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1h. Representaciin ie sstema solar desde 10°, 11 Representacion ela vita entre los os electrons mis Interos el ftom de carbono, 10° m. 1.2. Fisuea en una preparaciin eatinosa Enrique Seco La union en arquitectura El protagonismo que en los sistemas de junta seca cobra la unin resistente da pie a algunas reflexiones ‘en torno a la relacién entre tipologia, forma y construccién en arquitectura. A través de un esclarecedor recorrido histérico que parte del apoyo simple como primera junta constructiva hasta las sofisticadas so- luciones contempordneas, Enrique Seco, profesor del Departamento de Construccién de Ia Escuela de Ar- quitectura de Madrid, elabora un andlisis de la unién de montaje desde el punto de vista téenico, desta- cando también su condicién de elemento esti Capitulo t Naturaleza de la junta en construccién “Los edificias no son monalitos”. Louis 1. Kakn Er titulo de I conferencia de Kahn, tan sencillo en sul forma, eontiene un profundo sentido acerea de la natura Jora de la unidh en arquitectura, Pa ra doseph Rykewert también la cons- ‘tnccién es unién, ¢ identifica el co- mienzo de Ia arquitectura con el nudo y la Tazada, primeras téenicas de union eonocidas. Li evidencia técnica de la eonstrue- ién como ensanblaje de piczas se ha IIa presente a lo largo de toda Ia his ‘ria de a arquitectura, pero es cierto que son pocas las ovasiones en las que el edificio se explica a sf mismo tam- bién en gu naturaleza de ser com- jnueste, Coineidimos plenamente con Kahn: se ha de afirmar que In junta, en tanto que explicacién del proceso constructvo, neyelacion de les fuerzas ‘yeapacidades de los materiales v pro- poreions te de Ia esencia y presencia de toda anquitectura relevante, Bl delieado que rige la relaciin entre piezas, jun tas, forma y acabados del edificio es una sefa de identidad de toda arqui- tectura clisica. Esto es asi porque, dado que toda junta del edificio es participe de la estabilidad del conju to, en ella se pone de manifesto que de lag miembros, forma par- universal equilibrio ico de influencia decisiva en la composicion del edificio. unién eonatructiva, forma y equilibria estatio son uno y lo mismo, ‘Yeesta junta, jes seea o humeda? La segunda se puede entender eo mo aguélla gjecutada con materia no sélida, que se conforma on su lugar de aplicacién y que no se puiede des. hacer sin alterar los miembros que en ella concurren, La junta hameda dg Lugar a un todo por ampliacion 0 continuidad de los miembros unidos, con los cuales se confunde, Se puede conéluir que la junta himeda —y ha do incluir le soldadura— no es tal unién, sino una conforma: aqui ion. Bn eieeto, el resultado es una sola picza cuiva complejidad requiere partir de partes preformadas. La junta hiimeda, por tanto, produce un abjeto tunica, monolitieo y, siguienda a Kahn, no es construeciés ni forma tecténiea. La junta seca seria entonees aque: ‘a que no modifica fos slomentos con ceurrentes, Tos euales euentan con la preparacién precisa para eompletar la junta, Bs la unida que si es posible dosmentar y; por tanto, sobre la que acometen piezas terminadas, integras en su forma y climensin. La junta so ca incorpora un tereer elemento per- fectamente identificable y da como re sultado un ensamblaje de partes que s¢ pereibe como un todo, Uno de los principios de la junta seca es la. sim- plicidad de cen ella, piezas que se comprenden a partir del material y de la labor que coumplen en el eonjunio, v que ofrecen Jos elementos presentes Jn forma y dimension eoherente y ex presiva de su funcién. Bs ovidente por todo lo anterior que Ja jmta que aqui se va a tratar as la denominada seca 0, mejor expresado, Ja union de montaje. Se trata de un elemento mais del edifcio y, como tal, también interviene decisivamente on cu forma y compasicién, Estructura interna y dimensién En el universo existe una eontinuidad de constitucion basada en las partes y todo que aleanza, desde las dimen: sionos mas gigantescas, hasta aque las otras, tan minimas, que s6lo re- sultan perveptibes mediante modelos. La similitud entre el universo con templado a una distancia do 10 mo tos y Ia visign en ol interior do un ‘tomo a una distancia del0® metros nos indiea que existe un reeorridoil- mitado a traves de nuestro mundo que descubre que todo es une y parte a la vex. (igs. 1.1.2 yb). Nada hay ni lo ‘mis avidento, que no sea en realidad el resultado de una eonjuncion de ele- mentos menores, y son estas elemen tos componentes, en su naturaleza y orden, Jos que determinan las cualida- des de la unidad de orden superior. En este sentido ~conjunto de componen: tes y relaciones precisas entre ellos, nuestro mundo es construccion, Entre las cualidades esenciales de Jn materi se cuenta un orden dimen: sional que le es propio ¥ que viene de. terminado por los elementos que Ia componen y el orden en que @stos se hallan, Bfectivamente, los elementos primeros son capaces de generar ma- teriales y piozas con las mas diversas cualidades: grandes o pequefios, rigi- dos oflexibles, pesados o livianos, frie giles o duraderos. Pero la construc: cion propone modos de superar estos limites naturales, eon el fin do obte. ner Ia canjuncién mas eficiente entre Jos materiales, las piezas y la totali- dad del ediicio (ig. 1.2) ‘La Ilave para perleccionar la conju: gacion de las dimensiones naturales de le materia eon la forma do la odif cacién se encuentra entonces en Ia modificacién de su estructura interna, incrementando tambien el orden di mensional propio. Dosifieaciones, aleaciones, forjas y, en iiltimo térmi 1.4 Patent de sistema resistente Tensearty Buckminster Fuller, 1959, ] a ratte de case : " refarcada, TA Fens a 2 ait f Edison, 1907 15. Puente Boman, EEUU, 128s 158. Dirigible 2 126 en construccién, 1924, 1.5. Tore Eifel, 1289: detalle construct. pat 2 ey 1 A no, la creacién de nuevas estructuras moleculares, son operaciones encami: indas a aleanzar este objetivo, supe: rando las limitaciones de partida que ofrece la materia en estado natural El final del camino no sera, en nin: ‘gin easo, la construcein sin juntas; el ‘material continuo y tnico eapas. de re solver de un golpe el edificio completo seria un monstruo de la rain, inase- Auible al entenidimiento y a la posibil dad téenien de su ejecucidn (ig. 1.3) ia estructura interna de nuestros materiales aporta unas cualidades ésenciles a Ia forma de la arquitecta- va, La arquitectura del palmo, las 6r- denes de la labra y conjuncion 0 la continuidad de la produeciém en serie el edificio de acero manifiestan en la junta y despiece el ser intimo de los ‘materiales aplicados. Asi, nuestra er- quitectura os larga y esbelta camo el coro; sélida y rica como la piedra 0 tminuciosa y préxima eomo el aparejo deladrillo, ‘Tamano y durabilidad El hombre extrac de las entrafias de Ja tierra y del corazin del bosque ma- teriates que desbasta, talla_y labra 8 Ja medida de sus construcsiones. De ‘este modo, la materia se vuelve a ex: poner cruda ante los efectos del ctima y-eon un factor de forma caracteriza- do por Ja esbeltez que exige Ta eons- trnecion. Para tus relaciones erecientes entre superficie envolvente / volumen conte. hido, so incrementa notablemente el efecto de elima sobre la pieza, 0 lo que 8 lo mismo, so reduce notablemente su durabilidad. Las impregnaciones ‘oleosas en Ta madera o los reeubri- ‘mientos o enlucidas en la piedra son rocesos de recubrimionto y protec- cién, tradicionalmente empleados pa- ra contener estos efectos. Pero el fin, Ja durabilidad de Ia. fabriea impondra una proporeion de juntas eonveniente al