

esta jurisdicción, viene dada, finalmente, por apreciar que el derecho al

pleno desenvolvimiento de la personalidad está ligado a un concepto

fundamental, que está a la base de todos los demás principios y derechos

que la Constitución Política consagra, cual es el de la dignidad de la

persona.

6.- Que de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 1° de la ley

17.344, que autoriza el cambio de nombre en los casos que indica, en lo

que atinge al caso que nos ocupa, “cualquiera persona podrá solicitar,

por una sola vez, que se le autorice para cambiar sus nombres o apellidos

o ambos a la vez, en los casos siguientes: a) Cuando unos u otros sean

ridículos, risibles, o la menoscaben moral o materialmente y b) Cuando

el solicitante haya sido conocido durante más de cinco años, por motivos

plausibles, con nombres o apellidos, o ambos, diferentes de los propios”.


7.- Que en las condiciones anotadas, estima este tribunal que

concurren a favor del peticionario las causales de las letras a) y b) del

artículo 1° de la ley antes citada. En efecto, el hecho de mantener un

nombre masculino que lo identifica cotidianamente en su relación con la

sociedad, en circunstancias que sicológicamente el peticionario es una

persona que se percibe a sí misma como mujer y ha transformado su

apariencia con el objeto de parecerlo y vivenciarlo en todos los aspectos

de su vida, no puede sino generarle un menoscabo moral, como el que

requiere el literal a) de la citada disposición legal. Asimismo, con el

mérito de la información sumaria aludida en el motivo primero, que da

cuenta que el solicitante ha sido conocido bajo el nombre de Alison o de

“Alis” - entendiendo razonablemente que éste último es usado como el

diminutivo del primero – por más de 5 años en la comunidad de Paine

donde vive y trabaja en un salón de belleza como estilista, según consta

de la entrevista clínica hecha por el forense a fojas 55, se cumple

también la hipótesis contemplada en el literal b) de la mencionada

disposición, en la medida que el “motivo” por el cual ello ha ocurrido,

resulta “plausible” – como lo exige la norma citada – ya que la razón

para haberse identificado con un nombre propio de mujer ante sus

colegas, vecinos y amigos, es el corolario lógico de su propia identidad

sexual.

8.- Que la posibilidad de acceder al cambio de nombre solicitado

permite, por otra parte, dar cabal cumplimiento a lo que el artículo 31 de

la Ley de Registro Civil persigue, cual es que no se imponga a una

persona un nombre que pudiere resultar equívoco respecto del sexo, lo


que en este caso preciso se había producido, como consecuencia de la

condición de transexual del peticionario, develada en su adolescencia y

asumida hace ya más de una década, según se desprende del informe

pericial que rola a fojas 55.

9.- Que, con todo, para dar lugar al cambio de sexo en los registros

de nacimiento respectivos, parece razonable exigir que el solicitante se

someta previamente a una intervención para adecuar sus órganos

genitales externos al sexo realmente vivido. En efecto, si bien la decisión

adoptada en relación al cambio de nombre supone admitir que el

componente psicológico de la sexualidad es determinante para los

efectos de definir una verdadera identidad en ese ámbito, no es menos

cierto que la presencia de genitales externos diferentes al sexo vivido,

constituye un elemento de incerteza que es necesario eliminar, aún

cuando resulte altamente improbable que el solicitante pudiese querer

retornar a vivir de la manera propia de su sexo originario. Dicha

prevención tiene presente, entre otras cosas, aspectos tales como la

procreación y las dificultades que pudieren surgir en el caso de una

eventual paternidad del solicitante, por afectar fundamentalmente los

derechos de un tercero.

Por estos fundamentos, disposiciones legales citadas y lo dispuesto

en los artículos 186 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, se

revoca la sentencia de treinta y uno de diciembre de dos mil ocho,

escrita a fojas 65, sólo en cuanto rechaza la solicitud de cambio de

nombre y, en su lugar, se resuelve acoger la solicitud de fojas 5 en esa

parte, accediendo a que el nombre de René Rodrigo (Ruiz Martínez),


establecido en su partida de nacimiento, sea cambiado por el de Alison

(Ruiz Martínez).

Se confirma, en lo demás, la referida sentencia.

Acordada contra el voto del ministro Mera Muñoz, quien fue de

opinión de confirmar íntegramente la sentencia en alzada, por sus

propios fundamentos.

Redactó la abogado integrante señora Muñoz.

Regístrese y devuélvase.

N° 2.541-2.009.-

Dictada por la Quinta Sala de la Iltma. Corte de Apelaciones de

Santiago, presidida por la Ministro doña Dobra Lusic Nadal e integrada,

además, por el Ministro señor Juan Cristóbal Mera Muñoz y por la

Abogado Integrante doña Andrea Muñoz Sánchez.

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