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MAESTRIA EN i TERAPIA ins le pide ayuda. La familia normalmente aborda el encuentro con esperanza. En todos los casos vienen con una fuerte sensacidn de que ésta es una oportunidad para hacer una afirmacién significativa. Ellos van a decir «somos guienes somos» de una manera importante. Como consecuencia de esta sensacién, y porque estan bajo la observacion de otro, ellos se encuentran también bejo una intensa autoobservacién El .crapeuta trae su propio equipaje vital. El también «es quien es» y la combinaciin de su caracter y experiencia impone ciertos limites que no puede trascender. {Cémo encajara él con esta familia? {Qué atributos suyos se activaran cn este encuentro? EI ‘erapeuta posee las ventajas y las desventajas del entrenamiento. Tiene experiencias de encuentros previos-con otras familias. Lo quiera 0 no, y lo sepa 0 0, mantiene ciertos supuestos sobre las familias con un perfil como éste: Las families con nifios jévenes necesitan. Las familias que presentan enfermedades psicosomaticas tienden a... Las familias donde se da el incesto. Las familias con nifios adoptados El comprende que mantener iales supuestos constrifie su entendimiento, pero ning:in terapeuta puede trascender ia estructuracin que organiza su pensamie:ito. Todo lo que puede hacer es reconocerlos, usarlos de la mejor manera posible y saber que sus expectativas deben estar abiertas a una revision de acuerdo a los datos que surjan en el encuentro. Mientras se ocupa de la famila, fomenta la revelacion y busca fos problemas y las posibilidades; asocia, i:ienta ajustar, prueba, modifica supuestos de acuerdo con los resultados y prueba de nuevo. Existe siempre una ir tension intelectual entre sus asunciones sobre lo que debe ser y lo que él ve en este encuentro particular. Los capitulos previos han realzado conceptos que preparan al terapeuta para el encuentro terapéutico. La pagina impresa acomoda facilmente los conceptos, pero la terapia es multidimensional, es mucho mas que conceptos. Me pregunio cémo puedo comunicar el animo del encuentro, los silencios que envuelven los pensamientos tangenciales, el sentido del ritmo que me alerta para centrarme en la emocién que quiero que exista pero que no puede ‘expresarse, el misterio de experimentar a los miembros de la familia a través de nuestras diferencias y darnos cuenta de que son «mas humanos que otra cosa. y entonces, {como describo la obra, el proceso creativo por el cual me convierto en audiencia y actor, en director de la terapia y también en miembro del sistema terapéutico, y los caminos que siguen los miembros de la familia mientras «xperimentan con nuevas y mejores maneras de relacionarse? 49 CUATRO CASOS La ensefianza de la terapia familiar confia sobre todo en la observacion de las familias en terapia o en cintas grabadas de las sesiones. En este capitulo, describo qué hago y cémo pienso mientras hago terapia. Intentaré pormenorizar mi practica. Para este propésito, he seleccionado cuatro consultas para emplearias como casos, porque éstas muestran las tensiones del primer encuentro, Estos cuatro casos incluyen la busqueda de patrones familiares, la exploracién de caminos para el cambio y los intentos por unirse a ia familia y desafiarla. Una consulta exige una demanda util para propésitos educativos; se espera que el especialista genere una guia clara y predictiva de hacer terapia familiar con una familia en particular. La familia Ramos: la tirania del sintoma Via la familia Ramos en Sudamérica. Habian estado en terapia durante cinco meses y les recibi en una consulta de dos sesiones. El terapeuta dijo que la familia habia venido como consecuencia de la severa conducta obsesive-compulsiva de la sefiora Ramos, la cual organizaba por completo Ia vida familiar. La sefiora Ramos describia su existencia como controlada por el asco". Siempre que tocaba algo sucio experimentaba néuseas, palpitaciones y sudoracién hasta que lograba lavarse las manos. Le pedi que me mostrara sus manos. Estaban enrojecidas y en carne viva de tanto lavarias. Las miré cuidadosamente sin tocarla. Los nifios -Sara, de once afios; Tomas, de trece; y Juan, de diecinueve y el sefior Ramos escuchaban cémo ia sefiora Ramos describia vivamente sus ataques de ansiedad cuando ella 0 alguien de la familia tocaba algo sucio Yo mostré sorpresa cuando ella afirmé que si uno de los nifios 0 su marido tocaban sus zapatos, ella no se calmaba hasta que se lavaran las manos bajo su supervisiOn. «Esto es muy interesante», le dije. «He visto a mucha gente con problemas similares. Pero usted es la primera persona que conozco a quien se le reduce la ansiedad si los miembros de la familia se lavan. Es bastante interesante», repeti para darle énfasis. Después hablé con Sara, que me conté cémo su madre le pedia que se lavara y algunas veces tenia que lavarse las manos dos 0 tres veces antes de que su madre quedara satisfecha. Le pedi que se pusiera,en pie y que viniera hacia mi. Sin tocarla observé cuidadosamente sus dos manos. Examiné el aspecto de cada mano y dedo, repitiendo frecuentemente: « y esto es lo que les sucede a tus manos». Realicé este procedimiento con cada miembro de la familia, afirmando con frecuencia mi sorpresa por la manera en que la repulsién que sentia la sefiora Ramos se podia calmar al lavarse los otros. El sefior Ramos entonces dijo que ya no podian comer huevos porque estaban sucios. Le miré perplejo. La sefiora Ramos me explioS que era debido al lugar de su procedencia. Le pregunté qué ccurriria si alguien le quitara la cdscara. «Ah», contest «entonces estarian limpios.» * En castellano en el original. (N. del.) 50 «Usted compra sus gallinas sin trasero?», pregunté. «Sin, replicé. «Compro s6io trozos de pollo.» Mi cctitud durante los primeros treinta minutos de la entrevista era de desapego clinico. Sentia que estaba escenificando a alguno de los grandes linicos franceses del siglo XIX que podian ver, oler, oir y saborear una enfermede. Al mismo tiempo, me civertia el poder de la narracién. ¢Cémo era posible que la familia no se dier@ cuenta de lo absurdo de mis preguntas? 4£Cémo er: posible que el sintoma se expandiera hasta incluir a todos y cada no de elics, de modo que al final la vida entera de la familia estaba regulada por el lavacio de manos? . Les pedi a los nifios que salieran del despacho y pregunté a la pareja sobre su vida sexual. Asumia que la sexualidad seria de alguna manera «suciay y queria saber como. La sefiora Ramos dijo que a su esposo le gustaba «iemasiado» tener relaciones sexuales y que le compadecia y se lo permitia cada sabado. El podia tocarla todo lo que quisiera mientras no le tocara las inanos. «Mis manos son sagradas», dijo. Habiamos consumido cuarenta minutos de la consulta, y sabia tan poco sobre la fainilia Ramos como cuando empecé. Todo habia sido absorbido por el relato del sintoma, Recordando a Whitaker me vino un non sequitur: un pensamiento toco Le pregunis: «gPor qué no cree en su esposo? {Por qué cree que le miente?». Tras una larga pausa el resultado fue sorprendente y satisfactorio. «Suefio con frecuencia que me despierto y me encuentro con que se ha ido. » Fue como si se hubiera abierto un grifo. Dejé el sintoma y empezé a describir lo critico que era su esposo: como ella intentaba complacerle pero todo lo que decia estaba mal, como lloraba cuando él le gritaba y cémo los nifios acucian a consolaria. Le pregunté si Sara la protegia y llamé a Sara de vuelta al despacho. Ella descrivié que se sentia apenada por su madre y que ella acariciaba el pelo de su madre cuando lloraba y le besaba la frente hasta que se calmaba. Uno a no, los o'ros dos hijos se sumaron a la sesién para contar historias similares de proteccién a la madre de la critica paterna. Al mismo tiempo, dijeron que su padre nunca habia sido violento con nadie de la familia y que era muy carifioso. En este punto, los sintomas se habian alejado de su lugar central y nos encontrébamos en un simple drama familiar con los hijos participando en el conflicto