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Primera edicién: 1981 Segunda edicién: 1986 ISBN 9860-00-00 12-9 Copyright 1986 by Ediciones de ta Biblioteca de la Universidad Central de Venezuela Caratula: Héctor Diaz P.O HN364 U6s Universidad Central de Venezuela. Cenlto de Estudios del Desarrollo. Formacién histérico-social de Wenezuela / Centro de Estudios del Desarrolio, —- Caracas: Universidad Central de Venezuela, Ediciones de la Biblioteca, 1981. 216 p.; 19 cm, — (Coleccién historia; 8). “CONICIT’. Incluye bibliografia. ISBN 980-00-0042-9 1. Clases sociales - Venezuela. 2, Venervela - Condiciones sociales. 3, Venezuela-Condiciones econdmicas. 4. Wenexut- la-Histotia. I. Consejo Nacional de Investigaciones Cien- tificas y Tecnolégicas. II. Titulo. BC 5-461 INTRODUCCION 1. OBJETIVO DEL PREDIAGNOSTICO HISTORICO DE WENEZUELA El conocimiento del proceso sociohist6rico de Venezuela constituye uno de los insumos cientificos requeridos por las diversas ciencias sociales aplica- das al diagnéstico de Ja realidad venezolana. Sin embargo, pata el caso de Venezuela como para el conjunto de América Latina, en lineas generales las caracteristicas de la historiografia —incipiente inte- gtacién de los productos de la investigacién cienti- fica y teorizacién excesiva que pierde de vista, en buena parte, el acontecer histérico real—, no permi- ten que dicho conocimiento realmente se constituya en un apoyo significativo del diagnéstico, sea éste global, regional o sectorial, En este sentido, en el presente prediagndstico se intenta fecoger un conjunto de hipétesis, de diver- so nivel de cobertura, que permitan la reclaboracién critica de lo esencial del conocimiento adquirido so- bre el proceso sociohistérico de Venezuela.* 1. Este texto tiene el limitado cardcter de guia para la cla- Boracién de futuros planes de trabajo. E] constituye, en efecto, la primera tentativa de sistematizacién de las ideas que, en ef curso de su labor mvcstigutivo-docente, se ha venido formands el equipo sociohistérico del CENDES ros- pecio al proceso sociohistizico de Wenezuela. 5 Basicamente se trata de proveer una interpreta- cidn del acontecet sociohistérico de Venezuela en una perspectiva global e integral, tanto en el senti- do del proceso histérico mundial como en el senti- do de la especificidad de la realidad venezolana. De esta manera, dicho conocimiento puede proveer un insumo util y necesatio para la elaboracién del diag- néstico de la realidad venezolana, tarea en la cual se encuentra empefiado el CENDES, 2. ESPECIFICIDAD DE LA FORMACION SOCIAL VENEZOLANA La formacién social venezolana se gesta y de- sarrolla en el curso de un proceso complejo cuya es- pecificidad puede ser comprendida estudiandolo co- mo proceso de implantacidn. Este proceso es la sin- tesis dialéctica de un conjunto de determinaciones derivadas de tres fuentes: la base indigena; la ges- tacién, conformacién y desarrolto del Sistema Capi- talista Mundial, y el proceso de implantacién mismo. " La especificidad de fa Formacién Social Vene- zolana se expresa en; a) La eualidad del origen del proceso de im- plantacién que le da el cardcter de sociedad implantada tipo, en razén, fundamental- mente del nivel de desarrollo de la base indfgena. b) En elf desarrollo del proceso de implanta- cién. Este se desenvuelve sobre dos ejes de integracién creciente: el vertical o de es- tructuracién social, y el horizontal o de ex- pansido en el territorio, que reproducen en nuevas zonas geograficas el proceso de im- plantacién, y cuya especificidad puede ser apreciada mediante la utilizacién de la he- 6 framienta analitica que denominamos com- plejo de procesos, Este complejo est4 integrado por varios niveles esteucturalmente vinculados: econdémico, de organi- zacién social, jutidico-politico e ideolégico. Ei and- lisis del desarrollo del complejo de procesos permi- te advertir dos rasgos fyndamentales: - La unidad del proceso sociohistérico de la formacién social venezolana, que puede ser analiza- do como unm proceso de implantacién ain no con- cluido. - ELalto grado de contemporaneidad. En cada momento ‘de ese desarrollo sociohistérico se aprecia la presencia simultanea y articulada de elementos ge- nérados en diferentes momentos de ese desarrollo. De esta manera, la realidad presente se constituye de una simultaneidad de elementos sociohistéricos. Situacién esta que desde el punto de vista de un diagnéstico determina la necesidad de utilizar una perspectiva capaz de explicar el cardcter de esos ele- mentos y sus formas de integracién en el presente histdrico, Dentro de esa unidad esencial del proceso so ciohistérico, sin embargo, es posible establecer_uni- dades espaciohistéricas, que denominamos fases, atenciendo al caricter que presenta el complejo de procesos en su desarrollo. En este sentido, cabe distinguir tees fases fun- damentales en el proceso sociohistérico venezolano: - La fase de establecimiento de las bases para el proceso de implantacién, expresado en [a estruc- turaci6n de Jos nicleos primeros y primarios. Esta fase recoge el proceso de relacionamiento inicial his- pane con dreas del territorio venezolano hasta la es- tructuracién de Jos nicleos primetos y primarios de implantacion. 7 La fase de estructuraci6n de ta formacién social venezolana, que culmina con la primera crisis estructural. En sentido cronolégico, esta fase se ex- tiende desde 1545, con el establecimiento de El ‘To- cuyo, hasta la tercera década del siglo xx. - A partir de ese momento se inicia un reor- denamiento de las lineas fundamentales del desa- trollo de la formacién social venezolana, como con- secuencia de su articulacién con el Sistema Capitalis- ta Mundial, que delimita en lo esencial los proce- sos de la Fase III. En estas fases se pueden, asimismo, apteciar di- ferentes estadios histéricos que dan cuenta de fa for- ma particular en que avanzan los procesys definito- tios de Ja fase, . 