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iastraciones: Advi Ber, Lara Holna Ideologia y libros infantiles Por Ana Maria Machado (Brasil) Lef un dia un texto de Albert Camus y me di cuenta de que estaba diciendo justamentelo que yo pensaba. Y sigo penséndolo, No es nada ‘complicado, Decla que ringtin autor dea poner su obra al servicio de algo ajeno a sus propias necesida- des creativas y biisquedas estéticas, que un ar- tista no debia imponerse reglas en lo que hacia, sino que, por el contratio, la obra de arte se consttuia en el maestro de su creador y debla seguir caminos lbremente elegidos, sin la menor obligacion de transmitir mensajes, dar lecciones © adoctrinar. Por tanto, cualquier arista, ala ho- ra de crear, no debia pensar en otra cosa que en la propia obra, Al mismo tiempo, sin embargo - decia Camus-, a ningun ser humano se le puede perdonar adoptar una postura definida ante los problemas sociales y polticos de su época; el no actuar, en la. vida diaria, conforme con esa pos- tra; el no intentar hacer de este mundo un lugar algo mejor, con mas justicia para todos, con mas lioertac y con gente que viva segin ciertos vaio- res morales, Resullaba, pues, imposible que esa cconcepcién del mundi ne apareciera reflejada en la obra del artista, Ahora bien, sila obra en cues- tion era una verdadera obra de arte, iba a trans- rriir esa ideologla a pesar del autor y no porque éste la sometiera a ciertas ideas predetermina- das. Resumiendo: a ideologia, segdin Camus, no debia formar parte de las intenciones del autor en el acto creativo, sino de las experiencias vita- les del artista. ¥, de este modo, iba a funcionar igual que otro tipo de material procedente de es- te tesoro: iba a inspira, a dar pistas, a estar en- tre lineas, a actuar como una corrente ocuta, a ofrecer percepeiones signfcatvas, etc Treita aos después, sigo sin encontrar una definicion mejor 0 mas provechosa, ni una com prensién mas profunda de lo que implica este te- ma tan controvertido, desde el punto de vista de una escritora, quiero deci. Desde la perspectiva de los lectres, sin em- bargo, son otfos factores los que complican el asunto. Especialmente cuando las lectores son nifis, los cules no disponen de la informacion nneceseria ni de los recursos crticos para enfocar yy analiza las ideologias ocultas en jo que estén leyendo y realizar, mentalmente, las correcciones neceserias, Habra que examinar, pues, el caso mas de cerca, Todos sabemos que fa iteratura infant, co- Piedra Libre 4 ‘mo tal, €5 un producto bastante reciente en la Fistoria de la cultura, que no se desarroé hasta la época moderna, Tl y como constaté John Ro- we Townsed, “antes de que puiera haber ibros para nios, estos nios tenian que existir, es de- Git, ser aceptados como individuos con sus nece- sidades e intereses propios, no sélo come hom- bres y mujeres en miniatura.” ¥ eso es un proce- 0 bastante reciente en la historia. Por supuesto que antes también habia relatos que se contaban alas nifios, pero se trataba o de cuentos folklr- 608 0 de narraciones didécticas, que no podian set denominacas libros infantis en el sentido de algo escrito especialmente para complacer a los {6venes lectores. Y cuando, a finales del siglo XVII, John Locke publicé su obra Thoughts Con- cerning Education en 1693, “inventando al ni- fio", como suele decirse, 0, casi al mismo tiem- po, Charles Perrault publicé sus cuentos destina- dos a dar lecciones morales, todo placer que un nfo podia sacar de la lectura estaba necesaria- mente vinculado a algin tino de aprendizaje. Es- to era asi porque el concepto de infancia era in- separable del de educacién, una tendencia que atin hoy en dia sigue existiendo y ayuda a expi- car por cué les libros infantles muchas veces na on més que una excusa para trensmitr leccio- res 0 mensajes ideol6gicos. ‘Seguramente, si esta tendencia tan domi- ante actuara de forma Unica, los libros infanties ‘seguirian siendo una especie de fabulas cisfraza- das, lecciones adornadas, leyendas cautivadoras © cuentos populares. Y los adultos continuarian la formacién de las nuevas generaciones siguien- do exaclamente esos modelos. Pero a pesar de la fuerte presin ejercida por el Establishment, habia algo que, desde un principio, mantenia ablertos. nuevos ¢ infintos caminos por los que era posible hur de ese destino prefigurado. Creo ‘que podemos resumir en una palabra las causas ‘que provocaron ese cambio: amor. Nacie puede ‘ocuparse de los nifos sin cierta emocién, cao, sentimientos de ternura. Los cuentos populares y de hadas comenzaron a ser contados para entre- tener alos nios y pasar un rato agradable con ellos, dejando de lado sus moraleas y