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REVISTA HAUCAYPATA 64 Thvestigaciones arqueologicas del Tahuantinsuyo a El ushnu, el qhapaq nan y las huacas en el Altiplano del Chinchaycocha. Una aproximacion a las estrategias de apropiacion y control territorial Inca, desde la lectura de los paisajes rituales y la astronomia José Lis Pino Matos Josepinomatos@gmail.com ‘Wendy Moreano Montalvan wendymoreano@gmail.com “Ast ocurre con nuestro pasado. Es trabajo perdido el querer evocarlo, ¢ intitiles todos los afanes de nuesira inteligencia. Ociiltase fuera de sus dominios y de su aleance, en tin objeto material (en fa sensacién que ese objeto material nos daria) que no sospechamos. Y del azar depend que nos encontremos con ese objeto an tes de que nos legue la muerte, o que no lo encontremos nunea”. Marcel Proust, Por el camino de Swann. Resumen. Presentamos el andilisis de evidencias arqueolégicas y textos etnohistéricos de la zona del Altiplano del Chinchaycocha, con las que proponemos la reconstruccién del paisaje controlado por los Incas. Asimismo, se plantea que la estrategia que usaron fue el establecimiento de circuitos rituales con construcciones ceremoniales en puntos significativos del paisaje local, sobre todo para demarcar y organizar el espacio con plataformas ushmu, que principalmente sirvioron para libaciones y ‘conmemoraciones rituales. Palabras claves: Chinchaycocha, ushnu, qhapaq fan, paisaje ritual. Abstract We present the analysis of archaeological evidence and ethnohistorical texts of the area of the high plateau of Chinchaycocha, from which we propose a reconstruction of the landscape controlled by the Incas. It is also proposed, that the strategy deployed comprised the establishment of ritual circuits marked with ceremonial buildings at significant locations in the local landscape, especially to delineate and organize space with ushnu platforms, which served to facilitate libations and ritual commemorations. Keywords: Chinchaycocha, ushnu, qhapaq fan, ritual landscape. Elestudio de los paisajes en la compren- sién del imperio Inca De algtin modo las fuentes etnohist6ricas registraron diversos sitios sagrados y ritua les practicados por las antiguas poblaciones andinas. Una aproximacién interdisciplinaria puede brindarnos mejores luces sobre los as- pectos ideolégicos y las interacciones de estas sociedades. Tal es él caso de los Incas y las po- blaciones que controlaron entre los siglos XV y XVI Sobre las divinidades prehispanicas y sus rituales, descritos en relatos y mitos etnohistéri- cos, atin queda pendiente identificar sus posibles materialidades para entender mejor la relacién ideolégica entre los Incas y los grupos étnicos con los que interactuaban. Para una mejor re- construccién de los paisajes, escenario de inte- rrelaciones sociales, es nec io identificar los aspectos geogrdficos sacralizados y sus vinculos espaciales, tomando en cuenta la intima relacion PINO MATOS, José Luis y MOREANO MONTALVAN, Wendy, 2014. El ushnu, el qhapaq fian y las huacas en el Altiplano del Chinchayeocha. Una aproximacién a las estrategias de apropiacién y control territorial Inca, desde la lectura de los paisajes rituales y la astronomia. Revista Haucaypata. Investigaciones arqueolégicas del Tahuantinsuyo. Nro. 8: 64-90. Lima. José Luis Pino Matos y Wendy Moreano Montalvan 65, ‘Elushnu, el qhapaq flan y las huacas en el Altiplano del Chinchaycocha. Una aproximacion a las estrategias de apropiacion y control territorial Inca, desde la lectura de los paisajes rituales y la astronomia ideolégica entre las sociedades prehispanicas y la naturaleza. En este contexto, la arquitec- tura es la evidencia material resaltante donde se materializ6 gran parte de la ritualidad an- dina (Hastorf 2007: 97), evidencia que puede ador bastante titil para identificar rituales y relaciones paisajisticas. En el Cuzco, la relacién entre la sociedad Inca y sus divinidades fue expresada materialmente mediante la organizacién espacial y las cons- trucciones monumentales (Julien 1999: 491), las cuales fueron tomadas como un modelo conceptual a replicar fuera de la capital cuz- quefa’, en los espacios conquistados. Investi gaciones previas sobre paisajes rituales y es- pacios significativos de la sociedad Inca en el nticleo Cuzquefio (por ejemplo Urton 2004; Bauer 2000; Farrington 1992, 1998), nos brin- dan una base para el presente trabajo, tanto a nivel metodolégico como interpretativo. Sin embargo, es pertinente también enfocarse so- bre algunos espacios fuera del Cuzco, de los cuales atin no se conocen detalles de interre- laciones ideoldgicas y sus correlatos mate- riales, que nos podrian explicar mecanismos y estrategias de apropiacion y control Inca, ‘como es el caso del Altiplano del Chinchay- cocha en la parte central del Chinchaysuyu. Para entender lus paisajes de las socieda- des prehispanicas y el control territorial que ejercian, es necesario el estudio de dos di- mensiones que se conjugan y articulan: (1) las configuraciones simbélieas del espacio y (a) sus construcciones efectivas 0 materiales del espacio (Criado 1988: 10). Los paisajes pue- den entenderse como territorios aprehendidos visualmente y como conjuntos de relaciones entre personas y lugares en sus contextos cot dianos (Thomas 2001: 181). También son la red de sitios relacionados y revelados mediante las interacciones y actividades cotidianas de una sociedad o un grupo, a través de la proximidad y la afinidad desarrolladas mediante emplaza- mientos y acontecimientos importantes como festividades, calamidades y otros momentos significativos, que han llamado la atencién y que han sido incorporados a la memoria. Por 1 Ejemplos de espacios replicados por los Ineas son descritos por Idilio Santillana (2012) para el caso de Vileashuaman en Ayacucho y por John Hyslop (1985) para el caso de Inkawasi en Cafiete. esta raz6n, la serie de lugares donde se enhebran historias y memorias de las poblaciones son el soporte que les ayudan a otorgar importancia a su identidad, donde las historias y memorias son el producto de sus actos sociales localizados (Thomas 2001: 173). De igual manera, los pai- sajes son construcciones dindmicas en las que cada comunidad y generacién imponen su propio mapa cognitivo de un mundo antropogénico ¢ in- terconectado de morfologfa, planificacion y nificado coherente (Anschuetz et al. 2001: 161). ie Paisajes rituales y control territorial Un paisaje ritual se configura cuando los grupos sociales toman posesidn simbdlica de é1 por me- dio de ritos, que pueden ser conmemoraciones y ceremonias (Broda 2001: 167). Las conmemora- ciones pueden realizarse a manera de peregrina ciones, donde los paisajes son escenario de movi mientos rituales, que integran territorios locales con sistemas regionales mas grandes, generando recorridos de diversas personas a santuarios re~ gionales mutuamente venerados y atravesando limites territoriales, ecolégicos y sociales con los movimientos rituales (Poole 1991: 334). Los lu- gares de culto, donde se celebraban estos ritos 0 ‘conmemoraciones, conforman de cierto modo la materialidad del paisaje ritual. Para una sociedad prehiispanica wn paisaje ritual podia conectar sus centros politicos, que podian ser centros cere- moniales, con adoratorios y espacios cotidianos, donde muchos de los lugares interconectados resaltaban aspectos importantes de la geografia Estos paisajes rituales se podfan re-configurar 0 re-crear, cuando un grupo social tomaba pose- sidn de espacios politicos y santuarios antiguos, de otros grupos étnicos, para establecer relacio- nes de dominio, sincretismo e integracién con la posibilidad de mantener vigente ciertas tra- diciones que los conectasen con las sociedades previas (Broda 2001: 296). La informacién sobre. los aspectos cosmologicos y calendaricos de una comunidad brindan informacién valiosa sobre la estructuracién, organizacién y percepcién de los paisajes rituales, sobre todo si arqueolégicamen- te se examina el disefio y la distribucién espacial de los edificios piblicos, monumentos, plazas, petroglifos y diversos indicadores ancestrales. Donde las intervenciones espaciales, que corres~ ponden a evidenciar fendmenos astronémicos o cosmolégicos, son aspectos del uso