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Al norte de Colombia, en el límite con Venezuela se

encuentra Guajira, un lugar cálido y seco, sobre el Caribe,


donde viven unas quinientas mil personas, los guajiros o
wayúu, como ellos se autodenominan, descendientes de los
aborígenes arahuacos, de quienes heredaron la lengua
wayuunaiki, que fueron objeto de la conquista española,
recién luego de la independencia de Colombia y Venezuela.
Sin embargo suelen ser nómadas a raíz de las pocas lluvias
que se producen solamente entre septiembre y diciembre, y
en el mes de abril, que los obligan a emigrar y traspasan la
frontera con habitualidad. Estando radicados también en
Zulia (Venezuela). Se dedican a la caza, a la pesca, al
pastoreo, a la explotación de sal (como peones), a la
horticultura, y extraen el agua de pozos y aljibes.
Estas personas se organizan en clanes familiares matriarcales
bajo el liderazgo de un jefe, utilizando la tierra en forma
colectiva pero con ganancias individuales. Las mujeres usan
ropas coloridas en forma de mantos largos. Se movilizan en
caballos, burros o mulas. Practican la poligamia, la
esclavitud por guerras, la servidumbre, y aplican la pena de
muerte en casos de homicidio. Hacen sus viviendas con
cactus y palmas, y con techo de dos aguas.
Sus creencias religiosas se vieron modificadas por influencia
del cristianismo. Sus concepciones religiosas incluían el
bien, al que invocan en sus rituales a través del shamán; y el
mal. Actualmente se han fusionado estos dioses con el Dios
cristiano, al que ellos llaman Mareigua, creador del universo,
y con el diablo, respectivamente.

Los guajiros o wayúu (como ellos mismos se denominan) se


encuentran mayoritariamente asentados en la península Guajira
del estado Zulia, donde viven en familias, clanes o comunidades;
hablan la lengua wayúu o wayuunaiki, se dedican al pastoreo, la
siembra de café, yuca, plátano y maíz.

Generalmente, estas actividades de siembra son exclusivas para


los hombres, mientras que las mujeres se dedican al bordado y
confección de mantas, calzado y sombreros, actividad
manufacturera que es reconocida por expertos de la materia,
tanto por su valor técnico, colores y texturas, como por la
trascendencia cultural que ésta implica.

El pueblo guajiro se caracteriza por pasar de generación a


generación sus conocimientos y actividades relacionadas con su
modo de vida, es por eso que se hace poco común verlos
dedicado a otros trabajos distintos a los que por siglos
desempeñaron sus aborígenes. Guajiro, pueblo amerindio de la
familia lingüística arawak que habita en el departamento de La
Guajira en Colombia y en el estado de Zulia en Venezuela. Se
autodenominan wayúu, siendo alijuna los blancos y kusina los
demás indígenas.
Su territorio es un desierto costeño en el que abundan los
pulowi o sitios inhóspitos y se dedican al pastoreo y a la pesca.
El agua la obtienen de pozos (casimbas) y aljibes (jagüeyes).
Trabajan como peones en las salinas, en el contrabando, en las
minas de carbón, en los hatos ganaderos e incluso en las
administraciones de sus respectivos países.

Estaban divididos en clanes matrilineales no exogámicos; a


pesar de haber sido un claro ejemplo de sociedad matriarcal, la
carne (eirruku) se transmitía por vía materna pero la sangre lo
era por vía paterna. En la actualidad siguen siendo matriarcales
pero los antiguos clanes han perdido territorialidad y, en
consecuencia, importancia social. Practican un segundo
enterramiento convertido en una de sus reuniones de más alto
rango. Las indemnizaciones por los delitos cometidos se
negocian a través de los pútchejeechi o ‘palabreros’. El piache o
chamán es quien mejor entiende el mundo de Maleiwa, Pulowi y
Juyá, algunos de sus dioses.
Hoy son un factor importante en las relaciones fronterizas de su
territorio, en las organizaciones indígenas de sus respectivos
países y en el movimiento amerindio en general. Hay unos
150.000 guajiros en Colombia y 200.000 en Venezuela.
Creencias y costumbres

Esta etnia tiene una particularidad que forma parte de sus


valores y tradiciones, que van más allá del trabajo o sus
actividades económicas, y es que a pesar de formar parte de
Venezuela, se rigen por leyes establecidas entre ellos mismos,
obedecen a una autoridad que se basa en un sistema autóctono
de justicia y que conocido como el palabrero, quien es el
encargado de resolver conflictos entre clanes, cobrar los pagos
o indemnizaciones por ofensa y agresiones.

