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comprober, en plena peresioika, durante un interessante Encuentro Hispano- soviético de Psicologia Social, celebrado en el Instituto de Psicologia, de la Aca- ddemia de Ciencias de Moscu. Y adrede he dejado para el final, 1a cuestion que, para mi, es més sugestiva del libro. Me refiero a las constantes alusiones que se hacen en el texto a la complejidad 0 a aspectos de Ia misma. Asf, se dice del marco te6rico que tiene una carécter flexible (iboroso?) y que es inagotable (inde- terminado?); que muchos procesos no son lineales (efecto mariposa?); que el ‘método clinco es iregular (Cé fractal); et. Sobre todo se insite explicitamente en Ja naturaleza compleja de la personalidad, debido a su carScterplurdetermi- nado, holistico, procesual y sistémico, porque es una construccién tebrica de las formas més complejas de organizacién de la subjetividad individual. Y en todas estas manifestaciones de Ia complejidad reside el fundamento de la epistemologia cualitatva. Por ello, pienso que las nuevas epstemologias de lo complejo, pro- vvocadoras de un signficaivo ¢ importantisimo reblandecimiento hacia lo cuali- {ative nada menos que en las duras ciencias de la naturaleza, pueden aprovecharse de las sugestiones Contenidas en este libro, del mismo modo que la epistemologia Y la metodologia cualtativas pueden ser profundizadas desde la complejidad. Frederic Munné Universitat de Barcelona CAPITULO I Tradicién y cambio en el desarrollo epistemolégico’ de la psicologia 11. — La reflexi6n epistemolégica en la psicologia Es notoria Ia ausencia de trabajos explictes sobre epistemologia de la Psicologfa, lo cual puede estar asociado al largo dominio de una epistemologfa ‘empiricista en este campo, la que lleg6 a ser tan influyente que legitim6 sus presupuestos de hacer ciencia como lo “cientifico”, rechazando el valor de todo lo que no entrara en su representacién de ciencia A partir de fines de Ia decada del 70, la discusién cada vez més profunda sobre los Ifmites y potencialidades de las diferentes posiciones asumidas ante 1 conocimiento psicol6gico, la emergencia de nuevos problemas en su cons- trucci6n, asf como la ostensible pétdida de influencia del paradigma positi- vista, di6 lugar a una reflexién creciente sobre el proceso mismo de cons- truccién del conocimiento en psicologfa, como parte importante de la polé- mica cientifica. EL creciente interés por la epistemologia implicé comenzar a analizar, desde un punto de vista epistemol6gico, posiciones que se habian presentado solo por su signifcacién teérica y metodol6gica, pues las propias reflexiones ‘ontol6gicas se desarrollaban més en el campo de Ia filosofia, aun cuando tras, cada posicién de la psicologia se presentaran una epistemologia y una onto- logia bien definidas, aspectos que, desde mi punto de vista, se relacionan estrechamente entre sf La aparicién tardfa del interés por los temas epistemol6gicos ha con- ucido a una diversidad de interpretaciones y categorias de andlisis sobre las Aistintas corrientes que hoy convergen en esta reflexién, que no resultan fa- cies de identifica con claridad, como tampoco los principios esenciales que las distinguen, La identificaciGn de las principales posiciones epistemol6gicas ‘que se estin desarrollando hoy dentro de la psicologia, as como Ia ubicacién de Ia orientacién cualitaiva como una definicién epistemol6gica, que ha es- tado presente de una forma u otra en un conjunto de autores diversos en la historia de la psicologia (Freud, Allport, Rogers, Piaget, Blumer, y més re- cientemente Mahoney, Guidano y Gergen, entre otros), constituye uno de los principales objetivos del presente libro. La explosiGn de 1os instrumentos cualitatives a nivel metodolégico no significé un replanteamiento epistemblogico en la psicologia; asf, autores com Obsser y Strauss, Taylor y Bogdan, Carlson entre otros, alin cuando establecen diferencias significativas entre ambos métodos, 0 sea, los cuanti- tativos y los cualitativos, finalmente atribuyen a ambos un valor esencialmente descriptivo, definido por su especificidad ante el problema planteado, més {que por su especificidad como formas diferentes de construcciGn del conoci- rmiento. R. Carlson expresa (1994): “Si ambos, los metodos cualitaivos y cuan- titatives de coleccién y andlisis de datos expresan con fidelidad el problema estudiado, ellos