ritual del pai- saje que mejor se pueden comprobar (Anschuetz REVISTA HAUCAYPATA Tavestigaciones arqueologicas del Tahuantinsuyo AMBITO DEL REPARTIMIENTO DE| CHINCHAYCOCHA “x HUANUCO PAMPA (Huanuco Viejo) A{Tunsucancha HUAMALIES > oy Warautambo ° Cojatembo ‘ATABILLOS Cant HATUN XAUXA, Xauxa Tambo AO Jauja Veo ~ LURIN, eo ness HUANCA ia usec) \ Lo, nt) HANAN YAUYOs oe Figura 1. Ubicacién del Repartimiento de Chinchaycocha en 1559 Rostworowski 2005: 306). José Luis Pino Matos y Wendy Moreano Montalvan 67 Elushnu, el qhapaq ian y las huacas en el Altiplano del Chinchaycocha. Una aproximacién a las estrategias de apropiacion y control territorial Inca, desde la lectura de los paisajes rituales y la astronomia rar 7600 i 2 “By Yanagalan ‘O Tambillos BF Inkapollo Q Shinhuay O Huarautambo ‘ yy HUAGARUNCHU Tambopampa Yanacachi i ~ “ “Ogi: JUcushmajada uLcuMAYO m- z i S A ; Chacamarca, AYRACACA : 1 Cachipuquio ‘espa \ = Pr R 4 \ 5 een = ‘omnes So Trea HE Stto inca con patforma / Usa \ Tarmatambo) A Coro HuaricoteaQ, B4] fk Montana Nevado NL mi aaa ‘ ingapmisan BL Figura 2. Mapa de sitios Inca y salineras antiguas asociadas al qhapaq fian en el Chinchaycocha (Basado en Espinoza 1984; Matos 1992, 1995; INC 2004; y Arellano y Matos 2007). x et al. 2001: 178-179). Por ello, una exploracion de los paisajes rituales y sus evidencias mate- riales asociadas a sus fendmenos cosmoldgicos, nos permitirén aproximarnos a entender mejor la apropiacién y control territorial ejercido por los Incas en el 4rea del Chinchaycocha. EL Altiplano del Chinchaycocha En los Andes existen dos altiplanos asocia- dos a grandes lagos. Uno de ellos se encuentra entorno al Titicaca y es conocido como meseta del Collao (3800 msnm). El otro se encuentra rodeando al Chinchaycocha en la sierra central del Perti, es conocido como la meseta de Bom- bom (4100 msnm) y posee predominantemen- te terrenos casi planos (4080-4125 msnm) que bordean las orillas del lago con colinas y cerros (+/- 5000 msnm). Actualmente una gran por- cién de esta planicie forma parte de la Reserva Nacional de Junin, ubicada entre las regiones de Junin y Pasco (ECOAN 2010). En la meseta de Rombom el clima es muy frio con presencia de fuertes heladas y el relieve de puna, con sus saves pendientes, hace que el discurrimien- to de los cursos de agua sean lentos (Ccente y Roman 2005: 89-90). Desde varios puntos de este Altiplano se puede percibir visualmen- te los principales nevados del entorno local y regional. Eeta zona altiplinica, por cue parti culares recursos y caracteristicas geogratficas con buena accesibilidad a otras zonas ecolégi- cas, tanto hacia la costa como hacia la selva, y or su cercania a Lima, hicieron que fuera un Departamento Provincia Distrito N Sani ‘arma, Huaricoka 8719577 ‘Torma, Huarcclea 8726887 Sain arma arma 8731463 Suni Junin 8760350 unin Ondors 8778495, unin Ondores 8778.95, Cerro de Pasco ‘Vieeo 879g 032 Cerro de Pasco SiménBeliar 8808108, Cerro de Pasco Vieeo 8796789 Cerrode Pasco SiménBalivar 88:8 033, Daniel. Carrion Yanabaanea 8825735, Daniel A Carrién | Yanalwanca (8826782 Daniel A Cassia Yanabuence 8842777 Daniel A Carrién Yanahuanca 8849942 plataformas REVISTA HAUCAYPATA 68 Thvestigaciones arqueol jcas del Tahuantinsuyo repartimiento muy importante en la Colonia (Rostworowski 2005) (figura 1). La presencia Inca en el Altiplano del Chinchaycocha En el incanato la sierra central andina, ubicada al noroeste del Cuzco, fue parte de la gran region del Chinchaystyyn. Los territorios estaban inter- conectados por una red vial, en la cual existian cada cierto tramo una serie de establecimientos donde los Incas y las poblaciones locales realiza- ban actividades ceremoniales y administrativas. El qhapaq fian o camino principal que salia de Cuzco hacia el Chinchaysuyu se dirigia hacia el oeste hasta el sitio de Vileashuaman en donde partian dos caminos importantes: uno continua- ba al oeste hasta llegar a los territorios de la po- blacién conocida como Chincha, en la costa, y el otro segufa rumbo noroeste hacia el Altiplano del Chinchaycocha y de ahi continuaba hasta Quito. En sus trayectos cruzaban diversos territorios con asentamientos Inca que formaban parte de Ia infraestructura que servia como nudos de arti- culacién de una compleja red de administracién polftico-ceremonial. En el Altiplano del Chinchaycocha las evidencias arqueolégicas Inca mas importantes han sido identificadas en una serie de asentamientos en la ruta del qhapaq fian. (figura 2). Loe mée reprecen- tativos, de sur norte, son: Tarmatambo, Leticia, Pucatambo, Chakamarca, Ucucancha, Ingapirca, Pumpu, Cochamarca, Pacoyan, Ucushmajada, Tambopampa, Tambillos, y Warautambo (Matos Lasricocha SanMignelde uri 8852 627 Lauricocha SanMigueldoCausi 8857071 Lanricocha SanMigueldeCauri 8861062, Cuadro 1. Sitios Arqueolégicos Inca en la ruta del qhapaq jian en el émbito del Chinchaycocha (Basado en Arellano y Matos 2007 - INC 2004). é Luis Pino Matos Moreano Montalvan Elushnu, el qhapaq fian y las huacas en el Altiplano del Chinchaycocha. Una aproximacion a las estrategias de apropiacion y control territorial Inca, desde la lectura de los paisajes rituales y la 1994, 1995, 1997; Pino 1999; Parsons et al. 2000; INC 2004: 202-203) (cuadro 1). De to- dos ellos, Pumpu fue el sitio Inca de mayores dimensiones, ubicado en un espacio abierto en el punto de desagtie del lago Chinchaycocha en el punto de origen del rio Mantaro (Matos 1994). Todos los sitios mencionados formaron parte onomia de una administracién provincial que probable- mente se gobernaba desde Pumpn, el cual al- bergaba arquitectura y organizacién ceremonial resaltante: plaza, plataformas ushnu, kanchas, kallankas o tambos, entre otros (Matos et al. 1998; Arellano y Matos 2007) (figura 3). Estas edificaciones son elementos de la arquitectura del poder que los Incas constru‘an para eviden- Figura 3. Imagen satelital del sitio Inca de Pumpu (Fuente: USGS, NASA, NGA 2008). z ciar su presencia, afirmar su dominio en las z0- nas que conquistaban y crear espacios simbéli- ‘cos a imagen del Cuzco (Gasparini y Margolies 1977: 68, 203, 204, 288). Por estas caracteris- ticas, autores como Carmen Arellano y Ramiro Matos propusieron a Pumpu como la capital de un Wamani, que ejercio poder y control sobre los grupos étnicos Tarama, Chinchaycocha, Atavillos, Varos y Yanamates, cuyos territo- rios conflufan alrededor del lago Chinchayco- cha (Arellano y Matos 2007: 11,15-17; Arellano 2012: 407, 413). El apelativo quechua Wamani aparece en las fuentes etnohistéricas* asociado a una posible organizacién territorial Inca que pereibieron los espaiioles, y que gran parte de investigadores usan como una categoria equivalente a provin- cia (Parssinen 2003: 239; Santillana 2012: 87; Platt et al. 2006: 44, 254, 284; D’Altroy 1992: 25; Matos 1994: 102-103). Sin embargo, nos in- clinamos a pensar que el término Wamani hace mayor referencia ala autoridad con caracteris- ticas ancestrales y a los espacios geograficos y ceremoniales que albergaban a las huacas loca- les, las cuales de algtin modo eran las autorida- des ancestrales personificadas en sus represen tantes como los curacas y el Inca (Gose 2008: 265). Cada Wamani que contenia o servia de recidencia al eopiritu de un ancestro, podia cer un aspecto notable de la geografia local con un Area de influencia politica-religiosa (Favre 1967: 136-137,140). El area de influencia de un Wamani podia tener marcadores fisicos para evidenciar su ambito territorial (Arellano 2003: 29; Arellano y Matos 2008: 56), pero no.una de- mareacion cireunscrita propiamente dicha. Por lo tanto, si Pumpu fue en el incanato el Wama- ni mas importante del Altiplano del Chinchay- cocha, la red proxima de asentamientos inter- conectados por el qhapaq ian y las poblaciones asociadas habrian estado bajo su autoridad. Cosmovisién y recursos naturales im- portantes en el rea del Chinchaycocha La mayor parte de los antiguos grupos sociales 2 Autores del XVIy XVII como Felipe Guaman Poma de Ayala indican que Wamanin se referia a una ju- risdiecidn, una provincia o corregimiento (Guaman Poma 1987 [1615:453[455]]). Hernando de Santillan refiere que el termino Waman queria decir provincia Gantillan 1968: 381-382[1563)). REVISTA HAUCAYPATA, 70 del