El hombre ejerce autoridad en el hogar, y se le permite tener


varias mujeres, además es el encargado de colocarles el nombre
a los hijos, y decidir sobre el futuro de los mismos.

Dentro de las costumbres, la muerte por hechos naturales para


los guajiros son una forma particular de celebrar la vida, aunque
para otras sociedades represente dolor y tristezas, por ello ellos
lo celebran con velorios donde abunda la comida (chivo, ovejo,
carne en vara, plátano yuca, entre otros), y la bebida, todas con
alcohol (chirrinchi, ron, guarapita, y cerveza).

Algunas palabras en Guajiro


tei  mi madre
wuin  agua
tepechi  niño
kaa’ula  cabra
pitshuushi  frijol
miichi  casa
La energía eléctrica como industria básica de Venezuela

La importancia de la energía eléctrica es, hoy


en día, fundamental; no sólo constituye un
bien de consumo final, sino que además es
insumo en la totalidad de los procesos
industriales de producción. La energía
eléctrica se obtiene de dos maneras:

1.- La termoeléctrica, mediante el


aprovechamiento de la energía calórica
producida por la quema de petróleo (o sus
derivados), gas natural o carbón.

2.- La hidroeléctrica, aprovechando la fuerza


hidráulica contenida en los cauces de los ríos.

Ambas formas de obtención de energía eléctrica


han producido los resultados esperados por
aquellos que las han empleado, sin embargo, se
hacen cada día más evidentes las ventajas que
tiene la hidroeléctrica sobre la energía
termoeléctrica: en primer lugar, las plantas que
aprovechan la energía proveniente del calor
producen, al ser quemados los combustibles
necesarios para generarlo, vapores que una vez
liberados tienen graves implicaciones para el
deterioro del medio ambiente en general, y en el
aumento del efecto invernadero
específicamente; en segundo lugar, el costo,
tanto de los instrumentos

industriales necesarios para la obtención de energía calórica, como del combustible quemado,
sea petróleo, gas o carbón es notablemente mayor que el aprovechamiento de la fuerza
hidráulica; por último, el carácter limitado de las reservas minerales combustibles (recursos no
renovables) en comparación con la abundancia de los cauces fluviales (recurso renovable,
aunque hoy en día y cada vez más, menoscabado por la contaminación, el recalentamiento
global y la explotación indiscriminada).

Se ha de señalar, respecto a la producción y


consumo de electricidad, que si bien
constituye la óptima fuente energética con la
que se cuenta, tiene sus limitaciones: la
imposibilidad de almacenarla y la dificultad
que presenta su transporte más allá de los mil
kilómetros, de allí la necesidad de producirla
para el consumo inmediato y de un área
restringida.

Planta hidroeléctrica: La caída del agua,


forzada mediante tubos de grandes
dimensiones, pone en movimiento por la
presión que desarrolla, las paletas de la
turbina, cuyo eje está conectado al generador,
mecanismo encargado de producir la
electricidad.