material, segtin el cima y la orien- tacién, como mejor garantia contra la fisuracion y frachara esponténeas. ‘Tampoco los materiales atificiales provlucidos por Ta industria se encuen- tran al margen de una dimension de junta obligada por fas condiciones ama bientales. Las juntas de dilataciém, r6- tllas 0 apavos deslizantes son disposi tivos que solucionan este problema, exploiando una -tedrieamente post ble-ilimitada forma, compuesta por un continuo de materia, En este caso, ala logica do unas dimensiones de piezaduraderas se impone ol reconoci- riento e independencia de dineeriones y encuentros en el espacio. Independizar las piezas segin la posiciin de sus diferentes directrices supone simplificar los esfuer20s y reaeciones que las solicitan, pero tam- bien los giros y recorridos a que se vven sometidas por efecto del clima y orientacién, El despiece constructive que nace 4el acomod de los movimiento inter- nos de los diversos materiales que ccompanen el edificio introduce un &i- digo de entendimiento de’ mismo co ‘mo organisa; esto es, eomo ser capuz do reaccionar ante las eordiciones de su sitio mediante el movimiento rela- tivo de sus miembros. Pero el edifcio, ademas de ser com- puesto, no es homogéneo, ¥ la durabi- lidad y conservacién requieren una junta que reconozea y asimile este cambio de un material 2 otro Superacién de la razén peso/dimension La relacion entre la longitud 0 volu- ‘men y el peso de una maquina u objeto es un indice que tradicionalmente ‘acompafia al ingenieto ¢ indica la el ceacia del disefio y de los materiales se- inecionados para una tarea especiticn Porello la expresion: “(.) sf, muy boni- to een, per, geuanto pesal” encala perfectamente oon la personalidad y formacion de Richard Buckminster Faller y relleja su enlogue de Ia cons: feruocin y la arquitoctura, La labor desarrollada por Fuller, Frei Otto y Félix Candela on este siglo dejo en Ta arquitectura moderna la area indeleble de esta preocupacién por la ligereza como eficiencia que ha- bria de dlirigir of disofo constructive de la arquitectura modema, Y existe ‘una proporeidn directa entre la ligere- va de la forma y la artieulacion de los miembros. En el limite, la méxima li sgereza recluma materiales construct vos de rigider nula (fig. 1}; esto estracturas de infinitas articulaciones 6 de infnitos apoyos, que nacen cuan- do Ta materia estructural empleada se presenta en estado gascoso, ‘La mayor economia constructiva re- quiere un entramado de secciones mi nnimas que, en ¢! limite, son ofrecidas por la cuerda y el tefido, Bl universo de juntas de las primeras construccio- nes de hierro del sigle KTR, la eonste- lacién de juntas de los ultraligeros de principio de siglo o la pieza emblemé- tea do Ia torre Biffel son fiel repre- ssentacién de la veracidad y el efecto de ligereza que manifiestan estas densas urdimbres de miembros y jun- tas; més uniones de miembros que piezas, sin duda (figs, 1.5.0, by. Pero los materiales madernos han aleanzado el limite y se encuentran en. disposicién de proponer una construc~ ign finalmente ingrivida, Esta es la ‘conclusién que aleanza R, Buckmins- ter Puller cuando propone el proyecto Cloud Structures en 1960. Nuevos materiales-menor junta. A partir del momenta en que pared y estructura se independizan definiti- ‘vamente, s¢ impone la necesidad de cestablecer una coordinacién muta, & Ja vex que una libertad de disetio y construccién notables, De todos mo os, ambos elementos participan en el propésito de superar con ereees las lo- ‘rs del pasado: maytires Iuces y alta ra, y pared ontoramente de vidrio, to da ella. ventana, También comparten Jas téenieas industrials, y la linea de montaje favoreee la produccién de ‘materiales y elementas en continuo. Finalmente, el avero, ¢! hormigon aarmadio y el vidrio se eonvierten en los materiales esenciales, por lo que los grandes desarrollos no podiian hacerse esperar. La dimensin maxima del ele ‘mento estruetural singular pasa de los 2 metros de dismetro de la einala de Sainte Genevieve, en 1780, a la nave de 115 x 420 metros de 1a Galerie des ‘Machines de la Exposician Universal de Paris do 1889, Légicamente los ele- ‘ments constructives y piezas seompa- dian este crecimiento (igs. 16. yb). El efecto de la enteada de los nite ‘vos materiales ¥ sa uplicacion a fa pa red es, si eabe, mis acusado en térmi- nos de la dimension de las piezas y, consecuentemente, de Ia reduecién de J longitud de la junta, Los materia- Jes que nacen de los nuevas procesos industrinles ~acero y vidrio~ se abtie nnen en continuo y se conforman por moldeo o laminado, de manera que son las condiciones de transpote y ‘hanipulacion tos tinieos limites raales ala diznensién de Ta pieza que se pue- de realizar com elas La industria también aparta sus co- notimienios en el terreno de montaje de estos elementos profabricados, lo ‘que implica, en la pared, la construc: ion sobre la base de médulos propor- cionadas a partir de Ia dimension y geometria totales del edifco. Bete es el caso del Palacio de Cristal construi- do por Paxton en 1852, donde los pa noles de pared se dimensionan con 2,4 metros de lado, en consonancia con el médulo estructural, y 75 me- tos de altura, que corresponde a la altura completa de entreplanta. Esta superficie se deseompone, a su vez, en tres piezas dle peto, ristalera y lamas de vensilacion. ‘Aqut el elemento pared fundamen- tal se proporciona, por primers vez, sin atender también a unas dimensio- nos espectfieas Gel materia, tal y on- mo ocurria en la fiabriea tradicional. ‘Las juntas y uniones realizadas en ta- Jer no forman ya parte de la junta de obra, que queda reducida a la realize da entre los paneles (fig. 1.7). EI nuevo arden dimensional de la pared quo se propone & partir do este ‘momeato establece una relacién di- recta con el eaqueleto resistente y con Jas dimensiones maximas de trans porte y puesta en abre, La junta como puente conductor ‘Toda unién es Iugar de transmision a través de-una diseamtinuidad; ¥ asi co- ro el puente conserva el reeorriépsal- vando la lamina de agua, la junta traslada esfuerzos a través de una dis- contimafdad del material. En los extre- ‘mos de los elementos concurremtes se agoipan materiales y sus respectivas solictaciones, a la espera de ser eon dueides a través del vano mediante la conexin que realiza la junta, Bl diseto de Ja union eomienza por {a adaptacion del barde de los elemen- tos a unir, come preparacién de la transicion a la pieza de junta, A conti nnuacién, un terver elemento indepen- dionte se conforma para recibir las so- Hicitaciones, concentrarlas y transmi- tirlas al miembro receptor, donde aquéllas se difunden nuevamente, re- 1.84. Pants de Sainte Geneviéve en Pari 6, Souffot, 1780, 1.6. Galerie des Machines para la Expasicin de Pais i 1889,¢. 