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Y t, trajiste hoy tu paraguas?

Haba una vez una gran sequa el pueblo, un pueblo mayormente agrcola,
viva de las cosechas que sembraban y sus habitantes pasaban grandes
penurias porque las cosechas se estaban echando a perder por la falta de
lluvia
Dentro de su desesperacin acudieron al sacerdote del pueblo para que les
ayudara y ste les exhort a hacer ayuno y oracin pidindole al Seor un
milagro despus de nueve das se reuniran en la Iglesia para ofrecer una
Misa en accin de gracias por esa lluvia que le estaban pidiendo al Seor
Todos en el pueblo ayunaron y cada maana y cada tarde, por nueve das
corridos, se reunan en la plaza del pueblo para rezar el Rosario todos
juntos al cumplirse el plazo fueron todos a la Iglesia para celebrar la Misa
por su intencin se vea la expectativa en sus rostros cuando el sacerdote
comenz la celebracin,
Cuntos aqu esperan un milagro del Seor en el da de hoy?, les dijo a
lo que el pueblo, a una sola voz, respondi con un gran AMN!
Entonces, supongo que todos ustedes trajeron sus paraguas, pero
ninguno lo haba llevado
A nosotros, muchas veces, nos sucede como a la gente de este pueblo
pasamos por nuestros momentos difciles y cuando la prueba aprieta nos
postramos de rodillas pidindole a Dios que nos ayude pero a la misma
vez le ponemos limitaciones a lo que l puede y quiere realizar e nuestras
vidas como dice las frase: no se trata de creer en Dios, sino de creerle a
Dios y su Palabra est llena de promesas maravillosas solamente
tenemos que creerlas para ver como su gloria se manifiesta en nosotros

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