pueden no solo lograr resultados similares, sino que sus re- sultados se pueden complementar unos con otros. El problema no radica en utilizar metodos de investigacion cuantitativos o cualitativos, sino en la existencia © ausencia de datos que apoyen la idea o cuestiGn a ser investigada o el problema a ser solucionado” (p. 13). El autor ubica lo cualitativo solo en la especificidad del problema es- tudiado, planteando el uso de ambos métodos subordinados a una funci6n puramente instrumental: la recogida de datos, con lo cual el uso de los ins- ‘rumentos cualitatives se manticne dentro del mismo paradigma empiricista sobre el que se desazroll6 el uso de los metodos cuantitativos en psicologta. ‘Sin dudas, las técnicas cualitativas pueden utilizarse en la forma que dichos autores sefalan, orientadas por un objetivo esencialmente descriptivo, ‘que permitirfa su compatibilidad con el uso de los metodos cuantitatves, de acuerdo con su uso en la dominante orientacién positivista, sin embargo, dichas téenicas tienen otras potencialidades, definidas no solo por su condi- ign instrumental sino por el proceso en que definen su valor heurstico para la construecién del conocimiento psicolégico, lo que implicarfa una nueva orientacién epistemolégica en su uso. En otro ejemplo sobre las reminiscencias del paradigma empiricsta en el uso de las técnicas cualitativas, Glauser y Strauss escriben (1990): “nosotros estamos adoptando la posicién que la adecuacién de una teorfa para la socio- logfa hoy, no puede ser separada de los procesos por los cuales ella es generada — y nosotros sugerimos que es propensa a ser una mejor torfa, aguella que ha sido inductivamente desarrollada desde la investigacin social” (Apud Patton, 1990, p. 66.) ‘Con este planteamiento se mantiene la dependencia de la construccién te6rica con relaci6n a la induccién como forma de producir informacién, 1o cual, desde un punto de vista epistemolégico, mantiene a las t6cnicas cuali- 10 tativas en Jos mismos marcos en que son utilizadas las cuantitativas. Estas reminiscencias de un paradigma dominante en el uso de instrumeatos que esencialmente tienen posiblidades de conducimos hacia nuevas formas de ‘produccién de conocimientes, ns evidencian lo dificil que resulta una ruptura ‘pistomolégica y la fuerza de las repcescutacioues dominantes sobre las que aprendemos a producir conocimiento. Sin dudas el concepto de paradigma resulta de gran utilidad para ilustrar la fuerza de lo subjetivo en el proceso 4e produccién del conocimiento. En nuestra opinién, una de las potencialidades de los métodos cuaita- tivos es permit Ia construccién de un conocimiento diferenciado a traves de los sentidos subjetivos diversos, sobre los que se configura la subjetividad en cada una de sus formas concretas: social o individual; sin embargo, esta potencialidad no se expresa como una condicién de uso de esos métodos, sino que exige un replanteamiento epistemolégico que permita cambios esen- ciales en el proceso general de produccién de informacién a partir de-ellos. Es la presentacién de un enfoque epistemolégico particular, que permita asu- ni el objeto de Ia psicologfa desde una representaci6n compleja, asequible solo desde una metodologia diferente, otro de los objetivos esenciales del presente libro. La epistemologia que proponemos la denominamos epistemolog(a cua- {tativa, donde lo cualitative caractetiza el proceso de produccién de conoci- rientos, pero no se define por el uso exclusivo de métodos cualitaivos. La cpistemologia cualitativa, como veremos més adelante, se orienta més a le- sitimar el aspecto procesal dla construccién del conocimiento que a definirlo como una expresiGn directa de los instrumentos utilizados. Los metodos cuali- {ativos y cuantitaives pueden resultar compatibles solo dentro de una epistemo- logfa atemativa al positivismo, donde no sean considerados como un fin en si mismes, en abstracto, sino como indicadores de un proceso de construcciGa: el conocimiento, dentro de cuyo curso adquirirn sentids los resultados procedentes, de los diferentes instrumentos de investigaci6n ylo diagnéstico. En a epistemologia que proponemos, los métodos son considerados en su aspecto social, como momentos consttuidos en una relacién humana, dentro de lacuala comunicacin que define la relaci6n entre el investigadory el investigado, deviene elemento esencial en la calidad