1.7 Crystal Palace ara la Exposicién Lordres de 1080, 1. Faxton: estructura y ceramienta, ‘euperando el estado tensional corres: pondiente a su neturaleze y forma. La pieza de union moderna representa siempre una comeentracién de solicita siones y, como tal, requiere materiales formas altamente experal:zadas. En Ia fabrica Sradicional, 1a junta vara. ver eomportabs esta eoncentra cion de esfuer2os, pues se ocupaba fundamentalmente del concierto de elementos, para lo cual presentaba uuna superficie equivalente a la see cin de las piezas a unir. Pero las eon: dic condicion nueva, que se manifesta en Ju junia de pared y comporta la trans mision simultdnen de esfuerzos de naturaleza diversa. yes modernas introdueen otra La junta unidimensional Sin duda, fa primera junta construecién es el apoyo sim- ple, fimdamento del vano ele- mental, No existe toreer ele- mento constitutivo de la jum- ta, sino la'més bésica prepa- raciéa de log miembros com- ponentes. La mision de la junta es exclusiva y no admi- termés gue la transmision de una carga vertical; cualquier ‘otro esfnerzo la destruiria, En la Grecia elisica, y den- ‘ro de Ia-construecién eon pie- dra, la:unién fundamental i- sue siendo el apoyo simple, sélo que ahora el edificio se hha desareollado plenameate tanto espacial como composi- tivamente, de modo que ol re nro de juntas os ingent, stats ge manifiestan, tanto en fa construcefin de unidaces formales -mmaros 0 fustes—o- smo ca la transition entre pic: 2as y-orientaciones ~junta faste-capitel o capitol-dintl, La junta parvicipa aqui da 1a geometria general del ed ficio, do manera que cada junta contiene una parte esencial de Ja forma final. El control de efectos de perspectiva en colmmnatas, corni- sas y pedestales obliga, er efecto, ala distribucién de inclinaciones y pera’ tes-en la forma de las piezas, que de jan de ser prismas rectangulares, y tambien en la diveecién y orientacion de las juntas. Bay a Tore de eropuerto de Barjas 8 Fitanis, 3989: mampuests sigantes conjugados. Riste elevado grado de exigencia im- pone-un nivel de control equivalente sobre el plano de unién, lo que eondn- ce enel siglo Va. ©, al empleo de tae gas conjugadas, «ues por ol carte oti en los pumas ‘mas comprometidos, como el faste de la columna, Hin la actualidadl, la mo- dora mamposteria de hormigén ar- mado emplea el sistema de encofra- dos conjugados cttzndo las eondicio- nes de esfueraos y neabados som mis cexigentes (igs. 18, yb). Por fn, la propia escala de Ta eons- tnuccidn 5 ef nimero de piezas que la componen manifiestan la nevesidad de una junta. que, si bien $0 compro- mete principalmente con la transmi- sion de esfuerzos de compresién, re quiere garantias con respect su exacta posieién, asi como tla ausencia de todo despla- zamionto posterior. Aparece entonces ua serie de grapas ¥y totones matin, que se in- ceorport al ofrara limpio plano del asiento tg. 1.9). En ol siglo 11 de nuestra era, el nuevo panorama constricti- vo s6 encuentra en manos de Roma, merved a un vasto pro fgrama de constrnceiones que ‘ecompan al erecitniento de su imperio, Sim muchos las des ceabrimientos de sx época, per «en este cas interesa destacar 1a introduvidm del areo y sus desarrollos, boveda y ctpula fn la cultura mediterranea. La térmica do asiento de Ia ‘mamposteria es en toro some- jante a la griega, si bien el despiece del arco introduce tna variacion en Ia junta. que ‘mporta destacar. A lo lnrgo de a directrin del areo, la junta simple de comprosién abanco- ne In traditional direesion ho ‘zontal, hasta aleanzar pri ticamonte la vertical sin modi- fear sur modi de trabajo fig. 1.10) asta entonees, la junta veriieal hae bia sido una mera junta de cine, sin esfuerzo alguno, de ahi la necesidad de sapas 2-eajends, pero can el nrc y la boveda se desvela un modo de trabao del muro en las dos direcciones de un plano, y este giro ae ba de aeampanar con el correspondiente en el Nagado mnearando los blo- activo, La biveda se propone inieial- tnente como ta recurruncia de sxeas pero fe trata, en realidad, de una es- ‘ruetura tridimensional la Haga se orienta seg'in las tres direeciones del espacio, siguiendo ia forma estérica- 1a modificacion de la geometria inter- na del miro colle. tna moifiencisn del eampo de fuereas gravitatario que originalmente es vertical. Por fin, aren, baveda y etipula generan en su apoyo ‘empnjes horizontales que anuncien las uuniones a tranciém que han de veri. Ya no resulta una novedad decir (que la cultura romnioa no estaba pa- ra grandes finuras en el orden eons: sruetive. Ciertamente, la labor en un fempo en el que tna cultura enor memente evolucionada habia sido sdesmantelada sin haber sido sustitui- 44a por otra que adoptara sus eonoci- mientos era samamente dificil Se im ponés, de ma parte, volver a un labo Tioko aprendizaje y elaborar solucio- res simplificadaras, eapaces de sol ventar nevesidades reales, ‘La irregularidad de las hiladas y las piezas, asi como in brevedaed del labret do, conducen a ta necesidad de intro- ducir um terwer elemento, la lage de rmorterv, deseonocida en todo e! perio- do clisico. A pesar de Ia pobreza del aspecto general y los frecuentes fallos «an sorvicio de las fiariens, lo cierto es aque la laga de mortero, ademas de ser Ja primera materializacién de Ia junta como tercer elomento, da entrada a ‘uma uniéin que resuelve diversas pro- blomas simulténeamente: accmodo ‘geometrieg de superficies irregulares, estanqueldad de interstiios y-acomo- odo asientos a lo largo de una fib ‘a irregulsr en sus piezas y miembros por tanto, extremadamente fyi en su conjunto, Precisamente esta titima fimeion de Ja junta de mortero esi presents en el rmamento en. que apareee por peimera vez una arguitecture alternative a la propustaclisica, os decir, moderna, El eonstractor gitico propone por primera vez una organizaciin de la materia dinde vorramiento y estrue- tura son onganismos independientes, JLo estructura adopta la forma de en- tramado de piezas lineales que se mantiene sin alteraciones sustancia les hasta nuestros dins. EL cuerpo re sislente se compone con esbeltas pie- ‘as lineales desprovistas de ln capaci. dad de componer superticies, y para corramiento de los entrepatios se re courre a paneles de hierroy cristal, Bs- tas delicadas estructuras imponen recuperar la regularidad de la fabric ‘en hiladas y dimensiones de las pie- 2s como tinieo modo de proporcionar 4 tan ajustada estructura la impres- cindible homogeneidad de asientos. A posar do indo, la twansiciin do tm sis- tema lineal de apoyo a otro puntual requiere una materia de siento ca ppaz de mantener inalterada Ia trans- mision de esfuerzos, « pesar de las de- formaciones que inevitablemente han de producirse, El aparejo gitico es tan preciso como el elisico, pero Ia lage de mortero no se abandons, Los constructores de eatedrales se cenfrentan también por primera vex & una construceion flexible, Las agujas de la catedral gétien se mecen en el viento y Jas piedras y sua encuentro se hollan en permanente giro. Slo wn terver elemento, de vonsistencia cuida. dosamente dosifieada, podria acomo- dar ol continuo reajuste de una cons truceion de esta naturaleza, La senc- Ia junta de mortero es ahora un meca- nism de respuesta activa con respon: sabilidades de un aleanee deseocido para la llaga de moriero tredicional Para esto tiempo, Ia junta elemen- tal o unidimonsianal ha desaparecido de lo arquitectura: en adelante, el apoyo simple, Vertical e inmivil, no serd mis que la excepeiin, La junta multifuncional Con la Hegada det trucein moderno, basado en un es- queleto reticular y une pared no por- tante a modo de piel, desaparece casi por completo la union resistente de apoyo simple, Entre las uniones resis- tentes, tanto la articulacion como el empotramiento responden ante cs fuerzos de orientacién y naturaleza maltiple, yen ellas se producen giros y desplazamientos por a acciin de 60- lieitaciones variables y las deforma- ciones de un cuerpo flexible. Pero la pared es el lugar donde se produce el mayar esfuerzo de investi- gacion y desarrollo, lo que da lugar lun nuevo tipo de junta que, por pri- mera ver, transmite esfueraos tan di- istema de-cons- ferentes cublitativamente como son Javesistencia mecinies, el movimien to, el aislamfento térmaico, la estan queidad al aire, la impermoabiliad 0 el aislamiento actstion. La junta no hhace sino dar respuesta a uma de- manda establecida por la