Altiplano de Chinchaycocha fueron poblacio- nes pastoriles. Ademas de los grandes pastizales de altura, los campos de cultivo de tubérculos, las Iagunasy bofedales, los camélidos y la sal jugaron un rol preponderante en estas sociedades. La sal se extraia principalmente de las fuentes de agua salada conocidas como Cachicocha o las saline- ras de San Blas de Cochac en Ondores al oeste del lago, las salineras de Cachipuquio en San Pedro de Caxas al sureste del Iago, Yanacachi en Santa Ana de Tusi al norte del Iago y de Cachiyacu en San Pedro de Pari al noroeste del lago (Espino- za 1984). Los estudios realizados, indican que la salinera de San Blas se utilizé desde tiempos del precerdimico (2500 a.C.) hasta fines del siglo pa- sado y que los manantiales de agua salada de Ca- chicocha estaban en territorios Chinchaycocha, los de Cachipuquio en tertitorios Tarama y la sa~ linera de Yanacachi en territorio Yaro-Yanamate (Matos 1994: 35,64; Espinoza 1984: 183-188). La salinera de San Blas fue tan representati- va, que el estilo de las vasijas arqueoldgieas y su fragmenteria encontradas en abundancia en este Tugar tomé su nombre, debido a que un alto por- centaje de la cerdmica sirvid para la extraceién de la sal, la cual consistia en hervir el agua sa- ada en estos recipientes. Luego de enfriarse, el sedimento salino se depositaba en el fondo del recipiente, razén por In cual ce le rompia para sacar la sal solidificada (Matos 1994: 64-65). La explotacién de la sal por parte de las sociedades pastoriles del Altiplano del Chinchaycocha, ge- neré una interaccin econémica de la puna con los valles a nivel local y regional, constituyéndose las salineras en puntos de confluencia social y la sal en un elemento natural y cultural importante para el consumo e intercambio (Matos 1994: 77- 78). La sal también era considerada el elemento de intercambio mas importante para el trueque © comercio sagrado efectuado por los grupos po- blacionales de la selva central (Varese 1968: 23), en las zonas célidas al este del Chinchaycocha, donde se tenfa acceso a hojas de coca, que era la planta de uso cotidiano ritual y materia de tribu- to (Rostworowski 2005:305,312). Se consideraba que los camélidos, principal mente las llamas, se originaban en el lago Chin- chaycocha, por lo tanto les pertenecfan (Duviols 1976: 283). Los camélidos no solo eran medios de transporte para igeras, también provefan fibra para los tejidos y carne para la dieta diaria. La carne se podfa procesar y guardar deshi José Lutis Pino Mato: Wendy Moreano Montalvan a ‘Elushnu, el qhapaq flan y las huacas en el Altiplano del Chinchaycocha. Una aproximacion a las estrategias de apropiaci6n y control territorial Inca, desde tada por largos periodos de tiempo, median- te la preparacién del Charki o carne secada. La cual se preparaba untando con abundante sal la carne fresea trozada para luego secarla colgdndola al sol y al frio extremo de la noche (Matos 1994: 308). Asi la sal era un recurso in- dispensable en la economia pastoril. Ademas, existié a nivel ideolégico una relacién bastante estrecha entre los camélidos y Ia sal, al consi- derarse que los manantiales de agua salada que brotaban en Yanacachi, Cachicocha y Cachi- puquio, provenfan de los orines de tres llamas sumergidas debajo de la tierra en estos lugares (Espinoza 1984: 188-189; Duviols 1976: 284- 285). Asimismo, el Altiplano del Chinchayco- cha fue un area muy importante de pastoreo en Iazona central del Pert. Incluso, camélidos de regiones distantes eran pastados en esta plani- cie, como se evidencia en las fuentes escritas, las cuales sefialan que a finales del XVI caméli- dos de Lima se pastaban en Pumpu (Anénimo 1965: 153 [1571]), debido a que Chinchaycocha pertenecia a la didcesis de Lima (Cobo 1956: 169 [1653]). De los tubérculos cultivados en el Chinchay- cocha, la maca llamé la atencién de los espa- fioles por cultivarse en climas de frio extremo y porque podia almacenarse de forma deshi dratada (Cubo 1996: 169-170 [1653])- (Lepidium Meyeni) era muy especial y pre- ciada no solo para la alimentacién sino tam- bién como material de ofrenda a las deidades locales. Los abundantes campos de cultivo de este tubéreulo eran también espacios de eul- to a la fertilidad (Duviols 1976: 279-280). La maca posee una elevada concentracién de calcio, hierro y fosforo (Chacén 1990: 72) y por sus conocidas virtudes, en la Colonia fue objeto de tributacién, muy particular de la zona del Chinchaycocha, que se entregaba en clevadas cantidades al sistema espanol de la encomienda a cargo de Juan Tello Sotomayor en 1549 (Rostworowski 2005: 305-307, 313). El paisaje como la cartografia de episo- dios de los origenes miticos ancestrales Las creencias sobre los origenes mit cos de las poblaciones, los lugares sa grados y sus ceremonias y rituales reali zadas_en el area del Chinchaycocha, son descritos con detalle en dos documentos, de 16131614, del Archivo Romano delaCompaiiia alectura de los paisajes rituales y la astronomia de Jestis (Polia 1999: 316,344; Duviols 1976). En el documento redactado por Fabian de Aya- la en 1614 (Duviols 1976: 275-286; Polia 1999: 344-362) se narran episodios de la aparicién e itinerario de personajes miticos ancestrales con- vertidos en deidades residentes en la geografia que rodea al lago Chinchaycocha. A continuacion mencionaremos algunos de estos episodios de manera resuimida y siguiendo el orden del docu- mento original: 1. Los hermanos Tumayricapa y Tumayhananpa se originaron en una roca 0 petiasco grande de- nominado Ayracaca, situado en el lado sureste del lago, en un punto fronterizo entre Tarma y Chinchaycocha en el camino real de los Incas proveniente del Cuzco. 2. Tumayhananpa desaparecié en Ayaracaca y st hermano Tumayricapa se traslado al cerro Ma- mallqui Jirca, que segiin el mismo documento quiere decir planta, principio u origen de los ce- rros, entre Ondores y Pari, lado suroeste del lago Chinchaycocha. En Mamallqui Jirca Tumayricapa hizo una junta de todas las huacas, con las cuales se tras- ladé a Bombon 0 Pumpu. 4. Tumayricapa se transformé en un nifio peque- fio ricamente vestido con cumpi o camiseta de jido fino. - Una mai ra debido # la mucha neblina el nifio comenzé a llorar y una mujer llamada Pu- luc Chacua del pueblo de Huaychau lo encontrd sollozando y se lo llev6 a su pueblo. 6. Pulluc Chacua amamanto al nifio y en cinco dias crecié como varén. 7. Pulluc Chacta y Tumayricapa convocaron a Huagauencho y Yarupa, dos cerros nevados, y a todas las demas huacas y cerros para que organi- cen un chaco 0 caceria de vicufias. 8. El chaco se realiz6 en Uirapampa, en la plani- cie de Bombon. 9. El instrumento para cazar vicuiias fue el riui, una boleadora de tres pelotillas de plomo sujetas por cuerdas. Tumaricapa usaba en su riui, tres pefias 0 rocas grandes en vez de las pelotillas. 10. Durante el chaco, Tumayricapa atacd con su riui a Quirumachan, un cerro muy alto, quien queria aventajarlo. 41. Tumayricapa corté la cabeza a Quirumachan, quien se convirtié en una loma de rocas grandes, asi Tumayricapa dividié una planicie en dos. 12. Luego Tumayricapa bajo al valle de Guanuco a visitar a los Chupachos para cortarles el cabello Zz alosnifiosdeunafoyasirecibirlos por sobrinos. 13. En la ceremonia del corte de cabello, los Chupachos invocaban a Tumayricapa y Tuma- yhananpa para que les dieran fuerza y rique- as. 14. En otro episodio los Yanamates no quisie- ron reconocer ni obedecer a Tumaricapa, razén por la cual Tumayricapa y Tumayhanapa hur- taran sus ganadas. 15, Los Yanamates, siguiendo los rastros de un puma y una zorra, fueron en busca de su gana- do hasta llegar al cerro Caytal. Este cerro con forma de persona estaba comiendo harina de maiz. con grasa de camélido 16. En este cerro encontraron un puma enfure- cido botando granizo blanco por un lado de la narizy granizo colorado por el otro. 17. Los indios Yanamates ofrendaron un camé- lido a Tumayricapa en el cerro Chunerascayan y Tumayricapa los recibié por hijos. Otros relatos del mismo documento refieren: 18. Las poblaciones invocaban al sol Ilamando- lo Inti, en el Chinchaycocha lo Ilaman Rupay. Alia llaman Punchao, al lucero Huarac, a las estrellas Cuillury a la luna Quilla. 19. ParaunbuenviajeseinvocabaaTumayricapa. 