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FELIX DUQUE FILOSOFIA DE LA TECNICA DE LA NATURALEZA (78D, sum cio womEND nofesa ASOCH00 | 1eljos Disco de cube: J, M, Domfoguezy 3. Sinehez Cuenca Impesiin de cubieta: Grtcas Motina Reserads tos los derechos. Ni la totalidad ni parte de ‘Ste Ivo puote reproduce o tansmtse por ming Srocedinesto cecronico 0 mecksio, inlujendo f1oeo ia grabocon magndtca o eualgulr almacenamiento de [aformaciony stra de ecupereion, sia permisoescto (de Edo Teenon, S.A © by Feu Duque. 1996 EDITORIAL TECNOS, S. A, 1986 O'Donnell 27 28000 Nadie ISBN! 88309-1255. Deposie Lepi N20-1986 Printed in Spain, Impreso en Expaia por Gama, S.A Trace, 17. Madrid INDICE Istrenucertn Pe 1. gran rehazo 2. Reprevo a ln nataralena i 3. Transformacion Genin de Ta nuraena 4 La teenies como mate Carta f: Disses Los rstaDios NATURALS § 5. Divisiin natural y division del tabajo $6 Linprepunts por cl ssirato de los extadios natu § 7 Lanteonia, pron material $k Eldevenir de lov estadios natures CCantulo Hs La saToRateza PRIMORDIA § 9. La pregunta por el origen $10. Eleamdorseconseteen hombre SUL, Le protibiion dt ineesto Capitulo IL La watuRateza onaanica 612. Laagricultusn on as soviedadeshidrsulics $13, Lor elementos de constrteibe dl mundo $14, Sentido de los mitor cosmapinicos $15, Lamouiiad de lo real $16 La palabra como imperio $17, Inerpretaciin teenonutural del Poema Babilnico dels Cresian S18 Elfin de na era CCopitalo IVS La WATURALEZA AREISANAL $19. La naturales como resin $20. Senge dea tGeniceartessnal $21, El amino hacia el munde fico n 4 18 2% Py 2 as 8 “6 2 2 * ‘s ss ‘7 a1 2 103 106 i 9 9 be 1s 52 $3. a 525. La tensa oma made de lo ico Exaltcin dela cudad La medinisn del atesano Interpretaciin tesnonatra de a leyenda de DS dale Capitulo Vs La waToRaLeza cance 535 ea 52 i. 530, Er estancamiento técnica de Rom NNacimiento del ingenioor Et hombre miuina Eleaado nique, Interpretaciin tenonaiurl del Dios newtenano, CCaptulo VI: La navunatizs emennien 53 532 os. La dpoct de la Eenica del mundo El fuego eterno Inuerpretciintinonaiurl del roca CCoptulo VI: Ewen YOUR pig PASSWORD su 3 La diseminasin de Ossdente ‘Hiacia una nueva epoca? ‘Cowentantositiocnirico 19 156 160 188 188 i 2 210 ba a 0 56 9 2» aa 208 Este libro. que podria haberse llamado también, En- sayo sobre la materializacién de las ideas, esti dedica- do a mis alumnos —tan pacientes como inquisiti- vor— de 4.° Curso de Filosofia del aio 1982/83 en Ja Universidad de Valencia, José Sanmartin me ani- m6 a su gestacion y ayudé después a que viera la luz, de modo que mi deuda con el es doble. yap @vorg Smporis, 872708 Ocia, En efecto, la naturaleza es demoniaca, pero no di- vinan (Aristételes, D. divin. per somn., 463014). INTRODUCCION §1. EL GRAN RECHAZO La vuelta a la naturaleza ha llegado a ser en nuestro tiempo la expresion iitima del Gran Rechazo de la sociedad occidental postindustril. El mito ~siempre Fenovado — del paraiso perdido se da aqui la mano con el desencanto nihilista. ;Cuail es el supremo des- tino de la humanidad?, se preguntaba Kant. Su res- puesta ha suscitado revoluciones, levantado pueblos. ¥ provocado la gigantesca marea de migraciones ma~ Sivas —y forzosas — de la dlima gran guerra, Esa Fespuesta era: «EI Reino de Dios sobre la Tierra. ‘Lo que Dios significaba en una época en Ia que el Viejo Gott selber ist tor (Hegel, Glauben und Wissen 1802) era: el triunfo de la razén téenico-priictica que> en el caleulo previsor (providentia} de todo lo que es. fen cuanto absolutamente disponible (bestellbar), con- Yertia aquello asi calculado y dis-puesto (ge-stellt) cen existencia consistente (Bestand). La antigua fe mo- via montafas: la nueva, omnipotente fe de la razén instrumental disueleliteralmente las montatias al ha- cer transparente su estructura como recursos «natu- Tales» industrialmente aprovechables, Bl resto es dese- cho, Ab-fall (Hege). Y sin embargo, ese desecho es lo que el organismo humano, producto de una larga evolucién histérica, necesita justamente para su propia supervivencia: el medio ambiente, el ensorna, del cual ha desaparecido faquello a partir de To cual ste se configuraba como entorno, como circunstancia: el hombre mismo. La traducci6n de las viejas palabras kantianas que abrian el sendero del Progreso podria resumirse en un grito ‘de combate que todavia resuena: «Donde habia Na n turaleza, debe llegar a haber Historia, Espiritu». La conquista de la Naturaleza supone el fin de la exte- rioridad, el fin de toda necesidad Todavia se repite el grito, ya sin conviccién, ya convertido en cliché, precisamente alli donde vegeta la gram Revolucién (quizé la altima, por haber logra- do un sistema unifieado: el viejo steno de Ia Razin ilustrada, que ha triturado y aplastado (zerquetscht Hegel) su gran antagonista: la Naturaleza, para cons. truir con su pulpa un mundus (lo ordenado, limpio y bien dispuesto). «EI Reino de Dios sobre la Tie- ra» dice, ahora, su verdad: et Reino de la Libertad® Pero nuesira verdad es mas simple y, por ahora, se manifesta de forma negativa: estamos hartos de ‘grandes palabras, de tantas vacias mayiisculas derro- chadas, en el Este como en el Oeste. Pues tambien en Occidente se nos augura un futuro del hombre como realizacion (Verwirklichung: accion electiva, eliciente) de la libertad. Y también aqui encontra- TTP. Sane, Crgue del raion ailectige, Glia, Pars 9, 202: 4A dese verdad, seam caaes san fou hombres Tot “esos aparece basta hora dentro del cusdro de ln essneh. ot ‘ecien un souedad todavia inenpar de iterate de ss nvridader 3; por end, dels marwaeca'y qu, por consguint, se define ig sma por sus tenis yee. ube mio} 2 Nthese de Sekion Philosophie bel der Destshen Akademie er Wisenschaltenn, en Dr. Zetcrif fr Piles (DDR), Sonder ben, 1965, tas 9. p19! sSolimente en et sci ¥ sobre In as dl ras lennismo pueden cress fan ceneas Patras teencus J soils junto con a Houta marnistfeninsia asta Iegar # Un sistema’ de Tas ciency, a sistema que aecere ‘dino det hombre sve le naarlea, gue aelee su comivenia Secialy, com amas eon, In transicion del reno de Is needed Shree de a Iertad (Sib mi) Klaus Tucel, «Wisenscafiche Erkenntise und tecische Foxit in metadkomschen Wertordnane>, en Wiechtiche ad geselichficheAurerkungen de technschon Foci, DL (Wertin’ Deutscher ngeniure). Duseldor, 197, 9, 138: Esta {area [conectar el progres teeico con lot valores humanisas, FD) puede sor eetusda solamente sobre in ase del exact onocimiens defor resultados, modos de pensar metodos de It lnvestgacion natural y de lv ingenira Senta, y Toure por tanto uns inimsva cooperacion a arg plaza soa representantes 2 mos dominacién y opresin (Herrschaft). En ambas partes un mismo sistema, en el que todo da lo mismo (cf. Heidegger, Identt und Differens, 11). La triada poder-saber-trabajo establece el espiritu objetivo de la productividad, la competitividad y la obediencia. La institucién (término clave con el que todo se re suelve, pero que oculta qué se instituye) de socieda- des tecnocientificas dentro del propio aparato estatal (ya sea un estado de clases o de castas) diluye toda posibilidad de encuentros de hombres con otros hom bres en el ambiente en el que, y desde el que, podrian realizarsu vida cotidiana, apacigua los deseos en nom- bre de la parsonsiana affective neurrality © impide cl acaccer propicio (Er-eignis) del dilogo. Encuen- tos, deseos, didlogo son, de nuevo, restos (Abfille) de la naturaleza, ahora considerada como interior. La psicologia social (que, al menos, no se considera ya einicamente como ciencia del espiritu, sino como Giencia de la conducta, ie.: de la conduceién en favor de la produccién) exige ahora del individuo, que trie ture y aplaste (zerquetscht) sus pulsiones internas, su «animalidad primitive»: su pasado natural, en suma, en nombre de la sociedad civil. Esta trituracion tiene ahora, ya, su nombre apropiado: ingenieria humana (human engineering ). Digno remate dela absoluta con- Gquista de Ia naturaleza, que habia comenzado por el dominio de la llamada naturaleza exterior. Asi, pues. parece no haber ya ni edentro», ni afueray: el artfico, el mundo técnico, deviene planetario (planevés: erran- te),y ni siquiera parece que pueda hablarse de mundo artificial, porque la naturaleza ya no se o-pone: sim plemente se dispone y compone ante el ingenio hu- ‘mano, cantado ditirimbicamente por el ingeniero Ga- Tileo en su carta a la Gran Duquesa de Lorena: ‘iquién podra poner limites a los ingenios humanos? ‘Tehasdisiplina cientifins en cestsn.. Et mundo ténice.. save {Eulenfo or tanto que ser converte on un mundo abr, eel {us ata posible el fturo él hombre, entenido como reason eucinead| B ifoteamos, por fo, en el Brave New Word? Exe ibro se escribe mirando ay se publica, supongo, dentro de ~ 1984. state §2. REGRESO A LA NATURALEZA La descripcién anterior es tan apocaliptcn como poco matizaa. Pretende rele, frente a ia gran il Nn del Progreso de la especie havia To rhejor. is apinign wd termino medioy que por doquera surge acwalmente. A ello me veferia al Subrayar enuestra> Nerdad frente a la otra verdad. propalada desde el poser, Un poder nor fo dems, que se muestra cida ‘eo mis indelso (cuando su esencia consiste en lt decision universal) en orden aa justificacion, legit macion de ss actos. Pareeo, en efecto. lejos Tos tiempos en que un Kabn* o un Vasiliev auguraban tun iin so 2000, Cada sistema oles, desde us Sreanos de propaganda, clin dela pobreza material vide la ignorancia spiritual, La meta se veia 9a. Cereana: la revolvion através del progreso iin terrumpido (atodelo ocidental) al progreso indelt nid td ei sli (moon or, el desirto cress. El supuesto progreso sere Gieta la misera universal y Ine diferencias entre eae ses yestados. La supuesa revolucion aeentia aquello gue pretenda borrar: los privilegis, la dstiplina Ia separacion entre mano y cerebro. ene trabyj i telectal y manual, mieniras que borra lo que de- biera haber acentuado: la dessin coletvay a hi bertad individual in reaizacion de una sociedad co- rita Pues bien, frente ata everday det Progreso y la sverdady del Rechazo, tna propesta plausible puede 7 Sin emharg, mientras ecribo esas ineas, me dicen que sea de aparecer en Alemania la taduecibn de Ia tims obra. de ‘eran Kahn, Der Kommende Boom. cals ue contea Sento 9 mare se pretend fomentar de nuevo el optim perdido “4 cencontrarse siguiendo las palabras de Antonio Ma- chado: fu verdad? No. La verdad ven conmign a buscar, a ty, guidatel, ero antes de procedera tal bisqueda es convenien- Te que nos delengamos an un tanto ela slva St del deseneanto La magica palabra que resuena tn'sus frondosidadcs es tan rotunda como quello Sentra lo que luca, Esa utabra es: Regreso. Ante Stace desvanee el Weal Gel progress, denomins- Slon que yt solo puede ser tilda Irdncamente Regretemes pues, Frente al pro-ereso (Foro). {I pso atrs (Sehrirandek) Solo que, 2 done so tejocede? A aquello que a histona Ta tecnica fabian cubicros Se descubre, se desveld en su ter {aa te civina Naturalera, Jest er tat? exlame entusinsmado HOlderlny nosotros ox seguimos, ext Sindos®, Pero, gen ue conse tal Natualeza? ii editor semina Heyne. una expec de gigan tes fica de enifos de vent, anuncla para fe breve de 1984 tna nueva obra! Zarek sur Notun! Subtle del producto: aSubidurla verde de es ienowy-Agu endremos, condensadas en un chmedo Volumen de bos, ls rectas lists para cons mmr que nos pemitan i ensofacion de Ta hid Por todas parte encontramos i misma paradoj Tas ageneat de vias ofecenpaaizos exSUe08, pe- furadonyacondiionados paras urta mediante li- soy egmodos hotles, jutoa la posblidad de shop- Ting Go endasnatvas donde se habla Inglés Toda T Eas cncuniamiento es ingenuo. y hice cso omiso de le profldidadbismal (uel sarado Caos) de donde surge In a Eirias hbrdeimara: Quede constanca de que aul no se re. tener de lgow raza al pron poetiador defy poeta sino ‘Sis Sombatiruna opinion mostenea: ia de quenesanbelah a frase bajo grandes Banderas, en Togar de meditar sobre In ne FSi de tls under Is persona medianamente situada (i.¢.: a la que se le ha asignado su sitio) aspira a volver a la naturaleza... gra- cias a un jardin en el chalet, bien comunicado con la ‘gran ciudad. Los pocos viajeros-aventureros que que- dan exploran mundos virginales para su proyecci6n en televisién. Se delimitan espacios naturales, dentro y fuera de las ciudades, para el reposo del guerrero industrial. Se habla con orgullo de la politica de creacién de parques naturales (el 5 por 100 del te- Fritorio de los EE.UU. esti dedicado a tal fin; Ye- Howstone ocupa una superficie de 8.960 km?), en- lazados mediante autopistas con las ciudades, Dentro del aparato estatal proliferan ministerios y seeretarias dedicados al medio ambiente y a la calidad de vida. Unas gotas verdes permiten endulzar el producto, y secelebran ontinuamente grandes conferencias y con agresos donde los expertos discuten planes y proyee: tos de salvacién dela naturaleza, Esta deviene a de nuevo —y mis sofisticadamente— material de claboracidn, La naturaleza se encuentra desgarrada entre la ingenuidad del ecologista ade sandalia y po- eo» y Ia planificacién planetaria de los téonicos en ccologia (je5mo se podrian salvar fos bosques alema- res sin una politica conjunta de todos los paises entroeuropeos?). Los antropélogos calculan, miden y pesan, desde una perspectiva rigurosamente tic, las aP—“pocas sociedades «primitivas» que ain subsisten, y transmiten los folkwrays y ritos de esos pueblos (pers- Pectiva -emic) a fin de que, para bien © para mal, el hombre postindustrial se sepa distinto y separado: para que en el rechazo del ayo no soy asin pueda al menos retonocerse como «yO». aDénde se encuentra aqui, preguntamos de nuevo, ‘esa Naturaleza a la que debiéramos regresar? Antes de la eclosién naturalista, y como puede constatarse atin en los diecionarios, museos del lenguaje (como los jardines 2ooldgicos y botinicos lo son de fieras y plantas), «naturaleza» era el fondo inmutable de provision ‘sobre el que se construia la. sociedad 16 quella representaba lo uniforme, lo siempre igual 4 si mismo («ino hay dialéctica de la naturaleza!s, insistian los filbsofos hace unos aitos), Las sociedades eran lo diferencial, lo histérico: el movimiento per- petuo, el werden =u sich del individuo-centro. Triunfo e la subjetividad en aras del subjetivismo, Todavia en nuestro lenguaje resuena esa acepcion (naturaleza como esencia), cuando hablamos de actos antinatura~ les (debidos, en dltima instancia, a la libertad del Hombre), incluso de la naturaleza de Dios (clausura perfecta de la inmutabilidad). Lo mismo ocurria con ‘nuestra naturaleza interior, la naturaleza humana co- mo fundamento sobre el gue se constituye To social ferente®, Aun para denostarla, en un pasado re- iente —y ya tan lejano— antropdlogos como Lévi- Strauss se adherian a esta concepeién al alabar a las sociedades sin historia, en las que todo sigue igual; y los antropélogos alemanes contintian lamando a 0s pueblos, ilusoria e ideoldgicamente deseados, Naturvolker: «pueblos naturales». Deseo de quietud dena sociedad fatigada: Dios ha muerto; nos queda la Naturaleza, descanso del cor inguienum: Ahora nos'hallamos en el mundo invertide. Lo social es gris: el fin de Ja Historia, En todas partes lamisma uniformidad, Cambiar de ciudad o de paisaje supone la