pared-cor- tina de seccian mutileminar. Los fe ‘namenos que acontecon sabre lx piel del edificio se analizan indopen- dientemente, y la industria propone materiales ¥ dimensiones idéncos pa ra cada caso; es decir, Ia seleceiin de lu pared sigue un camino de especia- Tizacion similar al que habian seg do esqueleto ¥ corramiento, Las liminas especializadas se mon- fan en una sacuencia adaptada @ las diferentes solicitaciones, prosentando uma seecion compuesta al acometer sobre la junta. Bsta habra de repev- ducir esa estructura y generar wna secuencia de materiales y perfles es pecializados que garanticen una tran sition continua de un elemento a oto La pared moderna se desarrella ini. cialmente sigaiondo dos actitudes di- forentes: Ia primera, mas tradicional, sigue considerando la pared como un hhecho unico, y construye una seecion compuesta aplicando las sucesivas la- minas a [a totalidad ce la pared. En esta téenica, los encueniros entre las distintas laminas de la pared se pro- dueen on lineas que no eoinciden ne- cesariamente: de este modo se obtione la continnidad en la respuesta sobre Ja base de uniones extremadumente sencillas que provienen dircetumente de Ins plicaciones industriales de f- nales del siglo XIX (lig. 1.11), Estas uniones simples por solape y doblado permiten la incorporaciéin de cero y aluminio de un modo inme: diato, pero no son eapaces de propor cfonar una respuesta cientifica a la altura de las exigoncias que el elima interior del edifiio iba-a plantear en breve. La segunda alternative, que des compone la pared en elementos de en. tramado y entrepafo, plantoa desde ol primer momento un alto grado de identificacion con los procesos de pro uceion industrial. EI enrejado esta- blece un paréntesis entre estructura y cerramiento gue permite aoomodar as notables diferencias de constitucién y tolerancias entre ambos elementos En segundo lugar, el entramado pro- 1.9, Variantes de stato de rmampostri, Grecia, siglo Wat. 1.10, Puente ce Nis, il 41, Casaen Coventry Stret, Melbourn, 1850: Fachada y dette, 1.13., Escuela Bauhaus W. ropius, 1925: detalle de muro ortna. 1.14, Parsons House cen Londres Bll 1.12, Sede de le Federacin Nacional dele Construcsin, 4. Prouvé, 1949: panel de fecha, porcional un sistema modular, que re cibe con total precisién unos elemen- tas de pared que se pueden eompletar enteramente en fabrica Contando on el soporte exacto que ofrecen montantes ¥ travesatios, es posible incorporar en los paneles toda suerte de elementos-¥ mecanismos de complefidad creciente, desde elemen- tos practicables, pasando por siste- mas de oscuresimiento, equipos de elt- atizacién o incluso espacios habita- bles (fig. 1.12) Para ol detalle constructivo de este segundo sistema, se adoptan inicial- rente los aplicados a los vitrales oti- cas y los propios de Ia carpinteria de madera del siglo XVII. Bl detalle de la junta de la pared de vidrio arquetipica dela Bauhaus 0 soluciones tempranas ‘en los EEUU resultan précticamente ‘guales @ Jas tradicionales menciona- das. En este sentido, es ligico que las primeras aoluciones de pared cortina se tomaran de las empleadas en el ee rramiento de los hueeos del sistema de moros de carga (figs. 1.18. yb). Ciertamente, estas primeras solu cfones de junta no estén a la altura de 1138, Ventanas el palacio de Verses, 1670 detalles de carpinera Jas mejoras que se introduciran en los elementos panel, tal como evidensian algunas de las solttiones de muro- cortina norteamerieanas de Ins afios 80 de este siglo. El pane! metilico, coneebido como caja, inearpora st pro- pio aislamiento térmico y camara de aire con drenaje de condensacién al interior y al exterior, y se protege y seatia con esmaltacos al horno. Es evidente que Ta respuesta de esta so- lucién se dobilita en la junta, con el enrejatio Constituido por sercillas see- ciones de acero laminado. Cando la junta prolonge enmpleta- mente las condiciones de In pared —merced a. Ta alta definicién de la soc sign de aluminio extrnido, el empleo de polimeros y In eontinuidad del eoef- ciente de aislamiento térmico-, se al- canzan soluciones capaces de sostener en la junta los mismos valores dé re- sistencia que la propia pared (ig. 1.14, El edificio como cuerpo heterogéneo En el epfarafe anterior vimos eémo la Junta, en su. funeién de dar eontinai- dad a las prestaciones de la pared de 1.18. Primeraviga fe J Monier, 1878, y primera vigs con estos, Hennebique, 1892 seeciin especializada, aleanza un alto grado de complejidad, La respuesta ‘viene impuesta por las miltiples ac- ciones que se soicitan a la pared, pe- zo también porque la respuesta ante aquéllas se solventa con una secuen- ca de materiales tan diversos entre si como especializados, Ln construceion tradicional, a pesar de las hoy evidentes limitaciones, eon- taba a su favor con una restricetén equivalonte en cuanto a la cantidad y diversidad en su naturaleza de los materiales empleados. Una limitacién de materiales 0, lo que es lo mismo, ‘una mayor homogeneidad en el euer- po edificada acota las acciones dife- renciales a que se ve sometido el dif cio y admite, en consecuencia, unas soluciones de junta sencillas y tam bién homogéneas. Fébricas impresi nantes como Jos mutns de la villa de ‘Adriano o la etjpula del Pantesn me- nifiestan las grandes posibilidades de sistemas construetivos mas sencillos ‘yumniformes, Pero el esfuer2o eonstan- te por la superacin de las posibilida- des de nuestras construcciones en al cance y prestaciones sélo es posible 1.482. Dispensario -atitubereulos, J. UL Ser, Bareiona, 1935: detalle constructive de 107. Pabelén| itinerant de 18M, R. Peno, 1985: detalle de rtua 196, Efi Pirel, (Pont Mil, 1988: detalie de alae de muro certna, 18, Pabellin ce exposiciones F Oto, Hamburgo, 1963: etl de copie. mediante el continuo reconocimiento y entendimiento detallade de todos Jos esfuerzes que se solictan al edifi- cio, lo que leva a Ja permanente in- troduceién de materiales progresiva- mente especificas La resolucién de la construecién moderna eomieniza por la introdue- cin de materiales artificiales, algu- nos de los enales son heterogénecs in- cluso en su constitucién, tomo €s el aso det hormigdn armado, Otros, co» mo el avero, introducen una fuerte disoontinuidad on Ia fabriea cuando por primer vez ve coloean ecm equé- Ilos herededos do la tradicién (figs 1.15. a yb, Precisamente, la no consi- deracién ¥ adopcién de medidas opor- ‘unas respecio de las respuestas dif. renciales es la razin de las prineipa- les patologias que a lo largo de la pri- ‘mere mitad del siglo XX ponen en te- la de juicio puiblio la construccién y arquitectura modernas. Descomponer ¥ organizar et cuerpo de construccién es una primera res- puesta ante este problema. Le agra: ppacién de elementos constructivos en vraz6n de la funeién que eumplen en 1 edificio es una manera de reunir esfuerzos y miagnitudes semejantes, para destacer y abordar efierzmente las diferencias. Sin duda, la especiali- zacién mas espectacular y de mayor alcance en este sentido se produce en Ja independizacidn entre el eonjunto resistente y ef cerramiento cel edi io, que permite liberar de muchas depentencias 2 ambos olementos, pe- ro que oxige la definicién de una tunién eapaz de relacionarlos, gra- duando Ta transicién de unas a otras magnitudes. En primer lug, pared y estructura se materielizan con tolerancias euan- titativamente may diferentes ~del or- den de diez vooes menor en la pared-, problema que se soluciona con un an- claje capaz, de permitir replantear el punto de unin en las tres direceiones del espacio (fig. 1.16), Ast mismo, le