EL BAJO
IMPERIO ROMANO
Luis A. Garcia Moreno
EL BAJO IMPERIO ROMANO.
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Dias A. Garcia Moreno
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Prélogo
PRIMERA PARTE
[RESIAURACION TETRARQUICA Y MONARQUIR. CONSTANTINIANA
Introduccion I
La cuestion constantiniana 18
Diocleciano y Constantino: dos caras de la misma moneda ~ 19
Periodizacion .. zt a
1, La obra de Diocleciano (284-308) «sn 23
11. Los problemas de Occidente, Maximiano y Constancio loro. 24
1.2, El Dambio y el Oriente. Galerio 26
1.3, La poltica religiosa. La gran persecucién 28
14, La abdicacién de Diocleciano y Maximiano .. al
115, Las reformas tetrérquicas, La filosotia politica .o.unun 32
16, Lareferma de la administracion, La diécesis, 35
1.7. Las reformas militares 39
1.8, La refcrma tributaria. La capitatio-iugatio ... 40
1.9, Lapottica monetaria. El edicto De maxis... 42
Be tema tetrarquico (305-324) 45
‘Tetrarquia, Proclamacién de Constantino 452.2. La torcera Tetrarquia. El tin de Galerio y Maximiano wane AT
6.2, Valentiniano y Valente se dividen el Imperio 02
23. Constantino duefio de Ocsidente 43 6.3, Valente en Oriente. Religién y fiscalidad ..... 7 103
2.4. La conversion de Constantino. El edicto dé MHAN sccm 50 6.4. La hwvasién de los godoa. Adrianépolis 105
2.5. Licinio en Oriente. Su politica religiosa ........ 52 6.5. Valentiniano en Occidente. Los problemas 106
6.6. Poltica adminsitrativa y social de Velentiniano 107
3. Constantino, emperador cristiano z ST 6.7. Valentiniano y la religion, Damaso, Ambrosio y Martin «0... 109
3.1. La fundacion de Constantnopla ST 6.8. Graciano. Politicas religiosa y militar. Ausonio 110
3.2, El final del reinado. Los p-oblemas sucesori0s wuss 5B 6.9, Teodosio en Oriente, El foedus godo y el radicalismo catélico . 112
3,3. Los problemas exteriores Godos y persas .... 60
3.4. Las reformas administrativas. Comitiva y Profecturas vm BL 1. El predominio de Teodosio (383-395)
3.5. La nueva aristocracia constantiniana: cristiana y de servicio... 65
7.1, Maximo y Valentiniano Il en Occidente, Politica y religién .....
36. Las reformas militares. Elejército de CaMpafia .n.es 66
7. Politica fiscal y monetaria El s6lido 67
38, Legislacién y politica religiosa sees 69
4. Teodoela isonoes emperador csidico por virial de Dias
SEGUNDA PARTE
‘Tercera Parre
LA CONSOMDACION CEL IMPERIO ROMANO CRISTIANO
EL IMPERO CRISTIANO EN EL SIGLO Iv. SOCIEDADES, ECONOMIAS ¥ CIVILZACION
Introduccién 7 7 18,
Introducciéa .... ae 128
la cristianizacién del Imperio 76 El singuar esplendor del siglo w: reparatio saecull 125
La mueva sociedad y el Estado. Aristocracias de sangre, militar y de EL Estado burocratico y totalitario 126
servicio 16 El nuevo Mundo Cristiano 127
4. Los hijos de Constantino (337-361) 19 8, La sociedad y la economia 129
4.1, Gonstancio Il en Oriente. Los problemas religiosos 80 8.1, Las fuentes de informacién, El Cédigo de Teodosio 129
4.2, Constante en Occidente. El donatismo : 81 82. Polarizacién social... . 130
43, La usurpacién de Magnencio .... ve ce 2 8.3. La demografia bajoimperial ... 131
4.4, Constancio IL inico augusto, El e€8ar GAO nnn 83 8.4. E1Estado y la economfa, Fiscalidad y moneda 134
45, Juliano César. La frontera del Rin 88 85. La estructura social. Los poderosos .... snmenenes 1B
4.8. Constancio en Occidente. Los problemas religi0s08 wenn 86 86. La gran propiedad fundiaria. El colonato 42
4.7. Las reformas administratvas de Constancio I La burocracia.. 88 812. lamedianay pequefa propiedad rural 148
4.8, Politica fiscal y monetaria de Constancio II ane 30 88. Los curiales aoe 148
89, ECristianismo y la ciudad nmiaiwiainais 160
5. Elzeinado de Juliano el Apéstata (361-363) 93 10, Artesnaia y comercio 181
5.1. La usurpaci6n de Juliane - 93 8.11. Movilidad y conllictividad social oun 158
5.2. Creencias y politica religiosas de Juliano 94 812. ELpatrocinio 158
5.3. Politica administrative y social de Juliano a 97
54, La campafia persa y el fn de Jultano rmrmmiairinecinns OB 9, La civilizacion del Imperio cristiano del siglo 1v ....... 161
911. Cultura clésica y cristianismo sna 161
i pei Nia ALDEN walantfntane (3) 10L 9.2. La Ciencia wren : 163
6.1. Elefimero Joviano ... so 101 9.3, Gramaticos y retores ..... 164
79.4. La historiogratia
95 La Pavia ae
.6. Las muevas culturas cristanas E .
