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RICHARD SENNETT CARNE Y PIEDRA EI cuerpo y la ciudad en la civilizacién occidental [easypaw s)seg [3 YNVILSTYD CVCINAWOD VI *€ soredsa ‘ppJoauepaur 2] ap se]euO! ~S0)— spears saurpze! aseuoU! 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En lado no estaba prove. ntrolada por un poder bien definido. Los fran: de pequetas pueblos sin amo. El renacimient 1 pues se siguié amurallando tie- expansién en dos etapas. A principios del sig re y sur de Paris para y garantiz6 privilegios econémicos a los burgos y a las lad de piedra Desde el si meno que results iscié muy a invercir en pie- sino tambi el desacro- ‘ommuner no ¢ | mapa de Pasis, La calle I como era el mportance ciudad meet Seria de esperar que un Paris medieval hubiera cenido buenos cam s para tran largo de las orillas del cfo Sena. Del afio 1000 al 120 ‘on muros de piedra para facilicar el comercio del rio. Pero tierra adentro, el crecimiento de la ciudad no conllevé ua siscema de carreteras que se acomodara ficil- mente al transporte. «Los caminos estaban en mal estado —setiala Le Goff, habfa pocos carros y carreras, que eran caros, y falcaban los Iniculos diciles». Incluso la humilde carretilla no aparecié en las ca~ es de Paris hasea el final de la Edad Media. La ciudad romana, con sus caminos admirablemence crazados y bien asentadas en la tierra, era un milagro del pasado, 1La forma confusa asi como el lamentable estado de la calle medieval derivaban del mismo proceso de crecimiento. Los caminos de una com ‘mune racamente habjan sido construidos para unirse con los de una commune cetcana, puesto que sus limites eran originalmente cl n asentamiento més pequefio. Tampoco los bourgs babian dos para comunicarse con otros bourgs. El erazado castica de también obedecfa al uso que los propietarios hacfan de su tierra 1a mayoria de las parcelas de tierra que habia en una ourg estaban artendadas a individuos o los derechos de construcci6n habian sido vendidos. Los conscructores tenfan derecho a construir cuando lo vefan convenience en la tierra propiedad de una insticucién importante como la corona 0 la iglesia. Ademés, las distintas partes de un solo edificio, en pisos diferentes o en el mismo, podian perte- necer a distintas personas. «Hubo —dice el urbanisea Jacques He- ers— una verdadera colonizacién de tierra edificable dentro de la ciudad 0 en sus alrededores inmediatos» *. Rara vez intencé el hacen- dado influir en el conseructor en cuanto al disefio urbano. Lo cierto fs que, sobre una base pusamente econdmica, slo en casos excepcio- rales podian el rey o el obispo apoderarse de un edificto u obligar « su propietario a vendérselo a otra persona . En Parts, el rey 0 el obis- po apelaban al «dominio eminence» generalmente para ampliar un palacio 0 una iglesia, ‘Sélo era probable que hubiera un plan general o que estuviera planficiado el ceazado de las calles en las ciudades medievales que ha- bian sido fundadas en la época romans. Pero las cuadrfculas romanas, salvo en unas pocas ciudades como Tréveris y Milin, habian quedado reducidas a fragmencos en el proceso de crecimiento. Ni el rey ni el vuagzid & aNuvo ra ndose, completamente borrach calle caracterizada p for competencia econém a violencia