paterno. Este drama era conocigo para mi; lo habia vivido muchas veces. Paré a los nifios, diciéndoles que su protecci6n de la madre no ayudaba a ninguno de los padres. Animé a la sefiora Ramos a desafiar la falta de comprensidn de su esposo. Si lo hacia, yo apoyaria y ampliaria sus peticiones de un trato mas justo. Le pedi a la sefiora Ramos que me hablara sobre sus padres y sobre quién de ellos habia sido més critico con ella. Me dijo que ella siempre habia sido considerada la menos atractiva e inteligente de su familia. Cuando era nifia siempre habia trabajado mas duro que su hermana para conseguir el amor de los padres, pero siempre se habia sentido una segundona. Terminé la sesién, invitando a la pareja a una segunda consulta al cabo de tres dias. Instrui al marido para que encontrara nuevas formas de apoyar a su esposa mientras tanto. Queria que recordara viejos tiempos, cuando él la habia cortejado. Iba a comprarle un regalo. Le dije a la sefiora Ramos que debia dejar en paz las manos de los nifios para que pudieran ser duefios de Sus propios cuerpos. Les pedi a los nifios que dijeran a su madre que sus manos les pertenecian y que se las lavarian cuando pensare que era necesario, . Cuando la sesion finaliz6, estreché la mano de cada uno. Sé'o después de que se marcharan recordé que las manos de la sefiora Ramos eran sagradas y que no tocaba las manos de otras personas. El matrimonio Ramos y yo habiamos olvidado sus sintomas. Qué es lo que pasaba de manera vaga y compleja por mis circuitos cerebrales durante la sesién? Primero, estaba impresionado por e! poder del sintoma para controlar a la familia entera. También estaba divertido por la habilidad de los Ramos -o la desgracia- para trasformar el significa'o de cada evento en la légica de la narracién referente al sintoma. En algun pinto pensé que la sefiora Ramos debia de sentirse extremadamente impotente para necesitar todas estas formas de control tan elaboradas y, casi de forma simultdnea, pensé que si se sentia tan atemorizada, indefensa, desamparada, ella y su marido debian de estar viviendo en un contexto que les empujaba a sentirse y actuar de esta manera Quiero aclarar mi pensamiento. No creia que el sefior Ramos hubiera creado las condiciones de su esposa. Lo mas probable es que ia sefiora Ramos hubiera extraido de su familia de origen una propensién a sentirse incomprendida. Cuando ella se cas6, debieron haber existido las condiciones para establecer algunas formas nuevas de relacionarse, pero no se habian desarrollado. El sefior y la sefiora Ramos estaban manteniendo los viejos patrones que inductan su particular~espuesta. Pero en vez de un didlogo 0 un Conflicto, tenfamos a una familia completa lavandose las manos. Para inducir al cambio, mi pensamiento fue que la direccién mas prometedora seria ayudar al sefior Ramos a cambiar la relacién con su esposa. Mi non sequitur vino en este instante: « gPor qué no cree a su esposo? {Por qué cree que él le miente?». La respuesta a este requerimiento de un relato personal fue, creo, predecible, Me encontraba, entonces, en disposicién de dirigir la sesin hacia la exploracién del modo en que los nifios eran enrolados en el conflicto del cényuge. Después de eso, estabamos preparados para preguntas sobre el pasado de la sefiora Ramos y para intervenciones en el conflicto depareja, en el cual apoyé a la sefiora Ramos. Hacia el final de la sesién, me sentia excitado por los cambios y decidi mantener la siguiente sesién con la pareja a solas. También preparé el escenario para un final feliz y decidi comprar una docena de rosas rojas para que el sefior Ramos se !as entregara a su esposa. Yo no tenia idea de como usaria esas rosas, ni tan siquiera de si las utilizaria Tres dias después, la pareja volvid. La sefiora Ramos se habia vestido indudablemente con su traje de domingo. Empez6 a hablar, describiondo cémo ella se habia percatado de que estaba dafiando a los nifios y que habia decidido liberarlos de sus demandas. Durante esos tres dias, comenté, tuvo momentos en que se sintié angustiada cuando pensaba que estaban sucios, pero ella sabia que necesitaba controlarse a si misma y asi lo hizo. 52 Su marido dijo que é! habia estado atento con ella y que habia dejado de criticarla, La sefiora Ramos asintié. Como la pareja parecia ahora mas unida emocionalmente, le pedi a la sefiora Ramos que me contara mas sobre su familia, afirmando que quizés podriamos descubrir juntos la razén de sus sintomas. Ella narré una infancia dificil en la granja de sus padres. Eran pobres y tenian que trabajar duro. Se habia transformado en la nifia que mas trabajaba Para ser, solamente, tan buena como las demas. Su marido intervino, describiendo cémo ella siempre necesitaba complacer a todo el mundo y estar siempre disponible para hacer fiente a las necesidades de sus padres y hermanas. Entonces hablaron sobre cémo, cuando la madre de la sefiora Ramos se estaba muriendo, ella se pasé tres semanas culdandola dia y noche. En este punto, la sefiora Ramos empezé a llorar y describié cmo su madre se llegaba a alterar por la noche y le golpeaba en su cama. Para protegerse, ato las manos de su madre, como lo hacian en el hospital. Hacer eso habia sido muy traumatico para ella, dijo. Se sentia culpable por lastimar las manos de su madre. Allos cuarenta minutos de sesién, me avisaron que cogiera las rosas que habia pedido. Volvi con las flores y se las entregué al sefior Ramos diciéndole que se las habia comprado para que él se las diera a Su esposa cuando se sintiera carifioso. El tomé las flores y se dispuso a darselas. Le paré, diciéndole que lo dejara para mas tarde, cuando ellos estuvieran solos y en un estado animico mas propio. La sesion finaliz6 con una discusién sobre Cenicienta. Le sugeria la sefora Ramos que ella habia estado controlada por su necesidad de trabajar mas duro para ser aceptada. Empleé la palabra fregona * para resaltar mi vision; quizds, al igual que Cenicienta, ella podria relajarse y aceptar a su principe. En realidad, no sé qué sucedié para que la sesién finalizara como un cuento de hadas. Algo de esta familia hizo que me moviera de una manera simple. Me senti atrapado en su drama y su lenguaje. Los Ramos también se sintieron tocados, Fueron agradecidos y la sefiora Ramos no dudé en estrechar mi mano. sta vez ambos, ella y yo, sablamos que era un nuevo paso, una liberacion de la tirania del sintoma. Si pienso sobre el proceso del cambio cémo un sintoma tan extrafio comenz6 a cambiar en una consulta de dos sesiones-, debo atribuirlo a mi confluencia con ellos. Al unirme con la sefiora Ramos, se sintié fortslecida para realizar demandas. Le ayudé a pasar de actuar sus emociones a través del sintoma, a expresarlas en forma de lenguaje y de retos interpersonales. {Cuales fueron los elementos clave en esta consulta con la sefiora Ramos? Lo primero, creo, fue mi atencién y mi manejo del sintoma. El poder del sintoma parece depencer de la descripcién invariable de la historia. Es como los relatos infantiles, siempre narrados del mismo modo. Si en la exploracién el terapeuta amplia la historia, incluye a otras personas, o introduce cualquier tipo de novedad, ia automaticidad del sintoma es puesta en duda. El sintoma de la sefiora Ramos se habia ido fortaleciendo durante afios por la repeticién diaria, y me senti empujado avexplorarlo de forma detaliada para validar mi hipétesis. (Un manejo similar del sintoma se presenta en el capitula, 14.) * En castellano en el original. (N. del t) 53 Desde el comienzo, cuestioné la validez de la historia on toda su extensién. Mis dudas eran visibles en un primer momento: «He visio muchos casos similares, pero ésta es la primera vez que veo...». Cuando vedi a los nifios que me mostraran sus manos, subrayé que eran sus manc.. Exploré detalles: « {Los huevos estan sucios? {EI sexo es limpio?». Acc spafié mis preguntas con exclamaciones de sorpresa, que al repetirse ponia’. en tela de juicio la realidad del sintoma. Tales cuestionamientos estaban ac» npafiados de afirmaciones de aceptacién de la realidad