Está en la página 1de 8
Eric HOBSBAWM LA ERA DEL IMPERIO, 1875-1914 CriTIca ANETA apa: Gustavo Macri Caballero dele Muerte, miniatura de Jean Colombe, fragmento de loures del Duque de Berry Historia Contemporanea) Tradueioo por: Juan I5eN 978887931 istora Contemporinea. | Fac! Lacsta, Juan, | 6° dicion, 2007 Traduecién castellana de JUAN FACT LACASTA, © 198; ° J. Bobebasrm , dela traducrién castellana para Espasa y América: Grupo Bilitorial Planeta SAIC. / Critica © 2007, Paidos / Critica Defensa 599, Buenos Aires ‘e-sl: difusion@areapaidos.com.ar Queda hecho el depisto que previene la Ley 11.723, Impreso en la Argentina - Printed in Argeatina Impreso en Buenos Aires Print, Anatole Franco 870, Sarandi, en julio de 2007 ‘Tirada: 5000 ejemplares ISBN 978-987-9817.150 PREFACIO feriores ala primera guerra mundial, pero tengo la esperanza ta al lector formarse una idea de ese ‘hacerlo recurriendo a la abun- periodo, Si se desea profundizar mas dante y excelente bibliografia para Aleunas de esas obras se indican en la guia bibl del libro. Lo que he intentado conseguir en recedieron (La era de la rev naria, buscar las raices del presente en ver ef pasado como un todo nos vemos forzad ranta frecuenc especializaci toria de diferentes estados, de cualguier otro tema. D siempre he deseado saber como y por qué estén relaciona de un argumento 0, mds bien, como la bisque- ‘lo largo de los diferentes c ue alo largo de fos ‘con mis colegas y ‘menos podrén res- ‘ode haber equi 8 LA ERA DEL IMPERID, 175-191 la, me ha ocurrido algunas veces. Con todo, estay en situacién de mostrar mi agradeci ble plasmar en un libro mi prolongado interés en el tiempo por este periodo, El College de France me permitié elaborar wna especie de primer borrador en forma de un curso de 13 conferencias en 1982; he de mostrar mi agra- decimiento a tan excelsa instituctén y a Emmanuel Le Roy Ladi promovid la invitacién, El Leverhulme Trust me concedié un Emeritus Fe- owship en 1983-1985, que me permitié obtener ayuda para la investiga cidn. La Maison des Sciences de !' Homme y Clemens Heller en Paris, ‘como el Instituto Mundial para el Desarrollo de la Iavestigac dieron la oportunidad de disfrutar de unas ci hiidad para poder terminar el texto, en 1986. tigacién, estoy especialmente agradecido a Susan Haskins, a Vanes- sa Marshall y a la doctora Jenna Park. Francis Haskell ley6 el captulo referido al arte, Alan Mackay los relacionadas con las ciencias y Pat Thane el que trata de la emancipacién de la mujer. Ellos me permitieron evitar al- {unos errores, aunque me temo que no todos. André Schiffrin leyé todo el ‘manuscrto en calidad de amigo y de persona culta no experta a quien esta dirigido el texto, Durante muchos afios fui profesor de historia de Europa en el Birkbeck College, en la Universidad de Londres, y creo que sin esa experiencia no me hubiera sido posible concebir ta historia del siglo xx como parte de la historia universal. Por esta razén dedico este libro a ague- Tos alunos. INTRODUCCION La memoria es {que viven ¥, or t Sometia aT dil vida, Siempre reside en gropos de personas 0, se halla en permanente evolucion. Est 2 del ecuerdo ¥ el olvido. ignorante de sus deformaciones sucesivas, aera a todo tipo de uso y manipule dn, A veces permanecelatente dure {0 revivir sibitamente. La historia es problematcareconstraceién de lo que ya no esti. La memori pet~ Tenece siempre a nuestra época y constituye un lazo vvido con et presente etermo; la historia es una representacion del pasado Prense Nona. 1984) Siempre Es poco probable que la simple reconstruccin de ls aconte- Dermita una mejor compren- men el mundo actual, a no ser que al ipo seamos conscientes de los cambios esimcturales Subyacente Lo qu ecm ant oo, extn mae MAS chon tings de fterecm Ese To gue itamrd poor oe vo (GeorFREY BaRRAcLouGt. 