del conocimiento producido, Toda acciGn, instrumental es simulténeamente una accién de maduracin de los sujetos impli- cados en Ia investigaciOn, contibuyendo ast a la calidad y complejidad de Ta informacién producida en el proceso metaluléyico. La modificaci6n teGrica profunda sobre la naturaleza del objeto de es- tudio influye directamente en los propios procesos de construccién del cono- cimiento, 0 sea, crea las bases para el desarrollo de transformaciones episte- ul rmol6gicas, sin embargo, este no es un proceso autmético, donde la ocurrencia de los cambios te6icos conduzca directamente a la transformacién epistemol6- ica, Jo cual se ha demostrado en el propio curso de Ia historia de la psicologia. La epistemologfa exige un cambio profundo en la representacién del investigador sobre la ciencia, la cual esté muy comprometida con su propia formacién, precisamente en lo que Kuhn ha denominado paradigma, el cual ‘condiciona fuertemente una visin sobre ciencia, dominante social ¢ institu- ccionalmente, de la cual es muy dificil salir, y que el investigador intenta Perpetuar aun cuando se planteen problemas teéricos y metododol6gicos que, de hecho, exigen el desarrollo de otro paradigma. Las transformaciones epistemol6gicas en la ciencia se van produciendo 0 y complejo proceso, dentro del cual fos investigadores avanzan por caminos disimiles, pero que siempre se realiza a traves de una reflexién teérica orientada hacia el cambio, 1a cual contiene importantes problemas filoséficos que se van planteando a lo largo de este proceso. Aun cuando autores como Lincoln y Guba (1987), siguiendo al propio Kuhn, plantean tres momentos en el desarrollo de los paradigmas que han resultado domi- nantes en el pensamiento cientifico: la era prepositivsta, la positivista y Ia postpositivista. Esta divisién no la podemos ver como estancos rigidos, donde ‘una era resulta anulada por la siguiente, sino como marcos de referencia en 1 desarrollo de rupturas epistemolégicas profundas en Ia historia del pensa- miento cientfico. El andlisis del desarrollo epistemol6gico en la psicologia es inseparable de las influencias filos6ficas que estin ubicadas en eras paradigmaticas dife- rentes, y cuyas formas diversas de expresiOn trascienden los limites tempo- rales dentro de los que se definen las referidas eras paradigmaticas. Ast, el desarrollo del paradigma positivista en la psicologta es compatible no solo ‘con las posiciones del empirismo sino también con muchas definiciones pro- ccedentes del racionalismo, sobre todo en lo relativo a la separacién radical centre el objeto y el sujeto del conocimiento, y en la representacién del co- nocimiento como una relacién lineal entre ambos, solo que el racionalismo cenfatiza el protagonismo de la razén dentro de esta relaci6n, mientras que el cempirismo enfatiza el objeto. Los cambios en la representacién tedrica del objeto de la psicologfa, desarrollados bajo influencias filoséficas muy diversas, se han acompafiado de una experiencia de un sistema a otro, Precisamente la aparici6n de la subjetividad como dimensi6n hist6rica- ‘mente consttuida en la vida social del her Jo psiquico como un epifenémeno de lo teferida de Rubinstein, lo interno aparece constituido por una serie de ditnen- siones complejas historicamente co >nfiguradas, irreductibles a las influencias n actuales de lo social, cuya accién sobre el hombre, en palabras de Rubinstiq| se “tefractara” a traves de Iss condiciones internas, categoria que, aungu' resulta insuficiente para explicar este complejo proceso, estava orientada, mt opiniGn, a evitar el reduccionismo que podfa implicar el uso de la categorg! reflejo en las construcciones propiamente psicol6gicas. | Uno de los aspectos de indiscutible repercusién epistemol6gica de le! autores que de una forma w otra han asumido de forma explicita la influency del marxismo en la psicologia, es crear las condiciones para la definicién ée la subjetividad como sistema complejo y diferenciado socio-historicamenn' constituido, Al respecto, enfatizando el cardcter activo del sujeto y de la per! sonafidad en el proceso del desarrollo, Wallon escribe (1971): “Ente el er! sganismo y el medio existe una continuidad o més exactamente una unidad No son dos entidades que deban ser estudiadas separadas y posteriorment ensambladas. No hay ninguna dependencia mecénica de una.respecto a le ‘otra. Se manifiestan