tediosa monotonia de lo idéntico, Los idio~ ‘mas cambian; lo dicho en ellos, no. Las monedas son distintas; pero todas ellas esidn sometidas a un mismo patron y a un mismo mercado. La variedad de procedencia de lo con ellas comprado muestra que. por fin, vivimos en un mundo. La indiferencia en cali dad de esos productos revela al mismo tiempo que en tal mundo todo da igual El refugio de toda esta mostrenca grisalla se busca ahora en lo «naturaly, bajo cuya denominacién se TET Beigson, Ler dove sources de fe moole et deta rellln . Alan, Pass, 193, p. 209: ablay unm naturale undone Y adaisones nuperpieas «I matron guetta 3 {ontundine eon el 7 entiende Ia dispersion de todo aquello qu: no esté sujeto a normas (es decir: Jo que no se entiende). Es lo salvaje, tanto da si desierto o selvas: dle Wilds, Los peligros de esta ideolégica regresion son ma- nifiestos: antes, la cbestia rubia» interior se domes- ticaba. Fin de lo patolégico (Naturaleza, necesidad), advenimiento de la absoluta moralidad (Historia, bertad): ahi se encontraba el ideal de Occidente, desde Platén a Kant, Ahora, comienza a afiorarse la ebestialidad> perdida, tanto interna como externa mente. Ya no hay naturaleza humana, en el sentido ilustrado. (Ello debe significar que cada pueblo, cada individuo, cada ente vale, y es, por su potentia agendi, por su capacidad de imposicién? La vuelta a la naturaleza, jes una vuelta al hobbesiano «estado de naturaleza»? La téenica, temida en el siglo xix por el idealismo reactive como wdemoniacan, parece ser sustituida ahora por algo igualmente demoniaco, Y ‘nuestro mal du siecte acaba por repetir_sombri mente los roménticos lamentos finiseculares: En verdad se acerea grandes pasos [a snigulicién del mundo, ‘ets Nu, odoseconen nia! serine ome ‘Pala §3. TRANSFORMACION TECNICA DE LA. DE LA NATURALEZA A dos kilémetros de Schaffhausen, pequetia ciudad suiza en la frontera con Alemania, se encuentra uno de Jos mis impresionantes atractivos naturales de la Vieja Europa: las cascadas del Rin (Rheinfille), Pocos 7 Gold Kater, «Dynamite, en H. Sacsse od), Teck und CGsetehft, Veriag Dokumentation Saur Munich, 1976. IL. p. 52 “Wnkrich de Welvernightung se nahet mit lglichen Sebriten Und aos dem Nicht wird rch herrich eft sch day Wart» Keller es bien conocido por haber cantado la vida naturale de Tos campos en su Die Leute ron Sold, 18 lugares mis apropiados que éste para sentir en no- solros lo que Kant denominaba «lo sublime dindmico» (Kritk der Urteilskraft, $28). Aqui la caida libre del agua, que se despefia entre grandes rocas, excita una fuerza interna, que no es naturaleza (como qu €l filésofo), de modo que tenemos en poco, ante la contemplacién de la masa de agua, aquello que nos preocupa: los bienes, la salud, y aun la propia vida, ‘Ante tal especticulo, honramos 2 la humanidad en nuestra propia persona: se suscita asi una idea es: télica que da qué pensar. Hasta aqui, podémos seguir la doctrina del viejo filésofo. Solamente, nos pregun- tamos qué significa en este caso whumanidad», y qué nnos da a pensar la idea suscitada por las cascadas del Rin. Si remontamos la corriente, encontraremos una placa informativa sobre la abundante pesca que, con anterioridad a las presas que jalonan el curso actual, daba otrora de vivir a los Tibereiios. También se encontraban alli ruedas hidraulicas ( Wasserrider) pa- ra la irrigacion de los campos. Ruedas que, si han dejado de ser rentables (en Europa central sélo se encuentran en uso —de forma casi romintica— 18 ruedas en Méhrendorf, cerca de Erlangen), ase- guraban en cambio Ia productividad de los cam= pos, ya que los cangilones —a diferencia de las ‘modernas bombas— recogen el agua superficial, mis caliente y rica en bacterias que Ia del fondo. En Ja cascada misma, sobre el caz funciona todavia (en una reinstalacién, como recuerdo de otros tiempos) una rueda de molino de agua, que suministro encr- sia para las herrerias entonces alli instaladas (lo que daria origen al asentamiento de una poblacién; de ahi la denominacién del lugar: Neuhausen), Sin em= bargo, lo que hoy resulta al menos tan impresionante ‘como ia cascada es la gigantesca central eléctrica que transforma en energia, con un rendimiento del 90 por 100, Ia caida def agua. Inmediatamente al pie de la cascada, encontramos una placa que sefiala algo bien 19 significativo para la civilizacién: fue aqui donde, en 1886, comenz6 la produccién comercial en gran es- cala ‘del aluminio, metal descubierto en 1825 por Cersted, uno de los mas importantes experimentado- res en clecricidad, Actualmente, nada queda de las grandes fibricas. La construccién de centrales ener- géticas mis potentes, la contaminacion de las aguas debida a la produccién del aluminio y, sobre todo, Ja construccion de instalaciones masivas para el tu- rismo, que Hlena constantemente el lugar, hicieron aconsejable su desmantelamiento. ‘Todos estos factores han ido modelando hist6rica- mente el especticulo que ahora se toma por natural. Los fertles campos riberefios son continuacion trans- formada de los irrigados gracias a la rueda hidréu- lica, En nuestros dias, la cosecha es mayor y mis selectiva (aunque quiza no sea mejor) gracias a bom- bas movidas por la energia eléctrica de la central ¥ & abonos sintéticos producidos en fabricas que ‘gastan igualmente energia (sea ésta hidréulica, térmica _ 0 nuclear). Las continuas presas que regulan el cauce del rio son decisivas para asegurar el control del ‘caudal del agua. La contemplacién de la cascada resulta mas impresionante desde grutas artificales (con taguilla a su inicio). Enfrente, un gran restau ante en el que se ha instalado, igualmente, un bazar de artis libres de impuestos, dada la pro- ximidad de la frontera. En las mencionadas grutas no cabe demora: hay que dejar el paso a otras cu- riosos que forman larga cola para satisfacer su ansia de regresa’a la naturaleza, y quizi también para sentir en si esa honra a la humanidad que Kant asociaba a lo sublime dinimico. Ahora bien, ;qué ehumanidad» honramos en este aso? No, ciertamente (al menos prima faci), a for- mada por Ia razén ético-préctica, sino la orientada por la razén técnico-prictica; esta idea de humanidad ha constituido el principio regulativo gracias al cual ‘una comunidad se ha ido transformando historica: cy mente al hil de su prosresiva fun com la furza tatural desencadenada por el Aifo Rin, Ahora bien: itd Screven. etd ibe, dic Trea cla naturaleza? Ex imposible encontara: por Sencllment, no exist La natraleza est ah, ante mucsros ojos: pero se halla en todo caso transfor frada por fa téenica humana, Esti en la tera mo- Gifeada por silos de sementera, en los vepetaes trecos taj la accion cojumta dela enersi solr 4 de la enegiaarifciimente producia,y que Pet hte Ie irigactn. el abono, las maguinaiis de I branza y mes ei propia cuerpo de fabrador como energia alrite. También hay natrsleza ene agua ue eae Tibrement; peto esa supucsa libertad etd Ferfectamente regu por e Juego de lay repesas Yel agua eveanalnada mediante cass para cnbele: er nostligicamenteel lugar, presiido por el ggantes- 9 eco de Ta contral. Mas am; el enciave entero onstituye una sancada fuente de diviss en cuanto tarde eaparcimicnto {e.! de reposicén de fueteas productivas) de los turstas. En vano buscaremos aqui fulias del mitico oro del Rin santago por Wagner. Y- sin embargo, ese! mismo rio. O bien pars Sot isis exacton el fo Rin era abstracion, om fast Se una torn: dea conn transtormacion le relacones entre fuerzas materiales soas por medio de la técnica. * - Pero no sera junio dedcir de todo esto (sea para progrestr 0. para represar) que el Hombre ha cor fia la Naturale y que, donde ela seenconta ba'antes, hay ahora histori socal, Pues naturales hay en las aguas. on In tras ye Toy isms OF anismos humans que ls contemplan, Pero nature fea bay tambin en las turbinss Constratas segen Calton de reisteneta de los materia. ¥ propia eneraa electric generada por el sata transforma {es natural o arial? Todavia ey siglo Xv 3¢ teria fa eleticidad por um nuevo producto aria, tngendeado por friceinycondensadoen a ote de 2 Leyden para pasmo de holandeses cultivados. Al res- pecto, bien podemos estar de acuerdo con la tesis ‘marxista (ejemplifieada en los Grundrisse) de que la naturaleza por sf sola, sin trabajo encarnado en ella y como mero material independiente del trabsjo hu- ‘mano, no tiene valor, ya que éste no es sino trabajo encarnado. Pero en esia auténtica encarnacién (mas alli de toda metifara) puede llegar a olvidarse —y ello no deja de ser significativo en una concepeiéin sedicentemente materialista— que la naturaleza es, a la vez y con el mismo derecho, donacion y ejercicio: ‘ocasidn para, y producto de, el trabajo humano, De Jo contrario, caminamos en derechura al elogio de Ia técnica, ed. al elogio de la lucha del Hombre contra la 'Naturaleza (transformacién moderna, y seguramente menos hermosa, del mito de la lucha del Dios de Ia Tormenta contra la Diosa del Mar) Por esa via acabamos en desaforado antropocen- trismo: «lo natural, su propia naturaleza incluida, es para el hombre actual simple y bruto material para fines inventados por él, y con fines que él Se propone por decisiones imvenradas*.» Parece asi que la invencidn sea producto libérrimo de la men- te humana, tan desenganchada de sw cuerpo como de Jos cuerpos. Triunfo absoluto de una Técnica tan voluntariosa como antinatural. Esto, apenas hay que decirlo, es una continuacién anacrénica de la creencia cenel Progreso. Su ingenuidad se pone ain mise ma- nifiesto cuando se nos da una lista de supuestos apa- ratos naturales (pico, pala, velas, timén) frente a otros artificiales (excavadora, radar, barcos de vapor)®. ‘Tal parece como si lo natural fuera aquello que ‘se entiende» sicuti est'®, Si esto fuera asi, natural BGarca Baers, Alpi dele tdnica, Monte Avila, Co races B68, ph "Tania Heidegger —justo ex consignarlo—aveRa un tanto ‘undo afora sel viento de iat seas» en Ser Tempo jel ee. tino de labrador em Der Felder pet en nota Bp. 17" slo maura. esto dado de ma 2 seria un cepillo de dientes y artefucto las érbitas pla- netarias, Yes que tendemos a considerar como natural (odo lo perteneciente a un estadio de relacién entre Terzas productivas, relacfones sociales de produccién yeereacién de provesos inventivos ya supe eI que nos encontramos como. sustrato 2 hnacer. En este sentido, Aristdteles tendria razén (pero ya veremos que él no queria decir es0) ewando ha- blaba, en su Politica, de la ciudad como de un organon katit physin. $i lo natural es lo inmediata- ‘mente dado, entonces para casi todos nosotros es la ciudad y no.el campo lo natural; el cepillo de dien- tes, no las flores. Y si lo natural (segiin la clisica definicién de la Physica aristotélica) es aquello que se reproduce a si mismo por si mismo, sin causa exterior determinante, por naturaleza serian, no s6lo las consabidas maquinas electrOnicas de cileulo de Ja quinta generacion, sino sobre todo la tozuda per- sistencia de las relaciones estatales de dominacion y la reproduccién burocritica de la Mirelfigentzia en las instituciones. El origen de toda esta confusion, que lleva a nucs- tra época a alabar continuamente a lo «natural» sin saber a ciencia cierta de qué se esti hablando (para zno mencionar la mistica de los verdes prados y los arroyos, de la que ya se burlaban Marx y Engels en La ideologia alemana), se encuentra a mi modo de ver en el empefio (que oculta un residuo teol6gico) de considerar a la naturaleza como una entidad se- pparada e independiente del hombre, pero en itima ins- tancia sometible a él Hemos hipostasiido (y a veces aun deificado) una ‘era amodiats, de bens primera, lalcunce de manos golpe {Se ojos Sehria mancjar ef Prof Garea Bacea, naaramene, 20 4a un clipper (cuja consirucciin hubo de esperar hasta, 180) Sino una simple canea de balancin-poinesia? Habyiasiguert ‘atwraimonte andado sino se le hubicraenscado la correspon” Gets tenica? De maners immedi (no) mos da nada, 00 Sabla ya muy bien Hegel 2B relacién; aquella mediante la cual el hombre en so- ciedad": construye en el tiempo su propio organismo en funcién, no slo de las fuerzas externas"? a su cuerpo, sind fundamentalmente de aquellas que, tras- pasindolo y conectindolo al entorno, lo constituyen, permitiendo asi su reproduccién orginica y social El hombre no utiliza el medio (como si éste se dejara ‘hacer, inerte), ni se adapta a él: no existe adapta- ién en ninguna parte, a menos que entendamos por ello interaccién dindmica en continua transformacién. ¢Seadaptael plomoen su veta,o es el futuro del radio? El hombre —no el Hombre, sino las distintas comu- nidades étnico-histérieas — se transforma a si mismo al transformar su medio, su circunstancia, porque corteguianamente hablando — sino las salva a ellas no se salva él mismo, $4. LA TECNICA COMO MATRIZ El Robinson de Defoe necesitaba ver la huella de tun pie en la playa para colegir la existencia de hom bres. Kant, mas sul, precisaba tan solo ver la figura dde un cuerpo regular, p.e. un hexigono. Habria que ser mas generoso: nada hay en, bajo o sobre la tierra (que no revele la presencia del ser humano. Y ello, no sélo por lo que respecta al pensar, sino también al hacer. No existe el desierto, como tal. Para el mito babilbnico de la Creacién, sdesierto» (adama) es aguello que esté fuera de la ciudad, pero que en todo momento podria destruirla, porque ella misma esti edificada sobre é1: la ciudad es el frigil y temporal 7 No fay hombre sia sociedad. Con esto, sin embargo. no dsimos aad propo del home: no hay vrebragos (a Tose) fin sociedad. EI problema no esta en cm hombre se hace {oi sin en cho un gu de lo social ae eonierte en Nombre "2 La distinc sextero-nternoncs rosea (aunque fines priticos) se hase presuntamente eel taco (come siete ‘enide pier atu isa 9 0 sinGglcamente Fy reultado de un pact por el que Ios doses vencedo- tes persuaden fos veeidos (pero no anigulado) ara una eultrehidraulca como la mesopotanca, el deserto amenaza con recongulstar st nea totale Imente sbandonaga posesion, de modo andlogo a 10 {ue sgnfics el mar para los holandesss de sgt xv Vaqu como alt sulin ls fueraa patra (cons truetén de canales, moines de vento) modcada avtiiatment, par justar el enforne a la necrsicad pera ‘Ahora bien, fats que aqui se expone no desea ampararse bajo is bandera del soetlogima © del fumaniamo. Por ell, yan de modo necesaramente txquematico, procete que femos fs términos mis teva ete los. due nos moveretos, Delo Sow trari, huyendo Gel eencalimo de Tos sigiicados fos podrtamos eaeren un flativime depo bos Shnor'¥ augue cada soctedad desde, hetoren: tent, qu entdades materiales dsben se? conser dis como naturales, de modo que is varacon en el festorn de stro fran se exe a nn, ay rags, comes ena fanclon ae imple fa repsrtonn. gee now_permiton entender lo. ui £ sertalige ences fi SeUEptan cn restos dads. Beda te i dahl eer Talorigen nse hall. por lo dems, nen las fosteas.producivas es sociales de production, sino €0 {proceso Ge eeaciin de abajo es deci. Ge saberes cos de CaeaTAGGON hl entornO, a) ERIE Ere sobre si mismo, consituyendo un centeo: cl orton hima, Tai (autoleonsiidn del hombre sis 2 i St a ns, no fretamente con tis mpiatidad y fran cca inp Fee ia Toren tee ecto’ see at ses in ous SRS osm manne a squire im ems ie Mes ute oul SH Shoes Gla