19647 1 3, tuna javen terminé sus estudios en Ja escuela secun- daria en Viena, capital del imperio austzohngaro. Este era logro poco rmuchachas centroeuropeas. Para celebrar el acontecimiento Sus padres decidieron oftecerle un viaje por el extranjero y, dado que era im- na joven respetable de 18 afios pudiera encontrarse sola, ex- buscaron un pariente adecuado que ‘entre las diferentes families emparen- tadas que para conseguir prosperidad y ed © Polonia y Hungria, habfa una que habia conseguido Exitos bri 10 [LA ERS DEL INPERD, ¥y desde hacfa mucho tiempo Austria era, a ‘mundo oriental, el escaparate de los negocios de la Europa oriental. Egipto era, ‘un tiempo, un museo viviente adecuado para la formacién cultural y una co- ‘munidad sofisticada de la cosmo fan perfeccionado en un colegio de las prox en ese pais vivian también ‘su joven pariente, que desde Trieste, que era a Joye. ia nen oa mode a a de no fos aes, un michaco se habia dgiofmiin 2 Fg, en caso desde Lon cho ms ens uh Someta do, la mayor parte cepto a uno de los hijos, a ninguno le atrafa el mundo de los negocios ni estaba dotado para esa actividad. Solo el més joven pudo conseguir una buena educt Hegando a ser ingeniero de minas en Suramérica, que en ese momento era una parte no formal del imperio bri terés por la lengua y 168 ser actor, otro continu con el negocio 'y otros das se enrolaron en la cada ver" vicio de correos. Inglaterra Ese joven era el futuro padre del futura esposa en el lugar en el que init ono ‘tise soci tent ene lb pono de ls aes de Aland crea lca Bieri Spiteri. Es de odo pnt nprotable quran eu Como ie hers ccd en elms ugar o bir sctbdo ena Dd os eo de cca en ur in ri ae fa anterior que ertiaon en este iro lotr dabei et capa So descubrir la causa. aie a svmopucetoN n ero hay una razén de més peso para comenzar esta obra con una anée- dota autobiogréfica. En todos nosotros existe una zona de sombra entre Ta historia y la memoria; entre el pasado como registro generalizado, suscepti- ble de un examen relativamente desapasionado, y el pasado como una parte .cordada 0 como trasfondo de la propia vida de! individuo. Para cada ser hu ano, esa zona se extiende desde el momento en que comienzan los recuer Gos o tradiciones familiares vivos —por ejemplo, desde Ia primera fotografia fami puede identficar 0 ex- plicar— hasta que termina ico y privado Son considerados inseparables y mutuamente det ccanaci poco ‘antes de que terminara la guerra»; «Kennedy debi6 de morir en 1963, porque cra cuando todavia estaba en Boston»). La de esa zona puede ser va- rable, asf como la oscuridad a caracterizan. Pero siempre existe esa especie de tierra ds para cualquier otro, siempre prender, Para el autor de es ‘cuyos padres tenfan 33 y 19 afios respe dol imperio queda en esa zona de sombras. (0 los individuos, sino también a las en gran medida, un mundo periodo que estudiamos en ver esto comienza a dejar de ser cier- to cuando 1a fin —;quién puede estar seguro?—, pero, desde luego, lo era en los dos primeros tercios de este ‘Consideremos, por ejemplo, una serie de nombres de politicos que han de s entre quienes han dado forma al siglo xx. En 1914, Vladimir ‘44 afios; José Vissarionovieh Dzhugast . aera este libro 25; Konrad Adenauer (creador de la Repiblica Federal de Alemania después {de 1945), 38. Winston Churchill tenfa 40; Mahauna Gandhi, 45; Jawaharlal Nehru, 25; Mao misma edad que Josip Broz (Tito) y que Francisco Franco Bahar joven que Charles de Gaulle y nueve aflos més joven que Benito Mussolini ‘Consideremos ahora algunas figuras de importancia en el campo dela cultura el Dictionary of Modem Thought, publicado en 1977, La con: siguiente resoltado: 23% ae 1% 13% Sin duda ninguna, aquellos que realizaron esa recopilacién transcurridas las tres cuartas partes del siglo xx consideraban todavia la era del imperio Ta mis significativa en la formaciGn del pensamiento modemo vigente de su zona de sombras privada, quel que vive en el mundo éste ha sido modelado por el periodo que condujo a la segunda dial. No pretendo