3. LAS HIPOTESIS CENTRALES Un punto de partida metodolégico para la com- prensién del proceso sociohistérico venezolano es la necesidad de reflexionar sobre dicho proceso en el seno de los contextos en los cuales se generan algu- nas de sus determinaciones mas importantes. Es de- cit, analiticamente es preciso construir Ja totalidad en la cual dicho proceso sociohistérico debe ser ubi- cado de tal manera de hacerlo inteligible. No se trata, sin embargo, de una’ totalidad abstracta, defi- nida previamente, en la cual debe encuadrarse todo el proceso sociohistérico. Se trata de una construc- cién conceptual realizada a través del proceso de co- nocimiento del objeto, y en tanto tal, ella se enri- quece en la medida en que se profundiza en el cono- cimiento de dicho objeto. De la misma manera, en la medida en que la determinacién de las tendencias fundamentales de Procesos sociohistéricos concretos sélo puede deri- varse de un anélisis diacrénico, ello plantea Ja ne- cesidad de reconstituir la totalidad de andlisis en di- ferentes momentos del proceso. Es decir, el contexto de reflexion necesatio pata la comprensién del pro- ceso sociohistérico venezolano, o al menos la impoz- tancia relativa de las diferentes determinaciones que ejercen su accién sobre este objeto, varian en la me- dida en que ese proceso se desarrolla. ' A la luz de estas reflexiones, en el caso vene- zolano, el andlisis del proceso sociohistérico permite adyertit al menos dos contextos esenciales, en los cuales es necesario situar dicho proceso: el contexto colonial y el contexto determinado por fa articula- cién con el Sistema Capitalista Mundial. Aunque ambos contextos no son exclusivos, en la medida en que dentro del contexto colonial se van progresivamente delineando los pracesos que caracterizan la articulaciéa con el Sistema Capitalis- ta Mundial, desde ef punto de vista del objeto de estudio esa diferenciacién permite evaluar la accién de las diferentes determinaciones, y su importancia relativa en el curso del proceso de implantacién. Desde este punto de vista puede plantearse que si bien las determinaciones que devienen de las areas europeas, y de la conformaciéa y desarrollo del Sis- tema Capitalista Mundial, constituyen una constante a lo largo del proceso sociohistérico venezolano, no es menos cierto que Ja importancia de esta fuente de determinaciones no ha sida siempre la misma. Dicha importancia muestra una tendencia a in- crementarse en funcién del desarrollo capitalista, y del propio desarrollo del proceso de implantacién, hasta el punto de Negar a actuar como factor ple namente conformante de dicho proceso, lo cual de- fine el caracter esencial de la fase tercera y actual en ja cual Venezuela se articula plenamente con el Sistema Capitalista Mundial. La accién creciente de estas determinaciones, asimismo, se corresponde con la disminucién pro- 9 gtesiva de la importancia relativa de las determina- ciones genetadas en la base indigena, y en el toda- via inconcluse proceso de implantacién mismo, hasta el punto de que a partir de la articulacién plena con el Sistema Capitalista Mundial la dindmica esencial de Ia formacién social venezolana esta determinada por la dinamica de dicho Sistema, Los procesos definidores de la Fase I pueden ser comprendidos dentro del contexto colonial. Sin embargo, en rigor, durante la Fase I no es posible hablar de un contexto de reflexién cuyas relaciones estin plenamente acabadas. Se trata de la confor- macién inicial de un conjunto de relaciones, que progresivamente van definiéndose como Ia totalidad colonial. La culminacién del proceso conformativo de ese conjunto de relaciones, puede ubicarse du- rante el siglo xvi, de tal maneta que los procesos de constitucién de la formacién social venezolana y la primera crisis integral de la misma, que definen ja Fase Ti, deben necesariamente ser ubicados en el contexto colonial. Pero asimismo, en el momento em el cual dicha totalidad aparece mas acabada, en ésta ya es posible advertir las relaciones y tendencias esenciales que permiten caracterizar la totalidad determinada por la articulacién con el Sistema Capitalista Mundial. De esta manera, con la ruptura del nexo colonial co- mienzan a redefinirse las relaciones esenciales que caracterizan el contexto colonial, lo cual implicara el creciente dominio de los elementos que derivan de la articulacién com el Sistema Capitalista Mundial, telacién que ya se advertia en el seno del contexto colonial. Esto significa que la intensa bisqueda de salidas a la crisis de la sociedad implantada, rasgo caracteristico del proceso socichistérico venezolano durante el siglo xtx, debe ser encendida en el im. bito de la articulacién con el Sistema Capitalista 10 Mundial. En este contexto, sin embargo, deben dis- tinguirse dos momentos, atendiendo a la forma do- minante de la expansién del capital a partir de los focos capitalistas, Uno, que podriamos denominar de actualizacién de ia relacién con focos donde se desarrolla la ten- dencia capitalista, que se extiende desde la ruptura del nexo colonial hasta las tres primeras décadas del siglo xx, y que cortesponde a la culminacién de Ja Fase II. Durante este momento las relaciones estén ba- sadas en una mtensificacién de los vinculos previa- mente establecidos: comerciales y financietos (a tra- vés de los empréstitos gubernamentales). Si bien esta creciente interrelaci6n implica la accién de nuevos factores dinamizadores genetados en los focos de desarrollo capitalista, y por lo tanto wna creciente importancia en la dindmica de la for- macién venezolana de las determinaciones genera- das en ese contexto, sin embargo esa accién