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Dijo Jess:

Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este


pan, vivir para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es
mi carne por la vida del mundo
(Jn 6, 51-58)

En el Cristo de Velzquez nos dej Unamuno


el testimonio de su fe y su rebelda, de su intuicin
y sus asombros.
Compara a los mortales con las espigas
que ondean por el mundo.
Segados por la muerte son convertidos en harina.

y de esa harina
su pan amasa Dios, que vive de hombres,
del slo pan que somos tus discpulos .

El poeta parece intuir que Dios

se alimenta de nuestro pan,


se sienta a nuestra mesa
y comparte nuestra conversacin.
Es ms: se alimenta de nosotros.

Despus de la multiplicacin de los panes


y los peces, Juan coloca en labios de Jess
el discurso del Pan de vida.

Jess es el nuevo pan


para las nuevas travesas del desierto.

Mi carne es verdadera comida


y mi sangre verdadera bebida

Su misma vida podra


nutrir para siempre
las hambres de los
hombres.
Su Palabra era y ser
alimento para los
suyos.

En l Dios se haca hombre


y pan, comensal y manjar.

Las comunidades primeras


haran memoria de l,
partiendo y repartiendo
el pan que significaba
y haca presente
la entrega por los suyos
y por todos.

El que coma de
este pan vivir
para siempre

Jess no se impone como mandato:


se ofrece como una respuesta eficaz
para las hambres humanas.

El que coma
de este pan vivir
para siempre
siempre

Jess no garantiza una vida ms larga, sin arrugas


ni achaques: promete una vida en compaa,
en la que Dios comulga con sus hijos.

Seor Jess,
que conoces nuestras ansias de vivir para siempre,
danos el pan sagrado que eres t y ensanos a compartir
con los hambrientos de este mundo nuestro pan
y nuestra vida. Amn.

Jos Romn Flecha Andrs


DIOS CON NOSOTROS, Madrid 2001
Presentacin: Antonia Castro Panero
Msica: Cantemos al Amor de los amores.

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