del sintoma. Es unc estrategia con dos caras. También trabajé con subsistemas. Comencé con la familis completa, pero cuando queria cuestionar la intrusién de los hijos en el conflicto del cényuge les invité a que salieran, después pedi que regresaran cuando la sesién requeria nuevamente de su participacién. En la oreencia «'e que las personas se construyen unas a las otras, conclul que el sintoma cla sefiora Ramos debia ser parte de las interacciones entre ella y su esposo. !. pregunta: « {Por qué cree que su esposo miente?», estuvo motivada por est= concepto. Una vez que la pareja se comprometié en la terapia, alenté el conflicto y Participé ampliandolo, me unt a la sefiora Ramos para ayudarle a c: estionar a SU eSposo, y ya que creo que los padres, al menos la mayoria, des -an ayudar a sus hijos, le entregué a la sefiora Ramos la tarea de controlar -: ansiedad por el bien de los hijos, esperando que dominaria sus sintomas, y si lo hizo, La exploracién de su historia llego una vez que habiamos explorado =I presente y como un medio de ciarificar las distorsiones actuales. La segu da sesion estuvo dedicada, casi por completo, a la familia de origen de la sefic 3 Ramos. El retorno de Maria y Corrine Esta consulta era tecnicamente ilegal. Como vimos en «: segundo capitulo, los hijos de Maria estaban adoptados por un familiar, bajo responsabilidad legal de una cufiada de Maria, Corrine, y una orden disuasoria habia prohibido a ambas mujeres que se encontraran. La sesion fue una consulta con un grupo de supervisores y asistentes sociales de la divisién infantil del Departamento de Bienestar. Ellos y los asistentes soci-ies de los nifios estaban observando desde detras de! espejo unidireccional. E:; la sala de terapia, se encontraban Maria y Corrine, ambas veinteafieras, Juana, de seis afios, y Peter, de tres. y los consejeros respectivos de las mu'eres, cuya funcién en la sesi6n era, presumiblemente, contener la agresién Mientras las «madres» estaban en el sofa, los nifios comenzaron a romper los juguetes de mi oficina, Pronto habia tres mufiecas decapi‘adas en el suelo, y Juana habia cogido los rotuladores y estaba pintando la mesa del café. Observé a las madres, esperando que alguna de ellas controlara a los nifios tal y como suelen hacer las madres. Finalmente dije: «Estoy confun. do. No sé quienes la madre o quien esta al cargo. Pero no quiero que llegu- a tocarse ese micr6fono, y deseo hablar con las dos, y no puedo hacerlo e» medio de este jaleon. Este comentario ilustra una técnica simple pero muy importante. Guarda relacién con el autocontrol cuando existe un conficto familiar. Si yo hubiera intentado controlar a los nifios y hubiese tenido éxito, los resultados hubieran sido desafortunados. Habria demostrado a ambas madres que eran incompetentes. En vez de eso, les dejé Ia tarea y su control sobre los nifios me permitié observar los recursos que habian desarrollado en la crianza de los hijos. Esperé. Maria fue donde Peter y hablé con él tranquilamente. Corrine «se compro» a Juana con la promesa de una excursisn al McDonald's. Comenté lo complementarios que eran sus estilos y les animé a hablar entre ellas, primero sobre los nitios y luego sobre si mismas. Por supuesto, podria haberlas comprometido, entre otras formas, con una desctipcién de su historia personal con los nifios, mientras la otra escuchaba y observaba. Pero animarlas a dialogar entre ellas me otorgé la ventaja de permanecer descentralizado; me dio la libertad de observar de qué manera se relacionaban estas mujeres, con las rigideces y la posibilidad de alternativas, Tuve que poner en juego toda mi habilidad para mantenerlas hablando, ya que existia mucha amargura entre ellas. Cambié al castellano, alabando que se ayudaran la una a la otra. Me uni a Corrine, feliciténdola por su desinterés al cuidar @ los nifios de Maria, pero también resalté cémo se habia limitado su vida y como Maria le podia liberar de ser madre a tiempo completo. Critiqué al tribunal, indicando inconfundiblemente que un juzgado angloamericano no podria entender lo importante que es para los latinos ayudarse entre si. Dije que la orden limitante habia impedido la mejor solucién: que trabajaran juntas, Recapitulando para el personal, observé que era natural para los nifios ‘comportarse de forma hiperactiva en presencia de dos madres refiidas entre si Subrayé que habia empleado sus conductas para crear una representacién de los estilos parentales y sugerir alternativas que podrian mejorar las vidas de ambas madres. Mas tarde, el trabajador social y yo disefiamos un plan para cambiar la orden disuasoria del tribunal. escuchando voces Nina y Juai El capitulo 8 presenta una familia puertorriquefia compuesta por Juan, el marido, que frecuentemente se encontraba bebido; su esposa, Nina, de cuarenta afios, que habia sido hospitalizada muchas veces con multiples. diagnésticos, y su hija Juanita, de quince afios, que se negaba a ir a la escuela. Estaban en terapia con Margaret Meskill, que les trajo a mi grupo de supervisién para la consults Le pedi a Nina que describiera sus alucinaciones auditivas. Eran voces masculinas 0 femeninas? Nina respondié, sin dudarlo, que eran voces femeninas. «{Qué te dicen?», le pregunté. La bisqueda de detalles sobre el sintoma es parte de todo examen psiquidtrico. Pero mi intencién aqui es diferente a la de esta frecuente investigacién, Estaba empleando la descripcién de Nina de sus alucinaciones auditivas como un trampotin para transformar su posesién individual del sintoma en una red mas compleja de interacciones complementarias. 55 «Tus voces se pueden controlar, le dije. «Pero necesitan que otras voces -igual de fuertes-luchen contra ellas. ¢Escuchas la voz de Juan? 40 la de Juanita?» «No, nunca.» «jAhI Sus voces son demasiado suaves», le dije. Me pregunté por qué la voz de Juan era tan suave que Nina no podia oitle. gy por qué la voz de apoyo de Juanita era inaudible? Entonces espeté a Juan: «Ti te refugias en la bebida cuando tu esposa te necesitan. Este es un ejemplo de una de las intervenciones mas caracteristicas de la terapia familiar: centrarse en el mantenimiento del sintoma por parte del otro miembro familiar. ‘A lo largo del resto del tratamiento, Margaret Meskill y yo apoyamos la voz de Juan, cuya fuerza podria retar a las alucinaciones auditivas de su esposa. Cuando él cambié y se volvié mas asertivo y responsable con ella sus historias cambiaron. Sus voces desaparecieron y é| dejé de beber. Este es un caso en el cual ignoré un diagnéstico psiquiatrico individual de esquizofrenia y en vez de ello estableci un diagnéstico de aluicinaciones auditivas histéricas en un contexto familiar disfuncional. Empleando al marido como coterapeuta, cambié su relacién con su esposa, y ello se tradujo en la curacién de ‘os dos. «Todo el mundo pelea contra todo ef mundo» Esta consulta tuvo lugar en el departamento de atencién externa de una gran agencia que tiene un hospital de dia para los nifios. La familia, una madre divorciada y sus cuatro hijos, llevaba en contacto con la agencia cuatro afios y medio. Harriet, la madre, de treinta y ocho afios, habia estado casada dos veces, en ambas ocasiones con maridos que abusaban fisicamente de ella y su segundo esposo estaba encarcelado por abusar sexualmente de los hijos. El terapeuta de familia describio a la familia como cadlica. Habia una alta incidencia de violencia; estallaban conflictos durante las sesiones. El terapeuta temia cada sesién, pero afortunadamente la familia cancelaba las citas con frecuencia. No podia obtener ningtin comentario positivo sobre esta familia, asi que decid! hablar con la «parte» de la familia que el grupo desconocia. Para desafiar el énfasis del grupo en la patologia, me ocuparia en las cuestiones familiares referentes a la competencia y evitaria las areas de agresién. (Asumi, sin ningin dato que lo confirmara, que esta familia presentaba areas de ‘competencia. No podian haber sobrevivido como familia, si hubiesen sido solo tal y como el personal les desoribi6.) Cuando comenz6 la