927. Las artes plasticas annhinons
(Cuan Pasre
Evitoco, Disourci6n Y METAMORFOSIS De IMPERIO
Introduceién ....
Del Occicente Roman:
Dellnperis omane imperial al Romano-germano ..
al Bizantino (sigios v-v) ....
10. Las grandes invasione: Impe
wasiones germanicas y el fin del 0
lnvasores y usurpadores (885-420) Ei fondus visigede
102, Valentinian Il. Barbaros conta hévbaroe
OS: Los titimos emperadores. El final del Occidente Romane in.
erial
11. El Imperio Romano en Oriente durante el siglo v
ILL. Las dinastis y los
‘grupos de pocer
11.2, Conflctos étnicos. Barb. rors
aros ext
11.3. Las dispuas teol6gicas Oriente se apaite de Gee
4: Hacia la nueva sociedad bizantina, La economia ol Eeradg
Bibliografia
1m
117
178
181
181
185
189
os 189
180
195,
197
201
Prélogo
Etérmino Bajo Imperio fue utilizado por vez primera en 1752 por el fran-
és Lebeau para referirse a la historia imperial romana a
tino y hasta el final de Bizancio en 1453. El término hizo fortuna
Romano, sino que suponia una valoracién profundamente peyorativa. Toda-
via los propagandistas del absolutismo monérquico y de la Contrarreforma
de la Modernidad valoraban positivamente la construccién mondrquica de
Constantino y sus sucesores, con la interpenstracion entre la iglesia y el
do que suponia su monarquia de derecho divino. Sin embargo el nuevo
de las luces" veria en ello mismo uno de los peores vicios del Imperio tardio,
causa precisamente fundamental de su ruina; con él habia comenzado ya una
profunda decacencia de la brillante civilizacién qrecorromana de los tiem-
os cldsicos,
Dos libros de enorme significacion en la cultura septencentista, aunque
Grafica, representaron esa valo-
.0n, el otro a la del francés Mon-
tesquieu. La Historia del declive y caida del Imperio Romano, publicada entre
1776 y 1788, trtaba de la historia romana entre los Antoninos del siglo Ty la
caida de Constantinopla en poder de los turcos, con una erudicién y minu-
closidad inusitada para la época. Sin embago, en el fondo la magna obra de
Gibbon descansaba en una idea muy afin a la expuesta sucintamente por el
francés en su ensayo Consideracién sobre las causas de la grandeza de los
Romanes y de a1 decadencia, editado en 1734. Ambos adoptaban un esqque-
9ta histérico de raiz biolégica, considerando la supuesta decadencia del Impe-
rio como un proceso inevitable en todo ser vivo. Como no podia ser de otro
‘modo para Montesquieu, la decadencia habia venido de la mano de la pér-
Gide de la antigua virtus republicana y de la aceptacion de una tirénica monar-
guia teocrética. Para Gibbon el hilo conductor de la historia tardorromana era
la disolucién de la idea estatal romana, basada en la virtus y en la libertas,
proceso en el que el cristianismo habia jugado un papel decisivo.
