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HISTORIAS DE VIDA

A continuación vamos a conocer el relato biográfico referente al ámbito


educativo de Carmen Iturralde Picabea, profesora desde hace 28 años en Pamplona que
pasa sus cincuenta años. A lo largo de todo este tiempo la experiencia ha hecho de ella
una profesional con carácter “no digo que haya que ser autoritario sino que, tú eres la
autoridad” aunque eso sí, armonizado con una actitud y relación “bromista”, así lo
describe ella, hacia sus alumnos, que le ha hecho sentir muy afortunada y satisfecha en
su vida laboral y sobre todo ser muy entregada; “Aunque mis hijos nacieran un 25 y 26
de diciembre yo trabajé hasta el 21” o “ Me casé un 28 de junio para no faltar a la
Ikastola”.

La sensación que se me ha quedado tras realizarle la entrevista ha sido muy


enriquecedora. Todo lo que ha narrado ha sido interesante de principio a fin y ha
conseguido que alberge la esperanza de que mi futura labor como docente, sea igual y
no de otra manera.

Los estudios que realizó fueron magisterio, en la Escuela de Magisterio de la


Plaza San José y éstos llegaron a su fin en junio de 1981. Su duración era de tres años.
A su vez, su formación vino cumplimentada con una serie de cursillos que realizaba (y
que sigue realizando) en verano como música, psicomotricidad, artes plásticas…que
tenían lugar en la Ikastola San Fermín financiada por las aportaciones de las familias,
centro donde ella comenzó su práctica educativa nada más acabar sus estudios y que
como ya he dicho, a día de hoy dura 28 años. Aunque por aquella época existían las
oposiciones, ella no llegó a opositar. Por medio de su currículum entro en el centro
realizando sustituciones en un primer momento a tercero de infantil, las cuales duraron
unos tres años.

Actualmente ella da clases en el primer ciclo de primaria (1º y 2º curso) sin


embargo, sus estudios le dieron la posibilidad de trabajar también con niños de
educación infantil, concretamente todo el segundo ciclo es decir, tres, cuatro y cinco
años. Podemos comprobar así, que por entonces estudiar magisterio no implicaba
únicamente prepararse para dar clases en infantil o en primaria como ahora sino que
podías acceder a ambas etapas. No recuerda concretamente que contenidos le enseñaron
durante el magisterio pero lo que sí me dijo con seguridad es que no le sirvieron para
nada durante su labor profesional; “realmente no aprendí nada”. Todo lo que ha
cultivado se lo han dado los años y la experiencia.

Aunque la muerte de franco estaba cerca, los peores años ya había pasado. No
tiene un recuerdo de una situación política excesivamente dura no obstante si recuerda
haber sufrido poco a poco la “invasión” a las aulas. En un principio, cada curso contaba
con dos grupos, así estaba establecido cuando ella comenzó a dar clases aunque, que
con el tiempo fueron tres hasta acabar en cuatro. Esta organización de los alumnos es así
desde infantil hasta acabar 6º de primaria. (la Ikastola San Fermín es una institución
educativa 3-18).

Las aulas donde ella realizaba sus clases eran espaciosas, exceptuando alguna
que era pequeña, como para 27-30 alumnos de capacidad. Esta organización de los
alumnos duró entre ocho y diez años hasta que finalmente se acordó que no se
sobrepasaran los 25 alumnos por clase. No existía una división por género en las aulas
de la Ikastola en particular pero sí la había en otros centros, como la sigue habiendo hoy
en día. A su vez, las clases siempre han estado lo suficientemente habilitadas de
material y mobiliario; cada alumno/a contaba con su mesa y con el material
correspondiente para realizar sus tareas.

Los contenidos y la metodología que practicaba ella en sus aulas, eran


globalizados; referidos y dirigidos a unidades didácticas. Recuerda cómo, a la hora de
trabajar el otoño realizaban excursiones en busca de castañas, hojas, elaboraban
murales…Al ejercer la labor de tutora ella ha llegado a abordar todos los contenidos,
desde lengua matemáticas, conocimiento del entorno hasta psicomotricidad y música.
Aclaraba aun así, que ha día de hoy, existe un especialista para música, para gimnasia y
para idiomas. No se apoyaba en ningún libro en concreto o Manual para dar sus clases,
aunque sí recuerda trabajar con los libros de texto editorial “Casals”.

En cuanto a la disciplina, ella nunca ha abusado del castigo podríamos decir que
casi nunca lo llegó a utilizar. Ne le agradaba nada la línea conductista, ya que la
considera un “puro chantaje emocional”. Nuestra maestra prefería/prefiere hablar con
cada uno de sus alumnos/as cuando llega un momento de conflicto, es decir, entablar
una conversación de manera que sea el diálogo reflexivo el que haga al alumno pensar y
meditar sobre lo ocurrido. Por ahora, nunca ha tenido un caso extremo de
comportamiento negativo. “En estas edades no es lo más usual aunque siempre tienes en
clase un alumno que es más inquieto, movido y pegón de lo habitual” “son niños/as en
los que la figura de la maestra es muy importante, casi como su segunda madre” nos
asegura.