sesién, la madre dijo que venia a la terapia «porque todo el mundo pelea contra todo el mundo», y como espoleados por esta afirmacién, George y Harry comenzaron a luchar como si fueran gallos de pelea George, de doce afios, era mucho mas grande que Harry, de diez afios. George parecia bastante controlado, pero Richard, de dieciséis, se movid inmediatamente para sujetarle y le agarr6 con fuerza, aun cuando George no se resistia. Suzanne, de diecinueve afios, que se sentaba cerca de Richard, estaba en un estado de alerta, preparada para ayudarle. La madre se sent 56 tensa en su silla, mitando con expresién de desamparo la cadtica escena. La interaccién completa no duré mas de dos minutos; los participantes Io tenian bien ensayado. . Era claramente la cultura de la terapia, cueiada en encuentros previos. Tales peleas eran la asignatura de la familia, ejecutadas para probar al terapeuta lo imposibles que eran. Yo no piqué. Hice una pausa y después cogi un lapiz de color de mi bolcillo y le dije a Richard que, ya que parecia claro que él era un ayudante, me preguntaba si él podria usar mi épiz magico para dibujar_una familia que funcionara mejor. El permanecié en silencio y, afortunadamente, asi lo hicieron el resto de miembros familiares, que parecian intrigados por mi extrafia peticién. Después de un minuto o dos, dijo: «Me gustaria que nadie de ‘a familia peleara, asi mi madre, no sufirian. impresionado, le pregunté en qué curso escolar se encontraba. El comento que en el instituto, que sacaba buenas calficaciones, y que deseaba estudiar para convertirse en policia. Aniadié que durante los dos Ultimos afios habia trabajado en McDonald's al salir de Ia escuela Le pedi que pasar el lapicero a su hermana. El hecho de pasar el lapicero, como si fuera un ritual magico, llamé la atencién de tos otros, miembros familiares, que se convirtieron en la audiencia, Esta técnica es util en familias en las cuales el ruico es el contenido de las interacciones familiares. Si fuera necesario, el terapeula puede ditigir ellujo de la conversacién insistiendo en que s6lo puede hablar e| miembro de la familia que posee e! lapicere Suzanne me dijo que después de terminar el instituto habia comenzado a trabajar en McDonald's. Durante el ultimo afio habia sido la supervisora Daba a su madre una oran parte de su salario. Le pregunté sobre sus responsabilidades en el \rabajo y si su madre la alababe por ser tan responsable. Ella respondié que no. Me quedé sorprendido, después estreché la mano de la madre, felicitandola calidamente por su capacidad al haber criado nifios tan responsabies y leales. Esta es una intervencién sugerida por Jay Haley. Felicitar a los padres por el éxito de 10s hijos (0 viceversa) es una intervencién sistematica que resalta claramente la compiementariedad entre los miembros de a familia, enfatizando las uniones positivas. Atos quince minutos de sesi6n habia enganchado a cada miembro de la familia y habia observado !a agresion y ios intentos por controlarla, los cuales ignoré. Habia confirmado la fuerza de los dos hermanos mayores y la macre, y también habia comprobado que los temas de lealtad y de proteccién de la madre y los otros eran areas importantes y admirables, no exploradas totalmente. Pedi ahora a George y Harry que se pusieran de pie uno junto al otro. Cuando se trabaja con nifios pequefios, el lenguaje de a terapia debe ser el fenguale de la accién. A menudo pongo a los nifios de pie uno junto al otro para ver quién es mas alto, quién sontie més abiertamente, etc., para ayudarles a sentirse como participantes. Le pregunté a Harry cbmo era posible que George le hubiera provocado si éste era mucho mas pequefio. Suzanne afirmo que George podia ser muy desiructivo y que romperia los brazos y las piernas de Harry si no Nlegaba a intervenir. La secuencia de violencia en casa, que la familia estaba describiendo en ese momento bastante afablemente, era que Harry provocaba a George, y George acechaba a Harry. Richard se encargata 87 de George y Suzanne agarraba a Richard. Me parecia claro que esta familia de gente maltratada habia desarrollado una gran sensibilidad a las sefiales de agresion y un sistema de respuestas inmediatas para aplazar la agresion antes de que se voiviera destructiva, como habia ocurrido, Pregunté a la madre, a Richard ya Suzanne, si podrian dejar a George ya Harry luchar sin que intervinieran. De forma unanime respondieron que George mataria a Harry. Le pedi a George si él podria convencer a su familia de que no estaba loco o de que no era un criminal. Asi estaba creando un contexto en el cual los miembros de la familia podrian interactuar en mi Presencia y yo podria observar los patrones familiares tipicos y experimentar alternativas. George suplicd a su madre que le dejara demostrar que podia controlarse, pero la madre, Suzanne y Richard replicaron recordando viejas imagenes de destruccién y describiendo escenarios de futuros horrores. Finalmente, la madre estuvo de acuerdo en no interferir durante dos dias en las luchas de George con Harry. Suzanne afirmé que ella estaria mirando, pero la madre, en lo que era claramente una nueva postura, dijo que ésta era su decision y Suzanne deberia acataria. Por lo tanto, se habian dado una serle de cambios. Primero, yo apoyé a George. George, en una postura inusual pero claramente atractiva, pidid a la familia que cooperara mientras experimentaba con el autocontrol. La madre respondi6 apoyando este cambio. Suzanne cuestioné a su madre volviendo a patrones habituales de control, pero la madre cambio la ordenacién jerarquica de la familia al asumir la responsabilidad. La familia quedé sorprendida de que el terapeuta no hubiera visto hubiera sido engafiado al no ver-lo destructivos que eran. Pero hubo un contacto con cada uno de los miembros de la familia, y ellos agracecieron mi confirmacién de ellos como personas unicas, competentes, leales y carifiosas. El personal de la agencia no entendia la transformacién de (a familia en un grupo cooperative. Prometieron observar ia siguiente sesién con el terapeuta familiar, que se sentia muy optimista, Tras la sesion exploramos cémo el grupo se habia centrado exclusivamente en los déficits familiares. También discutimos ‘as maneras en que los servicios offecidos a esta familia fueron ineficientes, repetitivos, y fragmentados. El terapeuta familiar, el terapeuta individual y el personal de dia del hospital pertenecian a equipos diferentes y trabajaban con distintos segments de la familia. No habian visto la necesidad de una intecracién. Una discusién de seguimiento con el personal, seis meses después, incicé que ésta habia sido una sesién critica para ellos, y que la familia habia continuado mostrando cambios significativos. CREACION DEL SISTEMA TERAPEUTICO Supongo que si uno hiciera el intento de describir pormenorizadamente imi trabajo, dirfa que lo que hago es ampliar diferencias all donde io habitual se convierte en incémodo y algunas veces en imposible. Realizar eso implica un compromiso directo con uno mismo y es un proceso de cuestioner los patrones 58 familiares a fa vez que se refuerza reiteradamente a los individuos atrapados en ellos. Durante mis cuarenta afios de terapeuta de familia he descubierto lo que mucha gente ya habia descubierto antes: la gente prefiere no cambiar. Se sienten cémodos con la seguridad de lo previsible, asi que continuaran manteniendo sus modos preferidos de responder. Tienen que ser empujados para elegir respuestas mas alla del rango establecido de lo permisible. Por lo tanto, casi siempre trabajo cuestionando lo que es costumbre. Pero sé que mi desafio en si no es muy poderoso, asi que lo que hago es crear una inestabilidad entre los miembros de la familia que les fortalezca, forzandoles a encontrar modos nticvos de responder. Entonces puedo trabajar con esta energia, dandole importancia al movimiento. Las familias presentan unas fotografias muy belias y estaticas. y yo soy «el de los dedos ansiosos por dibujar bigotes» ‘Al contrario que los constructivistas, yo no trabajo con miembros familiares individuales para explorer y entender modos altemativos de comportarse. Trabajo con el cambio familiar. Cuando me relaciono con miembros individuales de la familia, e8toy frecuentemente uniéndome a ellos y dandoles autoestima. En el caso de Nina y Juan, le dije a Nina: «Eres una mujer tan entera; zcémo es que fuiste a parar al hospital?», e intervine para lovalizar la patologia, no en ella sino en el contexto familiar. Continuando con mi intento para extraer de mi estilo particular de terapia algunas reglas universales que podrian ser utiles para otros terapeutas, he redactado algunas pautas sobre la concepcién de la familia y del proceso de transformacién familiar. Las he organizado en un listado, esperando que se lean, como se espera de las pautas, como una simplificacion it Conceptos sobre las familias 1. Las familias son sistemas sociales conservadores, limitantes, que organizan a suis miembros hacia un cierto funcionamiento previsible con respecto al otro. Por tanto; los modos alternativos de relacionarse que tenga cada miembro familiar son marginados por las vias preferidas de la familia. 