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Bull. Inst. fr. Et. andines 1989, 18, N° 2, pp. 241-267 LAS VISITAS A YANQUECOLLAGUAS DE LOS SIGLOS XVI Y XVII: ORGANIZACION SOCIAL Y TENENCIA DE TIERRAS Maria A. Benavides * Resumen Este trabajo presenta un avance sobre el estudio de las visitas a los pueblos yanquecollaguas del valle del Colca, en la zona andina del sur peruano. Los documentos analizados son censos de poblacién, tierras agricolas y ganado del sector més importante de la provincia colonial de Collaguas, jurisdiccién de Arequipa: el repartimiento de Yanquecollaguas. El andlisis se centra en las dos visitas inéditas de 1604 y 1615-1617, pero trata también de las de 1591, publicadas por Franklin Pease G.Y. (1977b), y del fragmento de 1667 publicado por Guillermo Galdos Rodriguez (1984). Procura establecer cual fue la organizaci6n social yanquecollaguas e intenta una comparacién entre el sistema de tenencia y herencia de tierras agricolas del perfodo virreynal y el actual. Résumé L'auteur présente une étude sur les "visites” aux yanquecollaguas de la vallée du Colca, dans la région sud andine du Pérou. Elles consistent en recensements de popula- tion, de terres agricoles et de cheptel du secteur le plus important de la province coloniale de Collaguas, juridiction d’Arequipa, le repartimiento de Yanquecollaguas. L'analyse est centrée sur les deux "visites” inédites de 1604 et 1615-17, mais traite également celles de 1591, publiées par Franklin Pease G.Y. (1977), et le fragment de la "visite" de 1667 publié par Guillermo Galdos Rodriguez (1984). A partir des trés riches renseignements qu'offrent ces “visites", on tente de retracer Yorganisation sociale ainsi que le systéme de propriété et d’héritage de la terre et du cheptel durant I’époque de la vice- royauté. L'autcur tente enfin une comparaison entre les institutions sociales du début de Tépoque coloniale et les institutions sociales actuelles. * Av. José Pardo 239, piso 13, Miraflores. Lima 18. 242 M. A. BENAVIDES Abstract This work presents an installment on the study of the visitas to the yanquecollaguas towns of the Colca valley, in the peruvian south andean region. These visitas consist of population census, agricultural land and livestock surveys of the most important sector of the colonial province of Collaguas, juridiction of Arequipa: the repartimiento of Yanque- collaguas. ‘The analysis is based on the two unpublished visitas of 1604 and 1615-1617, and will also dwell with the visitas of 1591 published by Franklin Pease G. Y. (19776) and the fragmented one of 1667 published by Guillermo Galdos Rodriguez (1984). Utilizing the rich information offered by the visitas to the yanquccollaguas, it is intented to establish what was the social organization and the tenure system and inheritance mechanism of agricul- tural land and of livestock during the viceroyalty. An attempt is made to compare the viceroyal -colonial- and the actual systems with respect to the institutions governing tenure and inheritance of the agricultural land and pastures. INTRODUCCION : El propésito del presente articulo es interesar a los especialistas de todas las ramas de la investigacién andina por el estudio de las visitas y otros docu- mentos coloniales que, con demasiada frecuencia en el pasado, se ha limitado a los etnohistoriadores. El debate antropoldgico, politico y econémico sobre las instituciones andinas, su origen e importancia, puede enriquecerse con el andlisis de los documentos coloniales. Entre los documentos andinos mds ttiles e importantes de los siglos XVI y XVII, se encuentran las “visitas” 0 censos de poblacién y de produccién agrope- cuaria, Ademds de datos de tipo econémico, contienen informacién sobre los sistemas tradicionales de mando, de tenencia y de herencia de tierras. Represen- tan un valioso aporte al conocimiento histérico y social andino, Durante la época colonial, la provincia de Collaguas se dividia en tres repartimientos 0 subdivisiones administrativas, que por orden de importancia eran: Yanquecollaguas, Laricollaguas y Cavana. Las visitas se realizaban por repartimiento y por parcialidad, divisién social binaria de origen prehispénico. La provincia de Collaguas, denominada Caylloma después de la indepen- dencia del Peri, tuvo gran importancia en el desarrollo de la ciudad de Arequipa tanto en la época colonial como en la republicana. Su poblacién proporcioné la mayor parte de la mano de obra para la ciudad, sus recuas de llamas fueron utilizadas en el transporte de mercaderias entre Arequipa, Cuzco y Potosf, y sus rebafios de alpacas proveycron la lana para la confecci6n de las ropas. Actualmente, Caylloma es la provincia del Per con mayor produccién de lana de alpaca fucra del departamento de Puno. Sus limites corresponden aproxi- madamente a los de la provinica colonial. Comprende el valle del rio Colca, principal afluente del Majes-Camané, uno de los rfos mds caudalosos de la costa peruana. En décadas recientes, el valle del Colca ha sido objeto de numerosos LAS VISITAS A YANQUECOLLACUAS DE LOS SICLOS XVI Y XVII 243 estudios sobre la agricultura de riego en andenes o terrazas artificiales, y de varios proyectos de desarrollo agropecuario por parte de instituciones nacionales ¢ internacionales. Los documentos coloniales a los que me referiré en este trabajo son las visitas al repartimiento de Yanquecollaguas. La primera fue la Visita General del Virrey Francisco de Toledo en la década de 1570 (Cook, 1975: 217-218), a la que siguicron las revisitas de 1591 (Pease, 1977b: 191-406), las de 1604 y 1615-1617 {Archivo Parroquial de Yanque -APY) y la de 1667 (Galdos, 1984: 118-156) (ver Anexo: Relacién de las visitas a la provincia de Collaguas). Los documentos inéditos de 1604 y 1615-1617 (APY) de los cuales me ocuparé extensamente, son incompletos. Constan de aproximadamente 300 folios cada uno. Varias personas se han interesado por su publicacién y se espera que antes de que pase mucho tiempo se editen. Fucron encontrados en el Archivo de la Parroquia de Yanque, pucblo que durante la colonia era la "cabecera” del repar- timicnto de Yanquccollaguas y capital de la provincia de Collaguas. La primera persona en reconocer la importancia del Archivo Parroquial de Yanque fue el Vicario Episcopal de la provincia de Caylloma, Padre Paul Hagan, quien en 1969 transfirié la sede del vicariato desde Chivay, actual capital de provincia, al pucblo de Yanque. En la casa cural, antiguo convento franciscano, el Padre Hagan encontré una coleccién de libros parroquiales y de visitas en estado de abandono. Al comprender su valor histérico, el Padre Hagan archivé la coleccién en una alacena de la sacristfa, agregdndole los libros de las parroquias vecinas a medida que cesaban sus parrocos titulares. En 1975, Franklin Pease G.Y. organizé un equipo de estudiosos para analizar el Archivo Parroquial de Yanque (APY). Algunos resultados de esta investigacién fueron publicados en Collaguas I, junto con una visita incompleta al repartimicnto de Yanquecollaguas de 1591, encontrada en el Museo de Historia en Lima, y el fragmento de otra visita, también de 1591, hallada en el APY (Pease, 1977b: 191-406, 407-452). En esta misma ocasién, Noble David Cook trabajé las visitas, los registros parroquiales de bautismos, matrimonios y defunciones, y otros libros parroquiales del APY para su andlisis demografico de la provincia (Cook, 1982). Cook dedicé parte de su tiempo en ordenar el archivo, pero ese ordenamiento no se mantuvo a través de los afios. Después de la muerte del Padre Hagan en 1980, el arzobispado de Arequipa ordené que se transfirieran los libros de registro que pertenecen al presente siglo a Chivay, sede del p4rroco titular de la provincia, La parte antigua del archivo quedé depositada en Yanque a cuidado de la Madre Antonia Kayser, encargada de la parroquia. En julio de 1984, tuve a mi cargo la catalogacién del APY como parte del trabajo etnohistérico del Proyecto de Estudio de Andenerfa Abandonada en el Valle del Colca, dirigido por, William M. Denevan, y auspiciado por la National Science Foundation y la National Geographic Society (Denevan, 1986, 1988; Dene- van et al., 1987). Irma Ordéfiez y Carmela Condori, estudiantes de Historia de la Universidad Nacional San Agustin de Arcquipa (UNSA), realizaron el andlisis paleografico. La madre Antonia Kayser proporcioné generosa hospitalidad, Mau- ticio de Romajia y Paul Golz colaboraron con los gastos y William M. Denevan dond un armario para el archivo. El APY continué bajo los cuidados de la Madre 244 M.A. BENAVIDES Antonia hasta diciembre de 1987, cuando, por disposicién del arzobispo Mon- sefior Fernando Vargas Ruiz de Somocurcio, fue trasladado al Archivo Arzobispal en Arequipa, donde se encuentra al momento de escribir el presente articulo. EI APY contiene aproximadamente 200 libros, mayormente registros parro- quiales (libros de bautismos, matrimonios y defunciones), libros administrativos y de correspondencia recibida y enviada por los parrocos (libros de fabrica y de circulares) e inventarios de ios siglos XVII al XIX de los pueblos del valle del Colca. Contiene también sicte visitas coloniales, que son censos de poblacién, ganado y tierras agricolas: el fragmento