im- represented un importance aunque tara vez se tradujo en gente iba a las casas de los deudores para coace los 0 a sus familias con todo tipo d was sangrientas. Algunos historiado- res creen qué Ja violencia misma de este Lenguaje acruaba como una especie de descarga emocional que permitta a los competidores ac- cuar agresivamente sin llegar realmente a la violencia quier caso el en la compe- n violenta, La ica. En cual s poderes politicos y eclesidsticos que regian la ciudad ‘muchos esfuerzos por castigar 4 los vendedores que ame- nazaban con golpear 0 apufalar a los compradores que se fesistian a calle edad indicaban que en peculiac. Puede ha- residia en El Cai bajos indices de cri cl espacio urban: rica, en el sentido en que el Av al lacéle- ldado. Apenas se pare Je mando del gobernante y no guardaba semejanza alguna con las \estlemiticas del cstudioso, Ciertamente la competencia se hizo un poco mis evidente cid de ferias y merca- I civico mas claro que las calles. un ejemplo de lo que hoy denominatiamos una economia mixta de estado y mercado segtin el modelo japonés. én del Sena en el Paris medieval da una idea de cémo es- taban unidas las dos naginemos que hubigcamos ido en un bacco con carga desde al- «gin lugar sicuado a la arilla del rio hasta Paris, Cuando el basco le- . cenia que pasar por la aduana del Grand Pont y sus bienes eran Cada 4 vino, unas de las importaciones mis impor- le la ciudad, s6lo se permitia a los parisinos descargarlo en Jes y el barco que transporcaba una catga de vino solo po lado durance eres dias. Esta regulacién aseguraba un buen pero cjercfa una enorme presiGn sobce el merca- der-marino para que vendiera. Los muelles se convertian asi en esce- fnarios de una actividad frenéviea, donde contaba cada minuto. En 1200 sélo habfa dos puentes de importancia que cruzaran el Sena: el Grand Pont y el Petit Pont. Los dos estaban flanquesdos por ‘asis y tiendas, y en cada uno estaban ubicados oficios concretos. Por 's boticarios del Perie Pont ucilizabsn las especias descar- tgadas en los muelies de abajo y las convertian en medicinas. La ciu- Gad regulaba la pureza de los ingeediences y la pocencia de las meds finas, Incluso la pesca fluvial «estaba regulada por el rey, por los canénigos de Notre-Dame y por la abadia de Saint-Germain-des- Prés. Se concedian contratos de cres afios a los pescadores, que cenfan que jurar sobre la Biblia que no captucacian carpas. lucios © anguilss por debaye de un cierco tam Una vez puences y pacios destinados al fgunos articulos regresaban de las ferias « los muclles después de Ihs- ber sido vendidos, para ser redistribuidos en otras ciudades situadas a Jo largo de la ruta comercial y orros se fileraban en la economia local de lag calles. La feria mas importante del Paris medieval era la de Lendic o san Dionisio, que se celebraba anualmente en un terreno ane se habfa esrablecido con esta finalidad cerca de la ciudad. Hab: Comenzado a principios de la Edad Media, en el siglo v1, Durance la Epoce del colapso urbano en Europa, el come ias como Gta consiscfa en negocios pequedios ¥ locales, y el rrueque de bienes is que el uso de dinero. Sélo rara vez entraba en escena un interme- diario profesional, No obstante. las ferias desarrollaron los primeros vinculos