afirmar que el pasado mas remoto carezca de significacién 3s, Sino que nuestra relacién con ese pasado es diferente. Cuando se trata de épocas re viduos extraios y aje tas sabemos que nos situamos ante ellas como indi- ‘como puedan serlo los antropélogos occid bus papdas de las montafias. Cuando ‘emocionalmente fo bastante remo- ‘genes. Ademés, si somos historiadores, sabemos que lo que escribimos s6lo pede ser 3s supuestos de nuestra época, a dar forma al pasac ojos y To que nuestra persps ‘amos nuestra tarea con los acumulados de generaciones de nuestros predeces: biantes modas y fases de interpretacidn e siempre curi (ast hay que esperario) planteando interrogantes. Pero no es mucho Ccontramos en nuestro camino, ¢ c enn imino, excepto a otros contempordneos argumentando ‘como extraios sobre un pasado que no forma parte ya de la memoria. En fect 30 lo que creemos recordar sobre la Francia de 1789 0 la ‘ue hemos aprendido de segunda o de quinta mano & oficiales o informales. iar un perfodo del cual quedan mejor de os casos se compl TRODUCCION 13 riador de la segunda guerra mundial puede ser corregido por aquellos que, la cabeza y le dicen: {que ambas versiones ferentes, construcciones ‘y. cuando me- ‘nos, potencialmente capaces de ‘Pero la historia de esa zona de sombras a la que antes hactamos referen- ‘misma, una historia del pasado incoherente, per- ‘a veces mas vaga, otras veces aparentemente precisa, siempre transmitida por una mezcla de conocimiento y de recuerdo de segunda mano forjado por la tradi ‘ay privada, En efecto, es todavia parte de nosotros, pero ya queda fuera de nuestro alcance personal Es como esos abigarrados mapas antiguos lenos de per y espacios en blanco, enmarcadas por monstruos y simbolos. Tos simbalos son amplificados por los medios modernos de comunicacién de smo hecho de que la zona de sombras sea importante jones. Gracias a sy simbélicas se hacen duraderas, al menos ‘que conserva todavia toda su fuerza, ocu- lespués de su hun- im mente son mucho més di in de ese perfodo que, por ejemplo, las imagenes y anéedotas que relacionar con un pasado mais remoto: Drake ju Ja Armada Iavencible se aproximaba a Inglaterra, ', Washington cruzando e] Delaware. sna de ellas influye lo més minimo en el historiador serio. Son ajenas nosotros, pero zpodemos estar seguros, incluso como profesionales, de que Con la misma ftialdad las imagenes mitificadas de la era del tanie, el terremoto de San Francisco, el caso Dreyfus? Rotun- a juzgar por el centenario de la estatua de la Libertad. ‘que ningin otro perfodo, la era del imperio ha dé precisamente porque nosotros —y en ese nosotros hay que inclu Fiadores— ya no formamos parte de parte de esa época esti todavia present Berfodo deba ser desacreditado (actividad en la que esa época fue pionera). ‘que en estos finales def siglo xxx mucha ue conch ue se han dedicado ya varios a siendo objeto de nun studios. Es un sma que sigue estando vivo, porque lamentablemente el de los origenes de las guerras mundiales no ha dejado de estar inculo entre las preocupaciones del pasadé Si dejamos aparte los ‘monogrificos, podemos dividir alos autores que han escrito sobre este periodo en dos categorias: los que itRODUCCION 1s ‘Tanto desde el punto de vista cuantitativo como del de la cireulacién de sus trabajos predominan los representantes de la primera tendencia apuntada. BE pesado irrecuperable plantea un desaffoa los buenos historiadores, que sa ben que no puede ser comprendido en términos anacr6nicos, pero tambin la fuerte tentacién de la nostalgia. Los menos perceptivos ¥ mas s timentales intentan constantemente revivir los atractivos de una época que en a memori rodeada de una aureola dorada: fe el enfoque que han ‘adoptado los animadores y realizadores de los medios de comunicacién, los disefadores de moda y todos aquellos que abastecen a los grandes c¢ a versi6n del perfodo que estudiamos mas perfodo que, sa, Cabe preguntarse