de la visita a Yanquecollaguas de 1591 publicada en Collaguas I, dos visitas a Yanquecollaguas de 1604 y 1615-1617, dos a Laricollaguas de 1604, y dos a Cavana de 1596 y 1645 (Benavides, 1988c). Las visitas coloniales eran realizadas por magistrados espafioles, o visita- dores, que la Audiencia de Lima nombraba expresamente para que realizaran viajes de inspeccién a las diferentes provincias. El objeto principal de las visitas era censar la poblacién nativa y analizar su capacidad econdémica. La minucio- sidad de los visitadores se debia principalmente al interés de la administracién colonial por conocer el potencial productivo y la fuerza laboral indfgenas. Pero, las instrucciones a los visitadores inclufan ia recomendacién de investigar las costumbres ancestrales relacionadas con los sistemas de mando y Ja organizacién social. Por consiguiente, las visitas ademas de censos, son documentos etnograficos de gran valor para el investigador moderno, Aunque inicialmente pueden parecer monétonas, repetitivas y dificiles de leer, su estudio detenidg resulta de gran utilidad para los etndlogos e historiadores de la zona andina, como bien anoté José Maria Arguedas en 1964, al prologar la edicién de la visita de 1567 a Chucuito (Arguedas, 1964: VIII). En las visitas se puede apreciar la organizacién social de las diferentes etnias y sus subdivisiones en parcialidades y ayllus sujetos a jefes nativos deno- minados curacas, matlcos o hilacatas en los idiomas andinos. Se puede observar los sistemas tradicionales que permitfan la transferencia de las tierras y ganado de gencracién en generacién. En algunas visitas como las de Hudnuco (Ortiz de Zéfliga, 1967, 1972) y de Cavana (APY, 1596, 1645), notamos que, donde el tributo exigido por la administracién espafiola inclufa productos agricolas, los curacas 0 jefes nativos hacfan trabajar a todos los indios de su parcialidad en chacras adscritas para este fin. En otras zonas como yanquecollaguas, donde el tributo no inclufa productos agricolas, es excepcional la presencia de tierras de comunidad". En general, las ticrras de los curacas y de los indios a. ellos sujetos eran de posesién individual, heredadas de padres a hijos desde tiempos “inmemoriales" (Ortiz de Zufiga, 1967: 26, 30, 59 y passim, 1972: 42, 52, 58 y passim). Las visitas a los collaguas se distinguen de otras visitas coloniales por contener datos detallados sobre tenencia, herencia, extensién y cultivos de tierras. No sabemos porque los visitadores de Collaguas registraron tanta informacién, pero el hecho que lo hicieran resulta de suma utilidad para los investigadores. Se observa que tanto los curacas como los “indios det comtin", o pueblo en general, poscfan individualmente las chacras, 0 lotes de tierras agricolas en los valles, y los pastos naturales en la zona alta denominada puna. La tenencia de ganado también era individual. La enumeracién de las chacras por topénimo y LAS VISITAS A YANQUECOLLAGUAS DE LOS SIGLOS XVI Y XVII 245 con sus respectivos cultivos permite hacer cuantificaciones de las especies culti- vadas en cada zona a principios del siglo XVII, y compararlas con los cultivos actuales en el valle del Colca (Benavides, 1987). LA PROVINCIA DE COLLAGUAS: SIGLOS XVI Y XVII La provincia colonial de Collaguas fue creada poco después de la funda- cién en 1540 de la ciudad de Arequipa, a cuya jurisdiccién estuvo sujeta (Malaga, 1977: 118). La administracién espafiola dividi6 la provincia en “repartimientos” 0 sectores administrativos que, scgiin parece, respetaban las divisiones étnicas prehispdnicas: Yanquecollaguas, Laricollaguas y Cavana. Los dos primeros grupos eran de habla aymara y se consideraban parientes entre sf, mientras que los cavana eran aparentemente un grupo étnico de otro origen e idioma (Ulloa, 1965). Por las visitas y otros documentos coloniales, se observa que durante el virreynato la divisién por repartimientos ademAs de social era también geografica. Yanquecollaguas abarcaba toda la cuenca alta y parte de la cuenca media del rfo Colca, las nacientes de la cuenca del rio Chili y una parte de las punas pertenecientes a la cuenca alta del rio Apurimac, al norte de la provincia. Larico- Haguas abarcaba la cuenca nor-occidental del Colca, la cuenca oriental del rio Molloco, afluente del Colca, y la cuenca alta de los rios Apurimac y Velille. Cavana controlaba el lado sur de la cuenca baja del Colca, 0 sea las subcuencas Hualca-Hualca y Huambo y la mayor parte de las cuencas de los rios Siguas y Yura (véase mapa). Ademés de los territorios descritos, que formaban los nticleos principales de cada repartimiento, cada grupo étnico posefa tierras en zonas alejadas. Esta formula, comin en la sociedad andina, ha sido analizada por numerosos estudio- sos. John V. Murra (1975) la ha Hamado el “control de miiltiples pisos ecolégicos", © “archipiélagos verticales". Marfa Rostworowski de Diez Canseco (1982: 242) propone el término “tcrritorialidad discontinua", ya que considera que puede tratarse tanto de tenencia horizontal como vertical. Ambos autores consideran tal f6rmula como tipicamente andina. Hay que recordar, sin embargo, que el modelo de tenencia discontinua existié tambicn en otras zonas geogréficas, por ejemplo en América central, donde los caciques aztecas posefan ticrras a dos o tres dias de camino de sus nticleos centrales (Gibson, 1964: 263-265). La territorialidad discontinua de los indios collaguas y cavana se observa a nivel tanto de los curacas como de la poblacién en general. Los pastores yanquecollaguas que habitaban las alturas tenian pastos naturales en la puna, chacras de cultivo en el valle central del Colca y tierras en el valle de Arequipa, a més de cien kilémetros de distancia de su nécleo principal. Los habitantes del valle medio del rio Colca posefan chacras dispersas dentro de la zona agricola cercana al pueblo donde residian, y frecuentemente tenian también chacras dentro del territorio de otros pueblos cercanos y/o en el valle de Arequipa. Tanto los yanquecollaguas como los laricollaguas tenfan chacras y minas de sal en la zona cavana. Habia indios yanquccollaguas y laricollaguas establecidos en forma permanente en el valle de Arequipa y en ios pueblos de! repartimiento Cavana. 2 M. A. BENAVIDES 46 ¢ a J ¥ coo Zone de estudio Cayo AREQUIPA Mapa de Arequipa y de la Provincia de Collaguas* en el siglo XVII. * Yanque, Lari y Cabanaconde aparecen como las cabeceras de los repartimientos respectivos: Yanquecollaguas, Laricollaguas y Cavana. LAS VISITAS A YANQUECOLLAGUAS DE LOS SIGLOS XVI Y XVII 247 En cuanto a los cavana, aparentemente ellos no tenfan acceso a la zona collaguas. Pero, por la Visita General de Toledo sabemos que habia indios cavana establecidos en el valle del rio Camané en la costa, donde cultivaban algodén y pescaban en el mar (Cook, 1975:227). Se observa que cada grupo o subgrupo étnico controlaba las cabeceras de las aguas que regaban sus tierras agricolas y pastizales. La mayor parte de la provincia de Collaguas correspondfa a la vertiente occidental andina, de Muvias escasas e irregulares, y el ricgo era esencial no solamente para la agricultura en los andenes cultivados en el valle del Colca, sino tambien para, los bofedales o pantanos de pastoreo en la puna. La zona principal controlada por cada reparti- miento, 0 por cada grupo o subgrupo étnico, abarcaba vastas extensiones de puna que pertencefan gencralmente a més de una cuenca. Esta caracterfstica demuestra que el andlisis que hacen actualmente algunas instituciones, dividiendo los estudios y los proyectos de desarrollo por cuencas y/o subcuencas, no corresponde necesariamente a la organizacién social tradicional. En general, aun en la actualidad, los grupos de pastores de puna tienen acceso a pastos naturales que no se limitan a una sola cuenca o subcuenca. La poblacién de cada repartimicnto de la provincia de Collaguas se subdi- vidfa socialmente cn dos parcialidades o "mitades": Hanansaya 0 parte alta y Urinsaya 0 parte baja. Los espaiioles utilizaron el nombre de “cacique”, término de origen caribefio, para los curacas principales Hanansaya y Urinsaya. Para los jefes de los rangos inferiores mantuvicron los términos andinos de curaca, mallco @ hilacata, e introdujeron las expresiones castellanas de “principal” y "mandén". Ademés, los espaftoles crearon la categoria de “alcalde" en los pueblos que fundaron, funcién que también fue asumida por los curacas. En las visitas a Collaguas se observa que los curacazgos eran hereditarios de padre a hijo o de hermano a hermano. En general, los curacas declaraban mas ticrras y/o ganado que los “indios del comin". En 1591, algunos caciques tenfan ademés extcnsiones considerables de tierras agricolas y pastizales "no empadro- nadas" (Pease, 1977b: 340-341, 419-420), posiblemente “composiciones" de tierras otorgadas por la administracién espafiola. La divisién social en parcialidades o “mitades" era prehispénica, tipica de la organizacién social tanto de los incas como de otros grupos étnicos andinos. Su importancia estribaba en cl mayor poder del cacique Hanansaya (Rostworowski, 1983: 114-118). Por las visitas a Collaguas (Pease, 1977b; Galdos, 1984; APY, 1596-1645), a Chucuito (Diez de San Miguel, 1965) y a Hudnuco (Ortiz de Zcifiiga, 1967, 1972) sabemos que la divisién social por parcialidades no tenia conotacién geografica, es decir que no significaba que los dos grupos habitaran diferentes Zonas ecolégicas. Al contrario, se observa que los miembros de ambas parciali- dades ocupaban todo cl territorio de un mismo repartimiento. Las tierras agricolas de los indios yanquecollaguas, tanto Hanansaya como Urinsaya, estaban entreveradas. Después que la poblacién nativa fuera “reducida" 0 concentrada en pueblos en la década de 1570, los indios Hanansaya y Urinsaya, tanto collaguas ‘como cavana, compartieron los pueblos coloniales, no encontréndose ningtin pueblo que fuera habitado exclusivamente por indios de una sola parcialidad (Benavides, 1988b). 