simultaneamente, en todos los niveles de Ia evoluciéa! por acciones reciprocas del sujeto y el medio. El entorno mas importante pan’ la formaci6n de la personalidad no es el entorno fisico, sino el social. De! ‘manera altemnativ la personalidad se confunde con él y se disocia. Su evo luci6n no es uniforme, sino hecha de oposiciones ¢ identificaciones, es dis! Iéctica” (p. 288). ‘La consideracin del tema de la personalidad como expresi6n complejt ‘el desarrollo de la subjetividad, fue colocada practicamente por todos lat Pioneros de la itroducci6n del pensamiento materaista dialéctico en laps cologfa, para quienes la accién de lo social, como claramente se expresa et la citadel pensamiento de Wallon, era inseparable de Ia acci6n del sujto de la expresiGn de la personalidad, 1La personalidad es considerada por estos autores, como un sistema com- plejo y dialéctico, que en su carécter consttutivo del sujeto, quien a su ver 5 parte de otro sistema, el social, se expresa simultaneamente como proces) ¥¥ como organizaciGa, condicin que es parte de su naturaleza contradictora| En relacién al problema de Ia personalidad Vigotsky expres6 (1995): “No! solo la personalidad en general, sino también sus diferentes aspectos, al im vestigarse atentamente, ponen de manifiesto la misma unidad en la variedad, Ja misma estructura compleja y la misma interelacién de sus diferentes fur} ciones."(.) “La personalidad se desarola como un todo nico, como w) todo tnico reacciona ante la deficienca, ante la alteraci6n del equilibio or} ¢inado por ella y forma un nuevo sistema de adaptacién y un nuevo equilib cen lugar del alterado” (p. 14). n ‘Como puede observarse, independientemente de que Vigotsky no llega a desarrollar el tema de la personalidad como uno de los capitulos concretos de su teorfa tiene una representacién compleja, holistica y dinémica de ella, sbicando en ella Ja capacidad de respuesta integral del sujeto ante un problema aque, como la deficiencia, afecta el equilibrio general del nifio. En su repre- sentaci6n sobre las potencialidades funcionales de la personalidad exprese: ‘sdebido a que Ia personalidad representa una unidad y actua como un todo ‘nico, 6ta, en el desarollo, hace avanzar de forma desproporcional unas cots funciones diversas y relativamente independientes unas de las otras, Estos postulados, es decir, la variedad de las funciones relativamente inde- pendientes en el desarrollo y la unidad de todo el desarrollo de la persona- Iidad, ademés de no contradecirse unos a los otros, también, como demostré Stem, s¢ condicionan reciprocamente” (Idem). El carécter dinimico y dialéctico que Vigotsky da a la categorta per- sonalidad, otorga a esta un valor funcional en la integracién de lo psiauico, que tendré profundas implicaciones epistemol6gicas para la psicologia, par- ficularmente para la construccién del conocimiento sobre sus formas més complejas de expresién. ‘También Rubinstein da una importancia esencial a la categor‘a perso- nalidad en el desarrollo de su obra, en relaci6n a ella sefala: “Cada una de estas concepciones psicolégicas [se estaba refiriendo a la psicologia de la conciencia y al conductismo] seccionaba la personalidad, al haber separado, primero, su conciencia de su actividad, para Iuego, por un lado, disgregar la conciencia en procesos y funciones impersonales, y por otro, desarticular la conducta en habitos y reacciones sueltas” (Apud Abuljanova, 1973). Rubinstein enfatiza la unidad de la conciencia y la actividad, principio ‘atraves del cual pretende mantener la relaci6n dialéctice entre lo extemo y Jo interno, la que en un momento ulterior del desarrollo de la psicolog sovidtca, se rompié en favor de lo externo, con la transformacién de Ia ca- tegorfa actividad en una supracategoria de Ia psicologia en los marcos de la teorfa de la actividad lidereada por Leontiev. Rubinstein escribe: “Los fenémenos psfquicos intervienen en la vida 421 hombre no solo como condicionados, sino también, y ala par con ello, como condicionantes; siendo determinados por las condiciones de vida del hombre, los fenémenos psiquices condicionan su comportamento y sit acti- vidad" (dem). Comentando dicha cita de Rubinstein, Abuljanova, quien si estaba en- ‘welta en el contexto del reduccionismo sociologista impuesto por la teorfa e la actividad en la psicologia sovittica, sefiala (1973): “con este enfoque, B ns lo