si esa Ver ue la todavia més ea, pero intelectualmente més sofisticada, de los autores que intentan perdido tal vez.no se habria perdido de no haber res evitables o accidentes impredecibl ho habria existido guerra mundial, Revolucién rasa ni cualquier otro aspecto al que se responsabilice de la pérdida del mundo antes de 1914 ‘Otros historiadores adoptan el punto de vista opuesto al de Ia gran dis- continuidad, destacando el hecho de que gran parte de los aspectos més carac- en ocasiones de forma totalme bita, en los decenios anteriores a 1914, Buscan de nuestra época, que son evidentes. En la ‘gobiemos o son la primera fuerza ental, son producto d rama de de ese periodo protagoni- 26 la mayor parte dela elevad: ultoral del siglo xx. Incluso aho- ‘a, cuando algunas vanguardias u otras escuelas no aceptan ya esa tradicin, todavia Tos mismos términos de lo que rechazan (pos modernismo). Mientras tanto, la cultura de la vida cotidiana esté dominada ) todavia por tes innovaciones que se produjeron en ese periodo: la industria de la publicidad en su forma moderna, los periédicos 0 revistas modemnos | dd cireulacién masiva y (directamente o a través de la tele Es cierto que la ciencia y la teenologia han recorrido un largo cami 1875-1914, pero en el campo cientfico existe una evidente continuidad entre mundo no europe se fermaron seg ese 16 1. BRA DAL INPERIO, 1875-1914 ‘momento actual. En gzasolina y los ingenios voladores {que aparecieron por primera vez en la historia en el periodo que estudiamos, dominan todavia nuestros paisajes y ciudades. La comunicacién telefénica y radiofnica inventada en ese perfodo se ha perfeccionado, pero no ha sido st- pperada. Es posible que Ios ltimos decenios del siglo xx no encajen ya en el marco establecido antes de 1914, marco que, sin embargo, es vilido todavia a efectos de orientacion, Pero no es suficiente presentar la historia del pasado en estos t Sin duda, 1a cuesti6n de 1a co perio y el presente todavia es rele culadas directamente con esa secci6n del pasado histérico. Sin embargo, desde el punto de vista del historiador, le continuidad y la discontinuidad son asuntos triviales si se consideran aisladamente. {Cémo hemos de situar ese periodo? Después de todo, la relaci6n del pasado y el presente es esencial en Jas preocupaciones tanto de quienes escriben como de los que Teen Ta histo- ria. Ambos desean, o deberian desear, comprender de qué forma el pasado ha evenido en el presente y ambos desean comprender el pasado, siendo el principal obstéculo que no es como el presente. - laera del 1ya un libro independiente, es el ter- {Gero y dltimo volumen de lo que se ha conver siglo XIx en la historia del mundo, es decir, para largo» que se extiende desde aproximadamente nal del autor no era embarcarse en un proyecto tan ambicioso. Pe vol tervalos @ concebidos como parte de un sol en porque comparten una Y asi como esa concepeién com con La era del capital y a conseguido—. debe ayudar pues nuestras emaciones estén mbién a relacionar la era del je central en torno al cual he Turia es el triunfo y la transformaci \.de la sociedad burguesa en su vers para el desarrollo econéi ca francoamericana, que establ sé burguesa, complementados con la aparicién précticamente fi lacionados— sistemas teéricos: la lewd @ la confiads conguista del mundo por la economia capitalista ccondiucida por su clase caracteristica, «la burguesia», y bajo la bandera de st tRaDUCcION eralismo. Este es perfodo transcurrido sign de 1870, cuan- sa y su econo fos alcanzados. En ef Snes parctan acpi a hegemon'a Ee argueteunfune: Dede el punto Gevon indusalzaiony den desarolo esondaco Sra ttastomecte aden Ene pec ite cl pero evn ‘cio tos grants obsstos pra un sepa esumiblennts timate. Las pesble i mand» amas dee popes no prfan casas od a abn Euope haa menos rcaisas 9 revoltnarie mene pedo que tngin or roe pat her pe sion Pa fn epes te pr sn pects cn el mundo core ear um