entre ciudades, conecrando mercado con mercado. Bien encrada la Edad Media, estas exhibiciones de bienes se habian convertido en espectaculos vastos y complejos. Las grandes ferias ya no ten‘an lugar en tiendas 0 establos al aire libre, sino, como escribe el historiador econémico Robert Lopez: «en lonjas destinadas al co- metcio por articulos 0 especialidades, plazas cubiercas y callejones con soportales» '?, Sobre los pestos ondeaban banderas y estandarces y habja largas mesas en las naves donde la gente comia, bebia y nego- ejemplo, volumen que las fen las f uaye se] v apace 1p 91 28 o3aq “peptiaidaad ‘anb aaqusoy un Jaquun}y °Sb1193 | as e35g “ryorsiy cun eqeuo9 suewoY ap anb sazoad sau sus]mow wras sopeasaus so] anb aoey pnb aworydxa erg pe { eipyrad ean lueaiouse3sa aj 98 9298 Y “01 19 ou anb Sorq] unis ey ap Sop So] 22U9 azswi2009 > opurrHdxa se] anb syuauwyezow sazood «pera seyp soy ua wo ap waqUINy] o|FUas “« -38 vyan sod > my eanDUtr [2 saz0rsaasod opsszou ap unio ou ‘oysnu ostuouos9 orredss un 12703 soaupi909 Soroine soy ¥ o2e2 nfuru v eipusne ou J ezind “o1se10y #mnsn vf 4 ap uo gen pruaa eivanrzdaioa 7] “seizaj se] ap sesords pou sou 99101891 Se] UB}TULIJUT soperisws sonse ‘sHWApY “Om0 P UEqEpr|ses2 5 siusws}duiis opessaw opeurwaaxap un ua sauorsenaz sesoueurn bs Sopraiau st oe cowstue 15 ued onuowap un 59 sugtuoy pe» " yriso Sey2ueII9UI SBAND Sa2UBIDIOLWOD 5 393 [ap sapod [e uripadu sayaurozow qrij2q a8 eway vy 3p 030 ]9 onbunr s sa peurdr> 4 sors: 2ueUy SorDts9s epuaipuay {yoru & os odxa *sapenue se1iay se] ue opeand -nvuy opsauso9 [> ssuous|raeWas UoseMUTUDS sozelaTTe2 SopL3s—au $o1 181s [2 22uPMQ|“PEPAN r] vpor sod eIgry and sonsyusmVa> anbad sososa ua ueqeuieuad 4 o1sedsa nod aso ueqepieqsap | 9p sayjs0 se] uo aivawyeuvwas ze8ny ueyuar anb sopeosews 30] v squauszeIMO12 ged pjzaja1 95 jop Sopripau P suewoy ap WeqUIN}y oF 149] 19 on¥)29p “=soquze su3u: pur uea(d ‘wia as viouanagj uo9 anb sourws92 uos seliaj 3 sopeozeur anbuny+ uegrleqras apuop sajjv9 sey ua oge jap 0822] 0} v safPuo!seIs> se139y se] ap saIUa!]> oj UOD Zee uosezuawo> sazopala3 so] 4 [eiw yap suopeleqes Soy "Jonu03 ap oralgo 2a8 ejpod anb seSnj ojos un us of>:au0> Jap UOIDEZT|eRO} Bf “31> cap sa “OU Hqap 38 oatwoUOr? o2uDIuHIDIZD |y~, «|PI02 O1DF3N0D [> UD 133) se] 9p) Uoloodoad vy exasnurmsrp anb apqeat aut e39 ‘[e13390 yuuesap |9 Yo) opustoaz9 ornsts “'sau0!D3es YY ‘sauaus}suoIDeIS9 O}9s ou soj Uo? opuersisuio> senuisuo> ‘Sp ap wzyuaa 294 epe> anb qnosap 09 29 11 9p omnjosqe UawWA/Oa ]2 U>Kg 1S» oye [9p Ose] 0] ¥ seta} se] ap sa7U9 urqessap ‘22uause>t%9} “anb oy sod “so oud soso exed so2u3r]9 Sets Uesu92 zaa epeD anb yor Soursiaed sor “seamazejeusw sordoad sns zapuax 9p peplunazodo ry §} sag va erqey anb sszopalaa soy vs exauz Jap sorazqo so] # guor>zodosd pus] ap wag tf LIX 0] #8 [a save “ofdusala zog “worer!|EGap 2s 52 “59 ‘senza se] sod eptaourord euvqan ewiouo2s vj 913939 open) “Tee yyuon pun ¥qeqn2e opisojo9 ns anbsod ‘oaupsodmaxso> olo 13 wed ‘osoursue aaynsas Pzinb s3[eaatpaus serzay seasa ap sopuofdso wer3 13 ola & seppadsa “saumyzad 00> weqeztfeas a5 anb sorsogau so] s129puaq ezed sozues so} ¥ gzyj1in as opueND upIaefar Wasa ¥ gosoisndo 95 so31s9[> soanus ‘o1>:au09 Tp sea yraues werDozed sosord “jas sapepsans9y se] anbuny “Sores spw ap onjn2 2 eqzinutas> op cauow $9[813:9W09 sapepranion Se] seFuo[ord ap o95

