rodeando mis sueos sin poderle decir por qu atacan mi vida del hombre hasta el fn, cidadela de oro al cansancio infeliz. Luchar dejar hoy qu ms he de pedir cuando soy punto frgil. Soy carnoso y gris: ser yo su consiervo porque hoy decid reparar el convenio cuando ayer mor, quebrantando la higuera sin futuro invertir? Volvern a la tarde, cada noche as: rendidos sus brazos sin dejarme dormir, con aliento impvido y cuerda gentil, oscura y destricada anhelando morir acaudalando deudas, argucia y martir. Sus ojos y los mos quisieran huir hacia el fruto pasado, desechoas, probarn los sedientos manjares de ail. Sufrirn y caern no es mi gozo rer.