sélo im- plica revitalizaci6n de las estcucturas preexistentes, sin llegar a modificar el cardcter de la formacién social yenezolana, Esta situacién comenzara a modificarse en 1a me- dida en que ocurre Ja penetracién directa del capital internacional en la actividad productiva, ya que a partir de esa relacién se produce un reordenamiento interno en el cual los capitalistas se constituyen en el eje dinamizador de la formacién social venezola- na, Estos hechos definen el segundo momento en el contexto considerado, EL “‘Prediagnéstico Sociohistérico de Venezue- ja’ contenido originalmente en tres fasciculos, de- be ser considerado, en propiedad, un producto de ja investigacién sobre e! Proceso Sociohistérico de América Latina actualmente en curso en el Depar- tamento de Investigaciones Sociales del CENDBS, in- ll vestigacién tealizada bajo el patrocinio del Consejo Nacional de Investigaciones Cientificas y Tecnolé i gicas. ; La elaboracién del Prediagnéstico estuvo a cat- go de un subequipo formado por josefina de Her- nandez, Yoston Ferrigni, Manvel Beroes, Lourdes \ Fierro y Gastén Carvallo, bajo la coordinacién de : German Carrera Damas. La redaccién de la Fase I \ estuvo a cargo de Manuel Betoes, la de la Fase II 4 a cargo de Josefina de Hernandez, y la de la Fase FASE I ‘ III, a cargo de Yoston Ferrigni y Lourdes Fierro. Como es notma en el equipo, los textos fueron dis- ESTRUCTURACION cutidos criticamente por la totalidad del subequipo, corresponsable, por lo mismo, de la totalidad del DE LOS NUCLEOS PRIMEROS trabajo. 1. GERMAN CARRERA DAMAS Y PRIMARIOS Soohindaco de Amis Late DE IMPLANTACION MANUEL BEROES \ \ { “Az Dentro del enfoque manejado por el equipo so- ciohistérico del CENDES en su estudio del proceso sociohistérico de América Latina,’ la Fase I del men- cionado proceso —o Fase de estructuracién de los nicleos primeros y ptimarios de implantacién— ex- presa Ja dindmica del relacionamiento inicial hispa- noportugués con América. Tal relacionamiento, en cuyo curso (1492-1570 aproximadamente, considera- da Ia totalidad del territorio americano por él afec- tada) se gestaron, desarrollaron y cristalizaron las condiciones que hicieron viable 1a apertura del pro- ceso de implantacién de las sociedades latinoameti- canas, se desenvolvié en el marco de un proceso mas amplio, el de desarrollo de la tendencia expansiva del capital comercial europeo, proceso del cual Es- pafia y Portugal fueron actotes principales durante los siglos xv y XVI, Cuatto rasgos fundamentales caracterizaron, se- gan el estudio mencionado, el _relacionamiento inicial: fespersa i)" 1°) Fue impulsado bdsicamente por grupos ibéricos particulares” cuyos fines primordiales eran 1, Yéase: Equipo sociohistéricu de CENDES, “Proceso socio- histéricao de América Latina-Sistema de Hipétesis’. Ca- racas, mimec., CENDES, 1974 (cuarta versién). 2. Los grupos ibéricos particulares se constituyerot como empresas fundamentatmente destinadas al logro de fines 15 1 de orden econémico y los cuales actuaron, en la prdc- tica, con un amplio margen de autonomia respecto de los érganos politico-administrativos de las metré- polis. 2°) Iniciado como relacionamiento comer- cial-expoliativo (rescate, rapifia, come de palo bra- sil 0, a lo sumo, creacién de pequefias factorias para la extraccién de ora de superficie, perlas u otros re- cursos) con estada sdlo transitoria de los grupos ibéricos en América, en su curso se configuré y de- sarroll6 una tendencia al establecimiento permanen- te de dichos grupos en el territorio americano,* la cual, tempranamente en el caso hispano y hacia 1a tercera década del siglo xvi en el caso portugués, imprimié una direccién dominante a su desenvolvi- miento; 3°) La sealizacién de la tendencia al estableci- miento permanente de grupos ibéricos particulares en el territorio americano, vale decir la ocupacién econémicos, entendidas tales empresas como asociaciones transitorias, es decir, imtegradas con el exclusivo propd- sito de flevar a cabo wag expedicién al término de |a qual se disolvfan. Es importante sefialar que en el] seno de esas empresas se distinguicron dos claras instancias de participacién: una en Ia cual se situaba a los orga nizadores y/o financistas principales de fa empresa —de unc a tres gemeralmente-- sscciados para el reparto de lo fundamental de Jos beneficios y quienes fungian de capitanes o candiflos, y otea en lg cual se situaba el grueso de Jos integrantes de la empresa, enrolados vo- juntariamente con aporte de su armamento, algunas vi- tuallas o, en muchas ocasiones, su conocimiento o espc- cial habilidad en Ja navegacion, la milicia o alga otro oficio, y quienes aspiraban a una vorcién de los bene. ficios previamente estipulada con Jos capitanes © cau- dillos, 3, La tendencia al establecimiento permanente de grupos ibé- ticos particulares en el territorto americano sd gesth en ja propia América y express, en esencia, Ja determinacién de un apreciable numero de los integrantes de dichos grupos de elevar su estatus sociceconémico’ y politico por via del usufructo privado y permanente de los re- curkos ameticanos y de la obtencién, en América, de pri- vilegios sociales y- posiciones de importancia_ politica. 