Talc ei, nak aaa 25 ‘en In naturaleza es un proceso de consttucion de innaurteza en ef nobis, Emig de constucén mento de trabajo. La fifosofia de Jena ‘egeliana pda dar Vltsas protundizaciones al re- jpecto. Baste recordar, aho System der SirdichKei, senin la eval la subjetividad Gel trabajo se alza a unvervaldad mediante e instru fenio, desde cf momento en que éste asegura Ia fe- petbildad indefinida de las aeviones que modifican al entomo’y, de_coasuno, el organism humana fcluante. Ahora hien: el instrumento, comio tales luna absiraceién. Lo eonereto, aque ‘hace Gil 6 la capacidad (que presupone Gonstruccion de ities y de reproduccign de los sab Tal capacidad, matriz tanto de las fuerzas producti- vas como de las relaciones de produccidn, es la técnica. Una. variacién historica (pero no necesaria, ni producto de un destino previsto} dentro de algunos grupos sociales de primates ha permitido el lento de- venir, sin origen (pues para explicarlo tendriamos que reintroducir como causa lo que aqui aparece como resultado), de fa creacion de saberes téenicos y, con ellos y por ellos, del hombre. Podemos explicar, ya hoy, y al menos como hipétesis plausible, las con- diciones de esta conversion: de la hominizacién. Aqui no se pretende introducir como factor de inteligibili dad ninguna entidad hiperfisca, ni tampoco recurrir 2 principios trascendentales (en’el sentido tecnico de la palabra), sino analizar una téenica, aiin hoy exis- tente en algunas sociedades, ereadora del hombre de la naturaleza, pues constituye el primer estadio de ésta: la caza. No tiene sentido, pues, dentro de la concepcién que aqui se defiende, habiar de la Naturaleza como de una entidad (o constelacién de fuerzas) previa al hombre. Pero, puesto que la actividad técnica de la caza crea, de consuno, al hombre y a la naturaleza, con el mismo sentido puede hablarse de dicha crea- 26 cin de procesos inventivos (y de los estadios sub- secuentes) como historia material del hombre y como téenica de fa ranurale=a ‘mo va-ereamdose-al hilo de Ta i tribucion de las fuerzas materiales. Al respecto, és pre iso romper de una buena vez con la hipdtesis, refus tada constantemente por datos paleontolégicos y an- ropoldgicos, de escisign entre evolucién jeultural y evolucién natural. Lu falacia que sostenia esa esci- sién pende de la decision etnocentrista de considerar como hombre real, como homo sapiens sapiens, al hombre de Cromagnon y a sus descendientes. En su deseo de distinguirse del resto del universo y erigirse fen fin final (Endzweek: Kant) de la creacién, el Hom- bre (esto es: la invencién reciente del estadio natural ‘mecénico) ba decidido, arbitrariamente —pero tam- bign naturaimente, dado el estadio que ha engen- drado tal ficion — separarse de, y enfrentarse a, la Naturaleza como a algo extrafio y dominable. ‘La hipdtesis teolégica eristiana ha servido para reforzar esa conviccién, hoy sin sentido. No hay linea de de- ‘mareacion entre Naturaleza y Cultura, sino- una di- Ferencia de perspectiva de un miso plexo de ricias: el proceso cultural atiende a la reproduce de saberes, esto es, a la difusion de reglas_sociales ¥ Gonocimientos pricticos normalizadas, el proceso ide a la invencin de saberes, esto eS. ala “Lo verdaderamente paradéjico de estos procesos se halla en el desequilibrio (al menos, hasta el Ultimo estadio natural conocido: el cibernético) entre los gru- pos humanos que los portan. Los detentadores del proceso cultural se hallan (por definicién) en la po- Sickén dominante: el espiritu del tiempo es el espi- ritu de los que mandan, como ya sabia Goethe (por propia experiencia) antes que Marx: . Lo qu lami espinita dels tempos Exehel fondo el espn de los amoe'= Ahora bien, e! dominio s6lo puede ejercerse regu: larmente sobre la base de la reperibilidad (en sltima instancia, sobre la anulacién ficticia del iempo). De ahi que tal grupo entienda —y haga entender— sus nhormas sociales y saberes prcticos como algo in- mutable y desconectado de las procesos de invencién que incesantemente estin produciéndose. Proyecta, piles, esas normas y saberes (cristalizaciones stiles de transformacién) fuera del tiempo: en los origenes iticos, en el seno divino como «région des verités ‘eternelles»"#, en la Razin o en la Ciencia. Los grupos portadores de invencién, verdadero motor de la so- ciedad y de la naturaleza, quedan relegados a la pe- riferia: despreciados porque no se limitan a reproducit ¥y erean mundo, amenazando asi al poder establecido, pero a la vez temidos porque la reproduccién es ficticia por atemporal, y por tanto la propia sociedad necesita del inventor. Este desequilibrio entre cultura y (técnica de la) naturaleza, encarnado sociaimente en el desequilibrio entre casta dirigente y grupos por- tadores de invencién explica el proceso evolutivo de las sociedades (Ia historia material del hombre) y da cuenta, al mismo tiempo, de los dos sentidos que hhacencontradictorio el término «naturaleza». La clase pueden pasar de la naturaleza orgénica a la ciber- nética (0 bien desaparecer, o ser mantenidas en un estadio artesanal: neocolonialismo). De ser cierta la hipotesis de Wittfogel, que tengo por plausible, los grandes imperios comunistas mostrarian una curiosa coyunda entre naturaleza organica (obras hidrdulicas) y burocracia estatal (directa heredera de los antiguos aéspotas).”, Pos lo demés, cada estadio natural presenta un de- terminado modo de produccién, una concepcién so- bre lo que es cosa narural y un medio axial de trans- mision de informacién (reproduccion de saberes). He agui el esquema TTETA, Witoge, «Arbittelung in der hydraultchen Ge selesthaft en He Sachs, pe Ih 139.144, CLA. Rule RO Gtigucs ef a Primerat sociedad de slave modo de production fac, Akal, Madrid 1973 30 rcs Siioe tos osmosis eee inaecoeanda abertons) Gren Por tiltimo, cabe sefalar que cada grupo portador de invencidn cumple una funcién de universalizacion Togica pues, a través de la creaci6n de instrumentos, ‘genera un campo de aplicacién estereotipada, una fun: jan reproductible a la vez como saber’ y como praxis): por ello puede ser considerado como divisor natural; y al mismo tiempo inaugura una clase de reglas particulares dentro de un grupo humano: fun- cion réenica, Por ello son considerados, justamente, como determinantes de la téonica de la natural Esta determinacion viene ejemplificada, en cada caso, por la eclosién de una ley natural (universal) que. al mismo tiempo, es regia técnica (particular) domi sino en la transicién de uno'a otto. Ast: ‘De ink elosors nce Dela strlen renin a Del strlen eal ae rib eee ba Bieber je trent esis teri sinc 31 CAPITULO PRIMERO DINAMICA DE LOS ESTADIOS NATURALES §5. DIVISION NATURAL Y DIVISION DEL TRABAJO La divisién natural, engendrada por los. grupos creadores de invencion en el seno de una comunidad historica, representa el circuit de_transformacién (para empezar, el flujo energético) del hombre y su medio ambiente. Al respecto, es importante delimitar las funciones respectivas, y las relaciones, entre di- vision natural y division del trabajo. Una concepeiin ‘muy extendida actualmente —difundida por el marxis: ‘mo, pero no establecida por &l— querria, en efecto, subordinar ef papel del grupo inventor°al de de- tentador de los medios de produccién, dentro de una formacién econdmico-social. Desde ef punto de vista de Ia historia material del hombre hay que insistir, por el contrario, en que la gestacion de un grupo de invencidn de’saberes y técnicas prevede a, ) po- sibilita, la division del trabajo. La concepcién tradi- cional confunde la posesion de riquezas con la creat cidn de recursos (encarnacién material de un saber- hacer), Veamos este punto con mis detenimiento, La division del trabajo supone la especializacion de distintos productores en la reproduccion y fomento deconocimientos pricticos encarnados y considerados como naturales (expresion de un estadio natural es- tablecido; por analogia, piénsese en la kuhneana ciencianorma). Tal reproduccién y perfeccionamiento conlleva la distribucién de tareas de acuerdo con el 2 tipo de objetos fabricados que, aun siendo distintos, son elaborados por un mismo instrumental (arte- sanado}, 0 bien de las operaciones simples, coordi- nadasen una cadena de produccidn (fabricacién mecd- nica) 0, por altima, de las operaciones que son de lantemano planificables por una homologia estructu- ral (control cibernético). En cada uno de estos, casos, la division del trabajo exige una profifera- cidn de oficios (al final de la era mecanica, la Encyclopédie relaciona 250 oficios; al comienzo de la cibernética, en 1825, se cuentan 846), aumen- ta el intercambio mercauil y estimula el creci miento demogrifico. Asi trabajo, mereado y pobla cién son las variables interrelacionadas por la divi- sim social. Segin la teoria clasica, tal interrelacién engendraria un excedente de riquezas que supondria, tun salto cualivativo, modificando de consuno las re= Taciones y los medios de produccién. Ahora bien: que la presencia del excedente lleve en su seno la contradiccion entre las fuerzas produc tivas y el control de los medios de produecién, es algo, al menos, discutible, A fines del pas sado siglo, por ejemplo, la distribucién y concen- tracidin de riquezas se vieron profundamente altera- das, no por la ley de decrecimiento de la tasa de beneficios, sino por Ia introduccién en la pequeda y mediana empresa del motor eléctrico, con To que el modelo de la gran fibrica (conexion mecéinica de ins- ‘rumentos-herramienta en torno a un motor central) comenzé a entrar en quiebra, en favor de la centra- lizacién administrativa y de la descentralizactin fabri Tal cambio —cuyas consecuencias sufrimos en nues- tros dias: pitnsese en el desmantelamiento de las grandes factorias y en su sustituciéin por una red dis. Persa de empresas autonomas—no se debid a la con- tradiccién entre fuerzas y medios productivos, con res- Pecto a las relaciones de propiedad, sino a la irrup- cidn de un nuevo esquema de interrelacién natural, Anilogamente, la tesis de que el estancamiento tée- 3 nico de Grecia y Roma se debid al eselavisnto ha de ser profundamente revisada (id, $26). Sin embargo, no es tarea de la presente obra ana lizar la relaciGn entre clases soviales y distribucion de la riqueza, aunque si era importante sefalar que tal relation se deriva de (aunque desde luego no {queda exhaustivamente determinada por) la division natural de los recursos. En una palabra: el capital esta condicionado por la constelacion ce conocimien- tos materialmente encadenados (recursos). y n0 al ‘Asi como la divisién del trabajo estimula oficios, mercado y poblacién, la division natural erea indditas relacionesentre el hombre y la materia (conocimientos pricticos, saberes) y transforma un tipo de trabajo en otro. Tal transformacién afecta por igual algmedio fisico y al trabajador: una revolucién social puede arruinar al empresario; pero el ingeniero y el tor- nero siguen siéndolo, con independencia del cambio en la detentacién del poder. Introdizcase, por el con- trario, una banda de montaje en el seno de una em- presa manufacturera, o la informatizacién en una fi brica, y artesanos ¢ ingenieros dejarin inmediata- mente de tener sentido. La division natural es, por onsguente,determinante en ima istancia Ga vision social (al respecto, comparese con el cambio de paradigma, de Kuhn). Por lo demis, la division del trabajo no engendra necesariamente un excedente de riquezas. Por el con- trario, puede, y suele, evar a un estancamiento en la producciéa. El grupo dominante, en el mejor de Jos casos, no ‘emplea normalmente el supuesto ex- cedente en la transformacién del conocimiento pric fico, aunque slo sea por su propia supervivencia como tal grupo: por el contrario, frena en la medida 4e lo posible el crecimiento de la invencion. Tan slo en nuestra época tiende a cerrarse el desequilibrio entre reproduccién ¢ invencion, mediante el estable- cimiento planificado de instituciones tecno-cientifica. 4 Seria anacrénico proyectar nuestro estadio. natural sobre los anteriores, Un ejemplo: la proliferacion de sociedades cientificas a lo largo del siglo x1x no est propulsada por el grupo detentador de ri- ‘quezas (Capitalists), sino que supone muy al con- (aria un desesperado intento colectivo (triunfante largo plazo, y configurador. del nuevo estadio fatural cibernético) de supervivencia en un seno hostil. El capitalista decimonénico no desea inno- vaciones, sino el mantenimiento del status quo. La British Association for the Advancement of; Science ro se establece en i831 gracias al impulso de fabri- antes y profesores universitarios, sino que To hace contra ellos y, muy especialmente, contra su Grgano de reproduccién de saberes (ya pericltados): Ia Royal Society. Y de modo inverso la Universidad de Berlin, Tundada en 1812 por W. von Humboldt, sefala ex: plicitamente en su constitucion la prohibicion de toda ensefianza de tipo técnico, El medio social obstaculiza aqui la invencion: no la fomenta. Un genio como Charles Babbage sabe muy bien que «en Inglaterra no es razonable que se quejen los que se dedican a fa ciencia, pues saben, o debieran saber, que no hay demanda en absoluto de ella, y que da pocos honores ¥y menos beneficios»'. Por o demas, no hace falta ‘buscar muy lejos: basta darse cuenta de la posicion, estado y sentido de nuestra propia universidad, §6. LA PREGUNTA POR EL SUSTRATO DE LOS ESTADIOS NATURALES. Hemos apuntado en que direccién podria buscarse tun sentido natural del desarrollo hist6rico. Al respec- to, es importante insistir en que Ia cuestién de la TEE Babbage, Rfersions onthe dectne of since in Bland, Londres, 1830, p23 en 8, Moseovei, iso aur Phase Ihomaie dla nature, Elman, Pas, 197, p42. 