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Educacion y sociologia Emile Durkheim UOTE) O(a Bees tore Hine | Emile Durkheim _EDUCACION Y SOCIOLOGIA Prefacio de Maurice ool Epilogo de Joon Volker ediciones peninsula @ La edicién original francesa fue publicada bajo el titulo Bdweation «at sociologie, por Presses Universitaices de France, Pats, 1973, © Librainie Felix Alcan, 1922, ‘Traduccidn de Janine Muls de Ltards Cublerta de Loni Géest y Tone Hoversiad. Primera edicién: junio de 1975, Propiedad de esta edicion (incluyendo la traduccion y el disefio de la cubierta); Edicions 62 sia, Provenza 278, Barcelona, or, Corominas 28, Hospitalet dal Llobregat flo legal: B, 263794975 ISBN: 84297-11066 , \ \ Prefacio | Afamado sociélogo, Emile Durkheim es al propio tiem: po uno de los a fin de hacerle olvidar stode cusn- fo hubiese aprendido con sus antiguos preceptoress, Era deci, bajo forma alegérica, que la nueva pedayogts go dobja conservar nada en coma con aguélla que la habia precedido. Pero, era ol propio tiempo situarse fuc- te de Los condicionamientos de la realidad. El futuro no puede salir de la nada; no Jo podemos edifiear més que a Bace de los materiales que nos ha legado el pasado. Un jdeal que se construye sustentando ideas contrarias al esta do de cosas existente no es realizable, puesto que no esti enraizado en lar Por demas, resulta evidente que @ pasado tenia sus razones de sor; no hubiese podido Guar sino hubjose respondido a necesidades legitimas que en forma alguna pueden desaparceer radicalments de ta noche a la maiiana; por tanto, no se puede hack fajantemente tabla rasa, sin desestimar necesidades ¥i tales, Este es el motivo por cl cual demasiado a menudo Ja pedapogia no ha sido més que una forma de literatura ttapica Compadeceriamos @ Ios nifios a los que se aplt tase con todo rigor el método de Rousseau o el de Pesia- Toesi. No eabe duda que esas utopfas han podido desem- pefiar un papel uri] en la historia, Su simplismo les fa permitido conmover mas vivamente las mentes y Gatinpularlas a la accién, Ahora bien, y ante todo, esas ven tajas no estin desprovistas de inconvenientes, por demés, ogia de cada dia, de la que cada maestro pare ilustrar y guier su préct a, $e precisa de menos entusiasmo pasional y unilateral, y, em Fambio, de mas metodo, de un sentimiento més actual de fa realidad y de las méitiples dificultades con las que ¢s mevesario enfrentarse. En este sentimiento el que propor Gionaré wna culiura histdrica bien entendida 3, Tan sélo la historia de Ja ensefianza y de Ia pe dagogia puede determinar Jos fines que debe perseguit 1a feducacion en todo momento, Pero, en lo que respecta a Tos medios necesarios para la realizacion de esos fines, ce a la psicologia a la que debemos remitirnos. ‘En efecto, el ideal pedagdgico de una Epoca expres ante todo el estado de la sociedad en la época que nos gaipa en ese momento, Pero, para que eseideal seconviet= va on ana realidad atin es necesario ajustar a él la con: Giencia del nifio. Ahora bien, la conciencia tiene sus leyes propias que se deben conocer para modificarlas, st él prenos quiere uno ahorrarse en Io posible Jos tanteos em- Diticos que la Dedagogia tiene precisamente por objetivo Peducir al minimo. Para poder incitar la actividad a que be desarrolle en determinado sentido atin es necesario sa- ber cudles son los resortes que Ja mueven y cual es la paturaleza de éstos; en efecto, es con esta condicién que vara posible aplicar con conocimiento de causa la acclén, ue procede. ¢Acaso se trata, por ejemplo, de despestas qiatsca el amor para con la pairia, bien sea el sentido do humanidad? Sabcemos tanto mejor encarrilar la sen: Gt ided moral de los alumnos en uno y otro sentido, Suanto mas compleias y més precisas sean las nociones Gu tengamos sobre el conjunto de los fendmenos que $¢ Genominan tendencias, costumbres, anhelos, emociones Ste, sobre los condicionamientos diversos de los que de- penden, sobre la forma que revisten en el niio, Semin $6 yea en las tendencias un fruto de las experiencias agra “Nables o desagradables por las que ha podido pasar Is gepecie, o, al contrario, un hecho primitivo anterior a los caetog afectivos que acompafian su funcionamiento, s= Sgkord proceder de maneras muy diferentes para regular Gicho funcionamiento, Ahora bien, es a la psicologia Y, fms especialmente, x la psicologia infantil a quien com: pete solucionar esas cuestiones. Si es, pues, incompetente Para fijar la meta —puesto que In meta varia segi los DaMilos sociales no cabe la menor duda que pucde Gesemperiar un papel util en la constitucién de los méto- see Tneluso, dado que ningtin método puede aplicarse de {gual forma’a los diferentes nifios, también ser la psico- Iegia quien deberd ayudarnos a orientarnos en medio de Iniversidad de intaligencias y de caracteres, Desgracise damente, sabemos que estamos atin muy lejos de] momen: to en que la psicologia estaré verdaderamente en condi- ciones de satisfacer ese desideratum, , Existe una forma especial de Ja psicologia que reviste para el pedagogo una importancia singular: es la psicolo- #(a colectiva. En efecto, una clase viene a ser una so dad en pequetio, y no hay que levarla como si no fuese més que una simple aglomeracidn de individuos