junta ha de asumir dilataciones dife- renciales, tanto por la distinta exposi- cin al clima de estructura y cerra- ‘miento como por Ta diferencia de ma- teriales, La articulzcién pared-estruc- ‘tara como carscteristica de la cons- truccién moderna refleja la diversidad entre los elementos constructivos, tanto en términos de materiales eomo en peso espesifico y, consecuentemen- te, en lo que se refiorea su respuesta, La segunda mitad del siglo XX se hha earacterizado por la incesante in- corporacién de materiales eonstrueti- ‘vos nuevos, asi como por la transfor- macién industrial de otros tradiciona- les, de suerte que a Jos aceros, alumi- nio, vidrio u hormigén armado se apaden plésticos, maderas lemina- das, textiles y cables, Los materiales és recientes presentan unos eseal ros en términos dé médulo de clasti- cidod y rigider tales que han deman- dado ol disefo de juntas y uniones que en nada reeuerdan a las ya eldsi- as elaboradas 2 partir del Movimien- toModerno. ‘se grandes diferencias en eapact- dad resistente de parejas de materia- Jes han dado lugar a la aparicion de juntas earaeterizadas por la desmalti- plicacién de las tensiones incidentes on cada extremo de Is junta, como es caso de Tas empleadas por Renzo Piano en los tivantes del pabellén iti nerante de IBM, donde la rétula de aluminio se desarrella en una radieu- Ja que, en su encuentro con el puntal de madera leminads, multiplica el pe rimetro de junta oon edhesivo, De e3- ‘te modo, las tensiones unitarias en tno y otro extremo de la junta se pro- porionan a Jos limites elasticos de los diferentes materiales (fg.1.17) El empleo de materiales y elemen- tos construetivos de rigides nula re- quiere, no slo la difusiin de esfuer- 208 adaptables las diferentes limites lsticos, sino también el postensado de los elementos no rigidos, con el propisito de transmitirles un posten- ssado y posformado que reproduzean ‘en servieio las condiciones de equili- rio proyectadas. El caso de Is eubier- ta para el pabellén de Hamburgo construida por Frei Otto en 1963 es ‘un caso de unin especializada en Ta transmisiin de esfiernos entre un 30- porte lineal de acero y un ted sinté- tico. Sobre Ta eabeza de los méstilos se monta un capitel flexible de cuatro metros de didmetro, compuesto por ‘ocho eonjuntos de cineo ballestas fle- xibfes de madera de 8 mm de espesor. El conjunto permite transferir una fuerza de postensade de 2.5 tm sobre Ilona ffg. 1.18). 11a, Ciudad de Ciencia en La Viet, Rie, Paris, 1978: seccin de bun 1.18 Transmisién de un Clrden 2 CV. 1.18. Artielacién (en el cuerpo humane. 1.20, Proyecto para stad de atletismo de Frankfurt N, Foster, 1981: detalle junta, Nuevos materiales y simplificacin de fa junta El vertigo con que se producen los ‘muevos conocimientos téenicas en con- juneién eon los materiales modemnos cance en la soganda mitad del siglo XX a unas soluciones de junta que re presentan auténtieas expresiones de poderio mecénico, munifestando una proximidad inquietante con sistemas organiens (figs. 1.19. by) La junta de cerramiento también ha ‘alounzado en la década de los ochenta tun grado de prostaciones y detalle pa- re el cual podemos encontrar equiva: Tencias en los ejemplos de las indus- trias més avanzadas o en la propia naturaleza, Pero estas completas y complicadas soluciones resultan hoy, como ln propia mecénica, en gram me- dita obsoletas. Del mismo modo que los espléndidos mecanismos de reloje- sa y los autématas del siglo XVII, es tos sistemas constructivos procuran sna emulaciém de los sistemas ongéni- ns consideradas como um conjtinto de piezas y movimientos, pero evidente- ‘mente existe otra alternativa al consi- derar la posiblidad de una construc: cin verdaderamente orgénica. [La plena integracion con el mundo orgdnico empieza a ser una posibil- dad en 1896, cuando J. Wesley Hyatt forma ol celuloide, primer material plastico sintético. Le quimica orgini a de sintesis ha producide desde en: tonces ima serie interminable de mo- Iéeutlas ‘de encargo’, con especifcacio: nes precisa en Tos ordenes de rigidez, tensién admisible, ransmision térmi cay actistica, ete, Y estas prestacio- nes, esencialmente pasivas, comien- zaan a ser sustituidas en el interés de investigadores e industrias por mate- riales de respuesta activa, capaces de reaccionar a medida de las diversas solicitaciones. ‘A parlir de estos nuevos materiales se opera sobre la junta una sustitu- con de la respuesta ‘mecéinica’, con sus complicados dédalos, miiltiples ‘materiales y piczns, por polimeres que ofreeen, en virtud de su propia natu- rraleza molecular las prestaciones pro- cisas, La solucion propuesta por sir Norman Foster para el encuentro en- tro ostructura y-cerramionto on els: tadio de atletismo de Frankfurt pre- ssenta tha unin formada por tha sec- ion de neopreno compacta y capaz de responder a desplazamientos diféren- ciales, giros y rotaciones, al tiempo «que proporciona la resistencia meein‘- ca necesaria en el anclaje: la materia sustitaye al meeanismo (fig. 1.20) {ia aplicacién de los polimeros a ta Junta de Ia pared proporciona simplif- caciones alin mis impactantes cuando ésta es de vidro. ‘Tanto en et caso de siliconas sellantes como en el caso de Ins adhesivas, la combinacin de pol- ‘mers en Ia junta con los modernas vi- drios templadios y multieapa ha conse- guido hacer realidad el suelo de la pa- red transparente eonstruida sin eole- boracién de enrejado alguno (fig. La construccion flexible ‘Los sistemas constructivos modernos han creado un edificio en permanente adaptacitn a las condiciones de! clima y al empuje horizontal de viento, To- ‘das las uniones de editcto han de so- moterse a la consideracion de estos ‘movimientos y ser capaces, en su. ca 0, de acogertos. Los primeros esqueletos de hierro del siglo XIX revonocieron este efecto y lo resolvieron con elementos articn- lados eapaces de permitir al edificio acompafiar con su deformacion efee tos que en las grandes esealas podian superar con mucho las propias de pe- so y carga, Grandes estructuras de ‘una sola pieza se componian median: te multitud de uniones roblonadas que dotaban al esaueleto de le capaci- dad de deformacién necesaria. Pero estos problemas propios de los primeros ensayos con grandes dimen- siones se reconocerian como esténdar al analizar el eomportamiento del ras- cacielos, tipologie por exeelencia de log tiempos moderns. Cuando en el primer tercio del siglo XX los reculrimientos pesados do fa- chads de tipo tradicional desaparceie- on @ favor del muro cortina, los eons: tructores se encontraron frente a €s- beltas torres que ya no eontaban eon el peso muerio y arviostramiento que aquéllos proporcionaban. Por otra parte, la planta tipo determinaba Ia disposicion en el centro de la planta de los conjuntos de ascensores e ins talaciones, tinieo lugar eapax de alojar elementos estructurales de gran por- te, de modo que el resultado era uma construccién extremadamente flexible ante los empujes horizontales que ‘ahora resultan los primordiales. Pero el peso del rascacielos habria de seguir disminuyendo: las fachadas imponian el principio de maxima ‘transparencia y luminosidad, y la ti pologia en planta no podtia ser altera da sin modificar gravemente la ronta- bilidad del edificio medido en termi. nos de planta diafana. Incluso en el casa de eshlteces moderadas, la sci lacién del edit considerar la alternancia del acorta- iiiento y elongacién de las fachadas a barlovento y sotavento. Este movi- ‘miento implica Ia necesidad de unas juntas destizantes entre los elementos de pared y la posibilidad de giros en el anclaje. Pero, en