248 M.A. BENAVIDES Cada parcialidad se dividia a su vez en ayllus, cada uno sujeto a su respectivo curaca, Los ayllus tenfan diferentes categorfas, que generalmente se reflejaban en el niimero de su poblacién y en la cantidad de las tierras y ganado camélido que posefan. El curaca principal del ayllu més importante, o Collana, era a la vez el cacique de toda la parcialidad. El cacique principal Hanansaya era “gobernador” del repartimiento y tenfa ciertas prerogativas sobre el cacique Urinsaya, aunque no intervenia directamente en 1a jurisdiccién de la poblacién Urinsaya. Residia en Yanque, capital de provincia, y como gobernador tenia autoridad sobre el cacique principal laricollaguas, cuya sede era el pueblo de Lari, y sobre el cacique principal cavana, cuya sede era Cabanaconde. El modelo jerérquico collaguas corresponde al andlisis que hizo Paul Kirschhoff (1949) de los grupos andinos prehispdnicos, lo que sugiere que los collaguas conservaron su organizacién antigua por lo menos durante el primer siglo de la colonia. Francisco Pizarro, quién conquisté el Pert en 1532, “encomends" la pobla- cién de la provincia de Collaguas a sus compafieros de armas, segtin la costumbre colonial. A Gonzalo Pizarro, su hermano, encomendé la totalidad del repartimiento Yanquecollaguas. Los otros dos repartimientos, Laricollaguas y Cavana, fueron encomendados por parcialidades a cuatro compafieros de Pizarro (Malaga, 1977: 94-96). Cada encomicnda consistia en la consignacién de uno 0 més caciques, con los indios a ellos sujetos, ¢ incluia los indios asentados afuera de la provincia: en el caso de los yanquecollaguas y laricollaguas, los indios residentes en la zona cavana y en el valle de Arequipa; en el caso de los cavana, los indios que vivian en el valle de Camana (Cook, 1975: 217-227). Como es bien sabido, los encomenderos percibfan tributo y servicios personales de los indios encomendados, pero no les era permitido apropiarse de las ticrras de los indigenas. Los encomenderos asumian la obligacién de contratar curas doctrineros para ensefiar la religién catélica a los indios de su encomienda. La doctrina yanquecollaguas fue encargada a la orden religiosa franciscana que establecié un convento en Yanque, con un padre guardian o director, y siete u ocho frailes que tenfan a su cargo las parroquias de los varios pueblos. En 1558, luego de la rebelién y muerte de Gonzalo Pizarro, la encomienda de Yanquecollaguas pasé a Francisco Noguerél de Ulloa, quien, en 1559, desistié de su encomienda a cambio de una pensién en Espafia donde habia fijado cia. A partir de 1562, el repartimicnto de Yanquecollaguas pasé a ser strado directamente por el corregidor de la provincia como pertenencia de la Corona Real (Malaga, 1977: 97-102). En los documentos se observa que, a partir de 1562, para designar a los yanquecollaguas se utilizaba tanto el término étnico como el de “indios de Collaguas de la Corona Real’. Todos los documentos histéricos a que nos referiremos en este articulo son fechados después que este repartimiento dejara de ser encomienda y pasara a tributar directamente a la Corona Real. . LAS VISITAS A YANQUECOLLAGUAS DE LOS SICLOS XVI Y XVII 249 DOCUMENTOS TEMPRANOS DE LA PROVINCIA DE COLLAGUAS EI primer documento conocido con informaciones precisas sobre la provin- cia de Collaguas es la Visita General del virrey Francisco de Toledo, realizada en la década de 1570, que se coordiné con un vasto programa de reubicacién de la poblacién dispersa en el campo a “pucblos de indios” 0 "reducciones". Solamente se ha conservado el resumen de la Visita General de Toledo (Cook, 1975). Aunque incompleto, el documento conticne toda la parte que se reficre a la jurisdiccién de Arequipa. La Visita General de Toledo fue el modclo para todas las visitas subsi- guientes. Se realizé por repartimicntos, arrojando las siguicntes cifras de poblacién para la provincia de Collaguas: Yanquccollaguas tenia 18,548 habi- tantes, Laricollaguas 11,230 y Cavana 6,048. Estas cifras inclufan los indios collaguas asentados en cl valle de Arcquipa y los indios cavana en el valle de Camané (Cook, 1975: 217-227). Segin estos datos, los yanquecollaguas representaban aproximadamente el 51 por cicnto de la poblacién de la provincia, los laricollaguas cl 32 por ciento, y los cavana el 17 por ciento. La Visita General de Toledo cstablecié el tributo que debian pagar los indios de cada repartimicnto. El tributo colonial no era un porcentaje de la produccién sino una cantidad fija de productos y/o de plata calculados sobre el nuimero de “tributarios", es decir indios varones hdbiles para el trabajo entre las edades de 18 y 50 afios. Al néimero total de tributarios se restaban los caciques principales. En el caso de los yanquccollaguas, se resté 18 caciques Hanansaya y 12 Urinsaya, "reservados" de tribulo y asalariados. El tribulo anual yanque- collaguas fue establecido cn 2 pesos por tributario, aproximadamente una pieza de ropa de abasca o de lana corricnte por tributario y un numero global de cabezas de ganado camélido: 481 cabezas Hanansaya y 295 cabezas Urinsaya (Cook, 1975: 217-218). El tributo se pagaba por mitades -en la fiesta de San Juan en junio y en la fiesta de Navidad en diciembre (Cook, 1975: 5)- y la entrega de la suma total cra responsabilidad de los caciques. Toledo considers que si la poblacién aumentaba durante los afos entre visilos, los indios tendrfan una ventaja, y si disminufa, tendrian una mayor carga a nivel individual, compensdndose un caso con cl otro (Cook, 1975: 8-9). Pero, como se sabe, durante los primeros dos siglos de dominacién espafiola la poblacién andina cayé constantemente por las cpidemias de enfermedades curopeas y porque los indios se ausentaban para no servir cn la mita. Como consccuencia de la despoblacin, los caciques pedian revisitas cn que pudicran demostrar la merma de los indios de su jurisdiccién para lograr una menor tasa de tributo, ya que la tasa se mantenia fija hasta nueva revisita. Al faltar tributarios, los caciques se veian obligados a poner cl déficit de su propio peculio 0 a recargar en exceso a los indios supérstites, Las frecuentes revisitas a Collaguas se deben ciertamente a los pedidos de los caciques de la provincia (Pease, 1977a: 131-132). Cronoldgicamente hablando, cl documento perteneciente a los collaguas y posterior a la visila de Toledo es la “Relacién de la Provincia de los Collaguas" de 1586, redactado por el corregidor Juan de Ulloa Mogollén (Ulloa, 1965). Como su nombre lo indica, este documento no es una visita, 0 censo, sino una descripcin geografica y social de la provincia, que ha sido analizado por muchos etnohistoriadores por la valiosa informacién que proporciona. Segtin explica Ulloa, 250 M. A. BENAVIDES la provincia de Collaguas era habitada por dos grupos étnicos, los collaguas y los cavana. Los collaguas tenfan por “lengua gencral” el aymara y practicaban la deformacién crancana en punta. Los cavana hablaban un dialecto del quechua y practicaban la deformacién craneana "ancha y chata”. La etnia collaguas se subdi- vidfa en un grupo mds importante, los yanquecollaguas, y otro grupo unido al primero por lazos de parentesco, los laricollaguas. Los cavana no tenfan una divisién equivalente a la formula Yanque/Lari de los collaguas. Toda la provincia era gobernada por el sistema de tres ayllus, Collana, Pasana y Cayao. A los documentos mencionados siguen las “revisitas", término aplicado a las visitas posteriores a la de Toledo, y que cubren el periodo 1591-1667. Las visitas registraban exclusivamente la poblacin Hamada “originaria" de la provin- cia. No inclufan a los residentes espafioles, mestizos e indios "forasteros", 0 migrantes de otras provincias, ni sus ticrras y ganados, ya que estos sectores de la sociedad no estaban sujetos a los caciques locales y por tanto, no estaban obligados al tributo ni a la mita collaguas 0 cavana. Pero, es probable que en el perfodo estudiado, la presencia de habitantes no originarios en la provincia fuera minima (Cook, 1982; 25) Una de las preocupaciones principales del virrey Toledo en la década de 1570, fue la organizacién de la mano de obra indigena para scrvir en las minas, en modo particular las famosas minas de plata de Potosf. Este servicio se llamé “mita", que significaba turno en quechua y aymara, ya que tedricamonte un séptimo de los indios tributarios de cada repartimiento debfa servir por turnos de seis meses cn las minas, sicndo luego remplazado por otros mitayos (servidores por