Cuentos del cuervo de Arabel
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Cuentos del
cuervo de Arabel
Una tormentosa noche del mes de marzo, no hace mucho
tiempo, un respetable taxista llamado Ebenezer Jones volvfa
casa, muy tarde, atravesando el un tanto peligroso
y siniestro distrito londinense de Rumbury Town. El sefior
Jones pasaba junto a un solar ancho y desolado, Hamado
Rumbury Waste, cuando no muy lejos observé un objeto
grande, oscuro y en posicién vertical. Era un poco
mas pequefio que una botella de sidra y avanzaba lentamente
por la calle.
El sefior Jones estaba a unos quince metros del objeto
cuando un motorista con un side-car le pas6 como una flecha
ysse fue a poner justo delante de él. El sefior Jones frend en
seco y miré por el espejo retrovisor. Cuando volvié a mirar
hacia delante vio que el motorista debia de haber golpeado al objeto al
pasar porque este ahora estaba tumbado junto a las ruedas delanteras.
Paro el taxi. «A lo mejor estoy haciendo el tonto», pens6. «Pero no
puedes ver una cosa asi sin pararte a ver qué ha ocurrido.»
Bajo del coche.
Lo que encontré en la carretera era un enorme péjaro negro, de mas de
medio metro, con una orla de pelusa alrededor del pico. Al principio creyé
que estaba muerto. Pero cuando se acercé, el paijaro abrié un poco un ojo
y luego lo volvi6 a cerrar.