16 efectiva por espafioles o portugueses de zonas de ese territorio ya pobladas por Ja base indigena, conlle- vé el relacionamiento estrecho y permanente entre ambos factores sociodemograficos —o relaciona- miento estructural iberoindigena— y dio lugar, en consecuencia, a Ja estructuracién en aquellas zonas de una serie de formaciones sociohistéricas embriona- rias —los nicleos primeros y primarios de implan- tacién—, sintesis dialéctica de los elementos propios de cada uno de Jos mencianados factores sociodemo- graficos; 4°) En virtud de su heterogeneidad estructu- ral, conteastante con la relativa homogeneidad de los gtupos ibéricos, la base indigena actuéd como factor condicionante en fa estructuracién de los niicleas pri- metos y piimatios determinando las alternativas de implantacién. Asi, eI relacionamiento estructural de aquellos grupos con formaciones sociohistéricas in- digenas de alto nivel relativo de desarrollo —las asentadas en las zonas de ocupacién efectiva hispa- na que hoy pertenecen a los territorios de México, Per, Bolivia, Ecuador y el centzo y sur de Colom- bia—, generé una altetnativa de implantacién, la cual ha sido denominada StmBiGTICA; ese mismo re- lacionamiento con formaciones sociohistdricas indi- genas de nivel medio de desarrollo —las ubicadas en las zonas de ocupacién erec!” - ibérica hoy per- tenecientes a los territorios de Santo Domingo, Hai- ti, Cuba, Puerto Rico, Jamaica, Panama, Nicaragua, el norte de Colombia, Chile, Argentina, Brasil y Ve- nezuela—, abrié otra alternativa de implantacién, la cual ha sido llamada Tipo y, finalmente, dicho rela- cionamiento con las formaciones sociohistéricas in- digenas también de nivel medio de desarrollo pe- to con importantes diferencias respecto a las antes nombradas— que poblaban las zonas de ocupacién efectiva hispana que hoy pertenecen a los territorios 17 de Paraguay, Guatemala y Honduras, dio lugar a formas YARIANTES de implantacién. En el tersitorio hoy venezolano, el relaciona- miento inicial siguié cauces muy especificos. En efec- to, comenzado en 1498 con el descubrimiento de la costa sur de la peninsula de Paria y el de la isla de Cubagua por Cristéba) Colén, dicho relaciona- miento ptesenté como rasgo fundamental de su de- sarrollo el del predominio —en principio absolute (1498-1520, aproximadamente) y mas tarde limita- do (1520-1560, aproximadamente, con variaciones, segin las zonas)— de la actividad comercial-expo- liativa, frente a aquella —fundamental en el desa- rrollo de la Fase I a nivel de América Latina como conjunto— que apuntaba hacia el establecimiento permanente de grupos ibéricos particulates en el te- rtitorio americana. Al tespecto cabe indicar que en el tercitorio hoy venezolano, componente junto con la regién costera atlantica colombiana de la llama- da Area de Tierra Firme, se concentré en lo esencial la actividad de las empresas comercial-expoliativas que ptovenientes de Espafia retornaban a ella con diversos bienes de interés econémico, asi como la de fos grupos establecidos en las Antillas, los cuales hi- cieron de aquel territorio su reservotio de fuerza de trabajo." La concentracién de ja actividad comercial-ex- poliativa en el territorio hoy venezolano, en patti- cular y el Area de Tierra Firme en general, obedecié a jas razones siguientes: 4. Debe advertise que en el texto se considerardn como * expresién de la activided comercial-expoliativa, fas rezzias © entradas que ¢n procura de fuerza de trabajo indigena realizaron en el territaric hoy venezolano los grupos his- anos establccidos en las Antillas, Ello es asi, ya que si jen esas razzias o entradas se inscribieron en ¢f marco de Is estructuracién d¢ los aucleos primeros y primarios de implantacién en aquellas isles, Jo que respecta terzitorio hoy venezolano tuvieron el cardcter de acciones expoliadoras. 18 1*) Los primeros contactos hispanos con el te- tritorio hoy venezolano fueron realizados por Cris- tobal Colén® en 1498 cuando ain se gestaba la ten- dencia al establecimiento permanente de grupos ibé ricos particulares en el territorio americano, Tales contactos comptendieron Ja zona rica en perlas de Cubagua, zona que al autorizarse en 1499 a actua- cién de particulares hispanos en América se convit- tid en el foco de atraccién de las empresas comer- cial-expoliativas organizadas en Ja peninsula Ibérica* ese mismo afio y el siguiente, (Alonso de Ojeda, Vicente Y4fiez Pinzén, Crist6bal Guerra y Per Alon- so Nifio). El conocimiento de los placeres perlife- 5. Las empresas colombinas de 1492, 1493 7 1498 deben ser vistas coma empresas oficiales. En efecto, ellzs conta- ron con él pattocinio y con la participacién econdmica de la Corona castellana, a la cual aparecia asociado Colén, y sespondieran a los lineamientos bisicos de {a politica oficial de busqueda de ung ruta maritima que vinculase a Espafia con el Oriente a fin de crear mexanismos de relaciéa. comercial directa entre waa y otro. En sigor, ¥ no obstante los esfuerzos hechos por los interesedos en lis afios precedentes, hasta 1498 no actué en América ninguna empresa hispana particular. A partir de 1499, a duiz del fracaso_de la factoria que 12 Corona intenté es- tublecer en La Espafiola y de la consecuente autorizacién a@ tos particulares para actuar en América, las empresas Otganizadas por estos Ultimos pasaron a ser Jas impulso- mus del relacionamiento inicial, ocupanda cntonces Amé- fica una posicidn subordinada en [os planes de accién oficia! directa hasta después de estructurzdos los nicleos peimeros y ptimatios de implantacién. En ol caso portu- giés las empresas particulares operaron sin trabas desde 1501 —un afio después de descubierto cf Brasil—, hasta aproximadamente 1545. 