EL ESTADO
CONSTITUCIONAL
CONFIGURACION HISTORICA Y
JURIDICA
ORGANIZACION FUNCIONAL
1° Reimpresién corregida
L.
C. Exias
M. V. Garcia SortANO
J. Git, CASTELLANO
G. Rouivert Liern
‘T. SeviLLa MERINO
turant lo biiianch
Valencia, 2009Origen y consolidaci6n del Estado moderno
I. PRELIMINAR,
Iniciar una reflexién, por cuanto fuera superficial o simplemente orientado-
ra, para conocer qué es y cémo surge el Estado Moderno exige tomar como punto
de partida la afirmacién de su historicidad. Porque, ciertamente, la aparicién
del Estado, entendido como concepto abstracto formal, cabria remontarla a las
primeras formas histéricas de comunidad politiea que, en principio, no reque-
ririan de més justificacién o fundamento que la propia naturaleza sociable del
hombre predicada por Aristételes. Ahora bien, la realidad sobre la que tal con-
cepto se desarrolla, sus diversas manifestaciones y evolucién, inciden en la idea
del Estado y lo conforman de tal suerte que seria erréneo referir una misma idea
de Estado a diferentes etapas historicas.
Pero, ademds, no hay que olvidar las diversas acepciones que se dan al tér-
mino Estado. A tal efecto, baste ahora recordar los significados mAs usuales del
término que el profesor Burdeau ofrecia: 1. En su acepcién més amplia, el tér-
mino Estado designa una colectividad organizada cuyo soporte social est cons-
tituido, en general, por la Nacién (Italia o Espana son Estados). 2. En un sentido
més estricto, el Estado indica, en esta sociedad politica, los poderes publicos, los,
gobernantes, en relacién (o por contraposicin) a los gobernados. 3. En un tercer
sentido, atin mas restringido, la palabra Estado designa, en el seno de los pode-
res ptblicos, a su elemento central por oposicidn a las colectividades piblicas
locales (provincias, p. ¢j.). Evidentemente, aqui nos referiremos a la mas amplia
acepcién del Estado (a la persona juridica dotada de poder soberano y titular de
relaciones en el orden internacional).
Desde la perspectiva histérica del Estado, no podemos desconocer que la
aparicién de lo que se suele denominar “Estado Moderno” sélo cabe situarla al
final de la Edad Media y, precisamente, en (y por) el derrumbamiento de los fun-
damentos y planteamientos universalistas de aquélla. Sélo que, ni éste, ni sus
consecuencias, se producen de golpe. El proceso de formacién de los elementos
que acabardn confluyendo en la realidad estatal es muy lento. En su aparicién
se deja sentir la influencia de ideas no sélo de cufo medieval, sino también pro-
cedentes de comunidades politicas anteriores, con sus respectivas concepeiones
del Derecho (principalmente Grecia, Roma, el judeoeristianismo, los diversos
Pueblos germanicos que repueblan el Imperio Romano tras las invasiones; todo
ello sin olvidar, especialmente en nuestro pats, la presencia del Islam). Por ello,
haré una breve referencia a algunos antecedentes histéricos, no susceptibles
de ser confundidos con lo que conocemos como Estado Moderno, pero que, sinles para la posterior configur
embargo, ofrecen elementos ui
del Estado.
Il. FORMAS HISTORICAS PREESTATALES
‘Tradicionalmente se han recordado, como los mas destacados tipos histéri-
cos de comunidad politica que en rigor no son Estado, los siguientes: 1. Los
grandes imperios y organizaciones politicas de Oriente, a los que se les,
suelen atribuir dos caracteres especificos: El primero, afecta a la naturaleza del
poder: se trata del despotismo oriental caracterizado por el arbitrio absoluto
del dominante y una total ausencia de derechos en los dominados. El segun-
do, se refiere a la fundamentacién de tal poder y al orden de valores en que
Ja organizacién descansa: se trata de teocracias en las que el detentador del
poder representa al poder divino. 2. La polis griega, 3. La ciudad romana y
4, Las formaciones politicas tipicas de la Edad Media. Salvo la primera,
las restantes merecen una breve consideracién, especialmente las formaciones
medievales en la medida en que solo ast cabe entender cabalmente la aparicién
y consolidacién de lo que conocemos como Estado Moderno.
La polis griega es una comunidad muy reducida caracterizada por una serie
de notas entre las que merece subrayarse el papel desempefiado por la religién
y el fuerte sentimiento de ciudadania; elementos, ambos, que son aglutinantes y
hasta constitutivos de este tipo de comunidad politica:
= En efecto, ago es una comunidad “egiose’, en la que l derecho sagrado se vine al orden y
fines dela vida polica Es ésla una caracierista con a que sles mas lade
‘ental invenia que, en os muchos aspectes, dspig6 el pensarientoantgun sob