20. La provincia de Chinchaycocha tomé el nombre de la laguna por ser notable. 21. En la planicie ce lovanta una colina llamada Raco, destaca por su forma piramidal. Cuentan que en este cerro nacieron dos hermanos, Raco y Yanayacolea. Yanayacolea se fue a Andajes y Raco se aued6 en Chinchaycocha. 22. En esta provincia se produce maca, muy estimada y sabrosa. Secada la guardan tres a cuatro afios sin dafiarse. 23. En los campos de cultivo colocaban una huanea que era una piedra parada alargada. La tenfan por imagen de Raco y Pitacocha. Reve- renciaban a esta huanca e invocaban a Raco y Yanayacolca. 24. Ofrendaban a Raco unos panecillos de mafz ymaca. 25. Cuando los varones Hlegaban a la puber- tad les ponian la huara, en el que participaban principalmente el padre, el tio hermano de la madre y la madre. 26. Colocaban la huara estando de pie en me- dio de sus casas con una chunta o lanza e invo- cando a Tecssiuiracocha y a Cayllauiracocha 27. Cuando la huara envejecta se colocaba a es- condidasenloscaminosrealesyen lasapachitas. REVISTA HAUCAYPATA_ 72 rqueologicas del Tahuantinsuyo 28, Sobre sus negocios, salud o enfermedad ha- cfan las consultas a los Chachas o sabios y al Umu o hechicero, Ademis, realizaban ofrendas sacrifi- cando euyes. Los bofes de los animales sacrifica- dos servian para sus consultas. 29. Al Rayo lo denominaban Curio Santiago. Los mellizos eran considerados hijos del mismo. 30. Durante las caminatas invocaban a todos los cerros y cumbres por donde pasaban 31. En los cruces de los caminos reales y en las partes mas altas por donde se pasaba habfan amontonamientos de piedras llamadas apachi- tas. En estos lugares se realizaban invocaciones y ofrendas. . En diciembre, en la fiesta de la lamaya, rea- lizaban ceremonias con unas sogas lamadas ti- tahuaracas, invocando a las lagunas Ureucocha, Chocllococha y Chinchaycocha, porque estas eran las criadoras de las llamas. 33. Llamaban illas a unas piedras que encontra- ban y usaban como amuleto. 34. Los postes de las casas se Hamaban macs al igual que los cufiados y parientes. 35. La sal es el sustento de esta provincia y las comareas. Existen tres manantiales de agua sa- Tada de donde extraen la sal. La sal que procede de los manantiales de San Blas de Cochac y de San Joan de Yanacachi, provienen de los orines de wae Hamac que entraron debajo de la tierra orinando. 36. Tienen unas vasijas de antigiiedad de dos- Cientos affos que atin usan en las labores de la extraccién de la sal. 37. Estos relatos son el producto de 2000 con- fesiones obtenidas en la provincia de Chinchay- cocha. Fabian de Ayala. Esta informacién sirva también para la historia de esta provincia. En el documento redactado por Diego Sama- niego en 1613 (Polia 1999: 316-344), también se hace referencia a lugares sagrados, rituales y per- sonajes: 38. Uno de los adoratorios mas celebres de toda la provincia es un cerro llamado Raco, con forma de pirdmide y figura de maca. Consideran a Raco como el criador dela maca. Le realizan sacrificios para que les provea comida. 39. Es tradicién invocar a Abari (Apari), un hom- bre diestro en las labores agricolas, quien entr6 y se quedé en una cueva. 4o. Adoran al cerro Huayhuay, criador del matz. 41. Adoraban al Rayo y consideraban hijo del Rayo a los que sobrevivian a una descarga. José Lutis Pino Mato: Wendy Moreano Montalvan 73 ‘Elushnu, el qhapaq flan y las huacas en el Altiplano del Chinchaycocha. Una aproximacion a las estrategias de apropiacion y control territorial Inca, desde la lectura de los paisajes rituales y la astronomia 42. Adoraban a tres manantiales de agua sala- da que tenfan su origen de tres camélidos que se sumergieron debajo de la tierra. 43. El principal adoratorio era la laguna de Chinchaycocha, a la cual veneraban como cria- dor de las Hamas y ofrendaban sacrificios hu- manos. 44. En unas bvedas de piedra se encontraban os cuerpos de sus mayores, a quienes realiza- ban fiestas y sacrificios. 45. A algunos pefiascos llamaban pacarinas a los cuales veneraban y ofreeian sacrificios. 46. Lo que sigue de la descripeién hacia refe- rencia a adoratorios e idolatrias de Huancave- lica y Huamanga. Algunas huacas del Chinchaycocha, citadas en los documentos anteriores, asi como otras localizadas proximas al Chinchaycocha son mencionadas en la relacién de Crist6bal de Al- bornoz (1967: 30 [1582]): 47. Uravilea, huaca principal de los Atavillos, es una piedra como indio. 48. Apallisca, huaca principal de los Atavillos, piedra en un cerro alto, junto a Quipan. 49. Chuquimango, huaca principal de los dichos Atavillos, encima de pampas de Montenegro. 50. Yarovilca, huaca principal de los Atavillos, un cerro nevado grande junto al pueblo de Ha- That 51. Yanayacolea, huaca principal de los indios Chiscai, de la provincia de los Atavillos. Piedra vestida de figura de indio con su casa en Chis- 52. Nina Uinehos, huaca principal de los indios Ureos y de los Atavillos, piedra con figura de indio en el pueblo de Urcos. 53. Gutayoay Vilea, huaca principal de los Tara- mas, un cerro frontero del tambo de Tarama. 54. Chinchaycocha, huaca principal de los in dios Chinchaycochas. Laguna que fue servida y reverenciada por los Incas. 55. Auquivilca, huaca de los Indios Chinchay- cochas, es una laguna junto al pueblo de Llaca. Los indios Caxamareas proceden de esta lagu- na. 56. Tomayricapac, piedra a manera de indio vestido. Ubicado en el pueblo de Cochacaya, provincia de los Yaros. 57. Chunchuncota, huaca principal de los in dios Chupaichos, piedra ubicada en la frontera del pueblo Guancachupa. 58. Yarobaha, huaca principal de los indios hu- rinsayas de Hudnuco, piedra en un cerro nevado junto al pueblo de Chuchua. En base a esta informacion etnohistérica es posible reconstruir un paisaje ritual mftico lo- cal para el Altiplano del Chinchaycocha. De los episodios resumidos destaca: la descripein de lugares de origen de personajes, animales y re- cursos; la laguna Chinehaycocha como la huaca mas importante y lugar de origen de los camé- lidos; rocas y pefiascos como Pacarinas; la apa- ricidn e itinerario de Tumaricapa como deidad de varias poblaciones; Ayracaca como lugar de origen de Tumayricapa; las reuniones de las hua- cas realizadas; Pumpu como espacio de algunos episodios importantes; la importancia del cerro Raco como deidad y su asociacién con la Maca; el culto al Rayo; el origen de los manantiales de agua salada asociado a los camélidos; deidades locales como Abari, Quirumachan y Auquevilea y; deidades celestes como Inti, Punchao, Rupay. ‘tras menciones importantes de personajes, que a la vez son lugares, son los nevados Chacua, Yarovilea, Huayhuay, Yarupaja y Huagauencho (Huagaruncho). Varios de los personajes y lugares miticos referi- dos en los episodios citados existen en la toponi- mia actual, algunos denominados con los mismos nombres y otros con los nombres ligeramente mudificados, muchos de ellus identificables en la cartografia contempordnea (cuadro 2). Los topé- imos identificados se distribuyen en el terreno siguiendo el orden de los episodios narrados en Ja documentacién recogida por Fabian de Ayala en 1614. Es decir, los nombres importantes del relato siguen una secuencia de sureste a noroes- te. Aparecen desde la frontera de Tarma con el Altiplano. Luego cruzan el Altiplano, por el sur, donde hay una linea de topénimos significativos por la orilla oeste del lago Chinchaycocha. Lue- go se detienen en Pumpu, donde hay topénimos dispersos distantes pero visibles desde la planicie de Pumpu. Finalmente contintian hacia el norte, hasta la frontera con Huanuco, cubriendo practi- camente toda la cuenca del Chinchaycocha. Unaspecto importante en los episodios descritos es que muchos de ellos hacen referencia a varias huacas Pacariscas. Estas huacas, consideradas como lugares de origen de los ancestros y pobla- ciones, podian ser conocidas con las denomina- ciones de Pacarisca (Albornoz 1967: 20 [1582]; Santa Cruz Pachacuti 1995: 20-21 [1613:91), Pacarina (Arriaga 1920: 69 [1621}) 0 Pacaricos REVISTA HAUCAYPATA, 74 x Thvestigaciones arqueologicas del Tahuantinsayo ROT oN hhuaca Chinehayeocha Geese personaje Tumayraba DX hier Pumpu /Bombomarca ere lugar “Ayraceacca huaca Auquevilea personaje Chacua lager Huayehao