Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Historias de Vida
Historias de Vida
Aunque la muerte de franco estaba cerca, los peores años ya había pasado. No
tiene un recuerdo de una situación política excesivamente dura no obstante si recuerda
haber sufrido poco a poco la “invasión” a las aulas. En un principio, cada curso contaba
con dos grupos, así estaba establecido cuando ella comenzó a dar clases aunque, que
con el tiempo fueron tres hasta acabar en cuatro. Esta organización de los alumnos es así
desde infantil hasta acabar 6º de primaria. (la Ikastola San Fermín es una institución
educativa 3-18).
Las aulas donde ella realizaba sus clases eran espaciosas, exceptuando alguna
que era pequeña, como para 27-30 alumnos de capacidad. Esta organización de los
alumnos duró entre ocho y diez años hasta que finalmente se acordó que no se
sobrepasaran los 25 alumnos por clase. No existía una división por género en las aulas
de la Ikastola en particular pero sí la había en otros centros, como la sigue habiendo hoy
en día. A su vez, las clases siempre han estado lo suficientemente habilitadas de
material y mobiliario; cada alumno/a contaba con su mesa y con el material
correspondiente para realizar sus tareas.
En cuanto a la disciplina, ella nunca ha abusado del castigo podríamos decir que
casi nunca lo llegó a utilizar. Ne le agradaba nada la línea conductista, ya que la
considera un “puro chantaje emocional”. Nuestra maestra prefería/prefiere hablar con
cada uno de sus alumnos/as cuando llega un momento de conflicto, es decir, entablar
una conversación de manera que sea el diálogo reflexivo el que haga al alumno pensar y
meditar sobre lo ocurrido. Por ahora, nunca ha tenido un caso extremo de
comportamiento negativo. “En estas edades no es lo más usual aunque siempre tienes en
clase un alumno que es más inquieto, movido y pegón de lo habitual” “son niños/as en
los que la figura de la maestra es muy importante, casi como su segunda madre” nos
asegura.
El tipo de relación que tuvo el centro y ella como maestra con las familias de los
alumnos, también la recuerda como muy positiva. El centro propone tres entrevistas
obligatorias para reunirse con los padres de los alumnos, una por trimestre. No obstante
si algún padre o madre solicitan otra a parte de las requeridas o si ella como profesora
tiene la necesidad de establecer otra, ésta tiene lugar sin lugar a dudas. En general los
padres responden bien a los encuentros con los profesores y sí describe como buena su
involucración en esta dimensión. A pesar de su sinceridad, lo que procura en cada uno
de los encuentros es decirles a los padres cosas buenas de sus hijos eso sí sin ocultar lo
que hay “como humanos todas las personas tenemos cosas que mejorar pero también
otras que se nos dan bien”. Lo que sí ha percibido a lo largo de estos años es un mayor
número de separaciones y en concreto me habló acerca de un caso en el que el padre y
la madre están separados y la relación que tienen entre ellos es muy mala. La custodia
de su hija la tienen compartida y las entrevistas que realiza con ellos tienen que ser
siempre por separado, las calificaciones que envía también tienen que ser por
separado…esta situación, se refleja en la niña y en las tutorías se nota porque los padres
se suelen culpabilizar mutuamente. Añade que la situación más normal y la que más
abunda es que el niño/a viva con la madre. Aun así, sí que nota que la situación haya
cambiado de antes a ahora. Las primeras familias “depositaban total confianza en ti y
hoy en día todos podemos opinar de todos y de todo” el adjetivo que utiliza para
describir a las familias de antes es sencillo; “las familias de antes eran más sencillas”
“Había más educación, más valores”. Ella tiene casos de que padres de hijos de cinco
años que no saben qué hacer con sus hijos, que no les aguantan. Describe que no tienen
nada que ver los tres, cuatro, cinco y seis años de antes con los de ahora. Es este aspecto
lo que más destaca de su labor profesional, lo que ella considera más importante que ha
evidenciado; que también ha cambiado la relación de los hijos con las familias.