turno) del mismo repartimiento. El scrvicio de la mita se mantuvo durante toda la época colonial. Durante las primeras décadas de 1a colonia, la provincia de Collaguas no estuvo sujeta a la mita minera, sino a la Hamada "mita de plaza” de la ciudad de Arequipa, que consistia cn la construccién de casas, iglesias, conventos y puentes de esta ciudad y en el scrvicio de los corregidores, encomenderos y conventos. Después de 1625, afio on que se descubricron las minas de plata cerca del pueblo de Caylloma al norte de la provincia, se desvié una parte de la mita collaguas a esta rogién. Las visitas a yanquecollaguas de 1591, 1604 y 1615-1617 son ante- riores a la mita minera y mencionan solamente la mita de plaza en Arequipa y los “servicios personales” a los caciques. El fragmento de visita publicado por Galdos (1984: 103-152) es posterior al descubrimiento de las minas de Caylloma. Trata especificamente del pucblo de Callalli y refleja la despoblacién causada por la mita minera, por lo menos en este pucblo de la puna yanquecollaguas. LAS VISITAS A YANQUECOLLAGUAS Cada una de las visitas se realizaba a un repartimiento y a una parcia- lidad: Yanquecollaguas, Laricollaguas o Cavana, Hanansaya o Urinsaya. Las visitas conocidas a Yanquecollaguas son las de 1591 en las que se visité ambas parcialidades (Pease, 1977b), la de 1604 en la que se visit6 Urinsaya, y la de 1615- 1617 on la que se visits Hanansaya. El fragmento de visita de 1667 fue a Hanansaya (Galdos, 1984). LAS VISITAS A YANQUECOLLAGUAS DE LOS SIGLOS XVI Y XVII 251 Como ya se ha explicado, cada parcialidad abarcaba todo el repartimiento respectivo. La poblacidn de ambas parcialidades tedricamente estaba reducida en pueblos que el visitador debfa recorrer uno por uno, En primer lugar, mandaba a un pregonero a avisar a los curacas de un pueblo determinado para que reunie- sen toda la poblacién en la plaza en una fecha estipulada. Luego, el visitador se desplazaba al pucblo con su comitiva, que consistfa de un escribano, un intérprete, el cura encargado de la doctrina del pueblo, algunos testigos espafioles y el cacique principal de la parcialidad. Las visitas se efectuaban por ayllu que, segtin Ulloa (1965), eran tres: Collana (0 Collona), Payan (0 Pasana) y Cayao. Pero, en los documentos se observa un ntimero mayor de ayllus o patacas. Aparentemente, la mayoria de éstos eran subdivisiones de una de las tres categorias basicas. No todos los pueblos tcnfan ayllus de las tres categorfas, pero se empezaba normalmente con el ayllu principal. Todas las revisitas a Collaguas obedecen al modelo establecido por la Visita General de Toledo. Luego de una advertencia a los caciques y a los indios de los castigos que se impondrian por encubrir el ntimero de indios o de tierras agrf- colas y ganados, se prosegufa a empadronar a los habitantes por ayllu, empezando por los caciques y curacas, algunos de los cuales eran "reservados" del tributo y otros pocos asalariados. Luego se empadronaba a los indios “del comin’, por categorfas, empezando por los tributarios casados y sus familias. Las visitas a Yanquccollaguas de 1591 estin publicadas-en Collaguas I (Pease, 1977). A continuacién describiré las visitas inéditas de 1604 y 1615-1617 que se encuentran en el Archivo Parroquial de Yanque, el cual est depositado actualmente en el Archivo Arzobispal de Arcquipa. La visita inédita de 1604 a Yanquecollaguas Urinsaya consta de 292 folios. Empieza en el folio 53, al final de la visita a Yanque. Contiene completa la visita a los pucblos de Coporaque, Tuti, Tisco, Civayo 0 Sibayo, Callalli y Canocota, y se trunca en el segundo ayllu de Achoma. Evidentemente, le falta el resto de Achoma, probablemente Chivay, y la seccién de Maca y de los pucblos cavana donde sabemos que habia fragmentos de ayllus yanquccollaguas Hanansaya. EI cacique principal de toda la parcialidad Urinsaya era don Juan Guasuri y la "segunda persona” don Francisco Inga Pacta. Por el contexto, se entiende que la segunda persona compartia las responsabilidades del cacique principal. En el caso particular de don Francisco Inga Pacta, sabemos por la visita de 1591 (Pease, 1977b: 192) que fuera regente por don Juan Guasuri cuando éste heredé el cacicazgo sicndo atin nifio. Don Francisco habla sido uno de los caciques Urinsaya ya cn 1586, cn ocasién de la “Relacién” de Juan de Ulloa y Mogollén (1986: 333). Hay que recordar que los espafioles acostumbraban dar el titulo de “don” a los caciques de parcialidades y curacas de ayllus. El Liconciado Juan de Rivero fue cl Juez Visitador y Bernardino de Balbuena el escribano. Esta visita complementa la visita a Yanquecollaguas Urinsaya de 1591, publicada por Pease (1977b: 191-406). La visita a Yanquecollaguas Hanansaya de 1615-1617 consiste de 340 folios que no obedecen a una sccuencia cronolégica. Empieza en el folio 303 hacia el final de la visita a Achoma, sigue con los pucblos de Maca, Civayo o Sibayo, 252 M. A. BENAVIDES Tuti, Lluta, Guanca o, Huanca, y se trunca en el segundo ayllu de Chivay. Obsérvese que Lluta y Huanca pertenecian al repartimiento Cavana, pero tenian algunos habitantes yanquecollaguas. El cacique principal de toda la parcialidad Hanansaya era don Juan Ala Noca y la "segunda persona” don Diego Cassa. Estos dos personajes figuran también en la “Relacin” de 1587 (Ulloa, 1965: 333). El visitador fue el Capitén Gerénimo de Pamanes, corregidor de la provincia, y los escribanos fueron Benito Luis de Texeda y Luis Jorge. Esta visita complementa el fragmento de aquella publicada por Pease (1977b: 407-452) y el fragmento de la de 1667, publicada por Galdos (1984: 103-152). Los dos documentos descritos tienen numerosas anotaciones marginales de fechas posteriores a las visitas mismas. Es evidente que en el perfodo 1615-1617 no se realiz6 una visita detallada a Yanquccollaguas Urinsaya, contentandose el visitador en anotar los cambios demograficos y de tenencia de tierras Urinsaya en forma resumida, cn el margen del documento de 1604. Las anotaciones margi- nales de la visita de 1604 son por tanto once o doce afios posteriores a la misma. En el caso de la visita a Yanquecollaguas Hanansaya de 1615-1617, aparentemente las anotaciones marginales son de 1645, fecha en que se realizé una visita a Cavana Urinsaya (véase Ancxo: Relacién de las visitas a la provincia de Collaguas). Las anotaciones marginales extempordncas de esta visita serfan por lo tanto 30 afios posteriores a la misma, La visita a Yanquccollaguas Hanansaya de 1667 es la ultima que se conoce para la provincia, El fragmento publicado por Galdos (1984) contiene solamente el pucblo de Callalli. ORGANIZACION SOCIAL: REPARTIMIENTOS, PARCIALIDADES, AYLLUS Las visitas a la provincia de Collaguas traen muchos datos que permiten profundizar la valiosa informacién contenida en la “Relacién” de 1587 de Juan de Ulloa Mogollén (1965). Numerosos investigadores han utilizado este documento en el andlisis de las estructuras sociales andinas. R. Tom Zuidema hizo uso de la "Relacién” de Ulloa y de un censo de 1616 de los ayllus Urinsaya del pucblo de Tuti, en su estudio de la organizacién social collaguas. Segiin él, la divisién de los collaguas en dos sectores, Yanque y Lari, es una divisién Hanan/Urin. A su vez, la divisién de ambos grupos en dos parcialidades daria una cuadriparticién de la etnia collaguas (Zuidema, 1964: 116-117). Zuidema no incluye a los cavana en su anilisis. Sin embargo, las leyendas recogidas por Ulloa indican que la presencia de los cavana en el valle del Colca era igualmente antigua que la collaguas. Franklin Pease (1977a: 141) rescata la importancia cavana proponiendo una divisién estructural entre los ‘collaguas y los cavana. Pero, la desproporcién numérica entre los dos grupos étnicos parece contradecir este planteamiento. A su vez, Maria Rostworowski de Diez Canscco (1983: 121-123) propone una triparticién de la provincia, formada por la divisidn del sefiorfo a la que en algtin momento se junté otro grupo étnico. Esta interpretacién es mas acorde con los datos que encontramos en Ulloa y en las visitas. LAS VISITAS A YANQUECOLLAGUAS DE LOS SIGLOS XVI Y XVII 253 En este trabajo propongo la hipétesis que la estructura de la provincia de Collaguas era tripartita desde épocas antiguas, sobre el modelo de los tres ayllus, Collana, Payan y Cayao. Sogtin esta hipdtesis, cl sector Yanquecollaguas corresponderia a Collana, el sector Laricollaguas a Payan, y el sector Cavana a Cayao. De acuerdo al simbolismo encerrado en estos tres términos, Collana serfa el mejor, el mds valioso, el principal, y se relacionaria con el cacicazgo de més poder. Paydn seria la etnia de la esposa de Collana, vinculada por lazos de parentesco a Collana, o también el ayllu intermedio entre Collana y Cayao. Cayao seria “los de afucra", los enemigos, 0 también los conquistados, los sometidos o la poblacién originaria. No hay duda que si se quiere considerar la provincia colonial Collaguas dentro del esquema Collana, Payan y Cayao, los yanquecollaguas cumplian la primera de las funciones. La "cabecera" de los yanquecollaguas era capital de toda la provincia y el cacique principal yanquecollaguas era su "gobernador". Segtin explica Ulloa, Yamqui significaba “cacique poderoso", y Lari "tfos o