2, A medida que las familias evolucionan, se mueven a través de periodos criticos en los cuales las demandas de las nuevas circunstancias requieren de un cambio en la manera de pensar, sentir 0 relacionarse de los miembros ce ‘a familia, El nacimiento de un hijo, el envejecimiento, el Cuidado de los nifios, el abandono de la familia por parte de los hijos, el cambio 0 pércida de trabajo, son ejemplos de transiciones que contienen elementos de peligro y oportunidad. Es en estas confluencias donde las familias crecen (se convierten en mas complejas) 0 se estancan (se empobrecen). Los sintomas de un miembro familiar pueden reflejar el estrés resultante 3. El yo es sieinpre integro y, al mismo tiempo, forma parte y esta constrefiido por el conjunto de las relaciones familiares. Uno puede reconocer el sintoma de un miembro familiar y sefialar como el control 59 se encuentra en manos de alguien mas, segiin los «modos» de la funcién y estructura familiar Los miembros de la familia desarrollan med os para negociar el conflicto que permiten la prediccién de la interaccién pero que a la vez coartan la exploracién de la novedad. El diagnéstico puede verse como algo interno, pero también externo, al individuo y como algo que ccurre en jas interacciones entre los miembros familiares. EI diagnéstico de una familia, «conocer ios métodos de la familia, incluye la organizacién visible de la familia, el funcionamiento, y el repertorio invisible de las posibles interacciones suprimidas por el reduccionismo acomodativo a las circunstar:“ias vitales por parte de los, familiares, A pesar de que el terapeuta mantiene ideas y sesgos sobre Jas normas familiares, y sobre el mejor ajuste familiar, sdlo puede ir en la direcci6n que la familia indica cuando representan su drama y muestran posibles alternativas. La transformacién en las familias 1 Los miembros de la familia se representan a si mismos alrededor del sintoma y de la definicién familiar del vortador del sintoma. Los primeros puntos de unién y de cuestionamiento del terapeuta a la familia giran en tomo a la exploracién detallada, la ampliacién y el desafio de esta definicion. El cambio de los patrones familiares requiere cel uso por parte de los miembros de la familia de formas alternativas de comportarse y relacionarse que s6lo estan disponibles bajo ciertas condiciones. EI clinico es el motor del cambio. Cuando incorpora el sistema terapéutico, introduce cambios en el patrén usual disfuncional (léase «estrecho» ) de relacién familiar Para saber hacia dénde dirigir el proceso de cambio, el terapeuta necesita observar el drama en la cotidianeicad familiar. Necesita traer ef ambiente de la cocina a su consultorio; eso es lo que significa «representacién» El terapeuta entonces explora el potencial de cambio mediante la localizacién de areas de conflicto e incrementando la intensidad del conflicto mas alld del umbral acostumbrado de la familia. La intensidad convierte a las interacciones usuales en algo dificil e imposible y abre a los miembros de la familia a la exploracién -algunas veces timida- 0 a nuevas formas de comportarse. Con el fin de responder de un modo diferencial a las necesidades de los miembros del sistema terapéutico, el clinico necesita acceder a diferentes aspectos de si mismo. Debe, por tanto, ser autorreflexivo, conocerse a si mismo y sentirse cémodo con la manipulacién del yo en beneficio de la curacién de la familia. Para fomentar y acceder a la novedad, ¢| terapeuta selecciona a un coterapeuta entre los miembros de la familia. Esta union con el 60 coterapeuta ¢s temporal; una persona podria ser coterapeuta durante varias sesione's, pero también es posible cambiar los coterapeutas dos 0 tres veces en una misma sesién. Todos los miembros de la familia deberian sentirse reclutados en una ocasién u otra dentro de este proceso. 8. Al trabajar coi: organismos que offecen servicios a las familias, el clinico necesitaria cosiderarles parte del contexto familiar. Deberia ampliar sus intervenciones con el propésito de crear cambios de organizacién que no perjudiquen a ia familia Guaiquier lists: es arbitraria, Otros aspectos de mi trabajo son también caracteristicos: por vjemplo, mis técnicas particulares para relacionarme, o las maneras en las cvales «acaricio y golpeor al mismo tiempo. Releer las historias de los cascs que se esparcen por todo el libro nos puede conducir a una comprensién mis compleja de estos puntos. En cualquier caso, algunos aspectos de mi pe.samiento y mi trabajo no encajan en absoluto con un formato 0 lista. Necusito presentarlo de forma detallada. Lo que sigue es una discusion de la historia oficial, la memoria familiar y el trabajo con la representacion. La historia oficial Las familias vienen a terapia con un paciente oficial y una presentacion sobre ensayada de! yo a los extrafios. Esta es la historia oficial; ha sido organizada a fondo Uno debe respetarla, pero también debe saber que es simplista. Donde no existen alternativas, donde no se describen tangentes, se esta limitando artific:almente la riqueza humana de la familia. Uno puede postular intrigas de forma automética. Debe haber otras historias, como esos bocados tentadores, aparentemente fortuitos, que formaban parte de los argumentos de las ricas novelas del siglo XIX, que terminaban reveléndose como importantes al final. Estos argumentos apareceran en los ciferentes relatos de los distintos miembros familiares, asi como en su conduc'a real. El terapeuta escucha la historia oficial, porque es fundamental para la preocupacién de la familia. Pero a medida que participa y pregunta, sentiré cu: osidad sobre diferentes perspectivas. A medida que sigue la pista de los temas que presentan los miembros de Ia familia, es importante que anime a habla: a cada uno sobre si mismo ya [0s otros sobre ellos. Si permanece alerta y curioso ante la historia oficial, pronto ésta se amplia y muestra argumentos inesperados Las historias ‘amiliares se transmiten en dos niveles. Son narrativas y drama. La narrativa (0 narrativas) esta organizada en el tiempo. Es lineal y coherente. El arguirento, los personajes, las conclusiones se desenvuelven en una secuencia ordeiiada, y ios miembros de las familias representan su parte como personajes di Ia historia 0 como narradores implicados en el cuento. Pero la narracién es siempre interrumpida por algo. Existe alguna disonancia Un miembro de \a familia posee una historia diferente o permanece extrafiamente en silencio o es marcadamente intrusivo. Este es el ruido que no encaja con el guién. A medida que el terapeuta investiga la disonancia, puede 61 ampliarla hasta que su impacto emocional se convierta e* algo aparente. Hasta que el conflicto latente © inexpresado llegue a visualizarse y comience a aparecer su relacién con otros elementos del drame familiar. El portador individual del problema es entorices sustituido por patrones relacionales. El problema se