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Lope2 describe el gremio urbano independientes, mediante regl nistros que, en el mejor de los ca aeseros de bre como debfan comportasse los , prohibian escricta- era en que’ al mismo » s que an por la calle. ‘ma mis Logica, los primecos reglamentos gremiales incentaron produceos en un estuerzo Los reglamentos espec or crear un control colec- aban la cantidad de ma- y. lo que por ejemplo, los gremios 1» de pan, Jo que significaba a la hora de hacer el pan lerzas del mercado, lamente consciences de los descructivos ncontrolada, Ademis de con- compere reolar los precios, intencaban determ debia manufacturar ua caller, de calm. 1 calidad del trabajo. si jar después de que se mero de operarios que un maescro podis Jar la comperencia se como del volumen de at la cantidad de bienes q fa que la comperencia se jache y a veces emplear "> El es- 1 evidente en de los precios las ferias, en e! os ofertados. Sin embargo. el concrol de la compecencia no fortalecié al gremi Para empezar, los diferences gremios tenian inrereses contradicco~ rios. En las ciudades donde los gremios de la alimentacién eran pode- riador econémico Gerald Hodgecc. slos iaten- tos de mantener bajos os precios resulearon menos efectivos que en quellas ciudades donde los gremios mercantiles deseaban minimizar precios de La alimentaciéa». Los comecciantes estaban interesados en que los precios de los alimentos fuersn bajos porque esto signili~ aba salarios més bajos y también arciculos mis baracos con los que comerciae was furmales cada vez més este arse a los cam crecimiento econémico rosos, escribe el his taba n que « te con extranieros, ¥ | los gremios frecuentemente incentaron hacer negocios con estos ex- trates que no formaban parce del rejido local. Cuando unos pocos lo- graron violar las ceglas, orros también empezaroy disciplina. En el sigio xi, la uniformizacion de | biéa comenz6 a resquebrajarse, cuando, ante una comperencia férrea, los individuos buscaron aichos del mercado. En Paris, por ejempli 1s Forma en que se corcaba la carne coment6 a variar segiin el carmice- ro. En algunos negocios atin era posible evitar las descructivas presio- nes del mercado. El comercio no competitivo se daba especialmente cen los articulos de lujo como las joyas, donde los acuerdos crediticios entre comprador y vendedor eran objeto de discusiéa tanto como los mismos articulos. No obstanre, més en general, en los gremios urba- hos medievales, aunque ea principio un operario escuviera obligade a observar un conjunto dererminado de reglas duranre toda su vida. teste respeto se fue convirtiendo progresivamente en un espectéculo ceremonial mis que en una prictica obligatoria. vA medida que fue debilitandose su control sobre sus miembros, los ‘cieron hincapié en su importancia como instituciones ve- a quebrantar la productos ram- gremios peparsos eun owo> & psjmpe owoo uor>tzadiso9 ef U2 s2aU8spnrs9 8089 6216298 Ny caenSisoae ap Sa]241P_ 205 een epsorad sotozed 10d sarueipnass so] eued oxhesve ues Un rreageyr | ap r2uvueuizad rordoad of rezeuaure wsazed nb of spond wuonq exed ewonee 239 e17PundrtP PL sjoud 9 auiu9 oS}o[ytP Top