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Jugando en La Guerra
Jugando en La Guerra
Me despert mi madre. Cuando abr los ojos, estaba en los brazos de mi padre que
corra por el pasillo y pude ver a travs de la ventana unas luces muy fuertes, tanto
que era de noche y pareca de da. Mi madre no paraba de decir que me tapara los
odos, no se porqu.
De repente un temblor sacudi la casa y me entr miedo, porque cre que era un
terremoto. Mi padre me coga muy fuerte. Le pregunte a dnde bamos, y entre
zancadas me dijo que a jugar al stano, que raro me pareci. Ya habamos pasado el
pasillo y llegamos a la cocina, estaba toda completamente rota y me di cuenta de
que mi hermano estaba en el suelo durmiendo, qu vago!.
Mi madre rompi a llorar, espero que no sea por m. Ya nos encontramos en el
stano y me dejo mi padre en una esquina. Ya con la puerta cerrada segu viendo
por un ventanuco mas luces de esa que cambian las horas. Le pregunte a mi madre a
que jugaramos y me dijo que al escondite, segu sus rdenes de que me tapara los
ojos y contara a cien.
Me pareci que ms gente iba a jugar al escondite porque decan, como siempre
digo yo cuando no encuentro a mis amigos, salgan de la casa!.
Se ve que mis padres salieron de casa y fueron a buscar a esos amigos. Empez la
cuenta, uno, dos, tres, cuatro y en cuanto termin sal en busca de mis padres.
No los v e intente buscar ms a fondo, pero no sirvi
Sal de la cocina y me dirig a la puerta de casa. No encontr a nadie, pero luego me
percat de que haban unos hombres y mujeres durmiendo. Todo el rato se
escuchaban los ruidos esos como tambores y mas luces blancas caan al suelo,
sern las estrellas?.
Agudiz la vista y vi a mis padres tambin durmiendo, esboz esa sonrisa que se te
pone cuando ganas a algo y me acerqu a darles la noticia de que les encontr y una
luz blanca vena hacia mi, muy rpida, brillaba como un ngel, y segn se acercaba
not un calor muy acogedor y cuando toc suelo una gran luz me hizo volar, me
sent como un pjaro, hasta que sent un calor en mi cuerpo, me acord de mi mam
y me puse a contar, uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis