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DEBATES SOBRE EL BIENESTAR Y LA FELICIDAD JUAN CARLOS OYANEDEL CAMILA MELLA [eprroREs] CONTRA LA FELICIDAD: CONSIDERACIONES CRITICAS SOBRE EL ENFOQUE POLITICO DE LA FELICIDAD* Daniel Loewe InrRopucciON Los estudios empiricos de la felicidad estan de moda, En gran medida, - lo se retrotrae a los desarrollos de la psicologia positiva. Decisivos han sido los datos obtenidos de estudios comparados extensivos sobre niveles de felicidad, en los que se examina cOmo esta se relaciona con educacién, participacién politica, ingreso, vinculos, actividades como - voluntario, entre otros. Pero el interés en la felicidad no es exclusivamente académico. “Muchos autores proponen y defienden la conveniencia y necesidad de utilizar los resultados de estos estudios para complementar inadecuados 6 insuficientes indices tradicionales de desarrollo y bienestat (compare, entre muchos: Layard, 2006; Diener at al.,2009; Frey, 2010). Las riti- cas més evidentes apuntan a que el Producto Interno Bruto (PIB), el per eépita no darian cuenta apropiadamente del desarrollo o bienestar de una naci6n. Por cierto, a menos que se sea un economista mediocre ¢s imposible no concordar con esta critica. Pero la critica va més alla y-apunta también a otros indicadores sociales objetivos de bienestat, 17 Bl siguiente articulo fue desarrollado dentro de las actividades del Centro de In- “© -vestigacin en Teor Politica y Social de la Escuela de Gobierno dela Universidad ‘Adolfo Tbafez. Una versién parcial y preliminar fue presentada y discutida en Vill Banquete de Filosofia de la Feria del Libro de Guadalajara dedicado al tema dela Felicidad, a la cual fui invitado, Mis ageadecimientos alos organizadores y discutantes del evento. "7 Dantes Loswe como el indice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas?, Lo ‘que se requerirfa es un indice de felicidad. Por una parte, este ayudaria a enfocar la atencién en el bienestar subjetivo como uno de los fines mas importantes de la sociedad. Por otra, serviria para informar a los lideres politicos acerca de politicas piblicas que nos acerquen a ese fin (compare: Diener y Tov, 2006). Esta es la variante politica de los estudios empiricos de la felicidad, que en lo que sigue denominaré en- foque politico de la felicidad o politica de la felicidad. La los gobiernos pueden y deben fomentar la felis ‘mediante leyes, normativas y politicas piblicas, en cuyo disefio deben atender a los resultados de los estudios empiricos*. La referencia a la felicidad es compleja. Es una palabra con una larga tradiciOn y miltiples connotaciones. Y estas connotaciones tam- bién -aunque usualmente de un modo acritico— subyacen a los nuevos estuclios dela felicidad. Una caracteristica central del uso conceptual en estos estudios empiricos, y que se ve reflejado en el enfoque politico de Ia felicidad, es su cardcter subjetivo: el indice del bienestar del agente corresponde a su nivel de bienestar relatado, y la agregacién entre los agentes se reficre al indice de bienestar dela clase focalizada, De acueslo al enfoque politico de la felicidad, el horizonte rector de las politicas piiblicas -o uno de ellos, sise opta por una posicién pluralista~ debiese set la promocién del bienestar subjetivo de los ciudadanos, entendido como la maximizacién del bienestar ~definido por referencia al nivel relatado de felicidad—en cada grupo focal de politicas piblicas. En este sentido, aunque de un modo més sutil, esta estrategia coincide con la de la doctrina radical utiitarista‘. Este articulo sostiene que el enfoque politico de la felicidad es in- necesario e indeseable. La critica no se extiende a la utilizacién de los Fn otro sito he discutido estas eiticas (Loewe, 2011, 2012). 2» Exe desarrollo e observa, aunque de modo inipiente,en Chile La ima CASEN (Encuesta de Caracterizacién Socioeconémica Nacional) inclayé por primera vez la pregunta: «Considerando todas las cosas, zcuin satisfecho esté usted con su Vida en este momento?». Y el afo 2011, por solicitud del Gobierno, el estudio del Programa de las Naciones Unidad para el Desarrollo incluy6 la realizaci6n de un informe acerca de Ia felicidad de lo chlenos. Se espera establecer un termémetro que mida el énimo subjetivo en un momento determinado. ‘Recurriendo a Bentham (1948), la gran empresa del Gobierno consisteen promover |a felicidad de la sociedad mediante la administracin de castigos y eocompensas. 8 (CONTRA LA PELICIDAD: CONSIDERACIONES CRITICAS. cestudios empiricos de la felicidad en Ia determinaci6n de estrategias para ser feliz, 0 a su uso por parte de asociaciones o empresas para generar ambientes de trabajo més amables. El objeto de la critica es exclusivamente sw utilizacién politica. De acuerdo a la tesis que de- fiendo, el indice de la felicidad es inapropiado como horizonte rector de las politicas pibblicas y del accionar del Gobierno. Por una parte, cl enfoque politico de la felicidad conlleva una serie de riesgos que lo hacen criticable desde, e incompatible con, elliberalismo politico y sw ‘entendimiento de lo politico. Por otra parte, la oferta de los estudios empiricos de la felicidad al desarrollo de politicas es mas bien modesta.. Elarticulo refiere tanto a aspectos conceptuales como normativos. (1) En primer lugar, me refiero al concepto de felicidad y lo contrasto con el concepto en uso en las investigaciones empfricas de la felicidad. (2) En segundo lugar, articulo tres razones contra el enfoque politico de Ja felicidad: (i) los limites ala libertad; (i) la reduccién de la pluralidad de bienes y valores; (ii) y la disyuncién entre felicidad y justicia. (3) Finalmente, obtengo algunas conclusiones generales. 1, FELICIDAD: UN GONGEPTO ESCURRIDIZO Tal como en sus dias propusiera Jeremy Bentham, considerado el padre de Ia doctrina utilitarista, los estudios cientificos de la felicidad sostienen su cardcter medible. Citando a un connotado autor: «La evidencia empirica acumulada sugiere la existencia de una dimensién de felicidad singular y medible> (Argyle, 1989, p. 2). De acuerdo al método utilizado, el nivel de felicidad de un individuo se establece en relaci6n a la evaluacién que realiza sobre la calidad de su propia vida, ‘esto es, como le va al agente desde su perspectiva. Ast, para conocer el nivel de felicidad de un individuo, este debe dar cuenta desu percepeién de felicidad en una escala en relacién a diferentes aspectos de su vida. Ciertamente, hay buenas razones para cuestionar esta metodoloy yasi dudar de la adecuacién de los relatos particulares en la medici6n de la felicidad. Por ejemplo, la pertenencia cultural influye (Diener y Suh, 2000). De acuerdo a ella, individuos tienden a exagerar su nivel de felicidad ~afirman un nivel mayor de felicidad al que ellos efectiva- mente consideran que corresponde a su situaci6n-, 0 a minimizarlo. 9 Danie Lorwe : Asi, norteamericanos tienden a sonreir més y a afirmar una mayor felicidad, porque es algo que se espera de ellos. Esto puede llevar a los centrevistados a mentir: miembros de algunas culturas que se sienten felices o miserables tienden a afirmar lo contrario si consideran que su estado es culturalmente inapropiado (Wierzbicka, 2004). Algunos entrevistados tratan de cumplir, o no cumplir, las expectativas que suponen en el entrevistador. El nivel de felicidad que un individuo telata, por lo general esta fuertemente influenciado por disposiciones de énimo pasajeras tanto positivas como negativas. Incluso el orden de las preguntas tiende a influir en los resultados obtenidos (Schwarz y Strack, 1999), De este modo, por ejemplo, si se pregunta a un grupo de estudiantes sobre su felicidad, y Inego acerca del niimero de citas que tuvieron la semana pasada, no se establece ninguna correlacién. Pero si se invierte el orden de las preguntas, entonces surge una corre- lacién, ya que los estudiantes se enfocan en el niimero de citas al pensar acerca de su felicidad (Strack, Martin y Schwarz, 1988). Ademés, los individuos carecen de univocidad de criterio de referencia al dar cuenta de su felicidad. Me explico: si le preguntan su altura 0 su peso, usted puede dar una respuesta objetiva (un metro ochenta de altura, setenta y cinco kilos de peso, etc.).Y si le preguntan si usted es alto 0 bajo, usted debe compararse con la media del grupo de referencia (una persona alta en un sitio puede ser baja en otro). Pero si le preguntan cudn feliz ¢s, geual es su criterio de referencia? Hay muchas posibilidades. Entre otros, lo que por observacién sobre terceros consideramos es el nivel de felicidad medio, o el de los individuos felices o infelices. Lo que recordamos como felicidad o infelicidad efi nuestra vida. Pero también Jo que deseamos (obtener 0 evitar), 0 incluso pensamos merecer. Al establecer juicios acerca de nuestra felicidad es inevitable establecer comparaciones, pero los criterios de comparaci6n varian entre indivi duos, y probablemente haya miltiples criterios operando en cada uno. +A modo de ejemplo: si primero se pregunta a un individuo acerca de su nivel de {felicidad y luego acerca de la importancia de la salud en la felicidad, se obrienen resultados diferentes a cuando se invierte el orden. La raz6n es que sn individuo ‘considera que la salud es importante para la felicidad, como la mayoia considera, 1 luego se le pregunta acerca desu nivel de felicidad, tiende nivel de felicidad si es que se considera relativamente sano. ‘aficmar un mayor Cowra LA FELICIDAD: CONSIDERACIONES CRITICAS. No me referiré a estas probleméticas metodol6gicas*. Los mismos ‘studios empiricos intentan establecer métodos de valid: tests de confiabilidad, validez y consistencia~ que permi ylo contrarrestar estos sesgos (compare: Frey y Stutzer, 2002; Diener, Oishi y Sub, 1999). Por ejemplo, en ocasiones se recurre a métodos conductistas para asegurar los resultados (individuos felices no solo afirman serlo, sino que tienden a ser considerados como tales por ter- ‘ceros); 0 se establecen secuencias de preguntas en los estudios cuyos resultados han de ser comparados; 0 se evita realizarlos en momentos especialmente sensibles para el énimo (debido a razones personales 0 a acontecimientos colectivos -campeonatos de deporte, ete.-); 0 se intenta focalizar las preguntas en espacios temporales acotados. Y ya «que las desviaciones tienden a disminuir al actecentar el conjunto, el problema de los criterios de comparabilidad disminuye al suponer que ‘estén aleatoriamente distribuidos. Los grandes mimeros ayudan. Sin embargo, el método no explicita el objeto de estudio. 1.1. Taxonomfa de la felicidad La determinacién del objeto de estudio (la felicidad) depende del uso conceptual. Hay que explicitar el concepto de felicidad a la base de los estudios empiricos. Para realizar esta tarea distinguiré, primero, cuatro modos en que utilizamos la expresién «feliz» e «infeliz» en el lenguaje ordinario (distinciones similares en: Nozick, 1991, cap. 105 Tatarkiewicz, 1976; Sumner, 1996, cap. 6). No pretendo distinguir todos los modos en los cuales utilizamos la expresi6n, sino tnicamente cuatro centrales. Luego relacionaré, de manera concisa, algunos de ‘estos modos con diferentes tradiciones y entendimientos de la felici- dad. Finalmente, los contrastaré con el uso conceptual de los estudios empiricos de la felicidad 4) Objeto intencional (1). Un modo de referencia a la felicidad se expresa cuando se es feliz. com algo 0 acerca de algo. Caracteristico de ‘este modo de ser feliz es la presencia de un objeto intencional: aquello con lo cual 0 acerca de lo que se es feliz (un viaje, una promocién en el © Paca algunas de esta y otras dficultades metodologicas, superarlas, compare Diener y Tox, 2006. Jomo estrategias para Dantes Lonwe trabajo, un premio, ete.) En este caso, el estado de la mente puede ser completado con un objeto proposicional (ser feliz. que el calentamiento global sea solucionado, que nuestro equipo haya ganado el campeona- to, etc). En tanto tengamos una actitud positiva con respecto a estos objetos, 0 los aprobemos, 0 gustemos de ellos, 0 los consideremos como favorables, practicamente cualquier estado del mundo puede ser objeto de nuestra felicidad. En este caso, ser feliz es equivalente a estar satisfecho 0 contento con algo. La felicidad implica un juicio acerca de cémo un objeto particular nos satisface. Por el contrario, la infelicidad implica que nuestros estindares no son satisfechos (mi equipo perdi, y el calentamiento global solo empeora). b) Sentimiento de felicidad (2). Un segundo modo de referencia a la felicidad se da cuando experimentamos un sentimtiento de felicidad. A diferencia del modo recién expuesto, en este caso, primero, no reque- rimos de un objeto intencional particular, y segundo, est presente un sentimiento actual. Nuestra felicidad no tiene un objeto determinado (salvo, quizés, nuestra vida en general), sino que uno es es decir, uno se siente~ simplemente feliz. La sensacién implicada puede scr de mayor ‘omenor intensidad. Puede ir desde una sensacién de alegria moderada, hasta alcanzar momentos de euforia, cuando, por ejemplo, sentimos que todo es perfecto, que nada falta (estar aqui, respirar este aire, sentir la presencia de la persona amada, etc.) Caracteristico de este tipo de sensaciones es la sensaci6n de plenitud. Esto es, la sensacién de no de~ sear nada mas en ese momento. Recurriendo a Nozick: «Nada parece faltar, la satisfaccién es completa» (Nozick, 1991, p. 119). Por cierto la incompletitud de la vida se abre paso rapidamente. Es quizés por esto que, usualmente, estos estados no son de duracién prolongada, sino que epis6dicos -minutos, horas, dias: momentos de felicidad en nuestra vida, tan escasos como valiosos~. Por el contrario, la infelicidad implica un estado de 4nimo infeliz, un sentimiento de rechazo, que puede llegar incluso a una sensacién de depresién (caracterfstico de ciertas formas de depresién es una sensacién que no esté intencionada a un objeto determinado, sino que al mundo en general) Este modo de ser feliz debe ser distinguido de una emoci6n, al ‘menos siguiendo el uso conceptual usual de las teorias cognitivistas. Gowran tA FELICIOAD: CONSIDERAGIONES CRfTICAS. De acuerdo a este entendimiento, las emociones deben incluir algéin tipo de evaluacién que requiere facultades cognitivas mas complejas, (compare: Salomon, 1988; Nussbaum, 2001; Roberts, 2003). Mas apropiadamente, e! modo ahora explicitado puede ser entendido como un estado de drimo (mood en inglés; Stimmung 0 Gemuit en alemén) ‘optimista acerca de la propia vida y/o del mundo en general. Esto no implica que en los seres con capacidades cognitivas mas complejas, esta sensacién esté exenta de toda dimensién judicativa, Pero cuando esta presente alguna evaluacién acerca de nuestras vidas, ella refiere al aqui yal ahora: «Feelings of happiness and unhappiness are frames of mind subject to fluctuation from day to day, rather than settled judgment about the quality of our lives» (Sumner, 1996, p. 145). Disposici6n a la felicidad (3). Un tercer modo se presenta cuando se tiene una disposicidn -0 personalidad- feliz. La sensaci6n de felicidad recién mencionada es epis6dica. Pero es posible tener una tendencia arraigada (por naturaleza, socializacién, 0 debido a procesos de re- flexién profunda) a generar ese tipo de sensaciones positivas. Esto es lo {que couiinuneute se denoniina una disposicién 0 personalidad feliz (0 ser, simplemente, una persona feliz). En lenguaje coloquial, individuos con esta disposicién tienden a considerar que el vaso esta medio lleno ~y no medio vacio~. Por el contrario, hay individuos con disposiciones o personalidades que tienden a producir sensaciones negativas. Este es el caso de, por ejemplo, disposiciones melancéticas, mathumoradas, © misantrépicas. ) Evaluaci6n de vida (4). Un cuarto modo de referencia ala felicidad se presenta cuando se es (0 se ha sido) feliz 0 se tiene (o se ha tenido) una vida feliz. En este caso, ser feliz implica una actitud positiva hacia fa propia vida, la cual implica tanto elementos cognitivos, como ele- mentos afectivos. En este sentido, si consideramos que las emociones son estracturas complejas que incluyen elementos sensitivos, asf como otros fuertemente evaluativos, se trataria de una emocién, En todo caso, ‘una emocién compleja que requiere capacidades cognitivas superiores. E] elemento cognitivo refiere a la evaluacién positiva de las condicio- nes de la propia vida al contrastarlas con las propias expectativas 0 2 Dantes Loewe cestandares. Una vida puede ser evaluada positivamente porque se han alcanzado metas consideradas valiosas (se han satisfecho determinados estndares, 0 necesidades, 0 deseos, 0 preferencias, ec.),o porque nos encontramos en un camino que parece ser propicio para alcanzarlas (similar: Nozick, 1991, p. 119). Estas evaluaciones pueden referir a diferentes aspectos de la vida {afectiva, laboral, familiar, creativa,etc.),y a distintas extensiones tem- porales. En un extremo podlemos encontrar evaluaciones que refieren a aspectos singulares en una extensién temporal limitada. En el otro extremo, encontramos evaluaciones que refieren a numerosos aspectos en un periodo extendido de tiempo”, En este iltimo caso, se puede hablar de evaluaciones totales o globales de vida: ser feliz implica la afirmacién de las condiciones de nuestra vida, esto es, una evaluacién ‘que nuestra vida considerada como un todo (es decir, descontando los elementos negativos a los positivos) marcha bien, es satisfactoria. Esta cevaluaciGn va acompaiiada por un aspecto afectivo, el sentimiento de bienestar que acompafia una vida rica, que vale la pena, una vida con Ja que (todo considerado) nos sentimos satisfechos, quizas, incluso, realizados. 1.2. Hedonistas, aristotélicos y cientificos de la felicidad Qué miden los estudios empiricos de la felicidad? No hay una respues- ta univoca. Ellos apuntan a diferentes modos de ser feliz, usualmente, de una manera poco rigurosa. Aqui es necesario un mayor trabajo conceptual. El andliss filos6fico tiene consecuencias para el desarrollo de estudios empiricos. Después de todo, estos iltimos se estructuran ‘en relacién a distinciones conceptuales. Y silos conceptos son mal em- pleados (o empleados de un modo poco riguroso), entonces el estudio empirico muestra algo muy diferente a lo que sus autores suponen, 7” Ensentidoestricvo aqut encontramos custro parsmetros:evaluaciones de elementos singulares dlmitadas emporalment (a vids labora ent los fos de vida 30 40, por ejemplo) evaluaciones de elementos singulars durante una exensinamplia {eviempo (mi vida afectiva, por ejemplo), evaluaciones de maltpls elementos en perfodos concretos (mi vida en geneal durante mi adolescenca, por ejemplo), y tvaluaciones de mlkiples elementos alo larg de toda una vids, Cirtamente 8 posible establece infitasevaluacionesen el espacio delimitado por los euico Parimetos. “4 CCowrRa La FELICIDAD: CONSIDERACIONES CRITICAS.. fo simplemente no muestra nada (colecciones de datos agregados en raz6n de errores conceptuales). En un extremo, los estudios empfricos identifican la felicidad con los estados placenteros de la mente que acompafian al objeto intencio- nal (1),0 con los estados placenteros que corresponden a la sensacién de felicidad sin objeto proposicional (2). Por ejemplo, los trabajos de Kahneman tienden a identificar la felicidad (también, la satisfacci6n con la propia vida) con estados placenteros. Probablemente, este es el uso conceptual predominante. En el otro extremo, se la identifica con tuna evaluacién ~aspecto judicativo cognitivo~ acerca de la vida como tun todo (3). Por ejemplo, en su psicologia positiva, Seligman (2002) ~en su teoria de la felicidad auténtica—relaciona, parcialmente,la felicidad con evaluaciones acerca de la vida: uno de los tres aspectos que com- ponen la felicidad es meaning, que refiere a actividades valoradas, (los, ‘otros dos aspectos apuntan a estados placenteros: emociones positivas entendidas como sensaciones~y engagement -entendido como flow). Sin embargo, incluso en este caso, el foco parece ser el aspecto afectivo que acompatia a la evaluacién: el vector de su teoria es la satisfaccién con la propia vida entendida como estado placenrero®, Estos entendimientos de la felicidad (estados placenteros de la men- tey evaluaciones de la propia vida) se remiten a diferentes tradiciones. Por una parte, al relacionar la felicidad con juicios evaluativos que apuntan a la vida como un todo, los autores se acercan a las posiciones descriptivas y normativas de la Grecia Antigua y de la ética de la virtud que de esta se deriva. Por otra parte, al relacionar la felicidad con un sentimiento de placer, el referente es el utilitarismo en su versién mas insostenible: la versién hedonista de Bentham. A continuacién, me tefetité a las concepciones de felicidad de las tradiciones mencionadas para, asi, contextualizar la discusién acerca del objeto de los estudios empiricos de la felicidad. 4) Placer y actividad. En los estudios empiricos psicolégicos de la felicidad es comin la referencia al placer como indice de felicidad. 7 smnecesario mencionar que el axpecto cognitive ha adquirido un rol cada ver més central en su trabajo, al desarrollar suteoria desde una del felicidad hacia una por {mismo denominada—teotia del bienestar (Seligman, 2011), incluyendo también tlementos de mayor objetividad (relaciones positivas y logros) en la ecuacién del bienestar ycambiando el norte desde la satisfaccin hacia el lorecimiento as Danie Loewe Esta perspectiva coincide con el entendimiento de la felicidad de la tradicién utilitarista en su versién hedonista que identifica la felicidad con el placer. De un modo general, denominaré a esta concepcién de Ia felicidad como placer. En el caso de Kahneman, esta relacién es cexplicita. El refiere a la teoria de Bentham y su concepcién de utilidad (que él denomina experienced utility), y la considera la base de su concepcién de hedonic flow’. La pregunta debe apuntar entonces a la naturaleza del placer. Esta es una pregunta con una larga tradicién. Y las respuestas que se han articulado se diferencian especialmente en torno a dos «jes: en el primer ee (i) el placer se concibe como un objeto unitario (es decir, todo placer esta hecho del mismo material) que solo varia en dimensiones cuantitativas; (ii) 0 se concibe como un objeto plural que admite variaciones cualitativas y, por tanto, no subsumibles entre i. En el segundo eje (ii) el placer se concibe como una sensacién y, en este sentido, exclusivamente como un estado de la mente; (iv) © como un modo de direccionarse al mundo o incluso como un tipo de actividad. La conocida respuesta de Bentham es que el placer es una sensa- id (ii) wnitaria (i) que solo vasia cuautit duracién e intensidad. Estas dos tesis esta ‘ambas son cuestionables, Partamos por (i). Ciertamente, las referencias al placer son siempre experienciales. Pero no es plausible argumentar que la multiplicidad de placeres presentes en la complejidad de ta experiencia humana solo se diferencia cuantitativamente. No parece set razonable ~al menos en el sentido de chocar contra cualquier ex- periencia— asumir que, por ejemplo, el placer culinario es lo mismo que el placer de la contemplacién estética y que, por tanto, vinicamente varian en intensidad y duracién. Ambos placeres no se sienten igual, y la diferencia no es reducible exclusivamente ala intensidad o duraci6n. Asi, desde una peispectiva fenomenolégica es razonable cuestionar que el placer sea una sensaci6n homogénea. El entendimiento homogéneo leva a un amalgamiento y distorsién de fendmenos mentales variados vauneate en relaciGn a su rrincadas entre si. Pero * Ta felicidad durante un perfodo de tiempo se entiende como the sum of the mo- ‘mentary utilities over that period of time; that is, the temporal integral of momen- tary ult Los estudios en laboratorio del hedonic flow han sido centeales para entender la relacién entre la utilidad que se experiencia, y aquella que se recuerda (Kahneman y Krueger, 2006). 26 Cowra LA FELICIDAD: CONSIDERACIONES CRITICAS.. y probablemente incomparables ~incluso en el sentido fuerte de la inconmensurabilidad~". Es posible que la tesis benthamita acerca de la naturaleza homogénea del placer se haya visto influida por su principal preocupacién (que en algunas de sus aplicaciones sigue siendo la gran fortaleza del utilitarismo"): la disminucién del dolor o sufrimiento”. Con respecto a (ii) -el placer es un sentimiento-, la posicién de Bentham, también, es cuestionable. A la base de la decisién ente (ii) y (iv) se encuentra la pregunta acerca de si el placer es algo diferente de su objeto. La respuesta de Bentham es que son diferentes: el placer es una sensacién particular singular producida por objetos diversos, pero distinta a estos objetos. De ahi, se desprende la homogencidad del placer. Pero siguiendo a Aristételes, esta posicién es insostenible. EL argumento del fl6sofo griego es el siguiente (compare: Kenny, 1963, p-92): las acciones son mejor realizadas si van acompafiadas por pla- cer. Por ejemplo, el filosofar 0 el hacer miisica son actividades que se realizan mejor si van acompafiadas por el placer del filosofar o por el placer de hacer mtisica. Si el sentimiento del placer fuese algo singular homogéneo distinto de la actividad, entonces cualquier actividad serfa rngjur wealieada si va acompaiiada por placer. Pero esto no parece ser el caso. Las actividades pueden ser, incluso, impedidas por placeres de otras actividades. Por ejemplo, la actividad de filosofar 0 de argumentar no parece ser mejor realizada si es acompaiiada por el placer sexual. Si esto es asi, entonces, es un error sostener que lo que hace una actividad placentera es que va acompafiada por una sensacién placentera ‘Recurrira la disposicin a pagas,oa experimentos, para obtener un minimo comin mikiple monetario que permita la comparabilidad no puede ser una alternativa para los defensores dela politica de la felicidad. Esto se debe a que estos métodos tstin sujetos a una serie de citcas(sesgos en las decisiones, etc.) que ls tornan . Lo primero es sostenible; lo segundo, nos esta llevando al, colapso, pues va més allé de lo que el planeta puede soportar. Por lo tanto, debemos empezar a valorar la vida por sobre la riqueza material y la acumulacién, En este sentido, la educaci6n posee un rol clave en términos de formar personas y no consumidores. La educacién debe ayudar a formar personas que se sientan felices por el hecho de vivir, de participar en una sociedad, y de disfrutar de sus potencialidades, y no solo por los bienes materiales que puedan consumi. La educacién debe, por tanto, tener un rol clave en la formacién de una sociedad més sustentable, menos materialista y més feliz. 4) Para poder cambiar el antiguo paradigma de desarrollo basado sobre el PIB y en lo material, y reemplazarlo por un Nuevo Paradigma de Desarrollo -basado sobre la felicidad y el bienestar- necesitamos 6 “Wencestao UNANUE un profundo cambio en nuestros valores y en los que trasmite nuestra sociedad. Por lo tanto, en el modelo propuesto, el altruismo y la gene- rosidad deben ser valores clave de trasmitir y ensefiar. La cooperacién, la lealtad, y la generosidad entre los seres humanos y el planeta (y no su competencia) deben ser el motor del progreso y la fuente esencial de satisfaccién y felicidad en nuestras vidas. Diversas investigaciones han mostrado los beneficios del altruismo tanto para el bienestar individual humano como también para la justicia social, la paz, la disminucién de la pobreza y la sustentabilidad del planeta (Dambrun y Ricard, 2011; Ricard, 2013). «) Tal como argumenta el famoso economista Manfred Max-Neef, miémbro del IEWG, en el nuevo modelo propuesto debe haber un cambio fundamental en la relacién economia ~seres humanos- y planeta. La economia debe comenzar a estar al servicio de los seres Jhumanos y del planeta, y no los seres humanos ni el planeta al servicio de la economia, como ha tendido a suceder hasta ahora (Max-Neef, Elizalde y Hopenhayn, 2010} 1.3, Bl impacto y el momento Creemos firmemente que el momento no puede ser mAs oportuno para reorientar los objetivos del desarrollo hacia la verdadera felicidad humana y el bienestar planetario. Actualmente, existe un consenso mundial creciente respecto de la necesidad y urgencia por un Nuevo Modelo de Desarrollo, Es nuestro més sincero deseo que los esfuerzos. de la humanidad en su conjunto se dirijan hacia mejorar la calidad de vida de las personas, de las comunidades, de las organizaciones, de los paises y del planeta, con el gran objetivo en mente de consteuir una sociedad donde las mas altas aspiraciones humanas puedan ser cumplidas. En este sentido, estamos convencidos de que la bisqueda de la felicidad ~tanto individual como social puede ser una ayuda clave con miras a lograr tan preciado y necesario fin. eo Pon qué reuicioan? 2. {DE QUE HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE FELICIDAD? La noci6n de felicidad jamas ha estado exenta de controversias (Mar- tinez, Inanovic-Zuvic y Unanue, 2013). A modo de ejemplo: no es extrafio observar que, al menos en el lenguaje cotidiano, la felicidad es constantemente asociada a una bisqueda hedonista del placet y del disfrute de la vida. Sin embargo, la verdadera nocién de felicidad va mucho més allé. Cuando hoy en dia hablamos de ella, nos referimos a un real estado de florecimiento que refleja la actualizaci6n de las poten- cialidades humanas, y que est4 en armonfa con nuestras comunidades, organizaciones, y con el planeta al que pertenecemos. En un principio, la ciencia prefirié hablar de bienestar subjetivo mis que de felicidad. Esto, dada la dificultad para definir el concepto. El bienestar subjetivo (Diener, 1984) corresponderia a un constructo multidimensional que reflejarfa un sentido de plenitud con nuestras vidas, tanto en términos afectivos (el cOmo la persona se siente) como cognitivos (el cémo esta persona evaliia su vida). Por lo tanto, una ‘persona feliz seria aquella que piensa que su vida va bien, pero que ‘ademis experimenta sentimientos en esta misma linea (Diener, 1984; Diener, Scollon y Lucas, 2003). Elconcepto de felicidad limitado meramente al bienestar subjetivo (conocido como paradigma hedénico del bienestar) tampoco ha estado exento de controversias. Como alternativa al paradigma hedénico del bienestar subjetivo, el paradigma eudaiménico ~propuesto originalmen- te por Aristételes~ plantea que para alcanzar el bienestar y la felicidad deberiamos ser capaces de vivir una vida de contemplacién y virtud, ‘en armonia con nuestra propia naturaleza humana. En este sentido, la felicidad vendsia siendo el bien mas elevado al que podriamos aspirar (Avistételes, 1985) y deberfa ser visto como el objetivo iltimo de nuestra existencia, Por lo tanto, la felicidad desde el paradigma eudaiménico, estarfa no solo en el placer instanténeo superficial, sino que serfa un proceso dinmico con miras a una vida de involucramiento en activi- dades percibidas como significativas e internamente recompensatorias (Ryan y Deci, 2001). Recientemente, la nueva ciencia de la felicidad ha concordado en que el verdadero bienestar y la verdadera felicidad debieran integrar 6 ‘Wencestao UNANUE ambos paradigmas (Seligman, 2011; Ryff y Keyes, 1995). En ese sentido, la felicidad debiera venir tanto del sentirse bien (emociones y pensamieritos) como del funcionar bien (crecer personalmente; en- contrarle sentido y propésito a la existencia, lograr un elevado nivel de autonomfa, poder autorrealizarse; construir relaciones significativas con quienes me importan y a quienes les importo; alcanzar un impor- tante sentido de logro; experimentar flujo e involucramiento (Delle Fave, Massimini, y Bassi, 2001; Ryan y Deci, 2000; Ryff y Keyes, 1995), Un concepto de felicidad que incorpore todos los elementos, mencionados es el que actualmente ha recibido el nombre de «flore- cimiento humano» (Ryff y Keyes, 1995; Seligman, 2011; Seligman y Csikszentmihalyi, 2000). Cabe destacar que tanto en los modelos occidentales como orien- tales de desarrollo, la investigacién transcultural ha demostrado que la felicidad y el bienestar no se podrian lograr sin un vinculo con los, otros. Investigaci6n reciente (Unanue, Vignoles y Dittmar, 2013b) ha demostrado que uno de los principales determinantes de la felicidad serian las relaciones humanas, a través de la cercania afectiva con nuestras familias, amigos, comunidades, y con la sociedad a la que pertenezcamos (Layard, 2011; Layard, Clark y Senik, 2012). Por lo tanto, la biisqueda de la verdadera felicidad no podria entenderse solo como una individualista del placer y del goce, sino que muy por el contrario: seria una biisqueda con otros y para otros, la cual debe ir en armonfa con nuestras organizaciones, nuestras comunidades y el planeta al que pertenecemos. Este concepto de felicidad individual y societal es la idea que hoy 4queremos difundie y promover como el Nuevo Paradigma de Desarrollo propuesto, Actualmente tenemos la urgente necesidad de buscar mo- delos de desarrollo que incorporen sistémicamente a los seres vivos en su relacién arménica con los otros y con la naturaleza. Solo pensando en nuestro bienestar y felicidad desde los otros, podremos ser capaces de construir un modelo de desarrollo sustentable. o Pon que FeLictoan? 3. LOS BENEFICIOS DE LA FELICIDAD: LECCIONES DE UNA NUEVA, cTENCIA* Nuestro actual modelo de desarrollo, basado fundamentalmente sobre la maximizaci6n del PIB y del consumo, ha acarreado innumerables beneficios a la humanidad, Sin embargo, a pesar de que en las tiltimas décadas el mundo ha experimentado los mayores avances tecnol6gicos de su historia y, con ello, un inimaginado progreso econémico, los ha- bitantes de la Tierra nos estamos viendo enfrentados al menos a cinco srandes dilemas que han puesto en tensién el futuro de la humanidad (Gobierno Real de Butén, 2013). Primero: la crisis medioambiental. El calentamiento global, la disminucién de la diversidad ecol6gica, y la degradacién de nuestro ecosistema se han convertido en los desafios més importantes del pre- sente siglo (Banco Mundial, 2013a). Ademés, como planeta estamos consumiendo nuestros recursos naturales un 35% més répido de lo ue pueden renovarse, lo que en pocos aftos podria Hevarnos @ una crisis energética y ecolégica irreversible (Agencia Internacional de Energia, 2012) Segundo: los elevados niveles de pobreza ~a nivel local y mun- dial- estén afectando gravemente la legitimidad de nuestro modelo de desarrollo. Si bien es cierto que la pobreza extrema ha caido desde sun 52% (1981) hasta un 22% (2008), desde el 2008 hasta la fecha no se han seguido observando disminuciones significativas. Actualmente, segiin el Banco Mundial (2013b), cohabitan en la Tierra mas de 1.300 millones de personas en extrema pobreza (que viven con menos de USS 1.al dia). En Chil, la cifra de pobres alcanza a aproximadamente 2.5 inillones de habitantes. Tercero: los vergonzosos niveles de desigualdad. Al afto 2013 (Thinley, 2012), el 20% mas rico de la poblacién mundial consumia €1 86% de sus recursos, mientras que el 20% més pobre solo el 1.3%. E1 20% de los més ricos utilizaba el 58% de toda la energia del plane- ta; mientras que el 20% mss pobre, menos del 4%. E1 20% mas rico producfa el 63% de los gases con efecto invernadero; mientras que el Sescidn que reproduce las importantes contibuciones de Martinez, Ivanovie-Zuvie, yy Unanue (2013). 6s, Wencestao UNANUE 20% mas pobre generaba solo el 2%. El 20% mas rico consumia el 84% de todo el papel y poseia el 87% de los vehiculos, mientras que el 20% mas pobre usaba menos del 1% de ambos. Ademés, a nivel pais, Chile es uno de los ejemplos més preocupante de desigualdad socioecon6mica (Organizaci6n para la Cooperacién y el Desarrollo Econémicos, 2011a), ostentando el indice de Gini mas alto dentro de toda la OCDE y uno de los més elevados en el mundo. Diversos defensores del modelo econémico imperante han plan- teado que las desigualdades serian inherentes a la condicién humana y, por lo tanto, deberiamos aprender a vivir con ellas. Sin embargo, investigaciones sobre altruismo han demostrado lo equivocado de tales argumentos (Ricard, 2006). Asimismo, ha quedado demostrado que el peligro de las desigualdades no solo radica en la injusticia social que conllevan, sino que ademas se asociaria a miltiples ¢ indeseables problemas sociales que estarian poniendo en riesgo la sana convivencia y el futuro de nuestras democracias. A modo de ejemplo, Wilkinson y Pickett (2011) han encontrado en sus estudios que a medida que Ia desigualdad aumenta, también lo hacen la mortalidad infantil, los homicidivs, ef ni adolescente, la obesidad y las enfermedades mentales. Igualmente, la desigualdad harfa caer la confianza, el bienestar infantil y las tasas de Cuarto: los graves problemas de gobernabilidad, junto a las con- siguientes revoluciones civiles que hemos observado durante el sltimo tiempo en diversas naciones del globo (Egipto, Siria, entre otras), es- tarian poniendo en serio riesgo la estabilidad democrética de nuestro sistema de convivencia a nivel mundial. Por dltimo, las demandas por un mayor progreso material que hhemos visto durante las tiltimas décadas, habrian puesto una enorme presion sobre la salud fisica y mental de la poblacién. Bl crecimiento ~ econémico acelerado de muchos paises, como Chile, ha llevado a que las etensiones del modelo social» se traduzcan en la aparicién de sintomas psiquidtricos y psicosomaticos. Los individuos en estos escenarios deben ofrecer soluciones biogréficas a contradicciones sis- témicas con un claro costo en su salud mental (Aceituno, Miranda y Jiménez, 2013). Hoy en dia, podemos observar aumentos sin preceden- ery Uv prisioneros en las carceles, el embarazo 66 Por que FeLicipAD? tes en las tasas de obesidad, estrés, depresidn, suicidios, alcoholismo, drogadiccién, ansiedad, y automedicacién a nivel mundial. Chile, por ejemplo, segtin Ia Organizaci6n para la Cooperacién y el Desarrollo Econ6micos (2011b), es la segunda nacién que mas ha aumentado st tasa de suicidio (55%) en los ltimos 15 afios, siendo superado solo por Corea del Sur. Ademés, nuestras tasas de depresidn y obesidad no estan lejos de las de los paises més enfermos del planeta. Para la ONU, gran parte de estos dilemas tendrfan su origen en la forma en que hemos venido entendiendo y midiendo el «progreso» Esto, debido a que hemos estado conviviendo con un sistema econémico donde su estandarte ha sido el crecimiento del PIB, mientras que el ser humano ha pasado a segundo plano. Como consecuencia, hemos visto un desmedido afan por promover un crecimiento econ6mico ilimitado en un planeta que, como ya sabemos, posee recursos finitos. Afortunadamente, y como hemos visto con anterioridad, en la actualidad existe un consenso internacional respecto de la necesidad de un Nuevo Paradigma de Desarrollo. Actualmente, un modelo basado exclusivamente sobre el crecimiento econémico y el consumo se ha hecho insustenible. Ent este seutido, lan surgide vores de prestigiados cientificos mundiales (incluidos varios Nobel de Economfa) que nos han demostrado que, si bien es cierto que el crecimiento econdmico puede ayudar a mejorar diversos indicadores de progreso material, esto no se ha traducido en un progeeso real de la calidad de vida de las naciones, Por lo tanto, lo que necesitarfamos serfa un paradigma alternativo de desarrollo, donde la biisqueda de la riqueza material se subordine a un modelo de sociedad sustentable, y donde el ser humano y la sustentabilidad del planeta estén al centro de este. En este sentido, para Butén, la ONU y diversas organizaciones internacionales, los cambios que urgentemente el mundo necesita de- ben estar basados sobre la felicidad. Esto, dado que la felicidad -tanto humana como societal~ seria el indicador que mejor puede reflejar la calidad de vida de los individuos y el verdadero progreso de una naci6n. Pero, ademés, porque se ha descubierto que la felicidad puede set parte de la soluci6n a los cinco graves dilemas que el mundo esta enfrentando. Por ejemplo, mas de treinta afios de investigacién cienti- fica han demostrado que la felicidad tiene notables implicancias en la 6 WeNcEstno UNANUE calidad de vida de la poblacién y de sus habitantes. A nivel individual, las personas més felices poseen menores niveles de ansiedad, estrés y depresién; sus sistemas inmunol6gico y cardiovascular estén mas protegidos; son menos propensos a la obesidad y a las adicciones, y viven mas afios (Diener y Tay, 2012). Ademés, a nivel organizacional, las personas més felices son més productivas, cooperativas y creativas, lo que deberia aportar a un mayor y mejor progreso social para ir en ayuda de los mas pobres. Finalmente, a nivel societal y planetario, las personas mas felices protegen mas el medioambiente, ayudan de mejor forma a mantener la paz social, y luchan con més fuerza por reducit las inequidades y Ia pobreza. Por lo tanto, potenciar Ia felicidad tanto de las personas como de Jas comunidades, de las organizaciones y de los pafses, se ha transfor- mado en un imperativo ético y moral para los seres humanos, para los gobiernos y para las politicas pablicas. Sin duda, un mundo més feliz, podria ayudar a disminuir la actual crisis medioambiental, la pobreza, las inequidades, las adicciones, las enfermedades mentales y los riesgos de inestabilidad democratica, El desaffo, por lo tanto, es vémiu inuplenventat este Nuevo Duradig- sma de Desarrollo. esta tarea gigantesca se ha venido abocando desde hace decenas de afios el Reino de Butén. De hecho, su rey ya en los afios 70° declaraba al mundo que para ellos era més importante la Felicidad Interna Bruta (FIB) que el Producto Interno Bruto (PIB). A partir de esa declaracién, Butén se ha concentrado en evaluar y potenciar su FIB, incluyendo indicadores de bienestar psicolégico, distribucién dei tiempo, vitalidad comunitaria, diversidad cultural y sustentabilidad, ‘como medidas de progreso social. Siguiendo las recomendaciones y el ejemplo del modelo butanés, en el aio 2011, en un hecho hist6rico, Ia Asamblea General de las Naciones Unidas y el pleno de sus miembros ~incluido Chile~ hizo un llamado formal a la construccién e implementacién de este Nuevo Paradigma de Desarrollo basado en la felicidad (Organizacién de las ‘Naciones Unidas, 2001). Con esta declaracién quedaria establecido que la felicidad deberia ser el objetivo central de los estados y de las, politicas pablicas. “ ePon Qué FeLictoan? A partic deesta resoluci6n del 2011, y a peticién de la ONU, Butén hha comenzado liderar el proceso para la implementacién de este Nuevo Paradigma de Desarrollo. Para ello, ha convocado a un grupo de trabajo de lideres mundiales ~economistas,cientistas sociales, expertos en salud mental, altos representantes de la sociedad civil, del mundo politico y espiritual- con el objetivo de abordar la tarea de generar las recomen- daciones necesarias para implementar este nuevo modelo. Este cambio de paradigma deberia ser capaz de ayudar a reorientar las metas del desarrollo hacia un modelo donde el ser humano y toda forma de vida en la Tierra estén en el centro de las politicas piblicas y de los objetivos, de las personas, las comunidades, las organizaciones y el planeta. Este Nuevo Paradigma de Desarrollo deberd busca, por lo tanto, maximizar la felicidad humana y societal, aspirando a satisfacer nues- tras necesidades fisicas/materiales, emocionales, espirituales (sentido), y relacionales de la mejor forma posible. Solo de esta manera, nuestro nuevo modelo de desarrollo podré ayudar a revertir el calentamiento global, proteger nuestro ecosistema, a disminuir la pobreza y las des- igualdades, y a mejorar la salud mental de la poblacién, llevandonos un estado de floreciniento plenw. Probablemente, lo que estén proponiendo Butén y la ONU ha sido uno de los cambios més radicales que el mundo ha experimentado en pos de su florecimiento y de la disminucién de las injusticias, la miseria, y del sufrimiento humano en toda su historia, Sin embargo, a pesar de que parezca lejano, la evidencia muestra que el cambio es completamente posible. Jamas la humanidad habia contado con la abundancia material ni con el avanzado conocimiento tecnolégico que tenemos en la actualidad. Solo debemos cambiar el foco y comenzar la biisqueda de una felicidad sustentable. En este sentido, el reporte del IEWG (NDP Steering Committee and Secretariat, 2013) presentado al més alto nivel de las Naciones Unidas, y abordado al principio de este capitulo, pretende ser un insumo clave para la implementacién de este nuevo modelo de desarrollo, y para la construccién de un mundo més justo, feliz y sustentable. 6 ‘WeNcestAo UNANUE 4- gEs POSIBLE INCREMENTAR EL BIENESTAR Y LA FELICIDAD? EL ROL DE LAS POL{TICAS PUBLICAS Tal como lo proponen Unanue, Martinez y Von Wolfersdorff (2013), el abordar politicas piiblicas para la felicidad implica necesariamente preguntarse por lo apropiado de entregarle un rol activo a los estados en ‘estas materias. Opiniones a favor y en contra se han esgrimido durante afios. Sin embargo, lo primordial para evitar confrontaciones y debates en un tema tan trascendente como este, es aclarar desde el inicio que lo que se pretende esté lejos de ser el solicitarle a los gobiernos tratar de

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