6. En ef estudio “Proceso sociohistérico de América Lati- na” se indice que Jas empresas hispanas patticulares par- ticipantes en el refacionamiento inicial con América con- formaron dos grandes vertientes: una actuante desde la peninsula Ibérica, Ja cual impulsé en Jo esencial la acti- vidad comercial-expoliativa, y otra, conformada on el pro- pio tertitorio americano, 1a cual impulsd furdamentalmen- te ef establecimiento permanente en el terzitorio, La pri- mera comenzdé a operat ya en 1499, mientras que la se- gunda no Io hizo hasta 1508, una vez estzbilizados Jos fucleos primerod y Priffarios de implantacidn em La Es- pafiola, 19 ros de Cubagua sitvié entonces como incentivo pata la exploracién sistemdtica por dichas empresas de la costa desde el norte de Brasil hasta Panamé, Jo cual permitié determiner el carcter continental del area, desde entonces llamada en su conjunto de Tierra Firme, y descubrit en ella nuevas fuentes de recut- sos diversos, lo que por su parte reforzé el interés de las sucesivas empresas cometcial-expoliativas sali- das de Espaiia por operat en Ja mencionada tea. Cabe sefialas que la razén expuesta determind igualmente el que las empresas impulsoras de la ten- dencia al establecimiento permanente en el tertito- tio americano evitaran en general y durante un lar- go lapso (hasta 1521) orientar su actividad hacia el territorio hoy venezolano —y el atea de Tierra Fir- me en general—,’ hecho este que a su vez contribu- 7, Realizado en La Espafola, area en la cual dio lugar a la estructuracién de ‘los iniciales nicleos primeros y pri- marios de implantacién en América (1499-1507), of cs tablecimiento permanente de grupos hispanos partic S en el terzitorio americano se extendid por dos viss: i) Una via fundamental, en tanto que cubrid la mayor par to y fas més importantes de tas nuevas Areas ocupadas efectivamente, cua] fue la de la accibn de la vertiente de empresas organizadas en Ia propia América, Ista via implic6 Ja extensién progresiva del establecimiento per- manente en el sentido de que, en général, cada area ocu- pada efectivamente sirvié de base para la ocupacién de otras una ver que en ella se produjo Ja esttuctutacién de niclens primeros y primarios de implantacién. Asi, La Espafiola fue entre 1508 y 1510 el punto do partide de fas empresas que entonces se rcado utilizaria basicamente fuerza de trabajo ne- gta esclava (aunque en [a fase de recoleccién y tromsporte predominaba la mano de obra mestiza). Si bien durante el siglo xvi se encuentran algu- ncs antecedentes de la apertura de vias de intercam- bi> sobte la base de aultivos ecutopeos {envios de 39 harina desde mediados del siglo xvi; y a partir de 1607 y,. por poco tiempo, desde los valles de! Toy a Santo Domingo, Cartagena y Puerto Rico), en gor el inteccambio también se desatrollé con pro- ductos indigenas (tabaco y cacao, sobre todo) y su respectiva tecnologia. , El cultivo del tabaco se amplia a fines del si- glo xv, y durante las dos primeras décadas del si- guiente, estimulado por Ja demanda de ingleses y holandeses —quienes adquieren el producto en for- ma ilegal en Ja costa— y en menor medida por la demanda metropolitana. Las areas de cultivo se €x- tienden desde la provincia de Barinas hasta la pro- vincia de Nueva Andalucia (Cumand) y valles in- teriores del macizo Oriental, pasando por los valles de Aragua y la cuenca del Unare. La extensién del cultivo del tabaco a lo largo de la costa ocupada, en detrimento de otros cultivos, y el contrabando desazrollado con su produccién, llevé a que se ordenase la tala de las plantaciones, con excepcién del area de Barinas, que estaba bajo la jurisdicci6n de la Nueva Granada, de tal forma que para 1627 ya la produccién habia decaide coin- cidiendo con su aumento en las colonias inglesas de la América del Norte. : Particular importancia cevistid el cultivo del ta- baco en las provincias de Nueva Andalucia y Bari- nas, En la primeta contribuyé a crear condiciones pata la estabilizacién de sus nicleos, a través del estimulo representado por el comercio ilicito, reali zado principalmente con los ingleses. En la segun- da contribuyé al Fortalecimiento de los nicleos de Mérida y Gibraltar, ya que los cultivos de Barinas estaban en gran medida en manos de los poblado- tes metidefios y su producci6n salfa por el puerto de Gibraltar, sobre el lago de Maracaibo. La comer- cializacién del tabaco también aportd beneficios a 6 algunos grupos de Ja provincia de Venezuela que actuaron como exportadores del producto, y a par- tic de 1648, cuando se abrié la ruta del Apure y de! Orinoco para la salida del tabaco, fueron favo- recidas las poblaciones de Guayana (Cabruta y San- to Tomé). E! cultivo del cacao, de fronteras mas limitadas que el del tabaco, se localizé preferentemente en la zona costanera-central, constituyendo la fuente del mayor dinamismo que, en el conjunto del area ve- nezolana, mostraba la zona central, y en especial la provincia de Caracas. La produccién de cacag con fines comerciales se inicié en la filtima década del siglo xvi —-las primeras exportaciones se realizaron en 1607— y predominé en la economia de exporta- cién hasta 1830. Los primeros envios del producto estaban dicigidos a Espafa, pero a partir de 1620 la Nueva Espafia pas6 a ser el mercado preferente, hasta 1730, cuando la Compafiia Guipuzcoana inicié sus actividades. En este intercambio los productores y comerciantes venezolanos obtenfan metales precio- sos de la Nueva Espafia, y de Espaiia mercaderias que eran pagadas con el producto y metales pre- ciosos. La explotacién comercial del cacao y del taba- co estimulé el intercambio ilegal con factores’ eu- ropeos y en especial con holandeses que proveian algunos bienes manufacturados, y mano de obra cs- clava. El cultivo de Ja cafia de azticar también adqui- rid cierta significacién, principalmente en las zonas central y oriental, al permitic e! establecimiento de ciertas corrientes de intercambio interno. Sobre Ia base de esta produccién comercial, de- sarrollada dentro del predominio, en todas las areas, de una economia de subsistencia, se va configuran- do un sector de productores y de mercaderes de par- 61 ticular importancia en la provincia de Caracas, ae hacia fines del siglo xvi contaba con una flotélla para realizar el trifico con la Nueva Espana. ; La conformacién de la economia de mercaciO se fundamenté en un doble proceso de estructura: cién de la propiedad agraria y de establecimiento