psiquico deja de ser meramente derivado de lo social, sencillamente dee vvado de ello; una cierta semejanza y repeticién y se inserta de por si en ky actividad del individuo, cumpliendo en ella determinado papel” (p. 142), ‘Abuljanova apunta precisamente a la cuestién de 1a constitucién de se ers a cee naturaleza social, objetiva, deviene un sistema propio que no puede ident carse con los elementos que le dieron orfgen, sistema que tend sus propia funciones en Ia actividad del sujeto. Otro importante psicdlogo soviético, Ananiev, representante de otra i nea de pensamiento dentro de la psicologia soviética, identficada como ti escuela de Leningrado, cuyo pensamiento tenfa muchos puntos en comtin coy Rubinstein, y sobre cuya base se desarroll6 una de las direcciones que pos teriormente resultara una importante fuerza de cambio de la psicologia sovig| tica, la representada por Lomov. Ananiev escribié (1980): “Se hace necesati afirmar que en la teorfa de la personalidad frecuentemente se subvalora significado del inteleco en Ia estructura de la personalidad. Por otra pare! en Ia teorfa del intelecto se tienen en cuenta muy debilmente las caracteristica sociales y psicolégicas de la personalidad que mediatizan sus funciones in} telecuales. Esta separacin dela personalidad y el intelecto nos parece qu, contradice el desarrollo real del hombre, en quien las funciones sociales, i conducta social y la motivacién estin siempre relacionadas con el proceso dt reflejo por el hombre de su mundo circundante” (p. 152). i ‘Al igual que Rubinstein, Anaieyotorgs un important valor os po «esos psiquicos en su implicacién eon el proceso de refleo,Simultaneament! se representa los prostsos psgucos dentro del sistema complejo de a P| sonalidad. En general los autores ms relevantes de la psicologia sovistica incluyendo a Vigotsky, como ya pudimos apreciar en citas de sus diferente trabajos, dan importancia al desarollo de Ia personalidad como sistema com ; plejo constituido en la vida social del hombre, ireductible a ninguno de la sistemas que participaron en el complejo proceso de su determinacién. este sentido, partiendo de la integraci6n dialéctica de fendmenos contradi forios, pasan a presentar en tn nuevo nivel la relaci6n de lo psquico y social, nivel en que ambos se interpenetran dialécticamente, sin agotarse unt dentro del otro. La representacién de la psique en una construcciGn te6rica comple} no resultante de la acumulaciGu fragmentada de evidencias empfricas, de cho represent6 una definicién de claras implicaciones epistemol6gicas, vinculadas a muchos de los supuestos desarrollados actualmente en los e Ia epistemologia de 1a complejidad, con la ventaja sobre aquella, para 4 psicologta, de que las construcciones de valor epistemolégico eran expresién ela teorfa psicol6gica concreta. Con total claridad del significado de la filosofia para la psicologia, ‘Vigotsky eseribi6: “Por esc no solo no aplican el marxismo allf donde es seccsatio (.) sino que no taman de él aquello que se necesita: no hacen falta cexpresiones casuales, sino el metodo”. La no comprensién de este plantea- mieato condujo nuevament a sustancializar la definicién marxista (Apud ‘Stuare, 1990, p. 63) de la pricologfa en una categorfa concreta, en este caso, Ja categoria actividad, definida por Leontiev en términos de tna estructura concrela, vinculada esencialmente a una realidad concebida en término de bes. El desarrollo del pensamiento de Vigotsky después de su muerte, tuvo tues direcciones principales; la encabezada por Leontiev, a la que se adscri- bieron una gran cantidad de las principales figuras de la psicologia soviética de entonces, Ia desarrollads por Bozhovich, quien desarroll6 las ideas de ‘Vigotsky en eLcampo de la personalidad y la motivacién humana, via en que continué la tradicién orientada a la construccién compleja de la psique en sérminos de la integracin de lo afectivo y lo cognitivo dentro de la estructura de la personalidad (esta autra fue particularmente critica con las posiciones ‘desarrolladas por Leontiev). Finalmente, la linea representada por Luria, ‘orientada al desarrollo de las ideas de Vigotsky en el campo de la neuropsi- cologia. La continuidad de la teria de la actividad con relacin al pensamiento de Vigotsky, la que se apoye esencialmente en el concepto de internalizacién esarollado por este, constituye, a nuestro juicio, uno