El funcionamiento de los complejos


hidroeléctricos se fundamenta en la puesta en
marcha de turbinas generadoras de electricidad
movidas por la fuerza hidráulica. Con el objeto
de disponer de agua a lo largo del año, en las
plantas hidroeléctricas se construyen represas
para embalsar el agua en grandes lagos
artificiales. La altura alcanzada por la represa
representará el potencial energético de esa gran
masa de agua.
Una vez ha descendido el agua por tubos de grandes dimensiones se encarga, por la presión
ejercida, de mover las paletas de las turbinas encargadas, a su vez, de producir, mediante un
generador de dimensiones industriales, electricidad.
Plantas generadoras: Actualmente, las empresas
generadoras y proveedoras de energía eléctrica
varían dependiendo de la entidad federal en
donde trabajen. La industria productora de
energía eléctrica venezolana es, en su mayor
parte, ejercida por el sector público, el Estado,
siendo el mayor productor y proveedor de
electricidad a nivel nacional. La demanda de
energía eléctrica del territorio venezolano es
cubierta por los siguientes complejos
hidroeléctricos:

Plantas generadoras del Caroní: Iniciadas con la


Central Hidroeléctrica de Macagua I, cerca de
Ciudad Guayana con una capacidad de 870.000
kilovatios.
Represa del Guri: Finalizada en 1977 lleva el
nombre de quien en su mandato tanto impulso
generó a estas obras, Dr. Raúl Leoni, ubicada
en el río Caroní. Cuenta con dos generadores
de 700.000 kilovatios de potencia cada 2.250
km2. El Guri provee la mayor cantidad de
energía eléctrica que se consume en el país,
está encargada de cubrir la zona central y
costera central de Venezuela, que es la que
cuenta con una mayor proporción
demográfica.

Represa Uribante-Caparo: Finalizada en 1987


lleva el nombre de Dr. Leonardo Ruiz Pineda,
ubicada en el estado Táchira, cubre las
necesidades de las regiones andinas (Táchira,
Mérida, Barinas) y recoge en su embalse las
aguas de los ríos Uribante, Caparo, Camburito y
Doradas; está constituida por tres centrales y su
capacidad anual se calcula en 4.546.000
Kilovatios.

