La cumbre del arte oculto
PARACELSO
Establecié un antes y un después en el desarrollo de la alquimia y de la
medicina en el Renacimiento. José MARIA LOPEZ PINERO recuerda la
ajetreada biograffa del sabio suizo, analiza las principales innovaciones de
su obra y su difusién en el contexto social y cientifico del siglo XVI
aravelso marca un hito en el
desarrollo cultural del
glo XVI Pant situar vdecu
mente a alquimia, la. destita
ion y el paracelsismo, conviene recor-
dar, aunque set de modo sumario, la
imagen actualmente vigente sobre su
personullidad y ka influencia de su obra,
‘como cons: de un siglo de
vestigacién continuada en torno al
ma. Al margen de ella, su figura y su
produceién han sido y contindan sien-
do victimas de acercamientos inrespon-
sables, que lo conyierten en una gran
personalidad de la magia y el ocultismo,
aracelso fue el sobrenombre de
‘Theophrastus Bombast von Hohenheim
(1493-1551). Nacidlo en la localidad s
za de Binsivceln, se educd en la 201
inera de It Carintia, donde se far
atix6 con fas priicticas 1
alquimicas, Mas tarde, estudié medi
1a, doctorindose en la Universidael ce
Ferrara bajo la direcci6n de Niccolo Le-
oniceno, La radical inquietud de su per-
sonalidad le hizo pasar toda su vida rea-
lizando viajes, cuya importaneia para la
experiencia médica defendi6, entre
otros muchos textos, en su Spital-Buch
(1529): “Mi ica la be consegui-
do, con
tirgicas y
a, Portugal
Jose Mania Lorez Pineno, de la Real Acade~
mia de ta Historia. Catedratico jubilado de
Historia de la Medicina, U. de Valencia.
AVR PHILR, THEODHL
PARACEL!
BOMBAST AB HOHENHEIM,
Zingoronat cen znaextSOr |
OPERA OMNIA
MEDICO ~ CHEMIGO~ EHTAVRGICA,
MOLVNEN PRIMY Mi
et
Portada del primer volumen de une edicién
de 1658 de fa Opera Omnia de Paracelso,
Biblioteca de La Universidad de Barcelona.
Inglaterra, Dinamarea y todos los terri-
torios alemanes”
Solamente durante el curso stcadémi-
co 1527-28, fue profesor en la Universi-
dad de Basilea, de donde tuvo que
tir huyendo ante fa reaccién producida
por el contenido renovaelor de su ense-
YSU provocacors conducta, Ba kis
tuba de su géttliche grobbeit
(diving groseria) y, en la noche de San
egudo a hacer tna hogue-
tos médicos clisicos, Criticé
Frontalmente los fundamentos cel gale
nismo, bassindose sobre todo en doct-
nas procedentes de la alquimia. Despla-
76 a un segundo plano la teoria de los
cuatro elementos dle Empédocles y la de
los cuatro humores cardinales de los ga-
Tenistas y convirté las tres “sustan
quimicas en el centro de su vision del or-
_ganismo humano y sus enfermedades
Las tres sustancias fundamentales
firms que todes los sere
rimados, estan integrados por lt com-
binacién, en proporciones variables, de
mercurius, sulphur y sal, que eran al
mismo tiempo elementos y modos de
‘comportarse [a materia, Al quemarse un
‘cuerpo, ef mercurius seria lo volitil, que
se escapa en forma de humo el sulphur,
Jo combustiie, que produce la lkams, y
la sal, lo resistente al fuego, que queda
en las cenizas.
En su Opus Paramirum (1530-30), 10
‘expuso de! siguiente modo: “En cada
‘cuerpo hay tres sustancias, es decir, ca-
«da cuerpo consiste en tres cosas, cayos
nombres son sulphur, mercurius ¥y sa
‘Cuando las tres estin reunidas existe un
cuerpo, al que s6lo puede anadise la
try Jo que de ella depende. Cuando co-
{ges un cuerpo con la mane tienes de mo-
do invisible tres sustancias bajo una for-
rma, Bs necesario que hablemos de ellas
porque de estas tres sustancias en una
forma depende toca la salud, Si tienes en
la mano (un trozo de) madera, aparece
nte tus ojos solamente un cuerpo. Estea
‘de Quentin Metsys, Bruselas, Museo
Theophrastus Paracelso (1493-1541), retratado por Rubens sobre un reaMaestros y eprendices se afanan en las diversas labores del proceso de la destilacion en un
Jaboratorioalquimico, grabado del siglo XVII, a partir de une pintura de Giovanni Stradano.
conocimiento no te sirve, ya que los ris
ticos también lo saben y lo ven, Debes
fundamentar y comprobar que tienes en
la mano sulphur, mercusius y sal. Cuan-
lo hayas visto las tres cosas y las hayas
dlistinguido unas de otras de modo ma-
nifiesto y verdadero, tends los ojos con
os que un médico