de los aspectos més que considera al caos como precursor y socio para él significa “un fenémeno ereador del que emerge el orden" (1994, p. 17} 4! ordea y no como su opuesto, que “centr su atencién en el surgimiento El caos aporta a la epistemologia de la complejidad el fenémeno de la ‘Spontanco de autoorganizacicnes que emergen del caos, o, segin la termi- tiduniye, elemento esencial del pensaminto compleo. A sus efectos pis tloeia del campo, en las esrucuras disipatvas que surgen en sistemas fuera rmolégices, compljad implica creacién permanent, azeptacin de 1oe a] © °QulbNO, cuando la prodiccién de entopia es demasiado alt ects que niogan lo dominantey su seguimient en su propia Népca py | setundo enfoque de acuerdo I misma autora citada, es el que ‘ano, una renovacién permanente de las formas acabadas del conocimiento destaca el orden oculto que existe dentro de los sistemas cadticos, “Usedo de 86 37 + | este modo el término ‘cas’ difiere de la verdadera aleatoriedad, porque «| puede demostrar que contiene estructuras altamente codificadas, lamads| ‘atractores extraios” (Balandier, 1973, p. 29). En sentido general, uno de los retos que tiene ante sf la epistemologs ‘como construccién de la filosofia, es la produccién de postulados generals 1 partir de las epistemologias més locales producidas por las ciencias pari culares. No se trata de forzar Io que ocurre en el nivel particular de la pro| duccién de conocimiento, para que se pueda explicar en los términos de ux, 1 otra epistemologia general reconocida, sino, en mantener vivo el nivel ge eral de reflexi6nepstemolégica,asimilando todo lo nuevo que se prod | en las ciencias particulares, lo que seria reconceptualizado en un nevo nivel; 18. — La epistemologia cualitativa El origen de est libro tiene sus rafes en el planteamiento de una line} de investigacin sobre la personalidad que, en el curso de su desarrollo, me, fue conduciendo hacia nuevas construcciones teéricas que progresivamente| ‘me han colocado ante la necesidad de esta reflexién de carécter epistemols fico, pues los retos de continuar una elaboraci6n te6rica dentro de Ia defi cin subjetiva de la personalidad, que acepte las permanentes confrontacione} del momento empiric, tanto nivel dela préctica profesional, como deb, investigaci6n, implican necesariamente desarollar modificaciones profundat en las concepciones dominantes sobre el propio proceso de construccién de conocimiento psicol6gico. Es curioso como la psicologia, que por su naturaleza debia estar ente| las ciencias de vanguardia en el estudio de los procesos psicolégicas subye, centes a la produccién del conocimiento, sin embargo, ha sido de las mé strapadas en la representaciGn rigida y estética que se desprendié del pace digma positivista, lo cual, sin dudas, también tiene una fuerte determinacié’ subjetiva en la quel no nos detendremos en el presente trabajo. ‘Como expresé en el epfgrafe anterior, 1a subjetividad, como mucha, ‘otros fendmenos complejos, quedé de hecho excluida de la investigacion Cinta al resuar imposible su taduccin en ls exigencias metodolies sustentadas por el positivismo para legitimar su investigacién. Como sefil Morin (1994): “En la ciencia clésica la subjetividad aparece como contingew| cia, fuente de errores (€1 noise del lenguaje de la informatica, el ruido que s absolutamente necesario elimina)" (p. 68). En la medida en que nuestra construccién te6rica y el desarrollo &| ‘uestro trabajo de investigacién nos acercaba més a una definicon de li i 88 onalidad como construcciGn teria de las formas més complejes do or- i6n de la subjetvidad individual, se iba complejizando nuestra propia representaciGn teérica sobre ella, asf como nuestras definiciones metodol6gi- cas para su estudio. Enel plano metodolégico asumimos desde los inicios de rusts investigaciones, una orientacién cualitativa, definida més por Ia na ‘unleza de los problemas a enfrenta, que por una reflexién de cardcter epis- temolégico. ‘Nuestras primeras investigaciones realizadas en la direcciGn sefilada, practcamente no tenian ningtn referente a seguir en la literatra,resultando inflayentes en nuestra decisiGn de seguir por el camino emprendido, los trabajos de Allport, ast como las investigaciones del grupo Tidereado por Boahovich, discipula de Vigotsky, dentro del cual desarollé mi trabajo de

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