Dos libros bisicos de la gran historiografia alemana del pasado siglo insis-
tirian en esas mismas ideas. El gran historiador de la cultura J. Burckharet publi-
caba en 1882 su famoso La edad de Constantino el Grande, en el que conside-
Taba la supuesta decadencia tardoantigua como un proceso de envejecimiento
reflejado en la desintegracién de la civilizacién clésica, al triunfar la idea teo-
cratica, la fe en la inmortalidad y en la vida ultrterrena, y al poblarse de fuer
zas misteriosas la antigua religién pagana. Por supparte el eruditisimo historia
dor dela Antigiiedad O, Seeck en su magna Historia del hundimiento del mundo
antiguo, publicado entre 1894 y 1920, planteaba el fin del Mundo Antiguo, del
Imperio Romano, en términos demograficos, Imbuido del sociclogismo fni-
secular, en su opinion en el Imperio tardio se habria producido una seleccién
ala inversa, con la desaparicién de los mejores elementos humanos; y ello por
Ccausas diversas, como eran e! despotismo monérquico, a manumision de escla-
‘os extranjeros, Jos matrimonios entre libres y esclaves, la prohibicién del metri-
‘maonio alos soldades, las continuas guerras, etc. Aunque con matizaciones diver-
52s y con descubrimientos esenciales todavia esas icieas decacentisias estarén
resentes en dos obras que han influido buena parte de la historiografia con-
‘tempordnea sobre el Imperio tardio: la Historia social y econémica del Imperio
romano del ruso M, Rostovizeff, publicada en 1928 bajo el profiunde impacto
de la revolucion bolchevique y del meterialismo histérico; y la del alemn F Alt-
hheim La decadencia del mundo antiguo, publicada en 1982 tras la terrible catas-
ttofe de la Alemania totaitaria nacionalsocialsta y bajo la indudable influencia
de O Spengier.
Sin dudala idea de una decadencia de! Mundo Antiguo, y mas concreta-
mente del Imperio Romano a partir de los tiempos de la Tetrarquia, cuando
menos no era una novedad de Ia historiografia moderna, Ideas semejantes ha-
bian estado presentes en la misma Antiguedad, entre los contemporaneos de
aquellas centurias. ¥ ello tanto en una perspectiva pagana por ejemplo la de
Zésimo, y su precursor Eunapio de Sardes~ como cristiana, mostrada en los
escritos de Cipriano de Cartago o Bardesano de Edesa. Pero también en esos
tiempos del Imperio tardio otras voces habfan hablado un lenguaje por com-
ppleto diferente, Regeneratio lmperiie inmortalidad de Roma fueron lernas e ide-
as repetidos y creidos, tanto por pagatios como por cristianos, en el siglo WV.
Nuevamente, en los albores del siglo xx se abrié camino en la historio-
grafia la superacién del concepto de decadencia y una més justa valoracién
10
del Imperio Romano en sus tltimos siglos de dominio sobre todo el mundo
mediterréneo Dos historiadores del arte, el ruso D. V. Ainalov y el austriaco
A. Riegl, observaron las grandes continuidades artisticas entre los tiempos
de Constantino y los de Carlomagno. El segundo acufié el concepto de "Anti-
gledad Tardia” para referise a ese periodo, en el que veia innovaciones y
esarrollos llenos de vitalidad y de gran significacién para el futuro. En los
afios veinte os dos historiadores, esta vez de la sociedad y economia, el
vienés A, Dopsch y el belga H, Pirenne, establecerian de manera contundente
la esencial unidad estructural y continuidad de aquellos sigios tardoantiguos
con la Antigadad clasica tan alabada. El decisivo ensayo del britanico R
Brown, publicado en 1971, EI Mundo de la Antigiiedad Tardia, leva un suge-
rente subtitulo; "De Marco Aurelio a Mahoma”. El primer nombre significa-
ba para ls tradicién de Gibbon el emperador mas representativo de los ide-
ales clasicos de la feliz. época de los Antoniinos, mientras que el segundo en
la tesis de Pirenne habia iniciado el proceso de ruptura de la unidad medite-
rranea, tipicade la Antigtiedad. Peter Brown, tal vez el mas prestigioso histo-