oszn9sue3 12 U2 3 sparns owoD Wurst] U2 did etm ay%afa as onendstp ‘bun eqpyasua ospsm Sy soerpss ree wa oa een oyat equa OPFEaY SP Meyers Roy it ueaedns on 808 meee Rod “onzete> Pp ODSTEAPS ees xyunan vee] 9p 59900 $7 Beal ek onsou 05 Um © 283 cee a aktaos rs egeedtsanbuod aed doses ms SP eee guprodaid yneorrigpeied su0's9508 ap FEST? rea tb apigure ver) ned prayxo wovlap an 130 OF gee gi pepisoarun eun zepuny 0d eU07 Hee eee copa ages rons pepsin! oes 08 00 arent epenpep pepreaaton PL tn7 12 0 apr re nee Lipman sy soaor3) nogep 2053054 801 OP esos peprsarun ey) #2) 9 ab sOnsret 9 5 oar ew aupeatpap faTeatPOH! 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El cambio eco: arancizado por el estado. el concepto maderno de socie~ el tiempo. Si una carta primero que def dad der pe puede ser revisad, an a oceo lugar, no tenia por qué dejar de existir edad moderna que se llamara Cristal Universal le que ya no fabricara cristal. La estructura corporativa que crasciende unas funciones establecidas aprovet s Cambiantes del meccado, los nuevos articulos y los accidences de la forcuna. Una empresa puede cambiar y, sin embargo, ser permanence empresa nos sugieren otro significado para el ; ica la capacidad de cam- gue. as condici vistiano 1 el Heemoso descubrié que las casas de inte~ inado a veces alcanzaban el 266 por ciento anual, aunque ido se acercaban a una cifra que iba del 12 al 33 por cien- Tales cargas parecian burlacse del tiempo. Guillaume d'Auxerre, en su Sunn en 1210-20, declaré que el,usurero «vende ciempo» mente, el monje dominico Ecienne de Bourbon usureros sélo venden la esperanza de dinero, es cin tiempo; venden el dia y la noche» ®. Guillaume d’Auxerre exp €6 lo que queria decir invocando las poderes de la compasién y del imienco comunicario de la Imicacién de Crisco. «Toda criacuca igada a ence jnado a entregar- se paca proporci a enttegar todo lo que produzca», pero el usurero bloquea la capacidad de un hombre 0 luna mujer para dar, roba a la persona sus medios para contribuir a la comunidad. El deudor no puede participar en 1a historia cristiana se explicacién puede sesltarnos mis comprensible «i eflexions- re el hecho de que en la Edad Media mucha gente pensaba Cuda re es wn demoni fi Jo en la comunidad como cristianos serian aniquilades el lugar en unos afios, o quizi meses” lenio o en usurcros para percatarse no del tiempo del Pero no hace falta pensar en el D de que un gran abismo separaba el sencido cr tiempo econémico. La empresi podfa bortar el pasado de un plumazo. Se trataba de un ciempo arbitrario y, como Jacques Le Goff sefala, muy urbano: «Los campesinos se sometian... aun tiempo meteorel6gico, al ciclo de Las estaciones —mientras que, en el mercado—, los minutos y los se~ ‘gundos podian forjar y destruir forcunasy, come sucedia en jas mue- iles de Paris”, Este ciempo urbano, econémico, cenia orra faceca. El tiempo se convierte en un acticulo, medido en horas de trabajo por las que se abona un salario establecido. En el Pacis de Humbert de Romans, este tiempo mensurable slo acababa de hacer su apariciéa en los gremios: los contratos gremiales, especialmente en los oficios de manufactura, especificaban las horas de trabajo y compuraban los Salazios sobre esta base, mis que sobre pieza