todo easo, era preciso coar: fo en altura impone tar las oscilaciones del edificio, para lo cual se desarrollaban nuevos siste- ‘mas resistentas en el perimetra del edificia: cercha, tubo, tubo dentro de tubo, ete. Sin embargo, las propias juntas constructivas pueden eolabo- rar a modifiear el periodo de osci lacién del edificio, Este fue el caso de Jing torres gemelas construidas por Yas masiki en Nueva York en 1973, don: de la unién de las jécenas con los ele ‘mentos cle fachada se realiza median- te Ia interposicion de placas viscoelae tieas que, al deformarse con a osei- lcion del edificio, disipan y transfor- ‘man parte de la energia transmitida por el viento en ealor (fig. 1.22) Este nuevo tipo de junta resulta su- ‘mamente eficaz, y como consecuencia, on Ia actualidad numerosas empresas, principalmente en Japon, fabriean y comercializan amortiguadores para cenfrentarse al movimiento estructural {que tiene origen en la aeeién del vien- tooen fendmenos sismicns. Pero la flexibilidad de la arquitec- tura moderna analiza en la actual dad sistomas mucho més avanzados, que buscan la respuesta ‘activa’ de la estructura ante acciones externas variables mediante la modifieacién en tiempo real de la rigidez de la misma, como la alteracién de la ten: sion en los elementos de arriostra: miento o el acoplamiento y descone- xxion de piezas eapaces de ineremen: tar Ia rigider. de la construccién so iin las solicitaciones externas. Has- ta Ia focha, estos sistomas han sido aplicados por la empresa Kajima en dos edificios de oficinas en Japon, Conclusion Bl recorrido necesariamente breve realizado a traves de la junta en cons: truceién quiné tenga su mayor efecto con establocor quo Ia unién es un ole- mento perfectamente identificable dentro del conjunte de todos los que forman parte del edificio. Como tal, la junta ha sido objeto de un proceso de Investigacion y propuesta de solucio- nes extraordinariamente acelerado. A pesar de todo, el futuro inmediato de Js téenieas de union advierte de unos cambios que en breve plazo pueden modificar sustancialmente, una vez mis, las leyes y principios técnicos que fundamentan la constraccién del eificio hoy. En la construccién de la arquitectura, como en toda otra cons- ‘tmnccién, el hombre persigue su pro- pia imagen: el ser argénico. Hacia los aitos setenta, el grado téenico-mect- nico de nuestros sistemas eonstrueti- ‘vos habia aleanzado un grado de per- feccién impensable apenas eineuenta aos antes; ahora, un porvenir ente- ‘ramente nuevo asoma en el horizonte, Acaso ain nos entcontremos en los eo: mionzos do una transformacién de la construccién y la arquitectura que se inicio en el siglo XX, Capitulo 2: 1a junta, fundamento constructive de estilo Un origen seguro para la reflexion s0- bre la relacion entre estilo y construe- cin, de un modo general, y de su co rrospondencia con el orden eompositi- ‘vo de la arquitectura, on particular, es el periodo helentstico, Para Auguste Choisy, este tiempo se caracteriza por up arte maduro y, como tal, “.. maos- ‘ro tanto de sus medios como de sus efectos”. O, dicha de otro modo, por la sintesis entre forma y construccin. ‘Los propios drdenes clasicos en Gre- cia se aplican como una traslacion de dotalles constructivos literales de ma- dera ala piedra, pero la técnica de la ‘mamposteria compromete a un en: ssamblado y montaje de piezas similar cen todo al de la madera, de suerte que 1.24. Ofiinas Wiis Faber Dumas en Ipswich N. Foster, 1971 1.22, Modiicacién dela orien mediante amortiguanes ene Wirt Trade Center de Nueva York 2.1. Seed consrustivay sade interior de Panteda de Roma, A. Pallaio, 1570, 22, ifiio industial en Min, A. Mangiarots 1964; detalle de unin yescorzo Ja relacion entre el discurso formal si- gue ol pautado establocido por los ol. mentos constructivos y las juntas. ‘Tanto la madera como la piedra son materiales inaceesibles a la construc- on piezas ‘inicas, y también a una limitada con- formacion, de modo que el ensamblaje de los cortes provenientes de la cante- ra 0 la gerroria ha de sor una eolucién cidn de grandes superfici ‘téenica y tpificada; tipifcaciém de los detalles de union y montaje que de- canta un estilo en el tiempo. Roma descubre el mortero cemento- 0, material de elevada eapacidad ro sistonto v aplicado en estado plastien, de suerte que la ejecucién de superti- cies tinieas de grandes dimensiones es no sélo posible, sino conveniento desde tun punto de vista constructive. Este material y sus posibidades dan Tugar fauna de las mayores transformacio- nes de Ia historia de la arguitectura, ‘ungue no genera um longuaje formal propio. BI motivo, sin duda, es que en tanto que material continuo, carece de tuna estructura de piezas y juntas -y, por lo mismo, de-un despiece campren- sible como fundamento y un detallado como contenido para una progresiva labor de construceitn formal. La solucion consiste en impostar el estilo sofiado sobre una materia que carece de juntas, de piezas, de orden ¥ por tanto, de forma estructurada. 1La misma golueién se impone en el Renacimiento, cuando Ias imponentes fabricas de piedra de las fachadas ‘son, en todos Tos casos, aplaeados que se aplican sobre unas fébrieas conti suas de ladrillo y revolton (fig. 2.1) Felizmento ol periodo gatico y la arquitectura moderna retornaran a ‘un mundo constructive donde la for ma tecténica sera eonseeuencia de ‘un ensamblaje de materia, ¥ por tan- to, rico en secuencias formales conse: ‘euentes, Exponer de un modo siquie- va simplificado los fundamentos de estilo que se proponen y contienen en las téenicas de construccién mo- dernas oxigiria una extension clara: ‘mente desproporcionada con la aqui disponible, pero sf resulta atractivo detenerse ante algunos de los ejem- plos mas expresivos que nacen de la ‘maestria en el dominio del proyecto y construecion de la arquitectura contemporinea, La junta como fundamento del estilo La eonstruceidn en su sontido mas general se puede entender compues- ta de piezas y uniones. Ambos ele- mmentos determinan de forma inequi ‘yora el repertorio formal que es posi ble esperar del conjunto, Nuevas tée- nieas aplicadas renuevan perma: nentemente el repertorio de elemen. tos y de las Tigaduras que podemos estublecer entre ellos, y este nuevo repertorio presenta posibilidades for- males también inéditas que identifi can inequivocamente los recursos que las hicieron posibles, Evidente- mente, una téenica determinada puede emular repertorins formales y estilos de tiempos anteriores, pero siempre a cambio de mantener oc ta su propia naturaleza, Esta nega- cion se delata sin remedio y ofrece un lanco amplio a la critica, La secuencia arménica de formas que eonstituyen el estilo en oostruc- cién demanda un sistema constructi vo basado en el montaje, esto es, en. una téenica de union. Bl paréntesis, 1 apoyo al salto, el punto de giro y cambio de direccién localizado en la junta constituyen la pauta del eonti- ‘nuo eneadenarse de Ins partes del edi ficio que nos devuelven al todo y, una ver més, a todas y cada una de las partes (fig 2.2). La construceién que te basa en el ensamblado de piezas of pauiado, eapaz de recomrer desde el fragmento mas minucioso hasta la forma total en una estela tridimen- sional donde todo esta y nada sobra. Madera, piedra y acero son materia- Jes que se han olrecido a ta arquitec- ttura en preformados precisus, cups cos silo de 1m continuo eneadenado y una superposieién para realizar ima construecion y asentar una diseipli na formal susceptible de dar lugar a un estilo, En eontrasto, los morteros eemento sos romanos que revolucionaron el