mueve del interior de los miembros individuales de la familia a las interacciones entre los miembros de la familia. Cuando las cosas se ven de esta manera alternativa, en realidad fis de ias historias familiares puede cuestionarse. La conviccion por parte de lo: miembros familiares de su autonomia, es desafiada por la vision del terapeuta de sus «oes» limitados y construidos por los otros. Por ejemplo, si la histor: ce la familia es «Jean es anoréxican, el terapeuta puede preguntar: «Jean, d3jame hacerte una pregunta absurda. {Cémo crees que tus padres te animan = que no comas? Cuando ta no comes, ,qué hacen tus padres? Sam, .tt crees que tu esposa le ayuda a lean a comer normalmente? Diane, gcomo responde Sam a los hdbitos alimenticios de lean?» Aqui la explicacién se relaciona con las interacciones de los padres de Jean que la invitan a no comer. La meta es trasladar la comida de Jean a la esfera de su reaccién con los padres, animando a «ina exploracién y expresién del conflicto interpersonal entre padres e hija que movers el centro de atencién del tema de la comida a la autonomia. Pero e! terapeuta podria también cambiar la atencién hacia el control de lean sobre “us padres: la historia de la madre sobre is demandas de lean para que cila cuente las calorias, la narracién del padre sobre la manera en que los |:Abitos alimenticios de lean organizan su cena, los selatos de los esposos sobre sus conflictos respecto a la manera adecuada de responder a su hija, 0 el miedo a que ella se muera de hambre. En este punto, ia historia original de lean ya no es su historia, El terapeuta ha creado tensién resaltando los dramas conflictivos. Cuando la gente ocupa el lugar central de las historias, la cuestion de como los miembros familiares se encuentran aprisionados por los otros crea oportunidades para el cambio. De forma que tenemos milltiples lecturas. La meta del cambio en esta Perspectiva es animar a la exploracién de las diferencias y poner a _los miembros familiares en posicion de ser potenciales curadores del otro. Este concepto es diferente del de re-historiar, en el cual \a exploracién es cognitiva y la historia parte de un miembro individual de la familia. Al implicar a los narradores en didlogos que amplien las historias conflictivas, se sacan a la luz los controles que los miembros de la familia tienen sobre el otro y les permite centrarse sobre las alternativas. La memoria familiar Los terapeutas estructurales -y los terapeutas _ familiares intervencionistas en general- han otorgado te! prominencia a nuestra parficipacién en el proceso terapéutico, que hemos tendido a pasar por alto la storia familiar, probablemente como reaccién a las aproximaciones psicodindmicas, las cuales exageraban la importancia de! pasado, como si la infancia fuera el destino. Asumiamos que lo que es relevante en el pasado existe en el presente, y se destaca en el encuentro actual 62 Pero en la practica clinica, la atencién a la historia familiar a menudo aparece en la fase media de la terapia, cuando tiende a descubrirse algun segmento relevante de la historia familiar. Para cuando la familia y el terapeuta se hayan comprometido de un modo que les permita creer el uno en el otto. Ahora la historia paternal, sus padres y la familia al completo se convierten en una fuente de curiosidad y de construccién de hipétesis sobre la relevancia de los eventos pasados en el modo actual de relacionarse y pensar de los miembros de la familia. La familia y el terapeuta exploran los limites que las experiencias previas imponen en sus patrones e intenciones actuales. Pueden surgit perspectivas novedosas partiendo del entendimiento de cémo los viejos modelos de relacionarse extraidos de la infancia se estén representando de forma anacrénica en las interacciones diarias. Los «yoes» de hoy son concebidos como una atadura a viejos propésitos. Por ejemplo, a John le habian prometido un perro por su octavo cumpleafios. El padre le llevé a una tienda de animales donde 6! eligid un encantador cachorrito de raza doméstica. Pero su padre insistio en comprarle un perro de raza con pedigri. Discutiendo el incidente en la terapia, el padre describié su conducta como un remanente de la devocién de su familia de origen a «lo mejor». Este esquema, aprendido en un contexto previo, le impidio actuar de una manera sensible con respecto a los deseos claramente expresados de su hijo. En otro caso, Jim siempre se irritaba cuando su esposa se sentia cansada. Cuestionadio por el terapeuta, Jim se percaté de que vivia la conducta de su esposa como una demanda para hacer algo. La respuesta airada de Jim puede concebirse como una consecuencia de su experiencia, como hijo responsable y paternalista en su familia de origen. En el proceso de captar datos de Ia historia, el terapeuta no deja de explorar areas de fuerza en la familia, periodos de su pasado donde las trayectorias eran diferentes. {Su repertorio interpersonal era mas rico antes de que sus problemas estrecharan su vision de si mismo y del mundo? Durante esta fase, el terapeuta puede describir las ‘demandas que piensa que los miembros de la familia estan efectuando sobre él, como un medio de ayudarles a identificar sus «antasmas» y explorar su pasado relevante. El puede compartir experiensias de su propia vida y del pasado que prezcan relacionadas con ios conflictos de la familia. Trabajando con la ‘epresentacion En los primeros analisis que hacian los terapeutas estructurales sobre las habilidades terapéuticas, la representacién era considerada una técnica George Simon (1995) ha sugerido que la representacién es algo mucho mas basico que eso; es la esencia de la terapia familiar estructural. Con muy pocas excepciones, como, por ejemplo, la «escultura familiar» de Virginia Satir y Peggy Papp y algunas de las implicaciones experienciales de Carl Whitaker, la terapia se asienta sobre el discurso. Los juegos de la gente se reducen a las historias que cuentan. Este enfoque, una reminiscencia de la terapia individual psicodinamica, domina la terapia familiar hoy en dia. Se 63 sume que ocurrird algin tipo de reestructuracién cognitiva durante la sesién 0 después de ella y que esta reestructuracién cognitiva proc:ciré el cambio. Esta hipétesis no esta corroborada con resultacs. La tampa de la familiar y la previsible casi siempre pesara mas que la ¢ raccién de la nueva. Necesitamos «tocar» a las familias a nivel emocional y .< relaciones. La ruta para estas intervenciones es la representacién, llevar a ls familia a la accién en presencia del terapeuta. El siguiente paso es alguiia fori a de «quisiera verte actuando de un modo diferente al habitual», la cual estab!ece condiciones para observar recursos infrautilizados. En general, el terapeuta crea el contexto para la representacién, pero las familias se enzarzan a menudo esponténeamente en interacciones que, con la magia que otorga el contexto terapéutica, el terapeuta puede transformar en una representacion Por ejemplo, un estudiante presentd el caso de \ina madre soltera de treinta y cinco afios, una enfermera que trabajaba con.o supervisora en un hospital cercano. Tenia tres hijos, incluyendo a un nirio de siete afios. La madre habia venido a la agencia con la idea de colocar en adop”'n a su hijo, que era destructivo. Habia estado hurgando con un clip en un enchufe de ia escuela, diciendo que se queria morir. El psiquiatra escolar y el Departamento de Bienestar estaban implicados. El chico era inteligen'2 y observador. La terapeuta empezé a hablar con él, Ella le pregunté si reccrdaba el momento en que su padrastro golped a su madre y cémo se sentie al respecto. El chico empezé a hablar sobre el miedo que sentia por su inadre. Mientras el terapeuta participaba con el chico en la descripcién de estos eventos, la madre, que habia permanecido reservada y distante interrumpié a la terapeuta para ampliar algunos puntos. El nifio y su madre comenzaron a dialogar. El terapeuta movio su silla hacia atrés. Habla creado una situacion en la cual una madre rechazadora y un nifio temeroso