personaje Quiromachan areas SEE EXE boleadora Rihuinga Ca ia Nina Punchao Ce Inticancha | Raco a) Raco persongje Yarupaja Huagaruncho Pari ‘Yanamate Cochacachi ‘Yanacachi Ninacaca Uleumayo ‘Huayhuay / Huayllay Cuadro 2. Lista de algunos personajes y lugares miticos identificados en la toponimia del Chinchaycocha (Basa- do en Duviols 1976, Albornoz 1967 [1582] y las Cartas Nacionales del IGM: 22K, 23K, 22L, 23L). (Guaman Poma 1987: 66 [1615: fol. 84[84]]).. Las Pacariscas eran reverenciadas por ser las pragenitoras de los aneestras de las grupos hn- manosy cada grupo veneraba asu huaca (Julien 2011a: 106). Cabe mencionar que en los pasajes descritos sobre las poblaciones y los persona- jes miticos del Chinchaycocha hay una analo- gia con las narraciones de los origenes miticos Inca, en el sentido que son relatos episdicos y que el origen de sus ancestros estan asocia- ‘dos con aspectos de la geografia e itinerarios de viaje (Urton 2004: 31-53). Las Pacariscas eran puntos de inicio y parada en los itinerarios miticos. Por ejemplo, la fabula del origen de los Incas, recogida por Sarmiento de Gamboa (2007: 52-56 [1572]}), relata el viaje mitica de los cuatro hermanos Ayar, quienes emergen de unacueva. Uno de ellos, Ayar Cachi, el ancestro del linaje de Chauin Cuzco Ayllu, es encerrado en esta cueva de origen (Pacarisca). Los demas ‘emprenden todo un itinerario de viaje en bus- ca de un nuevo lugar donde asentarse, donde tres hermanos quedan petrificados en lugares que conformarfan hitos geograficos de recorri- do y memoria. Ne estos hermanos resalta Ayar Cachi por ser el primero en formar parte de la geografia sacralizada, quien ademas de quedarse en la Pacarisca de origen, su nombre es interpre- tado como el ancestro relacionado a la sal (Mo- linié 2010: 63). La sal, como hemos visto en los relatos del Chinchaycocha, tiene una relevante importancia tanto en la vida cotidiana como en el universo simbélico y las practicas rituales. Asimismo, en los relatos descritos destaca Tu- mayricapa (denominacién quechua que quiere decir giro visible o vuelta visible), por ser uno de los protagonistas principales de los itinerarios mfticos narrados. Fn dos episodios se describe la capacidad de Tumayricapa de convocar, reunir y dar drdenes a las huacas, donde la planicie de Pumpu es uno de los escenarios para estas re- uniones. Esta caracteristica de reunir y conversar con las huacas fie una capacidad que también posefa el gobernante Inca, descrito gréficamente 10 Matos y Wendy Moreano Montalvan 75 Y las huacas en el Altiplano del Chinchaycocha. Una aproximacion a las estrategias de ycontrol territorial Inca, desde la leetura de los paisajes rituales y la astronomia CAPITVLODELOS IDOLOS BILCAIIAP mand ant waca —~ uacabilcacona- pire cam cane: yam ta ama para dgun-caza win to) mesa ead Vimta H Gayla . Figura 4. Kepresentacién grafica de una reunion de huacas realizada por ‘tipac Inca Yupanquii (Guaman oma 1987: 253 [1615: fol. 261 [263]]). REVISTA HAUCAYPATA 76 Tavestigaciones arqueologicas del Tahuantinsuyo Figura 5. Fotografia panordmica de Pumpu, hacia el oeste, con los nevados Chacua y Yarupaja al fondo. Figura 6. Mapa de lugares miticos y adoratorios vinculados con la infraestructura Inca en el Chinchaycocha (Basado en Duviols 1976 y Albornoz 1967 [1582)). José Luis Pino Matos y Wendy Moreano Montalvan 7 ‘Elushnu, el qhapaq flan y las huacas en el Altiplano del Chinchaycocha. Una aproximacion a las estrategias de apropiacion y control territorial Inca, desde la lectura de los paisajes rituales y la astronomia por Guaman Poma de Ayala, quien ademas indica que el ushnu era el ugar donde se en- tregaban los sacrificios de la Capacocha (Gu: man Poma 1987: 252-254 [1615: fol. 261[263]- 262[264]]), ceremonia que implicaba grandes recorridos ritwales hacia huacas y portando huacas (figura 4). Mas adelante, se hard refe- rencia a la plataforma ushnu de la planicie de Pumpu, lugar donde posiblemente se llev6 a cabo una de las reuniones de huacas descritas para el Chinchaycocha. ‘También se puede hacer una analogia con los relatos de viaje de los personajes ancestrales de los grupos Yanesha préximos al Chincha- yeocha, en los que también se hace referencia al nevado Huagauencho (Huagaruncho), con Ta denominacién de “Huacaronch”, como un ancestro poderoso Yanesha, al que se ascendia por el camino Inca que salia desde Pumpu en direccién a Oxapampa, hacia la selva central (Smith 2006: 23-25; 2011:219-250). La construccién de un nuevo paisaje ri- tual por los Incas La evidencia arqueol6gica sobre la ocupacién Inca en la sierra central nos permite entender la construccién de los paisajes rituales en el Altiplano del Chinchaycocha. El gran camino afirmado y empedrado por los Incas proviene del norte de Tarma e ingresa a la planicie del Chinchaycocha porel sureste ye dirige al norte por la orilla oeste del lago hasta llegar a Pumpu (Matos 1992: 375-203). De ahf continua hacia el norte por la ruta principal hacia Hudnuco Pampa. También desde Pumpu salieron rutas hacia el oeste en direccién a Cajatambo y Oyén (Casaverde 2013) y hacia el este hacia Huachén y el nevado de Huagaruncho, en direccién ala selva central (Smith 2004); recorriendo asi tra- yectos y puntos de conexién significativos para las sociedades locales. En esta zona se proyect} el qhapaq fian y otras rutas superponiéndolas sobre los itinerarios de los personajes miticos de las poblaciones locales. Asimismo, se constru- yo infraestructura Inca como una nueva inter- Vencién del paisaje consistente en asentamien- tos administrativo-ceremoniales, que sirvieron como nuevos puntos de reunion y confluenci de destino de movimientos rituales levados a cabo principalmente en asentamientos con plazas y plataformas. En este contexto, Pumpu podria considerarse como el Tineu o lugar de encuentro mas importante del Chinchaycocha, porque en él conflufan varios caminos, no solo el longitudinal de la sierra, el mas importante, sino otros secundarios provenientes de la costa y la selva. demas, Pumpu también era un punto de confuencia fluvial y era tin espacio importante de culto a los ancestros (Barraza 2013). Un as- pecto paisajistico importante a destacar, es que desde la planicie de Pumpu es posible ver las ci- mas de los nevados Yarupaja, Chacua, Ulcumayo y Huagaruncho (figura 5). En base a estas evidencias e interpretaciones argumentamos que la construccién de nuevos nerarios rituales fue una estrategia de apropia- cidn y control Inca de los paisajes sacralizados de las poblaciones locales localizadas en y alrededor del Altiplano del Chinchaycocha. Los caminos y rutas Incas conectaban huacas y sitios sagrados importantes vigentes en la memoria local y per- mitian el acceso a zonas de uso cotidiano y a z0- nas ecoldgicas distantes esenciales para la com- plementariedad ccoldgica (figura 6). Ejemplo de esto, es que con el qhapaq fian se enlazaron todas las salineras antiguas, importantes fuentes de recurso natural y escenario de eventos miticos y sitios significativos de culto local. La evidencia arqueoldgica sirve como indicador para localizar los espacios fisicos donde se desa- rrollé gran parte de la historia mitica y para ubi- car con bastante probabilidad los adoratorios de Tas huacas locales. La ocupacién Inca, sin duda, configuré un nuevo paisaje mediante el trazado de una red local de asentamientos ceremoniales que debfan estar préximos, sobre las rutas e iti- nerarios rituales correspondientes a las redes de huacas locales®. El qhapaq fian fue el eje oficial principal que conectaba huacas locales con rutas renovadas de una nueva representacion simbéli- a de itinerario de viaje y espacios ceremoniales que representaban episodios o eventos significa- tivos en los cuales se construyeron plataformas ushnu, Estos itinerarios y redes, a su vez, forma- ban parte de un itinerario mayor proveniente del Cuzco, recorrido ritualmente como parte del dis- curso hist6rico que los Incas constituyeron como sociedad dominante. 3 Catherine Julien (2o11b: 105) indica que si existi luna red de huacas en cada provincia, posiblemente fue registrada y contabilizada por los Incas para realizar sacrificios. REVISTA HAUCAYPATA, 8 HUARAUTAMBO aa ° YARUPAJA : HUAGARUNCHU ' YAROS ' a YANAMATES, CHACUA RAEO ' 3 a PuMPUL = . = 3 A s im a g % 3 <7 \ q uLcumavo.) ¥ > = oS! 1 = & & z 3! 