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La rana presumida

Haba, una vez, una ranita presumida que se crea la Reyna de los
batracios del jardn.
La tal rana se pasaba el da mirndose en la superficie de las chacras
como quien se mira en un espejo; y se crea tan linda que su orgullo y
vanidad la hicieron insoportable.
Una maana de primavera, la ranita se hallaba tomado el sol cuando se le
acerc un sapo no muy guapo.
-buenos das, seorita dijo el sapo La veo tan linda que me casara con
usted.
- Oiga, oiga don Sapo- lo interrumpi la ranita,- sepa que no me arreglo
para gente de poca monta como usted. Marche ,marche de enseguida
que me da miedo verlo.
El pobre sapo, avergonzado de ser feo, se hundi en el lodo llorando su
desventura.
Pero pronto recibi la rana el castigo a su soberbia.
En sus numerosos zambullidos se encontr de manos a la boca de una
culebra de agua, el pequeo anfibio dijo:
-me parece, preciosa mia que vas a servirme de banquete esta maana.
Entonces introdujo en su enorme boca una de las patitas de la rana. Esta
sintindose malherida, empez a croar desesperadamente, entonces se
acord del sapo y comenz a llamarlo a grandes voces.
-Don Sapo! Don Sapo! Venga por favor! Socorro! Me come un
monstruo!

El sapo acudi presuroso y dando con su boca un enorme tirn a la cola


de la culebra, la obligo a soltar su presa
-usted perdneme, don sapo- se explic la rana, - cuanto le dije hace un
momento.
Fue cosa de nervios. La verdad no me parece usted tan feo y , creo
tenerle cario.
Al fin se casaron .., ella se convenci que la fealdad del cuerpo no es
importante si esta compensada como la belleza del alma

Moraleja
Nobleza obliga y agradecimiento ,liga.

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