deudos", pero también caciques, es decir el grupo de parentesco por matrimonio, © el sector en que los caciques yanquccollaguas tomarian sus esposas. En la hipétesis propuesta, los laricollaguas formarian el sector Payan y los cavana, grupo més pequefio y de diferente idioma y origen, conformarian el sector Cayao. Recordaremos que, segtin Ulloa (1965), tanto los collaguas como los cavana habfan migrado al valle desde otras zonas someticndo a la poblacidn originaria. Los pueblos menores de la zona baja del valle, donde en 1587 todavia se hablaba dialectos individuales, parecen confirmar esta versiGn. Sin embargo, por la "Rela~ cién" misma y por las visitas, parece que en 1587 la poblacin “autéctona” habia sido absorbida en los ayllus collaguas y cavana, lo que presupone Ia existencia temprana de cxogamfa entre “vencedores” y “vencidos”. En las visitas, se observa que cada repartimiento era endogamico, es decir que no se realizaban matrimonios entre los yanquecollaguas y los laricollaguas. Luogo, durante la 6poca estudiada, la relacién Collana/Payan de los dos grupos collaguas seria simbélica y no exogémica. Tampoco se efectuaban matrimonios entre los collaguas y los cavana. Este esquema corresponde al anélisis de John Rowe (1946) y de Paul Kirschhoff (1949) quienes sosticnen que los grupos sociales andinos, etnfas, parcialidades y ayllus eran mayormente endogdmicos. Desde luego, la denominacién que presupone exogamia y el argumento de Ulloa sobre el parentesco Yanque/Lari parecen contradccir la endogam{a que se encuentra en las visitas y en los plantcamientos de Rowe y Kirschhoff. Pero, recordemos que este iiltimo aclara que la jerarquia andina frecuentemente Hevaba nomenclaturas propias de categorias de parentesco, aun sin serlo. Segiin Kirschhoff, la explicacién de esta aparente contradiccién estriba sea en origenes pretéritas de estructuras de parentesco, sea en imposiciones fordneas. Kirschhoff observa también que las poblaciones andinas solfan atribuir el establecimiento de estas categorias a la dominacién incaica, aunque en realidad podian ser anteriores a ella. En efecto, Ulloa anota que los caciques collaguas le informaron que la estructura tripartita de los ayllus habfa sido impuesta por los incas. En las visitas se observa que en los pueblos ubicados en los Ifmites entre uno y otro grupo étnico, se encontraban unidades domésticas pertenecientes a ayllus de ambos grupos. Asf por ejemplo, en Maca, que era el tinico pueblo laricollaguas al sur del rio Colca, habia habitantes yanquecollaguas y cavana 254 M. A. BENAVIDES ademés de los ayllus mayoritarios laricollaguas. En Pinchollo, pueblo cavana, habia tambien laricollaguas. Este fenémeno pucde ser consecuencia de las reducciones forzadas de poblaciones dispersas a pucblos de indios, en que no se consideraba la afiliacién étnica sino la ubicacién de las poblaciones cercanas al pueblo colonial. También se observa que algunos indios yanquecollaguas tenian tierras en Ichupampa, pucblo laricollaguas, en la ribera norte del rio. Sin embargo, no se nota casos de matrimonios entre miembros de los diferentes grupos o subgrupos étnicos. Cada repartimiento cra endogémico, por lo menos durante la época que nos interesa. Tanto los yanquccollaguas como los laricollaguas tenfan tierras, minas de sal y fragmentos de ayllus (mitimacs?) en la zona cavana. No se producfa lo mismo entre los dos grupos collaguas, y los cavana no tenfan acceso a tierras collaguas, ni habfa indios cavana en las zonas collaguas. Esta caracteristica parcce indicar una supcrioridad de los collaguas sobre los cavana. Desde luego, los cavana no se consideraban inferiores a los dos grupos collaguas, ni conquistados por ellos. Scgtin sus leyendas referidas por Ulloa (1965), los cavana habrian migrado desde el nevado Hualca Hualca al valle del Colca, conquistando y desplazando a los lugarefios, ast como los collaguas decfan haber migrado desde cl volcan Collaguata, cerca de la provincia de Velille, conquistando y desplazando a Ia poblacién del valle. El antropslogo Paul Gelles (comunicacién personal, 1987) ha observado que en la actualidad los habitantes de Cabanaconde se expresan con cierto desprecio de los habitantes de la zona alta del valle del Colca, que corresponderfa a la zona colonial collaguas. Como ya se ha anotado en este trabajo, la provincia de Collaguas repre- senta un modclo de la territorialidad discontinua. Toda la poblacién tenia lotes de tierra en forma entreverada con los lotes de los miembros de otros ayllus de la misma o de la otra parcialidad. En un estudio de los topénimos que aparecen en las visitas coloniales a Coporaque, se ha procurado establecer ctial era la zona en que sembraban los indios Hanansaya y ctial los Urinsaya de este pueblo: se ha encontrado una tenencia de ticrras "salpicada". En la mayoria de los top6nimos de Coporaque habfa chacras de ambas parcialidades. Los pocos topénimos en que se observaba presencia exclusiva de una parcialidad estaban dispersos entre otros que pertenccian a la otra parcialidad 0 que eran compartidos por ambas parcialidades (Benavides, 1986). Al querer comparar los resultados de este estudio con Ia situacién actual, se ha encontrado que ahora también la tenencia de ambas parcialidades es salpi- cada, pero hay falta de continuidad en la tenencia Hanansaya o Urinsaya o de ambos en determinados topénimos. Este cambio puede deberse a las modifica- ciones en las estructuras de poder y/o en el criterio para juzgar el valor de las tierras, ya que actualmente en Coporaque se sicmbra mayormente cebada y alfalfa, y en menor cantidad el mafz y la quinua que eran los productos agricolas casi exclusivos en los siglos XVI y XVII (Ibid.). En las visitas se observa la misma caracterfstica a nivel de pueblo: no habfa pucblos con ayllus de una sola parcialidad que dieran a entender que existfa alguna zona de pertenencia exclusivamente Hanansaya o Urinsaya. Habfa equivalencia de la poblacién de ambas parcialidades, tanto en los pucblos de puna como en los del valle del Colca. En cuanto a la posesién de tierras yanquecollaguas en la zona cavana y en el valle de Arequipa, se producfa el LAS VISITAS A YANQUECOLLAGUAS DE LOS SIGLOS XVI Y XVIT 255 mismo fenémeno: ambas parcialidades tenian extcnsiones similares fuera del ropartimicnto y en zonas menos expuestas a las heladas caracterfsticas del valle del Colca. Esta informacién confirma el planteamiento de John V. Murra (1975) que sostiene que cada grupo étnico procuraba la autosuficiencia por medio del control de multiples pisos ecolégicos. En el caso de los yanquecollaguas, se puede decir que cada ayllu, y con més raz6n cada parcialidad, aspiraba a la autosufi- ciencia por medio de dicho control. Sogtin Ulloa (1965), la estructura social més importante era la division social en los tres ayllus ya mencionados. El especifica que cada ayllu comprendia 300 “indios". Se pucde suponer que por indio se deba entender 300 varones adultos 0 jefes de familia, segtin el criterio prehispénico que denominaba los indios de esta categoria "hatun runa” (hombre grande), Durante la colonia se mantuvo un criterio parecido, que correspondia aproximadamente a "tributario". Sin embargo, en las visitas encontramos ntimeros irregulares de tributarios en los ayllus. No sabemos si el ntimero indicado por Ulloa fuera simbélico, y por tanto no se deba interpretar literalmente, 0 si estos ntimeros irregulares se deban a cambios demogréficos causados por las cpidemias que diezmaron a la poblacién, con eventual restructuracién de los ayllus. Pero, podemos suponer que ya en &pocas prehispdnicas se producian cambios demogréficos que impedian que se mantuvicra estrictamente el ntimero de 300 hatun runa en cada ayllu. Como ha sefialado Zuidema (1964: 117), cada ayllu -Collana, Payan y Cayao- se subdividfa de nuevo en tres, también denominados Collana, Payan y Cayao. Cada una de estas subdivisiones Hevaba también la nomenclatura Pataca, término aymara cquivalente al quechua pachaca, que significa cien. Las subdivisiones de las tres categorias confirman lo enunciado por Ulloa, ya que tres pachacas en cada ayllu equivale a 300 indios, aunque de nuevo se observa que las patacas no correspondian exactamente a 100 tributarios. Sogiin Zuidema (1964: 117), para evitar confusién en la nomenclatura de los ayllus, sc utilizaba sinénimos en los nombres compuestos. En efecto en el caso de los ayllus Urinsaya, la nomenclatura doble es relativamente clara. Pero, en el caso Hanansaya, cs més dificil reconocer la ubicacién jerérquica de los ayllus. Recordaremos que Mallco cra sinénimo de Collana, y Pahana o Pallana era la forma aymara de Payan. Taypi, equivalente al quechua chaupi, significaba inter- medio (Bertonio, 1984; 340) y era por tanto sinénimo de Payan. En algunos casos, el nombre del lugar de origen anteccdia al nombre o los nombres del ayllu. Para mayor claridad, acompafio la lista de los nombres de los ayllus Urinsaya y Hanansaya yanquccollaguas de los pucblos donde se encuentran, segtin aparecen on las visitas inéditas de 1604 y 1615-1617, y que coinciden con Ia informacién en las visitas de 1591 (Pease, 1977b) (ver Cuadros 1, 2, 3 y 4, al final del artfculo), En las visitas se observa que los caciques principales