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Volvern a la tarde

los escucho venir


rodeando mis sueos
sin poderle decir
por qu atacan mi vida
del hombre hasta el fn,
cidadela de oro
al cansancio infeliz.
Luchar dejar hoy
qu ms he de pedir
cuando soy punto frgil.
Soy carnoso y gris:
ser yo su consiervo
porque hoy decid
reparar el convenio
cuando ayer mor,
quebrantando la higuera
sin futuro invertir?
Volvern a la tarde,
cada noche as:
rendidos sus brazos
sin dejarme dormir,
con aliento impvido
y cuerda gentil,
oscura y destricada
anhelando morir
acaudalando deudas,
argucia y martir.
Sus ojos y los mos
quisieran huir
hacia el fruto pasado,
desechoas,
probarn los sedientos
manjares de ail.
Sufrirn y caern
no es mi gozo rer.

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