La Industria
El desarrollo industrial venezolano se expresa en
8.974 establecimientos que ocupan a 46/.653
personas. Diversos tipos de industria se concentran en
las ciudades de la región capital y de la región central.
En las últimas décadas se va afianzando la localización de industrias en las regiones centro-
occidental, Zulia, Guayana y Andes.
Desde comienzos de 1960, el gobierno de Venezuela ha dado más prioridad al desarrollo
del sector industrial de la economía. Fundado en 1961 en una área rica en recursos
naturales, Ciudad Guayana es ahora el mayor centro de desarrollo industrial. Los
principales productos de Venezuela incluyen petróleo refinado y sus productos derivados,
acero, aluminio, fertilizante, cemento, neumáticos, vehículos de motor, comida procesada,
bebidas, vestuario y artículos de madera
El desenvolvimiento del desarrollo industrial se ha acelerado desde comienzos de la década
en 1960, conformándose polígono s y barrios industriales con el establecimiento de usinas
que manufacturan acero, aluminio, derivados del petróleo, fertilizantes, cemento,
neumáticos, vehículos, alimentos, bebidas, textiles, ropa, calzado, productos químicos y
plásticos. Actualmente se registran 8.974 industrias que ocupan a 461.653 personas. Entre
ellas dominan 868 establecimientos de la gran industria que ocupan a 286.379 personas. La
mediana industria se expresa en 2.263 fábricas que ocupan a 100.836 personas. La pequeña
industria corresponde a 5.843 establecimientos que emplean a 74.436 personas.
La mayor relevancia de paisajes industriares se evidencia en el área metropolitana de
Caracas y en sus ciudades satélites, donde se reconocen 4.319 industrias de bienes de
consumo con 163.612 trabajadores. Igualmente destacan en los corredores industriales de
los Valles de Aragua y del Tuy, especialmente en las ciudades de Valencia, Maracay, La
Victoria, Cagua, Turmero, Tejerías y en sus ciudades inmediatas, lo que explica que en esta
región central se ubiquen 1.713 industrias que ocupan a 151.381 personas. En estos núcleos
industriales se concentra una importante fuerza de trabajo y calificada gestión gerencial,
sumándose enormes mercados de consumo. Además, estas industrias se benefician por el
fácil acceso de materias primas importadas por los puertos de La Guaira y de Puerto
Cabello y el aeropuerto de Maiquetía, y son servidas por la red de autopistas y carreteras
que las unen con los principales centros consumidores de la nación.
En la región centro occidental el dinamismo industrial de Barquisimeto, Carora, El Tocuyo,
Sarare, La Miel y otros núcleos urbanos explica que se reconozcan 798 establecimientos
industriales que ocupan a 44.600 trabajadores. En el estado Zulia la pujanza industrial de
Maracaibo y sus ciudades satélites ha consolidado a 694 industrias que ocupan a 31.100
trabajadores. En la región de los Andes el dinamismo de San Cristóbal, El Vigía, Barinas y
otras ciudades tachirenses y trujillanas, explica el establecimiento de 632 industrias con
19.809 trabajadores.
Notable es la expansión industrial que se registra en el estado Bolívar, en especial con los
complejos de industrias pesada y de transformación de Ciudad Guayana, que explican el
emplazamiento de 264 industrias que ocupan a 28.828 trabajadores. En cambio, es lento el
dinamismo industrial en la región nororiental, aunque se reconocen industrias de
importancia instaladas en Cumaná, Maturín, Guanta, Puerto La Cruz, El Tigre, Guanipa,
con 411 industrias que ocupan a 18.584 personas. Escaso es el desenvolvimiento industrial
en los llanos, salvo en la expansión de agroindustrias e industrias de procesamiento de
carne en Calabozo, San Fernando de Apure, Valle de La Pascua y otras ciudades, lo que
explica la instalación de 112 industrias con 3.013 trabajadores. Menores son las actividades
industriales en la Isla de Margarita con sólo 30 establecimientos industriales con 725
trabajadores.
La industrialización del hierro y de la bauxita
La industrialización del hierro extraído por
Ferrominera del Orinoco, de Cerro Son Isidro, Cerro
Bolívar y otros sitios, así como de la bauxita extra ida
en los Pijiguaos, es básica para el desarrollo
geográfico-económico del país. Ello se está logrando
con la transformación del acero en la Siderúrgica del
Orinoco y de la aluminita y del aluminio en los
grandes complejos de BAUXILUM, ALCASA y
VENALUM, todos en Ciudad Guayana.
El acero y el aluminio ocupan ventajosa posición para contribuir al desarrollo económico
venezolano, al contar el país con magníficas condiciones competitivas en la extracción del
hierro y la bauxita, y para su procesamiento en materia prima básica por el apoyo de
recursos hidroeléctricos, carboníferos, calizas, arenas silíceas, agua y gas natural. La
cuantía y calidad de sus reservas se redobla por su accesibilidad geográfica por el corredor
fluvial del Orinoco.
El mineral de hierro de alta ley, en extensos depósitos en el cinturón ferrífero de Imataca,
descubierto cerca del Orinoco en la década de los años 40 permitió la conformación de
yacimientos y campamentos por empresas estadounidenses hasta su nacionalización en
1975, pasando a ser operados por la empresa estatal Ferrominera del Orinoco, subsidiaria
de la Corporación Venezolana de Guayana. Se extrae una producción anual de 18.309.000
toneladas. De los yacimientos guayaneses de Cerro de San Isidro, Cerro Bolívar, Cerro
Barrancos y otros, el hierro se transporta por vía férrea hasta Puerto Ordaz en Ciudad
Guayana, donde se cuenta con plantas de concentración y trituración del mineral. Desde
allí, una parte se destina a la transformación en acero y se exportan otras 11.150.000
toneladas de mineral en bruto a Europa, Asia y Estados Unidos. Aunque se ha agotado el
yacimiento del Pao hay importantes reservas probadas de 1.924 millones de toneladas.
El hierro destinado a la industrialización del país es
procesado en Ciudad Guayana, Matanzas, en las
instalaciones de la Siderúrgica del Orinoco, SIDOR,
con una producción anual de 2.682.277 toneladas.
Corresponden 1.398.910 toneladas a productos planos
y 658.521 toneladas a productos no planos como
perfiles, barras, cabillas, alambrón y tubos. La mayor
parte se destina al abastecimiento nacional de
industrias de transformación y se exporta menos de un
millón de toneladas a diversos países. Esta empresa estatal de SIDOR operó hasta finales de