12 3 = & gt LAGO 16 8 § < | |CHINCHAY-| 1 & 2 S ZI COCHA | ! 8 = & =! 19 5 3 an is a x (an = s A v o = - g TUMAYRICAPA cuncawancn™——___ayRAacaca ' a \ ATAVILLOS ' ' ! TARAMAS TARMATAMBO LEYENDA GRUPOS ETNICOS --- Camino Inca ‘Yaros 4 Montaita Nevado Atavillos Cerro Yanamates O Sitio Inca Chinchaycochas Q) Huaca Principal - Lago Taramas Figura 7. Corema de la organizacién espacial de la zona del Chinchaycocha (Diagramado por Wendy Moreano y José Pino, basado en Duviols 1976 y Arellano y Matos 2007). José Lutis Pino Mato: Wendy Moreano Montalvan 79 ‘Elushnu, el qhapaq flan y las huacas en el Altiplano del Chinchaycocha. Una aproximacion a las estrategias de apropiacion y control territorial Inca, desde la lectura de los paisajes rituales y la astronomia La Capacocha® fue una ceremonia Inca que integraba itinerarios rituales. Ceremonia que consideramos el movimiento ritual mas grande anivel imperial. En la cual, segtin Fray Martin de Mura, se ofrendaban sacrificios a todas las huacas locales importantes en cada provincia “Y que asi eran en general en todo el reino es tos sacrificios, y cada uno en su provincia y pueblo lo hacian como mejor podtan, sacrifi- cando a sus guacas, las cuales sefialadas cada uno en su término y puestos nombres” (Murtia 2004: 178 [1590]). Para estos fines rituales, los lugares sefialados en cada localidad fueron los ushnus, como se indicé Iineas arriba, al citar a Felipe Guaman Poma (1987: 254 [1615: fol. 262[264]]). Ademas del paisaje que hemos analizado en la zona del Chinchaycocha, existen otros ejem- plos con similares practicas de re-apropiaci de espacios importantes a nivel imperial: en el ago Titicaca y en Pachacamac (Bauer y Stanish 2011: 31-38) y a nivel local: en el sitio Inca de Otorongo ubicado al pie del nevado Apo Hua- yhuay, huaca principal de los Taramas (Perales 2004: 519). La huaca Chinchaycocha como hito geo- grafico de ordenamiento espacial Los puntos geograficos mas notables del pai- saje, considerados Pacariscas 0 lugares de ori- gen, fueron las cimas de los cerros, montafas nevadas, lagos, lagunas, manantiales, cuevas y rocas. Un modelo grafico de representacion abstracta del espacio geografico 0 “corema’?, nos ayuda a explicar la organizacién espacial de las Pacariscas entorno al lago Chinchaycocha, considerado una de las huacas més importan- tes de la sierra central del Chinchaysuyu, que fue “reverenciada y servida” por los Incas (Al- bornoz 1967: 30 [1582]), mediante ceremonias rituales realizadas en Chakamarea y Pumpu. El lago Chinchaycocha simbélicamente tue el centro sagrado mas importante en donde conflufan rutas y espacios asociados a diversos, 4 Para conocer detalles de la Capacocha, co canismo ritual, puede revisarse el trabajo de Pi Duviols (1976). 5 Un ejemplo de la utilizacién de coremas o de re- resentaciones geograficas abstractas en los Andes es el trabajo de Jean-Paul Deler (1998). grupos étnicos. Ademis del lago, otros puntos geograficos, como cerros y montafias nevadas, consideradas Pacariscas, fueron referentes de la organizacion espacial. Los Incas vincularon a través del qhapaq nan estos espacios geograficos a la par que construyeron estratégicamente los sitios ceremoniales-administrativos de Pumpu y Chakamarca a ambos extremos del lago. Sitios que conformaban la red de un Wamani al rodear al Chinchaycocha. Tanto el qhapaq fian como el lago constitufan el eje que dividia el espacio en dos grandes partes o bandas: hacia la salida y la puesta del sol (figura 7). El ushnu como mareador de itinerarios y paisajes rituales Inca En la zona del Chinchaycocha la red de asen- tamientos Inca fue superpuesta sobre un paisaje considerado sagrado e itinerarios rituales de per- sonajes ancestrales locales. Una caracteristica de esta red es que algunos asentamientos tenian ‘ushnu, una plataforma construida gencralmente en as plazas, sobre la cual realizaron ceremonias y sacrificios. En el ushnu (también denominado uusno) se realizaron importantes libaciones ri- tuales en festividades calendarizadas y ceremo- nias ptiblicas (Zuidema 1989; Hyslop 1990; Pino 2005, 20102, 2010b, 2010¢; Monteverde 2008, zui0, zuua). Ademds, los ushnu eran puntos: de confluencia de caminos y de convergencia de direcciones hacia aspectos notables del paisaje local, puntos donde conflufan y salian rutas de peregrinaje hacia las huacas locales integradas al imperio cuzquefio (Pino y Moreano 2013: 37). Para la zona del Chinchaycocha, en la ruta del qhapaq fian, los sitios Inca de Chakamarca y Pumpu tienen ushnu y plaza (Matos 1994: 214- 229; Arellano y Matos 2007: 31-34) (figura 8). El ushnu de Chakamarca esté situado casi al inicio de la cuenca del lago Chinchaycocha y a la altura de la formacién rocosa de Ayraccacca y de la la~ guna Conopa. Como se vio en los episodios miti- Cos, Ayracaca es la roca de donde emergié Tuma- yricapa, el principal ancestro de las poblaciones. del Chinchaycocha. El ushnu de Pumpu, con un eje orientado por su escalinata (99°-279° azimut), vincula dos gru- pos de rasgos topogrificos: (1) ‘los de mayor al- tura son el nevado Uleumayo, hacia el este, y el nevado Chacua, hacia el oeste y (2) los de menor altura y mas préximos son las formaciones roco- sas notables de Wichca, hacia el este, y Shushu fA. R ISTA HAUCAYPATA, 80 Za Tnvesti Punta, hacia el oeste, en el conjunto de forma- ciones rocosas conocida como Nina Punchao, pertenecientes al bosque de piedras de Huay- lay (figura 9). Hay que resaltar que Uleumayo hace referencia a un aspecto masculino (Uleu es varén en el quechua local, y Mayu es rio) y Chacua a uno femenino (Chacua es mujer an- ciana en el quechua local). Hacia el oeste, el to ponimo de Shushu® hace referencia a los senos dela mujer y la formacion rocosa que lleva este nombre sirvid como referente para fijar el eje paisajistico del ushnu de Pumpu (figura 10). A nivel espacial y visual la planicie de Pumpu, la formacién rocosa de Shushu (teta) y los neva- dos de Chacua y Yarupaja, como rasgos topo- graficos y toponimicos destacables, guardan una relacién bastante cereana con los episodios miticos relacionados a la llegada de Tumayri- capa a Pumpu, su transformacién en nifio, su amamantamiento por Pullue Chacua y la con- vocatoria después de cinco dias a las huacas de Yarupa y Huagauencho. Es decir. la presencia del ushnu de Pumpu estaria reafirmando la im- portancia de un episodio mitico trascendente para Ia poblacién local y la reapropiacién de un espacio ritual muy importante El sitio de Ucucancha, en la zona de Ondores, aciones arqueolagicas del Tahuantinsuyo hacla la orilla oeste del lago Chinchaycocha, pre- senta una plataforma al lado del camino Inca. Esta construccién es la mas proxima a las coli- nas de Quiromachan y Tumayraba. A través de Tumayraba se accede al camino que lleva a la sa- linera de Cachieocha de San Blas. Los episodios miticos hacen referencia a un punto en la zona de Ondores donde Tumayricapa se trasladé después de su primera aparicion, Ademas, la salinera de San Blas, otro lugar mencionado en los relatos, a la cual se accede por Ondores, est asociada mi- icamente a un camélido que se introdujo bajo la tierra y dio origen al manantial de agua salada que servirfa como salinera. Quirumachan (asocia- do con la colina Quiromachan) fue un personaje al cual Tumayricapa lo sujeto con unas boleado- ras y le corté la cabeza, quedando Quirumachan transformado en un cerro. También al norte de Pumpu se ha evidenciado una plataforma sobre el cerro Raco, vecino al camino Inca hacia su lado este (Dominguez. 2007: 60 y 2012: 293-294). 