de nuevas relaciones de produccién, edad El proceso de conformacién de la propie “ agratia avanza lentamente en funcién de lo que pue de considerarse una oferta ilimitada de tierra culti- vable. Los primeros repartos de tierra ocurren en 1545, con Ja fundacién de El Tocayo. Bn Caracas se reparten tierras en 1567, y en el Tuy en 1592. La concentraci6n de la propiedad agraria se inicia @ fines del siglo xvi en las zonas de Jos valles dle Ge racas y de Aragua y se intensifica durante el siglo siguiente, pero, para el conjunto, constituira un fe- némeno generalizado en el siglo XIX. ; Dada la oferta ilimitada de tiercas cultivables, Ja expansion de la base agropecuaria estuvo condi- cionada por la disponibilidad de una fuerza de tra- bajo abundante y barata. Si bien la base indigena cumplia con la segunda condicién —eta: incorpora- da a las nuevas actividades productivas en un re gimen de servicio forzado, delimitado’ por Ja figura de la encomienda—,” la expansién de la base eco- némica, segia la opinién generalizada en las fuen- tes, se vio frenada por la escasa magnitud de fa po- blacién indigena, asi como por la ausencia de una disciplina de trabajo. Frente a esta situacion se recur tria al trabajo negro esclavo, utilizado en los cultivos comercializables y en particular en el del cacao. De esta manera se definid'desde el inicio una tenden- cia de division del trabajo: el esclavo negro fue pre- ferentemente utilizado én la agricultura de expor- i i te en 1687, pero cn >. La encomienda fue abolida legalmente er fa practica perdurd hasta mediados del siglo xvi 62 tacién —Jo cual determiné el patrén de distribucién espacial de la poblacién negra esclava—, en tanto que la economia de subsistencia tendia a quedar en manos de indigenas y mestizos, y més adelante es- clavos manumitidos —su producciéa era bdsicamen- te maiz y tubérculos. A diferencia de Ja indigena, f2 mano de obra esclava cesultaba muy costosa, y su adquisicién dependfa de Ja capacidad de exporta- cién de Ios productores, quienes generalmente paga- ban en productos que ingresaban a un circuito de comercio triangular, el cual dejaba un amplio mat- gen de beneficios al comerciante europeo. E! lento ritmo de desarrollo de los cultivas de exportacién, sumado a Jas limitaciones de los mercados externos para los productos tropicales originales, fueron fac- tores que deben tomarse en consideraci6n al evaluar los reducides contingentes de mano de obra escla- va que se incorporaron durante los sighos XVI y XVE. EI incremento en la utilizacién de este tipo de fuer- za de trabajo constituyé e] elemento fundamental en el cual se apoyd la expansién de la economia de exportacién durante el siglo xvm1. ii. Ef nivel juridico-politico. La insularidad o débil tendencia integradora que, desde el punto de vista econémico, catacterizé las diferentes zonas def drea venezolana, se correspondia con un muy débil proceso integrador a nivel juridico-politico. Hasta fines del siglo xva el dtea territorial que en 1777 se asigné a la jutisdiccién de la Captania General de Venezuela estuvo dividida en provin- cias que de manera aislada dependian de estructu- ras mas inclusivas ubicadas en oteas dreas de implan- tacién. La ausencia por mds de dos siglos de érga- nos del poder colonial que integraran las diferen- tes zonas, apatte de que nunca Ilegaron a vincular- se directamente con Ja mettdépoli, expresa, en gran 63 medida, el caracter marginal que por largo tiempo tuvo esta drea en el Imperio Hispano. Estas provincias eran: la de Venezuela, creacla en 1528, con Caracas como centro politico-adminis- trativo a partir del 1578 y sede del Obispado desde 1581; Ja de Nueva Andalucia, creada en 1569, que tenia bajo su jurisdiccién toda la zona de Oriente; la de Maracaibo, creada en 1576, que incluia Mé- rida, La Grita y Maracaibo, y la de Guayana, cea" da en 1568, Estas unidades politico-administrativas dependieron, alternativamente, de la Audiencia de Santo Domingo y de Santa Fe de Bogota. La inclu- sién de diversas zonas dentro de una misma provine cia no garantizaba su integraci6n politico-administra- tiva ya que Jas relaciones entre los diferentes mi- cleos eran extcemadamente dificiles y, a to sumo, el centro politico-administrativo podia ejercer un efectivo control sobre el tertitorio mas proximo. A nivel local la accién de los representantes de los érganos politico-administrativos centralizadores estuvo condicionada por el poder que en Ja prdctica ejercia el Ayuntamiento, en el cual ptedominaban los intereses de Jos sectores que dentro de Ja estcuc- tura econémico-social tendian a concentrar los pri- vilegios. Fo este sentido, 2 nivel local se fue es- tracturando un marco juridico-politico en el cual con- flufan, de manera clara, el ejercicio del poder co- jonial metropolitano —a través de sus diferentes re- presentantes—, y de los intereses de los sectores que iban delineéndose como clase dominante. En esta relacién, frecuentemente conflictiva, en gran medida ptevalecian los intereses de jos sectores implantados, tanto por su, control directo y efectivo de los pro- cesos productivos como por la posicién telativamen- te marginal del area en ek Impetio Hispano. La significacidn que tuvo el Ayuntamiento pa- ta la vida politico-administrativa local desde su ini- A cio, se pone de relieve en el hecho de que en 1560 se le concedié licencia real para que, en caso de fal- tar el Gobernador, el gobierno fuese asumido por los alcaldes locales, quienes eran designados entre los vecinos. Asimismo, en 1675 se logré que en caso de ausencia del Gobernador, el Ayuntamiento de Ca- racas tenia el privilegio de ejercer estas funciones en toda la provincia de Venezuela. De esta manera, desde el punto de vista juri- dico-politico Jos sectores que tendian a concentrar los