resaltan- do, de esta forma, las ocultos contenidos sub- versivos, 6gico en algo creado colectivamente por trabejadores andnimos, especialmente muje- res. 2A quién se le ocurttia, por ejemplo, acatiar el cuento dela Cenicienta tal y como lo hizo Pe- rrault, concluyendo que de a poco sive desta- carse en la vrtud 0 el talento sino se puede con- ‘ar con la proteccién de madrinas o padrinos?, Es un final perfecto para quien vivia gozando del favor de la Corte (0 para los distintos tipos de mafia en nuestros tiempos). Pero este final se l- mind pronto del cuento, Respecto a este proce- 0, los hermanos Grimm en Alemania desempe- jlaron un papel muy importante, puesto que su antologia de cuentos de hadas, publicada un si- glo mas tarde, no s6lo era mucho més extensa, sino que, aparte de eso, se limitaba a las histo- rias en si, sin moralejas exolcitas. Es mas, no se diriglan a lectores de fa nobleza ni sofiaban con la puesta en escena de sus cuentos en clase, si- no que se drigian a los nfios en casa, tal y como lo demuestra el tulo de la antologia. Su trabajo ‘ue sin duda inspirado por el amor a su gente, & su cultura, @ los narradores colectivos y anéni- mos que durante mucho tiempo habian manteni- do vivo el tesoro que ahora estaban transmitien- do a otras generaciones. Pero el amor por lo ntios y por los cuentos también generd otras formas que contribuyeran a desarrollar los vinculos entre los nifios y los li- bros. A finales del siglo XVII y a principios del XVlll, se publicaron tres libros para adultos que pronto se convirtieron en libros infantiles. por adopcién, porque gustaron tanto a fos aduitos que éstos querian compartiios con la gente jo- ven ala que querian y comenzaron a contarselos. Se trataba de The Pilgrim's Progress de John Bunyan (1678), Robinson Crusoe de Daniel De- ‘oe (1719) y Gulliver's Travels (1726) de Jonat- han Swift. Fueron estas novelas las que introdu- jeron para siempre en ta literatura infantile vieje peligroso, a isla deshabitada y los mundos ima- ginaros, ratando estos temas como era debido, 8 decir, con calidad lterariay un alto nivel arts- tico. En el momento de su publicaoién se estaba muy lgjos de imaginar fa enorme riqueza y varie- ad de los vastagos que estas obras iban a dar lugar. ‘Pero ne manifestaban tambien alg tipo de ideologia? Por supuesto que sf. Todo lo que tie- ne sentido incluye también una ideologia, part- cularmente cuando se trata de aigo expresado en palabras. La obra de Bunyan consttuia una ale- gorfa de la bisqueda crstiana del cielo (al igual ‘que tantas leyendas medievales que también ‘conmovieron a su audiencia en toda Europa y @ las que @| Romanticismo ctorgaria, poco des- pues, una nueva fama popular Robinson Crusoe resulta casi escandaloso por encerar ia ideolagia mercantlsta y colonia- lista, por presentar a otras culturas como si s6lo fueran de canibales 0 esclavos, por defender hasta el limite al hombre hecho a si mismo, por ‘celebrar el individualismo y el derecho humano a ‘explorar la naturaleza, Los libros de Swift, a su ver, siguen el camino de Utopia de Thomas More, imaginando sociedades cistintas, con otras normas de convivenci Siempre habla alguna ideologia, des- de el principio. ¥ eso siempre ha sido as ‘Muchas veces, el propio autor lo ignoraba y elector comiin no se daba cuenta, Pero ahi est, casi como una especie de acto falido freu- diano, descubriendo motivos del inconsciente, o tuno jungiana, de indole cultural, revelando for- mas colectivas de pensar y seftalands, al mismo tiempo, arquetipos. Volviendo a Camus: lo que eres y lo que piensas aparece en lo que eserves. Apesar deti- La iniea forma de lucir mejores ras- {g0s'es-siendo-mejor persona, no procurando te- Tier buenas intenciones. Apart de eso, la ideologia de un liso rela est- rnismo e) conjunto de ereencias de la cultura la 00a del autor Daré un ejemplo muy sencillo. Siempre me ha- bian encantado los cuentos de Las mil y una no- ches, uno de ms bros favoritos desde muy peque- fia, No estaba, por supuesto, esoit para nis, si- no que era uno de aquellos libros adoptados. por ellos. Lo lela una y or vez, algunos cuentos més ue otros, pero todos ellos repetias veces. De ma- Yor, sin embargo, no vob @ leelos hasta hace dos aos, y cuando lo hice, me quedé sorprendida por su contenido racistay sexista.,Habia cambiado el libro? No, era yo la que habla cambiado. Y cambié Porgue cambié la sociedad. Sin embargo, si hubiese sido una persona de origen africana la que hubiera leido el iro entonces, a la luz del rato vergonzoso «ue su gente habia sufido durante silos, con otra sensibildad de cémo eran las cosas, se hubierafa-

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