Está en la página 1de 7

Año: 202.

Convoca: Séptimo Severo.

Consejeros: Papiniano, Paulo y Ulpiano.


El edicto seguía siendo inicuo pero al
menos ponía las cosas claras: la
recepción del bautismo era definida como
un acto delictivo.
Empezó una persecución de los
catecúmenos y neófitos.
Catecúmenos: nombre aplicado a quien
no había sido todavía iniciado en los
sagrados misterios.
Neófitos: persona que acaba de
convertirse a una religión.
A pesar de la ley de Séptimo Severo
siguió la cláusula del rescripto de Trajano.
Las disposiciones capitales del rescripto de Trajano
eran:
1. No hay que ir a buscar a los cristianos, sólo debe
castigárselos cuando se ha formulado una denuncia,
siempre que no sea anónima.

2. Si un acusado se declara dispuesto a dejar de ser


cristiano, y lo acredita prestando honores a los dioses,
no debe imputársele su sospechoso pasado.
A los neófitos se les continuaba
reconociendo la posibilidad de comprar su
libertad sacrificando a los dioses.

La persecución de los catecúmenos fue


suspendida pronto.

También podría gustarte