estaban implicandose en una conversacién que les interesaba, y hubo un cambio en el tono emocionai Ahora existian dos histories, una contada por la madre rechazadora que queria colocar a su hijo en adopcién y a otra contada por una madre y un hijo recordando un evento amenazante juntos. La primera historia llevaba la perspectiva de desmembrar la familia. Pero el terapeuta puso el énfasis en la segunda historia, referente 2 la necesidad que sentia el nifio de proteger a su madre, La historia de la conexiari indicé nuevas direcciones. Espero que les haya transmitide algo acerca de la manera en que hago terapia hoy en dia. Pero, gcémo la ensefio? Esto la hago a través de una supervision muy amplia. La instruccién académica tiene un lugar en la ensefianza de la terapia de familia, especialmente en las ‘ases iniciales de este proceso, pero el entrenamiento ayuda a crear un terapeuta, mas que un cientifico familiar. Le adquisicion por parte del estudiante de nuevas maneras de ver y pensar depende de su desarrollo de nuevas maneras de comportarse dentro del contexto terapéutico. Por tanto, los conceptos. fundamentales, valores, supuestos y técnicas de la terapia familiar estructural no pueden comunicarse principalmente de modo cognitive. Un estuciante que adquiera el conocimiento de tales conceptos solamente en el contexio de la didactica o de las presentaciones cognitivas puede encontrar que su dependencia de las ideas no le sirve del todo en el calor y la intensidad del encuentro terapéutico. 64. De forma similar, aunque la descripcién de técnicas es importante en el entrenamiento, el proceso de crear un terapeuta va mucho més alla de eso. En Families and family therapy (Minuchin, 1974) describi la terapia de una forma tan clara y simple que el libro se convirtié en un texto cldsico para los estudiantes de la terapia de familia. Durante décadas, muchos estudiantes de la terapia familiar estructural ejecutaron una terapia de técnicas. Pero, claramente, la terapia implica mucho més que técnicas. Las historias de la supervision de la sogunda parte nos recalcan no solo la complejidad de ia terapia, sino también el complejo proceso por el cual un terapeuta oficial se convierte en experto 65 NOTAS 66 Aplicacién del Modelo Estructural | Calidoscopio familiar Imagenes de violencia y curacion Salvador Minuchin Editorial Paidés Terapia Familiar CALIDOSCOPIO Fragmentos Al mirar el interior de una familia, puede que uno quede siibitamente atrapado por multiples tramas. Estas pueden ser caprichosas, desafiantes, absurdas 0 dramaticas, pero todas son perturbadoras, pues provocan la exasperante sensacion de ser completas. Es como si uno mirara al pasar el escaparate de una tienda y viera alli refulgir el universo. Pero lo cierto es que el terapeuta familiar esta siempre en presencia de imagenes cambiantes. Con frecuencia se centra en una pieza bien definida: el miembro de la familia que ésta presenta como el paciente identificado. Pero hay centenares de otras piezas con bordes borrosos 0 claros que es preciso unir para ver la pauta y quiza cambiar el orden de las piezas. Lo que sigue son dos acertijos unidos para mostrar al lector cémo funciona el juego. La Magdalena Conoci a os Flaubert en Europa. Habian solicitado terapia y aceptado una sesion inicial conmigo y el psiquiatra que continuaria luego el tratamiento. Cuando los vi por primera vez en la oficina del terapeuta familiar, el padre, funcionario de una embajada extranjera, parecia escapado de entre las paginas de Jun le Careé: gafas oscuras, una boina que no se quité, pantalones grises de franela, una chaqueta azul, una camisa azul de cuello alto y, en la mano, un libro en edicion de bolsillo sobre el estricturalismo. La madre, que también habia pasado los cuarenta, era la imagen de la dignidad femenina, envuelta en Canela N.° 5 y con un jersey tejido inglés. Su hija, Cecil, claramente mostraba que pertenecia a otra familia, de un mundo de desinhibidos cuyos uniformes son coloridos, arrugados y raidos. Un sofisticado maquillaje ocultaba su inocencia catorce afiera, aunque muy probablemente sentria desprecio por el mundo; durante los ultimos seis meses habia estado llevandose un hombre a la cama casi cada noche. Siempre se las componia para dejar indicios que sus padres notaran. Ellos lo habian sospechado y en un principio negaron los hechos. Luego, incapaces ya de mentirse a si mismos o mutuamente, la increparon, La respuesta de la hija habla sido ese genuino reto de los jovenes: « gY qué?» 67 La linea habia quedado trazada: a un lado los padres, llenos de rabia impotente y culpa escondida; al otro, la muchacha, con el poder del desvalido. Cecil habia asistido a la sesion de terapia por insistencia de su madre, decidida a no decir nada: sus padres podian arrastrarla hasta el psiquiatra, pero no podian obligarla a beber. Al comenzar la sesién, como es habitual, hubo muchos movimientos inapropiados, como si los cuerpos tuvieran que encontrar el sitio exacto en los asientos o el rincon mas protegido. Siguid luego un intercambio de miradas, del padre a la madre, de la madre a la hija y al terapeuta, de la hija a sus manos. Todas fueron lo bastante veloces como para evitar ser descubiertas: nadie queria ser el delator de la familia. Yo empecé a hacer comentarios fuera de lugar sobre el estado del tiempo, las condiciones del transito, el televisor en el rincén de la habitacién. Este es el gambita social: pe6n blancolrey nueve. El padre respondié del mismo modo, peén negro/rey tres Yo pregunté como por casualidad: « ,Quién querria contarme por qué estén hoy aqui?» Un rapido intercambio de mensajes entre los padres tuvo como consecuencia que la madre fuera la portavoz de la familia. Reconoci la jugada esperada; por lo general es la madre. La pregunta de quién es el que ha de empezar forma parte de un juego de adivinanzas informal de! que disfruto: zLe pedira el hombre a la mujer que hable o empezara ella a hacerlo directamente? Madre: Bien, vinimos porque Cecil se comporta de manera extrafia. No, no extrafia, pero desde luego no es caracteristica. Siempre ha sido una buena estudiante. Es muy inteligente y fue siempre muy aplicada, pero este semestre ha fracasado en casi todas las asignaturas. Cecily: No es cierto! Madre: Me dijiste que suspendiste matematicas historia. No es eso cierto? Cecily: jOlvidaio! Madre: Si te cito erradamente, hézmelo saber. El silencio reiné nuevamente: de vuelta al punto de partida. El padre se recompuso las gafas oscuras. Tuve el extrafio impulso de quitarselas para comprobar si habia alli un hombre. Reconoci el sentimiento, reprimi el impulso y miré expectante a la madre. Madre: Sabes que te queremos, Cecily, y vinimos aqui para ayudarte. Pero si no hablas nada podemos hacer. Cecily: jDije que lo olvidaras! Minuchin: ¢ Tienes inconveniente, Cecily, en que tt madre o tu padre me digan por qué estdis todos aqui? Tu puedes corregirlos si no lo hacen con exactitud Cecily: No me importa. Minuchin: zPreferirias que lo hiciera tu padre o tu madre? Cecily: Me da igual. Yo pisaba despacio el terreno, tratando de dejar la puerta abierta. La madre habia dicho por teléfono que les preocupaba la promiscuidad de Cecily y que sospechaban que habia estado «vendiendo su cuerpo». Haber empezado a hablar de la escuela era una de las vias tortuosas por las que los padres asustados encaran los problemas. 