1997, fecha en que se transfirió el 70% de su propiedad a inversionistas privados de
empresas tanto de origen latinoamericano como nacional. Hay que tener en cuenta que
SIDOR requiere considerables inversiones en capitales y en nuevas tecnologías para seguir
compitiendo favorablemente en los mercados. SIDOR planea alzar su producción a
4.000.000 de toneladas en 1.999.
Se está modernizando en la misma Ciudad Guayana, en Matanzas, Punta Cuchillo, la
industria subsidiaria de la Corporación Venezolana de Guayana, Venezolana de Ferrosilicio
(FESILVEN) que tiene una capacidad anual de producción de 55.000 toneladas de
ferrosilicio y silicio metálico, destinada mayoritariamente a la exportación. Asimismo está
en plena expansión la fabricación de briquetas de hierro, agregándose a la planta
MINORCA y a la planta SIVENSA, la nueva planta de Orinoco Iron que iniciará su
producción a finales de 1999.
La compañía BAUXILUM, subsidiaria de la Corporación Venezolana de Guayana, se
dedica a la explotación de bauxita de las minas a cielo abierto de los Pijiguaos, en el
Municipio Cedeño del estado Bolívar, con una capacidad de producción de seis millones de
toneladas al año. El mineral es conducido por un corto ferrocarril. minero hasta Puerto
Gumilla y desde allí en gabarras por 650 kms. en el río Orinoco hasta Ciudad Guayana,
donde BAUXILUM transforma la bauxita en alúmina, materia prima que cubre la demanda
de las poderosas empresas filiales mixtas de la Corporación Venezolana de Guayana
productoras de aluminio, Aluminio del Caroní (ALCASA) con una capacidad de
producción de 210.000 toneladas de aluminio primario y 60.000 toneladas de aluminio para
la elaboración de láminas, e Industria Venezolana del Aluminio C.A. (VENALUM) con
una capacidad instalada de producción de 430.000 toneladas de aluminio primario. La
Corporación Venezolana de Guayana creó en 1987 la empresa de carbones del Orinoco
(CARBONORCA) que produce ánodos para la industria del aluminio y para su
exportación, con una capacidad de producción de 196.000 toneladas anuales.
En junio de 1999 se acordó un plan de privatización de las empresas del aluminio. Tanto
VENALUM como ALCASA, BAUXILUM, el laminador de Puerto Ordaz y
CARBONORCA serán divididos en unidades que estarán abiertas a la participación de
capital privado, ya sea nacional o internacional.
Energía Eléctrica
Gran parte de la electricidad de Venezuela se genera a
través de sistemas hidroeléctricos, principalmente en
la Represa de Guri, en el Río Caroní
En la producción de energía eléctrica de Venezuela
participan varios sectores empresariales:
El sector estatal, representado por la Compañía
Anónima de Administración y Fomento Eléctrico
(CADAFE), empresa pública a cuyo cargo ha estado
la ejecución del Plan Nacional de Electrificación, y por la compañía subsidiaria de la
Corporación Venezolana de Guayana (CVG) conocida como Electrificación del Caroní
(EDELCA), que se ocupa de desarrollar el potencial hidroeléctrico del río Caroní.
El sector privado, orientado a producir energía para satisfacer determinados servicios
públicos.
Los sectores autoabastecidos, como son las empresas petroleras y las centrales azucareras,
que producen electricidad para su propio consumo.
La capacidad de energía eléctrica instalada en Venezuela fue, en 1995, de 18.161.000 Kw,
mientras que la generada en el mismo año ascendió a 70.672 millones de Kwh. Por su
parte, la población servida superó los 19,5 millones y el número de abonados alcanzó la
cifra de 3.830.000. De la energía producida en el país, el 29,6% es de origen térmico
convencional, mientras que el resto es hidroeléctrica.
El consumo por empresas eléctricas con destino a la distribución se reparte desigualmente
entre el sector público (81%) y el sector privado (19%).
Al cierre de diciembre de 1995, según la Cámara Venezolana de la Industria Eléctrica
(CAVEINEL), el consumo de electricidad se situó en un total anual de 55.561 Gwh. Este
dato apunta un leve incremento de un 4,8% respecto al año anterior.
En enero de 1997 se inauguró la central hidroeléctrica Macagua II, que aporta al sistema
eléctrico nacional otros 2.540 Mw anuales, equivalentes a 72.000 barriles de petróleo
diarios. Para el año 2003 se prevé tener lista la central de Caruachi y antes del 2008 la de
Tocoma, generando entre ambas unos 4.000 Mw adicionales.
Esta importante infraestructura se suma al complejo hidroeléctrico de Guayana, constituido
por las empresas Guri y Macagua I. Actualmente Guri produce 10.000 Mw, cifra a la que se
incorporarán los cerca de 3.000 Mw que soportará el sistema Macagua.
Venezuela es uno de los países con mayor grado de electrificación en América Latina; más
del 94% de su población dispone de servicio eléctrico. Esto es el resultado de un esfuerzo
realizado por el Estado Venezolano y una significativa concurrencia de empresas privadas.
El Sector Eléctrico Venezolano está estructurado en forma mixta, integrado por empresas
públicas y privadas. En los dos ámbitos, los lineamientos de política son dictados por el
Ministerio de Energía y Minas, órgano supremo en materia de energía a nivel nacional, a
través de su Dirección de Electricidad.
Por otro lado, la planificación del sector ha obedecido al entendimiento entre las principales
empresas eléctricas que firmaron en 1968 el contrato de interconexión, el cual fue
modificado en 1988 cuando, además de CADAFE, EDELCA y la Electricidad de Caracas,
se incorporó ENELVEN. El Estado Venezolano ha emprendido el diseño de un Plan
Energético Nacional como parte fundamental del Plan Económico, con la finalidad de
asegurarle al país la prestación de un servicio eléctrico al menor costo posible y con la
mayor calidad, que permita la óptima utilización de los recursos disponibles y que, al
mismo tiempo, garantice continuidad, seguridad y eficiencia.
Igualmente se diseñó una nueva Ley del Servicio Eléctrico, la cual tiene por objeto
establecer las disposiciones que regirán el servicio eléctrico en el Territorio Nacional, el
cual no había contado con una normativa legal integral que ordenara clara y metódicamente
las disposiciones generales aplicables a esta materia.
De acuerdo a las últimas cifras, las Empresas Eléctricas del Estado generan el 82% de la
energía eléctrica que se consume en el país, sirviendo al 68% del total de suscriptores.