panorama de la arguitectura en el sic slo primero antes de Cristo habian de ser chapados para conferir al edilicio ima trama teoténica capaz de explicar 4l edificlo como forma construida, En tiempos modemos, el hormigon arma- do decanta «su vez un repertori for- mal especifieo, que caracteriza a la 0 este construccion como forma ttnica, esul: tado de un tinico gesto, La inaudita cexpresividad formal de obras realiza- das por Krich Mendelsohn 0 Félix ‘Candela sustenta lo anterior y justifi- enel cardcter excepcional e irrepetible de obras acaso excesivamente adelan tadas a nuestro tiempo, pues ino pare cen precisar la didactica de una labo riosa manufacture (fig. 2.3) La necesidad de tna clara explica- cin del como; del sistema construct. \o; de una elaborada urdimbre de pie- as, identifica una actitud racionalis- ‘a, El eonjunto de regas y prineipios que la gobiernan nos ofrece intetigibi- lidad € identifieacion eon el objeto a ‘cambio de su elementalidad, Esta cuestion 9e manifesta con daridad al controntar dos obras maestras de la arquitectura moderna: la terminal de aeropuerto de la TWA, construida en Nueva York por Eero Saarinen en 1960, y el palacio de deportes de Ro- ma de Pier Luigi Nervi, eoetinea de aanterion Si bien ambas obras se fundamen: tan y favorecen las earacteristicas constructivas del hormigén armado, Saarinen opta por una expresion for mal que s6lo un material moldeable permite, para lo cual acentiia la conti nuidad de la transicion entre elemen: tos. Soporte y eerramianto, cubierta y pared se presentan en una tnica se cuentia sin solucién de continuidad, ininteligible para el entendimiento ceonstructivo clésico en la medida que todo rastro de montaje y superposi- ion ha desaparecido, Nervi no renuncia a la plastica pro pia del hormigén armado, pero esta blece una estructura en Ia que ele- ‘mentos portumtes, cerramientos ¥ cu: bierta se identifican con la misma ela- ridad tanto como se reeonoce su fun cién constructiva. Sobre Ia corona de soportes s¢ lanza la ctpula de cubier- ta, que presenta un despiece conse- cuente con su geometria, y en esta ‘medida infiere un despiece constructi- vo, una explicacién del eémo: eémo se salva el gran vano circular; e6mo la csfera se puede descomponer en un centramado de nervios lineales; mo y ‘eon qué orientacion se trasladan los ‘empujes de la cipula al terreno} ob- ‘mo, en fin, se materializa el edificio y 1 espacio que define. Pero el despiece no es verdaderamente cierto, pues ai bien las nervaduras concentran y corientan esfuerzos, el eomportamien: to global de Ia cubierta se corresponde més precisamente con una lamina que con un eniramado, Se puede ali ‘mar que, en este caso, Nervi opera de ‘un modo similar a sus antepasados en el Panteén, dieciocho siglos antes ig. 2, El discurso construetivo de pieza y unién no ha de ser, pues, necesaria- ‘mente literal, pero el estilo como onge: nizacion de la forma siempre tendr como objetivo la explieacién del eémo, que tiene por primer principia la pro- posicion de una secuencia construct vay teeténica, La primera decision en la onganizacién de la forma construct. ‘va consiste en distinguir los espacios que ta componen. Cornisas, zicalos, tambores y basamentos son elemen- os, tanto literales como impostados, {que seialan fronterns, lugares de co- mienzo y fin, lugares de encuentro; juntas, en definitiva (Fig. 25). La estructura formal primera sero suelvo en un eanjunto de volimenes que constructivamente se descompo- nen en superficies, Estas superficie no son una pieza tinica, y sobre elles se prosigue el discurso de fragmento, proporeién y composicion. La junta del aparejo, la seeuencia de encotrado, cl encuentro entre diferentes materia Jes, gana la dimension completa de la superticiay In sia al alcance y esca- adel hombre, dela mano que depos ta la pieza. Bl proceso sigue hasta al- ceanzar al menor de los fragmentos, en el que queda impress la huella de la totalidad del edificio. Es este discurso continuo entre los diferentes elementos el tinico eapaz de trasladar a cada rinoin del ediieio el monsaje do la forma completa. ¥ si la armonia es feliz no hay fragmento que no sea capaz de reconsiruir el to- do del que fue parte. La grandeza de Jas ruinas clésieas evoeada por Louis 1. Kahn o la belleza intrinseca del es queleta del raseacielas destacada por Mies van der Rohe son manifestacio nes de esta idea por parte de dos de Jos muy escasos arquitectos que han sido eapaces de dominar en su sent do completo 1a arquitectura como he: cho construido conseiente de su ha- corse (fg. 2.6). 223, Restaurante en Koshimileo Candela, 1957. 24, Placete el Deport, PL Neri Roma, 1956; detale fe cipua, 25, Banca Popolare 4 Verona, C. Sears, 1981, 26, Instituto de Extutios Boiaics Sal LL Ka, Ledolla (Califor), 1985. El proyecto de estilo contenido en la junta Si el proceso y orden constructivos sone] fundamento del estilo, resulta que Jas decisiones constructivas del proyecto han de proponerse desde un objetivo formal preciso. Sélo cuando los elementos constructivos se desa- srollan segiin un programa formal -Breciso y estricto es posible alcanzar ‘una arquitectura clésica, La posibilidad técnica dé impostar diversos estilos sobre los sistemas constructivos modernos, In falta de hiibito del arquitecto para contar des- do ol mismo comienzo del proyecto con la asistencia ténica nece- savia y la gran dificultad que comporia deearrollar un pro- grama formal que integre sin fisuras los planteamientos constructivos mantieno en sl ‘mbito de lo excepeional la ar- guitectura clasica, entendida comio unidi intima entre for- ma y-construccén. ‘Si nos situamos como punto de partida en el templo griego ‘¥ eseogemos la ealumna como clemento constructive y formal protagonista, deseubrimos toda uma gama do intorpretacionos 4e Ia junta; desde Siguraciones Titerales de apoyo en el capitel, representaciones dé la fatiga y deformacién inducidas en el bbasamento por las cangus tras- ladadas, hasta juntas que, me- diante laboriosos procesos de conjugacion, se proponen des- ‘mentir su propia existencia. Esta riqueza de soluciones for- ‘males en torno a la junta se justifiea, entonces y ahora, en el elogio alos es- fuermos esenciales en arquitectura: er- sguiree y salvar el vano (fig. 27). En la actualidad, y a pesar de la notable evolucion habida en los me: dios técnicos dispontnes, desde et re- cuerdo y el entendimiento la superpo- sicién sigue siendo la sustancia del proceso constructivo y esencia de la arquitectara, La necesidad de proporeionar y ma- nifestar una explicacién consistente a su proceso formal esta viva en la obra de los grandes maestros contemparé ‘eos y, como tal, representa su esfuer 20 por establecer una eontinuidad o a me ll | ih e-@ 27. londen compuesto, A Palla, 1570. 