68 M: Sefior Flaubert .querria usted decirme cémo ve el problema? Padre (deja el libro sobre una mesa cercana y se quita las gatas y la boina con un solo movimiento: un hombre después de todo, y preocupado, por afiadidura): Vamos a cortar, Lydia. Todos sabemos por qué estamos aqui. Cecily no ha dormido en su cama durante semanas enteras. Sale de casa antes de volver yo de la embajada y vuelve a las tres 0 cuatro de la mafiana. Duerme todo el dia y tiene abandonada la escuela desde hace un mes. (No rnira a Cecily ni a mi mientras habla. Su esposa es el blanco y escupe las, palabras con rabia contenida. Se agita en el asiento, se sube los pantalones antes de cruzarse de piernas y luego me mira a mi directamente). Me enteré hace tres dias... por la directora de la escuela. Me llamo a la embajada Madre: No quise decirtelo por temor de lo que pudieras hacerle. Padre: {Qué iba a hacerle? z Dispararle un tiro? Madre: Tuve miedo. M: Disculpe. {Cuanto hace que viene sucediendo esto? Madre: Bastante, pero et Ultimo mes fue peor. JM: 2 usted se enterd sdlo hace tres dias, sefior Flaubert? Eso no lo entiendo. Padre: Lydia la estuvo protegiendo. Me voy de casa a las seis de la mafana y vuelvo tarde. Cecily esta enfadada conmigo desde hace un mes y me evita. Pensé que su necesidad de guardar distancia era una etapa necesaria de su desarrollo, y fo acepté (Con un ademén incongruente, vuelve a ponerse las gafas oscuras. Me pregunto sino es ésta una sefial de su desaparicién.) M: LES tu padre un hombre muy violento, Cecily? 4.0 tu madre te protege porque no cree que seas todavia adulta? Cecily: Mi madre cree que tengo diez afios. Habla de mi como si tuviera seis. No nos entendemos en absoluto; sélo hablamos una ante la otra. Y mi padre no habla en absoluto. Se limita a esconderse tras sus libros tan importantes y sus gafas oscuras A cualquier adolescente le seria dificil resistir la invitacién de explorar los fracasos de sus progenitores. La respuesta de Cecily revela a una chica inteligente y amargada, habil en ‘a utilizacién de las palabras. Adivino que esta atrapada en medio de alguna lucha que vienen librando sus padres y es proclive a la autodestruccion. En ciertos momentos, durante el curso de una sesién dejo que Jos miembros de una familia hablen, aliento esta accién reciproca y me quedo flotando. De ese modo me es Posible tener una perspectiva del entero organismo familiar. En cuanto a los Flaubert, Percibo el temor del padre a ser descubierto, el digno desapego de la madre y la desesperacién de Cecily, unidos todos en una danza de tenue contacto. En el ordenador de mi cerebro, con sus billones de conexiones, las imagenes van y vienen: comprobadas, conectadas, reemplazadas, recuperadas. Pienso, sin pensar, en los posibles amantes de la madre, el machismo o la homosexualidad del padre, la sensaci6n de traicion de Cecily: fragmentos de informacién eidética integran el vacitante marco sobre el que sigo explorando. MM: Me asombra, sefior Flaubert, que en su casa puedan ocurrir acontecimientos importantes sin que usted se entere. Entre paréntesis, veo que esta leyendo a Foucault. 69 Es un autor notable. Pienso que coge la verdad y la da vuelta. Bien {como es posible, sefior Fiaubert, que usted no lo supiera? Padre: Mi esposa nos dejé hace tres dias. Yo no hago el menor movimiento, Mis ojos se desconcentran en la mejor de mis imitaciones del hombre invisible. Es este un tiempo de espera Madre: Es cierto. Pero esperé bastante... un felpudo para que te limpies esos pies intelectuales que tienes. Yo no era nadie creyendo que debia sacrificarme por Cecily, toda mi vida, siempre esperando. Necesito ser yo misma. jAhora! Tengo cuarenta y cinco afios. Todas las fuerzas contenidas en veinte afios de matrimonio chocan aqui con aceleradas fuerzas. Su historia no es tan especial, tal como la cuentan. Nunca fueron una pareja concertada: Maurice, hijo Unico de un matrimonio de académicos, timido e intelectual, en pos de una carrera; Lydia, una hija de la burguesia que se caso prescindiendo de su situacién social y organiz6 su vida de modo que el marido progresara en su carrera. Queria tener muchos hijos; sélo tuvieron una. Cecily se convirtid en el proyecto de la madre, luego en su amiga, por fin en su confidente. Todo fue rutina hasta hace un par de afios, cuando Lydia, con una hija ya crecida, decidié obtener un titulo. Maurice apoyo su decision y a Cecily le parecié divertido tener una madre en la universidad. Padre: Quiero que vuelvas, de veras. Claro que ti tienes derecho a decidir, pero te necesitamos. Madre: No creo que me necesites, Maurice. No creo que siquiera te hayas dado cuenta de! momento en que me marché...bueno, quizd eso no sea justo. Pero de veras creo que puedes arreglartelas. Cecily: zy yo? Supongo que también yo debo arreglarmelas. Madre: Quiero que vengas a vivir conmigo. Ya te lo he dicho Padre: jNo! No quiero. Cecily ya tiene un hogar. Es tu hogar también, pero aparentemente has decidido abandonarlo. Nos las compondremos. (Mira a Cecily.) Tendré que aprender a conocerte mejor. La triangulacién es un juego sucio, pero los miembros de las familias lo juegan con frecuencia. Los nifios tienen que encontrar su propio camino, y Cecily, a los catorce aftos, esta razonablemente bien equipada para decidir. Pero hay algo peculiar en esta situacion M: Te encuentras en una circunstancia muy dificil, Cecily, peto creo que la solucién que le das es autodestructiva. Hacer de puta porque tus padres se estan separando, no es. una solucién demasiado aguda. Cecily: ;Yo no soy una puta! Simplemente no quiero estar en casa. Tengo un montén de amigos y salimos juntos. Padre: Y estas fuera de casa hasta las cuatro de la mafiana Madre: Podrias quedarte conmigo. Cecily: ,Y Bella? M: ,Quién es Bella? Padre: Su amante. Lydia no sélo me dejé...decidié que es lesbiana. Habiamos estado juntos una hora aproximadamente, y ésta era una trama que no habia previsto. Habia especulado que quiza el padre fuera impotente, que fuera 70 homosexual, que Ja madre tuviera un amante, pero una amante mujer no se me habia ocurrido. Me asombré qué fijado estaba yo a las superficies. Lydia era una mujer muy atractiva que emitia vibracionés caracteristicamente femeninas. La propia confusién en que me habia sumido, me permitio comprender la destructividad frenética de Cecily. M: i TU conoces a Bella, Cecily? Cecily: Es la mejor amiga de mama y amiga mia también. Se ha divorciado y hace afios que es lesbiana. 'M: De modo que te sientes traicionada, Cecily: Si, asi es. Mi madre no debid haber hecho eso. M: (A qué te refieres con «eso»? (Le indico que debia hablar con su madre acerca de ello.) Cecily: No debiste abandonaros. Madre (con dulzura): No creo que puedas comprenderio. Cecily: ;Comprendo que es una porqueria! Madre: Pero ti sabes que era muy desdichada. Sabes que papa y yo no nos llevamos bien. Con Bella es distinto. Puede que te parezca extrafio, pero realmente nos amamos. Cecily: jNo estas hablando mas que de follar! Padre: jCecily! jNo le hables asi a tu madre! Y alli estaban todos, atrapados en convenciones...y desviaciones, confusion y dolor. Madre: ,Sabes realmente lo que es follar, Cecily? Cecily: Si, lo sé. No tiene nada de especial. Casi siempre no es mas que un ejercicio fisico. Pobre Cecily. A fos catorc La sesidn, de acuerdo con el reloj, no con la dindmica de la familia ni el nivel de dolor, habia terminado. Mi colega fijé la fecha de la proxima sesion. Al dejar a la familia dije algo «profundo»: le pregunté a Cecily si sabia que su promiscuidad era un modo de probarse a si misma de que era una mujer. Como nifia adulta que era respondid simplemente que si. Le pregunté por qué lo hacia. «Por castigo», dijo con una risita. No le pregunté para quién. El curador En otra oportunidad me encontraba yo supervisando a un joven psicblogo. Estaba sentado detras de un espejo unidireccional y hablamos convenido en que telefonearia al terapeuta cada vez que tuviera algo que sugerirle acerca de su conducta én la entrevista. La madre fue {a primera en entrar en el cuarto de entrevistas; luego el padre y sus hijos Jane y Eddie. A través del espejo observé a Eddie, de once afios. Toda su actitud exigia atencién: su andar arrastrando los pies, el modo en que dejaba caer la cabeza mientras examinaba la moqueta que cubria el cuarto de entrevistas. A la puerta de entrada se las compuso para pisar los cordones desatados de sus zapatos y avanz6 dentro como lanzado por una catapulta. Después de recuperar el equilibrio, sus brazos volvieron a colgar desgarbados. Transmitia una extrafia mezcla de depresién e incompetencia que podria suscitar piedad 0 risa, segin el grado de desapego que se le tuviera n

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