tiador actual de estos siglos tardios, convertia significativamente al uno y al
otro en claros exponents de la Antigiiedad Tardia,
En la hora actual cada vez parece més evidente que entre finales del siglo
my las postrimerias del vi, aunque con importantes matizaciones regiona-
Jes, se extiende un periodo dotado de unas caratteristicas propias que lo dife-
rencian de la situacién posterior 0 Alta Edad Media. De estas caracteristicas
algunas son heredadas del Alto Imperio y otras son nuevas, algunas sequirian
siendo factores importantes en los tiempos medievales y otras no, Respecto de
los tiempos anteriores lo esencial fue, segiin la afortunada formulacién de
Brown, una redifinicién del espacio material y vital del mundo antiguo, La pre-
sién de las fronteras y de los pueblos exteriores forzaron a una trsiacién de los
centros neurdigicos del Imperio, cobrando as mayor importancia éreas peri-
{Bricas del Danubio y el Rin. Hasta la misma civilizacién grecorromano adopté
elementos de. mundo exterior, pues culturalmente la Antigiiedad Tardia vio la
invasign de mevas creencias y espiritualidacies. En lo esencial ésias serian un
cierto despeco hacia el mundo material y una bisqueda incesante de la Divi-
nidad. En el Flano politico estas nuevas espiritualidades incidieron en el fun-
damental debate, heredado de los tiempos clésicos, sobre la monarchla, resuel-
to con Constantino con la adopeién del principio de la monarquia de dereche
divino. Adminsitrativamente el imperio se vio obligado a realizar una reor
ganizacién mis conforme con los recursos materiales y humanos que tenia,
destinada a salvar Jo mas posible del viejo orden social y econémico. Pero
ello forzé la edopeién de elementos coercitives y totalitarios, creadores de
fuertes tensicnes sociales. Socialmente la Antigiiedad Tardia vio el nacimien-
tode una nueva clase dirigente, mas abierta por subase, asi como la crecien-
te igualacién de los estatutos juridicos de los grupos inferiores de la sociedad,
u‘cosas, de ambas partes de], Imperio.
Eltercer periodo de la Anti
iguedad Tardia se extenderia de
eters
le inflexién serian la ‘Conquista por el Islam de los domi-
12,
nios bizantinos del norte de Africa y una buena parte del Oriente Préximo, entre
€1636 (batalla de Yarmuk) y el 697 (captura defiitva de Cartago) y la ruina del
Reino visigodo espafiol (711). En estos afios, agitados por grandes invasiones
externas y crisis interiores, él Estado romano tardio desaparecié en Occiden-
te y en Oriente se vio obligado a realizar drasticos ajustes y cambios.
Elprosente libro tratard de la parte final del primer perfodo, régimen tetrér-
quico de Diocleciano y Constantino, y de todo el segundo; un epilogo abar-
a parte del tercero y algo mas de los dos primeros tercios del siglo v. Con
independencia de razones de tradici6n historiogréfica més o menos con-
‘vencionales, como la fecha del 476, nos han impulsado a lo mismo otras de
orden practico y editorial. Lo cierto es que el periodo y las caracteristicas de
la llamada, con mejor o peor acietto, "Cri 7
‘en otros volimenes de esta coleccién de
puede decirse de la titima fase. Precisame
se concibe fundamentalmente como un epilogo. Aqui nos li
tratamiento esencialmente narrativo de los acontecimientos turbulentos del
siglo V no se analizardn las causas de las grandes invasiones barbaras ni la
fundacién y desarrollo primero de los nuevos Estados romano-germénicos
surgidcs en el antiguo Occidente del Imperio,PRIMERA PARTE
RESTAURACION TETRARQUICA
Y MONARQUIA CONSTATINIANAIntroduccién
‘de Constantino el Grande
Pentezostés cristiano. Un gran conocedor de la crisis del Imperio romano, Ramsey Mac
Mle, ha seialado recientemente la esercial undad del periodo comprendido entre el
235 yel 337, para apostilar de inmeciato que sus iltimos afios, los ocupados por las figu-
ras derrinantes de Diodedano y Constantino, constituyen el momento adminante de ese