35 técnica de la naturaleza no determina omnimoda- ‘mente tal desarrollo, aunque lo engendra y dirige en Atuima instancia, La tesis general sefiala: la produce nde riquezas (trabajo) y su distribucion genera- dora de poder (economia politica) depende de la creacion de recursos (realizaciones téenicas, en el sen tido literal de la expresién: un saber hacer que se transforma en realidad mediante la incorporacion ins- ‘ramentalizada de fuereas. materiales a un conoci- miento prictico, una realidad que se dispone como reproductibilidad de un saber hacer que se descifra en ella. La realizaciin téenica, pues, se presenta como. el verdadero origen absoluio de natiraleza y hombie. Me parece preferible utilizar esta denominacibn én lugar de ta de trabajo, ya que éste apunta mas bien ala produccién de objeios, y por lo tanto presupone ya un grupo organizado mediante los tres universales descubiertos por Hegel en el periodo de Jena: len- ‘guaje, instrumento y familia?, La invencién del saber- hacer, por el contrario, crea esos universes, su través, la constelacion de interacciones socio-materia- les que denominamos nawuraleva Si nos resulta dificil entender este proceso de in- vencidn es porque seguimos presos en el esquema de Ia relacién causa-eecto, vilido tan s6lo dentro de los, estadios artesanal y mecinico, Cuando estudiemos la naturaleza orginica y la cibernética en sus manifesta- ciones ideoldgicas: mito y sistemas de retroalimenta- cién, podremos ver como en estos dos estadios (de algiin modo, principio y fin de la civilizacion ocei dental) el esquema de la causalidad deja de tener sen- tido. En todo caso, es importante sefalar, ya agui, c6mo tal proceso de invencion resulta intligible desde una logica de relacionalidad, no desde una logica de iden- TET Habermas, «Trabajo interasims en Cenc» nica com sideoloias Teenas, Moti, 14, 1p. 1135, 36 fidad, que descansa en la idea de sustrato (hypo ‘keimenon, subjectun). Los factores con cuya presencia cuenta el proceso de invencién son: Lun grupo articulado socialmente; 2. un entorno que suministra la energia (en Ul- tima instancia térmica: calorias) nevesaria para la conservacién y reproduccion del grupo; 3. um plexo de itiles que media la transformacion social de la materia y material de la sociedad. Ahora, lo fundamental de esta divisién es su con- sideracién como resultado del proceso de invencién, como producto del andlisis, y no al revés. Si quere: ‘mos seguir las convenciones de una légica sustancia: lista, podriamos decir que esos tres factores estan ahi, dados*, pero que solo tienen sentido en su re- misién mutua, en el proceso inventiva. Al respect, nada mejor que compararlos con los existenciaris, descritos magistralmente por Heidegger en Ser y Tiemt: po. Pues la articulacion social del grupo (lenguaje, trabajo y familia) es silo explicable por la transfor- macion del entorno en recurso. A su vez, el entormo sélo aparece como tal cuando rodea a un centro: el grupo social. Este lo reconoce como fuente de energias; y este reconocimiento es un autorreconaci= miento del grupo como lo que no es naturaleza, sino cultura: cultivo, de ella. Al mismo tiempo (pues se trata de una interaccién simulténea, cuyo dese- uilibrio engendra el riempo mismo), el plexo de iti- les conecta-y-separa sociedad y naturaleza, pero s6lo tiene sentido desde, y por, ellas: es el anagrama, el sym-bolon (proyeccibn conjunta) de la transformacion, Un ejemplo puede esclarecer esta. primordialidad de la relacién, El famoso verso 105 de la Teogonia hesiddica ha suscitado multitud de controversias, y Ta deitded de esa convencin se revels engi: wadon iar gen 37 Hevado incluso a tachar de ingenuo al profundo pen sador beocio: He men tl prota Choos get {Como podriamos traducir estas palabras? Una tra- Aduceién correcta (pero no verdadera) seria: Pes, fo prisero, nat Caos Inmediatamente surge la pregunta (regida por ta ‘oncepeisn sustancialista): quienes fueron sus proge~ nitores? Si Caos nacié, antes debiera haber algo Ademés, el pocma continia: épeita (y traducimos ‘luego») surge Gea euristernés (sla de ancho lomo») y Cielo sobre ella. Ahora, si entendemos «aos» ‘como el espacio, Ia amplitud en si, lo vacio®, la con tradiocién parece manifesta, Primero deberia haber Tierra y Cielo, y s6lo después —por abstraccion — podriamos decir que ambos estin en el espacio (que no seria sino el resultado de suprimir mentalmente esas dos «cosas») Pero la ingenuidad es nuestra: pues pensamos Tie- tra y Cielo y Caos como tres cosas, como tres in- dividuos (e1 kimo, un ente también, pero ahora ade razén», con lo que remitimos la triada, implicita- mente, a la Razon: triunfo de Ia subjetividad). Pero al estadio orginico: Terra Mater), los que ahora ya podemos considerar como hombres, puesto que cons- tituyen su naturaleza social desde I escision entre fuerzas centrifugas (machos) y centripetas (hembras), fla vez que construyen el medio fisico arrancando de él presas que son introducidas como carne en el hogar centrado en las hembras (doble bucle de re- troalimentacién’, pues), redistribuyen profundamen- te el esquema tradicional (primates) de donde fueron expulsados. Podemos fijar esta redistribucién del siguiente modo: "Bsc es qui edo go on que a famoro mesansmo de Jed hk no & metrics tno Weralmente empleo. 2 WosOUE Semana _—AEDRA_ NIE Boat ‘ioe (oes ore ries tale Tsnode Maia de rat 9 come ico Se Sinead inact al i sesesion + Coons Coopers Minas fancio- Samiia rape Sac degre chodomiante Sexton dn a ‘Sater ee ony pao ties em Sor co bs Se Sarai pain a abi Como podrh observarse, las hembras permiten la contnidad natural dela sociedad reolectors prima tela enzadora human, la vez que sobre clay ia ahora la. dininica del ‘nuevo. gropo (antes, arupal: conflict entre generaciones) son elas, me 1” trig y metéfora viva de la noturaleza, el entredés (Zwiespalt) por el que el grupo. se centra, como familia 9 conjunto de familias (estirpes ni qué decir tiene que no nos referimos con el término «amilian Sino a la sustitucién de la afiliaetOn primate por el parentesco human, sin entrar en sus variadas formas Ue establecimiento} y a la. vez sale de si (intercam- bo de mujeres) para establecer lazos intergrupales, que fomentan la cooperacién muita entre tribus, la Slianza para grandes operaciones de caza 0 de de- fensa y el intercambio de sistemas simbélicos y tée- nicos, naturalmente limitados, sin embargo, por la fi- jacion de los grupos en sus propias reservas de caza, {11 LA PROHIBICION DEL INCESTO Cuando decimos que la especie humana sobrevi por adaptarse al medio (aunque ahora veamos, gre- ariamente, esa adaptaciOn como capacidad de repro- ‘duccién y de supervivencia de la prole, y no de forma fagresivamente individualista: siruggle for lie), en el fondo formulamos una hueca tautologia. Si se adopts es porque sobrevivie, y viceversa. No hay tal adap- tacion. ‘La caza es «modifieaday en sus hibitos por el cazador. Aprende a mantener un distancia de seguri- Gad. Cambia su habitat tradicional, se refugia en los bosques y aprende a utilizar otros alimentos. Ni la caza, ni el bosque ni la sabana son medios fijos. El tazador los ha transformado fisicamente, por el fuego, Ta tala y las trampas, en una magnitud que debio ser sigantesca, responsable en buena medida del estado factual de Ta flora y la fauna. “También el hombre se modifica en ese intercambio. Se ha dicho —y por una autoridad tan eminente como K. P. Oakley— que el empleo de itiles es el rasgo bioldgico principal del hombre, porque su fun- 18 cid esta en prolongar las extremidades anteriores *, Yo creo que esta afirmacin deberia ser matizada, Yy precisamente desde una filosofia réenica de la natu= Taleza, por paraddjico que resulte. A veces nos com- porlamos —valga el simil— como quien busca las to- nedas perdidas bajo un farol, no porque cayeran alli, sino porque es alli donde se ve mejor. Seria de ddesear que mirasemos mis bien por muestro entorno, aunque esté mis oscuro. En efecto, tendemos a iden- tificar itiles con herramientas y a centrar la actividad técnica en las manos, proyectando anacrénicamente lo valid en el estadio artesanal con las procesos in- ventivos de estadios anteriores. Si nos han sido con- sernados tls de pied, no es porque furan ls linicos ities (0 los decisivos), sino porque son de Piedra. El mayor y mejor itil de la Hamada Edad de Piedra consiste en lo que el propio Oakley denomi- 16, en amistosa charla con Ardrey, la mente social", es decir, la capacidad de actuar en grupo, de poder desir «nosotros (un largo caming que leva a Hegel Y supongo que mis alla) al coordinar mensajes sim- bbolicos, acciones y alimento. Utiles fueron también, odemos colegir, os venenos, las trampas y el fuego. ‘Cualguiera que se desplace al Museo. ArqueolSgico de Madrid puede observar, en instructivos diagra- ‘mas que ilustran venerable fésiles e implementos téenicos (construidos hoy, claro esta), como las tée- nicas de la caza primitiva dependian mas de la coor- dinacién?® y la astucia (esa misma métis que encon- taremos en el sacerdote-director de obras hideiuli- 28.0 en e) artesano) que de la mano y de las armas, SEP Oakley, op. cit. pt SA i nin ten os'en ia oy enstcoa —y solo avtifcatmente Hena de agua seus ets oe ree om oa 16 Estas s¢ utilizaban después: cuando el animal estaba inmovilizado en el fango, © servian como instrumen- tos cortantes. Habria sido algo digno de contemplar, en efecto, ver luchar a hombrecillos de aproximada- mente un metro y veinte centimetros de estatura, sin ‘arcos ni flechas y armados con sus lanzas 0° sus hachas de mano, contra una multitud de rabiosos rmamuths, La misma esbeltez y fragilidad de las pun- tas de lanza musterienses, que provoca con razon el asombro de Marvin Harris*’, revela bien a las claras que muchos de estos instrumentos, utilizados para ortar_y machacar en los periodos preachelense.y achelense, se van convirtiendo mis bien en simbolos ‘migicos para atraer una caza cada vez mis escasa, dejando asi de ser verdaderos ies tra idea rechazable es la del itil como pritess: la mayoria de los utiles no han prolongado jamas ninguna parte de nuestro cuerpo (como si fugramos el animal defectuoso» (Mangelwesen) gehleniano, jque necesita de muletas y bastones uiilitarios). Mas bien al contrario: es nuestro cuerpo el obligado (en cl curso de los distintos estadios) a conformarse a Tos itiles: gedmo nos reclinariamos hoy en el tie linium, ;e6m0 nos introducimos en el modesto ‘automSvil uilitario?, por qué pensamos normalmen- te sentados, «con las nalgas>, en expresi6n irreverente que cubrimos un poco con la autoridad de quien la profirié: Nietzsche? En altima instancia, se trata de desechar un con- cepto de «tecnologian basada en los productos, y de ftender mas bien a los saberes téenicos que los han engendrado, a Ia organizacion, y a las necesidades sociales y tecnonaturales por las cuales se ha dispara- do el proceso inventivo. 'En el estadio ensefioreado por Ia figura del cazador, la invencion mas itil —ya lo hemos dicho— es la de “3G pe, a fig 89, p. 185, de su Iniodueton a ano tupla genorl Alianza, Mad 198, n ta mente socal, Lams desumbrante (én todos fos stntdos) adel ego, La mis profunda, la dela cone versione la hembra primate en mujer como abjeto Yalloso de interac Hablaré someramenie del fuego (preciosas indica ciones al respecto pueden encontats en la obra ya slisca de E- Morin, El paradigms perdio, 0 en los teatados cienicos de F-Cordom ie, por lo dems alcaneard solo valor de transformacion universal en tlestadioorginico, al combinarse con la alfareri, i en l capitulo anterior sedalé como fecha aproximada dzestablesimiento generalizad de estado primordial ta de 30000 a. de Cue en atenelon alos restos de ta llamada colton ateriense del Norte de” Africa (4000-30000 a. de C:), gracias lo cuales poderos ncontrar al homo sopien sapiens armago’ de arco 4 Mlechas yposeyendo la tenica de fabricaion dl fuego. esta téenea fa que posibiita Ia construs- clon de aguélos. La. madera del acco, sablamente doblegedn por Is sesion del fuego, se endorece 5 urva‘en la direccin dessada, a como las tpt de fos miamos animales enzados se tensan y ene: cen gracias a fuego, formando la cuerda, El carador scot en fesero on pligovn animal dee terminio gue pronto seréutilando y domado pot la Para del sscerdote para formar fos grandes Perlorhidraulicos (la ofr pram uerea guerra: Tos Ronderos, necesita igualmente del fuego para serie Yrendurecer el cuero de la honda) El arco y fa fecha Canienen en sino solo un formidable potencal de destrucin sino tambien la magica anacion de la Sstoncia: exe misma anulaign gue pronto ses feada metafricamente para sinbolizar la viva del pemsament (el arguero yl esha on leit clos contrapuestos que han forjado la hibrda figura del fildsofo). Z = ‘Ahora ben, podemos conjeturar que, al donde el pensamiento se fragud como dillog, ello se debis précuamente la invencion del fuego,emplendo en las 8 largas noches, ras la jornada de caza, para formar Ui or el centro conigurador de a futura ciudad, tmiendo el adgetrinamieno de os nifios por parte Fe osancianosy reforzando los vnculos de solider dd ya establctdos entre los enznores en st. que- fed dium, Sezuramente ol fuego molded las pr ‘Mora palabras rca Teng, tl e010 fo Conocemos (ano, dorabaDeméter a Tripitemo al fego, para hacerlo inmortlretenido en fa memoria slog presytes como mito, Pero tenemos que aban- ono Saul fsa invengion, Voleremos a encontrar, profundamente modficada, ex niesro propio estado: Etatoralesaeibemética Ta cava os una actividad cents, que impulsa alos hombres a domesticarse ents Ios aime sal Tajes,observando sus movimientos, imitando sus ac- Canes y sus lamadas de atencign 0 de celo, re froduclndo artieiimente en Tas cueves (Altamira, Pieeaua) a Tos mismos poderosos animales aos que Scadmiray mata, y domesticandotes simibolcamen- te madiante ntuales totemicos, a la ver que 10s {Eble son los primeros y timidos intentos Ge pre- Servae la moyafauna plesiocéniea condenada ala ex- {Eni (primer paso hacia la domesticacion real, cam- plida ef cf Neoliteo). Paradofieamente, este movie Ianto hava Toeraengendra la cooperacion y solidae Find del propo y establese lazos de amistad entre Tis miembros: fa fotura ciudad se va forjando Toera de las empalizadas dela bu. La recolezcin es, por el conteario, una actividad ceiripeta, que leva Tas mujeres a aprouisionarse Ge raminessivesrs y bays erecdes alrededor del hogar, cuyo centro (de satisfaccon sexual: profongt- CE Ghova ramileada- dela diada nuclear, y de fa educacton de los jovenes) va configurando la Gan‘ enadio orginio en ciudad y campo. Es Sta labor recolectora 1a que, por azar (granos. de Faguis duro caldos en las intedigciones de as vivien- Gado por tanto (eembra delberada de productos » horticolas), va preparando la gran revolucién agraria. Paradojicamente, este movimiento hacia dentro engen- dari el intercambio intergrupal de dones en recipro- cidad, centrados en el objeto mis valioso: la mujer: la futura ciudad se esta gestando dentro de las em- Palizadas de la tribu, Este doble bucle de inversién de Jo extrinseco ¢ intrinseco pende de un centro. El primero en recono- cer explicitamente dicho centro y darle un tratamiento cientifico hha sido C. Lévi-Strauss, Este centro es la prohibicién det incesto. Su primera y mis importante ‘manifestacidn es la exogamia: La exopamia proporciona el énico meio de mantener ef ‘fupo en cuapo tal de eva el faclonamento 9 a oot partmenacin ladsfnidas que cones la prietich de mt. Itimonios consanguoeos se hubierarecreda a Estos gon pestencn'p inlio i slo de redo demasiado recuente, no habrian tardado en hacer wetallacr cl gps Social ena multud de fila oe formants {antes sistemas eerados, monadas xn putts ventana ingens srmoniapresableia pode impeit Pr heracion yl anigonismo rsulane™ Peo ar oder Inge a cosine adie dicen Soe oe Sec ere et a ante wert anton wl ra renderers Setar se Cease mica aly oi or ul non slp tm Pa ipa pitctieselimealres de ta pore, Mouton, La Haye Pas S067, py 5 80 menzando asi una larga cadena de oprobios —quiza sélo atenuada por los comienzos agrarios del Neo- litico, antes de la formacién de los imperios hidriiu- licos"-) en lugar de los hombres. La mujer engendra hijos, bocas que alimentar durante largos afios, dii- ciles de integrar en las partidas de caza hasta alcanzar edad suliciente, e inservibles (salvo para multiplicar penalidades) en el caso de que las crias sean feme- ninas. Una solucién a esta abundancia de «vientres insaciables» (Hesiodo) estaba en la transferencia de mujeres, Pero para ello debian ser escasas en cada tribu. De lo contrario, ciertamente se paliarian los efectos sociales negativos de la endogamia, pero li relacion entre alimentos y capacidad de sustentacién seguiria amenazada. Ademis, esa escasez (artficial- ‘mente producida) conferia alto valor al producto de intercambio, a cuyo través se establecian igualmente redes de economia de trucque y