de los ayllus Collana, tanto Hanansaya como Urinsaya, residian en Yanque, capital del repartiniiento y de la provincia. Eran jefes de todos los curacas de su parcialidad y tenfan inge- rencia en todos los asuntos de la misma, El cacique principal Collana Hanansaya era no solamente jefe de su ayllu y de su parcialidad, sino también gobernador de todo el repartimicnto Yanquecollaguas y de toda la provincia de Collaguas. Toda la estructura social cra fuertemente jerarquizada, como lo habia sido ya en la 6poca prehispénica. Maria Rostworowski de Dicz Canseco se ha ocupado de las jerarquias prehispénicas a nivel provincial y su andlisis es ciertamente 256 M.A. BENAVIDES aplicable a los collaguas (Rostworowski, 1976). En la época que nos interesa, habja diferentes niveles de poder entre los curacas de los diversos ayllus, y dentro de cada ayllu existfa una marcada diferenciacién en la tenencia de tierras y ganado. Los curacas y sus familiares ejercian no solamente las funciones rela- cionadas con el tributo y la mita, sino que tenian también acceso a las funciones civiles coloniales de alcalde, regidor y escribano, y al servicio de la iglesia, como sacristanes y maestros cantores, cargos que los exoneraban de Ja mita. En ambas visitas inéditas a Yanquecollaguas hay observaciones que demuestran la gran mortandad de los indigenas, y también la frecuencia con que ellos se ausentaban voluntariamente. TeSricamente los indios ausentes segufan sujetos a pagar el tributo en su ayllu natal, pero los caciques no siempre sabfan donde encontrarlos. Se observa que la ausencia aun de muchos afios no era motivo para que un indio perdiera sus chacras, que segufan produciendo. No sabemos si los indios ausentes se beneficiaban en algo de sus tierras. Es posible que existfa un sistema parccido al actual, en que los campesinos que se ausentan de los pucblos del Colca encargan sus ticrras a los parientes, quienes las cultivan TENENCIA Y HERENCIA DE TIERRAS. Es importante enfatizar que en las visitas a Collaguas, los medios de produccién, agricultura y ganaderia camélida, aparecen como perteneciendo a los individuos o a las unidades domésticas frecuentemente denominadas “casas”: un hombre casado con o sin hijos menores. No figuran ticrras ni ganado propios del ayllu o de la parcialidad. Solamente extrapolando la informacién relacionada con las posesiones de determinados caciques y de los indios a ellos sujetos, se puede expresar el concepto de territorialidad del ayllu, de la parcialidad 0 del grupo étnico. La tinica excepcién son las tierras que declararon los caciques en 1591, o tierras “no empadronadas", anotadas como “tierras de los caciques y de sus ayllus” o "y del comin de sus indios” (Pease, 1977b: 340-341, 419-420), Es evidente que los caciques ejercfan un fuerte dominio sobre "sus" indios. En dltima instancia, eran ellos los que determinaban quiénes debfan servir en la mita, Los caciques tenfan ingerencia en la reasignacién de las tierras consideradas “vacas" por defuncién de los indios sin descendencia directa, y reasignaban, parte de las tierras de los que cesaban como tributarios al cumplir los 50 afios. EI conso de la poblacién se iniciaba con las unidades domésticas, es decir los hombres casados con o sin hijos, comenzando con los curacas y sus parientes y siguiendo con los “tributarios casados’, es decir los varones entre las edades de 18 y 50 afios. Cada unidad doméstica figuraba con el nombre y edad del hombre, de la esposa y de los hijos menores. Los hijos e hijas mayores, aunque solteros, figuraban bajo otro rubro. Frecuentemente se observa que la edad de la esposa era igual a la del esposo. Este formulismo podia ser debido a la necesidad de determinar si el hombre era 0 no tributario, mientras que las mujeres no eran tributarias y su edad era solamente referencial. Podia también reflejar el concepto andino de edades funcionales mas que cronolégicas, segtin ilustré gréficamente el cronista Felipe Guaman Poma de Ayala (1983 (1): 168-209). LAS VISITAS A YANQUECOLLAGUAS DE LOS SIGLOS XVI Y XVII 257 Al final de la enumeracién de los miembros de la familia, se anotaban las suertes 0 chacras de cultivo y el ganado de la unidad doméstica. A veces se apuntaba el origen de las ticrras: si eran heredadas del padre, de la madre, de un tio 0 tia, 0 adquiridas por compra o por reparto de tierras de un miembro del mismo ayllu fallecido sin dejar herederos. En algunos casos se especificaba cudles chacras pertenecian a la esposa. Se observa que la herencia era tanto por linea feminina como masculina y que los padres ancianos hacian entrega anticipada de una parte de sus tierras a los hijos e hijas, tal como se hace hasta el presente en el valle del Colca, A los tributarios casados seguian los tributarios soltcros y viudos, con sus respectivos hijos menores, si los tenian, y sus chacras y ganado; luego los viejos e impedidos, las viudas y solteras, y los huérfanos y huérfanas, siempre por nombre y edad, con sus ticrras y ganados. Se observa que la tenencia de tierras no era correlacionada con las necesidades de la unidad doméstica, ya que habfa casos de niflos huérfanos, de solteros o de viudas sin hijos que tenian més tierras y ganado que algunas familias numerosas. En general, los caciques y sus familiares poseian més tierras que los indios “del comin”. Pero, también entre las familias “del comin” habia estratificacién en tenencia de ticrras y ganado, hecho normal en Ja zona andina (véase por ejemplo Diez de San Migucl, 1965) y que se sigue observando actualmente en el valle del Colca (Benavides, 1988a; Valderrama y Escalante, 1988: 38-41). En las visitas a Collaguas, las suertes 0 chacras eran definidas por su extensién, normalmente llamada topo, medio topo 0 cuarto de topo. Los docu- mentos no explican este término, pero se puede suponer que correspondia a la definicién actualmente utilizada en la zona de Arequipa y Caylloma, segiin la cual el topo equivale a 3,496 metros cuadrados, 0 poco més de un tercio de hectdrea. Sin embargo, es probable que en el pasado, ast como en la actualidad, las medidas de ticrras fueran aproximadas y no exactas. Los lotes, suertes o chacras de las unidades domésticas estaban dispersos dentro, y algunas veces afucra, del territorio supuestamente asignado a cada pucblo. Es raro encontrar chacras de una extensién mayor de un topo. La deno- minacién mds frecuente ra la de un cuarto de topo. Las tierras de los caciques, que generalmente consistfan de cinco 0 més topos de tierras, eran formadas mayormente de lotes chicos dispersos en diferentes top6nimos. La férmula de tenencia dispersa de ticrras respondfa a la necesidad del miltiple control de diferentes nichos ecolégicos (Murra, 1975) aun dentro de una zona restringida, donde la topografia accidentada, las variaciones climatolégicas, las diferencias en el acceso al agua de ricgo y en Ia calidad del suclo permitfan condiciones diferentes incluso en zonas contiguas. Pero, también podia tener un contexto estratégico y politico, Las visitas demucstran que el actual sistema de tenencia de lotes dispersos aun dentro del territorio de un pueblo, tanto en el Colca como en otros valles andinos, tiene origenes antiguos, y que no resulta necesariamente del fraccionamiento por herencia. Los casos excepcionales de consolidacién de. ticrras agricolas que se observan actualmente en el valle det Colca, provienen de la introduccién relativamente reciente de sembrios comer- ciales (alfalfa y ccbada cervecera) en manos de terratenientes gencralmente radicados en Arequipa. 258. M. A. BENAVIDES LAS REDUCCIONES TOLEDANAS O PUEBLOS DE INDIOS EI sistema colonial espafiol inclufa un programa de reducciones -término que significaba reunir la poblacién dispersa a pucblos de indios llamados también reducciones- cuyo objeto declarado era ejercer un mayor control social e indactri- nar los naturales en la fe cristiana (Gibson, 1964: 283). Segin el ideal espafiol, cada pucblo de indios 0 reduccién debfa tener una plaza central con una iglesia, una alcaldfa y otros cdificios para la administracién civil. Las calles debfan ser rectas, trazadas a cordcl, y cada manzana resultante debia subdividirse en lotes 0 solares de vivienda unifamiliares, cada uno con suficiente espacio para una casa y una huerla. Desde un primer momento, los colonizadores intentaron establecer este sistema y lo lograron en parte. El virrey Toledo fue quien tuvo més exito en el programa de las reducciones andinas, coordinado con la Visita General de la década de 1570. El programa de reducciones a pucblos habia tenido un antecedente en la dominacién de los incas, quienes tambien habian desalojado las poblaciones dispersas, rubicéndolas en pequefios pucblos, y organizando centros adminis- trativos y rituales en cada provincia y subdivision de provincia (Rowe, 1946). En cl valle del Colca, zona central de la provincia de Collaguas, existen ruinas de pucblos que han podido ser protoreducciones incaicas y/o espatiolas pretole- danas. Segtin Shea (1987), las ruinas de varios pucblos prehispanicos en la zona de Achoma, en el valle del Colca, son de la época de la dominacién incaica y el resultado de la reubicacién de la poblacién nativa. Las reducciones toledanas concentraron los habitantes