2.8 Pabelin de Barcelona, Mies van er Rohe, 1928: detale de soports, unidad de prinipios eon la tradicin ‘lasica. Wright, Saarinen, Jacobsen y tantos otros proporcionan sus obras desde una cvidadosa rolacin entre Jos diversos elementos que las eompo- znen y en atencidn a todas sus cualida- des, bien sean de forma, lugar, mate- ria o trabajo ejecutado, Este orden ro- sulta intoligible y admirable tanto pa- ra profanos como para entendides, de modo que tna forma gue ee explica a si misma olfece el primer y mAs valio- so recurso de relacién social, La junta como principio de ideales Las principales obras de arquitectura hhan sido siempre manifiestos de prineipias. Prineipios que con frecuencia no podian sus- tentarse en los medios que, bien la industria de construe: cién, bien la sociedad, ofecian encun momento dado, En estas condiciones, el maestro opta siempre por desvirtuar los principios teadicionales para ‘exigirimplicitamente un eami- no de progreso, No es neces rio recalear el dominio de la materia y la voluntad de pro posite que esta vis exige. Hacia 1927, Mies van der Role ‘reconoee en el Lugar contenido entre doe planos borizontales superpuestos Ia esencin del es pacio moderno, quo eareee de limites y es uno con el horizon- te, Se propone establecer un punto de vista; una perspecti- vva tectinica desde Ja que es posible abarcar Ia totalidad del medio en el que vive ol odi- ficio, Pare esta propuesta es claro que a manifestacion de lo: elementos portantes verticales representa un problema, ¥ 2s ast que tod la obra de ‘Mies a partir de sus casas de ladeillo cstablece una guerra sin cuartel con 6sios, La minuciosa eleboracién de los soportes del pabellin de Barcelona re fieja el mgente esfuer70 por conseguir Ja desapariciin del pilar: Pero al pare- cer por eu obra posterior la posicién razonable de Ta eolumna retranques- da bajo In losa de cubierta es atin ex- cosivamente clamorosa (fig. 28). ero, ay si merced ama téeniva de Junién todavia deseonocida fuera posi ‘We’situar Tas piezas portantes fuera dol aleance del propio elemento por- tado? {F1 progreso arrollador de Ja ciencia ser capaz de inventar una ‘éeniew de union que desmienta la su- pemposietin, evencia del lenguaje ar- quitectinico desde el origen de los tiempos? “Habran de pasar unos veinte aos, 1 plazo que media entre el menciona- do pabellén de Barcelona y la ease Ramsworth, hasta que la soldadura por botones sc hace factible, pero cuando finalmente se ofrece ante Mies, resulta la respuesta anhelads, ‘Téenicamente, el encuentro sopor- toclasa ejecutado en Ja casa ameri 1a es posible constrayendo una union soldada con cordones para fijar Ins alas del piler a 1a C de borde de Ia lo- sa; el problema es que estos cardones son visibles. Por el eontratio, unas perforaciones realizadas en la. C que permiten aleanzar el ala del pilar pre- sentan, incluso ante In inspeceién ‘as cuidadose, dos superfities que se ceruzan en el espacia siguiendo orien- taciones ortogonales. Sélo se puede apreciat un simple contacts entre ambos periiles. La union que parece intuirse no existe; yel soporte se aso- cia de manera inevitable al cerra miento totalmente transparente, de modo que finalmente es cierto que la Josa de eubierta se sustenta sobre el espacio que delimita (fg. 2.9, Un segundo caso exceprional es el del aeropuerto Dalles, eonstruide por Beto Saarinen en Chantilly, en 1962. ‘Toda Ia obra ~y en todos: y cada uno de sus extremos- es excepcional, y son verdaderamente pooos los ejam- plos de arquitectura moderna que se ‘encuentran a su altura, Saarinen proyecta el espacio prin. pal del edificio « partir de une senci- Ila planta rectangular que la cons- truecion resuelve en un tinieo vano: dos hileras de columnas sobre los la- dos mayores y una biveda invert trabajando a traccidn entre mba La clave principal de la eonstraccién se encuentra en la tracsién, p-oiago- nista de ta materialidad y de la for ma que resulta, um manifiesto del tiempo y los materiales modernos. Efectivamente la eleyante forma in- vertide de la cubierta es hija natural de un material de poderosas presta- ciones a traccién: ol acer. Del mismo modo, la fuerte inelinacion de los s0- portes implica un trabajo a flexion y, por tanto, una vex. mas, earacterizado por la traccién, La inversion de las fuerzas y accio- nes que gobiernan Ia construccion se somete a una concepeién general de Ia forma, que conduce a una imagen es- pecular def templo, arquetipo esencial de Ia arquitectura clasiea, de modo que el templo moderno eontiene im: plicitamente aque otro antiguo oon el que se desea confrontar (fg. 2.10) Existe, no obstante, un problema de primer orden al considerar la unién de In doble hilera de columnas con la cubierta. Constructivamente la res- puesta inmediata seria una soluci de dintel, pero ésta destruiria la lim. pieza de la limina de cubierta, al tiempo que proporeionaria una rela- ion, ahora confusa, con el peristilo del relerente clsico (Big. 2.11). Saarinen realiza un apoyo de luz. y aire. Construye Ta unin esencial $o- porte-dintel con un vacio, sin mate: rial aparente, de modo que el alzado so interpreta como una gran puerta compuesta por la sucesién de sopor- tes, sobre la que flota com plena inde- pendeneia un delicado toldo de pie dra. La relacién fisiea entre ambos elementos no puede ser demostrada, pues sélo existen pruebas cireunstan- ciales del hecho, Recorriendo esos ejemplos que siempre nos acompatarin aparecen no pocos casos donde la elaboracién de la junta propone una constriccién que no es de este tiempo... atin. La iglesia de Ronchamp 0 el gimnasio Maravillas son casos exeepei donde la arquitectura moderna eele- bora su nuova levedad y pronostica tun tiempo por venip cuando la mate- ria de la arquitectura Megue a des prenderse de la parte sustancial de su materialidad, Pero también la ca tedral gotica es toda -y sélo— luz y atmosfera; entonces resulta que el sueio de una arquitectura magniti. a, y definitivamente libre de todo nales peso, es eterno, La unién como bandera de Progreso Hoy la obra de arquitectura que goza de mayor predicamento se earacteriza por un expresionismo teenolégioo don- de las téenieas de union son protago- nistas evidentes, Estas y los érdenes constructives asociados pretenden un econoeimiento especifico como pro- ductos de un ‘estado del arte’ tecnico, La idea no es nueva dentro del bre- ve periodo de accion de In arquitectu- va moderna, lo cual activa el interés por contrastar el momento actual con aquel otro que arranea a finales el siglo pasado en la Union Sovieti- a y finaliza en 1980, momento en el que las autoridades comienzan la Ii- guidaciin de La extraordinaria expe. rieneia constructivista, Este ultimo 8 el mismo aio on el que Pierro Chareau termina la Casa de Vidrio, y el mismo en el que Richard Buck- minster Fuller presenta la easa Dy- maxion. La primera, un completo manifiesto constructivista aplicado a Ja casa, y la segunda, Ia propuesta miis avanaada de vivienda que, des: de la Optica del progreso tecnico, se haya realizado nunca Constructivismo EI diseurso toérico v formal del cons- tructivismo nace hacia 1914, a partir de unos primeros principios elabora- dos por Tatlin que se fundarnentan en uma consideracién del objeto artistico en la que prima la materialidad 0, mejor aun, Ia onganizacion de la ma- teria que 1a compone. En arquitectu- ra esta tendencia representaba la aproximacion.a las referencias téoni cas y formales provenientes de la in- genieria, mas que especificamente de Ia tectoniea, De este pensamiento es fruto I temprana propuesta para’el monumento a la Tercera Interna- cional que realiza Tatlin en 1919 y {que sera el emblema del movimiento. Pero este proyecto desvelara con ol tiempo un ealado muy superior a la mera explotacion de una simple transposicién de cioncias y formas ex traidas del érea de construccion civil En primer lugar, se inflere un siste- ima constractivo para el edificio que es en todo equivalente al de cualquier otto objeto producido por la industria, en tanto que conjunto de piezas pre- formadas y ensambladas. Las unio- nes son entonees las propias del mon taje, y mas coneretamenite aquellas que provienen del hierro y ol acero: roblén, tornillo y pasador. £1 papel 29, Casa Farnsworth Mis van der Rohe, 1928: deta 2:10 Aeropuerto Dulles en Chantilly Washinaton D.C, sro Saarinen, 1962: 2.1 encuentro soporte-cubierta

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