se iban fijando las primeras reglas de propiedad”. Siel infanticidio femenino y la acaparacién de mu- jeres son los medios «naturales» (naturaleza como de- ‘echo) para garantizar Ia escasez, la prohibicién del incesto es el medio tecnonatural (naturaleza integrada ‘como material elaboraco) para establecer una nitida distineidn entre diada nuclear y diada reproductora. Manteniendo a los hijos bajo el poder de los varones eimpidiendo que, a partir de la pubertad —e incluso fantes— se acerquen a la madre, los machos (no los padres: las relaciones de parentesco son previss al escubrimiento de la paternidad) impiden la reabsor- 7 Wa merece fs pena detente en las teovas de Morgan, et remadks¥ popitarzadas pr Engels La horda priv nace con I: tars a prohibicion el Incest propiedad. Nunca exists 1a promiscuidad: ai siquera entre los prises, Por el eoataro, 1s regulaiony ordeacton das epulas por parte dea hembras tausecs in arguis sogik Nomalmene tampoco hay ines fate madre e hijo ene los primates (como va habero, Jos ‘Bren en edad sol son roshrados 9 debensoteterse aso dominate aI cidn de la diada reproductora en la nuclear, asi conto Ia peohibicton de la unién de las piberes con los machos de la misma estirpe impide la reabsoreion de &sta por aquélla. De esta manera, la separacién en- sgendra a la vez la jerarquia, manifesta en Ia division sexual del trabajo, Tan ficticia como naturalmente, los machos hacen ‘como si (técnica de la naturaleza) fueran ellos los que engendraran a los hijos varones, ‘como se muestra en los rites iniciiticos. La astucia de la naturaleza pasa por esta «regeneracién». Por ‘otra parte, la prohibicidn del incesto (s6lo real en el feaso de unién madre-hijo; en todos los dems casos, ‘como se sabe, altamente variada: lo incestuoso para uunas tribus es regla corriente en otras) engendra la Sumisign de esposas, hermanas ¢ hijas, que ocupan bedientemente el lugar preestablecido’ como centro de la diada nuclear u objeto de intercambio. “Tal objeto, por lo demas, reduce al minimo las hostilidades entre bandas establecidas entre territorios vecinos de caza, y anuda relaciones de reciprocidad que pronto llevaran a la agrupacion de estispes (pti- ‘mero, por mitades) en tribus. Ello, por lo que res- pecta al origen del «producto», Es ficil adivinar que, en el grupo destinatario, Ia mujer cedida seri una ‘cosa sometida —ni siquiera conoce en ocasiones la engua— al grupo extrafo, hasta conocer Ia lengua y costumbres de su nueva familia. Adviériase que, de este modo, Ia diferencia, el hiato que es la mujer arrancada del seno de origen, sirve a la vez como vehiculo mediador de lenguajes (diélogo), costumbres, y habilidades técnicas. Por todas partes, y en todos los estadios naturales, veremos cémo la diferencia se convierte al mismo tiempo en mediacion, Buena ocasiin, sea dicho de paso, para ir perdiendo la vieja creencia (procedente Ge los estadios artesanal y mecénico) en la primacia de Ia Identidad, Por 50, la prohibicién del incesto, invencién su- prema del grupo primordial portador de invencibn’ 2 el cazador**, es tan ambigua (ie: ental) como lo Gs ia figura de su inventor. A In ver producto té= seo y funcion natural, Ia probibicton del ineesto es 4h quia traves del coal gia toda nuestra historia Tatura como especie, Por exo es coasiderado elite testo con letory repugaacia por los dstintos puc- Bios as hierogaaas sagradas en Egipto no hacian Sing seforaar esta repugnsncia; eran Matimonios st- grades entre Stes exeepoloaes: por eo efan contra Stra) Por evo, tambien, se ha visto su rans Gn como secret y edipico desco. ¥ aunque es post bie que, pscolopcatenteconsiderado el complejo de Epo haya si quied un mal suefio de Freud, desde fa eropectva tecronatual la probibicon dl inesto efits laceproducciondehombres, asicomo asactv= Eades dela cara son la (auto reac de los hombres. Deciamos que est prodibicgn era tan ambigua como las actividades Cinegéticas. de sus inventores Bn elect es universal, puesto que se halla en todas Tas socedades humanas (es sign de humana) y se Aplice a un instinto natural’ el Sexo. Es al mismo Tempo particular, porgueetablece las regs de dona- Sy eecepeton ue diferencan y heen dsintvo a Sada prupe humano, ue as se sabe dstinto de Tos ros (sociedad) y de oro (naturale) A través de Sex catsion se daventan come desecho un supuesto fsado de promiscuidad y confusion (a naturaeza Eva come caos, donde ig el neeso) y se reintegra Sinema sonvertga ssl en jer como factor na- dural arifeaimente manipulado (a natualeza inte frada en To material uzada como material de el TE Ailrtase que Ia probibicdn de incesto, base que permite cf matrimonio, base que ste ea noua felacbm ent hombres) Somers sto etre hombres qe se iteeumblan jeer como one ue eaeen ies de recprosda El vento kl ee ‘ort tmer tno u Bemba, que es su base material, prosedete ‘el Sstadio anterior de a socedad primate) su inencion. Son ins fami tan que se casas ente sy tllzando als has (sucede boy lo mismo 83 boracin dela invencin perfsta —que sso Negar a entero cumplimieno en el estadio'mecinionee e Estado como agrupacion de familias) De modo anilogo, en sus actividades cinegéticas se revela el grupo portador de inveneion en el adie Primordial como ambiguo y central, La ciza es un Auehacer universal, poral etabless ls relaciones nerales en hombre y naturaleza desde teenicasco- mmares (desde las batdas de Ia cara conducda aos Pantanos hasta la igualdad de téenicas de fabreaciOn En los choppers achelenses, correspondiente EU os desconectados entre sf) e interpreta como ait faleza de"desscho a todo. cuanfo no. inferviene nl plexo de relaciones ente depredadores uma: nos-presasy ese implements de eaza; pero la Yezes también una funeidn dierenciadora,portcuar Poraue establee listntosterrtorios de caza ave de: Signanla propiedad dena dcterminada banda y eva asia esa al reconcimiento de su diferencia on otros hombres y con lo otro (lo dominado ad inra: fam lia; Toexportado como valor: mujeres; fo desechado como internamente «salvaje: infanticide femenino) De este modo, se establesn ya de modo irrever sible ls divisionestecnonaturals entre naturaleea ex tema eiatema (integrable 0 desethabley En xe do: bie juego se engendra el hombre mismo como his: tori, No tenemos origen, sino que somos producto de una inventada dable excision la que nos deogarta dl Seno tradsional de in banda de primates tos obliga 8 matar para sobreivr(o naira es Tp que zo soy woo" dabo pues elminatlo © asimaros is Caza compleesta doble uncion,yno metaforicamete) Y la que nos desgarra de la telacion natural mls Brofunda: fa sats d'un Gtexo al que yates se Fegresar. Hemos cortado los laos, Hlogenéicay om togendicamente. Esso una figura mite la del ugh tivo ¥errabundo Cain? ;No eee quien ha £0 Arado a Tos hjos de tos hombres yo de ene ellos aa despreciada y tema esirpe de los artesanos? cy caPrTULo ut LA NATURALEZA ORGANICA $12. LAAGRICULTURA EN LASSOCIEDADES HIDRAULICAS, Desde un punto de vista estrictamente teenoligico © de ecologia cultural resultaria pretencioso —y es- ‘éril—querer apresar en un Ginica esquema el modo de provisidn indirecta de la energia solar almacenada en vegetales (cultivo arboricola, cerealista, horticultura) © animales domesticados (pastoreo, granjas lecheras), es decir: la agrieultura. Sin embargo, y como hemos sefalado ya repetidas veces, el estadio natural no es cl relleo, sino el factor determinante en ditima instan- cia de un modo de produceién dominante, factor que ‘se muestra en el plexo de realizaciones tEcnicas (pro~ esos de invencién y ereacion de saberes) que condi- cionan lx norma segin Ia cual debe concebirse Ta r= lacién del hombre con la naturaleza, es decir: de lo que el grupo portador de invencién entiende por uno y otra, ‘Como vimos en el capitulo I (§§), modos de pro- dduceidn agricola existieron —y existen— inmersos en estadios posteriores a la naturaleza orginiea, Ni sic uieta es previsible que la agricultura (como factoria, especializada) desaparezea en las sociedades postin- dustrales tras l agotamiento del esquema cibernético, especialmente en el cultivo de los cereales, dado st rendimiento energético (conversién del 0,4 por 100 de luz solar en materia apta para el consumo humano), ‘aunque en dichas sociedades la mayor parte de las tierras cultivadas se dediquen a forraje (las 3/4 partes 8s ¢n Estados Unidos, pe). De modo antlogo, fois tspecialmentevigentes en el Neolico —y presentes targialmente en sociedades atuale— como el ba teeta largo plazo fagrcultara de tla y quem Evidden systema de barbesho sectoral @ de ultra de tetrenos especies, combinado oon reserves «ale vaiesy(Unlond, emalas eraan,eultvadas slo es poridicamente, pueden considerarse desde ln pets: Pectva dela tsnis de fs naturale como eater Mente inmersas ene extadio prising de i ca "puesto que como hemos apuntad gualmen- te el barbecho a corto plaza especaimente oe Feast) que depende del rao con tio animal sha desarolado especialmenteen a Buropa medieval gra cias a invencion dela ruc (arado” con rs, propio de zonas secs: Europa transalpia) y del araés A pto para las cabalerig se rgue que tel modo de prodsestin agricola constituy el sesrato material de fa naturals artesanal Por consgwiente, de entre lov grandes esquemss de clivo spiel, solamente correspon por entero al esadio natural que ahora estudiamos 0 sistona hidrduico, “basado ‘en el aprovechamiento” dea Cnergiasimacenada en grandes sovrentes, die buida ‘mediante Ta realizcion de obras de acome- tida de aguas canals. de itrigacion que convierten teras balias (Unland,adama) en vn, pasaje «art: Feintmentes endo. Tal stems a suscitado la spat cion on Oriente Medio, China y Msouméries) de los dlenominadosexedosprisinos, creado una burocraca altamente especalizads (primera separacion del hom bre del proceso directo de producetoa)? que imparts Tarr, Inroduclon a le antroplogta general Aan, Mada B81 pp 6. Sone setae man por Ae lomo ‘Meafitn (ene sade Eppa) por estes av tases de Cio ath) nessa pact Sf eximnto dels Genes 86 sus directrices mediante Ia escritura, y desarroltado (no ereado: piénsese en Mohenjo-Daro 0 Jericd) el sistema de eiudades. En una palabra: las sociedades regidas por el es- tadio natural orgdnico han sido las primeras que han creido en —y, por consiguiente, creado— un mundo. Por lo que respecta al area del Oriente Medio, su predominio se extiende desde 5000 a. de C. hasta aproximadamente 600 a. de C. (eclosion comercial de [as poleis jonias). Un ejemplo dramatico del hun miento de este sistema, desde el punto de vista po itieo, 1o tenemos en las Guerras Médicas, con Ia se cuela de la ulterior conquista del Imperio Persa por ‘Alejandro. Desde el punto de vista Glosbiico-natural, en la conversion de un rico e influyente entramado Cultural en fuente de datos (materia prims nevesitada dde elaboracién teérica) para las obras de Aristdteles ¥y Teofrasto (ysiglos después, de Plinio}. Tecnoligica- ente, el acontecimiento decisive que pondri fin @esta Epoca corresponde a la fundicion del hierro (posible- mente, en el Imperio Hitita, hacia e} 1,000 a. de C.), ¥y la consiguiente fabricacién de armas (revolucin en Jas tacticas de guerra) y utensilios domésticos y de labranza revolucidn fabil: nacimiento de los primeros talleres) El proceso de fundicin conlleva, igualmente, Ta explotacién minera a gran escala, Obras de tran sicién como la Mliada o la Teogonia reflejan en su Tenguaje esta revolueién (las armas son, normal- mente, de chalks: bronce; pero la guadafia de Cronos ‘es de metal mis duro, adamantino)- § 13, LOS ELEMENTOS DE CONSTRUCCION DEL MUNDO Podemos comenzar el estudio de la naturaleza or- ‘dnica sefialando los materiales, energia y medios de transformacion empleados: 87 limon Via, po ada nals ava Met, de tasoracin tember pir fli viet, tks ‘anor ob at fone . F Bexquem se repetr on fos extadis ulterior: hay un dios ‘arifice supremo en tl eacio artes, pero mbolcamente re ‘estdo gon stator campesinos (pan 3 tno, Storeorder) 9 oo ios ingenera que hace brotar el menda del solo eseso eh el estado" mecinic, con simbolossrtesnais fel pran Constructor 88 Asi, de acuerdo con el esquema antes sefialado, los grandes dioses del estadio orgdnico encarnarin al viento, la tempestad y el sol. La progresiva centra- Tizacién politica conllevara la fusi6n de estos aspectos fen un dios soberano (Akenatén —intento fallido—, ‘Ositis-Ra, para los egipcios; Marduk para los babi: Tonios; Zeus para los griegos; Yahvé para los judios). or otra parte, los factores energéticos controlables: limo, gramineas, juncos serin miticamente utilizados pata expresar It ereacién del orden especificamente hhumano, aungue el extrafio papel del hombre en et seno de la naturaleza (se ve como parte de ella, pero ‘la vez puede controlarla y expresarla —al menos parcialmente—, es decir: puede y debe ordenarla) Obligara a entender esos elementos como formados 4 dis-puestos por los Dioses soberanos, pero al mismo tiempo mezelados con fuerzas incontrolables, demo- Este iimo punto, el de lo demoniaco (divinida- des etdnicas), es resetvado a los materiales incontro~ lables por ef nivel tecnol6gico y nocivos en estado bruto, aunque resulten esenciales para el mantenimien- to de la sociedad una vez transformados por los dio- ses superiores, en la medida en que éstos logren la persuasion (de abt las gigantomaguias presentes en todas las cosmogonias). Algunos de estos materiales resultarin indominables en absoluto*: el mar estéril, mundo, entenaio tse como casa o entdral; ide esliada eatemo‘en a masoneia) in embarg, en estos dos casos In ‘ecesnia pesenla del ft de iaconeoablidad (mystera te ino et fscnas) exge Ta escion (ast ese momento inxs (Gat) cite fo tural y fo sobreatual, sobredeterminando al ‘Rie con a seduce extreme (asta Is rade) dl atrial e+ ‘Reade jal Aagenero‘con Ta reducion extrema (hasta el Aco Irekble Ge inion seers) de In planicectonracional jana Trufemitica que no necesita relscionaliad! ‘fara a estado natural correspondiente, dese Igo, po sreiva contolaiidad de la fers exteriores ls tanforard frclatnamente en dlsee superiors (Posigen, vencedr de Proteo: Pton sencelor de Hse) 0 en Toeras! #0 servicio. (os 9 I tierra en sus profundid sierto, y suministrardn los elementos arquetpicos pata tuna dé las denominaciones que, a partir de entonces —y persistente hasta nuestros dias, a través de la lic teratura y Ia religin— tendrat Ia representacion de la naturaleza: la naturaleza madrastra, la Diosa de los muertos y Ia noche, eausante de las catéstrofes na- {urales: terremotos, erupciones voleinieas, ete. En cambio, los materiales incontrolables «persuadi- bles» (piénsese en la persuasién que Atena ejerce sobre Erecteo, sobre cuya sede edifiea Ia ciudad, 0 en la dominacién de Pitén por Apolo) suministran la idea de Terra Mater et Genitris, la hédes asphalés fei, sede siempre segura de mortales ¢ inmorta- les. Un ejemplo especialmente dramatico de estas, ddos facetas: madre y diosa terrible, aparece como restigium (no meramete «poético») al eomienzo yal fi- nal de una obra tan paradéjica como desequilibrada: el De rerum natura. de Lucrecio (el canto T celebra el reino de Venus; el altimo, la peste de Atenas). Por iltimo, los medios de transformacién: mate- riales para la formacién de instrumentos © moradas (piedra, madera, metales), no tienen, naturalmente, valor divino en los mitos