que acaricia sutilmente la tierra de la gente el trabajo de todos los das y la recompensa de mi sacrificio en cuesta. Despierto y un nuevo da conmigo va, va con toda la gente que respira indiferente mi aliento se alimenta de la naturaleza y sobrevive en un mundo que vive. Cunto ms esperar de lo que recibimos
un rbol es ms que suficiente
por todos y cada uno de los que vivimos por la naturaleza que sobrevive. Anah Nurinkias