ptivilegios econémico-sociales participaban y orien- taban la toma de decisiones a nivel local, garanti- zando Ia definicién de politicas que favorecieran sus intereses. En este sentido esos sectores gozaton de una relativa autonomia para ejercer su dominio eco- némico y social, dominio que se institucionalizé en el cuadro juridico-politico, iii, El nivel de organizacién social. En este aspecto limitaremos el andlisis a fa consideracién de algunas hipdtesis sobre el cuadro de clases y castas. Es necesario advertir que cuando hablamos de clases durante este estadio no nos referimos a su existen- cia teal y acabada, sino al proceso constitutivo de un cuadeo de clases que se imbrica con formas de organizacién sociak basada en el criterio étnico. En la medida en que el desarroilo de los nticleos de implantacién se asentaba en [a actividud agcupe- cuaria, y que el factor dindmice fundamental Jo cons- tituye la actividad econémica orientada hacia cl ex- terior, la progresiva definicién de sectores y clases so- ciales, €n lo esencial, se realizaba en funcién del pa- pel que cumplian Jos diferentes grupos en esa acti- vidad econdmica. Si bien esta consideracién signifi- ca el reconocimiento del papel de lo econémico co- mo determinante en wiltima instancia del proceso constitutive de las clases, ello no implica que en este 65 proceso no actuaron determinaciones provenientes de tos ottos niveles del complejo de procesos. Como se desprende de las hipétesis delincadas en el nivel econémico, ante una oferta ilimitada de tierras las posibilidades de enriquecimiento estaban, en lo esencial, fundamentadas en la posibilidad de disponer de fuerza de trabajo. Inicialmente la utili- zacién de la base indigena, en la forma generalizada de Ja encomienda de servicio, establecia un primet elemento de diferenciacién en la poblacién de ofi- gen hispano. En efecto, en la medida en que la en- comienda constituia la principal recompensa recibi- da por los nuevos pobladores, en que esta asignacién se tealizaba en funcién del monto de la participacion en las expediciones —la cual inclufa tanto el apot- te econdmico como el papel desempefiado-— y en que se trataba de encomendar una poblacién de esca- sa magnitud demogréfica, s6lo un grupo reducido de la poblacién hispana podia disponer y usar cn su beneficio de !a mano de obra indigena. A partir de esta diferenciacién inicial, en tér- minos de la capacidad de control de un factor pro- ductivo sin el cual la tierra catecia de valor, y por el cardcter “hereditario” que en la- prdctica adqui- rié el régimen de la encomienda, se fueron deli- neando tres sectores sociales: - los encomenderos que utilizaban la base indi- gena como fuerza de trabajo en la realiza- cién de actividades productivas que no sdlo arantizaban su subsistencia, sino que abrian la _posibilidad de enriquecimiento, al dedi- catla a algunos cultivos para los cuales exis- tia cierta demanda externa; - la base indigena, obligada a peestar servicios bajo el régimen de encomienda, o en condi- 66 ciones similares a la esclavitud, en virtud de su supuesta o ceal rebeldia, y - un sector de poblacién blanca que, al no dis- poner de fuerza de trabajo gratuita, debia trabajar directamente la tierra, practicar el pequefio comercio o realizar oficios artesana- les como medio de garantizar su sobrevi- vencia. El crecimiento de la economia de mercado, y sobre todo el de Ja agricultura de exportacién, en términos generales fortalecié este patrén diferencial. Efectivamente, !a incorporacién de poblacién negra esclava, en la cual se fundamenté la ampliacién de las actividades productivas para el mercado, signi- ficaba una inversién considerable —si no la (nica, la mas importante— que muy pocos pobladores po- dian realizar. En este sentido, sdlo aquellos que ha- bian logrado acumular cierta riqueza mediante la explotacién de la mano de obra indigena estaban en condiciones de hacer esa inversién, y adelantar actividades ptoductivas que les garantizaran cierto nivel de beneficios. En la practica, Ja traida de esclavos no fue nu- méricamente importante, ni 1a economia de merca- do se desarrollS a un ritmo acelerado, sino a partir de fines del siglo xvu, de alli la debilidad de los sectores privilegiados en formacién, en comparacién con otras 4reas de implantacién, En la medida que la agricultura de exportacién constituia la principal fuente de enriquecimiento, los sectores privilegia- dos de mayor importancia surgieron en aquellas zo- nas propicias a dichos cultivos: los valles de Ca- racas, Mérida y Trujillo. E! funcionamiento de un régimen de esclavitud generé por una parte una clase esclava, cuyas condi- 67 ciones de vida la colocaban en un nivel de subor- dinacién mayor que el que regia para gran parte de la poblacién indigena; y una clase esclavista, due- fia de los medios de ptoduccién, que ejercia un cun- trol directo de las actividades productivas. Desde cl punto de vista de las personas que la constituian esta ultima clase entrelazaba los intereses de enco- menderos y comerciantes. A este cuadro social se superpuso un sector de funcionarios civiles y religiosos, a través de los cua- les se garantizaba la vinculacién del drea venezola- na con la Corona espafiola y que, desde el punto de vista juridico-politico, constituian expresién del proceso formativo del nexo colonial. A través de la accién de ese sector no solamente se aseguraba la sujeci6n del Area al poder metropolitano, sino que a la vez se sancionaba positivamnente la estructura de dominacién “interna”, constituyéndose en apoyo de ja clase dominante en formacién. La escasa im- portancia que en términos relativos tuvo esta atca dentro del Imperio Hispano, trajo coro consecuen- cia una débil configuracién del nexo colonial, {o cual significé que, en ta practica, predominaron