Los aumentos en las tarifas


eléctricas deben se
concertados con los agentes
económicos
El Ejecutivo debe convenir un
plan energético con los
sectores productivos, el cual
debe perseguir el uso
racional de la electricidad para
enfrentar la
contingencia
Se deben construir nuevas
plantas térmicas para
balancear la generación instalada
y poder afrontar sin
problemas los períodos de sequía
Reparar las plantas de
generación existentes, la
mayoría en manos de la estatal
Compañía Anónima de
Administración y Fomento
Eléctrico (Cadafe)
Puesta en vigencia de la Ley
Orgánica del Servicio
Eléctrico
El deficit fiscal del 2002,
esboza con mayor razón la
participación del sector privado
en la inversión de
recursos (1,2 millardos de
dólares) para la industria
eléctrica nacional
El gobierno debe establecer
reglas claras del juego
para los inversionistas
Desiversión en la red de
distribución que ha
deteriorado la calidad del
servicio eléctrico
Aumentos en las tarifas del
gas en perjuicio de su
utilización como una fuente
alternativa de energía
El racionamiento eléctrico
como posibilidad
A la actual coyuntura económica
se le suma el
racionamiento de electricidad en
el 2002 como
consecuencia de un menor envío
de energía desde la
central de Guri –afectada por la
sequía de 2001– y la
indisponibilidad del parque de
generación
termoeléctrica
Aumento inconsulto de las
tarifas eléctricas, en
detrimento de la competitividad
del sector productivo
nacional¡

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