Relacionado con la disciplina, me interesé por el “bulling” o abuso escolar. Ella


lo considera un tema que ha existido siempre en las aulas, no un problema que haya
existido en el siglo XX. Eso sí, considera que al trabajar en las edades que trabaja, no es
lo más habitual. Como la Ikastola San Fermín es una institución educativa 3-18 me
interesé también pos saber si conocía algún caso de profesores que hayan solicitado la
baja por depresión o malestar laboral y afortunadamente no tiene conciencia de ningún
caso, por lo menos de ninguno de sus compañeros de secundaria o bachiller aunque sí
asegura que la situación es diferente y que referido a este tema, lo que nos pueda llegar
a contar un profesor que ejerza en esas edades, sea probablemente muy diferente.

En cuanto al euskera, no tuvo problemas en practicarlo no existía una


prohibición como tal pero “La historia político cultural ha sido la que ha sido sin
embargo los años más traumáticos ya habían pasado” “dificultades existen todavía a día
de hoy”. La asignatura de castellano aparece en la Ikastola a partir de 3º de primaria en
adelanta hasta bachiller, todos los demás contenidos salvo los demás idiomas, son en
euskera.

La religión cobró un sentido especial en la Ikastola porque la primera comunión


antes tenía lugar allí, concretamente en el salón de actos que contaba con una capilla.
Las familias lo agradecían. Existía un sentimiento de cercanía y de sensibilidad especial
que hacía que a los padres les agradase la idea y que se siguiera con esa idea hacia
adelante. Sin embargo, con el tiempo la situación cambió y se dejo de practicar.Ésta
asignatura se empieza a impartir desde tercero de primaria y para aquellos que no
deseen cursarla existe la asignatura “Educación para la convivencia” que es como si
fuera ética.

El tipo de relación que tuvo el centro y ella como maestra con las familias de los
alumnos, también la recuerda como muy positiva. El centro propone tres entrevistas
obligatorias para reunirse con los padres de los alumnos, una por trimestre. No obstante
si algún padre o madre solicitan otra a parte de las requeridas o si ella como profesora
tiene la necesidad de establecer otra, ésta tiene lugar sin lugar a dudas. En general los
padres responden bien a los encuentros con los profesores y sí describe como buena su
involucración en esta dimensión. A pesar de su sinceridad, lo que procura en cada uno
de los encuentros es decirles a los padres cosas buenas de sus hijos eso sí sin ocultar lo
que hay “como humanos todas las personas tenemos cosas que mejorar pero también
otras que se nos dan bien”. Lo que sí ha percibido a lo largo de estos años es un mayor
número de separaciones y en concreto me habló acerca de un caso en el que el padre y
la madre están separados y la relación que tienen entre ellos es muy mala. La custodia
de su hija la tienen compartida y las entrevistas que realiza con ellos tienen que ser
siempre por separado, las calificaciones que envía también tienen que ser por
separado…esta situación, se refleja en la niña y en las tutorías se nota porque los padres
se suelen culpabilizar mutuamente. Añade que la situación más normal y la que más
abunda es que el niño/a viva con la madre. Aun así, sí que nota que la situación haya
cambiado de antes a ahora. Las primeras familias “depositaban total confianza en ti y
hoy en día todos podemos opinar de todos y de todo” el adjetivo que utiliza para
describir a las familias de antes es sencillo; “las familias de antes eran más sencillas”
“Había más educación, más valores”. Ella tiene casos de que padres de hijos de cinco
años que no saben qué hacer con sus hijos, que no les aguantan. Describe que no tienen
nada que ver los tres, cuatro, cinco y seis años de antes con los de ahora. Es este aspecto
lo que más destaca de su labor profesional, lo que ella considera más importante que ha
evidenciado; que también ha cambiado la relación de los hijos con las familias.

A la pregunta en qué se considera usted realmente especialista, no supo que


contestarme y no me especificó ningún contenido en general. Sí hizo referencia a que
hay que saber tener mano izquierda a la vez de saber tener una relación que vaya más
allá de la mera relación profesor-alumno. Resaltó lo importante que es que, para que se
cree un ambiente que ayude a que el proceso desarrollo-aprendizaje sea eficaz,
establecer un clima que haga que tanto los alumnos como la profesora se encuentren
cómodos; siempre desde el respeto con el fin de conseguir confianza y por qué no
“amistad”.

Es aquí donde finaliza la entrevista. Me gustaría añadir al respecto que me ha


parecido un trabajo muy interesante de realizar y que la experiencia la he encontrado
muy gratificante.

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