Epes de gues munis también imo pete evga, fc va epoca de eine at a eas Zenon indoles Cesar qu permit a aps ea poral de nddvos gue con ute aca cs 0 in de Peto ein de comnloa goer bss ImPeos. eters on gees de xs imperil fut Heian aevolnoa qu saan con ea caidas samo dun eat dono por edo. en cso, po aa eee ra lobal pre ied (0 esperanza) dee Tad x sear eas susoner stress gue surgeon mone dear dl pero. ee ern fos movimiento de miss orrizaos des eee inicos dl capa ida) oiginos por ry Gets Pato surgeon en Sn sy oh exp y wl te ‘Goce in gor otbloneate et eapiaisno aha unas condiciones algo mens dirs que anes. este perodo, las se cs 9 clas oberon Durzvsse amply 8 ia ice eas setae bogus cujendo tambien (2 i yer ena hr iam perenne eli ee re dat srg esa, sitarse en os mi sole in efecto, las democracias electorales, producto Sito ier bugs cao fee Se on poo de rotunda za politica en la mayor parte de los paises. 18 LA ERA DEL IMPERIO, sis de identidad y de transformacién para una burguesia cuyos fundamentos morales tradicionales se hundieron bajo la misma presién de sus acumila- ciones de riqueza y su confort. Su misma existencia como clase dominadora se vio socavada por la transformacién del sistema econdmico, Las personas Jjuridieas (es decir, las grandes organizaciones o compaties), propiedad de ac- fas y que empleaban a administradores y ejecutivos, comenzaron a sus- las personas reales y a sus familias, que posefan y administraban sus Vida cultural e intelectual del perfodo muestra una euriose con- Ciencia de ese modelo, de la muerte inminente de un mundo y la necesidad de ro 10 que da a este periodo su tono y sabor peculiares es el he cho de que ls cataclismos que habian de producirse eran esperados, y al ‘mo tiempo resultaban incomprendidos y no creidos. La guerra mundial ten que prodieirse, pero nadie, ni siquiera el més cualificado de los profetas,com- prendia realmente el tipo de guerra que seria. Y cuando finalmente el mundo se vio al borde del abismo, los dirigentes se precipitaron en él sin dar crédito a lo que sucedia. Los nuevos mov ‘pero para la mayor parte de ell ‘cuencia Iégica y necesaria de la den racia burguesa que hacia que las deci- ran compartidas cada vez por un ma- el siglo xnc esta- itn otro perfodo hubo més hombres y mi jetes, educados y consi ‘mente en To que incluso paises desarrollados, el nimero suguraban malos presagios, el de los opti duda la esperanza y el optimismo habrian prevalecido. Parad -iimero habria sido proporcionalmente mayor en el nuevo siglo, cuando el mundo occidental se aproximaba a 1914, que en los dltimos decenios del siglo anterior. Pero, ciertamente, ese opt sélo a quienes creian en el futuro del capitalismo, sino también a aquellos que aspiraban a hacerlo desaparecer iada nuevo 0 peculiar en ese esquema histérico del desarrol socavando sus propios cimientos, De esta forma se producen las trans vernon » + endégensy siguenproducindose ahora. Lo que & pe Xi Tago es el echo de que iat ferzs tiriasy as de se period, que cambironraicalmente cl mand, erat especifico y peculiar y fa transports en un visa irico. De la misma forma que la transforma mandi estuvo, durante un perodo breve pro fundamental dentificada con emo a0 th cas qe ei 0098 Sao que aceptcon 10s hombres de nego ‘ayo recuerdo domi md dee a ie Rovlucin francesa de 1789. La cla gue ae eager rose como se ules eno ants de 91 fredomina noes a calla Burguesa nese momento constitu su fuerza economia, intlee- militar no ocupa ¥ oi historia en general ni la his- cios en 1870. La tmposane del mundo abrazs un a encia de la revolucit Lenin nunca afirmé que lo fuera. Slo afrm6, en su primera versién ‘a la més reciente» fase del capitalismo. si inflayente panfleto, que era «la mis el cei sees os pros. No ha retro al mundo ela sociedad Bug Tannen qi scan ne stirs S00 Fe atestgtan a epost pertenece a la historia expos la etapa mis leva spuds desu mace fue sebautizas co

También podría gustarte