6 Ramiro Matos también identifico los topénimos Shushunccacca, al este, yShushunpunta, a oeste, como referentes locales de la salida (Intipecespimunan) y puesta (Intipseccaycunan) del sol (Matos 1994: 283). Figura 8. El ushnu de Chakamarea en la pampa de la hacienda Chicha imacion a las estrategias, opiaci6n y control territorial Inca, desde la lectura de los paisajes rituales y la astronomia Az. 279° ea rn) we PUNCHAO er a , aaa} Figura 9. Las principales formaciones topogréficas como referentes paisajisticos en Pumpu. Figura 10. El ushnu de Pumpu alineado directamente con el eje de la escalinata hacia la roca Shushu Punta hacia el oeste (279° azimut), z ‘Como se cité en los episodios miticos, Raco es una deidad importante y es descrita'a su vez como un aspecto topografico. En las evidencias arqueolégicas de los sitios Inca presentes en el trazo del qhapaq fian del Chinchaycocha y alrededores (cuadro 1 y figu- ra 2), se puede observar cada cierto tramo una serie de plataformas y ushnus en los sitios ad- ministrativo-ceremoniales. Esto va de acuerdo con lo mencionado por Cristébal de Albornoz (1967 [1582)): “Hay otra guaca general en los caminos reales y en las plazas de los pueblos, que llaman uznos. Eran de figura de un bolo hecho de muchas diferencias de piedras 0 de oro y de plata. A todos les tenian hechos edi- ‘ficios en donde tengo dicho en muchas partes ‘como en Bileas y en Pucara y en Guanaco el Viejo y en Tiaguanaco, a hechura de torres de muy hermosa canteria. Sentévanse los sefto- res a bever a el sol en el dicho weno y hazian muchos sacrificios a el sol” (Albornoz 1967: 24 18821). Albornoz describié asi la relacion en- tre caminos y puntos donde se desarrollaban rituales, especialmente al sol. Esto indica que Ia ruta del Altiplano del Chinchaycocha, evi- denciada por caminos y asentamientos Inca, ademas de ser la principal via de conexién lon gitudinal en la sierra central fue un importante cirenito ritual. Rn cada imo de estas sitios e°- remoniales se debid haber hecho referencia a algiin evento significativo local vinculandolo al. culto solar Inca. La ubicacién de los sitios ceremoniales Inca, asoclados a la topografia de significancia 10” cal, sugiere que los ejes principales de la po- litica imperial, fueron las divinidades locales (Molinié 2010: 62). Con el ushnu como espa- Cio fisico ceremonial y principal escenario de libaciones y sacrificios, se dibujo un conjunto de hitos ceremoniales significativos, que con- formaron una cartografia ritual del cada uno de estos paba el Inea, los enraas locales y las hniaeas. El recorrido por los eaminos establecidos y los sacrificios realizados estarfan conformando un mapa ritual demarcado, tal como Cristébal de Molina [1575] manifiesta: “Y por esta orden iban caminando por toda la tierra que el Inca conquistada tenia, por las cuatro partidas, y haciendo los dichos sacrificios hasta llegar cada uno por el camino donde iba a los pos- treros limites y mojones que el Inca puesto te- nia” (Molina 2008:125 [1575)). A nivel ritual, la presencia de un ushnu, para interactuar con REVISTA HAUCAYPATA, 82 las huacas, es imprescindible en cada territo- rio conquistado, tal como lo remarea Guaman Poma [1615]: “Pacha Cuti Ynga dio orden muy mucha hazienda para sacrificar a las uacas y de las casas del sol y tenplo de Curi Cancha; el trono y aciento de los Yngas llamado usno en cada wamani senalé” (Guaman Poma 1987: 256 [1615: fol. 265 [267]]). En este contexto, los ushnu fueron entendidos como hitos 0 mojones (Molinié 2010: 76; Pino 2010a: 92-94; Arellano 2012: 416) usados para la construccién y reafir- maci6n de paisajes rituales vinculados al Inca y el culto solar a lo largo de todo el Tawantinsuyo. El ushnu de Pumpu y su vinculo astron6- mico con el paisaje local Sobre el ushnu de Pumpu se plantea y enfatiza que su ubicacién y construccién fue un aspecto crucial para el inicio de la planificacion y cons- truccién del asentamiento, considerando que el punto central de la plataforma ushnu fue lo pri- mero que se establecia en estos asentamientos (Matos 1987: 50; 1994: 279-284). Sobre todo si estos eran espacios de encuentro para la realiza- cidn de festividades calendarizadas, las cuales de- bian tener referentes astronémicos visibles para que indiquen las fechas con precision. John Hys- lopy Ramiro Matos sustentaron que el disefio del sitio de Pimpn y la forma de su plaza gnardarian una estrecha relacién con sus ejes astronémicos, sobre todo si se toma al ushnu como punto de re- ferencia y observacion para la determinacién de os solsticios, equinoccios y posiciones del sol en Sus pasajes por el zenit y anti-zenit (Matos 1987: 48, 37-238). Cabe indicar que hacia el este la formacién rocosa denominada Shongoymarea (coraz6n del pueblo) sirvié como referente paisajistico y topografico importan- te, para fijar el eje este-oeste y desde ahi trazar el Angulo de abertura de la plaza del sitio (figu- ra 11). El paisaje que rodea Pumpu, sobre todo el del oeste, se presta para fincionar muy bien ‘como horizonte de observacién de las posiciones de puesta de los astros, sobre todo del sol, astro que posiblemente més se us6 en el imperio para Jaimplementacién de calendarios (Bauer y Dear- born 1998: 41-63). Elushnu de Pumpu posee las siguientes coorde- nadas geograficas 10°54’ 53’ ” (10°55’) de latitud sur y 76°16’56’’ de longitud oeste. Desde este punto se puede observar con nitidez las forma- ciones rocosas de los cerros Bombomarca y Nina José Luis Pino Matos y Wendy Moreano Montalvan. 83 Elushnu, el qhapaq fan y las huacas en el Altiplano del Chinchaycocha. Una aproximacion a las estrategias de apropiacion y control territorial Inca, desde la lectura de los paisajes rituales y la astronomia Ered EOC Figura 11, Orientaciones y ejes astronémicos identificados en Pumpu (Redibujado de Matos 1987: 48 y Hyslop 1990: 238). Equinoccios Anti-Zenit Figura 12. Marcadores de horizonte vistos desde el ushnu hacia el oeste de Pumpu. oo Punchao, pertenecientes al bosque de pledras de Huayllay, las cuales son muy verticales, e: beltas y numerosas, por lo que se convierten en el horizonte perfecto donde fijar posiciones so lares, sobre todo las posiciones que sirven para fijar los dfas con precision en un calendario so- lar local. Estos dias son los pasos zenitales del sol y los equinoccios. En Pumpu las posiciones de puesta del sol y los dias de su paso por el ze- nit debieron haber estado a 25°05’ azimut y los del paso por el anti-zenit a 280°55" azimut; es decir 10°55” segiin su latitud tanto al sur como al norte de la posicién de los equinoccios (270°). Posiciones en el horizonte a 2°, 3° y 4 grados de elevacién al oeste de Pumpu fueron ubicadas con muy buena idad desde el ushnu (figura 12). Cabe indicar que el eje del ushnu hacia el este se direcciona hacia el neva- do Uleumayu” (100°55” de azimut). Este eje se orienta, a su vez, hacia la salida del sol cuando Ie toca pasar por el zenit en octubre y febrero. Es interesante resaltar ue la orientacién de 280° 55’ , que indica la posicién en el horizonte de la puesta del sol en agosto, se encuentra en Ia parte denominada Nina Punchao, que si nifica en quechua “dia fuego” o “dia de fuego”, relacionado a la temporada mas seca y fria de este Altiplano en agosto. Este tipo de orient: ciones y ejes astrondmicas que parten del nsh- nu, han sido detectados en Hudnuco Pampa, el siguiente centro administrativo-ceremonial en Taruta del qhapaq fian al norte de Pumpu (Pino 2004). Donde fueron fijadas con precisién las posiciones del sol en los equinoccios, pero so- bre todo en agosto. Mes muy importante por estar vinculado al inicio del afto agricola y a las primeras actividades de siembra (Guaman Poma 1987: 1227 [16152 fol. 1152 [1162]; Zuide~ 179), como también por ser el mes de aci6n de la ceremonia del Situa en Cu co, festividad en que el ushnu de la plaza Hau- caypata era el espacio ritual mas importante 7 Las escalinatas de acceso de las plataformas ushnu, generalmente se orientaron hacia la cima de monta- is y nevados consideradas como huacas y paca nas, como en el caso del ushnu de Hudnuco Pampa orientado hacia la cima de la montafia nevada de Yarupaja (Pino 2010¢: 120-122) y el ushnu de Tam- bureo orientado hacia la montaiia nevada de Ampay (Pino y Moreano 2013: 35-36), ambos ushnus estan en la ruta del ghapaq fan en el Chinchaysuyu. REVISTA HAUCAYPATA. 