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Esta es de cmo Santa Mara guard, para que no ardiese, al hijo del judo que su padre haba echado al

horno.
"La Madre del que libr de los leones a Daniel, sa del fuego guard a un nio de Israel."
En Bourges, haba un judo que saba hacer vidrio, y un hijo suyo -que l no tena ms, segn lo que sque, entre los cristianos, aprenda a leer en la escuela, lo que era ingrato para su padre.
El nio estudiaba lo mejor que poda y tena gran gusto en aprender cuanto oa; y por eso tanta amistad
tena con los chicos con quienes era estudiante, que andaba en el tropel de ellos.
De tal modo, que quiero contaros lo que le aconteci un da de Pascua, cuando entr en la iglesia, donde
vio al abad ante el altar que iba dando a comulgar las hostias y el vino, en un hermoso cliz.
Al judeico le agradaba, porque le pareci que les daba a comer las hostias Santa Mara, a la cual vea,
resplandeciente, en el altar, teniendo en sus brazos a su Hijo Emmanuel.
Cuando el mozo vio esta visin, tanto le plugo que, por coger su parte, se meti entre los otros. Santa Mara
entonces le tendi su mano y le dio tal comunin que le fue ms dulce que la miel.
Cuando hubo tomado la comunin, luego se fue de all, y entr en la casa de su padre, como sola hacer. El
le pregunt que haba hecho. Le contesto: "La seora que vi bajo el chapitel me dio la comunin."
La irritacin le creca al padre cuando tal oy y, fuera de s, cogi a su hijo y, como viera arder el horno, lo
meti dentro y cerr el horno, y muy mal pec como cruel traidor.
Raquel, su madre, que tanto quera al hijo, pensando, sin ms, que arda el hijo, dio grandes voces y sali a
la calle, y he aqu que la gente acude a los lamentos de Raquel. Y en cuanto supieron el motivo de sus
gemidos, se fueron a abrir el horno en donde yaca el chico, que la Virgen quiso salvar como Dios, su Hijo,
guard a Ananas, Azaras y Misael.
Luego sacaron de all al rapaz con alegra y le preguntaron si se resenta de algn mal. Y l dijo:
"No, porque me cubr con lo que se cubra la seora que vi sobre el altar, con su Hijo, buen doncel."
Por milagro tal, luego la juda crea y el nio, sin ms, reciba el bautismo, y al padre que hiciera el mal, por
su locura, le dieron entonces una muerte como la que l quiso dar a su hijo Abel.

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