cosmogonicos, mientras que en el estadio de la caza si aleanzaban tal valor, en evanto que no se presentaban exclusivamente como fmterias instrumentals, sino como montana 0 ol, con valor propio que se da graciosamente al hombre (cultura arboricola, presente de modo coheren- te como origen paradisiaco anterior a la caida y al trabajo: los hombres nacidos directamente de las fres- des, os animales del de- ‘Remake aimafias de Tiamat, se convertrin on los qurubss fe rlgeros que guardan ol Parson, y despots en los qutrbines que laban al Seon, asta converilas en medios de trantformactin Ae enerala hay in largo camino, nataraente Ts homeien son. ‘sa inumerable dels law Ta pone atiacton de i ms ‘eas como fuente energies). Adem los paces de taneormns: naam entertain emacs tio ie son, 90 nos, en Hesiodo; los drboles de la vida y del bien y del imal en el Genesis el ¥gmennil germano, et), ‘Yemos, pues cbmo fos grandes relatos de Ta erea- cign propios deiestadio organic refejn teoricaments, Geum modo altamente claborado, fos procesos de in- ‘encign téenica mediante los cuales 10s estados pris tinog han creado realmente el mundo, si por tal en- tendemos ala ver, elcieuito energtico que permite la busentacigny expansion del sistema y el plexo de pnifcnividad (red de tiles que permiten Ia presen SENde te pragmata ya chvémata: las cosas estable- Gidas por st misinas en su aspecto (entes naturales) $'las Gosas en cuanto integradas en el commerciun hhumano) ouede & Tin general, puede decirse que 14 energia incon- trolable pero ordenadora de mundo (dioses sbers- tos) aparece en las cosmogonias con rasgos masculines labels as regione elses. Por el contar0, Ja materia transformada: fecundada, se muestra con tasgos jemeninosy simboliza la terra y el mar (ewan do las entrafias de aquéllacomiencen a ser sistemi- tieamente explotadas, un dios mascolino las regi ton, el vgjo infieno se converte riquezas, gra Cie a mints enando Ta suerte de tes age favegable se abra al comercio, igualmente pas emis «manos masclinas Posid6a). De este fnodo se integra coherentemente en el mito el dese Gullibrio de los sexos, establecido en el estadio de le {14 SENTIDO DE LOS MITOS COSMOGONICOS, ‘Afortunadamente, parecen ya irremediablemente vigjas¥ estriles las interpretaciones mitologicas segin las cuales los mitos representarian un estado prelogico, tatantide la humanidad (el «mito» ilustrado del miedo tia naturaleza, el animismo de Tylor y Marett, etc). 91 “Toda época es an orgullsay pagada des misma que liende averse como el pice de fa razbn y el prose: $0, relegando a ls dems a estadios infeiores que, io'mis, preporaban el camino de la Verdad (a pear de que pocos hacen ya caso a esto, todavia genes co- mo Popper, en su lagenuo Back 10 the Presocrates, Alaban a esos sltimos porque se pareten a nosotros Y censuran a Arisgtlesy Platn por haber cortado €1'paso alos atomistas, que estaban en el buen sen- deto; s6lo Ia terminology as pretensiones cen ttcas separan estas opiniones dels que interpeetan las pinturasrupestres del Hoggart como representa. cin de cosmanautas) Al respeto, y para evitar en Io posible el reproche tw quoque, hay que decir que Jas interpretacones queen ln presente obra se aries aun, que considera ls manifestacionesideologeas ome traduelbes en la correspondiente ténica dela baturaleranoprtenden en primer logarreduet ichas Maniestaiones a un exguema previo: al contario, Ia interprtacion sigue fleiblomente los monumentos (esritos © no) que nos quedan, y pretende extaer de ellos un sentido mediado por Ia comprenion pre bia que nvesta propia época (principio del fin dela natal bees) impor emetic tjetce hermentuticomente(redondancia, dese mente nim neesarigy dada Tanta, procstion Mee Pretacion» al uso) En segundo higar, In concepeiin gui propuesta no ocala ningtnjuicio de valor: roto el tos de le Historia, inventada en favor de Dios © del Hombre, el encadenamiento’ de los esadios haturales no revel un Progreso ni un Regrso, sino tn set fo nal) gue al eneenameno echo necesrio para Occidente, pero que podria no haber ocurido ast (como de hetho, ha stoedido.y Sucede en otras Socedades). Tal sentido es el de Ia Gonstruceién de Ia propia nautalea de hombre, me- Sant la peogresivasusttueion de a fuerza corporal nel proctso directo de la produceibn,acomparada de tna siempre mas afanrada ereencia de que los mas 92 teriales y energias naturales deben ser comprendidos segin su estructura (en ultimo término: légica) y no Segin su apariencia sensible. (ira tesis, antes en boga, querria ver en Tos mitos cosmogénicos una antropomorfizacion de las fuerzas naturales. Dicha tesis olvia su propio origen: el mito recanicista de la conguista de la naturaleza como conjunto de cosas enteramente disponibles @ la accién del Hombre, que esté en el mundo natural s6lo para probar por su accién que su origen y destino no son Ciertamente de este mindo, Parece como si los «an- tiguos» revistieran, pe, el rayo de una figura humana, denominandola Jépiter y postrandose ante ella. Bas. taria con despojar esa wGiscara> para encontrar el nijleo: el fendmeno natural que es el rayo. Los que fpinan asi confunden ingenuamente existencia,signi- fieado y sentido. Este ‘ltimo surgicia de la suma 0 ‘agregado de signifcados, los cuales, a suv vez, ex presarian Ia esencia de las cosas: 10 que ellas’ son, de verdad, y aquello por lo que ellas son. En total, un agregado de entidades fsicas distintas entre si pero idénticas consigo mismas (sustancias), doblado por un agregado de entidades ideales con Jas mismas ‘aracteisticas. Su correspondencia se resuelve me- diante la Ficcién de Algo a la vez consistente (cosa, funque no fisica)c idealmente persistente. Para faci Titarla labor, se reducen las patentes diferencias isicas (y las conexiones) a accidentes subjetivas. a apacien- dias, y las patentes Yariaciones y modulaciones de Slgnificado segiin los contextos & accidentes igual- mente subjetivos (dados en los lenguajes justamente comsiderados naturales), que deben ser enteramente suprimidos mediante la ereccién del lenguaje univoca- mente perfecto: ideal mecanicsta en el que su logica y su fisia se unian para la ingente tarea de. pul terizarel mundo: triunfo de a identidad, dela quietud y-de la muerte. Tal concepcion no tiene sentido, pues olvida que éste es previo y se da (es gibt) a través de las variaciones: Diferencia que engendra diferen- 93 cias iertament, hay un-limite de estas diferencias (Gin eual —yeoto parece ser olidado en algunas Interpretaciones dierencatists aetualey—aeabarat mos Icgando nl mismo-extremo inert) al puesto porta propia pesntenca dels soeedudes humana Ristoiea porelentorno que sts nan to foando ens doveniry que, a su vee ha condiionsdo ial de. Con estos prenotandos, podemos concede la txs sclntnrponortaion Son hose que dec Ge nada fay ona atures (ol ot pate algun due no lleve el sello del quehacer (hablar, pensar Y thanipulat) human, estes como heme feet, jimtente ust ies: Peto oy mpostole oparet tatsllo ds una supuesta cosa verdadera qu esters debofe (a encima on el ing de las ideas oc cl sero civino), porque debajo no hay nada, Matizando Etprotonda Concepcion cxpucta poe Hegel ee err taht de at Peramenclogia,Srlamee que dts Slane eo hay ny menos ne trodureames nosotros mlsmas frat i 8 ember Is que entoncesvertamos no sera nosotros ato, a is aturncs, tno m hombres que aces nu historia con, y en, la nuturaleza . En constitncnel sted natural orinio es an antopomoro ya i yer tan nara com todos Ion dar No we entucntra su rago dative cua sopuesio peasamicnto distin almacar sateen a Ban (herr Strass) 0 mal (Levy bruh sentido del {Urmino-S fora reaimente distin no enenderansd tds do bo gue eon oo ¥ ais cabetgor tous so tor a cortespondtente ‘st propo, stadion Tam: poo poods dese que su peneamionte es ef momo fueel neato eon invonsientes oxen paterouitas sen el fondo, no eran tan ingeruos: halaban de co. Ses aray pero fo que. quer deer (hes pensaban) tin In mismo que hosoltop: exemensrah" Como pudlers exit un peasamieate desncareedo de Ut Fenguaey de una Epoca’ como atl procede lgln 94 no estuvera ya condicionado por la comprension pre- Mia (prejuicos), no dejar. tras. sel resida de Un eal ede is Tdentigad. Como si nuestra in- terpelaciones no feeran iemediablemente anacrd- nis I pensamionto operante en los mits (y en a fe Tosatt del estadio avtesinal, yen as cienias ex Portmelesjes parciainentecomprensible porque or- Bi parte a historia de. nuestro. propio penst- thiedto. La vgje presunta que embarazaba todavia & Mar: ipor que nos sigue entocionand el arte pasado, Tt ehoce es, justamente, pasada?, no se contesta teourigndo a arquetiposinconscentes Jung) ni des Conterando mieeos temporales para contemplar sige sifeados eters. El pasado opera esencialmente (das Heenan Geese Hea 2 avn de rset. Foti en nuesti Lenguaje, que es historic, Pero es tambien en nuestio cuerpo, modulaion individual de ‘Smbinaciones genéticastrunfantes por sa acomoda- Shon al medio. Vest, sobre todo, eh el entorno nt- fhrat'y en nuestro propio modo corporeo de int iumnos en zl Cade uno de nuestros actos, cons Eft, emocional o poetco (en realidad, Jos tes fac foves eatin presentes en cada acto humana) es una tariaciontansitora de un viejo tema el dela cret- Un simuttanen del onganismo huroano y dese medi. ste tema vive @ través de cada una de sus vi ‘Sones: no podemos pretender apresario en st inte Sha, porque el tera mismo es historia ablerte. Po- cmos encontrar constants en exa historia (de 10 con- frano, fata se desharia rapséeamente); ero. no cs posible cantor melodas ya pasadas, sno sntiriasin- fepradas en la nuestra. En este sentido, podenos decir; mientras existan acontcemintos ebsmicos incontrolales, mientras el TG Giaueer, wknd ote of olde fees as men scih/Comath ‘ares newe cornn en ©. S Lewy La lagen del mundo, Bosch, Barelone, 1980 p38. 95 agua de lluvia o de canales fecunde cosechas, mien- teas se domestiquenanimales,mientras vivamosagrupa- dos en ciudades y organizaciones estatales, los mi tos cosmogonicos seguiran resonando profundamente fen nosotros, porque en ellos se refleja la creacion de ‘unmundo que persistecomosustrato:olvidadoen aues- ‘ro quehacer cotidiano (aun del campesino, ya que éste se ha convertido en obrero especializado en factorias agricolas), siempre impetuoso en sus manifestaciones (Giclo estacional eésmico, ciclo vital de los individuos), siempre presente en lo que damos en llamar ins- tintos (hambre, se, sexo, agresividad). Bien es verdad que tales manifestaciones estin mediadas por la red ci- bernética actual; tambien lo es que los instintos estin «educados», educidos (no dominados; nunca existid tun instinto puro, salvaje) por nuestra propia epoca. Justamente por eso nosotros no creemos en los mi- tos, sino que los interpretamos, integrndolos a nues- ‘tro presente y sintiéndolos como nuestro pasado. Nos reconocemos colectivamente en los mitos de modo fanilogo 2 como nos reconocemos individualmente fen una vieja fotografia; podemos decir que somos Jos mismos justamente porque hemos cambiado. Aqui como alli EL soplo que atravess estas visions ex el det eeconoc: ‘lento emocignao, volo. cspotine, del sue ata pors mismo" Ahora cabe acceder al rasgo diferencial de los mitos cosmogénicos. Este puede enunciarse asi: la palabra, integraga en of seno de una narracién, y expresada fen el contexto de un ceremonial, en cl momento preciso, es creadora de mundo. «Mundo» es precisa- mente, késmos: brillo, aparicion ajustada (conforme a justicia) de lo que hay. FE Micovic op cp. 170: eLe soue gui traverse ce visions eat clu de fa reconnaissince émue, oleate spontanés Suet nature! par lame» 96 Esta propiedad ereadora del lenguaje ritualmente manifiesto (todavia hoy: ligos sar egéneto, «el verbo se hizo carne») explica igualmente el que la narracién se fije como escritura, a diferencia de los mitos del estadio anterior, exija una casta sacerdotal de intér- pretes, y se exprese mediante cadencias repetitivas y solemnes; en ocasiones, incluso, queda fijado en ‘una lengua sagrada, slo ‘utilizada en el ceremonial (hieritico en Egipto, frente a la lengua demética; también el Enuna Eis babilénico —hjado a partir de numerosas variantes entre los siglos 1x y VII a. de C.—, esti escrito en el viejo dialecto acadio). La ‘cosmogonia restaura los arigenes y e-voca (pro-mete verespricht) la formacion pristina del mundo para ase- gurar el ciclo futuro, restafar el desgaste de las pa- labras y las cosas (ambas, usadas) y fijar el destino: Jn doterminacion del Todo y su distribucién en lotes (moira) para los distintos niveles. Estos niveles son fundamentalmente cuatro, y ex- presan a la ver la organizaeion social y Ia relacion técnica con lo natural cave eames Compo Goss Oe ‘head Finds 2 Preteens Gree Canadores Perri Frente al estadio anterior de Ia caza, en donde el hombre se adapta al animal y se integra a stu medio (incluso el agricultor de tala y quema deja que el bosque tome de nuevo posesion de antiguos cultivos), el eampesino —que s610 existe en cuanto enfrentado 97 2 ¥utlizado por, la eiudad— ordena Ja naturateza hia un enor, altededor del eentro que es i ct dad, la cual erige a su ver, como eentro del mundo, el emplo. Esta palabra ae deriva de cémnein, acura {es la misma raleque en. «atomon) El templo delimita, recoria un espacio: el ‘nico vélido pata fa vida homans, Grandes aplomeraciones urbana como la de Uruk (hacia 5200 a. de C) plas. pan aeogrleumente est eae lento de dove cigqurar'a su alrededor, palacos,centros ad. ministrativos y almacenesy el ereulo exterior de le ciudad, siempre movil y cambiante,alberga a comers Grants y fojadoren La cud esth proteida en 60 limite extrero por murals y torres guardadas por guerreos, Estos representan el limite que coneeta Separa a ia vez campo ¥ ciudad, Ma ali, enormes extensiones de ierrasirigadas (cereaesyhovcltura) defendidas en Ia perfeia del mundo por destaca. rmentos de puerrers-cazadores. El agus de los canates representa las arteras de ete vasto sistema, Todo Se presenta como un organiumo vivo (de ahi le deno- minacion de este estado). Los egos en donde tum. faré el artesanado, se nombran a si mismos no seen al'tertorio en que viven, sino soutn el grupo So. munitario que voluntaianiene han formado: Ro son siudadanos de Atenas (y menos sibdites de Ged) Sino Hol Athénaot, sos ateniensesm. Por el contra los hombres del esadio orginico deben su vida sot blenes a peng sosioténico plasmado eneltrricoro. Se laman a si mismos «los hombres» ecaberas ne. jas en sumerio) porque «fuera» eti Solo fo salve. je. La expansion tertorial propia de la formacion de imperios (que va asimilando lo exterior con. virténdolo en humano: et a tansformacion de En. Kidu en el Poema de Gilgamei) llevard progresiva. mente a los shombres» (los scabezas negrass some: tis) a teconocer tal estatuto alos pueblos veeins, on quienes establecen actos y alanzas relgiso’ politieas ytransaeciones comerciales; pero’ en todo 98 caso no hubrd none (asi se express en el lenguaje) babilonios, sino whombres pertenecientes al territorio de Babilonian, Con la extension del mbito imperial ferecerd la sujecién al centro, y se disolveri, paula tinamente la vieja pertenencia al suelo natal (Heimat, fen alemin; el centro, representado por el «hogar» e la familia, es sustituido por la Varerland: la patria). “Todavia ciudades