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Cuando lleg el tiempo de la purificacin de Mara,

segn la ley de Moiss, llevaron a Jess a Jerusaln


para presentarlo al Seor.

Todo primognito varn ser entregado al Seor,


y para entregar la oblacin (como dice la ley del Seor:
un par de trtolas o dos pichones)
(Lc 2, 22-24)

Jess es consagrado a Dios desde su nacimiento.


Jess es con todo derecho posesin de Dios.
Su presentacin en el templo es ya la revelacin
y el anticipo de su consagracin.

Pero Jess es tambin


rescatado para que viva
entre las gentes.
Y es rescatado mediante
la ofrenda sencilla de los
pobres, como peda la
Ley.
Jess y su familia son pobres, as que su ofrenda
es sincera y proftica a la vez. Jess se presentar un da
como un pobre entre los pobres.

El anciano Simen dirige a Mara unas palabras profticas:

ste est puesto para que muchos en Israel


caigan y se levanten.

Ser como una bandera discutida


Lo sera durante toda su vida, y finalmente en la cruz.

As quedar clara la actitud de muchos corazones.


Nadie queda indiferente ante quien entrega su vida
por los dems.

Y a ti una espada
te traspasar el alma
La suerte de Mara
haba de estar unida
a la de su Hijo. Ella lo
acompaar a la cruz.

Seor Jess, deseamos reconocer tu presencia callada


y humilde entre nosotros. Y prometemos anunciarte
con nuestra palabra y nuestras obras como el Seor
que nos trae la luz y la salvacin. Amn

Jos Romn Flecha Andrs


Palabra del Seor, Salamanca , Editorial.Secretariado Trinitario,2007
Presentacin:

Antonia Castro Panero

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