los intereses de los sectores privilegiados que se iban conformando en el drea. Esta situaci6n permitid a dichos sectores un ejetcicio relativamente auténomo del poder apreciado en diversos aspectos: en lo eco- némico se trataba de la posibilidad que tenian di- chos sectores de organizar directamente la actividad econdmica y comercializar su produccién sin muchas limitaciones, ya sea a través del comercio de contra- bando con factores holandeses € ingleses, invalidan- do el ejercicio monopélico del comercio por parre de la metrépoli espafiola; ya sea a través del comer- cio directo con la Nueva Espafia —aprobado por la Corona—, que sirvié de base a la conformacién de un sector de comerciances crioflos. Desde el punto 68 de vista juridico-politico es significativa la utiliza- cién por esos sectores privilegiados del Ayuntamien- to como instrumento fundamental en la defensa de sus imtereses, tanto frente a los sectores dominados como frente a los representantes del poder imperial. En este sentido el Ayuntamiento constituyé el dr- gano de presién mds importante en la toma de deci- siones, por parte de la Corona, que favorecieran esos intereses, Estas decisiones con mucha frecuencia abrieron a la clase dominante la posibilidad de for- talecer su actuacién autonémica en relacién al ma- nejo de los asuntos intetnos de !a colonia. En este cuadro se generaron tensiones y conflic- tos cuyas lineas fundamentales son las siguientes: por una parte tensiones y conflictos entre la clase dominante —integrada por productores esclavistas y encomenderos y comerciantes, a la cual se super- ponia el sector de funcionarios metropolitanos— y la clase dominada, de la cual formaban parte la ba- se indigena y la poblacién esclava, Por otra parte, tensiones y conflictos entre sectores de la clase do- minante y entre ésta y los representantes metropo- litanos, De estas tensiones y conflictos la mas im- portante durante el petiodo es la que se tefiere a la telacin esclavista-esclavos. Esras clases no Megaron a adquirir magnitudes demograficas importantes du- rante el petiodo considerado. Su significacién radi- ca en que se constituyeron en funcién de fa activi- dad econémica de mayor dinamismo: la agricultura de exportacién. Los conflictos se expresaron en €n- frencamientos de caracrer diverso y en Ja implemen- tacién, por parte de los esclavistas, de diferentes mecanismos de coercién. Desde el alzamiento de Bu- ria, en el siglo XVI, se produjo una sucesién de re- beliones, alzamnientos y fugas, hasta el punto de que para principios del siglo xvii en un informe de un funcionatio merropolitano se hablaba de unos veinte 6 mil negros fugados. Progtesivamente cobratia impor tancia el conflicto entre ta clase dominante y los pardos, parte cada vez mas importante de las cla- ses. dominadas. c. Algunas consideraciones acerca del relacio- namiento entre el drea venezolana y tas di- verias economia’ europeat Ya se han sefialado que hasta las primeras de- cadas del siglo xvmr el drea venezolana formaba parte de las regiones marginales del Impetio Hispa- no, y que su relacién con la metrdpoli y las eco- nomias europeas de mayor dinamismo, era, en tér- minos generales, muy débil. La vinculacién con la metrépoli se reatizaba a través de dos vias: una, el establecimiento de or- ganos polftico-administrativos a cargo de funciona- rios metropolitanos a través de Jos cuales la mets6- poli, en dltima instancia, garantizaba la captacion, por la via fiscal, de parte del excedente econdmico generado, Desde 1530 se habian dictado disposicio- nes —contenidas en una real cédula— para Ja or- ganizacién de fas rentas reales en Venezucla. La otra via de relacionamiento fue el comercio basado en el intercambic de cuetos, tabaco y cacao, princi- palmente, por bienes manufacturados, que dentro de una politica metropolitana de orientacién monopo- lista se traducia en la apropiacién por parte de fa Corona y los factores espafioles de lo fundamental de los beneficios derivados de esa trasaccién. Este relacionamiento, expresi6n del proceso conformativo del nexo colonial y de su caracter no adquirié suficiente fuerza em relaci6n con el drea venezolana hasta 1730, aproximadamente. Lista debi- lidad fue producto de fa interaccién de un conjunto de factores entre los cuales cabe destacat la preca- 70 tiedad del proceso de implantacién hasta fines del siglo xvut y Ja situacién de Espafia en el cuadro eu- ropeo. Es necesario recordar qué el fundamental inte- rés de la metrépoli cadicaba en ta obtencién de ri- quezas por via fiscal y comercial. En este sentido, la magnitud del producto extraido dependia tanto del nivel de desarrollo alcanzado por la actividad productiva y en especial del tipo de producto ex- plotado, como del funcionamiento cfectiva de tos. mecanismos establecidos para garantizar la exirac- cién de excedentes. E] drea venezolana no proveia el tipo de producto mds preciado por la economia europea, esto es metales preciosos, De alli que no fuese extrafio que la atencién de la metrépoli se volcase hacia aquellas ateas donde habia posibilida- des reales —conjuncién de recursos mineros y ma- no de obra abundance y barata— de obtener los pro- ductos que se enmarceban en su cuadro de intere- ses fundamentales, y que precisamente fuese alli donde se organizaran los grandes ejes del Imperio Hispano como fue el caso en las areas de implan- tacidn simbiética de Nueva Espafia y Peri. Por otra parte, si bien durante el siglo xvi Es- pafia consolidé un imperio de gran magnitud que incluia América, Filipinas, Flandes y Portugal (en 1580), en Europa se vio envuelta en continuas gue- tras que debilitaron su situacién financiera {fre- cuentes declaraciones de bancarrota), lo que a la larga quebrdé

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