con
yemas
de
al4ileres
blanda
piel y
llega
hasta
tu
boca con
caricias
de
miel que
ocultan,
bajo
el
azúcar,
la
hiel. ! ! GLOSA ! Duro quebranto el que propina el desengaño: una mano que araña y desgarra mientras se entrega en caricias. Que la apariencia engaña ya es sabido, pero no se conoce su verdadero alcance hasta que se siente en carne propia, sajada y dolorida por el desamor descorazonadamente calculado. No sabes desde dónde acecha ni qué figuras lo encarnan. La trágica certeza del ciervo vulnerado te inquieta, te acosa y te acorrala en el único redil del que no hay escapatoria porque te tienes a ti mismo como inicuo enemigo. ! Reflexivo desengaño infligido y afligido. ! ! ! ! ! ! ! ! ! Paco Ayala Florenciano