como Pekin o Angkor reflejan cesta vieja estructura orginica. Ahora bien: no se trata Slo de metifores, El imperio funciona como un or- anismo, porque’ > 1. eloxden del todo posite y explica cada una de Ins partes, 2 In conenon de fos distintos érganos se cumple 2 ies nies 3 tenga escrito sesume yaetioula en st &l todo: Sant em cuanto Srdenes militares y buro- Statics (elingidn dl espacio y eTtiempo: acon del sgnendo 2.12, eneuantonarracibnsagrada eohe: ‘Thm del Todo sosmicey de! 1060 Social en un solo arden): 22. os canes de iigact distbuyen la egia, jada de antemano: a ve, fs irs deg apt os fe Maes y garantian fe distibueon de is late ef comercio 23, losquerreros repesenten, a mismo tem pois pier del sistema (al modo. de Rmenibrana de on animal) y Ta trans mison de informacion (sl modo del sis- ite nervioso; en ef mnpeio pera: los bios y offs dl ey) 3. el imporo regula como’ un organism su eo- neston con el medi fico Bie meant la quer, que ahora peemite fa 9 32 apropiacién progresiva de otros centros productores de riqueza (en aleman, Reich, ‘simperion; Reichtum, «riquezay).Los guc- rreros cumplen una funcién aniloga a la de los cazadores del sistema anterior, La fundamental diferencia esta en la integra- cid de lo conquistado. El movimiento total equivale a los procesos de asimila- cidn y digestion. Los nuevos pueblos aca- tan la antigua Jey: sus dioses y costum- bres se transforman paulatinamente en os oficiales, no sin modificara su vez a éstos, Al respecto, piénsese en los sutiles meca- nismos de adaptacion y compensacién que ‘muestran grandes unidades miticas como el Enuma Elis 0 la Teogonia; os viejos dioses, y los dioses locales, deben ocupar también su lugar en el esquema, lo cual da frigen @ cofrimientos estructurales (la irrupeién del Hinno a Hécate en la Teo- gonia), a cambios de denominacién (los atributos y el seftorio de Enlil pasan a Marduk), ¥ aiin a concesiones importan- tes (Marduk deja la creacién de los hom- bres en manos de Ea, y somete el destino de los dioses vencidos al dictamen de la asamblea de dioses); ‘mediante el comercio, que repite a nivel politico los intercambios de energia entre organismos, en el seno de una misma 4rea cultural; sin embargo, y por defini cidn (no hay’ mis que un centro) ef im perio hidraulico del estadio organico ten- dera a la dominacién (conversion de lo salvaje en humano) y a la autarguia. La fancion del imperio es expansionista por naturaleza, ya que aqui sociedad y cosmos deben idealmente coincidir. Los. demas pueblos son materia bruta disponible, sin organizacién nit lenguaje (hirbaroi). To- davia en 1793, las palabras del emperador Chien-lung, dirigidas a Jorge I de In- alaterra, son bien significativas de este or- ulloso aislamiento, El emperador recha- 2a toda relacién comercial porque «esta peticin es contraria a todos los usos de ‘mi dinastia». En primer lugar, se aprecia ‘como el rechiazo se produce, no en nom- bre personal, sino en cuanto altima ma- nifestacién del Poder (dinastia) que tiende aencarnarse miticamente en el terrtorio, al igual que éste acaba confundiéndose ‘con el mundo: Yo, ue goiero el ancho mundo, slo tengo vm obo, ‘aber, mantener un pobiern pero Cup Ios de fetes del Estado: ton objtonextraon 3 costouos oe Intcasaa La vet majetooea ge nuestra Sinastin ht enctrado ca todos lor paies bajo ello, rey oe todns ay naciones han envindo au eowono ibulo por tn y ma Como puede yer puso embyador por s Ibm pscono tod a oa Las palabras finales no revelanarrogan- cia, ni tampoco sitven como explicacion del avanzado estadio téenio 0 productive fen que pudiera encontrarse China a fae tes del siglo Avi. Todo emperador ten- dria que repetirnecesariomente ess pal- tras, poral fuera del imperioyano hay cosa, sino «abjetos exteaios y costo- S09), es deci: To que est Tuera de toda norma: en itima Yostancia, lo que ya n0 Sx dominado no merece dominrse po ue propiamente no ene sentido sth abi, Gente, para recordar continvemente campesino la amenaza de una subversion TT Gio cn M. Hass, op. et, ps. 367; sabe mi, 101 total, siempre evitada por fa construceién. dol Centro, al que debe entera sumision, $15. LA MOVILIDAD DE LO REAL Donde cl carieteronpinieo de esto estadio se re vela con toda fuerza es en el juego delicado entre Inovilidad y fjeza, Artsanos y comercantes no pet tGassen propane al sea, so gue anion Como enlace entre ciudades y campo, Temidos y des- preciados a la ver. acabartn confirmindose como fnupo portador de invencin, destructor del sistema lierroros,foriadores) Este movimiento do vaiven lovfico ‘ve hace movi. Semulig extraidas de su hie biiat natural se aclimatan en ls nuevas tieras, y ambian a su ver las relaciones con el entorno. Ar- fefactos impartados delatan nuevas téenicas de abr acion o el empleo de materiales mis resstentes, forzando a la osupacién de territorios rcos en ma. tera prima (pe destracelsn de Tos imperios hurita Y hetita) 0-8 gurantizar cl paso seguro de tans: porte de males (ocupacion de Palestina durante el Tinperto Medio; tame la Guerra de Teoya expresa Initcamente el control del Ponto. Euxino, paso obli ado pra la exportacign de bauxita) La movilidad de fo fsico va ncompaaada de su plustcdad, El campesino, estimlando la plantacién fe un tipo de semilas e smpidiendo el crecimiento 4s otras iments y decide nicvas combinaciones ge- hétcas Las pramineas de raqusfrgil(en estado sil etre) gon sstituidas por cereales de eje duro y re SSstente® permitindo as una fil recoleccion. Pero tal transformacion exige, 2 su vez, a tala ¥ mol deado de grandes pedras para las labores de la mo- lisnda, lo coal impiica la forja de instrumentos cor tants en metal mis duro undamentalmente, la su ME Hse op. 159-60, 102 ttucido. del simple marilado de jas. de cobteggor Luc gy lh, Vernon pet vdpa mele resutan necesatiamente transforma Mos en vt del ip de cel recotectado, iis ans los sulproductos de Ta cosecha tragn 2 anynals del mismo habitat y evan a separat a estos Ge png sinesre As so alo gramines 9 Tegumi fosfe sno Tundamentalmente organismos animales dvishen st proseso de domesicaion (ja micada es ei period anterior con la simbjosishombre-perro). El ampesino se converte si eb demurg de sees Vos. Trin y crusn del ganado provoes cambios espec- tpeutareg en el nuevo eosistera,evitando Ia extingion Ue capes que haba comenrado hacia el 12.000 a eC por le aecibnconjuntade la caza y de os cambios slimiticos ustitucion de las praderas por areas bos- ous) Con Ta domesticacton de animales y plantas SPRStabre de as soctedades hides toma con Sensi de una profunds ees en el sen defo real faonstente entre laapariencia sensible y la funcin real {Gnaidad) de las owas vibes Los cxreales son, en Tondo, pre teat del pan; los animales son depésito siautde crnes ls pede son murals © mansionss Ten el mito gicpo, Gea se suporpone, sin dejar de {Cfo mismo, Rhea: la Gera forticada, la turita Berens maser de Virgo pero también dos pie dros entrechocadas —y, con mayor efcuia tas so tila coniiguracon— engendran fuego. Sila. irra seifesform en mundo bajo la raanes del hombre Sel catadioorginico, qué de extrano tiene, enfonces Tos mio cosmononicos se presenten como con- iia eransformaciontde fuerza) por el dominio 0 el pacto? $16. LA PALABRA COMO IMPERIO [Ahora bien, esta transformacion tiene a la base la idea del orden: pot elo, el mito se presenta como re- lato de la creaciéa del cosmos mediante la palabra 103 a ame Iperatica: juego de pregunta y respuesta, la interac- cin de fueraasse manifesta y logra como un didlogo en el que la palabra es tanio mas creadora cuanto mis desvela en su seno el origen. De abi la concep Gin del enguaje como un conjunto de raices (simi Agricola)®, que contienen in mice (semina rerum) el campo de despliegue de 0 real. No ta palabra co- tidiana, profana y gastada por el uso, sino la palabra originarla se revela como étymon: verdad valida, AS, el mismo esquema mitico de la pregunta (Fragen, en sleman) se revela en su ralz (Le: fret) como gene- radora de investigacion forscen,fomento (firders) Y exigencia (fordern). La pregunta por el origen es ia’ pregunta por la posible transformaciOn y utilizay cid (ave es vista como lo verdadero; para ATistote- fes que, como veremos —pp. 140, 150 35.— vacila entree! biologismo del estadio onginico y el atificia- lismo del nuevo estadio, si la physis produjera casas Jo haria del mismo modo que el arcitecton: no en vano habitar (colere), tendireulto y cultivar tienen ia misma raz) : {a respuesta a la pregunta mica por el origen es dquiza in mis audaz que nunca hayan sventorado Tos Hombres, pues implica la domestiacidn del orden obs- rmico en su conjunto, Esta respuesta (presente ya en el sumeriowamu, epalabran, que da origen al viento-con- Sejero Muniau) se halla contenida en la raiz men, 4 cuyo campo semintico puede decirse que artieuls todo el imbito del dominio sobre lo real En efecto, de su'seno surgen Mann (varén; pervivencia del dex: equilibria sexual suscitado por elestadio cazador)"®, ‘Mond {la luna, que rige los ciclo de In Teeundiad), TNosaios, por el conteario — como antes se Indes vemos 1 engunje com una esrutura en fa gue las psiiones surg P°\2'Bn Sin Pablo, por siemplo, dnde se adaptan hails mente le soe mits aun Yel el orden ee fmpecie El varda ex de théow (rio, manestseon de Dios) y In met fs dua ad lard 108 Monat y mensis (el mes), meinen (el mentar, el nom= brar las cosas), y desde luego mens y mensura (la mente y la medida, cuyo triunfo absoluto inaugurar, el estadio mecitnico). De la misma ratz, y como re- conocimiento emocionado de que la fuerza ordenadora que se manifiesta en Ia palabra humana rebasa al hombre, y lo crea (y en cierto modo, asi es), encon- tramos los términos griegos mintis (adivinacién) y ‘ménade. El guardiin de la palabra sagrada (nomen, ‘omen) que interpreta y da sentido a la totalidad es el sacerdote (perfectamente fundido con la figura real en Mesopotamia: pateii). También aqui esta funcion de interpretacién unificadora se reflgja en el lenguaje: ef latino sams, el germano teil: Jo sano y salvo, significan lo integro y perfecto, Salvar es preservat cl orden del todo, De ahi la insistencia de Arist6te- les —hijo de un médico— en los ejemplos de la salud, sobre todo cuando estan conectados con la idea del ser, y que tan arbitrarios pueden parecer ahora 4 nuestros ojos. De ahi, también, la consagracién ri- tual de la primera piedra de una edificacion-me- dliante la palabra y cl agua. Aqui se retinen, para la creaci6n del centro de culto y cultivo?, de la morada, la tierra-fundamento, la raiz que la hace fecunda (piedra tallada y dis-puesta: semilla de la casa), la ruiz fecundadora de la piedra misma, es decit? la palabra que condensa en si Ia articulacion del todo, y aun el agua primordial que repite, en otz0 plano, Ia fecundacion originaria de la tierra por el agua (el limo), El ritual de la ereccion del templo en Babilonia, ne, coloca esta ereccidn bajo la égida (pues a ella co-tresponde) de la construceién del cosmos: TE Mesopotamia los almacenes de grano eran edicaiones sneeat a gga. Natraimente. La cetraleaion se cumin ins lvls de imerpretaian del bent y de rdarbutin de la Fiquera. Le poesia {para alguson ameniablernente) pode er el ‘rgen del lenguaie escrito”) Pero junto alas tbilas gue nos Tartan ln crecton dl mun nox enconramen-otas que cone Teneniridn eacones de los dros reeaudadoe El ite Postiss rete agu al ito elcladon,y sre 10s Cuando Anu co lik Get Nucinmod (lap su morada, Estomb un puta debra evel envy ops aw Rata prague rvagcara los temas, Sb sds Neild Nnsmvg y Arar, pare ge cha pgs y sen fae sn, Asi Ia ereacion del Cento (y, por partcipacién, In crc de Ia morada humsna)repite orgies: mente la creaion del cosmos. Veremos en el capitulo Siguiente comoencestadioartesanal, por el contaro, incosmogenesises desta sein un proceso de ope. Pintero” Ali sere! mundo el que se fabrque como mi i te Ea sto rnc in ereacion (Schopfung en alemén ralzskap) a0 loa (ache) coro fogran as eosetas, y crearees (Shr Ene estado atesanal a crescion sea conse truccin de un ensamblaj (sini). ¥ todavia Kant fntendrt la ordenacion cosmica como el hacer (ine mem) del carpintero, del Maestro de obras (Banker $17. INTERPRETACION TECNONATURAL DEL POEMA BABILONICO DE LA CREACION Podemos poner ahora en obra la teoria de la téc- nica de Ia naturaleza aplicindola a un caso conereto: el analisis del Enuma Eh, asi denominado por las palabras con que se inicia («Cuando en lo alton), ‘Como ya antes indicamos, la composicion escrita (250 versos —aungue hay numerosas lagunas— para cada una de las siete tablillas que nos han legado) Ge Ea M. View, sDie, Mytholoie der Sumerer, Babloner und Hehiwin et Myon der Yolen ed Sep pretty dane un xine iain fete, rimera lena en morta lngus sobre alas ergales= {Eon'el sombre de Poema fuitnice dea reocion (Bator Nu ‘tonal, Madd 1981 106 data aproximadamente del siglo m a. de.C., aunque ‘algunas partes son de fecha posterior (legando incluso falsigio n'a. de C), Sin embargo, parece tratarse de la Copia de una nacracin ya firmemente establecida en Su grandes lineas entre {900 y 1700 a. de C. (primera Ginastia babilOnica). Esta escrita en diglecto aca- fio y era recitada en el cuarto dia del mes de, Nie ‘Sin, durante las fiestas del Afio Nuevo, coincidien- Go con la maduracién de las cosechas al final de ta primavera, Mientras el sacerdote recitaba el poema Eon Ta mano levantada, la tiara de Anu (el primitivo Seior del Cielo) y el trono de Enlil (el Dios Su- premo, sustituido-fundido en Babilonia con Marduk) petmanectan cublertos'*. El eaos originario se aduetia- ba simbolicamente de la creacin. El patesi era des~ pojado de sus atributos y vejado por el sacerdote, Al dia siguiente tenia lugar en la Camara Santa el fitval hierogtmico (Bodas del Cielo y la Tierra). El orden cosmico era asi restaurado. ‘La significacién central del Poema se revela desde ‘su inicio. El recitado ritual crea de nuevo el mundo~ porque en las tablillas esta escrito que sin palabra no hay mundo!