de estos pucblos chicos en otros mayores. En la década de 1570, se fundaron numerosas reducciones toledanas en cl valle del Colca, en los valles de los rios Siguas y Yura, y una, el pueblo de Caytloma, en la cuenca alta del Apurimac. Nos ocuparemos. aqui de las reducciones propiamente yanquecollaguas y de las que tuvicron presencia de indios yanquecollaguas aun no pertencciendo a ese repartimiento. Los pucblos yanquecollaguas mencionados en las visitas y que han sobre- vivido hasta cl presente estaban ubicados en ambas mérgenes del rio Colca, no siendo cl rio aparentemente mayor obstéculo para las comunicaciones. Es bien sabido que cxisten vados utilizables en la época seca a la altura de Coporaque y Maca, y otros lugares, como en Chivay y Yanque, donde existen ahora puentes de “calicanto” construidos durante la colonia, pero donde probablemente existieron puentes de soga en la época prehispdnica. De este a ocste, los pucblos yanquecollaguas del valle del Colca fueron Tisco, Sibayo, Callalli, Tuti, Canocota, Chivay, Coporaque, Yanque y Achoma. En Maca fucron reducidos indios de ayllus yanquecollaguas y laricollaguas. Todos estos pucblos todavia existen. Actualmenie, los habitantes empadronados en los pueblos de Tisco y Sibayo yiven mayormente en las “estancias” o “capillas” donde pastean a sus rebafios, concurriendo a sus pueblos casi exclusivamente para las fiestas patronales. En las visitas se observa el mismo fendémeno, que dificultaba la labor de los visitadores. Durante cl virreynato, en Yanque, Coporaque, Achoma y Chivay se sembraba casi exclusivamente maiz y quinua. En Tuti, se cultivaba papa, cafiagua y quinua. En Sibayo, Callalli y Tisco, se sembraba poca papa, probablemente AS VISITAS A YANQUECOLLAGUAS DE LOS SIGLOS XVI Y XVII 259 amarga, y la mayorfa de las tierras eran pastos naturales. Los pastores redu en Tisco, Sibayo y Callalli, zona demasiado alta para una agricultura eficiente, tenfan chacras de maiz y quinua en Coporaque y Achoma. Algunos habitantes del valle tenfan ticrras de papas en la zona de Tuti y camélidos que seguramente pastaban en la puna. Los pueblos del valle posefan estancias en las alturas y los de altura tenian acceso a los productos del valle, no solamente por una supuesta redistribucién a cargo de los caciques, sino porque muchos pastores de puna tenfan sus propias chacras en Coporaque, Yanque y Achoma, Los habitantes de la puna y del valle tenfan también suertes en la zona cavana y en el valle de Arequipa. Las distan- cias son considcrables y es interesante especular cémo los pastores de altura y los agricultores del valle podian atender simulténcamente sus rebafios en la puna, las chacras en el valle y los sembrios en Arequipa. Una comparacién con la época actual puede darnos algunas luces en la materia. En mi trabajo de campo en la zona de Yanque, he comprobado que es frecuente el matrimonio entre hombres del valle y mujeres de la zona pastoril. Los lazos de parentesco permiten que una mujer de Ran Ran, un anexo de Yanque en la puna cerca a Tuti, casada con un hombre de Yanque, no pierda sus derechos a los camélidos y carneros o borregos de su familia, aunque pase la mayor parte de su tiempo en el valle. Ella, con su esposo e hijos, concurren a las fiestas tradicionales de Ran Ran. El marido, yanquefo, se vincula por lazos de compadrazgo con los parientes de ella. Ambos pertenecen a la parcialidad Urinsaya. No podemos saber si descienden de un mismo ayllu, ya que en el Colca se ha conservado Ja divisidn por parcialidades Hanan/Urin pero no las divisiones por ayllus. Este cs uno de los muchos ejemplos que se pueden aducir, tanto recogidos en trabajo de campo contempordneo, como documentados para el siglo pasado o principios del presente, que demucstran que se ha mantenido el concepto de relaciones sociales y familiares en toda la zona que fue yanquecollaguas. Desde luego, la importancia de las relaciones sociales entre las unidades domésticas de los diferentes pueblos y zonas ecoldgicas dificulta la labor de las instituciones de desarrollo que contemplan exclusivamente los habitantes de un solo pueblo, como si éste estuvicra totalmente aislado del resto de la sociedad. También debemos recordar la gran vinculacién entre los yanquecollaguas y Arequipa, que se observa en las visitas, y que subsiste hasta hoy. Actualmente, la gran mayorfa de los habitantes del valle del Colca tienen paricntes, cuando no una casa o chacra, en Arcquipa. CONCLUSION Las visitas a los yanquecollaguas proporcionan importante informacién relacionada con la organizacién social por grupos étnicos, parcialidades y ayllus, demostrando que la administracién espafiola refrendaba el poder de los jefes nati- vos, encomendandoles el gobierno de 1a poblacién y la extraccién del excedente campesino en fucrza de trabajo y produccién agropecuaria. La informacién en estas visitas confirma algunos de los plantcamientos de Paul Kirschhoff (1949) y de R. Tom Zuidema (1964) y permite ampliar el andlisis estructural del sistema 260 - M. A. BENAVIDES vigente en las provincias prehispénicas, aparentemente mantenido durante por lo menos el primer siglo de la colonia espafiola. Por los datos que se encuentran en estas visitas, se puede determinar que cada parcialidad yanquecollaguas -Hanan- saya y Urinsaya- contenfa aproximadamente 9 ayllus. Tres de ellos podian ser Collana, es decir principales, tres de ellos Payan 0 Taypi, es decir intermedios, y tres de ellos Cayao, es decir de la categoria més baja. Cada ayliu tenfa un curaca principal y una "segunda persona" que residian en uno de los pueblos, asf como un “mandén" en cada pueblo donde estaban reducidos indios que pertenecfan al respectivo ayllu. En algunos casos, se observa que podia haber un solo curaca para dos 0 mds ayllus 0 patacas, pero normalmente éstos pertenecfan a la misma categoria bisica, fuera ésta Collana, Payan, 0 Cayao. Se puede notar que el cacique principal de toda la parcialidad era el jefe del ayllu principal, 0 sea Collana, y residia en Yanque. El cacique principal yanquecollaguas Hanansaya era al mismo tiempo gobernador del repartimiento y de la provincia. Un caso muy interesante es el del curaca principal del ayllu Collana Pahana de la parcialidad Urinsaya, don Martin Anco 0 Chuquianco. Franklin Pease sefialé la importancia que tenfa este curaca cuando tenfa 27 affos, en 1591 (Pease, 197a: 145). Volvemos_a encontrar a don Martin en la visita de 1604, como principal del ayllu Urinsaya Collana Pahana a nivel de repartimiento. Un comen- tario en Ia visita de 1615-1617 indica que para esta fecha don Martin Anco, que ya tendria mas de 50 aftos, era el cacique principal de todos los Urinsayas. De ser cierta esta aseveracién del visitador, se trata de un caso excepcional, ya que por las visitas de 1591 y 1604 sabemos que don Martin era principal del ayllu Pahana Collana, es decir el ayllu principal de la categoria Pahana, no de la primera categoria 0 Collana, Adems, don Martin residia en Coporaque y no en Yanque. Como ya se ha sefialado, es mas dificil interpretar la categorfa de los ayllus Hanansaya que la de los Urinsaya. Dejo a los lingitistas la tarea de determinar si los nombres de los ayllus yanquecollaguas Hanansaya corresponden a la nomen- clatura Collana, Payan y Cayao, en los casos frecuentes en que no es evidente su afiliacién a uno de los tres grupos. Las parcialidades aparentemente eran practicamente totalmente endogdmi- cas, En efecto, las visitas seflalan como rareza los poquisimos casos de matri- monios exogdmicos entre parcialidades. Tambien los matrimonios entre miembros de diferentes ayllus de una misma parcialidad eran poco frecuentes. Por las visitas a la provincia de Collaguas se observa que en los siglos XVI y XVII, subsistian las divisiones por parcialidades y ayllus. A pesar de la reubica- cidn forzada de fragmentos de ayllus en pueblos con organizacién municipal y religiosa supuestamente auténomas, los lazos de afiliacién a ayllu y parcialidad a nivel de repartimiento se mantuvo vigente, debido en parte a las necesidades det control de miltiples pisos ecoldgicos y en parte a la misma administracién colo- nial, que responsabilizaba a los curacas y caciques de todo un repartimiento por la cobranza del tributo y la organizacién de la mita. Es evidente que en el perfodo que nos interesa, los habitantes de los pueblos del valle y de la puna se desplaza- ban constantemente para atender sus cultivos y su ganado en distintas zonas, y para cumplir con las obligaciones de 1a mita de plaza en Arequipa. Se observa también que era frecuente la ausencia de indios en otras zonas de la costa y de la sicrra del sur peruano. Sin embargo, todos conservaban la afiliacién a su ayllu y a su curaca, aun después de affos de ausencia. Después de la independencia del LAS VISITAS A YANQUECOLLAGUAS DE LOS SIGLOS XVI Y XVII 261 Perd, cosé el tributo colectivo y se instituyé la “contribucién indigena” a nivel personal. La eliminacién del elemento unificador de los curacazgos y el nombramiento de cada uno de los pueblos del Colca como capital de distrito, favorecieron la rivalidad entre los pueblos, especialmente por el control del agua de riego. El poder local de las autoridades distritales, las rivalidades entre los