ttabajada, en cuyo caso un opeturio recibia dinero por acabar uo af jererminado “. Bl tiempo del cambio y e! tiempo del reloj eran las dos catas de !a eco- nomia, Este tiempo econsmico poseia poderes de rupcura y de ds iva: no despleyaba hiscons alguna. pero carecia de nart El tedlogo Hugues la shiscoria (cristiana] es un cuerpo narrative» '. Con a entender que todos los jalones significacivos en Ja historia de la vida de un cristiano ya habian sido puestos por Ja historia de la vida de Crisco. Cuanco més se acercara uno a Cristo, més claro seria el sig nificado de acontecimientos que de otra manera parecerian carences de sencido 0 meramente frutos del azar. La conviecién de que Ia his- toria ctistiana es un cuerpo narrativo derivaba de los impulsos de la Imitacién de Cristo: Su cuerpo no nos rélata una historia ajena, 0 una historia de algo que sucedié una vez, sino una historia siempre con- temporinea. Acerquémonos més a El y Ia direccién en que sefiala la Aeecha del ciempo seré mas clara. Este tiempo cristiano desconocia la idea de la auconomfa indivi- dual tal y como la definia la empresa. La Imicacién de Cristo deberia regit las acciones de una persona y no la autonoméa. La imicacién de- bia ser estricta porque nada sucedia por azar en la vida de Cristo Ademds, el tiempo cristiano tenia poco en comin con el tiempo mar- ‘cado por el reloj. La duracién de una confesién, por ejemplo, no ‘gvardaba relacién con su valor. La antigua manera de contar los peca~ dos habia dao paso en la Alca Edad Media a lo que el fildsofo con- aint-Vietor dec aba, per el contrario. que queria dar pnar asiary # quaaua payanag, JaeuRe OWNSHL [> UD SED iqiosad ypeagasgo J9 amb oF 431 we 2 py anb sud ap aaqusoy un dey “ozu2H] ond r[ ua uazasede anb sopeiuow sau [02 ap ra oan *esnaurd ap seanpest y epUEIsip tH prozeu! eiseyiu09 anb ubtsi2 sean seyso gaurd Joyanag “op rage) e] ‘sopra solo so] Uo ‘odnss EpY “sNSO{ ap sopAdiasip soy & ap oo ourid [g, 09 vasa o> 94n|ju0> rod ua yo ua eu ap oss ap souz03 isa qensta uaplo) epriuid sana ap uoisa yyruiey vf 20d opraso) #269 sorueaojd sey 5 2u071204 > b> nun visey odue 1u92 -orpaus owed *rutjo> wun ap 2uq semiy ap odns¥ oyanbad un 101209 ov oz sana riuasaad winuid ey yea anb ope] snug pun Prysonu ua esos, 0 |NZV 10}09 ap o[919 UN UOD a) | 8 seany ap auqumnpat 1 seuade alma pues spur v} 971 OWVO] Id TIAN VI '€ ‘osoipawn [9p Jeu yea year sesngurd sau ua opesastifs gase ezmb vIpayy suing ua zaa exawtad sod oxsajruew os anb refay 4 s9uo1su92 $8] 294j0s02 OW9D ap WIO|EP [3] ¢PEPIUNUIOD ry vv epiun aousaueur soauoaua eypod ang)? “Tenaystdso worseiua ap rwsz0} 8 eqnuapisuod 9s op1wWOUCDA OWSI{ENpIAIpUL [2 “wore VOT “enS>q, ope] © aaurlawas epeprafap epra vun srara equayiud!s eoRnsts> pepruntsos v] va ordoad aeSny 9 sapuag “rue erdosd er] ap oprrss yp aeprnosap {tun vasey < ‘amuapnaduss exg “eipod 2s js oasrpate > Y ‘mDmpUo> vy ap sapepisersu owo> ugisedtwoo 1 24 rast j6 raed oruomap un 59 aaguuog epe~ ‘qussayb) esauew op aauapnrdurs v3 12 “o2]nd [9 U9 “JaUWOD [> U9 ‘ISA ]> Ud ‘opod UD LUE 3 feqap 20d ord vI5t “sopour fuer anb pniuta e]» amo> gnayap saysuo> ap owsAI]INE anb pripow 8] 89 peptyens eisq “wasizeus|{u 92309 ap oso18i[az sauadax> Ja[Ieqe? 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