84 Tavestigaciones arqueologicas del Tahuantinsuyo (Molina 2008: 154 [1575]; Monteverde 2011b: 246). A manera de conclusiones Se han podido identificar algunos puntos sig- nificativos del Altiplano del Chinchaycocha bajo una perspectiva interdi aria. En este sen- tido, la informacién etnohistérica, toponimica y etnografica nos ha permitido reeuperar nombres de lugares y personajes miticos, con los cuales se pudo reconstruir un paisaje ritual e identificarlo en la geografia. A su vez, el estudio arqueolégi- co sirvié para identificar evidencias materiales relacionadas con el paisaje ritual reconstruido. Con el anélisis realizado podemos decir que la estrategia que establecieron los Incas para una apropiacién y control de espacios fuera del Cuzco fue justamente replicar su experiencia local y sus practicas de vinculacién de su pasado mitico con el paisaje, mediante el establecimiento de una red de sitios relacionados por movimientos ri- tuales que implicaban la intervencién del espacio mediante la implementaci6n de caminos e infra- estructura ceremonial, que conformaba todo una’ cartografia ritual fijada en la goografia misma, validada periédicamente mediante la realizacion de libaciones en cada punto 0 hito geografico fi- jado sobre puntos fisicos significativos pertene- ‘cientes a cada grupo local Con la evidencias obtenidas, claramente pode- mos ver que un objetivo de la politica Inca fue tomar posesién de los espacios sagrados locales para establecer a la vez relaciones de dominio € integracion con las poblaciones conquistadas, sobre todo ideolégicamente, al reconfigurar los paisajes rituales. La estrategia empleada, fue la intervencién fisica planificada, Mevada a cabo mediante la superposicién de un paisaje ritual imperial sobre los mismos puntos del paisaje mi- tico local, como también relacionandose a estos puntos mediante orientaciones paisajisticas y astronémicas, en las cnales las actividades sacia- les mas significativas se cartografiaron, no solo mediante la sefializacién fisica, sino también me- diante las narrativas referidas a ancestros miticos espacializados, fijados en la memoria mediante rituales con libaciones secuenciales y obligato- rias. Este proyecto imperial de constriiir un mapa ritual dinamico, fue ejecutado mediante la mo- numentalizacién de la ruta del ghapaq fian con hitos ceremoniales como las plataformas ushnu, que a su vez hacfan énfasis a los lugares conme- José Luis Pino Matos y Wendy Moreano Montalvan 85, ‘Elushnu, el qhapaq flan y las huacas en el Altiplano del Chinchaycocha. Una aproximacion a las estrategias de apropiacion y control territorial Inca, desde la lectura de los paisajes rituales y la astronomia ativos locales, con lo que se creaba un vin- culo ideolégico entre lo local y lo imperial. Con Ia imposicién de un nuevo paisaje ritualizado y mediante las acciones de libacion se creaban muevos escenarios de negociacién, donde se establecfan cada vez nuevos términos y se le- gitimaban las relaciones de dominio con las po- blaciones locales del Chinchaycocha, teniendo ‘como mediadores a los personajes miticos y las, deidades ancestrales, tanto de los Incas como de los grupos poblacionales locales. Personajes y episodios miticos locales que en algunos ca- Sos tenian narraciones y cualidades andlogas 0 similares con personajes y episodios Incas. A nivel territorial Ia huaca Chinchaycocha fue un hito geografico de ordenamiento y re- ferente espacial importante para los grupos locales, y esencial para el establecimiento de la red y circuito ritual-administrativo Inca. La presencia de varios ushnu y plataformas aso- ciadas al camino principal en el Chinchaycocha y vinculadas cstratégicamente a puntos signi ‘ativos del paisaje local, indica que el transito realizado por esta ruta se haefa de forma ritual. La principal funcién de los ushnu fueron los tuales de libacién, sobre todo con las deidades consideradas como ancestros representadas en sus idolos, bultos, momias y curacas (Cummins 2004: 157, Pinw 20104, Monteverde 2010). Li- baciones con las cuales el Inca establecia una relaci6n sagrada y validaba su autoridad y su supremacia (Cummins 2004: 152). En este contexto, las libaciones en las Andes son con deradas tna técnica ritual para fijar la memoria de eventos importantes, sobre todo cuando se hacen recorridos de itinerarios ceremoniales y se tiene que recordar lugares de gran signifi- cacién (Abercrombie 2006: 432). En la actua- lidad, algunas comunidades tradicionales en Cuzeo hacen sus recorridos anuales de reco- nocimiento territorial realizando libaciones en estaciones de descanso y mojones, en los que residen espfritus y deidades tutelares (Pérez 2001: 367-371). Del mismo modo algunas so- ciedades amazénicas y contemporéneas, prac tican la reproduccién de canciones y puestas en escena, para fijar y transmitir informacion cartografica, ademés de guardarla en soportes méviles (Chaumeil 2011: 297-298; Jennings 2012: 37). Lo que nos sugiere, que en la socie- dad Inca, pudo realizarse practicas similares, mediante peregrinajes con estaciones de liba~ ciones, como una técnica para fijar su presencia y autoridad en los sitios que visitaban, que a su vez. posiblemente registraban en quipus 0 cuer- das anudadas de manera complementaria para un doble control mneménico. La gran mayoria de rituales Inca consistfan en realizar recorridos y libaciones por puntos signi- ficativos en el paisaje, construidos en y fuera del Cuzco, para promover su status sagrado asociado a personajes miticos y re-escenificando las accio- nes victoriosas de suis antepasados ancestrales para justificar su posicién de elite gobernante. De esta manera usaban su pasado mitico para legiti- mar su autoridad (Bauer 2011: 24) sobre las po- blaciones que sujetaban al realizar estos recorri- dos. Estos caminos de la memoria, establecidos en secuencias de libaciones, debieron haberse ‘ituido para formular y experimentar la re- lacién del pasado con el presente, como parte de una conformacién de conciencia historica (Aber- i 69-170), para el caso de los Incas ics al ir construycndo y fijando una nueva memoria hegeménica, con caminos e infraestructura ceremonial, sobre espacios loca- les significativos como una forma de disefiar un paisaje de re-apropiacién explicito y comunicar Ja presencia de un nuevo poder religioso. Agradecimientus: A Idilio Santillana, Carmen Arellano y Ramiro Matos por facilitarnos informacién, consejos aca- démicos referidos a la tematica Inca y aliento en lasinvestigaciones Alos prafesores del Programa de Estudios Andinos, Marco Curatola y Krzysztof Makowski por la asesorfa y las oportunas aten- ciones brindadas. A Luis Enrique Paredes San- chez por su apoyo en la toma de datos en campo. A Hernan Ramos por él envié de informacién es- caneada. A Guadalupe Martinez y Oscar Romén por las productivas conversaciones e informacio- nes en relacién a la tematica de los paisajes cul- turales. A Richard Chase Smith, Miriam Torres y Jorge Recharte por las conversaciones y comen- tarios que tuvieron respecto a nuestro trabajo, en las sesiones del grupo de trabajo de caminos de montaiia, realizados en el Instituto del Bien Comin en Lima. A la maravillosas personas de Ta Comunidad Campesina de San Pedro de Pari, por su gran acogida, las informaciones brindadas Jos aiios 2011 y 2012, y por su motivacién por co- nocer y aprender de su pasado, su gran entusias- mo de cuidar y proteger el lago Chinchaycocha y z todos los vestlglos historico-culturales pre- sentes en su comunidad, entre ellos el sitio de Pumpu, a ellos principalmente va dedicado este humilde aporte. A Rodolfo Monteverde por permitirnos difundir nuestras modestas in- vestigaciones por este medio. A Séphi Qhallisa por su “estimulo y apoyo” en la redaccién de los textos y elaboracién de gréficos. Y como siem- prea Norma Matos por su asesoria en termino- logias y topénimos quechua, como también por el soporte constante. Bibliografia ABERCROMBIE, Thomas, 1993. Caminos dela memoria en un cosmos colonizado. Poética de Ja bebida y la conciencia historica en K’ulta. En Borrachera y memoria. La experiencia de lo sagrado en los Andes: 139-170. Thierry Saig- nes compilador. HISBOL — IF a Paz. 2006. Caminos de la memoria y del poder. Et- nografia e historia en una comunidad Andi- na. IFEA, IEB y ASDI ediciones. Sierpe publi- caciones. La Paz. ALBORNOZ, Cristébal, 1967 [1582]. La Ins- truccién para deseubrir todas las guacas del Pird y sus camayos y haciendas. Journal de la Société des Américanistes, Nro. 56: 7-39 (Edi- tado por Pierre Duviols). Musée de Homme. Paris. ANSCHUETZ, Kurt; WILSHUSEN, Richard y SCHEICK, Cherie, 2001. An Archaeology ‘of Landscapes: Perspectives and Directions. 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