®: Cuando en lo alto clo ain ne habia sido nombrado..» TE Toys de ln fsvida refljaban ta dsparidad entre et calendar saat lpotino. En eto is empo exist Sino que se tbs recteando ritualmente en una evoecin prome” ohdPapantorn et ato proximo) Tambien nosotos ceapt st ato vender en os doce das comprendoe entre Ne ‘Adad y Epa, teuoment, una tradion medieval, eyo ogee Tee eel puaderDionino eobleda que i ereacion el ‘ud habia eno ugar en primers, 139 Garey M. Leow, Khai Sebnfungamy tenn en ie shopping, Wis Bushgeslschan, Darmstadt, 1980, Fs Gormpiree ste fitual con el welado Ge ls. monumeatos 2, las gett eatins durante os das de Pas es le cen en etre exe potencalmente 1 mundot pero exe aparece en eeeto cuando la para 6 dich. Ercphegeeexero del poema co-rxponde al dxpiegueexerno Ete pte! centco(kcnvon:innon) de senda ets ioperso Se renin a sparaon ene hs Inesones conor, 101 El poema continiiasefalando que tampoco la tierra, abajo, tenia nombre, ni los juncales habian sido ijar dos: Ya hemos indicado antes cémo Ia. palabra es fefectiva. Por otra parte, un punto importante —que suele pasar desapercibido—~ es el de la fijacién de los Jumeales: su destino y determinacién. Pues éstos su- ‘ministran, por una parte, el modelo primitivo de cons- truceién. En efecto, los sumerios creian (y con razén: ellos habian fijado asi las primeras tietras y cons- truido las primeras edificaciones) que el centro del mundo habia surgido en forma de zigqurat, con ci- mientos debidosal entrelazamiento de eatiasy barra!” Pero ademis los juncos, secos y tallados en seccién ‘oblicua, constituyen los’ medios de escritura con los {que se practican incisiones en forma de cufla sobre las tabbilas de arcilla blanda. De este modo, el limo y los juncos son a la vez ef medio de construcctin Uel miindo y el medio de expresién de esa construecin Naturaleza y escritura se dan aqui la mano, y la ‘grammé (letra) es la escision que extrae el mundo del ‘e208 originario y el discurso del seno lingdistico. ‘Ahora estamos quiza en disposici6n de entender (recardando ademis lo dicho anteriormente respecto al eaos hesiédico) la estructura que va a presidir el relato mitico, y que podriamos denominar provocati- vamente «anticausal ‘Cuando en en To alto atin no..». Al oit estas pa- labras, inmediatamente pensamos que se est’ hablan- do de’algo pasado. Suponemos un punto cero, antes del cual no habia nada, Después, viene la creacién. Obviamente, este tipo de pensamiento (que tendemos a hacer pasar por el ‘nico posible) supone una con- cepci6n lineal del tiempo. Y aunque concedamos —por seguir un viejo t6pico cuya significacion profunda apenas entendemos ya que los antiguos creian en el 77 Gre imagen foie, por fo demas, en el Pas Valenciana, que rpite "a veces on tonal similar’ escusesy noriss (tueda heii) elesguema mesopatinice, 108 tiempo ciclo (amito» moderno del mito de eterno fetorno), nosotros deahaceros los cicilosyexiamos {Se tiompo replesado, gracias al judaismo que, con sus tandas de genealogis, nos liber de esa carga Und vers mis sfisticada de esta interpetacon es is suministrada por Mircea Eliade en sus obras Ge divulgacion. Los antguos no ererian en na co- neaion continua entre el pasado mica (sagrado) y {F presente cotidiano profano) sino que sitarian & fguél en un mbto brumoso (in ilo tempore). ve presidiria~s modo decterno presente toda rsliza- Ein ictica, cargindola de sentido, y se marifestata frrupetbn en el tempo homano) ei el inane (0- tura de dicho tiempo} del ritual: herofunla,apaicion se ie sage Exe pasndo mice street nen Sanipresente recuerda demasiado, en verdad, al reino de esoncias que consituye el nicieo de Ia mctatisica eldental: et propio Eliade ha sefalado en numero- Sas ocasiones su deseo de descubrir una ontologia presente en mito. A mime parece qu, de esta for thas el gran histortador de as religionesno ha deseu- biertonada, sino gueha eubcro Ta fuerza orginal Gin ‘usp subversva contra muchas reencas actuals we sentido comun») del mito proyectando suimente So- tre cle! viejo exguema metafsco (esenea eterna ‘erdad versus cosa temporal = apariencia). Puede que inFesquema sea de algen modo vido. para las re= ligions uniersfsas(Sorgidas todas ells en pleno thtadio artesanal) pero estimo eonandente yank tronica la consideration del pensamiento mio como relgidn, ye que ello supode, iremediablemente, la proyeccion prejudical de los rasgos de i eligon del Eutorereyente (que, obviamente, ine a és por la tia verdadera) sobre todo el pensat anterior, visto Se quicra 0 nO como praeparitio enangeliy que se lanza como dardo srfjadizo sobre el malvado Y nefasto mundo téenico actual. De este modo se Pretende quo, no solo una determinads religion, sino {oda i antighedad, con sis miles de aos (} present 109 también gpor qué no?, en las fuerzas inconscientes dea psgie—nyrhing goes), condens severament avesta cvlzacibn, Novafirmo, desde luego que esas seaa las inteniones de Eliade, y yo no ju2e0 —por lo demise ntenciones intimas’ Si digo que de sus obras algunos interesados pueden sacar nuevas era Zones» para afrar los vsjos buenos tempos. Pero ‘volvamos a Te interpretactn del Poema, Ca- bra esperar que si cielo, terra y juneales ain no han sido nombrades,en el transcurso del relato Ale guten fo hard, y asi crearh el mondo (ono hay acaso tn fiat en el Genesis?) Vana esperanea. Sizamos lesendo ain un poco: ensegida se nos dice que Apa y Tiamat todavia no hablan separado. sus aguas’ Apsuy el abyssos griego (presente también coma re- liguia en el Genesis I, 22 «la tierra estaba. vacia Y Wesieta,y habla tinihias sobre el abismon) ese] agua dulee que cicunda y empape la tierra y surge omo manantialesy correntes de agua (tambien en la Hamada wereacionSecnn: «Pero une nvbla suria de be dered y hues todas In eras; Gen, 8, Es, a la vez, el rio okéanas sriego, que circunda delimita la tierra, y eh suatrato oe sta, Tiamat por su parte (en babilonio tami, tant = «amars) eel agua salada, pero también el desiert (ella engendrara (0135) las alimafas: escorpiones y Kerrubs. dela adoma; también se manifestark en su lucha contra Marduk (tabl. IV) como seepiente-éragin) En esta, dualidad “para nosotros—-se manifesta el tasgo fans damental dl estadio orginico: todo lo que est fuera del sisema se con-funde en to salvaje. El mar este tinsevible para st regadio) es lo mismo que el dee siete, porque slo hay articvlacion y dstincion, no- turalmente, dentzo del cosmos, del mperium. Lo cotton P. Gare y M. Lebovie no pueden resistr Ia temtacin de ser modernos y somentanaSblo na mates informe est ‘teramentes (op. cfs p 123), Nina sola de estas polos fe Sula inteligible desde, y para, el estadio que comentamos, ¥ 508 Behe que tampoco fs sm yu pars noite hoy 110 uede tomar la figura que quera (reutrdese el mito Prego de Protea; siempre sera lo mismo: To salvale Wilds). Ben, ahora podriamos tender a preguatarnes (ea- sonohemossideeducades desde nilos en el Genesis?) feoando, y quien separo esa aguas, fjando a Apsu iba (agua de Huvia)y sbsjo (agoas sublertineas son foo, pesto ge sten pr fmm: a), poniendo al ester mar al margen de la Erect Que que le sive el mar al agwieultor st= stero-acadio yal pastor judio, sno en evanto ame- ura) como’el gran monsio Levatan? Esta pre fhntano ene sti, como tampoco fo tenia —para Ete estdio la espana en el Gran Hablame- {Que queda, pues, por hacer? La solucion es tan trissl como a hallada por Pos en el misterio de i carta robada, 1a estructura esta presente, mane Fess por eto no se tela, Busedbamos un tasfondo (eowumbdos por el eoqema cau y ay Slo Aiport Veamos el primer punto: ilo, erray june ish haw so nombradon an or etn eseitos finsertos) en la tabla misma, Cuando se Teen, son ombrados:entonees exten yelafo—y el mundo Son vealmente nes. Ennis ia iin se ex eh pucblo que harecibido la pro-mesa(Ver-sprechen habla que pormanece)y ls campos ycanales que han Sido bendeidos bien dishos»:expresados en su ver dag) por el recitado del Povma. Este vectado es una fuera externa que se gosto (sla enegia que da sen- tido al lenguaje yal cosmos, pro que sigue in cota en os als Por eo 3 rept analment por esos nos preguntamos:jeuundo twvo lugar 1a Sreacion del mundo’, dabemos contestar:cada ano, TDi ses de pt, tdaia en siho wm cee Athans icursnsasagunebecen Sime epic —-ae renee ened en gra nar mor de ie a centro Bon dei ere a al ser recitado el Poema. Este no se da como parte de un ceremonial que recuerde lo que se dio. wa vez (como la Navidad, para los cristianos). Adviértase que lo que aqui se celebra no es el retomo de lo idéntico: lo que retorna es el orden, fa estructura, El sacerdote que lee el Poema, el patesi que encarna a Marduk, y wos cabezas negras> que reciben la pro- ‘mesa no seriin los mismos iras una generacién: pero la estructura si permanecera... mientras las tablillas sean leidas en el momento propicio (cuarto dia del mes de Nisin), dentro del ritual, y con los mismos clementos:los que configuran el mundo mesopotamio, Es imposible recuperar ese mundo. De él nos quedan los monumentos (dispersos por museos y archivos: tra-ducidos, transportados como historia) pero no la vida que los animaba, Esta se halla, transformada, en ‘nuestra propia civilizacién: en nuestros campos y ‘nuestros canales de riego. Y ahora podemos tomar completamente en serio fa donosa broma de Galileo. Si, al leer el Poema, el mundo no queda recreado™ es porque, sin remedio, no somos babilonios. GEERT Suggitore, Galileo asremete contra Sarp, que habia ‘itado i aniigua eveeacla de que ls hondetosbubloniou ieaben fon tal velocidad sus hondas que el vertginoso movimiento hala cer huevos puestos en In honda on lugar de pisdras, Tra on xiiadoso fy dvertdo)experimento mental deexhaucon (ans Ae fos stots lemenor del proceso: ferea muscular, locas ng y hoes frescos}, Galen conclye que muestra huevos hose eigcen ts porgue no somos bablonias La broma tee 5 njundit teva” El ingenirormecinic forating mo eree en tempo come factor diferencia. y por eso pueden susturs cadt to de Tog elementos al proete. ya gut ton meror car que ‘expres uns ey inmulable Lo unico que importa ee ears Imatemiticn del evento; su encarnacion conereta da gual paras ‘dornos imaginaivos que se pueden dusesar tess haber desc Bret en el fondo, fa formula Sepuos pensando, hoy. como Galileo? {Ds igual ene fondo, ser bubilonn del siglo a 8 C, Moeentin de siglo o expat defies del igo 2%? ‘Pero quien podria asegurar lo contrat? Si hoy no cremos en Ze (por eemplol no & porque hayamos demstrade que no ‘tint, sno porgueya'nosnbemos gue hacer const No sve bard nada en nut mundo, m2 La segunda pregunta es ya facil de contestar: en el Poema estin inscritos Apsu, Tiamat, la tierra, los juncales...y muchas cosas mis. Pero para el babilonio, en el Poema esti inscrito el Todo, y no cosas sueltas, El Enuma EliS funciona como una unldad, {Cuindo se desligan Apsu y Tiamat? Ello no ocurrié una vez, en un pasado remoto, ni fue obra de Alguien mis poderoso ?, ni sigue sucediendo de forma latente en el misterios9 illo tempore, sino que se separan cuando se sigue leyendo. Lo que ve el babilonio es el mundo expresado en el Poem, y lo que escucha es el relato que da sentido al mundo. Por eso lee el sacerdote Ja narracion cosmogonica de seguido, desde el prin- pio al fin, Pero lo que se lee sucesioamente no su- ‘cede después, de la misma manera que en un libro de fisica la leccion 17 no cuenta sucesos ocurridos des- pués de la leccién 16, sino que se trata de principios ¥ consecuencias de inteligibilidad. En ambos casos se dan explicaciones, no se cuentan historias. Es verdad {que en la narraccidn cosmogénica se habla de genea- logias —igual que en el libro se dan ejemplos, y se proponen problemas concretos—; pero esas genealo- ‘as expresan de modo temporal una estructura que se ‘da ala vez". Apsu y Tiamat estin ahora (después de ‘ido el Poema) separados. Pero, :no podrian volver a juntarse? {Acaso fo es experiencia cotidiana del agri- ‘ultor mesopotamio la irrupcién del desierto en el im- perio, bajo Ia figura de las hordas salvajes de los pas- tores asirios? Lo que el Poema nos cuenta no es una historia, sino un delicado equilibrio de fuerzas: las ‘que configuran el estadio natural orginico. Apsu es Vencide por la palabra imperiosa de Enki-Ea (tierra Fertil, regada por el agua dulce), hijo y sucesor de 3 sto sera esa solecién mis inti, también pare nose cota De forma inves, pero obedesiendo al mismo principio, ts Iugrafias de Toe pintotesMsmencor del siglo Avil cuetan los techor de Ta vids Geum santo ntuindoloy convenclonalimeate , por sus afetos, su cireulacin de afecto: lo que puede un conjunto de euerpos. EL hombre y el animal entran en una nueva relacion que hace que uno cambie tanto somo el otro, el campo de batalla ge llena de un micvo tipo de afectos, Pero no hay que pensar que basta con la invencion del cstribo. Un agenciamiento nunca es teenolégico, sino que es Dreciaiente lo contario. Las hectamientas presuponen siempre luna miquina, y la mdguina, antes de se tenia, sempre es una méquina social. Siempre hay una maquina socat que selcciona © asigna Jos elementos tecnicos empleados. Una herramienta equi siendo marginal © poco emupleada mienttas no exist la ‘miquina social o el agenciamiento coletivo capaz de inclusla en su «piylum. En of caso del estrbo, es la cesin de tierra, ligada para cl benefieiario a Ta obligacin de servit caballo, lt ‘ue va imponer la nueva eaballeria eiachir fa herramienta en lun agenciamiento complejo: feudalidad. (Con anterioridad ya se uilizaba el estibo, pero de ova forma, en el contesto de un agenciamiento completamente distinte, por ejemplo, el de los ‘bmadas; 0 bien era conocido pero no empleado, o empleada tan slo de forma muy limitada, como en la batalla de Andri opts.) * La maquina feudal conjuga auevas relaciones con la siera, con Ja guerra, con el animal, pero también con la cultura 3 Tos juegos (orneos), con Ias mujeres (amor eaballresco) todo Tipo de flujos entran en conjugacion. ,Como negar al agencia- riento el nombre que le corresponde: wdeseor' En este caso el Ot testo de. Worse sobre el extn» feds Tecnage Ino e ronan sce Ei. Mone 0 deseo se hace feudal, pero onde, como en olzo, el conjunto 4e afecios que se transforman y'circulan en un agenciamiento simibitico definido por ef co-funcionamiento de sus partes heteropéneas. Lo primero que tay en un agencianieno es algo asi como dos caras 0 das caberas cuando menos. Eitados de costs fsiados. de euerpos: los cuerpos se penetran, 3¢ mezelan, se transmit afectos; pero también enuncades reginenes’ de numnciados: os signos se organiza de una nueva forma, aparecen nuevas formulaciones, un nuevo estilo para nuevos gesos (1s emblenas que individvatizan al caballero, las femulas de ls juramentes, el sistema de weclaracioness, Incliso el amr, te). Los enunciados no son ideologia. No bay ideolgia. Los enuncidos, a igual que Tos estados de cosas, son pieras y “Engfanajes del agenciamiente, En un egenciamieito no hey a infrasructaran supeteseuctura un flujo onetario comporta en si mismo tanto enunciades como un flujo de palabras, que a su vec puede comportar dinero. Los enuncados ao se cotentan con describ To estas de cosas coresponientes, sino que son Inés bien como dos foxmaizaciones no paralelas,formalzacibn de expresin y formalizaiéa de contenido, deta forma que run se hace To que se dice, que munca se dice fo que se hace, sin que por ello se mienta; no se engata a nadie, i tampoco tno se engaia si miso, Io unico que uno hace es ageniat signos.y euerpos como pievas hetrogéness de la misma maquina. La nica unidad procede de una misma y nica funein, un mismo y nico efuntivan ex set fexrime) de “einciado ¥ ol arbio de estado corporal: un asoateclmiento fue se extra ose contac, un deveneen ining. Feudal? Un agenciamiento cs sempre e indisolublementeageniamiento ‘maguinico de efectuacion y agenciamiento coleivo de énunciacidn. En ia eanciacia, en la producién de enunclados, no hay sujeto, siempre hay agentes clectivos; en sl contenido del enuaciado unex se encontrarin objetos, ino. estados maquinicos. Son como las variables de la funei6n que no cesan * de enireerzar sus valores 0 sus Segmentos. Nadie ha mostrado 81 mejor que Katka esas dos caras complementarias de todo agenciamiento. Si hay un mundo kafkiano, no et certamente el de lo extrafo’o al de fo absurdo, sino un munca donde la maxima formalizacién juridia de los enunciados (preguntas y respuestas, objeciones, argumentaciones, _ consieraciones, ‘enirega de conclusiones, veredicto) coexste con la mis intensa formalizaciin maquina, la maguinacién de estados de cosas y de cuerpos (a miguina-bateo, méquins-hotel, miquina-

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