indepen- dientes y los unos de los otros, Los nifios en clase piensaa, sienten y actitan de forma diferente a cuando estan aisla- dos. Se producen en uma clase fenémenos de contagio, de desmoralizacion colectiva, de sobreexcitacién mutua, de cfervesconcia sana, que se debe porler saber detectar con el fin de prevenir ¢ de combatir tmos y de utilizar los de- més, Por descontado, dicha ciencia est todavia en estado ‘ombrionario, Sin embargo, ya desde ahora, existe un cier- to nimero de propasiciones que conviene no ignorar. Tales son las principales disciplinas que pueden ani: mar y cultivar la reflexién pedagégica, En vex de tretar de promulgar para la pedagogia un cédigo abstracto de reglas metodolégicas —empresa que, en una forma de es- peculacion tan compuesta y tan compleja, no es fécilmen- te realizable de manera satisfactoria— nos ha parecido preferible indicar de qué manera entendemos debe ser formado el pedagogo. Una determinada actitud de la men. te con respecto a los problemas que le atafe trater, se ve, por ello mismo, determinada, Ill, Pedagogia y sociologia Sefiores, Representa para mi un gran honor, de cuyo valor soy consciente, suplir en esta cdtedra al hombre preclaro y de voluntad’ indomable a quien Francia debe, en tan gran medida, la renovaci6n de sir ensefianza primaria, Por haber estado en esirccho contacto con los macstros de nuestras escutelas desde hace quince afios, durante los que he profesado la pedagogfa en la Universidad de Burdeos, he podido contemplar muy de cerca Ia obra a Ia que el nombre de M. Buisson quedaré vinculado para siempre, y, por ende, conozco toda su grandeza. Sobre todo cuan do nos trasladamos con el pensamiento al estado en el que se encontraba dicha enseflanza en el momento en que se emprendié su reforma, resulta imposible no admirar la importancia de los resultados obtenidos y Ia rapidez de los progresos realizados, Las escuclas muliiplicadas y ma- terialmente transformadas, métodos racionales. susti yendo las viejas rutinas de antafio, un verdadero auge dado a la reflexién pedagégica, un estimulo general de todas las iniciativas, todo ello constituye, ciertamente, una de las mayores y mas oportunas revoluciones que se hayan producido jamds en Ia historia de nuestra educa. cidn nacional, Result6 ser por tanto para la ciencia una feliz circunstaneia el que M. Buisson, considerando su ta- rea rematada, renunciara a sus absorbentes funciones para comunicar al puiblico, por vias de la enseflanza, los resulk tados de su experiencia sin par, Una practica tan extensa de las cosas, ilustrada por demas por una amplia filo- soffa, a la vez prudente y curiosa de todas las novedades, tenfa necesariamente que prestar a sus palabras una auto. ridad que venian a resaliar atin mis cl prestigio moral gue rodea su persona y el recuerdo perenne de los ser. 95, vicios prestados en todas las grandes causas a las que M, Buisson ha consagrado sti vida entera. Yo no puedo presumir de aportarles nada que se asi meje a una competeneia tan particular. Por tanto, dlebe- Ha sontirme sumamente atemorizado ante las dificultades Gque entranaré mi tarea, si no fuese porque me tranquiliza falgo el penser que problemas tan complejos pueden sor estudiados utilmente por mentes diversas y desde puntos Ge vista diferentes. Siondo como soy socidlogo, es sobre todo en mi calidad de socidlogo que les hablaré acerca de la educacion, Por demés, muy lejos de que al proceder Ge esta guisa se expone uno a ver y a mostrar Tas cosas 4 través de un prisma que las deforma, estoy, al contra: tio, plenamente convencido de que no existe método mi adecuado para resaltar su veradera naturaleza, En efec to, considero como el postulado mismo de toda especula- cién pedagégica que Ia educacién es un ente eminente- mente social, tanto por sus origenes como por sus Funcio- hes, y que, por ende, la pedagogia depende de la sociolo- iia més estrechamente que de cualquier otra ciencia Y puesto que este criterio mio esté destinado a influen- Glar toda mi ensefianza tal como ocurrié ya en el pasado én ott Universidad, me ha parecido que convenfa apro- vechar este primer contacto con ustedes para evidenclarlo y precisarlo con al fin de que puedan seguir mejor sus iiteriores aplicaciones, No es que quepa la posibilidad de que pueda llevar a cabo una demostracion formal en el earso de ima sola ¥ tinica lecciéa, Un principio tan gene- ral, y cayas repercusiones son tan dilatadas, no se puede faauilater mas que progresivamente, a medida que va uno adentrandose en el detalle de los hechos y que se ve cémo dicho principio se aplica a ést2, Ahora bien, lo que sf es posible desde este mismo momento es el trazarles un esbazo a grandes rasgos; es el indicarles las principales razones que deben hacerlo aceptar, desde los inicios de Ta investigacin, a tftulo de presuncién provisional y bajo reserva de las oportunas verificaciones; es, finalmente, el tefialar el alcance al propio tiempo que las limitaciones, ser cl, toma de esta primera leccién. I Resulta tanto mas necesario el lamar de inmediato Ia atencién de ustedes sobre este axioma fundamental, 4uey or lo general, 10 06 reconocido, Hasta estos dltios aor se Bins excepeiones pueden contarse con los

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