pucblos que querian ser nombrados capital de provincia o vicaria episcopal, y més recientemente, la creacién de "comunidades indigenas" 0 “campesinas” que rivalizan entre ellas, acentuaron las divisiones de la poblacién que, en la época colonial y prchispAnica, se identificaba con jerarqufas de mando que abarcaban todo el repartimiento. Pero, a pesar de la desestructuracién que todas las insti- tuciones modernas fomentan, hasta hoy se observa los rezagos de lazos sociales entre los habitantes de toda la zona que correspondié al repartimiento colonial de Yanquecollaguas, y perdura una fuerte vinculacién del valle del Colca con la ciudad y el valle de Arequipa. En este trabajo y en otros anteriores me he ocupado de la tenencia y herencia de ticrras agricolas en el Colca durante el virreynato (Benavides y Gutiérrez, 1986). Es evidente que la posesién hereditaria era ejercida por las unidades domésticas en el seno de las cuales la tenencia se transferia paulati- namente de generacién a generacién y a través de toda la vida, en la misma forma como se practica hasta el presente. La costumbre que sigue vigente en el valle del Colca es semejante a la que observé William W. Stein (1966: 40-42) en la década de 1950 en Hualcdn, Ancash. Al nacer, cl nifio o la nifla recibe ciertos derechos sobre las ticrras familiares, que se va formalizando a medida que el varén o la mujer llega a participar en el trabajo agropastoril y a formar su propia familia. Al llegar los padres a la ancianidad, las tierras pasan a los hijos, pero los padres manticnen derechos de usufructo hasta la muerte, Si la defuncién de los hijos antecede a la de los padres, la herencia pasa directamente alos nictos. El testimonio de las visitas claramente indica que este sistema ya existia al principio del siglo XVII en el valle del Colca. Subsiste el problema de las tierras comunes 0 de comunidad. Sabemos que los visitadores buscaban con insistencia testimonios de la existencia de tierras comunes 0 de comunidad, como era la costumbre en Espafia y otros paises europeos, y cémo establecfan las ordenanzas coloniales. Sin embargo, en las visi- tas a Yanquecollaguas raramente se encuentra referencias de tierras de comunidad. Se les menciona excepcionalmente, sefial de que sf existfan, pero para algiin fin especifico, que podria ser el de ayudar a pagar el tributo del que eran responsables los caciques. En gencral, los caciques y sus familiares eran los miembros del ayllu que controlaban més pisos ecoldgicos. Tenfan ganado camélido y también europeo en estancias de la puna, maizales y quinuales en la zona de Coporaque y de otros pucblos del valle medio del Colca, maizales en la zona cavana y tierras en el valle de Arequipa. También hab(a un porcentaje relativamente clevado de indios “del comin" que tenian acceso a zonas geogréficamente distantes. Por tanto el concepto de “comunidad”, que la mayoria de los cientificos sociales modernos identifica con un pueblo, no tendrfa aplicacién para la provincia de Collaguas en el siglo XVII. 262 M. A. BENAVIDES En este articulo se ha tratado principalmente de la organizacién social en repartimicntos, parcialidades y ayllus, y de la tenencia y herencia de tierras, basindose en Ia rica informacién proporcionada por las visitas inéditas a Yanquecollaguas de 1604 y 1615-1617. Se ha procurado sefialar algunas semejan- zas en cl sistema de tenencia y herencia de tierras entre el perfodo virreynal y el actual para Hamar la atencién sobre la utilidad que también pueden tener los documentos etnohistéricos para estudiosos de otras disciplinas. Si, como se espera, se Iegara a publicar las visitas inéditas a Yanquecollaguas, numerosos investiga dores podrin tener acceso a ellas, y ciertamente encontrarén aspectos que merezcan andlisis, profundizando, ampliando 0 corrigiendo lo que se presenta aqui, y desarrollando los aspectos lingiifsticos, demogréficos, u otros de su especialidad. Agradecimientos Una primera versién de este artfculo fue leida por R. Tom Zuidema, Maria Rostworowski de Diez Canseco, William M. Denevan, William W. Stein, Ana Marfa Soldi y Frank Salomon, quienes generosamente me hicieron Iegar sus comentarios que me fueron muy ‘tiles para corregir algunos errores de interpretacién y reformular algunas ideas. Martine Larpin hizo valiosas sugerencias para lograr una mejor redaccién. A todos ellos mi mis sincero agradecimiento. Evidentemente, todo error en la interpretacién de las visitas es exclusivamente mio, ANEXO Relaci6n de las visit vincia de Collaguas 1, Visita General de Francisco de Toledo. Resumen de Yanquecollaguas, Lari- collaguas y Cavana, 1575(?). Publicada en Cook, 1975: 217-227. 2. Visita a Yanquecollaguas Urinsaya, 1591, incompleta. Museo de Historia, Publi- cada en Pease, 1977b: 191-406. 3. Visita a Yanquecollaguas Hanansaya, 1591, fragmento. APY (Archivo Parroquial de Yanque). Publicado en Pease, 197b: 407-452. 4, Visita a Cavana Hanansaya, 1595, incompleta. APY, inédita. 5, Visita a Yanquecollaguas Urinsaya, 1604, incompleta. APY, inédita. 6. Visita a Laricollaguas Urinsaya, 1604, completa. APY, David Robinson, editor, Dellplain Latin American Studies, Westview Press, Boulder, Colorado, en imprenta. 7. Visita a Laricollaguas Hanansaya, 1604, incompleta. APY, David Robinson, editor, Dellplain Latin American Studies, Westview Press, Boulder, Colorado, en imprenta. 8. Visita a Yanquecollaguas Hanansaya, 1615-1617, incompleta. APY, inédita, 9. Visita a Cavana Urinsaya, 1645, incompleta. APY, inédita. 10. Visita a Callalli_ Hanansaya, 1667, fragmento. Archivo Departamental de Arequipa, publicado en Galdos, 1984. LAS VISITAS A YANQUECOLLAGUAS DE LOS SIGLOS XVI Y XVII Cuadro 1.- Indice de la visita a Yanquecollaguas Urinsaya de 1604 Visitador: Licenciado Juan de Rivero Escribano: Bernardino de Balvuena Cacique principal: Jusepe Guasuri 263 ‘Aylin 0 Pataca (Galtan los primeros folios) Taipi 22 mayo 1604 Cumbicamayos Taipi ‘Cumbicamayos Collana Sibayo Paragra Pahana Civaio Pahana Collana 31 mayo 1604 Pahana Cayao Pahana Cayagua de Tisco Cayao Tisco Collana Taipi 26 jul. 1608 Collana Cayao Pahana Collana Pahana Taipi Pahana Cayao Tute Taypi 7 ag, 1604 Collana Paque Pahana Collana Pahana Taypi Pahana Cayao Collana Paque Bag. 1604 177 | Canocota_| Taypi 183 Cayao 25 ag. 1604 191 Cayao 202 Taypi 208 | Coporaque | Collana 5 oct. 1604 236 Pahana Collana 7 oct. 1604 268v Indios Olleros Pahana Collana Pahana Collana 270v Pahana Taypi 13 oct. 1604 290 Pahana Cayao 309v Cayao 312 Collana Cayao de Guaraoma 314 Pahana Taypi de Guaraoma 318 Yanque | Collana de Tisco 19 oct. 1604 320 Collana de estancias de Mamanviri Taypi de estancias de Mamanviri 329 Taypi de Guaraoma 336v Collana Taypi de Guaraoma 339 Collana de Guaraoma 346v | Achoma | Collana 2 nov. 1604 383v Cumbicamayos Collana 388 Taypi 4070 Taypi (otro) 413v (Gitimo folio, faltan los dems folios) | 264 M.A. BENAVIDES Cuadro 2.- Indice de la visita a Yanquecollaguas Hanansaya de 1615-1617 Visitadores: Corregidor Gerénimo de Pamanes, Juez Garcia de los Rios Escribanos: Luiz Jorge, Benito de Texeda Cacique Principal: Juan Ala Noca (faltan los primeros folios) Surocollana Indios Plateros ‘Achoma ‘Maca 326v 26 julio 1616 338v_| Aperecbimiento a los caciques 21 marzo 1617 350_[ _Tisco Collana Malco 5 abril 1617 359 Yumasca 364v Cupi 371 Cupi Capa Chapi 376 Sibayo ‘Anaoca I 380 Civaio Cupi [13 abrit 1617 394 Tute Pahana Collana 19 abril 1617 403 Pahana Caloca 441 Chilpe 474 | Huanca | Caiao 476 Collana 480v | Coporaque | Collana Malco 5 dic. 1615 4930 Icatunga Mallco 7 dic. 1615 513v ‘Checa Malco 10 dic. 1615 526 ‘Yumasea 550v Calloca 14 dic. 1615 565v Aipi 10 enero 1616 585 Cupi 12 enero 1616 603v Oficiales Olleros 612 | Chivai ‘Chapoca Collana Cayao 16 enero 1616 630 Nacachibaicayao Taipi 21 enero 1616 643v_| (ltimo folio, faltan los demés folios) LAS VISITAS A YANQUECOLLAGUAS DE LOS SIGLOS XVI Y XVII 265 ‘Cuadro 3.- Ayllus o Patacas Yanquecollaguas Urinsaya de 1604 [ Ayla Pueblo Estancia Collana ‘Yanque, Coporaque, Tutt Mamanviri Achoma, Tisco, Canocota Guaraoma Collana Taipi Tuti, Tisco, Sibayo. { Guaraoma orn Tuti, Tisco (Guaraoma | Taypi Yanque, Tuti, Achoma, Canocota Mamanviri Guaraoma Pahana Collana Coporaque, Tuti, Tisco, Sibayo ‘Guaraoma, Pahana Taipi Coporaque, Tuti, Tiseo, Sibayo Pahana Cayao ‘Coporaque, Tuti, Tisco, Sibayo ‘Cayao Coporaque, Callalli, Sibayo, Canocota Fuente: Cuadro 1. Cuadro 4,- Ayllus 0 Patacas Yanquecollaguas Hanansaya de 1615-1617 ‘Ayla * Pueblos Collana (Malco) Coporaque, Tuti, Tisco, Huanca, Liuta Collana Cayao Chivay ‘Surooollana “Achoma Pahana Collana y/o lla Tunga Malico ‘Coporaque, Tuti ‘Coporaque (Coporaque ‘Gilpe Tutt Alpi Coporaque i Coporaque, Tisco, Sibayo Tisco Ofidales Olleros Coporaque Indios Plateros Maca Fuente: Cuadro 2. * En el Cuadro 4, la divisin de los ayilus por calegorias supuestamente Collana, Payan y Cayao es arbi ia_y se apoya en la secuencia en que aparecen en los pueblos, particularmente Coporaque, 266, M. A. BENAVIDES Bibliografia citada APY - Archivo Parroquial de Yanque 1591-1645. Visitas a la provincia de Collaguas (ver Anexo). ARGUEDAS, JOSE MARIA 1964 "PrOlogo", in Garci Diez de San Miguel, Vi en 1567, Lima, Casa de la Cultura. 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